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Document 52008AE1913

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la  Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Abordar el reto de la eficiencia energética mediante las tecnologías de la información y la comunicación

DO C 175 de 28.7.2009, p. 87–91 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

28.7.2009   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 175/87


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Abordar el reto de la eficiencia energética mediante las tecnologías de la información y la comunicación»

(COM(2008) 241 final)

(2009/C 175/16)

El 13 de mayo de 2008, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la Comisión Europea decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la

«Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Abordar el reto de la eficiencia energética mediante las tecnologías de la información y la comunicación»

COM(2008) 241 final.

La Sección Especializada de Transportes, Energía, Infraestructuras y Sociedad de la Información, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 10 noviembre de 2008 (ponente: Sr. HERNÁNDEZ BATALLER).

En su 449° Pleno de los días 3 y 4 de diciembre de 2008 (sesión del 4 de diciembre de 2008), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 123 votos a favor, 3 en contra y 21 abstenciones el presente Dictamen.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1   El Comité Económico y Social Europeo considera que el desarrollo sostenible debe ser un aspecto prioritario de las políticas de la UE. Ese desarrollo sostenible debe procurase, entre otras vías, a través de la eficiencia energética, del desarrollo de nuevas fuentes de energía alternativas («renovables», «limpias» o «verdes») y de la adopción, en definitiva, de medidas ante el cambio climático para la reducción de las emisiones de CO2.

1.2   La Comunicación presentada por la Comisión supone un paso adelante en ese camino, proponiendo el fomento de programas nacionales y regionales en el ámbito de la investigación y el desarrollo tecnológico (IDT) y considerando a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como motor de la eficiencia energética.

1.3   El Comité coincide con la Comisión en considerar que las TIC realizan una doble aportación a lo objetivos de desarrollo sostenible: por un lado, la investigación, desarrollo e innovación de sus componentes, equipos y servicios permitirá el ahorro energético en su utilización. Por otro, la implementación en las diferentes áreas económicas, tanto desde el punto de vista de la producción como desde el consumo, de las TIC permite la «desmaterialización» de muchos procedimientos y la sustitución de intercambios físicos y materiales por la prestación de servicios on line, también con el correspondiente ahorro energético. Pero, además, el Comité considera que también es importante implantar el ahorro energético en todo el proceso de fabricación y uso de los dispositivos tecnológicos, y no atender únicamente a la eficiencia en el consumo durante la vida útil del dispositivo.

1.4   La Comunicación de la Comisión busca promover, de acuerdo con esos objetivos, una fase inicial de recopilación y análisis de la información, como estadio previo a una segunda comunicación en la que se definirán las principales líneas de actuación (1). A pesar de todo, el Comité considera fundamental que se promuevan actuaciones encaminadas a propiciar la eficiencia energética a corto y medio plazo.

1.5   Un factor importante para conseguir esa eficiencia energética, desde el ámbito de la oferta, es la sustitución de equipamientos que, por su obsolescencia tecnológica o por el deterioro propio del final de su vida útil, conllevan un elevado gasto de energía. A nivel europeo, más del 50 % de los electrodomésticos que equipan los hogares europeos tiene más de diez años, y podrían considerarse energéticamente ineficientes. La Comisión puede impulsar, como paso previo o alternativo al desarrollo de directivas en este sentido, criterios para la industria que, con el apoyo de los gobiernos nacionales y el concurso de las organizaciones de consumidores y usuarios, faciliten planes de sustitución de dichos equipamientos.

1.6   El Comité considera, por ejemplo, que debería aprovecharse la implantación de la televisión digital terrestre en los diferentes países miembros para conseguir una renovación del parque de receptores, sustituyendo aquellos tradicionales basados en los tubos de rayos catódicos (CRT) por televisores con pantallas de cristal líquido (LCD). Ello supone, por ejemplo, promover la fabricación y la compra, mediante acuerdos con fabricantes y organizaciones de usuarios, de equipos integrados que garanticen la interactividad en lugar de adquisición de descodificadores periféricos que se acoplen a los televisores de tecnología analógica. Los estudios técnicos señalan que los televisores CRT consumen un tercio más de energía que los televisores LCD, y el gasto energético en posición de «falso apagado» o stand by de hasta un 60 % más.

1.7   Posiciones similares pueden adoptarse desde la Comisión en relación con otros ámbitos como la red eléctrica (producción y distribución), los edificios inteligentes y la iluminación inteligente: Así cabe desarrollar el comercio electrónico de electricidad y las innovaciones tecnológicas en relación con la generación y la distribución. Los sistemas de gestión, contabilización y visualización del ahorro energético en los edificios. Los avances en materia de iluminación inteligente, tanto en interiores como en exteriores y en la vía pública, mediante fuentes de luz capaces de interactuar con el entorno ajustándose electrónicamente a las necesidades lumínicas.

Se sabe, por ejemplo, que la energía utilizada para la fabricación y desarrollo de ordenadores triplica la consumida por ellos durante esa vida útil. Hay que atender también al elevado consumo energético de los servidores y buscadores en Internet, desarrollando soluciones específicas en esta área teniendo en cuenta especialmente el uso exponencial de la Red, así como el incremento del consumo energético que aparece asociado a la convergencia tecnológica. Igualmente, es muy importante valorar el ahorro energético que puede derivarse de la utilización de equipos interoperables y normalizados desde el punto de vista de los estándares tecnológicos, lo que redunda en una menor proliferación de equipos y en un mayor aprovechamiento de los mismos, en línea con lo señalado en la Directiva 2005/32/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 6 de julio de 2005 por la que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos que utilizan energía (2).

Los consumidores pueden contribuir de forma importante a ese ahorro mediante un uso adecuado de las nuevas tecnologías; también en este caso el desarrollo de programas informáticos y dispositivos tecnológicos permite a los consumidores visualizar de forma rápida y sencilla la información necesaria para el uso adecuado de los equipos, así como cuantificar el ahorro energético que pueden conseguir. Por ejemplo, limitando el tiempo de encendido de los ordenadores y sus periféricos al de su estricto uso; evitando los salvapantallas o la fase de encendido en bajo consumo; optimizando el uso de las impresoras, etc. En términos generales, se calcula que el «consumo fantasma» que generan los aparatos en posición del ya mencionado «falso apagado» o stand by puede suponer para un hogar cerca del 12 % de su factura anual de electricidad, que se dispara cuando se unen el mal uso de las tecnologías y la obsolescencia de los equipos. Evidentemente, la necesidad de reposición del equipamiento conlleva importantes costes para los consumidores, que en determinados casos deberían traducirse en ayudas sociales.

1.8   Todo este impulso debería completarse con certificaciones de calidad y con informaciones precisas y claras a los usuarios en el etiquetado sobre la eficiencia energética de los diferentes equipos, su «huella medioambiental o de carbono», etc., concienciando así a los ciudadanos y orientando su demanda y su propio uso eficiente y sostenible desde el punto de vista energético. La experiencia que pueda desarrollarse con relación a las TIC en áreas como el sector audiovisual, las comunicaciones electrónicas, el sector eléctrico, los edificios inteligentes o la iluminación serviría de experiencia para las medidas de ahorro energético en otros sectores básicos en los que la Comisión ha iniciado sus actuaciones, como el automovilístico, la industria manufacturera o el transporte.

El Comité insta a la Comisión a adoptar una posición activa en la información a consumidores, empresas, administraciones, etc., con campañas de sensibilización a través de diferentes medios y soportes.

1.9   La Comisión debería también impulsar el desarrollo de indicadores estandarizados y fiables para cuantificar y ponderar el ahorro energético que puede suponer el uso de las TIC. Ello contribuiría a reducir el creciente uso fraudulento o confuso de los conceptos de energía «verde» o «limpia» como mera estrategia de marketing y sin justificación real, demostrable y cuantificable en términos de ahorro y reducción de las emisiones. El establecimiento de estos indicadores ayudaría a clarificar cuando se está ante una práctica comercial desleal o no, especialmente en las comunicaciones comerciales que utilizan estos argumentos de «ecomarketing».

Es importante promover, en un entorno de privatización y liberalización del mercado energético, la adopción por parte de las empresas de la inversión en ahorro y sostenibilidad energética, ayudando a las empresas a ver dichas inversiones como una oportunidad de negocio y un área de empleo estable y cualificado.

1.10   El Comité considera necesario intensificar el impulso político en la UE para garantizar los recursos que permitan alcanzar los objetivos de ahorro energético propuestos, con medidas obligatorias de equipamiento para complementar las lagunas de los planes nacionales en este ámbito. Una intervención comunitaria en este ámbito, mediante la aprobación de una Directiva, aportaría un valor añadido a la acción de los Estados miembros, sin menoscabo del apoyo de la Comisión a la implantación a nivel nacional de códigos de buenas prácticas y de la realización de estudios comparados sobre la optimización energética que sirviera de acicate en el seno de la UE y estimulara la elaboración por parte de las empresas de informes de ahorro energético.

2.   Motivación

2.1   Antecedentes

2.1.1   La Comunicación de la Comisión se enmarca:

en las prioridades establecidas por el Consejo Europeo de Jefes de Estado o de Gobierno celebrado en primavera de 2007, que señalaba la necesidad de hacer frente al cambio climático; de contar con una energía suficiente, segura y competitiva, y de asegurar un modelo de desarrollo sostenible en el siglo XXI. El citado Consejo llegó a un consenso sobre la necesidad de situar la política combinada del clima y de la energía en la base misma del programa político de la UE, estableciendo unos objetivos precisos y jurídicamente vinculantes como símbolo de su determinación en este campo. La Comisión considera necesario en el futuro desvincular el crecimiento continuado de la economía europea –esencial para conseguir el pleno empleo y la inclusión social– del consumo de energía. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) (3) deben desempeñar un papel importante en la reducción de la intensidad energética y en el incremento de la eficiencia energética de la economía;

en el paquete de medidas adoptadas por la Comisión Europea el 23 de enero de 2008, orientadas a demostrar que los objetivos arriba indicados no sólo son tecnológica y económicamente viables, sino que también ofrecen una oportunidad de negocio a miles de empresas europeas;

en el Plan Estratégico Europeo sobre Tecnología Energética, así como otras diversas acciones puestas en marcha por la Comisión Europea en distintos ámbitos, destinadas todas a responder a los retos que plantea el cambio climático.

2.2   Observaciones generales

2.2.1   Teniendo en cuenta lo anterior, la presente Comunicación se propone estimular el debate abierto entre las partes interesadas en varios ámbitos seleccionados, como pueden ser el propio sector productivo de las TIC, el sector eléctrico, los edificios inteligentes y la iluminación inteligente. Ello implica poner en marcha un proceso de recopilación y análisis de la información, pero también de consulta y asociación implicando al mayor número de agentes: las instituciones europeas (Parlamento, Comité de las Regiones, Comité Económico y Social Europeo), los Estados miembros, la industria, las entidades de investigación y los consumidores. Éstos pueden desempeñar un importante papel en el uso experimental de los nuevos equipos y componentes.

La Comisión debería potenciar en mayor medida la participación de consumidores y usuarios en los objetivos de ahorro energético a través de las TIC, de modo que no sólo sean inteligentes los sistemas para ese ahorro energético, sino también el uso que de los mismos hagan los ciudadanos. Existen diferentes procedimientos para implementar esa participación en los procesos de investigación, desarrollo e innovación, como es el caso de la red europea de living labs, que permiten conocer directamente las opiniones, actitudes y comportamientos de los usuarios a través precisamente de la observación mecánica mediante las propias TIC.

2.2.2   Las sinergias y los acuerdos de buenas prácticas que puedan desarrollarse en este proceso permitirán potenciar iniciativas piloto reforzando la investigación y el desarrollo tecnológico (IDT). En el campo específico de las TIC la investigación sobre su eficiencia energética se plasmaría en los programas nacionales y regionales, en el programa de la UE sobre competitividad e innovación y en los programas operativos financiados por la política de cohesión. Con ello se estimularía la evaluación por parte de las empresas de su «huella medioambiental» y la adopción de decisiones a partir de ese diagnóstico basadas en la combinación de redes de comunicaciones avanzadas y energías renovables para conseguir el ahorro energético («negavatios»).

2.2.3   EL CESE ya se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre la importancia de las TIC para conseguir un cambio estructural y por su aportación importante a la innovación, entre otros en sus dictámenes sobre las nanotecnologías (4), biotecnologías (5), investigación sobre la salud, y, especialmente, en el dictamen sobre las tecnologías de la información (6). Se tratan de una forma eminentemente horizontal en el Séptimo Programa Marco, y en cuanto a las medidas de I+D, desde un punto de vista económico y medioambiental, resulta fundamental utilizar las tecnologías más modernas, y dedicar más presupuesto comunitario para fomentar la investigación y la innovación (7).

2.3   Observaciones particulares

La Comisión analiza especialmente el sector eléctrico, que en la actualidad se encuentra inmerso en un amplio proceso de cambio caracterizado por la liberalización del mercado, la multiplicación de las redes locales de energía, la integración de las fuentes de energía renovables, la expansión de la cogeneración y la microgeneración (microrredes, centrales virtuales), la reducción de la cadena entre generación y consumo, las compensaciones energéticas entre usuarios y las nuevas demandas de los ciudadanos.

2.3.1.1   La mejora de la red eléctrica, desde la generación a la distribución, incluyendo una mayor eficacia en dicha red para evitar la pérdida de energía, figura en la Evaluación del Plan de Acción sobre la eficiencia energética, sobre el que el CESE se va a pronunciar próximamente y a cuyo dictamen nos remitimos (8).

2.3.1.2   La Comisión se centra también en las posibilidades de ahorro energético que suponen los edificios inteligentes, tanto en su uso para viviendas como para actividades comerciales. En este ámbito se menciona especialmente el desarrollo de sistemas de gestión, contabilización y visualización del gasto energético, que además tendrá la virtud de promover una mayor toma de conciencia de los usuarios sobre dicho gasto. Hay que tener en cuenta que más del 40 % del consumo de energía en Europa está relacionado con los edificios.

2.3.1.3   A juicio del Comité (9), se deben encontrar nuevos estímulos culturales y nuevos incentivos, por un lado para compensar el aumento de los costes y, por otro, para aumentar el interés hacía:

la investigación en proyectos,

la revisión de los métodos de construcción,

el uso de materiales de mejor calidad que se deben introducir en el proceso de construcción, y

nuevas soluciones estructurales.

2.3.1.4   El CESE reitera (10) que desde el punto de vista del consumidor final se deben tener debidamente en cuenta las barreras que obstaculizan el fomento y la puesta en práctica de la eficiencia energética de los edificios en Europa: barreras técnicas, económicas, financieras, jurídicas, administrativas y burocráticas, institucionales y de gestión, sociocomportamentales y las barreras debidas a la falta de un enfoque integrado (desequilibrios entre calefacción/refrigeración, falta de consideración de las condiciones climáticas, etc..).

Los hogares inteligentes contribuyen tanto a la calidad de vida, al confort y a la seguridad de sus ocupantes como al ahorro económico y energético. La conectividad ofrece acceso a los servicios de comunicaciones (captación, adaptación y distribución de las señales de radiodifusión sonora y televisión mediante ondas terrestres y satelitales, ADSL, cable, red eléctrica), pero también a otros servicios de gran eficacia para el ahorro energético: detección de fugas de gas y agua, consumo excesivo de electricidad por desperfectos, control automatizado del riego, climatización.

La incorporación de procedimientos, tanto activos como pasivos, para la mejora de las condiciones ambientales de las viviendas puede reducir el consumo de los hogares hasta un 50 % y según algunos estudios, la combinación de energías limpias y sistemas mecánicos de control ambiental, hasta el 70 %.

Los avances en materia de iluminación inteligente, tanto para interiores como para exteriores y vía pública, permiten contar con fuentes de luz capaces de interactuar con el entorno, ajustándose electrónicamente a las necesidades lumínicas. Existen ya en el mercado tecnologías como los diodos emisores de luz (LED) o los más novedosos diodos emisores de luz orgánicos (OLED), con un gran potencial de ahorro energético. Aproximadamente una quinta parte del consumo mundial de electricidad se dedica a la iluminación.

2.3.2.1   El CESE se muestra partidario de promover e impulsar la celebración de acuerdos voluntarios encaminados a la adopción de una iluminación progresivamente más inteligente para una mayor eficiencia energética en todos los espacios públicos interiores y exteriores.

2.3.2.2   Impulsar la «contratación verde» dentro del ecosistema del sector de las TIC, a fin de conseguir una industria neutral estableciendo acuerdos voluntarios en proyectos piloto, puede ser una forma de orientar y explorar el cambio estructural.

La Comisión debe contribuir a que las empresas que invierten en la reducción de su «huella medioambiental» sean percibidas más favorablemente por los consumidores, además de beneficiarse de la reducción de coste que ha de derivarse del ahorro energético. Por supuesto, las empresas deben orientarse también al adecuado reciclaje de componentes electrónicos, residuos y excedentes, como parte de su gestión medioambiental. El reciclaje debería estar previsto en la propia fabricación de equipos, de modo que un elevado porcentaje de materiales y componentes utilizados fueran reutilizables. Dada la importancia del tema, el CESE está elaborando un dictamen de iniciativa sobre el asunto, en el que se pronunciará sobre los sistemas de gestión de residuos de los equipos eléctricos y electromagnéticos.

2.3.2.3   El CESE ya ha recomendado (11) que se promoviera la contratación pública verde definiendo las características técnicas de los productos «ecológicos», empezando por los que presentan el mejor impacto medioambiental, incluyendo el coste del producto o el ciclo de vida del servicio en las especificaciones, poniendo en línea una base de datos específica, actualizando las directivas de la CE sobre contratación pública mediante la incorporación de referencias a normas, sistemas de gestión medioambiental, etiquetas y diseño ecológicos, y, por último, publicando planes de acción nacionales para la adopción de la contratación verde. Este apoyo debe centrarse particularmente en el segmento de las PYME por su importancia en el volumen productivo y de empleo, en línea con la posición de la Comisión a favor de estas empresas.

Las TIC están en una posición privilegiada para contribuir a reducir los efectos del cambio climático (12), a medida que sus productos y servicios pueden contribuir a la sustitución de bienes y a la reducción de viajes (por ejemplo, impulsando los sistemas de videoconferencia). También se puede reducir significativamente el uso de energías primarias y por tantote las emisiones de CO2, mediante la implantación de nuevas formas de trabajo (teletrabajo), la facturación electrónica, la teleformación o la utilización de formularios on line, por ejemplo.

2.3.3.1   Se pueden encontrar en las empresas nuevas fuentes de ingresos, proporcionando soluciones TIC en relación con servicios que ayudan a otros sectores a ser más eficientes, tales como:

promover la búsqueda y materialización de oportunidades de reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero;

elaboración de Catálogos de Oportunidades de Reducción de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero para las empresas o sectores de empresas;

potenciar dentro de las empresas el desarrollo de proyectos de eficiencia energética;

identificar oportunidades de reducción en los servicios;

consideración de emisiones de Gases de Efecto Invernadero como «indicador de» Costes/Ingresos en la evaluación de nuevos proyectos.

2.3.3.2   La creación de «Oficinas de Cambio Climático» en las empresas relacionadas con las TIC puede ser un aspecto positivo. Dichas oficinas podrían tener, entre otros, los fines siguientes:

incrementar el aprovechamiento de energías renovables o excedentes;

asegurar la conformidad de los procesos con la política energética de la organización, mejorando la eficiencia energética de los procesos afectados;

identificar las mejores acciones ya implementadas en las distintas operaciones realizadas y promoverlas en el futuro;

plantear objetivos de reducción de emisiones CO2;

buscar la certificación de su sistema de gestión energética por una organización externa;

realizar un diagnóstico energético, identificando las partidas de más gasto.

Bruselas, 4 de diciembre de 2008.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Mario SEPI

El Secretario Generaldel Comité Económico y Social Europeo

Martin WESTLAKE


(1)  Un ejemplo de esa labor previa de recopilación y análisis de la información es el reciente estudio de la Comisión «The implications of ICT for Energy Consumption» (e-Business Watch, Study report no 09/2008, http://www.ebusiness-watch.org/studies/special_topics/2007/documents/Study_09-2008_Energy.pdf).

(2)  DO L 191 de 22.7.2005, p. 29.

(3)  Las TIC incluyen los componentes y sistemas microelectrónicos y nanoelectrónicos, pero también tecnologías del futuro tales como la fotónica, que prometen brindar una potencia de cálculo muy superior por una fracción del consumo energético actual y unas aplicaciones de iluminación de elevado brillo, fácilmente controlables y de gran eficiencias energética.

(4)  DO C 157 de 28.6.2005, p. 22.

(5)  DO C 234 de 30.9.2003, p. 13; DO C 61 de 14.3.2003, p. 22 y DO C 94 de 18.4.2002, p. 23.

(6)  DO C 302 de 7.12.2004, p. 44.

(7)  DO C 65 de 17.3.2006, p. 9, Dictamen del CESE sobre la «Propuesta de Decisión del Parlamento Europeo y del Consejo relativa al Séptimo Programa Marco de la Comunidad Europea de Acciones de Investigación, Desarrollo Tecnológico y Demostración (de 2007 a 2013) y la Propuesta de Decisión del Consejo relativa al Séptimo Programa Marco de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) de Acciones de Investigación y Formación en Materia Nuclear (2007 a 2013)» (ponente, Sr. Wolf, coponente Sr. Pezzini).

(8)  Dictamen CESE 1315/2008 ponente Sr. Iozia, CESE 1513/2008, «Eficiencia energética — Evaluación de los Planes Nacionales de Acción».

(9)  Dictamen CESE, ponente Sr. Pezzini, DO C 162 de 25.6.2008, p. 62. «La eficiencia energética de los edificios — Contribución de los usuarios finales», Dictamen exploratorio.

(10)  Punto 1.11. DO C 162 de 25.6.2008, p. 62.

(11)  DO C 224 de 30.8.2008, p. 1, «La producción ecológica», ponente: Sra Darmanin.

(12)  Según datos de International Telecommunicatios Union (ITU), este sector podría ser capaz de coadyuvar a reducir más de 48,4 millones de toneladas de CO2 en otros sectores conexos si se implantasen de una manera adecuada soluciones basadas en las telecomunicaciones (sanidad, movilidad urbana, administraciones públicas, etc.).


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