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Document 52017AE0564

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Propuesta para Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo — Nuestro Mundo, nuestra Dignidad, nuestro Futuro» [COM(2016) 740 final]

DO C 246 de 28.7.2017, p. 71–78 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

28.7.2017   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 246/71


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Propuesta para Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo — Nuestro Mundo, nuestra Dignidad, nuestro Futuro»

[COM(2016) 740 final]

(2017/C 246/11)

Ponente:

Ionuț SIBIAN

Coponente:

Mihai MANOLIU

Consulta

Comisión, 27.1.2017

Fundamento jurídico

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Decisión del Pleno

26.4.2017

Sección competente

Relaciones Exteriores

Aprobado en sección

4.4.2017

Aprobado en el pleno

26.4.2017

Pleno n.o

525

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

166/1/3

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1.

El CESE acoge favorablemente la propuesta de la Comisión relativa a un «Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo — Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro», puesto que responde a las propuestas formuladas por el CESE en su dictamen REX/461 titulado «La Agenda 2030 — Una Unión Europea comprometida a apoyar el desarrollo sostenible a escala mundial», en el que afirma: «Las instituciones de la UE y los Estados miembros deben ponerse de acuerdo urgentemente sobre el camino a seguir al nivel político más elevado, por medio de un acuerdo interinstitucional entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento, al objeto de establecer una base sólida para proseguir la acción política. Este acuerdo sobre la aplicación de los ODS debería constituir la base para una estrategia global destinada a incorporar en todas las políticas la Agenda 2030 con el objetivo de hacer de la UE una Unión de Desarrollo Sostenible.» En ese mismo dictamen recomienda asimismo a la Comisión «integrar y aplicar plenamente la Agenda 2030 en el Consenso Europeo sobre Desarrollo».

1.2.

El CESE reconoce el papel desempeñado por el Consenso Europeo sobre Desarrollo de 2006 en la política de cooperación al desarrollo de la Unión Europea y sus Estados miembros (1). Su valor añadido ha consistido principalmente en aportar una visión concertada por la UE y sus Estados miembros y un marco de aplicación a escala de la UE, que se tradujeron después en una serie de documentos de orientación, políticas y acciones, tanto a escala de la UE como de los Estados miembros. Se espera que el nuevo consenso siga desempeñando un papel similar.

1.3.

El CESE celebra el compromiso explícito del Consenso al servicio del objetivo global de erradicación de la pobreza, con arreglo a un enfoque de la cooperación al desarrollo basado en los derechos y en la igualdad de género y velando al mismo tiempo, en el marco de la Agenda 2030, por que nadie quede excluido, independientemente de su lugar de residencia, origen étnico, sexo, edad, discapacidad, religión o convicciones, orientación sexual, estatuto de migrante o cualquier otra consideración.

1.4.

Por sus referencias a la Agenda 2030 y su decisión de mantener la erradicación de la pobreza en el centro de su misión, el Consenso aporta a la cooperación al desarrollo el reconocimiento que merece y mejora su visibilidad como ámbito político de pleno derecho de la Unión Europea. Si la política de desarrollo debe considerarse como uno de los pilares de la acción exterior de la UE, el Consenso debería verse como una garantía de que esta evolución se realiza en condiciones de igualdad con respecto a otros ámbitos de acción de la Unión, a los que no puede supeditarse (seguridad, comercio, justicia y asuntos interiores, etc.).

1.5.

La revisión del Consenso tiene lugar en un momento muy difícil, en el que están cada vez más amenazados los valores y principios europeos fundadores (enumerados en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea), así como la propia existencia de la Unión Europea. Múltiples crisis afectan a la capacidad y la voluntad de los gobiernos para conceder los recursos necesarios para la aplicación de la Agenda 2030. Por ello, se considera esencial que todos los Estados miembros y las instituciones de la Unión Europea se dediquen plenamente a su aplicación y ejecución por medio de un Consenso Europeo sobre Desarrollo, en especial por lo que se refiere a sus repercusiones financieras.

1.6.

El Consenso debería definir los papeles respectivos de la Comisión y los Estados miembros, teniendo en cuenta sus ventajas comparativas específicas en el ámbito del desarrollo. Este imperativo es tanto más pertinente cuanto que cabe esperar que la dotación global destinada por la UE y sus Estados miembros al desarrollo disminuirá tras el brexit y en el contexto de un clima político interior cambiante. Según un informe encargado por la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo en 2013 (2), el coste económico de la falta de una coordinación eficaz entre los Estados miembros y la Comisión Europea en materia de ayuda al desarrollo se estima en unos 800 millones de euros. Este importe podría ahorrarse cada año con respecto a los costes de las transacciones si los donantes centrasen sus esfuerzos en materia de ayuda en un número más limitado de países y actividades. También se ha estimado que podría realizarse un ahorro potencial de 8 400 millones de euros adicionales al año mejorando la asignación de los fondos en varios países.

1.7.

La Unión Europea y sus Estados miembros no deberían utilizar la ayuda al desarrollo como argumento para imponer a sus socios una cooperación en materia de objetivos de política económica y exterior, seguridad del Estado y control de las migraciones. Al contrario, la cooperación al desarrollo debería seguir centrada en su objetivo principal de erradicar la pobreza y garantizar la igualdad de oportunidades, la dignidad para todos y la viabilidad del medio ambiente.

1.8.

El CESE desea hacer especial hincapié en la importancia que desempeña la agricultura en la política de desarrollo. El refuerzo de las condiciones de la producción alimentaria local, la mejora de la situación de la mujer en las regiones rurales y la organización y cooperación de los agricultores son cuestiones destacadas a la hora de acabar con la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible en los países más pobres del planeta.

1.9.

El Consenso reconoce el papel de los interlocutores sociales y de las organizaciones de la sociedad civil, en lo que respecta tanto a la promoción de la Agenda 2030 como a su contribución a la aplicación de la misma. La UE no solo debería esforzarse por brindarles un firme apoyo político dirigido a asegurarles un entorno propicio que les permita desempeñar plenamente su papel, sino también reconocer, apoyar y proteger a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, los organismos que desempeñan funciones de vigilancia y los sindicatos que trabajan en un contexto desfavorable. Además, la UE debería esforzarse por establecer mecanismos financieros más adaptados para ayudar a un abanico más amplio de organizaciones de la sociedad civil, a fin de velar por que organizaciones locales más pequeñas y numerosas tengan acceso a los programas de la UE. El CESE formuló a este respecto una serie de recomendaciones importantes en su dictamen REX/461 titulado «La Agenda 2030 — Una Unión Europea comprometida a apoyar el desarrollo sostenible a escala mundial».

1.10.

Es necesario que el diálogo social se reconozca como un instrumento de aplicación de la Agenda de desarrollo. El diálogo social requiere un entorno propicio y un marco institucional eficaz, que comienzan con el respeto de la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva. La UE debe colaborar con las organizaciones independientes de empresarios y trabajadores (los interlocutores sociales) para promover buenas prácticas en las relaciones laborales y unas administraciones del trabajo eficaces.

1.11.

Los fondos fiduciarios de la UE (FFUE) constituyen un instrumento potencialmente positivo, aunque no hay suficientes estudios que demuestren que permiten responder a las necesidades de apropiación y adaptación de los países en desarrollo. Mientras que la mitad de los Estados miembros de la Unión Europea aumenta la asignación de APD al sector privado, las inversiones del sector comercial realizadas con fondos públicos siguen siendo en gran medida opacas y no se someten a supervisión (3). Los interlocutores sociales y las organizaciones de la sociedad civil deberían recibir apoyo y autorización para controlar los fondos asignados al desarrollo, incluidos los que se destinan al sector privado. Deberían tener una participación real en la elaboración, aplicación, seguimiento y evaluación de los programas de desarrollo, para que estos respondan a las verdaderas necesidades del mayor número posible de personas.

1.12.

La creación de empleo es un reto importante en los países en desarrollo y el sector privado deberá desempeñar un papel importante a este respecto. En el dictamen del CESE REX/386 titulado «Participación del sector privado en el marco para el desarrollo después de 2015» se destaca que el entorno empresarial desempeña un papel importante en la lucha contra la pobreza en el mundo, «ya que crea empleo, produce bienes y servicios, genera ingresos y beneficios y contribuye con sus impuestos a asumir el gasto público». No obstante, la creación de empleo no debería ser un objetivo en sí misma, a menos que garantice el respeto de normas laborales y medioambientales, así como unas condiciones de trabajo decentes, en especial para las mujeres y los jóvenes, de conformidad con el Programa de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las normas laborales de la OIT y otros documentos internacionales (por ejemplo, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos y las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales).

1.13.

El CESE considera que la inserción y su carácter sostenible descansan en la existencia de empleos decentes y estables (en particular para las mujeres y los jóvenes), que generen ingresos suficientes y cadenas de valor sostenibles para toda una serie de servicios públicos reforzados. Deben promoverse nuevos modelos de producción y consumo en el marco de la economía circular. Las categorías vulnerables de la población estarán más protegidas y tendrán acceso a los servicios financieros, y un sector empresarial honesto, equitativo y sostenible desarrollará nuevos modelos económicos (empresas sociales que prestan servicios locales) y nuevas pymes, debidamente reguladas.

2.   Contexto

2.1.

La política de desarrollo es un elemento esencial de la acción exterior de la UE, que se define en el artículo 21, apartado 2, letra d), del Tratado de la Unión Europea (TUE) y consiste en «apoyar el desarrollo sostenible en los planos económico, social y medioambiental de los países en desarrollo, con el objetivo fundamental de erradicar la pobreza», conforme al enunciado que figura asimismo en el artículo 208 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).

2.2.

La propuesta de un nuevo Consenso Europeo sobre Desarrollo tiene por objetivo aportar el marco para un enfoque común en materia de política de cooperación al desarrollo, que será aplicado por la UE y sus Estados miembros.

2.3.

Al mismo tiempo, el Consenso representa una declaración firme dirigida al resto del mundo, que resalta la determinación de la UE de mantener su credibilidad, compromiso y responsabilidad en la escena mundial, y seguir dando ejemplo. Define los principios y prioridades de la Unión en relación con los problemas graves del mundo y los medios para cumplir los compromisos contraídos por la UE en el marco de la Agenda 2030 y del Acuerdo de París.

2.4.

El CESE señala que la revisión del Consenso Europeo sobre Desarrollo es bienvenida y sumamente importante en el nuevo contexto actual, ya que se propone tanto orientar el compromiso de la UE y sus Estados miembros con la aplicación de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible, como contribuir a la consecución de los objetivos prioritarios de la acción exterior de la Unión, tal como se enuncian en la estrategia global para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea.

2.5.

La persistencia de la crisis económica, el brexit, los cambios políticos en los Estados Unidos, las perturbaciones crecientes en el Este, el conflicto en Siria y sus consecuencias humanitarias, el auge del populismo y la xenofobia en los Estados miembros y la repercusión económica del cambio climático se conjugan para dar lugar al mayor reto al que se haya enfrentado la Unión desde hace más de medio siglo.

2.6.

Como se destaca en la nueva Estrategia global para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, titulada «Una visión común, una actuación conjunta: una Europa más fuerte» (2016), el nuevo contexto interior y mundial ha provocado un aumento de la inestabilidad y la inseguridad. Por consiguiente, ante el aumento de las amenazas existenciales, la UE debe ser más fuerte y estar más unida que nunca.

2.7.

La UE se ha comprometido colectivamente a dedicar el 0,7 % de su renta nacional bruta (RNB) a la ayuda pública al desarrollo (APD) de acuerdo con el calendario de la Agenda 2030. Para realizar las ambiciones del Consenso, la UE y sus Estados miembros deben alcanzar sus objetivos en materia de ayuda. En la actualidad, dado el contexto político en Europa, hay serias dudas de la voluntad de los gobiernos actuales y futuros de mantener ese nivel de compromiso financiero. La evolución de la situación política en los Estados miembros de la UE podría poner en peligro los compromisos en materia de cooperación al desarrollo de los gobiernos nacionales, habida cuenta de la fuerte presión ejercida por los movimientos políticos populistas para reducir la solidaridad mundial y los gastos en concepto de APD.

2.8.

Dado que el Reino Unido ha sido el principal contribuyente a la ayuda al desarrollo de la UE (con más de 14 000 millones de euros en 2015), el brexit tendrá una repercusión directa sobre la posición de la UE y su capacidad en este ámbito político concreto al limitar los recursos que tenía previsto invertir en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se ha estimado que, además de capacidades distintas de la financiera, el brexit hará perder a la Unión Europea alrededor del 15 % de su presupuesto de ayuda. Resulta fundamental que los Estados miembros de la UE sigan siendo solidarios y cumplan sus objetivos en materia de ayuda.

2.9.

La UE debería velar por que la APD siga centrándose en la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, comprobar que los fondos se utilizan de forma eficiente en beneficio real de estos países y garantizar la coherencia de las políticas en favor del desarrollo (CPD). El informe «AidWatch 2016» de la plataforma de ONG europeas Concord muestra que ya desde 2015, el 17 % de la ayuda concedida por la UE no refleja una transferencia real de recursos a los países en desarrollo, pues se trata de gastos realizados en los países donantes en favor de refugiados y estudiantes y para el alivio de la deuda, así como de pagos vinculados a ayudas e intereses. Algunos Estados miembros de la UE han incrementado los importes de ayuda declarados, prácticamente en su totalidad, en concepto de importes destinados a los refugiados en su propio país, que se convierten así en los principales beneficiarios de estas ayudas.

2.10.

Por naturaleza y por las razones que fundamentaron su creación, la UE está obligada a promover y defender el multilateralismo, un orden mundial basado en normas, la paz en el mundo y los derechos humanos. Con el paso del tiempo, la Unión se ha convertido en un socio mundial necesario, responsable y respetuoso de determinados valores, que aborda las causas profundas de los conflictos y la pobreza, promueve los derechos humanos universales, da ejemplo y utiliza su poder de influencia para introducir cambios positivos en el mundo.

2.11.

El compromiso de la Unión Europea y sus Estados miembros como actor mundial de primera línea en materia de cooperación al desarrollo es ahora parte integrante de la identidad de la Unión y de su imagen exterior.

2.12.

La UE es el mercado más abierto al mundo y ofrece importantes reducciones arancelarias a los países en desarrollo que ratifican y aplican los principales convenios internacionales en materia de derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y buena gobernanza.

2.13.

Más allá de los flujos financieros, la UE es un socio político indispensable de los países en desarrollo, ya que favorece transformaciones políticas y sociales positivas y los ayuda a participar de un modo más equitativo y completo en los procesos políticos y económicos mundiales.

2.14.

La UE ha desempeñado un papel importante en la formulación y aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) (2005-2015) y ha sido una fuerza motriz esencial para la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (2016-2030), al contribuir de forma decisiva a la integración de valores europeos, como los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la justicia social, en la nueva Agenda mundial para el desarrollo.

2.15.

La Unión Europea es un agente mundial de primera línea, que promueve progresos en materia de cambio climático y desempeñó un papel importante en la formación de la gran coalición de países desarrollados y en desarrollo que posibilitó la adopción del Acuerdo de París en diciembre de 2015. La UE se ha comprometido a dedicar el 20 % de su presupuesto a la acción por el clima, con fines tanto de mitigación como de adaptación, a fin de apoyar el Acuerdo de París.

2.16.

La encuesta Eurobarómetro de la UE sobre la cooperación y el desarrollo internacional, lanzada en febrero de 2016, indica que en la Unión casi nueve ciudadanos europeos de cada diez apoyan el desarrollo (89 %, lo que representa un aumento de cuatro puntos porcentuales desde 2014). Las cifras relativas a los nuevos Estados miembros tienden a ser ligeramente inferiores a las de los Estados miembros más antiguos. Los datos obtenidos ponen de manifiesto un aumento del porcentaje de ciudadanos que consideran que la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo debería ser una de las principales prioridades de la UE (aumento de cinco puntos porcentuales, es decir, el 69 %) y de los gobiernos nacionales (aumento de cinco puntos porcentuales, es decir, el 50 %). Cerca de siete participantes de cada diez defienden un aumento de la ayuda al desarrollo concedida por la UE (68 %), lo que constituye un porcentaje superior al de estos últimos años. Cerca de tres cuartas partes de los participantes en la encuesta manifestaron su acuerdo con la afirmación de que la ayuda al desarrollo es un medio eficaz de luchar contra las migraciones irregulares (73 %) y el 80 % de los europeos piensa que el desarrollo redunda en interés de la propia Unión Europea; el 52 % cree que la UE debería mantener su promesa de incrementar la ayuda a los países en desarrollo.

3.   Observaciones

3.1.

La interconexión es la piedra angular de la Agenda 2030, un marco de acción que tiene por objeto la elaboración de estrategias nacionales globales en materia de desarrollo sostenible, integrando de forma equilibrada las dimensiones económica, social y medioambiental a fin de alcanzar unos efectos positivos en los ámbitos conexos y teniendo en cuenta al mismo tiempo factores transversales como la igualdad de género, la juventud, la movilidad, las migraciones, las inversiones y la energía sostenible. Los objetivos principales establecidos en la Agenda 2030 giran en torno a las siguientes prioridades: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y la asociación.

3.2.

Aunque el número de personas que viven en condiciones de extrema pobreza ha disminuido en más de la mitad entre 1990 y 2015, más de 800 millones de personas siguen viviendo con menos de 1,25 dólares estadounidenses al día, y el 80 % de ellas vive en el África Subsahariana y el sur de Asia. El Consenso hace hincapié en la necesidad de erradicar la pobreza en los países muy pobres, frágiles o afectados por conflictos, y reforzar la resiliencia, en especial la de las poblaciones vulnerables que se enfrentan a crisis medioambientales y económicas, catástrofes naturales y provocadas por el hombre y amenazas mundiales para la salud.

3.3.

De aquí a 2030, las poblaciones pobres se concentrarán en los países inestables, expuestos a los efectos de conflictos, que agravan aún más la pobreza. En estas condiciones, para ayudar a las personas pobres, son necesarios diversos enfoques. A pesar de que un número más elevado de personas escapa a la extrema pobreza, han aumentado las desigualdades entre los países y dentro de estos. Aparte de la pobreza, los conflictos y el cambio climático, la desigualdad se ha convertido en la principal fuente de inestabilidad en la mayor parte del mundo.

3.4.

Algunos elementos sustanciales ocuparán un lugar central en la política de cooperación al desarrollo: la problemática de la discriminación y las desigualdades, la voluntad de que nadie se quede atrás, la importancia otorgada a la erradicación de la pobreza, elementos que en su conjunto constituyen la base del desarrollo sostenible. Del mismo modo, se realizarán avances desde el punto de vista de la dignidad humana: erradicación del hambre, acceso universal a la educación y la formación, sistemas de cobertura sanitaria, trabajo digno para todos, transición de la economía informal a la economía formal, una protección social suficiente y adecuada, y un entorno saludable. Estos objetivos pueden alcanzarse a través de una gobernanza basada en políticas consolidadas que sean operativas a escala nacional y de un nivel mínimo de protección de las personas vulnerables.

3.5.

La acción común de larga duración beneficiará a las poblaciones en situación de pobreza crónica, generará crecimiento económico, reducirá las desigualdades y transformará las posibilidades en resultados. Los logros económicos concretos deberán ir acompañados de políticas de redistribución del gasto público, mediante la mejora del acceso a servicios de calidad, en particular de educación, salud y saneamiento.

3.6.

Además, este planteamiento creará unos servicios de protección social eficaces, sostenibles y equitativos, vinculados a un trabajo generador de ingresos, sobre la base de una solidaridad basada en el empleo. Como servicio fundamental, se puede prever asimismo la garantía de una renta mínima (en tanto que instrumento nuevo), necesaria para crear las condiciones para la resiliencia, a fin de evitar el retorno a situaciones de pobreza extrema. Es necesario reforzar las estructuras sociales a medio y largo plazo. Es necesario reforzar las estructuras sociales a medio y largo plazo.

3.7.

Aunque el Consenso no lo menciona de forma expresa, se prevé mantener el compromiso contraído en virtud del Programa para el Cambio, concediendo un apoyo continuado a la inserción social y el desarrollo humano, que represente como mínimo el 20 % de la ayuda de la UE.

3.8.

Un elemento fundamental es la protección y el ejercicio de los derechos de las mujeres y las jóvenes, dentro del respeto de la salud sexual y reproductiva y los derechos afines, un factor esencial del desarrollo humano. Al mismo tiempo, es preciso reforzar la resiliencia de las poblaciones vulnerables ante las crisis económicas y medioambientales, en particular las catástrofes naturales y causadas por el ser humano. Asimismo, es necesario establecer un sistema de suministro de ayuda humanitaria coherente e integrado, a fin de ayudar a las personas desplazadas (con especial atención a los menores y otras personas vulnerables), mejorando el acceso a la educación y a empleos de calidad.

3.9.

Para mantener su capacidad vital, el ser humano debe tener acceso a una alimentación variada y suficiente, nutritiva, segura y accesible a todos. Es indispensable prestar apoyo a las comunidades pobres para mejorar su acceso a la tierra, al agua, incluida la potable, al saneamiento y a fuentes de energía limpias, de forma continuada, a un precio justo y equitativo, y con efectos mínimos sobre el medio ambiente. Garantizar dicho acceso permitirá reducir las formas de malnutrición y desnutrición y el retraso del crecimiento y favorecerá el proceso de adquisición de autonomía de los niños, así como su salud mental. Del mismo modo, el acceso a unos servicios más eficaces (progreso tecnológico e innovación digital) brindará la oportunidad de mejorar la calidad de vida de las poblaciones rurales y urbanas en rápido crecimiento, contribuyendo a la mejora de la salud, la prosperidad y la dignidad de los ciudadanos, y respondiendo a sus necesidades.

3.10.

La resiliencia y la sostenibilidad son elementos esenciales, indispensables para concebir soluciones viables en la actual coyuntura mundial de carácter complejo, dinámico e imprevisible. La vulnerabilidad agrava los efectos agudos de la pobreza, mientras que la extrema fragilidad vinculada a la recurrencia de las crisis estructurales sigue generando situaciones de emergencia humanitaria, lo que obstaculiza el desarrollo de algunas comunidades. La persistencia de los conflictos requiere más recursos de los disponibles, obstaculiza la implantación de derechos humanos fundamentales y provoca un aumento del número de refugiados y personas desplazadas. Los progresos se ven comprometidos por las dificultades recurrentes en materia de salud pública.

3.11.

El acceso a unos servicios energéticos asequibles y sostenibles (producción de energía a partir de fuentes renovables, lucha contra la pobreza energética) sigue siendo limitado y constituye un obstáculo al crecimiento económico y a una industrialización adecuada y eficaz, adaptada a las condiciones, las necesidades y las posibilidades locales (dentro del respeto de la protección del medio ambiente). El acceso a los recursos naturales es limitado, ya que los modos de explotación no sostenibles provocan su agotamiento.

3.12.

Una agricultura sostenible, sistemas alimentarios racionales y una pesca sostenible generan productos suficientes para satisfacer eficazmente las necesidades de la población, con un crecimiento exponencial cuando la presión sobre el medio ambiente es baja. El estrés hídrico y la demanda (no sostenible) de agua repercuten en el cambio climático.

3.13.

El Consenso se propone prestar especial atención a la baza demográfica que representa la juventud de los países en desarrollo, explotando todo el potencial de 1 300 millones de personas que constituyen el motor de un crecimiento inclusivo y un desarrollo sostenible, creando nuevos empleos de calidad y apoyando el empoderamiento de los jóvenes y su participación en la economía y la sociedad, así como en la toma de decisiones y los asuntos públicos a escala local.

3.14.

Es necesario emprender la transformación hacia una economía circular para hacer posible un uso eficaz de los recursos disponibles y apoyar el amplio proceso en favor de un desarrollo adecuado y sostenible. Existe un potencial real para que nuevos agentes del sector privado propongan asociaciones y soluciones innovadoras, así como mecanismos financieros eficaces, viables y éticos, que pueden convertirse en modelos de progreso. La cooperación, así como las tecnologías de la comunicación y la información (redes e infraestructuras resilientes y eficaces) son factores clave del éxito, siempre que los recursos y las inversiones se reorienten hacia la realización de los ODS, para poder realizar avances en respuesta a los retos mundiales.

3.15.

La erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible requieren un medio ambiente sostenible y un clima estable, pues constituyen una baza para los segmentos vulnerables de la sociedad. Los procesos económicos desequilibrados pueden amenazar la paz y la estabilidad y provocar migraciones a gran escala. Las preocupaciones medioambientales deben integrarse en las acciones de prevención, intensificando en especial la aplicación del principio de que «quien contamina paga». Un sector privado responsable puede desempeñar un papel esencial, promoviendo una utilización eficaz de los recursos y un consumo y una producción sostenibles, elementos que pueden desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, en el marco de la transición a una economía circular.

3.16.

El papel del sector privado en la aplicación de la Agenda 2030 debería evaluarse en función de su capacidad para contribuir a la realización de los objetivos de desarrollo en los países beneficiarios y basarse en los principios de la Alianza Mundial de Cooperación Eficaz para el Desarrollo. Si bien es cierto que los nuevos instrumentos de financiación en los que participan agentes privados pueden constituir una herramienta eficaz para generar desarrollo económico, empleo e ingresos públicos, es esencial que se sometan a las mismas condiciones de transparencia y evaluación que la financiación pública. La UE y sus Estados miembros deberían financiar evaluaciones transparentes e independientes que permitan a las partes interesadas, en particular a nivel local, evaluar la relación coste-eficacia y el impacto de las actividades de financiación del sector privado y comercial en materia de desarrollo. La UE y sus Estados miembros deben ponerse de acuerdo en un discurso coherente sobre el papel del sector privado en el desarrollo, para asegurarse de que ninguna región o país se quede atrás. Los mecanismos innovadores de financiación del desarrollo, como las asociaciones público-privadas (APP), deberían evaluarse a la luz de los principios de desarrollo y rentabilidad, a fin de evitar la ayuda condicionada y garantizar un marco normativo que permita a los gobiernos organizar los servicios públicos.

3.17.

La Unión Europea debe promover instrumentos internacionales poderosos en materia de economía responsable, a fin de alentar prácticas empresariales y cadenas de suministro responsables. Dado el creciente interés manifestado por el sector privado como agente del desarrollo, deberían adquirir mayor importancia los instrumentos existentes en favor de una conducta empresarial responsable. El respeto y la aplicación de las orientaciones y los principios reconocidos internacionalmente en relación con la conducta de las empresas y sus instrumentos para rendir cuentas deberían convertirse en condiciones esenciales para conceder ayudas al sector privado en el marco de la cooperación al desarrollo. La conformidad y la admisibilidad deberían estar vinculadas entre sí y todo incumplimiento detectado a través de un sistema de control debería dar lugar a la reconsideración de la ayuda financiera.

3.18.

Es necesario apoyar firmemente las prácticas comerciales responsables, la integración de los derechos humanos y laborales así como unas condiciones de trabajo dignas (de conformidad con el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo y con otras directrices y principios reconocidos a escala internacional en relación con la conducta empresarial), la responsabilidad social de las empresas (en lo que respecta a las normas laborales y una condiciones de trabajo dignas), la integridad financiera, la lucha contra la corrupción y las normas medioambientales. Así se evitarán los abusos y la corrupción, lo que contribuirá a la transición de una economía informal a una economía formal.

3.19.

El CESE considera que una condición fundamental para el desarrollo sostenible es el acceso no discriminatorio a una formación de calidad a lo largo de toda la vida, que garantice a cada ciudadano la posesión de los conocimientos y competencias necesarios. Una vida mejor, más digna y más comprometida, en función de las capacidades de cada cual, permitirá la emergencia de adultos mejores y más responsables, y más derechos en el seno de una sociedad justa, basada en el bienestar social y la prosperidad económica.

3.20.

Otro factor esencial del desarrollo sostenible reside en el diseño, la construcción, la puesta en funcionamiento y la explotación de infraestructuras urbanas eficaces: redes de transporte sostenibles, interconectadas y seguras, y otras infraestructuras resilientes. Las ciudades deben convertirse en centros de crecimiento e innovación, que favorezcan la inclusión, con comunidades rurales circundantes dotadas de unos servicios básicos dignos. Estos objetivos se enmarcan en el concepto de ordenación del territorio, gestión equitativa de los mercados financieros y movilidad urbana.

3.21.

La desigualdad, la ausencia de Estado de Derecho, la exclusión y las violaciones de los derechos humanos y las necesidades humanas son las principales causas de la pobreza, la fragilidad y los conflictos, que generan desplazamientos forzosos de población. La gobernanza democrática garantiza el ejercicio de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales (diversidad cultural), así como religiosos. El diálogo político permite actuar, y la reforma de la justicia, el acceso a la justicia para todos y una justicia independiente, abierta, responsable y eficaz permitirán aliviar la carga que soportan los grupos sociales vulnerables. Es necesario consolidar el Estado de Derecho, luchar contra la violencia y la delincuencia urbanas, maximizar la seguridad de la población y reforzar las capacidades del Estado, la responsabilidad, la transparencia y la prevención de los conflictos. De este modo, se podrá desarrollar la confianza entre el gobierno y la población.

3.22.

El desarrollo sostenible requiere sociedades que favorezcan la integración e instituciones democráticas que promuevan valores universales: una buena gobernanza a varios niveles, el Estado de Derecho, procedimientos transparentes de toma de decisiones, iniciativas de lucha contra la corrupción, derechos humanos, una sociedad libre, justa y abierta y una sociedad civil transparente, factor de inserción y resistente a las crisis internas o externas.

3.23.

Desde el punto de vista de la futura estrategia de la UE en el ámbito de las relaciones culturales internacionales (JOIN 2016/29 y dictamen REX/480 aún en curso de elaboración), el CESE destaca la importancia que debe concederse a la cultura como cuarto pilar del programa de desarrollo y, por tanto, recomienda integrarlo en las prioridades del Nuevo Consenso Europeo en materia de Desarrollo.

3.24.

En su dictamen SOC/268 de 2007 sobre inmigración y cooperación para el desarrollo, el CESE observa que «las migraciones son positivas tanto para los países de origen como para los países de acogida». Sin embargo, cabe señalar que una mala gestión de las migraciones puede conducir a la inobservancia de los derechos humanos y a la denegación del acceso a la educación y la sanidad. Los migrantes pueden ser víctimas de la trata de seres humanos y del trabajo forzoso. Es necesario reaccionar y adoptar medidas rápidas y firmes, tanto en los países de origen y de tránsito como en los de destino final. Es necesario instaurar una coordinación sistemática, estructurada y sinérgica a fin de maximizar las consecuencias positivas y reducir la migración irregular. Este enfoque coordinado deberá articularse con la ayuda humanitaria. La solución es aplicar una política de desarrollo sostenible, con un esfuerzo continuo en los países de origen de las migraciones. El diálogo político es un componente de la política exterior europea y un instrumento que permite limitar las migraciones.

3.25.

Según la encuesta Eurobarómetro sobre la cooperación internacional y el desarrollo, lanzada en febrero de 2016, más de una tercera parte (36 %) de los ciudadanos de la Unión ha oído hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aunque solo uno de cada diez (10 %) sabe en qué consisten. En las regiones septentrionales y centrales, el número de ciudadanos que han oído hablar de los objetivos de desarrollo sostenible es mayor, y también son más los que han leído información al respecto. Es evidente que la Unión Europea debe esforzarse más por educar e informar a los ciudadanos europeos sobre la cooperación al desarrollo, haciendo especial hincapié en los Estados miembros del sur y el este de Europa. El CESE también formuló esta recomendación en su dictamen REX/461 titulado «La Agenda 2030 — Una Unión Europea comprometida a apoyar el desarrollo sostenible a escala mundial»: «La Comisión Europea debe organizar y poner en práctica campañas y actividades de concienciación para lograr que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible sea una agenda europea. La Comisión Europea debe realizar encuestas Eurobarómetro periódicamente para medir el grado de comprensión y concienciación sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible entre los ciudadanos de la UE. Las organizaciones de la sociedad civil tienen una función crucial que desempeñar en este proceso.»

3.26.

La UE está capacitada para desempeñar un papel de primer plano en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y está en condiciones de asumirlo gracias a la magnitud de su solidaridad, sus políticas sociales y sus asociaciones económicas y comerciales con todas las partes interesadas que comparten los mismos valores. Su vasta red diplomática garantiza la coherencia y la lógica de su actuación y refuerza su credibilidad, legitimidad y valor añadido, con un impacto positivo. La diversidad de experiencias europeas, los enfoques diferenciados, el valor añadido y la unidad en la diversidad son elementos concretos de la acción exterior de la Unión que representan una ventaja competitiva.

Bruselas, 26 de abril de 2017.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Georges DASSIS


(1)  Documento de trabajo de los servicios de la Comisión. Evaluación del Consenso Europeo sobre Desarrollo de 2005 que acompaña a la iniciativa «Propuesta de un Nuevo Consenso Europeo sobre Desarrollo».

(2)  The Cost of Non-Europe in Development Policy: Increasing Coordination between EU Donors [«El coste de la no Europa en la política de desarrollo: reforzar la coordinación entre los donantes de la Unión Europea»), Parlamento Europeo (2013)].

(3)  Informe AidWatch, Concord (2016).


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