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Document 52021IE2532

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Cómo las industrias europeas de gran consumo de energía y recursos pueden beneficiarse del Plan de Recuperación de la UE en su transición socialmente aceptable hacia la descarbonización y la digitalización» (Dictamen de iniciativa)

    EESC 2021/02532

    DO C 152 de 6.4.2022, p. 44–49 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    6.4.2022   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 152/44


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Cómo las industrias europeas de gran consumo de energía y recursos pueden beneficiarse del Plan de Recuperación de la UE en su transición socialmente aceptable hacia la descarbonización y la digitalización»

    (Dictamen de iniciativa)

    (2022/C 152/07)

    Ponente:

    Andrés BARCELÓ DELGADO

    Coponente:

    Enrico GIBELLIERI

    Decisión del Pleno

    25.3.2021

    Fundamento jurídico

    Artículo 32, apartado 2, del Reglamento interno

     

    Dictamen de iniciativa

    Órgano competente

    Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI)

    Aprobado en la sección

    10.11.2021

    Aprobado en el pleno

    08.12.2021

    Pleno n.o

    565

    Resultado de la votación

    (a favor/en contra/abstenciones)

    151/0/4

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1.

    El mecanismo de recuperación de la UE y los correspondientes planes nacionales de recuperación y resiliencia deben contribuir a lograr una transición justa para las industrias de la UE de gran consumo de energía y recursos. Deben conducir a la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo de calidad en estos sectores, implicar a los interlocutores sociales en la aplicación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia y apoyar transiciones laborales mediante el reciclaje profesional y la mejora de las capacidades.

    1.2.

    El CESE anima a la Comisión y a las demás instituciones de la UE a garantizar la igualdad de condiciones en el mercado único, a fin de evitar un desequilibrio en cuanto a las ventajas para la industria en función del enfoque de cada Estado miembro.

    1.3.

    El CESE considera que la transición industrial no se logrará si no se lleva a cabo la transición energética. Para ello, será fundamental disponer de fuentes de energía hipocarbónicas suficientes y asequibles que hagan posible una producción industrial con bajas emisiones de carbono. Los legisladores de la UE y los Estados miembros deben lograr un equilibrio entre la disponibilidad de vectores energéticos y su coste, a fin de permitir a las industrias de gran consumo de energía y recursos realizar la transición industrial y competir en la escena internacional. Además, la neutralidad tecnológica será clave para garantizar la correcta aplicación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia, al tiempo que se cumplen los objetivos climáticos de la UE para 2030 y 2050 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

    1.4.

    La automatización y la digitalización en la transición industrial se encuentran entre los fundamentos transversales de este proceso de transformación. Sin embargo, no debe confundirse la función de la digitalización para las industrias de gran consumo de energía y recursos: se trata de una herramienta, no de un objetivo final en sí mismo.

    1.5.

    El CESE acoge con satisfacción los siete ámbitos emblemáticos definidos por la Comisión en sus orientaciones a los Estados miembros sobre los planes nacionales de recuperación y resiliencia y la necesidad de dedicar al menos el 37 % del presupuesto total a acciones en el ámbito de las inversiones climáticas y al menos el 20 % al campo de la digitalización. Anima a las instituciones de la UE a que supervisen de cerca el despliegue de los fondos asignados para cumplir estos requisitos.

    1.6.

    El tiempo necesario para que las industrias de gran consumo de energía y recursos realicen la transición industrial se prolongará más allá de la duración del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). El CESE pide a las instituciones de la UE que lo tengan en cuenta y creen nuevos instrumentos financieros y normativos más allá de 2026, que sean adecuados para lograr la transición completa a una industria hipocarbónica.

    1.7.

    Dado que las industrias de gran consumo de energía y recursos necesitan una atención especial con respecto a las actividades de I+D+i, el CESE insta a las instituciones de la UE a que pongan en marcha medidas específicas para abordar los retos a los que se enfrentan estas empresas en su camino hacia una industria neutra en carbono.

    1.8.

    La renovación de edificios garantizará una parte sustancial de la eficiencia energética necesaria para alcanzar una sociedad neutra en carbono en 2050. El CESE apoya las obras y proyectos destinados a mejorar la eficiencia energética de los edificios mediante la renovación de su envolvente e instalaciones.

    1.9.

    El CESE defiende firmemente el desarrollo de un sistema de computación en la nube propio de la UE que le proporcione independencia tecnológica.

    1.10.

    La gestión del talento en la industria de la UE es fundamental para lograr una transformación industrial satisfactoria. Por lo tanto, la Comisión debe supervisar si los programas y actividades desarrollados para mejorar las nuevas competencias contribuyen a una transformación satisfactoria en este sentido.

    2.   Motivación

    2.1.

    La pandemia de COVID-19 se ha traducido no solo en una emergencia sanitaria mundial sino también en una crisis económica y social. Esta grave situación ha obligado a los responsables políticos europeos a aplicar medidas políticas de calado para estabilizar las economías de todos los Estados miembros europeos.

    2.2.

    La Unión Europea ha establecido varios mecanismos en el marco del programa NextGenerationEU con el objetivo de ayudar a los Estados miembros a salir reforzados de la crisis gracias al mayor paquete de estímulo jamás visto. Aportará 1,8 billones EUR de un presupuesto a largo plazo que se desplegará a través de diferentes instrumentos centrados en la modernización, la investigación, la transición climática y la protección social.

    2.3.

    Uno de los instrumentos de NextGenerationEU es el MRR de la UE, que se centrará en reparar los daños económicos y sociales inmediatos causados por la pandemia de COVID-19 y promover la «doble transición» hacia una sociedad digital y descarbonizada.

    2.4.

    El mecanismo incluye un importe total de 672 500 millones EUR, que se distribuirá en préstamos (360 000 millones EUR) y subvenciones (312 500 millones EUR), disponibles para apoyar las reformas e inversiones realizadas por los Estados miembros con vistas a una recuperación sostenible.

    2.5.

    Esta financiación se asignará en el marco de los planes nacionales de recuperación y resiliencia de los Estados miembros, que incluirán las reformas e inversiones necesarias y reflejarán las recomendaciones específicas por país correspondientes formuladas por el Consejo como parte del marco de gobernanza del Semestre Europeo, a fin de contribuir a la Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible de la UE para 2021.

    2.6.

    La Comisión Europea ha determinado los principales ámbitos emblemáticos en los que cada Estado miembro debe definir las líneas de acción específicas:

    1.

    ACTIVACIÓN: tecnologías limpias y energías renovables;

    2.

    RENOVACIÓN: eficiencia energética de los edificios;

    3.

    RECARGA y REPOSTAJE: transporte sostenible y estaciones de recarga;

    4.

    CONEXIÓN: despliegue de servicios de banda ancha rápida;

    5.

    MODERNIZACIÓN: digitalización de la administración pública;

    6.

    EXPANSIÓN: capacidades en materia de datos en la nube y procesadores sostenibles;

    7.

    RECICLAJE y PERFECCIONAMIENTO PROFESIONAL: educación y formación en apoyo de las competencias digitales.

    Los principales ámbitos emblemáticos se han determinado para permitir que las acciones emprendidas contribuyan de manera sustancial a la transición ecológica y digital de la UE.

    El MRR, a través de los ámbitos de desarrollo promovidos por los Estados miembros y en consonancia con las recomendaciones específicas por país del Semestre Europeo, dará el margen necesario a las organizaciones que se han visto afectadas por la situación económica provocada por la pandemia. Ayudará especialmente a sectores económicos, como las industrias de gran consumo de energía y recursos, que ya se encontraban en una situación difícil (debido a la elevada carga normativa y a la competencia desleal de algunos terceros países) y se han visto gravemente afectados por las circunstancias actuales.

    2.7.

    La estrategia de recuperación, basada en la estrategia industrial de la UE y su actualización de 2021, contribuirá a alcanzar el objetivo del Pacto Verde Europeo, el objetivo de neutralidad climática para 2050 y el objetivo revisado de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El MRR desempeñará un papel clave a la hora de abordar las enormes inversiones que deben realizar las industrias de gran consumo de energía y recursos para alcanzar esos objetivos. Los esfuerzos necesarios para construir un mercado único más fuerte para la recuperación de la UE deben apoyarse en asociaciones sólidas entre la UE, los Estados miembros, los interlocutores sociales, la industria y otras partes interesadas pertinentes. La estrategia de recuperación también reforzará el Mecanismo para una Transición Justa, que apoya a las regiones que dependen de las industrias de gran consumo de energía y recursos y están experimentando cambios estructurales.

    3.   Observaciones generales

    3.1.

    El Plan de Recuperación de la UE comprende un aspecto clave para la transición sostenible hacia una economía descarbonizada y digitalizada y destaca el hecho de que la aspiración a una doble transición de la UE requiere responsabilidad política, además de un compromiso político o reglas de equilibrio presupuestario. El CESE está de acuerdo con los principales ámbitos emblemáticos propuestos, que centrarán la inversión en algunos de los ámbitos más pertinentes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, garantizando al mismo tiempo la consecución de las metas climáticas fijadas por la legislación de la UE para 2030 (reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 55 % con respecto a 1990) y 2050 (cero emisiones netas de gases de efecto invernadero).

    3.2.

    La pandemia ha creado la necesidad de establecer una vía común en la que las normas se definan a escala mundial y se apliquen de manera homogénea en todas las regiones, abordando así el riesgo potencial de fragmentación derivado de la diversa asignación de recursos. La crisis provocada por la pandemia y la necesidad de una transición hacia una economía sostenible, resiliente y flexible podrían brindar una gran oportunidad para definir las reglas que garanticen la igualdad de condiciones en la UE.

    3.3.

    A tal fin, es necesario evaluar adecuadamente la precaria situación actual de las industrias de gran consumo de energía y recursos, así como el impacto que la persistencia de estas condiciones podría tener en la economía europea en su conjunto. Ha de tenerse en cuenta la contribución de las industrias de gran consumo de energía y recursos al producto interior bruto (PIB) de la Unión Europea, junto al hecho de que son líderes en innovación, responsables de la creación de empleo de alta calidad y que contribuyen al bienestar a largo plazo de la sociedad en su conjunto. Un servicio público sólido necesita el impulso del sector privado. No obstante, el CESE expresa su preocupación por la falta de precisión que algunos planes nacionales de recuperación y resiliencia ya aprobados muestran con respecto a las industrias de gran consumo de energía y recursos, ya que las inversiones se desvían en ocasiones hacia otros sectores económicos.

    3.4.

    Además, debe tenerse en cuenta el impulso que esas industrias pueden aportar en términos de I+D, ya que constituye un ámbito clave en el que la innovación pasará del laboratorio a la escala industrial.

    3.5.

    Las industrias de gran consumo de energía y recursos pueden realizar una de las mayores contribuciones a la transición industrial que garantizará una Europa con bajas emisiones de carbono. La industria debe intensificar sus esfuerzos por desarrollar y desplegar procesos de producción hipocarbónicos y promoverlos a lo largo de las complejas cadenas de suministro. Sin este trabajo interno y externo, será difícil alcanzar los ambiciosos pero esenciales objetivos definidos en el Acuerdo de París y los objetivos fijados por la UE.

    3.6.

    La automatización y la digitalización desempeñarán un papel clave en la consecución de esta transición industrial. Sin embargo, no deben confundirse los conceptos: la transformación es el objetivo; la digitalización es la herramienta. La implantación de soluciones digitales racionalizará la forma de pensar, tomar decisiones y actuar de la gente: si bien la digitalización debe ser una prioridad para el MRR, la atención debe centrarse en cómo estos instrumentos permitirán un enfoque más eficiente de los retos a los que nos enfrentamos.

    3.7.

    La transformación digital requerirá el desarrollo a escala industrial de las tecnologías probadas en la fase experimental o en el laboratorio. Para ello, las asociaciones entre el sector público y el sector privado deben centrarse en la investigación, el desarrollo y la innovación. La inversión debe concentrarse en tecnología que demuestre en una fase temprana la escalabilidad, viabilidad y fiabilidad de las soluciones innovadoras en las partes superiores de las cadenas de valor, al tiempo que se ajusta a los objetivos de sostenibilidad. Además, será necesario planificar un período de conversión en el que las soluciones innovadoras puedan ampliarse adecuadamente a escala industrial.

    3.8.

    Para poder gestionar esta situación de forma eficaz, la transición debe centrarse en los conocimientos técnicos adquiridos, los recursos ya disponibles y las posibles sinergias que puedan surgir. La transformación implica innovación, invención, diseño, construcción y, de hecho, desarrollo; pero esto no debería significar nuevas creaciones en sí mismas.

    3.9.

    El CESE es consciente de la inversión que requerirá esta transición. El MRR y NextGenerationEU no deben considerarse la panacea. La transformación de las industrias de gran consumo de energía y recursos para hacer frente a la doble transición requerirá un plan de inversión masivo que movilice muchas fuentes de financiación adicionales (por ejemplo, ayudas estatales, proyectos importantes para los intereses comunes europeos, nuevos recursos propios para el presupuesto de la UE, futuros ingresos del RCDE UE, inversiones privadas, etc.). Para ello, es esencial conciliar las políticas industrial y energética con la política climática, a fin de movilizar todas las enormes inversiones que requiere la transición hacia un modelo económico sin emisiones de carbono.

    3.10.

    El CESE considera que deben realizarse esfuerzos para coordinar el apoyo prestado a través del MRR a la transformación de las industrias de gran consumo de energía y recursos con los programas de financiación público-privada existentes, como SPIRE o la Asociación para el Acero Limpio. Las alianzas industriales deben utilizarse como plataformas para fomentar sinergias a largo plazo entre los proyectos financiados a través del MRR y los programas de la UE existentes, a fin de catalizar la transformación de las industrias de gran consumo de energía y recursos.

    3.11.

    Se ha señalado que resulta necesario que el apoyo financiero proporcionado a través del MRR vaya acompañado de una ambiciosa reforma fiscal. Esto debería ajustarse al acuerdo de la OCDE para garantizar que las empresas de elevada rentabilidad estén sujetas a un tipo efectivo del impuesto sobre sociedades del 15 % a partir de 2023.

    3.12.

    El principal objetivo del desembolso de subvenciones a las empresas debe ser mantener la competitividad internacional de la industria de la UE, respetando al mismo tiempo las normas sociales, económicas y medioambientales de la UE, a fin de garantizar que la doble transición beneficie a la ciudadanía europea.

    3.13.

    Como se ha indicado anteriormente, el Plan de Recuperación de la UE será clave para la transformación de esas industrias, al tiempo que contribuirá a la metamorfosis de otros sectores económicos en el sentido de la doble transición. Esta gran conversión requerirá largos períodos de adaptación y transición, especialmente en todas las cuestiones relacionadas con el capital humano. El CESE insiste en que los mecanismos de inversión se amplíen más allá de 2026 y que se definan unos vínculos firmes y claros entre cada uno de ellos.

    4.   Observaciones específicas

    El CESE invita a los Estados miembros y a la industria a que propongan inversiones y reformas con el mayor impacto transformador en cuanto al logro de los objetivos finales fijados y en los principales ámbitos emblemáticos definidos por la Comisión. No puede ignorarse que los costes que acarrea la consecución de los objetivos asociados a esta doble transición deben ser asumibles para la sociedad en su conjunto.

    4.1.   ACTIVACIÓN: tecnologías limpias y energías renovables

    4.1.1.

    La transición industrial no se logrará si no se lleva a cabo la transición energética. La descarbonización de la industria dependerá directamente de la disponibilidad de fuentes de energía hipocarbónicas suficientes y asequibles que hagan posible la producción industrial hipocarbónica. Garantizar que se genera suficiente energía descarbonizada de manera fiable será crucial para alcanzar los objetivos climáticos y digitales. Del mismo modo, son necesarias inversiones masivas para desarrollar o crear la infraestructura que se requiere para transportar, almacenar y distribuir esos volúmenes sin precedentes de energía hipocarbónica. La aplicación de los planes nacionales de recuperación y, en particular, de las reformas propuestas debe centrarse en garantizar unos precios de la energía competitivos, estables y predecibles, limitando el impacto de los elevados precios de la energía sobre la inflación, algo que podría poner en peligro la recuperación de las industrias de gran consumo de energía y recursos y de la sociedad en general.

    4.1.2.

    El CESE está de acuerdo en que la neutralidad tecnológica es imprescindible a la hora de aplicar los planes nacionales de recuperación: todas las tecnologías de baja emisión de carbono (energía renovable, hidrógeno verde, reactor de fusión, etc.) deben quedar incluidas en esta transición, siempre que se ajusten a los objetivos climáticos para 2030 y 2050, así como a los ODS de las Naciones Unidas. Ninguna tecnología debe excluirse de forma preventiva o arbitraria. Los criterios de asignación de recursos deben centrarse en garantizar precios de la energía competitivos para los consumidores finales, independientemente de la tecnología en sí.

    4.1.3.

    Para ello, puede ser necesario estudiar no solo la combinación de diferentes fuentes de energía renovables competitivas, sino también su combinación con tecnologías de captura y utilización de carbono, sin olvidar el papel que desempeñará la interconexión energética entre los distintos Estados miembros. Debe existir una regulación suficiente y homogénea que cree un interés comercial para las inversiones y permita la aplicación de estas tecnologías.

    4.1.4.

    Además de la disponibilidad de soluciones tecnológicas y energéticas asequibles, debe tenerse debidamente en cuenta la eficiencia energética. Todos los escenarios que señala la estrategia de reducción de emisiones a largo plazo de la UE para alcanzar los objetivos de neutralidad climática de aquí a 2050 atribuyen un papel importante al ahorro de energía (1). La transición hacia una economía más circular también tiene un papel importante que desempeñar en la reducción del consumo de energía y recursos por parte de las industrias de gran consumo.

    4.1.5.

    Por lo que se refiere al riesgo de competencia desleal mencionado anteriormente, y con el fin de intentar prevenir y mitigar los riesgos que puede entrañar la fuga de carbono, esto debe tratarse adecuadamente en el marco del MRR. Es importante no pasar por alto las medidas o sistemas que han contribuido a reducir las emisiones, sino reforzarlos con mecanismos adicionales o complementarios (no alternativos) cuando sea necesario.

    4.1.6.

    Tras evaluar todos los posibles factores clave que deberán abordarse en el marco de la iniciativa emblemática «Activación», la principal duda que se plantea es cómo la UE va a ser capaz de suministrar la cantidad sin precedentes de energía que necesitará la sociedad.

    4.2.   RENOVACIÓN: eficiencia energética de los edificios

    4.2.1.

    Aumentar la eficiencia energética de los edificios actuales y de los nuevos requerirá materiales y equipamientos inteligentes, lo que contribuirá a lograr una transición sostenible. Entendemos que los materiales inteligentes son materiales ecológicos o procesos de producción sostenible para conseguirlos.

    4.2.2.

    El CESE confía en que, para contribuir de forma integral a los objetivos definidos por la Comisión Europea, se promuevan los materiales inteligentes (y sus correspondientes procesos de producción sostenible) más allá de lo habitual. No hay que olvidar los equipamientos: la eficiencia energética no se conseguirá si solo prestamos atención a la envolvente de los edificios; hay que evaluar, renovar e interconectar de forma adecuada los equipamientos y sistemas. Esto podría dar lugar al despegue de los mercados de materiales inteligentes, con procesos de contratación pública como posible punto de partida práctico.

    4.3.   RECARGA y REPOSTAJE: transporte sostenible y estaciones de recarga

    4.3.1.

    La estrategia europea debe hacer un gran esfuerzo por definir una hoja de ruta clara para descarbonizar los sectores que son difíciles de electrificar (transporte de larga distancia y pesado por carretera, aviación, transporte marítimo, etc.).

    4.3.2.

    Una estrategia sobre combustibles renovables e hipocarbónicos y una alianza de la cadena de valor de los combustibles renovables e hipocarbónicos contribuirán a descarbonizar los sectores de la aviación y del transporte marítimo, al tiempo que complementará los esfuerzos para descarbonizar el transporte por carretera mediante la electrificación, entre otras alternativas. De este modo, se garantizará el acceso universal a una movilidad asequible. La descarbonización del transporte se llevará a cabo sobre la base de una evaluación del ciclo de vida y de la relación coste-beneficio, con un primer enfoque en la sustitución de las formas de transporte con más repercusión, garantizando al mismo tiempo períodos de transición suficientes para los usuarios con bajos ingresos a través de combustibles sostenibles con bajas emisiones de carbono.

    4.4.   CONEXIÓN: despliegue de servicios de banda ancha rápida

    4.4.1.

    El CESE es consciente de la importancia de la automatización y la digitalización en la transición industrial a la que nos enfrentamos, ya que forman parte de los fundamentos transversales de este proceso de transformación.

    4.4.2.

    Es necesario que la industria disponga de recursos suficientes para mejorar la automatización de los sistemas. Seguidamente puede facilitarse información de calidad a través de herramientas digitales, lo que hará más eficientes los procesos de toma de decisiones.

    4.4.3.

    Para ello será necesario invertir no solo en tecnología sino también en formación de los trabajadores y la sociedad en general en competencias digitales, adoptar el pensamiento digital y proporcionar una normativa y herramientas adecuadas para garantizar la ciberseguridad, entre otras cosas.

    4.5.   MODERNIZACIÓN: digitalización de la administración pública

    4.5.1.

    El CESE comprende la relevancia que puede tener la digitalización de la administración pública para combatir las excesivas cargas administrativas que con frecuencia padece la industria. Sin embargo, esta transición digital debe basarse en un verdadero análisis de costes y beneficios, en el que los recursos se asignen correctamente en función de criterios técnicos (este análisis debe considerarse por encima del propio objetivo).

    4.6.   EXPANSIÓN: capacidades en materia de datos en la nube y procesadores sostenibles

    4.6.1.

    Una gestión adecuada de los datos supondrá un punto de inflexión en la toma de decisiones precisas, el desarrollo de la inteligencia empresarial, la resolución eficiente de los problemas y la optimización de los recursos, aspectos todos ellos fundamentales para garantizar el éxito de la transición. Es necesario asignar recursos suficientes para asegurar la participación de todo tipo de organizaciones en el despliegue de esta iniciativa, velando por recursos equitativos de datos que conduzcan a una transición equitativa.

    4.6.2.

    Por lo que se refiere a la independencia estratégica, la UE debe desarrollar sus propias capacidades de computación en la nube que permitan la soberanía tecnológica, evitando la dependencia tecnológica de terceros países.

    4.7.   RECICLAJE y PERFECCIONAMIENTO PROFESIONAL: educación y formación en apoyo de las competencias digitales

    4.7.1.

    La transición a la que nos enfrentamos no será posible si no está basada en las necesidades y expectativas de la sociedad actual y futura y en la idea de transición justa.

    4.7.2.

    La principal ventaja competitiva de la Unión Europea es nuestro capital humano. Europa carece de materias primas, nuestro nivel de vida es de los más altos del mundo y nuestro marco regulador es bastante exigente: esto quiere decir que nuestra mayor ventaja es una alta productividad, impulsada por nuestro capital humano y nuestra rica diversidad.

    4.7.3.

    El desarrollo de capacidades y unos proyectos que definan las competencias clave serán esenciales para garantizar una transición industrial eficaz que se centre en la igualdad y no deje a nadie atrás. A tal fin, es necesario promover la formación en los nuevos retos que se plantearán en todos los niveles de la sociedad (desde los trabajadores actualmente en activo hasta los futuros).

    4.7.4.

    El pensamiento innovador será clave para los futuros procesos de toma de decisiones. Estas capacidades deben formar parte de los programas de formación. Además, en un futuro próximo habrá una enorme demanda de competencias digitales. Los recursos humanos deben centrarse en intentar colmar estas lagunas con el fin de garantizar unas organizaciones competitivas dotadas de personal adecuado para los fines perseguidos.

    Bruselas, 8 de diciembre de 2021.

    La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo

    Christa SCHWENG


    (1)  https://knowledge4policy.ec.europa.eu/publication/depth-analysis-support-com2018-773-clean-planet-all-european-strategic-long-term-vision_en.


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