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Document 52013IE1907

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Los desafíos del sector europeo de la ingeniería (mecánica, eléctrica, electrónica y metalurgia) en una economía mundial en transformación» (Dictamen de iniciativa)

    DO C 170 de 5.6.2014, p. 32–37 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    5.6.2014   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 170/32


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Los desafíos del sector europeo de la ingeniería (mecánica, eléctrica, electrónica y metalurgia) en una economía mundial en transformación» (Dictamen de iniciativa)

    2014/C 170/05

    Ponente: Sra. STUDNIČNÁ

    Coponente: Sr. ATANASOV

    El 14 de febrero de 2013, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre

    Los desafíos del sector europeo de la ingeniería (mecánica, eléctrica, electrónica y metalurgia) en una economía mundial en transformación

    (Dictamen de iniciativa).

    La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI), encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 21 de noviembre de 2013.

    En su 494o pleno de los días 10 y 11 de diciembre de 2013 (sesión del 11 de diciembre de 2013), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 167 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones el presente dictamen.

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1.

    El sector europeo de la ingeniería (1) desempeña un papel fundamental en la recuperación económica de Europa y en el ambicioso objetivo de aumentar de aquí a 2020 la producción industrial para que represente más del 20 % del PIB. Sin embargo, es necesaria una mayor inversión de las empresas para generar dicho crecimiento, invertir la tendencia actual y sacar a la población de las listas del paro.

    1.2.

    Para alcanzar todo esto, Europa ha de dotar al sector de una perspectiva y un objetivo claros. De ese modo se logrará una acción coordinada y claramente centrada en la competitividad de la industria europea que abarcará otros ámbitos de actuación y hará de Europa un lugar más atractivo para crear una empresa.

    1.3.

    Europa debe desarrollar un enfoque más positivo hacia la transformación de la industria, en particular con vistas al éxito de la transición de los PECO (países de Europa Central y Oriental).

    1.4.

    Europa debería ser más consciente de sus activos, desarrollarlos y fortalecerlos: trabajadores bien capacitados y motivados, un panorama educativo diverso, un inmenso conocimiento científico, numerosas agrupaciones regionales de empresas que son líderes a escala mundial, cadenas bien integradas de proveedores y servicios, una infraestructura de transporte bien desarrollada, un inmenso mercado interior con más de 500 millones de consumidores y una sólida cooperación de los agentes sociales.

    1.5.

    Con el fin de generar nuevas inversiones, Europa debe seguir una estrategia que mantenga a su industria a la vanguardia de la innovación tecnológica; al mismo tiempo, a fin de alcanzar el volumen necesario de producción y empleo como una herramienta fundamental para reforzar la competitividad, debe ofrecer un mayor atractivo para las empresas dedicadas a la producción masiva de bienes, ya sean de alto nivel tecnológico o de nivel bajo y medio. El CESE solicita a la Comisión Europea que inicie una estrategia para examinar la manera de atraer más inversión en las empresas de alta tecnología –entre las que se cuentan las fábricas modernas que son fruto de la cuarta revolución industrial– y competencias de alta cualificación para fomentar la innovación en toda la cadena de valor.

    1.6.

    La financiación europea de la investigación debe estar vinculada en mayor medida a las necesidades industriales, implicando a las empresas en una etapa temprana del proceso de innovación y apoyando la ingeniería creativa en las PYME, con el fin de aplicar las nuevas ideas de manera más fácil y rápida a nuevos productos. Deben promoverse y apoyarse las agrupaciones de empresas de fabricación y estructuras de investigación.

    1.7.

    La Comisión Europea debería desplegar un mayor esfuerzo para hacer la vida más fácil a las empresas europeas y, en particular, a las PYME. Únicamente debe considerarse nueva legislación técnica y administrativa si sus objetivos no pueden obtenerse de ninguna otra manera. La Comisión Europea debe centrarse más en la aplicación coherente de las normas existentes en todos los Estados miembros, armonizando y fortaleciendo la vigilancia del mercado. Asimismo, la Comisión debe promover una aplicación equilibrada de dicho enfoque a escala mundial con respecto a otras regiones del mundo.

    1.8.

    Deben reducirse las desventajas, como la dificultad para acceder a la financiación, los elevados costes de la energía o los costes derivados de las cargas administrativas y debe reducirse la legislación mediante la adopción de una legislación más coherente y predecible.

    1.9.

    Solo podrá mantenerse un elevado nivel de empleo en Europa si los trabajadores están mejor formados que en las economías competidoras. Deben adoptarse medidas para atraer a los jóvenes, tanto hombres como mujeres, a profesiones tecnológicas con maquinaria y servicios cada vez más sofisticados. Debe fomentarse la cooperación de las empresas con las universidades y escuelas, así como la formación y el aprendizaje permanente.

    2.   Introducción

    2.1.

    La industria de la ingeniería en Europa es un sector muy amplio y diverso que abarca los códigos NACE 25, 26, 27, 28, 29.3, 32.11 y 33, a excepción de los códigos 33.15 a 33.17. Tradicionalmente, la industria de la ingeniería ha estado representada por el sector de la maquinaria y las ingenierías mecánica y eléctrica, la electrónica, así como la metalurgia y los artículos metálicos.

    2.2.

    El sector de la ingeniería en Europa está integrado por unas 130 000 empresas que emplean a más de 10,3 millones de personas con un nivel elevado de cualificación y capacitación, y que generan una producción estimada en unos 1,84 billones de euros y cerca de un tercio de todas las exportaciones de la UE.

    2.3.

    Este sector, que fabrica una gran variedad de productos finales y suministra a otros sectores componentes, piezas, herramientas, maquinaria, instalaciones, sistemas, tecnología, etc., desempeña un papel clave en el nivel tecnológico de otros muchos sectores y define el desarrollo de la sociedad en cuanto a eficiencia energética, sanidad, movilidad, comunicaciones y seguridad.

    2.4.

    Debido a su enorme volumen, su alto índice de empleo y su marcada orientación a la exportación, el sector europeo de la ingeniería desempeña un papel fundamental en la recuperación económica de Europa y en el ambicioso objetivo establecido en la Comunicación de la Comisión Europea «Una industria Europea más fuerte para el crecimiento y la recuperación económica» de invertir la tendencia actual y aumentar de aquí a 2020 la producción industrial para que represente más del 20 % del PIB.

    2.5.

    El sector europeo de la ingeniería debe considerarse y analizarse en el contexto del desarrollo económico de la UE, y las industrias de este sector constituyen eslabones integrales y esenciales de la cadena de valor respectiva. Consideradas desde este punto de vista, afrontan esencialmente los mismos problemas que sus contrapartes en la cadena (la industria siderúrgica, el sector eléctrico, etc.).

    3.   Desafíos del sector europeo de la ingeniería

    3.1.   Competencia internacional

    3.1.1.

    Los sectores europeos de la ingeniería exportan una parte considerable de su producción. En los últimos años, las inversiones han estado por debajo de las realizadas en otras regiones del mundo. Ello entraña una peligrosa deslocalización de cadenas de valor fuera de Europa y una creciente competencia en todo el mundo para los sectores europeos de la ingeniería.

    3.1.2.

    Norteamérica ha adoptado una estrategia destinada a la reindustrialización que se basa, en particular, en un bajo coste de la energía y un menor coste de la mano de obra dentro del TLCAN. China y algunos países del sudeste asiático han atraído una considerable inversión especialmente en los sectores eléctrico y electrónico y, recientemente, en el sector de la maquinaria. Con planes de desarrollo respaldados por el Estado, dichas industrias no solo compiten con salarios más bajos, sino que pronto producirán bienes con un mayor valor añadido. Japón está obteniendo una mayor competitividad debido a la reciente devaluación del yen en aproximadamente un 30 %. Por último, África y Oriente Próximo han logrado en los últimos años atraer inversiones al sector manufacturero.

    3.1.3.

    El objetivo de alcanzar un aumento del 20 % en la parte del PIB correspondiente a la industria requiere la creación de al menos 400 000 nuevos empleos cada año. Solo si Europa puede atraer más inversión se crearán empleos y riqueza suficientes para que puedan mantenerse los elevados niveles de protección social en el continente y alcanzarse los objetivos de la Estrategia Europa 2020. Y solo se realizarán inversiones en Europa si esta es competitiva.

    3.1.4.

    Es evidente que un número tan elevado (más de diez millones) de empleos, predominantemente bien retribuidos, no puede mantenerse si Europa se concentra únicamente en el nivel superior del mercado de la ingeniería. Aunque las empresas de alta tecnología desempeñan un papel decisivo en el liderazgo tecnológico e impulsan la innovación en toda la cadena de valor industrial, es fundamental que Europa siga siendo un lugar de producción de todo tipo de productos y servicios de ingeniería, inclusive en el sector de la tecnología de nivel bajo y medio. Además de crear empleo, esto es decisivo para la red integrada de proveedores, que es uno de los principales activos para los productores en Europa y permite un rápido intercambio de conocimientos, una rápida adopción de la producción y beneficios a partir de las agrupaciones regionales.

    3.2.   Desafíos tecnológicos

    3.2.1.

    El sector de la ingeniería se encuentra particularmente a la vanguardia de la transformación hacia una economía ecológica y con bajas emisiones de carbono a través de los productos, sistemas y tecnologías que sus empresas fabrican. El sector se está moviendo con mucha rapidez hacia la cuarta revolución industrial (2), que permitirá dar el salto hacia la producción personalizada masiva, lo cual hará posible que el sector responda a los retos sociales con soluciones a medida.

    3.2.2.

    Europa cuenta con los conocimientos científicos y la competencia en materia de investigación necesarios para la transformación hacia una economía más ecológica, pero el camino hacia los productos innovadores requiere algo más. Europa posee una clara ventaja científica en muchos ámbitos tecnológicos, pero las industrias que se benefician de dichos conocimientos se han establecido en otros países, es decir, Europa no resulta un lugar de fabricación lo suficientemente atractivo para aplicar dichas innovaciones al mercado, y la fuga de conocimientos a economías rivales se convierte en una amenaza real.

    4.   ¿Qué puede hacer Europa?

    4.1.   Aspectos estratégicos

    4.1.1.

    Al evaluar las posibilidades de que la UE lleve a cabo la política industrial que realmente se necesita se plantean graves problemas inherentes que afectarían a la transición requerida. En primer lugar, desgraciadamente, la UE carece de visión y liderazgo, lo que produce demasiadas iniciativas incoherentes y una notable incoherencia en el marco normativo. En segundo lugar, el concepto de sostenibilidad, que podría utilizarse como estrategia de integración, debe otorgar la misma importancia a los tres pilares (medioambiental, social y económico).

    4.1.2.

    El declive actual de la confianza por parte de los inversores (3) en la economía de la UE es un dato alarmante, y resulta crucial recuperar esta confianza. La salida de la actual situación de declive podría pasar por aplicar verdaderamente la Estrategia Europa 2020 e incentivar y motivar el entorno empresarial.

    4.1.3.

    Se necesita mucha más inversión y crecimiento para invertir el continuo declive de la industria en Europa. Será imposible alcanzar el objetivo del 20 % y la creación de nuevos puestos de trabajo si Europa no dota a la industria de una perspectiva y un plan de acción claros. De ese modo se deberá lograr una acción coordinada y claramente centrada en la competitividad de la industria europea que abarcará otros ámbitos de actuación y hará de Europa un lugar atractivo para crear empresas.

    4.1.4.

    Las empresas de ingeniería están sujetas a una regulación excesiva, a veces inadecuada, y a muchas leyes nacionales que se solapan con el Derecho de la UE. Las PYME, en particular, no pueden hacer frente a dichas leyes. La principal labor de las empresas de ingeniería debería ser hallar las soluciones técnicas y no emplear una parte considerable de sus recursos en enfrentarse a los últimos reglamentos. La manera más directa de mitigar este problema es reducir la cantidad de legislación nueva.

    4.1.5.

    Como ejemplo de nueva legislación innecesaria, se ha convertido en una costumbre que la mayor parte de las refundiciones de los reglamentos y directivas ya existentes vayan seguidas de enmiendas. Con frecuencia, la aplicación de las normas existentes puede resolver mejor un problema que la creación de nuevas disposiciones. Por tanto, las nuevas normas deberían ser el último recurso.

    4.1.6.

    El legislador europeo intenta a menudo regular determinados ámbitos con demasiado detalle. Aunque tiene sentido en el caso de alguna normativa técnica, puede resultar inadecuado en otros ámbitos, por ejemplo, las PYME tienen muchas dificultades para cumplir las normas sobre campos electromagnéticos. Por tanto, la Estrategia 2013-2014 de la Comisión Europea sobre salud y seguridad en el trabajo ha de garantizar un nivel adecuado de protección en los puestos de trabajo, aunque también deberá ser, al mismo tiempo, coherente, breve y fácil de aplicar.

    4.1.7.

    La legislación europea debe volverse más predecible. Esto supone, con respecto a los ciclos de inversión de las empresas, que las metodologías no se modificarán una vez establecidas y que los objetivos se elevarán de manera predecible y con una perspectiva a largo plazo. Un ejemplo en el que se está perdiendo el enfoque originalmente holístico de la Comisión es la Directiva sobre diseño ecológico. En un principio, se centró en la energía y debe mantenerse la sólida metodología utilizada (MEErP). Las frecuentes refundiciones crean problemas específicos. En el caso de algunos productos, las modificaciones de la legislación se dan aproximadamente en intervalos de cinco años –un dato especialmente devastador para el sector de la ingeniería–, mientras que la perspectiva de la inversión se extiende desde los diez a los treinta años.

    4.1.8.

    Desgraciadamente, las evaluaciones de impacto de la Comisión Europea no incluyen de manera suficiente los costes de la nueva legislación para las empresas y, en particular, las PYME. El principal coste de la legislación adicional, que, de hecho, no se tiene en cuenta, está en las inversiones y en las nuevas empresas que Europa pierde y que se establecen fuera de la UE.

    4.1.9.

    De manera similar, las normas sobre contratación pública deben ser fáciles de entender. Si no es así, las PYME no pueden presentar ofertas, la competencia se reduce, resulta más difícil comprobar las decisiones del proceso de adjudicación y la contratación pública se ve más expuesta al fraude. Por consiguiente, hay que centrarse en la simplificación y la transparencia.

    4.1.10.

    Los costes energéticos en Europa son mucho más elevados que en las economías de la competencia. La medida más urgente con vistas a hacer la energía más asequible estriba en la creación de un verdadero mercado europeo de la energía. Además, es importante abstenerse de introducir legislación que dé lugar a nuevas subidas de precios. La descarbonización ha de ser asequible y tecnológicamente neutra, y basarse en las leyes del mercado.

    4.2.   Mercado interior y vigilancia del mercado

    4.2.1.

    La protección frente a productos peligrosos no conformes y a las falsificaciones es una condición previa para una competencia justa. En la actualidad, menos del 1 % de los productos manufacturados importados a través de los grandes puertos europeos se comprueba a su llegada para verificar su conformidad con las disposiciones de la UE y muchos productos peligrosos o falsificados, especialmente eléctricos, entran en el mercado interior.

    4.2.2.

    Los organismos de control y vigilancia de los Estados miembros difieren en gran medida. En algunos Estados miembros, el sistema proporciona mecanismos para la protección necesaria de las empresas; en otros, dichos organismos son inusuales, incompletos e insuficientes o la legislación se aplica de manera diferente. La UE debería mejorar y ampliar la coordinación entre dichos organismos con el fin de alcanzar un sistema europeo adecuado y homogéneo.

    4.3.   Normas

    4.3.1.

    La normalización en Europa se ha convertido en un elemento decisivo para el éxito del mercado interior. La normalización contribuye a que los productos sean intercambiables y, por tanto, comerciables en todo el mundo y en amplias cadenas de valor. No obstante, en los últimos años, las PYME se quejan de la cantidad de obligaciones de normalización impuestas por la Comisión Europea y del hecho de que la normalización vaya más allá de los requisitos técnicos. Hay que animar y apoyar a las PYME para que participen en el proceso de normalización.

    4.3.2.

    Dado que las PYME participan cada vez más en las cadenas de valor, debería dárseles la posibilidad de contribuir de manera adecuada al establecimiento de las normas. Deben adoptarse medidas prácticas con el fin de establecer igualdad entre las partes interesadas, por ejemplo, un mayor apoyo a escala nacional para la participación de las PYME con menos recursos económicos.

    4.4.   Tecnología e investigación

    4.4.1.

    Las empresas de la industria de la ingeniería son motores clave a la vanguardia de la innovación en la fabricación de los equipos necesarios para hacer posible la «revolución verde». La eficiencia energética, la reducción del CO2 y el respeto por el clima están influyendo positivamente en el desarrollo sostenible del sector. Además de crear nuevos productos, la innovación de las empresas de ingeniería conduce a menudo a nuevos modos de producción, así como bienes y sistemas aún más avanzados desde el punto de vista medioambiental que son, al mismo tiempo, más productivos y asequibles para los clientes.

    4.4.2.

    Europa ha alcanzado un alto nivel de investigación y de resultados de la investigación. En 2012 se registraron más de 250 000 solicitudes de patente en Europa. No obstante, el camino desde la investigación hasta los productos innovadores requiere algo más que conocimientos y competencia en la investigación. Durante mucho tiempo, Europa ha contado con una clara ventaja científica en muchos ámbitos de la tecnología, pero los sectores que en último término se beneficiaban de dichos conocimientos a menudo se establecían fuera de Europa. Este escaso nivel de explotación del conocimiento existente en Europa solo puede superarse mediante la participación de la industria en los programas de investigación en una etapa temprana, así como mediante un marco apropiado que les permita aprovechar de manera oportuna los conocimientos adquiridos. Deben fomentarse mediante fondos públicos nuevas estructuras que aúnen industria e investigación: agrupaciones, parques tecnológicos y centros de intercambio de tecnología.

    4.4.3.

    Con el fin de mejorar la adopción por parte de la industria de los nuevos descubrimientos científicos, la financiación de la investigación y la innovación debe estar mejor dirigida hacia las necesidades de la industria y debe llevarse a cabo en la forma de una asociación público-privada, como es el caso de la iniciativa «Fábricas del futuro». Con el fin de aumentar la participación de las empresas, en particular de las PYME, las directrices y disposiciones para la participación y la aprobación de los proyectos deben ser más sencillas. Deben adoptarse medidas para fomentar el establecimiento de fábricas modernas, fruto de la 4a revolución industrial.

    4.5.   Instrumentos del mercado de trabajo

    4.5.1.

    La enorme cantidad de empleos de este sector demuestra que tiene un papel fundamental en la superación del elevado índice de desempleo actual en la UE y que posee un gran potencial para nuevos empleos, siempre que Europa sea capaz de generar inversiones para la próxima recuperación económica. Si se crearan dichos empleos podría superarse el elevado e inaceptable nivel de desempleo juvenil. El esfuerzo actual de la UE por crear una «garantía juvenil» parece una buena medida para la crisis actual. No obstante, a largo plazo, el empleo sostenible solo puede proceder de empresas sólidas que inviertan aquí.

    4.5.2.

    Son numerosos los sectores de fabricación que se enfrenta con una escasez de jóvenes profesionales. Los sistemas educativos y de formación profesional han de orientarse mucho más hacia las necesidades, actuales y futuras, de las empresas, Las administraciones y la propia industria han de adoptar medidas para atraer a los jóvenes a este sector sin dejar de mejorar al mismo tiempo su imagen. Hay que solucionar la falta de profesionales de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas que existe en algunas regiones de Europa apoyando, por ejemplo, la movilidad de estos profesionales por toda Europa.

    4.5.3.

    Todavía son pocas las mujeres que se inclinan por una carrera profesional en el campo de la ingeniería. En muchos países europeos, la industria de la ingeniería ha emprendido campañas centradas en atraer a las mujeres jóvenes a puestos de aprendizaje en este sector y el Fondo Social Europeo ha respaldado proyectos destinados a disminuir la barrera psicológica de las jóvenes con respecto a las carreras de ingeniería. No obstante, queda mucho por hacer. En los centros educativos, debería impartirse tecnología e ingeniería de manera que se inspire a los alumnos.

    4.5.4.

    Uno de los factores decisivos que ha permitido a muchas empresas europeas resistir la crisis actual ha sido su excelente mano de obra. Gracias al sistema de formación, sus trabajadores poseen un conocimiento exhaustivo de las bases teóricas y del proceso real de producción. Están capacitados para integrar de manera rápida la innovación en las distintas etapas de la cadena de valor. La política europea de empleo debe alentar a los países a adoptar dichos sistemas de formación a escala empresarial. Debe fomentarse la cooperación de las empresas con las escuelas y las universidades, las bolsas de trabajo específicas para encontrar el primer empleo y los períodos de prácticas.

    4.5.5.

    Las agrupaciones industriales y los sindicatos pueden adoptar iniciativas apoyadas por sus Gobiernos para evaluar la formación en el sector y mejorar las vías que puedan contribuir a llenar los vacíos existentes en la cualificación laboral de un sector que proporciona maquinaria y servicios técnicos cada vez más sofisticados, y que requieren nuevas capacitaciones.

    4.5.6.

    El aprendizaje permanente ha de ser un deber común de empleadores y empleados. Los trabajadores que pierden su empleo deben poder acceder a una rápida actualización de sus cualificaciones. Deben impulsarse políticas activas del mercado de trabajo y acelerarse el intercambio de buenas prácticas, como las cofinanciadas por el FSE y el FEDER.

    4.5.7.

    Los sectores industriales están sujetos a cambios permanentes. Se produce una continua creación de empleos y productos, al tiempo que otros resultan superfluos. La restructuración necesaria debe organizarse mediante un proceso de anticipación. Todos los interlocutores sociales –sindicatos y patronal– y los gobiernos y las instituciones de la UE deben integrarse en un diálogo para adoptar un enfoque más flexible y positivo con vistas a la transformación de la industria. Es prioritario evitar los despidos, con el fin de mantener una mano de obra cualificada y capacitada en las empresas. La pérdida inevitable de empleo debe organizarse y amortiguarse desde una perspectiva social aceptable. En algunos PECO podemos encontrar ejemplos de modernización de la economía para que sea más productiva, más limpia y cree nuevos puestos de trabajo bien retribuidos.

    4.5.8.

    El Gobierno, las asociaciones industriales y los sindicatos deben hallar soluciones para ajustarse a las fluctuaciones cíclicas de la actividad empresarial. El despliegue rápido y efectivo de personal cualificado es vital si las empresas europeas de fabricación quieren responder a la creciente presión de la competencia mundial. La legislación laboral debe aceptar, tanto externa como internamente, unas condiciones laborales que tengan en cuenta la necesidad de imprimir eficiencia al proceso productivo, además de las cuestiones en materia de sanidad y seguridad, y la conciliación entre vida laboral y familiar. No hay que valerse de los instrumentos de la necesaria flexibilización para menoscabar las normas sociales existentes en Europa.

    4.5.9.

    Los agentes sociales nacionales tienen una gran responsabilidad en las negociaciones colectivas. Competir con éxito con los niveles actuales de coste laboral supone un reto. Se debe mantener el poder adquisitivo de los asalariados. La mejora de la competitividad de las empresas europeas no debe conseguirse mediante la reducción de los salarios. Para preservar y mejorar el empleo los esfuerzos deben centrarse tanto en la competitividad no relacionada con los precios como en el control de los costes de producción. Las mejoras de productividad deberían dar lugar a un reparto entre el aumento de los salarios, la inversión y la remuneración de los accionistas.

    4.6.   Internacionalización de las PYME

    4.6.1.

    En los últimos años, la Comisión Europea ha reconocido que ayudar a las PYME en la exportación es clave para lograr una economía más fuerte. Para muchas PYME, el primer paso es exportar a otro país de la UE. Por ese motivo es tan importante la competencia en el mercado interior, ya que la experiencia obtenida puede motivar a las empresas a exportar fuera de Europa. Dado que la exportación fuera de Europa es difícil para las PYME, es importante que estas no se encuentren solas en esos mercados. Asimismo, debe mejorarse el acceso de las PYME a instrumentos de financiación de la exportación.

    4.7.   Política energética e inversión futura

    4.7.1.

    Aunque los presupuestos públicos siguen teniendo limitaciones, no deben retrasarse las inversiones necesarias en infraestructura energética, ya que ello podría menoscabar la competitividad en Europa.

    4.7.2.

    Hoy en día, la mayor parte de las inversiones en energía y eficiencia en el uso de los recursos se llevan a cabo únicamente si se alcanza el umbral de rentabilidad en menos de tres años, lo cual supone que se pierdan muchos posibles beneficios. A pesar de que resultarían útiles, muchas inversiones privadas que no se llevan a cabo dado que el umbral de rentabilidad podría alcanzarse normalmente en un período de tres a cinco años. Este dilema podría superarse si los futuros beneficios de dichas inversiones crearan un flujo de efectivo ya en el momento de realizarse la inversión. Por tanto, podrían establecerse fondos en el BEI o en los bancos nacionales que proporcionaran créditos a empresas y hogares para dichas inversiones a cambio de los beneficios generados por el ahorro resultante hasta la devolución del préstamo. Este modelo hace posibles dichas inversiones sin subvenciones públicas.

    4.8.   Acceso a las materias primas

    4.8.1.

    En la fase actual de precios elevados de las materias primas, los fabricantes europeos se han beneficiado de los esfuerzos realizados previamente para reciclar mejor los residuos. Hoy en día, la mayor parte de los metales, que son la base de la mayoría de los productos, son reciclados. Sin embargo, el acceso a materias primas importadas sigue siendo crucial para la competitividad del sector de la ingeniería. Por tanto, la UE debe insistir en que el comercio de materias primas no se vea obstaculizado por restricciones incompatibles con la OMC, especialmente en materia de tierras raras. Así pues, hay que tener en cuenta el cumplimiento de las normas éticas, sociales y ecológicas.

    4.9.   Utilizar el potencial de los nuevos Estados miembros de la UE y de los países en proceso de adhesión

    4.9.1.

    Las empresas europeas deberían examinar y utilizar mucho mejor el potencial de los nuevos Estados miembros de la UE. Este enfoque podría transformar en una ventaja para Europa los problemas derivados de las excesivas diferencias económicas entre las distintas regiones europeas.

    4.9.2.

    El CESE insta a la CE a vigilar la situación del comercio internacional de materias primas críticas. El CESE recomienda que se elaboren varias hipótesis plausibles, incluyendo la peor de todas, para describir las amenazas y las soluciones potenciales. Se debería reforzar la cooperación con otros países en situación similar (Estados Unidos, Japón, Corea del Sur).

    Bruselas, 11 de diciembre de 2013.

    El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

    Henri MALOSSE


    (1)  Véase el punto 2. Introducción

    (2)  1a (finales del siglo XVIII) Sistemas de fabricación mecánica; 2a (comienzos del siglo XX) Producción en masa, división del trabajo; 3a (desde mediados de los años setenta) Automatización, electrónica y tecnologías de la información; 4a Internet en los procesos de producción, conexión en red de dichos procesos.

    (3)  Véase el documento de Eurostat que se adjunta.


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