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Document 52017AE5444

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la recomendación de Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro [COM(2017) 770 final]

EESC 2017/05444

DO C 197 de 8.6.2018, p. 33–37 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

8.6.2018   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 197/33


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la recomendación de Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro

[COM(2017) 770 final]

(2018/C 197/06)

Ponente:

Javier DOZ ORRIT

Consulta

Comisión Europea, 18.1.2018

Fundamento jurídico

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

unión económica y monetaria y Cohesión Económica y Social

Aprobado en sección

20.12.2017

Aprobado en el pleno

18.1.2018

Pleno n.o

531

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

182/2/5

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1.

El CESE celebra que se haga hincapié en el crecimiento sostenible e integrador, la resiliencia y la convergencia como objetivos políticos dentro de la recomendación de la Comisión Europea sobre las políticas de la zona del euro (1).

1.2.

El CESE señala que, a pesar de que la recuperación económica en la zona del euro ha cobrado impulso desde el año pasado, sigue siendo «frágil», «incompleta» y «atípica», tal como se señala en las Previsiones de otoño de la Comisión Europea (2).

1.3.

A pesar de que ha aumentado el número de puestos de trabajo creados, hay pruebas abundantes tanto de la Comisión Europea como del Banco Central Europeo de que «la atonía del mercado laboral» sigue siendo significativa, factor que subyace a un crecimiento de los salarios relativamente débil en comparación con la fortaleza de la recuperación económica. La persistencia del desempleo y el subempleo en la zona del euro supone perder las competencias y la capacidad productiva de estos Estados miembros y constituye una grave amenaza para la integración social, el bienestar y la igualdad.

1.4.

Por lo demás, la inversión en la zona sigue estando por debajo de los niveles de 2008, lo que contribuye a registrar una pérdida considerable de potencial productivo en muchos Estados miembros de la zona del euro. La persistencia del superávit por cuenta corriente de la zona del euro con el resto del mundo sugiere, además, que la demanda interna de la zona sigue siendo baja.

1.5.

El CESE reconoce que los elevados niveles de deuda pública y privada de la zona del euro hacen que su economía sea vulnerable y admite que es necesario reducirlos.

1.6.

Después de sopesar cuidadosamente las oportunidades y riesgos relativos derivados de los factores mencionados, el CESE no está de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea de una orientación presupuestaria globalmente neutra y, en su lugar, propone una orientación presupuestaria positiva de aproximadamente un 0,5 % del PIB. La probabilidad de una ralentización del crecimiento entre 2017 y 2019, como prevé la Comisión, el cambio anunciado en la política monetaria del BCE, la persistencia de un claro déficit de inversión y los riesgos geopolíticos y del comercio mundial también requerirían que la política monetaria pase el relevo a la política presupuestaria.

1.7.

Un estímulo presupuestario centrado en la inversión pública supondría un aumento de la demanda a corto plazo, pero también incrementaría el potencial de crecimiento a largo plazo, abordando así la cuestión de la sostenibilidad de la deuda pública. Esta inversión pública debe centrarse no solo en las infraestructuras sino también en el ámbito de la educación y las políticas de desarrollo de las competencias («inversión social»), contribuyendo así a aplicar algunos de los principios del recién proclamado pilar europeo de derechos sociales.

1.8.

El CESE recomienda que, al aplicar las normas presupuestarias, la Comisión Europea excluya el gasto público destinado a inversión del ámbito de aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

1.9.

El CESE acoge con satisfacción la mención explícita en la recomendación de la Comisión Europea de dar prioridad a las reformas estructurales que no solo incrementen la productividad y el potencial de crecimiento, mejoren el entorno empresarial y apoyen la inversión, sino que también contribuyan a la creación de puestos de trabajo de calidad y reduzcan la desigualdad, en consonancia con las peticiones formuladas en anteriores dictámenes del CESE (3). Reitera que, si se quiere garantizar el apoyo vital de los ciudadanos para la reconstrucción de la zona del euro y la realización de reformas estructurales a este respecto, es preciso reforzar la dimensión social de estas reformas y poner en práctica formas democráticas y transparentes de gobernanza de la zona del euro, con el fin de garantizar la prosperidad económica y un alto nivel de vida.

1.10.

El CESE felicita a la Comisión Europea por pedir a los Estados miembros que luchen contra la elusión fiscal, entre otras cosas, prosiguiendo los trabajos para establecer una base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICCIS). También considera prioritario que, por razones éticas, económicas y políticas, las instituciones europeas y los Estados miembros apliquen medidas eficaces (las ya acordadas y otras nuevas) contra el fraude fiscal, el blanqueo de capitales y las actividades ilícitas de los paraísos fiscales.

1.11.

El CESE apoya las medidas necesarias para la profundización de la unión económica y monetaria (UEM), incluida la plena y pronta finalización tanto de la unión bancaria –Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, mecanismo de protección común para el Fondo Único de Resolución y fortalecimiento del marco europeo de supervisión– como de la unión de los mercados de capitales. Ambas deben contribuir no solo a una mayor y mejor diversificación de la financiación de la economía sino también, gracias a una mayor asunción del riesgo por el sector privado y la integración financiera a escala transfronteriza, a hacer el sistema económico y financiero más seguro, más estable y más resiliente.

1.12.

En consonancia con su anterior Dictamen ECO/435, el CESE reitera que el euro es la moneda de toda la UE y hace hincapié en la necesidad de:

crear una unión presupuestaria;

reforzar la responsabilidad de los Estados miembros y la asunción de sus obligaciones respecto de la UEM;

introducir reformas estructurales en el marco la plataforma del Semestre Europeo;

reforzar aún más la coordinación y la gobernanza económicas, así como crear un Fondo Monetario Europeo;

mejorar el sistema de intermediación financiera, que dé lugar a la consolidación de una inversión real a largo plazo optimizando el papel que desempeñan el BEI, el FEI y el FEIE 2.0;

hacer la UEM más resistente, para que pueda ejercer una mayor influencia en el mundo.

2.   Antecedentes

2.1.

Tras el lanzamiento del debate sobre el futuro de Europa y los correspondientes documentos de reflexión, especialmente en cuanto a la profundización de la UEM y el futuro de la dimensión social de la UE, así como la proclamación del pilar europeo de derechos sociales por la Cumbre Social de Gotemburgo, la Comisión Europea publicó su Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento, acompañado de una recomendación sobre las políticas de la zona del euro para 2018. Las principales recomendaciones de la Comisión Europea se recogen en los siguientes puntos.

2.2.

Impulsar políticas que fomenten el crecimiento sostenible e integrador y mejoren la resiliencia, el reequilibrio y la convergencia. Los Estados miembros con déficits por cuenta corriente o con una deuda externa elevada deben aspirar, además, a contener el crecimiento de los costes laborales unitarios. Los Estados miembros con superávits por cuenta corriente deben, además, promover el crecimiento de los salarios y aplicar de forma prioritaria medidas que favorezcan la inversión, apoyen la demanda interna y faciliten la recuperación del equilibrio en la zona del euro.

2.3.

Aspirar a una orientación presupuestaria globalmente neutra a nivel agregado para la zona del euro y una combinación de políticas equilibrada.

2.4.

Implementar reformas que fomenten la creación de empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y el acceso al mercado laboral, unas condiciones de trabajo justas y la protección e integración sociales.

2.5.

Proseguir el trabajo para completar la unión bancaria por lo que respecta a la reducción y el reparto de los riesgos, sin olvidar el establecimiento de un sistema europeo de garantía de depósitos, conseguir que sea operativo el mecanismo de protección común para el Fondo Único de Resolución y reforzar el marco europeo de supervisión para evitar la acumulación de riesgos.

2.6.

Adoptar medidas para acelerar de forma tangible la reducción del nivel de préstamos no productivos sobre la base del plan de acción aprobado por el Consejo (Ecofin) y promover un proceso ordenado de desapalancamiento en los Estados miembros con grandes volúmenes de deuda privada. Mejorar la integración y el desarrollo de los mercados de capitales de la UE con el fin de favorecer el crecimiento de la economía real, garantizando al mismo tiempo la salvaguardia de la estabilidad de los mercados financieros.

2.7.

Avanzar rápidamente hacia la culminación de la UEM.

3.   Observaciones generales y específicas

3.1.

El crecimiento de la producción ha cobrado impulso en comparación con anteriores previsiones de la Comisión Europea y se ha ampliado a más Estados miembros de la zona del euro respecto del año pasado. No obstante, deben tenerse en cuenta las tres cuestiones siguientes.

3.2.

En primer lugar, esta aceleración de la recuperación se produce tras un largo período de estancamiento del conjunto de la zona del euro, en comparación con economías como la de los Estados Unidos. Este estancamiento y el fracaso de las políticas económicas de la zona del euro para corregirlo han dejado graves cicatrices económicas y sociales en muchas partes y han minado la confianza de los ciudadanos en la capacidad de la UE para lograr la prosperidad.

3.3.

En segundo lugar, en sus previsiones de otoño la Comisión Europea estima que la tasa de crecimiento de la producción en 2017, un 2,2 %, representará probablemente un pico en comparación con 2018 y 2019, cuando se prevé que el crecimiento disminuya ligeramente, hasta un 2,1 % y un 1,9 %, respectivamente. La demanda interna de la zona del euro, como pone de relieve el elevado superávit de la balanza por cuenta corriente con el resto del mundo, se ha mantenido en un nivel moderado: se prevé el que consumo privado, aunque sigue creciendo, registre una desaceleración, mientras que persiste la brecha de inversión.

3.4.

En tercer lugar, la recuperación se ha basado en el apoyo de las políticas monetarias no convencionales y expansivas que ha llevado a cabo activamente hasta ahora el BCE, mientras que la política presupuestaria era excesivamente restringida. El BCE ha anunciado recientemente la retirada gradual de sus políticas no convencionales. Aunque ello no signifique necesariamente la retirada del apoyo de la política monetaria, no ha disminuido la necesidad de unas políticas presupuestarias que respalden en mayor medida la recuperación.

3.5.

Además de los cambios en la política monetaria y la prevista ralentización del crecimiento después de 2018, hay razones adicionales para proponer una orientación presupuestaria moderadamente positiva en la zona del euro, que el CESE fija en el 0,5 % del PIB: su persistente déficit de inversiones, que no se registra en otras regiones económicas del mundo; una tasa de desempleo demasiado elevada (el 9,1 % en 2017); y la persistencia de los riesgos geopolíticos y en el comercio mundial debido a la aparición de políticas proteccionistas, especialmente por parte de los Estados Unidos. Por consiguiente, en la combinación de políticas es necesario utilizar todos los instrumentos que favorezcan el crecimiento sostenible.

3.6.

El CESE considera que una orientación presupuestaria algo más expansiva de la zona del euro en su conjunto de lo que propone actualmente la Comisión Europea sería beneficiosa para la recuperación y compatible a largo plazo con la sostenibilidad de la deuda pública. Aplicar la regla de oro en materia de inversiones (incluida la inversión social) al ejecutar las normas presupuestarias sería de utilidad a este respecto y crearía un contexto favorable para un crecimiento más integrador y una convergencia al alza. Igualmente importante sería potenciar la inversión socialmente responsable y la encaminada al cumplimiento de los ODS de la ONU.

3.7.

El CESE se muestra totalmente acuerdo con el criterio de la Comisión respecto de la necesidad de que los países con margen presupuestario y superávits de la balanza de pagos incrementen su inversión pública dado que ello generaría importantes efectos indirectos positivos para el resto de la zona del euro. Los efectos a largo plazo en el PIB serían mayores que el impacto a corto plazo, dado que la inversión pública impulsaría la productividad del capital privado y del trabajo durante un período prolongado de tiempo (4).

3.8.

El CESE acoge favorablemente el llamamiento de la Comisión Europea a los Estados miembros con déficit por cuenta corriente y deuda exterior elevada para que se centren no solo en un mayor crecimiento de su productividad, sino también en la mejora del entorno empresarial. En este contexto, observa que una redistribución equitativa de la renta y la riqueza derivadas del aumento de la productividad debería contribuir a una mayor igualdad e incidir de manera positiva en la demanda interna y agregada en la zona del euro. Es importante estimular la demanda interna como condición necesaria para respaldar el crecimiento y superar la crisis. El aumento de los salarios, en particular de los más bajos, es hoy uno de los instrumentos más importantes para alcanzar estos objetivos en la economía y la sociedad europeas.

3.9.

La coordinación de las políticas presupuestarias debe complementarse con avances hacia la armonización fiscal, uno de cuyos principales objetivos es acabar con la evasión fiscal en la UE. El CESE apoya la adopción urgente de la Directiva BICCIS. Se trata de un instrumento necesario para ejecutar las medidas que pongan fin a la escandalosa evasión fiscal que llevan a cabo diversas multinacionales y que priva a los presupuestos públicos de entre 40 000 y 60 000 millones de euros (5), a la vez que ejerce una competencia desleal sobre las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales.

3.10.

El fraude fiscal, el blanqueo de dinero o la suma de actividades ilícitas desarrolladas en paraísos fiscales mueven cifras muy superiores a las del punto anterior que se sustraen de las finanzas públicas en un momento en el que son especialmente necesarias. En opinión del CESE, debería ser prioritario para las instituciones de la UE y los Estados miembros liderar la lucha mundial contra estos delitos, aplicar urgentemente los instrumentos jurídicos ya aprobados para hacerles frente y tomar las medidas necesarias para reducirlos de forma significativa.

3.11.

El CESE considera necesario dar prioridad a las reformas estructurales que mejoren el crecimiento de la productividad y que además refuercen la seguridad del empleo y el sistema de protección social en el marco de unas condiciones empresariales adecuadas. Ningún país de la zona del euro puede competir en el mundo actual sobre la base de bajos salarios y empleos precarios. Debe hacerse hincapié en reformas que combinen la flexibilidad negociada con la seguridad, con el fin de mejorar las competencias y la innovación y crear incentivos para dicha mejora. Las reformas del mercado laboral deberían promover una mayor estabilidad del empleo, lo que contribuirá a mejorar los lados de la oferta y la demanda de la economía de la zona del euro, también a corto plazo. También deberían contribuir al fortalecimiento de la negociación colectiva, basada en la autonomía de los interlocutores sociales, y del diálogo social.

3.12.

El CESE considera que las medidas propuestas con el fin de completar la unión bancaria son esenciales para aliviar la carga que pesa sobre los presupuestos de los gobiernos nacionales, además de garantizar la estabilidad del sistema bancario en beneficio de todos los ciudadanos.

3.13.

También hay que esforzarse por desarrollar la Unión de los Mercados de Capitales (UMC). Junto con la unión bancaria, la UMC debería permitir ampliar y diversificar las fuentes de financiación de la economía. Un mayor riesgo compartido transfronterizo privado y una mayor integración financiera contribuirán a mejorar la seguridad y estabilidad del sistema económico y financiero así como su resistencia a las perturbaciones. Además, los efectos asimétricos de las perturbaciones económicas podrán, en su caso, absorberse mejor, lo que beneficiará a todos los Estados miembros.

3.14.

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el CESE destaca, una vez más, que atajar el problema de los préstamos no productivos de los bancos reviste una importancia capital para completar las políticas destinadas a reactivar el crecimiento. Es necesario adoptar rápidamente medidas para abordar el problema, teniendo en cuenta al mismo tiempo las cuestiones relacionadas con la protección de los consumidores.

Bruselas, 18 de enero de 2018.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Georges DASSIS


(1)  Recomendación de Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro, COM(2017) 770 final.

(2)  European Economic Forecast — Autumn 2017, Comisión Europea, noviembre de 2017.

(3)  Véanse a este respecto los siguientes dictámenes del CESE: Política económica de la zona del euro (2016) (DO C 177 de 18.5.2016, p. 41); Política económica de la zona del euro (2017) (DO C 173 de 31.5.2017, p. 33), y Política económica de la zona del euro 2017 (Dictamen adicional) (DO C 81 de 2.3.2018, p. 216).

(4)  Commission Staff Working Document: Analysis of the Euro Area economy, accompanying the document Recommendation for a Council Recommendation on the economic policy of the euro area, SWD(2017) 660 final, p. 5.

(5)  Commission Staff Working Document, Ibid, p. 9.


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