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Document 52006IE1144

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema La gobernanza territorial de las transformaciones industriales: el papel de los interlocutores sociales y la contribución del programa marco para la innovación y la competitividad

DO C 318 de 23.12.2006, p. 12–19 (ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, NL, PL, PT, SK, SL, FI, SV)

23.12.2006   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 318/12


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «La gobernanza territorial de las transformaciones industriales: el papel de los interlocutores sociales y la contribución del programa marco para la innovación y la competitividad»

(2006/C 318/02)

El 19 de enero de 2006, de conformidad con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen sobre «La gobernanza territorial de las transformaciones industriales: el papel de los interlocutores sociales y la contribución del programa marco para la innovación y la competitividad».

La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales, encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 31 de agosto de 2006 (ponente: Sr. PEZZINI; coponente: Sr. GIBELLIERI).

En su 429o Pleno de los días 13 y 14 de septiembre de 2006 (sesión del 13 de septiembre de 2006), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 181 votos a favor, 12 en contra y 8 abstenciones el presente Dictamen.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1

Ante los nuevos retos que plantea la globalización, el Consejo Europeo de marzo de 2006 abordó la reactivación de la Estrategia de Lisboa centrándose, por una parte, en el crecimiento y el empleo y, por otra, en un enfoque integrado de la gobernanza.

1.2

La UE debe hacer todo lo posible para garantizar a sus ciudadanos un desarrollo innovador, competitivo y sostenible y lograr una mayor cohesión económica y social en su territorio mediante la creación y el desarrollo de nuevas empresas, nuevos perfiles profesionales y más y mejor empleo, manteniendo al mismo tiempo el modelo social europeo, orientado hacia la economía del conocimiento.

1.2.1

El Comité se muestra firmemente convencido de que sin «un nuevo ciclo de gobernanza basado en la asociación y la implicación (1)», todos los esfuerzos para la reactivación de la competitividad y el empleo en Europa serán vanos y de que es necesario adoptar y aplicar de manera rápida y generalizada nuevos paradigmas de gobernanza.

1.2.2

En opinión del Comité, tanto el Séptimo programa marco de IDTD como el nuevo PIC siguen presentando una excesiva orientación «de arriba abajo» y no ofrecen todavía ni una integración adecuada ni una respuesta a la necesidad de que los agentes públicos y privados participen de manera responsable en el desarrollo a escala local y regional, optimizando el papel fundamental que desempeñan los interlocutores sociales de cara a un crecimiento sostenible y duradero.

1.3

La Unión Europea debería incentivar, recurriendo también a los dos instrumentos mencionados anteriormente, este nuevo tipo de asociación de ámbito local con las autoridades y los agentes económicos y, en especial, con los interlocutores sociales, favoreciendo una nueva generación de «pactos territoriales para el desarrollo de la globalización» (2).

1.4

El CESE está convencido de que no existen sistemas de gobernanza que puedan ser válidos para todos. Corresponde a cada nivel regional y local la búsqueda de fórmulas que respondan mejor a las exigencias de gobernabilidad territorial y que sean compatibles con el marco nacional, europeo e internacional de referencia.

1.5

Con todo, el Comité considera que es posible señalar algunos criterios comunes a estas fórmulas:

presencia de un diálogo civil y social estructurado;

evaluación (regular y pública) de la calidad y el impacto de las acciones realizadas;

formación de agentes e integradores del desarrollo;

pasarelas estructuradas entre el mundo académico, la industria y el gobierno;

estructuras de calidad para la educación y la formación;

inserción en redes de centros de excelencia científica y tecnológica;

creación y consolidación de estructuras de reagrupación avanzadas (distritos industriales, parques de alta tecnología, conglomerados de empresas de producción y sociedades financieras, etc.);

territorios con equipamientos adecuados, sostenibles, atractivos e informatizados;

estructuras de consenso y decisión que sean eficaces y bien aceptadas, basadas en la participación de los ciudadanos.

1.5.1

Por último, es absolutamente necesario que el diálogo social estructurado forme parte de esta política integrada del territorio, incluso mediante la valorización de los actuales consejos económicos y sociales territoriales, con los interlocutores sociales y los representantes de la sociedad civil organizada, y la creación de modalidades eficaces de asociación económica y social (3).

1.5.2

A este respecto, debe proseguirse la vía indicada por el CESE, con la participación de los consejos económicos y sociales, u otros organismos afines, de cada Estado europeo en un diálogo estructurado con el CESE.

1.6

El éxito de la nueva gobernanza dependerá cada vez más de la capacidad para determinar el nivel de proximidad más eficaz para gestionar los problemas y las soluciones, de conformidad con el principio de subsidiariedad, pero preservando al mismo tiempo un marco de coherencia y de visión común con los demás niveles de intervención (4).

1.7

El Comité está convencido de que la práctica de explorar las posibilidades a medio y largo plazo de actividades, acciones e intervenciones con una perspectiva común mediante ejercicios de prospectivas participativas no sólo puede aportar una contribución válida «de abajo arriba» para el desarrollo cultural de la sociedad y contribuir a enriquecer las opciones de los responsables políticos y administrativos, sino también, y sobre todo, servirá para generar y reforzar en el territorio una interacción entre aquellos sectores tecnológicos, económicos, sociales, políticos y culturales que resulten fundamentales para la gobernanza de un desarrollo sostenible y competitivo.

1.8

Esto exige, ante todo, la participación de los interlocutores sociales y de los representantes de la sociedad civil organizada, al objeto de distinguir claramente los puntos fuertes y débiles del sistema y poder así determinar nuevas posiciones en los mercados nacional e internacional.

1.9

Si, por una parte, la globalización ejerce una presión competitiva para modernizar, innovar e impulsar hacia arriba la cadena de valores, y permite producir y distribuir bienes y servicios de la manera más eficaz y económica, por otra, se corre el riesgo de que, si no se actúa a tiempo, esta misma globalización genere nuevas segmentaciones y fragmentaciones del tejido económico y social, en particular a nivel territorial.

1.9.1

De aquí la necesidad, para el Comité, de proceder cuanto antes a la creación de nuevas competencias que puedan orientar a los ciudadanos hacia el cambio. Se están organizando acciones de formación conjunta destinadas a los gestores de los distritos industriales y a los responsables de las empresas y de los sistemas financieros y de crédito, que habría que llevar a cabo con los responsables políticos y del sector público, así como con los cuadros de los entes locales y territoriales.

1.10

En opinión del Comité, sólo con un enfoque territorial integrado y participativo se logrará que los conocimientos acumulados gracias a la inversión en investigación y desarrollo, innovación y educación puedan generar una capacidad para la innovación y unas ventajas competitivas para la base industrial europea capaces de atraer capital humano y financiero al territorio.

1.10.1

En este contexto, es esencial estudiar nuevas modalidades que atraigan al territorio capital humano, por ejemplo mediante un mayor equilibrio entre los horarios laborales y la vida privada, la introducción de incentivos, en particular para las profesiones intelectuales y altamente cualificadas como directivos, investigadores o profesionales de la industria, que permitan obtener a los interesados, durante su vida profesional, unas ventajas suficientemente atractivas.

1.11

El Comité sostiene que el nuevo Programa Marco PIC 2007-2013 no puede disociarse del resto de las políticas y programas de intervención comunitaria en el territorio, ya que con él se pretende abordar estas cuestiones a través de tres líneas de acción: el programa para la innovación y el espíritu de empresa, el programa de apoyo a las tecnologías de la comunicación y la información, y el programa para la energía inteligente.

1.12

Desde esta óptica, el Comité sostiene que es necesario coordinar estrechamente el PIC tanto con las actuaciones en materia de política regional, de cohesión y de cooperación transfronteriza, transnacional e interregional, como con el Séptimo programa marco para actividades de IDTD, que dedica también una parte importante de su programa «Capacidades» al desarrollo de la investigación para las PYME, a las «regiones del conocimiento», al respaldo de la innovación y a los servicios innovadores destinados a las empresas, así como a las necesarias relaciones entre el mundo de la formación y el mundo empresarial.

1.13

En opinión del Comité, además de garantizar un elevado grado de coordinación para asegurar sinergias y evitar solapamientos e incoherencias, es indispensable reformular estas iniciativas y depararles la adecuada acogida en el territorio, en un marco prioritario de asociación común para el desarrollo local.

1.14

Por último, el Comité reitera lo ya expresado en recientes dictámenes sobre la política industrial moderna: «Lo que falta es un vínculo claro entre los esfuerzos a nivel de la UE y la necesaria participación de los gobiernos, la industria y las partes interesadas a nivel nacional y regional».

2.   Definiciones

El dictamen hace referencia a algunos conceptos cuyo significado figura a continuación:

2.1

Gobernanza: la literatura antropológica distingue tres tipos de gobernanza (5). La gobernanza que parte de la base, que prevé una coordinación de todos los actores, a nivel local, y que se caracteriza por un marcado interés por todas las actividades tecnológicas. La gobernanza en red, basada en una fuerte coordinación en red de todos los actores y, en particular, de las empresas, de los centros de investigación y de los organismos financieros. Por último, la gobernanza intervencionista, que se basa en un elevado grado de coordinación y en una gestión centralizada de muchos de los aspectos especialmente importantes, como son la financiación y las competencias en materia de investigación.

2.2   Territorio socialmente responsable  (6):

Un territorio puede definirse como socialmente responsable cuando orienta su propio desarrollo hacia las cuestiones de sostenibilidad; es decir, cuando integra en su propio desarrollo la dimensión económica, social y medioambiental. Un territorio puede definirse como socialmente responsable si consigue:

integrar en sus decisiones económicas consideraciones sociales y medioambientales;

compartir un modelo de valores y un método participativo en los procesos de toma de decisiones;

favorecer las buenas prácticas y una interacción permanente entre las partes interesadas, con el fin de fomentar la innovación y la competitividad.

Para poder proyectar un territorio socialmente responsable es necesario:

identificar la comunidad que vive en el territorio;

determinar los valores que la guían.

2.3   Capital social de un territorio

El capital social puede adoptar distintas formas: cultura de cooperación o competencia; consenso asociativo o grupos de intereses polarizados; modalidades de aprendizaje. Las tradiciones culturales y el tipo de organización pueden ejercer una influencia considerable en los obstáculos que pueden encontrarse para la realización de un territorio socialmente responsable. Un examen más profundo de los recursos sociales disponibles en un territorio (capital social) nos induce a hacer una clara distinción entre el capital institucional, el capital cultural, el capital simbólico, el capital psicosocial y el capital cognoscitivo.

Capital institucional: es la capacidad de las instituciones formales de un territorio para concentrarse en la solución de los problemas, su capacidad de acción, la rapidez del proceso decisorio, el grado de información de las organizaciones y su flexibilidad y, por último, el tipo de relación existente entre las distintas organizaciones.

Capital cultural: es el patrimonio conjunto de las tradiciones del territorio, sus valores y convicciones, la riqueza de su lengua y, por último, sus relaciones sociales y modalidades de comportamiento (7).

Capital simbólico: es la capacidad de que dispone un territorio para movilizar las energías necesarias con vistas a garantizar tanto su propia evolución como sus posibilidades de servir de modelo de referencia a las empresas activas en dicho territorio.

Capital psicosocial: este tipo de capital se basa esencialmente en el concepto de confianza y en la convicción de que existe realmente una comunidad y de que ésta ofrece un potencial de desarrollo, así como en la conciencia de que es posible establecer una cooperación entre los distintos grupos y asociaciones.

Capital cognoscitivo: son los conocimientos técnicos colectivos, que no hay que confundir con el capital humano de cada individuo. Este capital se va configurando en las organizaciones que constituyen las infraestructuras del conocimiento, como universidades, centros de investigación, organizaciones culturales y profesionales, así como empresas y organismos destinados a desarrollar el diálogo social (8).

2.4   La prospectiva («Foresight») (9): el futuro como construcción social

El futuro ha de construirse. Son las personas quienes, con sus acciones voluntarias y las consecuencias a veces inesperadas de éstas, construyen el futuro. Por lo tanto, no sólo se ha de prever el futuro, sino que debe construirse socialmente. Una reflexión sistemática sobre los acontecimientos probables o posibles puede contribuir a esta construcción. Como ámbito de investigación, el estudio sistemático del futuro constituye un instrumento para intentar construir un día de mañana más acorde a nuestros deseos. Así pues, la prospectiva no tiene por objeto predecir el futuro, sino imaginar un futuro distinto del presente, posible gracias a factores como los cambios en la tecnología, los estilos de vida y trabajo, la reglamentación, la geopolítica mundial, etc.

2.4.1

Con el fin de respaldar las orientaciones establecidas por el Consejo Europeo de Lisboa, la Comisión creó las condiciones para organizar el Espacio europeo de la investigación (EEI) (10) cuya financiación se inscribía en el Sexto programa marco, con una atención especial a la prospectiva territorial (11). Posteriormente, en 2001, la Comisión creó la Unidad «Prospectiva científica y tecnológica, relaciones con el IPTS (12)» al objeto de garantizar la difusión de la prospectiva como modelo de innovación.

2.5   Democracia de proximidad

2.5.1

Entre las tendencias de los últimos años, además de la afirmación de la subsidiariedad, ha adquirido importancia la cuestión de la proximidad, esto es, la actitud cultural a través de la cual el ciudadano expresa su deseo de sentirse protagonista en las decisiones que afectan a la esfera social. Gracias a las nuevas tecnologías, los conocimientos se propagan a una velocidad y con una amplitud que no hace mucho eran impensables.

3.   Exposición de motivos

3.1

Al comienzo del tercer milenio, la UE se halla ante profundos cambios estructurales que han revolucionado, en pocos años, el entorno mundial en el que se desenvuelve y compite la economía europea. Entre estos cambios cabe citar, en particular, los siguientes:

la mano de obra presente en el mercado libre se ha duplicado con la llegada de más de dos mil millones de personas a la zona de economía de mercado regulada por la OMC;

la revolución económica, inducida por la globalización, ha modificado el equilibrio entre la demanda y la oferta al transformar modelos económicos bien enraizados;

la aparición de nuevos competidores económicos, agrupados entre sí, que se han añadido al conjunto de actores tradicionales del mercado;

la empresa se concibe cada vez más como un sujeto integrado en un sistema que garantiza redes de conocimiento integradas;

el éxito de una empresa viene determinado cada vez más por la nueva gobernanza pública del territorio, que debe obrar con una visión estratégica compartida;

las nuevas gobernanzas, públicas y privadas, aplicadas en los distintos territorios, coexisten en un contexto mundial que presenta grandes disparidades demográficas y económicas;

al nuevo mercado global liberalizado se han incorporado con fuerza nuevas estrategias agresivas de penetración económica y comercial, con concepciones que buscan, en particular, los puntos débiles de los mercados extranjeros para obtener ventajas competitivas.

3.2

El informe Aho (13) reiteró la necesidad de nuevos modelos de gobernanza para lograr una Europa competitiva y consciente de los retos que los cambios estructurales están planteando al sistema.

3.2.1

La adopción de este nuevo modelo de gobernanza requiere:

un cambio neto para concretar la unicidad del mercado europeo, favorecer la innovación y comercializar nuevos productos y servicios, en contraposición a una fragmentación, que constituye el principal obstáculo a las inversiones, las empresas y el empleo;

una revisión de los sistemas de movilidad en la UE que, centrada en los recursos humanos, deberá prever canales de intercambio y movilidad tanto entre los medios científicos, industriales y gubernamentales como entre los distintos Estados, así como nuevos instrumentos de diálogo que propicien la aparición de nuevas generaciones de distritos del conocimiento, nuevos parques tecnológicos e industriales, polos de excelencia, plataformas tecnológicas y agrupaciones de empresas;

una nueva visión estratégica común, con instrumentos de prospectiva participativa para afrontar los retos sociales internos y los desafíos económicos externos y para llenar el vacío existente entre las propuestas políticas y las necesidades concretas de participación de todas las regiones que desean entrar en la economía del conocimiento;

el desarrollo territorial de la función de «integrador de desarrollo» (14), con un alto grado de profesionalidad;

el respaldo a la creación de un Instituto Europeo de Tecnología (15) para evitar la fuga de cerebros y atraer su llegada desde otras partes del mundo, al objeto de desarrollar e impulsar la investigación y la innovación en el territorio de la Unión;

una vigorosa acción europea de apoyo a la recualificación profesional y a la formación de perfiles multidisciplinares útiles.

3.3

La investigación y el desarrollo, el diseño, los métodos de fabricación, los sistemas logísticos (16), la comercialización y los servicios a la clientela son funciones cada vez más integradas que obran conjuntamente como una entidad única que pone en contacto a clientes y promotores de nuevos productos.

3.4

La nueva estructura empresarial depende cada vez menos de la disponibilidad de equipamientos materiales y más de la propiedad de bienes intangibles. Necesita un «territorio equipado», dotado de estructuras de gobernanza territorial que estén en condiciones de apoyar las capacidades de producción y distribución de bienes y servicios y de garantizar, en las mejores condiciones, los servicios postventa.

3.5

El desarrollo de una identidad territorial clara, que se manifiesta en el capital social, parece fundamental, no sólo para evitar riesgos de deslocalización, sino también porque las nuevas implantaciones requieren características específicas y normas exigentes de calidad de los servicios en el territorio. El cumplimiento de estas normas puede obtenerse sólo con un personal preparado y sensibilizado a esta problemática.

3.6

La conciencia de la identidad regional y local entre los ciudadanos, los responsables políticos y los interlocutores sociales permite un enfoque integrado de sostenibilidad medioambiental y social, que representa un factor suplementario de atracción de nuevas inversiones.

3.7

La valorización de la identidad territorial se fundamenta en una mezcla de adhesión, reconocimiento y empatía con un conjunto de valores comunes en un contexto de visión prospectiva compartida. La promoción de la identidad territorial se basa en:

modelos de gobernanza participativos y transparentes, aplicados conforme a un reparto de poderes entre los distintos actores y centros decisorios públicos y privados; a acciones de refuerzo de las capacidades encaminadas a garantizar una optimización de la estructura organizativa, de gestión y explotación, así como a una utilización sostenible de los recursos territoriales entre los que figuran los transportes, los servicios sanitarios, los recursos físicos, las infraestructuras y los servicios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC);

construcción de una imagen «agradable» del territorio;

análisis SWOT (17);

ejercicios participativos de prospectiva para tomar conciencia de las concepciones y vías comunes;

trabajo en red e intercambio de las mejores prácticas entre las identidades territoriales;

ejercicios de evaluación comparativa (benchmarking) para garantizar ventajas territoriales comparadas.

4.   El enfoque territorial integrado (ETI) y los sistemas de prospectiva para la innovación y la investigación en el territorio

4.1   El ETI y los recursos humanos locales

4.1.1

Son varios los ámbitos de intervención prioritaria para la valorización del patrimonio de recursos humanos presentes en el territorio:

una visión estratégica común y compartida (foresight) de las prospectivas de desarrollo del territorio, a medio y largo plazo, en materia de tecnología e innovación;

un diálogo social estructurado a nivel territorial. A este respecto, es esencial que los instrumentos jurídicos disponibles para la información y la consulta se respeten plenamente (18);

la prestación de formación con estructuras de calidad, destinadas a mejorar la cualificación de los recursos humanos de manera permanente en función de los perfiles profesionales necesarios para las nuevas perspectivas de desarrollo regional, en el marco de una competencia global;

la utilización de los numerosos instrumentos sociales establecidos para los recursos humanos que son víctimas bien de los cambios bruscos del mercado que los excluyen de las posibilidades de desarrollo, bien de la decadencia territorial en zonas en crisis;

una política de inclusión social y respeto de las minorías étnicas;

una gestión inteligente y responsable de la flexibilidad con vistas a una mayor posibilidad de realización profesional (la «flexiguridad» (19));

la plena implicación de los ciudadanos.

4.2   El ETI y el desarrollo de un nuevo y más sólido espíritu empresarial

4.2.1

Un enfoque territorial integrado puede fomentar y promover la creación y el desarrollo de empresas, en particular de PYME, mediante la instauración de un entorno favorable en términos de:

simplificación de las cargas administrativas y supresión de los obstáculos burocráticos a la creación y el desarrollo -del tamaño también- de las empresas;

estructuras de educación, formación profesional, aprendizaje en la modalidad formación-trabajo, formación permanente a lo largo de la vida activa de cuya gestión se encarguen los interlocutores sociales mediante órganos bilaterales que actúen en proyectos volcados al futuro;

redes integradas entre universidades, empresas y centros de investigación, con programas de trabajo y metodologías de acción y estructuras homogéneas destinadas a la transferencia de tecnologías;

creación y reactivación de los nuevos distritos industriales y tecnológicos del conocimiento y de las plataformas industriales integradas; en éstas, los actores de los sectores tecnológicos se desarrollan para absorber nuevos centros de elaboración de conocimientos y de investigación aplicada y, superando el concepto de pertenencia territorial, elaboran sistemas de producción y distribución basados en valores y estrategias comunes de comunidades de aprendizaje;

creación, también a través de agencias de desarrollo regional, de parques industriales y tecnológicos en red, al objeto de desarrollar zonas territoriales dotadas de equipamientos adecuados y servicios de asistencia para el desarrollo de nuevas empresas;

mejora del acceso a las fuentes de financiación y de crédito, a través también de la puesta en marcha en toda la UE de mecanismos como los previstos por la iniciativa JEREMIE (Joint European Resources for Micro-to-medium Enterprises) para las pequeñas empresas y microempresas;

desarrollo y difusión de los mecanismos de responsabilidad social de la empresa;

promoción y refuerzo de los sistemas de cooperación entre los interlocutores sociales y los actores económicos y sociales locales, mediante un fomento de sus capacidades institucionales y el diálogo social;

modernización del sistema digital local de comunicación entre todos los actores políticos, económicos y sociales presentes en el territorio, y las autoridades e instituciones públicas y privadas pertinentes. Será necesario concentrarse, en particular, en instrumentos como la administración en línea, el comercio electrónico, el trabajo a domicilio (teletrabajo), así como en las redes de comunicación de banda ancha y elevado potencial, como la red de transmisión de datos GEANT (20) y los sistemas GRID (21);

fortalecimiento de los valores apoyados por el programa JESSICA, destinado a la integración de las zonas metropolitanas periféricas;

contextos de seguridad física, económica y social del ciudadano, del mundo de la empresa y del trabajo;

sostenibilidad del enfoque territorial integrado de la política industrial regional y local, optimizando la protección del medio ambiente en los cambios económicos e industriales.

4.3   El ETI, el PIC y el Séptimo programa marco, y la coherencia con otras políticas comunitarias

En 2005, los Jefes de Estado y de Gobierno imprimieron un impulso político adicional a la estrategia renovada de Lisboa, en particular destacando la manera en que los valores europeos pueden servir de inspiración a la modernización de la economía y la sociedad en un mundo globalizado.

4.3.1

El Consejo Europeo de marzo de 2006 indicó las prioridades que deben seguirse en el contexto de la asociación renovada para el crecimiento y el empleo:

invertir aún más en el conocimiento y la innovación;

liberar el potencial de las empresas, en particular el de las PYME;

aumentar las nuevas y duraderas oportunidades de empleo destinadas a las categorías prioritarias, en particular los jóvenes (22), las mujeres, los trabajadores de edad avanzada, las personas discapacitadas, los inmigrantes legales y las minorías.

4.4

Es principalmente el programa PIC, consagrado a la innovación y al espíritu empresarial, el que aúna en un marco coherente muchas de las actividades dirigidas a abordar las problemáticas esenciales para la competitividad y la innovación del tejido económico y social de la UE, orientando el desarrollo hacia acciones innovadoras y productivas que respetan el medio ambiente y procurando, a la vez, que la utilización de los recursos sea eficaz y aceptable desde el punto de vista social.

4.5

Por su parte, el programa específico «Capacidades» del Séptimo programa marco, citado anteriormente, pretende reforzar las capacidades en materia de investigación e innovación, en particular:

respondiendo a las exigencias de las PYME que tienen necesidad de externalizar sus actividades de investigación;

apoyando a las redes transnacionales de las «regiones del conocimiento», con el fin de facilitar el nacimiento de conglomerados de empresas (clusters), metadistritos y parques tecnológicos e industriales, agrupando a universidades, centros de investigación, empresas y autoridades regionales;

liberando el potencial de investigación e innovación de las regiones ultraperiféricas y de la convergencia, en sinergia con las intervenciones de los Fondos Estructurales y de Cohesión.

4.5.1

Debe proseguirse también la optimización de la participación de las PYME en las actividades de investigación e innovación en los otros programas específicos del Séptimo programa marco, a saber, Cooperación, Ideas y Personas.

4.5.2

Otra característica esencial, común a todos los programas, es la obligación de promover la valorización de los resultados de la investigación, algo que se concreta, en gran parte, a nivel territorial. Desde esta óptica, el CESE considera indispensable un elevado grado de coordinación, coherencia y sinergia con las intervenciones comunitarias en materia de política regional y de cohesión, y con los demás instrumentos comunitarios de apoyo a la cooperación territorial, la educación y la formación.

4.5.3

Por otra parte, es necesario coordinar las acciones descritas anteriormente con las políticas regionales basadas en los Fondos Estructurales europeos reformados.

4.6

Para ser bien acogidas en el territorio, además de un elevado grado de coordinación para garantizar sinergias y evitar solapamientos o incongruencias, estas iniciativas exigen prioritariamente:

un entorno de utilización receptivo y que disponga del equipamiento adecuado, de manera que creen sinergias con los programas regionales y locales pertinentes, capaz de desarrollar redes internacionales para la colaboración en el ámbito de la investigación; se trata de suscribir los criterios de carácter transnacional de los proyectos europeos y traducir los resultados de la investigación en un crecimiento real en términos de competitividad y empleo, y que pueda así ser aplicada directamente en los procesos de cambio industrial en curso por medio de redes territoriales permanentes de interacción entre las universidades, la industria y los centros de investigación;

estructuras avanzadas de educación y formación, orientadas a dar respuestas funcionales a las exigencias del desarrollo económico e industrial basado en el conocimiento; estas estructuras deberán basarse en programas de formación orientados hacia los nuevos modelos de tecnología y producción, de distribución y consumo, así como en sistemas de formación permanente que permitan anticipar respuestas a los cambios industriales y del mercado;

acciones de refuerzo de las capacidades institucionales y asociativas y de diálogo social, para administrar eficazmente los proyectos y optimizar las actividades de investigación y la transferencia tecnológica. Todo esto deberá tener lugar en un marco conceptual compartido por todos los agentes económicos y sociales implicados en primera persona en el territorio, que deberán perseguir el objetivo de aprovechar las nuevas oportunidades empresariales y formativas, las cualificaciones avanzadas y los nuevos perfiles profesionales en el ámbito de los recursos humanos;

una política del territorio integrada, que esté en condiciones de valorizar el potencial de desarrollo local y refuerce las capacidades de adaptación y de anticipación de la innovación, con el fin de sacar provecho de las ventajas que ofrecen los nuevos flujos de bienes y servicios, de los recursos humanos y de los capitales generados por la globalización;

un diálogo social consolidado a nivel regional y local, como instrumento esencial para aumentar las ventajas que puede reportar la anticipación de los cambios industriales en los mercados, así como los flujos en materia de instrucción y formación de los recursos humanos; además, un diálogo capaz de garantizar una nueva seguridad a las carreras profesionales y una nueva flexibilidad a la organización de la producción, la distribución y los servicios.

4.6.1

En opinión del Comité, tanto el Séptimo programa marco de IDTD como el nuevo PIC (sobre los que el CESE ya ha podido pronunciarse) siguen presentando una excesiva orientación «de arriba abajo» y no permiten todavía afrontar, como cabría desear, ni la integración adecuada ni la necesidad de que los agentes públicos y privados participen de manera responsable en el desarrollo local y regional. Este enfoque no confiere sustancialmente a los agentes locales el papel que les corresponde como corresponsables de la gobernanza europea.

4.6.2

La Unión Europea debería fomentar, también a través de estos dos instrumentos, este nuevo tipo de asociación a nivel local con las autoridades y agentes económicos, en particular con los interlocutores sociales, favoreciendo una nueva generación de pactos territoriales para el desarrollo de la globalización (23). Todas las partes interesadas en el desarrollo de la economía y el empleo deberían suscribir estos pactos, al objeto de dar una respuesta adecuada a los retos de los mercados y de la competitividad, superando el «localismo» que representa cada vez más un límite peligroso ante realidades globales interconectadas entre sí.

4.7   El ETI, la gobernanza participativa, los interlocutores sociales y la sociedad civil

4.7.1

Una parte significativa de las acciones para una competitividad sostenible es competencia del nivel local y regional; para estas acciones son prioritarios los sistemas de gobernanza y la cooperación entre los diversos entes locales y regionales, las diferentes autoridades e instituciones, los interlocutores sociales, las empresas y los agentes económicos y sociales de la sociedad civil que interactúan en el territorio.

4.7.2

Por lo que respecta al concepto de gobernanza, cabe remitirse a lo ya expresado por el Comité a este respecto; es decir, que las partes interesadas del sector privado deben actuar y asumir su responsabilidad a través de contribuciones y acciones reales, y que el diálogo social y el civil son herramientas importantes (24).

4.7.3

Por lo que se refiere a la intensificación del diálogo social, «el Comité está de acuerdo (…) en que los interlocutores sociales, habida cuenta de su conocimiento de los sectores, pueden desempeñar un papel particular de alerta».

4.7.4

Según el Comité, se trata de poner en marcha sistemas de ingeniería social y de toma de decisiones basados en la participación, que sean flexibles, proactivos y reactivos, y estén en condiciones de garantizar un elevado nivel cualitativo de democracia política, económica y social sin sobrecargar ni retrasar el desarrollo de las acciones e iniciativas.

4.7.5

El desarrollo de una visión común a medio y largo plazo resulta esencial, al igual que la determinación y distribución de responsabilidades en torno a objetivos intermedios comunes, así como el recurso a instrumentos avanzados que hayan dado buenos resultados a nivel regional, como las actividades de prospectiva.

4.8

El ETI y una estrategia de gobernanza para un desarrollo territorial socialmente responsable

4.8.1

En un contexto como el nuestro, abierto a la competencia mundial, una estrategia de gobernanza para un desarrollo territorial socialmente responsable debe garantizar dinámicas duraderas de desarrollo económico y de alta calidad desde el punto de vista social. Una estrategia de estas características deberá actuar, en particular, mediante:

mejoras constantes de la calidad y de las capacidades cognitivas e innovadoras del sistema productivo territorial, mediante la elaboración de análisis sistemáticos y de previsiones comunes del desarrollo social, económico y tecnológico;

el desarrollo de redes globales de referencia para el sector público y el sector privado, que garanticen flujos biunívocos constantes de interacción con el mercado global;

niveles elevados de sostenibilidad medioambiental y social del desarrollo, tanto en el plano de la producción como en el del consumo;

circuitos eficaces y consolidados de creación, difusión y circulación de los conocimientos, de la información y de la formación permanente de operadores tecnológicos, usuarios y consumidores finales;

la elaboración de «balances sociales territoriales» en condiciones de medir, controlar y evaluar las dinámicas útiles para la consecución de objetivos cualitativos y cuantitativos, sobre la base de normas y metodologías comunes, a nivel europeo.

Bruselas, 13 de septiembre de 2006.

La Presidenta

del Comité Económico y Social Europeo

Anne-Marie SIGMUND


(1)  Véase el punto 4 de las conclusiones de la Presidencia del Consejo Europeo de los días 23 y 24 de marzo de 2006 .

(2)  Véase el «Pacte Industrial de la Regió Metropolitana de Barcelona» ( http://www.pacteind.org/esp/actividades/), donde se afirma que «la competitividad del territorio está en la calidad de las empresas y de sus trabajadores».

(3)  Véanse las directrices de la Comisión Europea en materia de política de cohesión: Una activa asociación horizontal (interlocutores sociales, sociedad civil organizada, administradores); Una eficaz asociación vertical (Comisión Europea, gobiernos nacionales, administraciones regionales y locales), véanse Reg. CE/1260/1999 y COM(2002) 598 final de 7 de noviembre de 2002.

(4)  Véase «La democrazia di prossimità».

(5)  P. Cooke y otros autores, 1998, Regional Innovation System-The role of governance in a globalised world.

(6)  Este concepto es la base del nuevo programa JESSICA, puesto en marcha por la DG Regio, financiado por el BEI y destinado, en particular, a la rehabilitación de las zonas urbanas especialmente deterioradas.

(7)  En su acepción antropológica, la cultura consta de 'modalidades de comportamiento adquiridas y transmitidas a través de símbolos, señales, actos y obras del espíritu' (Alberoni, «Consumi e società»).

(8)  F. Alburquerque y otros autores, Learning to innovate, seminario OCDE 30.9-1.10.1999, Málaga, España.

(9)  Definición de Foresight: proceso sistemático y participativo, que incluye la recogida de información y la elaboración de una visión de futuro, a medio y largo plazo, para orientar las decisiones y movilizar los medios necesarios para acciones conjuntas.

(10)  COM(2002) 565 final de 16.10.2002.

(11)  http://www.cordis.lu/rtd2002/foresight.main.htm.

http://www.cordis.lu/rtd2002/foresight/seminar.htm.

http://www.regional-foresight.de/.

http://prospectiva2002.jrc.es/.

(12)  Instituto de prospectiva tecnológica. Es uno de los siete institutos que dependen del CCI (Centro Común de Investigación).

(13)  «Crear una Europa innovadora», informe del grupo de expertos independientes europeos sobre I+D, Presidente: Sr. Esko Aho, enero de 2006.

(14)  Se trata de personas preparadas desde el punto de vista social y tecnológico que, con la ayuda de los polos tecnológicos, están en condiciones de ayudar a las microempresas y pequeñas empresas en los procesos de innovación.

(15)  Véanse las Conclusiones del Consejo Europeo de los días 15 y 16 de junio de 2006.

(16)  Véase el Dictamen «Política europea en materia de logística».

(17)  El acrónimo inglés SWOT significa Strenghts, weaknesses, opportunities and threats; es decir, análisis de los puntos fuertes y débiles, de las oportunidades y amenazas.

(18)  Véase el documento de la CES (Confederación Europea de Sindicatos), «Reestructuraciones: anticipar y acompañar las reestructuraciones para desarrollar el empleo: el papel de la Unión Europea». Comité ejecutivo de la CES, Bruselas, 14 y 15 de junio de 2005.

(19)  «Flexiguridad: El caso de Dinamarca», ECO/167, ponente Sra. Vium.

(20)  GEANT: este proyecto nació de la colaboración de 26 redes nacionales de investigación y educación que representaban 30 Estados de toda Europa, la Comisión Europea y el proyecto DANTE (Delivery of Advanced Network Technology to Europe). Su objetivo principal consistía en desarrollar la red GEANT, una red paneuropea de comunicación de datos de varios Gigabites reservada específicamente a la investigación y a la educación.

(21)  GRID: sistema que integra y coordina recursos y usuarios en ámbitos diferentes como, por ejemplo, el ordenador de oficina de los usuarios y el servidor central, diversas unidades administrativas de una misma empresa o de distintas empresas; este sistema aborda los problemas que surgen en estas configuraciones como la política de seguridad, los pagos, la pertenencia, etc.

(22)  Véase, por ejemplo, el «Pacto para la juventud» concebido por el Gobierno francés.

(23)  Véase «Pacte industrial de la Regió Metropolitana de Barcelona» ( http://www.pacteind.org/esp/actividades/) donde se señala que «la competitividad del territorio está en la calidad de las empresas y de sus trabajadores».

(24)  Véase «El camino hacia la sociedad europea del conocimiento — La contribución de la sociedad civil organizada a la Estrategia de Lisboa (dictamen exploratorio)», ponentes: Sr. Olsson, Sra. Belabed y Sr. Van Iersel.


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