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Document 52018DC0757

INFORME DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO sobre el desarrollo de proteínas vegetales en la UE

COM/2018/757 final

Bruselas, 22.11.2018

COM(2018) 757 final

INFORME DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

sobre el desarrollo de proteínas vegetales en la UE


1    Introducción

La producción y el abastecimiento de proteínas vegetales para el sector agroalimentario ha estimulado en repetidas ocasiones el debate político a escala de la UE. El presente informe pretende cumplir el compromiso adquirido por la Comisión durante el proceso de adopción del Reglamento (UE) 2017/2393, de revisar la situación de la oferta y la demanda de proteínas vegetales en la UE y explorar las posibilidades de seguir desarrollando su producción de manera coherente desde un punto de vista económico y medioambiental.

Además, el Parlamento Europeo adoptó un informe, en abril de 2018, en el que se pedía una estrategia europea para la promoción de las proteaginosas 1 .

Dicho informe resume el trabajo realizado por la Comisión en respuesta a este compromiso analizando el sector de las proteínas en la UE. Este proceso supuso la participación de las partes interesadas y de representantes de los Estados miembros a través de una encuesta; cuatro seminarios con expertos celebrados en Bélgica, Francia, Rumanía y los Países Bajos; conversaciones bilaterales en Estados miembros, así como un estudio externo sobre las posibilidades de mercado para las proteínas vegetales cultivadas en la UE.

2    Oferta y demanda de proteínas vegetales en la UE

El informe se centra en las plantas ricas en proteínas con un contenido de proteína bruta de más del 15 % (oleaginosas: colza, girasol y habas de soja; legumbres: alubias, guisantes, lentejas, altramuces, etc.; y leguminosas forrajeras: fundamentalmente alfalfa y trébol), que representan aproximadamente una cuarta parte del suministro de proteína vegetal bruta en la UE.

Aunque los cereales y las gramíneas contribuyen de manera significativa al total del suministro de proteína vegetal en la UE, no están incluidos en el presente informe debido, respectivamente, a su bajo contenido en proteínas y a su escasa importancia en el mercado.

En 2016 y 2017, la demanda de proteínas vegetales en la UE ascendió a unos veintisiete millones de toneladas de proteína bruta (gráfico 1). El mercado de los piensos es, con diferencia, el mercado más importante (93 % en volumen 2 ) y se abastece fundamentalmente de harinas de oleaginosas 3 .



Gráfico 1    Uso de proteínas y sus fuentes en la UE 2016/17 (en millones de toneladas de proteína bruta)

Dependiendo de la fuente de proteína, el índice de autosuficiencia de la UE varía considerablemente (colza 79 %, girasol 42 %, soja 5 %). En consecuencia, la UE importa anualmente alrededor de 17 millones de toneladas de proteínas brutas (de las cuales, 13 millones de toneladas son a base de soja y equivalen a 30 millones de toneladas de habas de soja); fundamentalmente de Brasil, Argentina y los Estados Unidos. La UE importa también 1,5 millones de toneladas de proteína bruta de girasol y hasta un millón de toneladas de colza, ambas principalmente de Ucrania.

La superficie dedicada a la soja en la UE se ha duplicado hasta alcanzar casi un millón de hectáreas desde la reforma de la política agrícola común (PAC) en 2013, con una producción de 2,8 millones de toneladas en 2018. Los principales productores de soja son Italia, Francia y Rumanía.

Las legumbres muestran una tendencia positiva similar: desde 2013 la producción casi se ha triplicado en la UE y, en 2018, alcanzó los 6 millones de toneladas (2,6 millones ha). Las principales legumbres cultivadas son los guisantes forrajeros y las habas, mientras que las lentejas y los garbanzos solo se cultivan en zonas limitadas. Francia, España y Lituania son los principales productores de guisante forrajero; el Reino Unido y Francia cultivan habas.

En cuanto a la colza, la principal oleaginosa cultivada en la UE, la superficie ha aumentado en un 66 %, de 4,1 a 6,8 millones de hectáreas entre 2003 y 2018. La producción de la UE ha alcanzado los 20 millones de toneladas, principalmente impulsada por la demanda para biodiésel (Directiva sobre energías renovables). Su subproducto (la harina de colza) es una fuente importante de piensos ricos en proteínas. Los principales productores de colza son Francia, Alemania y Polonia.



Gráfico 2    Porcentaje de superficie de los Estados miembros destinada al cultivo de proteaginosas en 2017

Fuente: Eurostat.

El mercado alimentario de las proteínas vegetales es más pequeño (7 % en volumen), aunque potencialmente muy rentable. En 2017 se consumieron casi tres millones de toneladas en la UE: guisantes, habas, lentejas, garbanzos, otras legumbres y habas de soja. La UE importa alrededor de un millón de toneladas de legumbres para alimentación humana, en particular garbanzos y lentejas. En cuanto a los guisantes forrajeros y las habas, la UE es un exportador neto.

3    Desarrollo de los segmentos de mercado en la UE

El mercado de proteínas vegetales tiene tres segmentos distintos: piensos convencionales, piensos de alto valor, y alimentos –cada uno con sus propias características económicas, sociales y medioambientales.

3.1Piensos compuestos convencionales

El mercado de los piensos compuestos es, con diferencia, el mayor mercado para las proteínas vegetales. Dos tercios de dicho mercado están destinados a las aves de corral (35 %) y al ganado porcino (33 %), mientras los rumiantes (ganado vacuno, ovino y caprino) representan el 28 % 4 . Los piensos para aves de corral y ganado lechero son los principales impulsores del crecimiento anual del 1 % (Gráfico 3), mientras que los piensos para el ganado porcino han permanecido estancados.

Se espera que el índice de crecimiento siga siendo positivo hasta 2030 5 , aunque solo al 0,3 % anual.

Gráfico 3    Uso de piensos compuestos en la UE (2004-17)

El mercado de los piensos compuestos convencionales está muy condicionado por los precios. Los ganaderos se centran en la «relación calidad precio» a la hora de satisfacer las necesidades nutricionales de sus animales (contenido de proteínas y aminoácidos).

La harina de soja es un ingrediente predilecto en la formulación de los piensos compuestos, debido a su elevado contenido en proteínas (más del 40 %), su contenido en aminoácidos y su disponibilidad durante todo el año, lo que reduce la necesidad de reformular con frecuencia la composición de los piensos. Las perspectivas de crecimiento del cultivo de proteínas vegetales en la UE en el mercado de los piensos compuestos convencionales son limitadas.



Gráfico 4    Índices de crecimiento anual previstos para los productos de origen animal en la UE 2017-30, en total y por regiones

Otra tendencia importante es el relativo desplazamiento de la producción ganadera a Europa oriental: Polonia (especialmente aves) y en cierta medida Hungría y Rumanía (gráfico 4) donde los costes de producción son más bajos.

Este giro podría estimular la demanda de proteínas vegetales cultivadas en la UE, ya que estas regiones coinciden con las principales zonas de producción de proteínas vegetales de la Unión.

3.2Piensos de calidad superior

Los consumidores de la UE son cada vez más conscientes de cómo se elaboran los productos de origen animal. Piden estándares más elevados en cuanto al bienestar animal, el impacto medioambiental (cambio climático o deforestación), y el tipo de producción (basada en piensos ecológicos o no modificados genéticamente, cadenas de suministro regionales).

En respuesta a estas demandas, han surgido en la UE distintos segmentos de mercado de alta gama para los piensos.



Cuadro 1    Porcentaje de piensos no modificados genéticamente en Estados miembros seleccionados (2012)

Esta tendencia es más visible en el caso de los productos de animales alimentados con piensos no modificados genéticamente. Por ejemplo, en Alemania en 2012, el 9 % del pienso para el ganado vacuno era no modificado genéticamente (cuadro 1), mientras que en 2017 la leche certificada por la asociación VLOG 6 alcanzó una cuota de mercado de más del 40 %. En Austria la evolución de varios sectores ganaderos es similar.

Desgraciadamente, en este momento es complicado realizar un análisis más pormenorizado de esta evolución, debido a la falta de datos exhaustivos sobre los segmentos de los piensos de calidad superior a escala de la UE.

Gráfico 5    Situación del mercado austriaco

                    Fuente: Austria, estudio de caso, Agrosynergy (2018. Próximamente)

Esta situación crea oportunidades de mercado para los piensos cultivados en la UE, por definición no modificados genéticamente. El suplemento en el precio por la soja no modificada genéticamente es de 80-100 euros por tonelada, en parte para cubrir el menor rendimiento y los costes más elevados, pero también como respuesta a la escasa disponibilidad. Únicamente nueve millones de toneladas se comercializan en todo el mundo como no modificadas genéticamente 7 , lo que representa el 6 % del comercio mundial de habas de soja.

La producción ecológica también muestra índices elevados de crecimiento en la producción animal de la UE, gracias a una creciente demanda de más del 10 % anual como media.

Gráfico 6    Índice anual de crecimiento de la producción animal ecológica en la UE

En 2016, el 3 % de la leche de la UE fue ecológica. Se espera que aumente al 10 % de aquí a 2030. En cinco Estados miembros, (Austria, Dinamarca, Grecia, Letonia y Suecia), las cuotas de mercado ya han sobrepasado el 10 % (cuadro 2).

Cuadro 2    Producción ecológica de productos lácteos en 2017 (*2016)

El crecimiento de la producción animal ecológica afecta directamente a la producción de legumbres secas y otros cultivos proteaginosos ecológicos para piensos, con un índice del 11 % anual (Cuadro 3). Es probable que esta tendencia continúe e incluso aumente.

En el caso de los rumiantes, el crecimiento de la producción ecológica también favorece los sistemas de alimentación con hierba y la producción de piensos en las explotaciones, para cumplir con el porcentaje mínimo de pienso producido en la explotación.

Cuadro 3    Superficie de legumbres secas y cultivos proteaginosos ecológicos (2016)

El fuerte desarrollo de las cadenas de piensos de calidad superior es un motor importante para las proteínas vegetales cultivadas en la UE.

La creciente demanda de piensos no modificados genéticamente ofrece oportunidades a los agricultores que cultivan habas de soja, ya que, actualmente, su disponibilidad fuera de Europa es limitada.

3.3 Segmento de la alimentación humana

La ingesta humana de proteínas vegetales va en aumento en muchas regiones de la UE, especialmente en Europa occidental y septentrional. Resulta especialmente prometedor el mercado de las alternativas a la carne y los productos lácteos, con unos índices de crecimiento anual del 14 % y del 11 %, respectivamente (gráfico 7).

Este segmento ya no constituye un nicho de mercado, debido a que las principales empresas alimentarias entran en el en este mercado y en las grandes empresas de distribución con sus propias marcas. Alrededor del 90 % de las alternativas a la carne son consumidas por los flexivegetarianos 8 Los distribuidores con frecuencia promocionan sus productos a base de proteínas vegetales en los mismos estantes que los productos cárnicos y lácteos tradicionales.

Gráfico 7    Volumen de negocio de las alternativas a la carne y los productos lácteos en la UE (2013-17)

El mercado de las legumbres para la alimentación en la UE se está beneficiando de innovaciones en los procesos de precocinado, de la inclusión de las legumbres en la comida rápida preparada y del desarrollo de nuevas legumbres como el «edamame».

Las legumbres también se están beneficiando del creciente interés por los productos regionales. Nombres locales de legumbres con características ligadas a su lugar de producción pueden registrarse como indicaciones geográficas protegidas o denominaciones de origen protegidas.

Hasta ahora se han reconocido casi cuarenta legumbres procedentes de ocho Estados miembros distintos: España (p.ej. lentejas de la Armuña), Italia, Francia (p.ej., lenteja verde de Le Puy), Grecia (p.ej., habas de Santorini), Suecia, Letonia, Austria y Polonia. Estos productos suelen venderse a precios más elevados que los productos habituales.

El mercado alimentario de las proteínas vegetales está experimentando un crecimiento de dos dígitos. Pero, para obtener un panorama más completo, se precisan más datos con los que seguir esta evolución.

En dos de los seminarios celebrados para facilitar datos para el presente informe (sobre cadenas de suministro y segmentos de mercado), se subrayó la importancia de cadenas de suministro que funcionen bien en el segmento de la alimentación humana.


Cuadro 4    Resumen: características de los tres segmentos

4    Beneficios agronómicos, medioambientales y climáticos de las leguminosas

Las leguminosas [legumbres, soja y leguminosas forrajeras (alfalfa, trébol)] son plantas que contribuyen a la fijación del nitrógeno, al contener bacterias simbióticas denominadas Rhizobium en los nódulos de sus sistemas de raíces, que producen compuestos nitrogenados.

El nitrógeno es un componente importante de las proteínas y un nutriente necesario para las plantas. Las leguminosas en la rotación de cultivos normalmente traen consigo una menor necesidad de abonos nitrogenados minerales y orgánicos, que contribuyen al 25 % del total de las emisiones directas de gases de efecto invernadero de la agricultura en la UE 9 .

Introducir leguminosas en los sistemas de rotación de cultivos a largo plazo proporciona una serie de efectos positivos en las condiciones del suelo. El carbono del suelo desempeña un papel fundamental en el ciclo del carbono, la fertilidad del suelo y el desarrollo de las plantas, y es por ello importante en los modelos climáticos mundiales y en los sistemas agrícolas.

Así pues, se ha observado un mayor rendimiento en cultivos seleccionados plantados después de leguminosas, p.ej., el rendimiento del trigo, el maíz o la colza puede ser de más de un 10 % en comparación con su cultivo después de un cereal. También mejora la calidad de los cereales (p.ej., mayor contenido en proteínas o menor contaminación por micotoxinas) cuando se cultivan después de leguminosas.

Incluir leguminosas en la rotación de cultivos disminuye también la presión de las plagas al constituir una ruptura en diversos ciclos de plagas que afectan a los cereales. No obstante, las leguminosas también están sometidas a plagas específicas.

La mayor parte de las leguminosas son muy atractivas para las abejas y, con frecuencia, son refugio de otros tipos de vida silvestre y pueden, por tanto, tener un efecto positivo en la biodiversidad en sistemas agrícolas de bajos insumos. La alfalfa y el trébol también tienen un efecto beneficioso en la gestión de las malas hierbas para los cultivos posteriores y pueden, por tanto, reducir o eliminar el uso de herbicidas.

Para hacer realidad estos beneficios medioambientales es condición indispensable contar con buenas prácticas agrícolas. Los sistemas de producción de muchas leguminosas son comparativamente más exigentes y las leguminosas experimentan disparidades y una mayor variabilidad en el rendimiento en comparación con los cereales o la colza.

Esto último supone un obstáculo fundamental para una mayor expansión de la producción de proteaginosas y un objetivo principal para su mejora. Cabe achacar a la falta de recursos para el cultivo y a las lagunas en el conocimiento (escasa pericia agronómica, insuficiente cooperación entre agricultores y otros sectores, etc.) el hecho de que únicamente el 3 % de la superficie de la tierra cultivable de la UE se utilice en la actualidad para las leguminosas, a pesar de sus beneficios agronómicos y medioambientales.

5    Investigación e innovación a escala de la UE

El actual marco de investigación e innovación de la UE respalda la innovación a través de la Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas que recibe apoyo de dos fuentes de financiación: el Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte 2020 y los Programas de Desarrollo Rural (PDR) que apoyan a grupos operativos y a servicios de asistencia a la innovación (véase el gráfico 8).

Gráfico 8    Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas – vincular Horizonte 2020 a la PAC

Las leguminosas se han beneficiado de proyectos de investigación a distintos niveles. Partiendo de proyectos anteriores que abordaban cuestiones de cultivo relacionadas con las presiones bióticas o abióticas, los usos alimentarios o en piensos y los activos medioambientales de las leguminosas, los proyectos en curso de Horizonte 2020 están estudiando rutas de transición hacia sistemas de producción y cadenas de valor sostenibles y competitivos basados en las legumbres en la UE, así como estrategias de cultivo y características de los alimentos.

En 2018, la red temática «Legumes Translated» comenzó a recopilar los conocimientos y las mejores prácticas existentes sobre sistemas de cultivo de leguminosas y cadenas de valor sostenibles. La Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas organizó un grupo temático sobre proteaginosas, que ha elaborado un informe 10 .

Con el fin de abordar cuestiones más locales, la mayoría de los Estados miembros financian grupos operativos dentro de sus programas de desarrollo rural. Algunos de ellos incluyen las plantas proteaginosas (servicios ecosistémicos proporcionados por las leguminosas, producción vegetal, uso para piensos y alimentos) por ejemplo, los grupos denominados:

· Garantizar y aumentar la producción de guisantes, altramuces y habas en Bretaña (Francia).

·Mejorar los sistemas de forraje (incluida la alfalfa) para la producción de queso DOP Parmigiano Reggiano (Italia).

Las leguminosas desempeñan un papel esencial en cuestiones interrelacionadas relativas a la diversificación de los cultivos, la gestión sostenible de los suelos y los ciclos de nutrientes, que también aborda la I+D. A través de todas estas actividades, los enfoques multilaterales y sisteméticos han guiado y guiarán las actividades de I+D en las propuestas para Horizonte Europa y el futuro de la PAC. La I+D puede contribuir a que estos cultivos sean más competitivos y, para ello, es fundamental desarrollar de manera simultánea los mercados de destino, coordinar las cadenas de suministro y mejorar las técnicas de producción.

6    Instrumentos normativos de la UE e iniciativas de los Estados miembros

6.1Principales instrumentos de la PAC de apoyo a las proteaginosas

La actual PAC proporciona varios instrumentos que reconocen directa o indirectamente los beneficios de las leguminosas desde un punto de vista medioambiental o mantienen y apoyan la producción de proteaginosas en la UE, por ejemplo:

·ecologización – a través de la posibilidad de producir determinados cultivos que fijan el nitrógeno beneficiosos para la biodiversidad en superficies de interés ecológico (SIE), y un requisito de diversificación de los cultivos;

·programas de desarrollo rural, p.ej., a través de medidas agroambientales y climáticas, transferencia de conocimientos, servicios de asesoría, cooperación e innovación, e instrumentos de inversión;

·ayuda asociada voluntaria – que puede proporcionarse a sectores que estén experimentando dificultades y para mantener el actual nivel de producción.

Estas medidas, junto con un entorno de mercado positivo, han contribuido a una evolución favorable en los últimos años y al aumento de la producción de proteaginosas en la UE.

Todos los Estados miembros, excepto Dinamarca, permiten que los agricultores cumplan su obligación relativa a las SIE mediante cultivos que fijan el nitrógeno (8,3 millones de hectáreas, es decir, el 15 % de la superficie cultivable en 2017). Los cultivos que fijan el nitrógeno son los que en mayor medida han sido declarados cultivos tipo SIE (37 % del total de las SIE)

Algunos Estados miembros añaden requisitos con respecto a los cultivos anteriores y posteriores a los cultivos que fijan el nitrógeno en las SIE, con el fin de garantizar los beneficios de la biodiversidad. En la actualidad, se están evaluando los efectos en la biodiversidad 11 .

Las posibilidades de utilizar medidas de ayuda a las proteaginosas en el contexto de los programas de desarrollo rural son muy amplias. Teniendo en cuenta la naturaleza de dichos programas y su gran número, el presente informe no pretende cuantificar su uso, sino que demuestra, a través de ejemplos, de qué manera algunos de ellos pueden ser adecuados para respaldar el cultivo de proteaginosas.

Las proteaginosas se incluyen en algunas medidas agroambientales y climáticas. Los Estados miembros pueden otorgar ayudas a los agricultores por introducir proteaginosas en rotación o por mantener la cubierta vegetal para mejorar la calidad del suelo y del agua en zonas concretas.

En el periodo de programación 2014-20, más de tres millones de hectáreas se han sometido a prácticas de rotación y de diversificación de cultivos. Por ejemplo, en Valonia, la rotación con mezclas de cereales y al menos el 20 % de leguminosas puede optar a ayudas, siempre que no se utilicen fertilizantes ni pesticidas.

Alemania tiene una medida agroambiental y climática para ayudar a la rotación de los cultivos en el cultivo al aire libre, con la condición de que se incluya al menos un 10 % de leguminosas.


Cuadro 5    Notificaciones de los Estados miembros sobre el uso de la ayuda asociada voluntaria (X) y SIE (en verde) para distintas proteaginosas en 2019

Estado miembro

Guisante

Haba

Garbanzo

Altramuz

Alfalfa

Habas de soja

Oleaginosas (distintas de las habas de soja)

Ayuda asociada voluntaria* (ha)

AT

BE

BG

X

X

X

X

X

X

102 356

CY

CZ

X

X

X

X

X

134 000

DE

DK

EE

EL

X

X

X

X

 X

X

151 058

ES

X

X

X

X

X

X

943 046

FI

X

X

X

176 570

FR

X

X

X

X

2 206 061

HR

X

X

X

X

X

70 000

HU

X

X

X

X

X

261 070

IE

X

X

X

4 500

IT

X

X

X

X

X

X

602 522

LV

X

X

X

X

X

X

38 449

LT

X

X

X

X

101 400

LU

X

X

X

X

X

800

MT

NL

PL

X

X

X

X

X

X

298 675

PT

RO

X

X

426 360

SE

SK

X

X

X

430 104

SI

UK

*Ayuda asociada voluntaria: número fijo de hectáreas basado en la superficie de producción histórica en el periodo 2009-2013

 

 

Es probable que el apoyo a la agricultura ecológica en los programas de desarrollo rural tenga una repercusión notable en el desarrollo de los cultivos proteaginosos en la UE, ya que la agricultura ecológica depende de las leguminosas para el nitrógeno y para los piensos producidos en las explotaciones.

Puede hacerse uso de la transferencia de conocimientos y de medidas de asesoramiento para sensibilizar sobre los beneficios agronómicos y medioambientales de los sistemas de rotación y asesorar a los agricultores. Las medidas de cooperación promueven la interacción entre agricultores y otros agentes, p.ej., para establecer y desarrollar cadenas de suministro cortas y mercados locales.

Los Estados miembros pueden utilizar también otras medidas contempladas en dichos programas que proporcionan ayuda para la inversión en activos físicos, con el fin de cambiar la orientación de su producción, p.ej., hacia las proteaginosas.

En virtud del sistema de pagos directos, los Estados miembros pueden conceder ayuda asociada voluntaria a sectores que están experimentando dificultades, con el fin de mantener los actuales niveles de producción. Las oleaginosas, las leguminosas de grano y otras proteaginosas pueden acogerse a dicho sistema.

En 2019, dieciséis Estados miembros prestarán asistencia a los cultivos proteaginosos por medio de la ayuda asociada voluntaria. Casi el 12 % del presupuesto de la ayuda asociada voluntaria está asignado a los cultivos proteaginosos. El nivel de ayuda oscila entre 35 y 660 EUR por ha (una media de 79 EUR por ha).

En 2017, reconocidas organizaciones de productores incluyeron en 222 casos los cultivos proteaginosos en su actividad 12 . La mayor parte de estas organizaciones están mejorando la cadena de suministro y el acceso al mercado, utilizando las exenciones de las normas de competencia de la UE para la comercialización conjunta.

Trece Estados miembros tienen previsto distribuir legumbres a los niños a través de los programas escolares de la UE en los próximos años (basados en estrategias nacionales que han presentado dichos Estados miembros).

6.2Ejemplos de iniciativas de los Estados miembros

Utilizando en parte instrumentos normativos de la UE, Alemania, Francia (en cooperación con una organización interprofesional), y Polonia 13 han establecido planes nacionales de ayuda al cultivo de proteaginosas.

Austria, Dinamarca y los Países Bajos han adoptado iniciativas para promover las proteínas vegetales. En Dinamarca, el Panel Nacional de Bioeconomía publicó en la primavera de 2018 sus recomendaciones sobre el futuro de las proteínas 14 . Dichas recomendaciones están estrechamente vinculadas con la consecución de objetivos medioambientales para la Directiva marco sobre el agua, la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero y del uso de pesticidas. Se presta especial atención a la I+D, desde la extracción de proteínas de los pastos, las habas y de otras fuentes (insectos y proteínas marinas) hasta la aplicación de dichas proteínas en piensos, alimentos y materiales biológicos, con el objetivo de producir comercialmente materias primas basadas en proteínas que sean sostenibles.

A pesar de la ausencia de un plan nacional, Austria se centra en las proteínas vegetales de origen local y, en los últimos años, ha aumentado considerablemente la superficie dedicada a las proteaginosas. Respaldada por una fuerte demanda de producción de piensos no modificados genéticamente y centrándose en sistemas de asesoramiento a las explotaciones, la soja se ha convertido en el cuarto cultivo forrajero y podría superar al maíz en los próximos años.

La política alimentaria de los Países Bajos incluye un objetivo para reequilibrar la proporción entre las proteínas animales y vegetales en el consumo humano. Un punto de atención es la información al público y la educación sobre nutrición, con el fin de mejorar el conocimiento entre los consumidores. El sector lácteo neerlandés ha introducido un plan que prevé que, para antes de 2025, el 65 % de las proteínas utilizadas en las explotaciones lecheras deberán proceder de la propia explotación o de un radio de 20 km. Este objetivo estimulará la producción regional de proteaginosas y mezclas de trébol y hierbas.

A escala supranacional, en julio de 2017, catorce Estados miembros firmaron la «Declaración europea sobre la soja» 15 , por la que se comprometían a promover la producción sostenible de soja en zonas adecuadas de Europa, incluirla en diversas rotaciones de cultivos y desarrollar mercados sostenibles de soja y otras leguminosas en Europa. Los firmantes se han comprometido a adoptar medidas como la promoción de dietas sanas y sostenibles utilizando proteínas vegetales, el fomento de una alimentación del ganado más precisa, la reducción de la dependencia de la soja importada mediante un uso más efectivo de las fuentes proteicas europeas y el refuerzo del apoyo a la certificación de habas de soja producidas de manera sostenible.

7    Conclusiones

Con la ayuda de un entorno de mercado positivo y de las medidas normativas existentes, el sector de las proteínas vegetales de Europa ha crecido de forma dinámica en los últimos años, en particular en el caso de los segmentos de piensos de calidad superior y de la alimentación humana.

Con los datos actualmente disponibles, no es fácil cuantificar con qué dinamismo crecerán dichos segmentos en el futuro. No obstante, los siguientes motores seguirán influyendo en su evolución:

·el crecimiento en relativa competencia de las proteaginosas cultivadas en la UE frente a otros cultivos y a otras proteínas vegetales que no procedan de la Unión, p.ej., mediante la disponibilidad de mejores variedades y un mejor conocimiento de prácticas agronómicas concretas y otros aspectos del ciclo de producción;

·el desarrollo de cadenas de suministro organizadas y de organizaciones de productores en el sector, que permitan economías de escala, mejoras en la calidad y etiquetados que promuevan las proteaginosas cultivadas en la UE;

·un mayor reconocimiento de cómo contribuyen las leguminosas a los objetivos medioambientales y climáticos, a través de prácticas agroecológicas, como una mayor rotación de cultivos;

·comportamientos y preferencias de los consumidores cambiantes, que incluyen el reequilibrio de las proteínas vegetales frente a las animales en el consumo humano y la agricultura respetuosa con el medio ambiente;

·la influencia de otras políticas y debates en la sociedad sobre la producción de proteaginosas (p.ej. detener la deforestación tropical, contribuir al acuerdo de París sobre el cambio climático, los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, la Directiva sobre energía renovable y la estrategia europea sobre sostenibilidad y bioeconomía).

Una serie de instrumentos normativos ya existentes y las propuestas de políticas en virtud del nuevo presupuesto plurianual de la UE (marco financiero plurianual), en particular para la agricultura y la investigación, ofrecen opciones para fortalecer aun más el desarrollo de las proteínas vegetales cultivadas en Europa:

1.Apoyo a los agricultores que cultivan proteaginosas a través de la propuesta de la futura PAC, incluyéndolos en planes estratégicos nacionales de la PAC

Desarrollar los cultivos proteaginosos podría contribuir a alcanzar la mayoría de los nueve objetivos de la PAC (económicos, medioambientales, climáticos y socioeconómicos, inclusive unas dietas más sanas).

Con el fin de ayudar a los Estados miembros a identificar medidas específicas, en consonancia con el análisis de sus propias necesidades, la Comisión ofrecerá asesoramiento sobre distintas maneras de incluir las proteínas vegetales en los planes estratégicos nacionales, entre ellas:

·establecer programas sectoriales, con un beneficio directo o indirecto para las proteínas, para fortalecer las cadenas de suministro, liberar el potencial del mercado de las proteínas vegetales y aumentar la resiliencia de los agricultores;

·incentivar los beneficios de las leguminosas para los objetivos medioambientales y climáticos (como la cubierta vegetal o la rotación de cultivos) a través de regímenes ecológicos y compromisos de gestión ambiental o climática en el marco de los programas de desarrollo rural. Esto ofrecería posibilidades para ayudar a los productores a adoptar tipos de agricultura más sostenibles, entre ellos, la intensificación sostenible, la agricultura de conservación y las prácticas agroecológicas;

·movilizar la ayuda al desarrollo rural para inversiones en las explotaciones, mediante el apoyo al asesoramiento agrícola, la transmisión de conocimientos, la creación de organizaciones de productores y la cooperación en toda la cadena alimentaria;

·dedicar sumas adecuadas a la ayuda a la renta asociada para las proteínas vegetales que experimentan dificultades en su desarrollo, con el fin de que sean más competitivas y sostenibles o de mejorar su calidad (no limitándolas al 2 % adicional).

2.Continuar impulsando la competitividad a través de la I+D

La I+D es el motor principal de la mejora de la competitividad de las proteaginosas cultivadas en la UE. El apoyo continuado de los programas de investigación de la UE y de los Estados miembros contribuirá a cubrir las lagunas relativas al cultivo, a contrarrestar la baja inversión del sector privado en cultivos proteicos «más pequeños» y a centrarse en la protección de cultivos respetuosos con el medio ambiente, la gestión sostenible del suelo y las cadenas de suministro.

La propuesta para «Horizonte Europa», con la duplicación del presupuesto agroalimentario, nos permitirá abordar estos retos, inclusive, si procede, a través de convocatorias de proyectos de investigación e innovación específicos para las proteaginosas.

La Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas, con ayuda tanto de Horizonte Europa como de los programas de desarrollo rural, contribuye a aplicar la innovación en las explotaciones y las cadenas de suministro.

En el marco de la Asociación, las redes temáticas y los grupos operativos continuarán recopilando las mejores prácticas y sacando el máximo partido de los resultados de la investigación al compartirlos en toda Europa.



3.Mejorar el análisis de mercado y la transparencia, a través de mejores herramientas de control para las proteaginosas

Una mejor recogida de datos de precios, flujos comerciales y cifras de producción o consumo nos ayudarán a entender mejor la dinámica del mercado.

La DG AGRI incorporará de manera sistemática las proteaginosas en el trabajo del Observatorio del Mercado de los Cultivos e iniciará un debate con los Estados miembros y las partes interesadas sobre la recogida e intercambio periódicos de datos.

Al favorecer un mercado más transparente para las proteínas vegetales a través de la cadena de valor, los operadores podrán ajustar mejor su producción y sus decisiones de inversión. A medio plazo, esto podría contribuir a desarrollar posibilidades para los instrumentos de gestión del riesgo, entre ellos futuros mercados para la soja y otros cultivos proteaginosos expresados en EUR.

4.Promover los beneficios de las proteínas vegetales para la nutrición, la salud, el clima y el medio ambiente

Se insta a los Estados miembros y a las partes interesadas a que utilicen las diversas posibilidades existentes para difundir y promover de forma proactiva las proteínas vegetales en la agricultura, los piensos y la alimentación. Una opción es utilizar las próximas convocatorias dentro de los programas de promoción de la UE para productos agroalimentarios, como:

los programas sobre regímenes de calidad de la UE de productos ecológicos;

los programas que destacan sistemas de producción agrícola específicos, p.ej., trazabilidad, autenticidad, etiquetado, aspectos de salud y nutricionales, medio ambiente y sostenibilidad.

En 2019, se contará con 200 millones EUR para cofinanciar programas de promoción.

La Comisión se compromete también a informar de manera generalizada de los beneficios de las proteínas vegetales (p.ej., en ferias, redes sociales) y a realizar actividades con los niños a través de los programas escolares.

5.Aumentar el intercambio de conocimientos y mejores prácticas en la gestión de la cadena de suministro y las prácticas agronómicas sostenibles y agrupar la información sobre las actividades de investigación en materia de cultivo, innovaciones técnicas y transformación, p.ej., en una plataforma específica de conocimientos.

La Comisión pide un debate continuado, con los Estados miembros, el Parlamento y otras partes interesadas, sobre la mejor manera de estimular enfoques regionales y nacionales y, de este modo, liberar el potencial económico de las proteínas vegetales, utilizando los instrumentos normativos actuales y futuros para que siga creciendo la producción de proteínas vegetales en la UE.

(1)    2017/2116(INI).
(2)    Basado en estimaciones de expertos (próximo Agrosynergy 2018).
(3)     Hoja de balance de proteínas de la UE 2016/17.
(4)    Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (FEFAC) (2017): anuario.
(5)      Perspectiva agrícola de la UE a medio plazo 2018, de próxima publicación (dic. 18).
(6)      La VLOG (Verband Lebensmittel Ohne Gentechnik) es una asociación alemana que certifica y emite la etiqueta ‘Ohne Gentechnik’ (no modificado genéticamente).
(7)    Rabobank: Decommoditising Soy, Informe, mayo 2018.
(8)      Seminario de expertos de la UE, Market Segments in Plant Proteins (Segmentos de mercado en las proteínas vegetales)
(9)      Pérez Domínguez, I. et al (2016): An economic assessment of GHG mitigation policy options for EU agriculture «EcAMPA 2». (Evaluación económica de las opciones políticas de mitigación de los gases de efecto invernadero para la agricultura de la UE). Informe Ciencia para políticas del JRC.
(10)     https://ec.europa.eu/eip/agriculture/en/publications/eip-agri-focus-group-protein-crops-final-report
(11)      Evaluación de los efectos de la PAC en los habitantes, los paisajes y la biodiversidad (próxima publicación).
(12)      Ecorys (2018): Study on Producer Organisations and their activities in the olive oil, beef and veal and arable crops sectors (Estudio sobre las organizaciones de productores y sus actividades en los sectores del aceite de oliva, la carne de vacuno y los cultivos al aire libre).
(13)      Alemania: Estrategia de proteaginosas «Beans, Peas & Co. BMEL’s» para la promoción del cultivo de legumbres en Alemania, desde 2012
Francia: Plan sectorial 2018-22.
Polonia: Aumento de las proteínas vegetales de origen nacional para piensos y elaboración de productos animales de gran calidad en el marco de desarrollo sostenible 2016-20.
(14)      Panel Nacional de Bioeconomía: Proteínas para el futuro, 2018.
(15)     http://www.donausoja.org/fileadmin/user_upload/Activity/Media/European_Soya_signed_declaration.pdf
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