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Document 52023AE0880

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre las «Medidas para reducir la obesidad infantil» (Dictamen exploratorio solicitado por la Presidencia española)

    EESC 2023/00880

    DO C 349 de 29.9.2023, p. 108–115 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, GA, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    29.9.2023   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 349/108


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre las «Medidas para reducir la obesidad infantil»

    (Dictamen exploratorio solicitado por la Presidencia española)

    (2023/C 349/17)

    Ponente:

    Josep PUXEU ROCAMORA

    Coponente:

    Isabel CAÑO AGUILAR

    Consulta

    Carta de la Presidencia española del Consejo, 8.12.2022

    Base jurídica

    Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

    Sección competente

    Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente

    Aprobado en la sección

    1.6.2023

    Aprobado en el pleno

    13.7.2023

    Pleno n.o

    580

    Resultado de la votación

    (a favor/en contra/abstenciones)

    197/0/0

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1.

    La salud es un derecho fundamental. Además, en el caso de los niños y niñas, crecer felices y sanos, pudiendo desarrollar todo su potencial, es un derecho señalado por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

    1.2.

    Actualmente, el sobrepeso y la obesidad infantil siguen siendo uno de los principales desafíos de salud pública en los países de la UE en el que confluyen una multiplicidad de factores: ambientales, sociales y económicos. La obesidad infantil asocia problemas de salud física, mental y social en la edad infantil y en la edad adulta.

    1.3.

    El CESE señala la necesidad de reducir las desigualdades socioeconómicas en la infancia, porque tienen una relación directa con el exceso de peso en la población infantil. En algunos casos el porcentaje de niños, niñas y adolescentes (NNA) con obesidad es el doble en los hogares de menos ingresos.

    1.4.

    El CESE observa que existen criterios dispares sobre cómo abordar la obesidad infantil en los diferentes Estados miembros (en relación con distintos aspectos como la comunicación, el etiquetado nutricional, la promoción del ejercicio físico y dietas sostenibles, o la inclusión de aspectos más novedosos como el uso saludable de pantallas o la promoción de la salud psicoemocional) e insta a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo a que tengan un papel más proactivo en esta materia y se avance en una mayor normativización y un marco más efectivo.

    1.5.

    El CESE observa con preocupación que la mayoría de las restricciones nacionales a la promoción y publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños son demasiado débiles y los enfoques voluntarios existentes no son suficientes para proteger a los niños, niñas y adolescentes (NNA). Estima que el perfil nutricional de la OMS podría usarse como base para limitar la publicidad de productos altos en azúcar, grasa o sal y considera que es importante aprender de las buenas medidas y prácticas de países que demuestran la eficacia de las distintas políticas, incluyendo las normativas, para restringir la exposición de los niños y niñas a las comunicaciones comerciales audiovisuales relativas a alimentos y bebidas con alto contenido en sal, azúcares, grasa, grasas saturadas o ácidos grasos trans, siempre respetando el horario infantil de emisión y asegurando que toda publicidad cumpla con el principio de veracidad publicitaria. Cabe recordar que la OMS aboga por restringir todas las formas relevantes de publicidad de alimentos dirigida a niños.

    1.6.

    Asimismo, el CESE insta a la renovación del Plan de acción de la UE sobre la obesidad infantil 2014-2020, considerando las propuestas recogidas en el presente Dictamen.

    1.7.

    Para cumplir con dichos objetivos, una de las medidas que el CESE considera imprescindible es que las instituciones refuercen el consumo de aquellos alimentos que se consideran parte esencial de las dietas saludables y sostenibles (frutas y verduras frescos, de temporada y producidos localmente, legumbres, cereales integrales y proteínas animales como el pescado). Por ejemplo, enfatizando políticas de promoción de productos agrícolas de la UE, desarrollando licitaciones públicas que promuevan dietas saludables y sostenibles, o haciendo uso de incentivos fiscales (como rebajas del IVA) como instrumento de apoyo a la compra y consumo de dichos alimentos, entre otras. Asimismo, en un contexto inflacionario y de precios al alza, ambas medidas podrían contribuir a que muchas más familias, sobre todo las más desfavorecidas, pudieran acceder más fácilmente a una alimentación nutritiva y de calidad. Igualmente, el CESE anima a seguir por la senda de la reformulación y la mejora de la composición de alimentos y bebidas en el mercado europeo.

    1.8.

    El CESE hace un llamamiento para que se dote a las familias de herramientas sencillas para poner a su disposición el conocimiento necesario para entender el origen multifactorial de la obesidad infantil y sus consecuencias sobre la salud en la edad infantil y en la edad adulta. Asimismo, el CESE considera imprescindible que la sociedad en su conjunto incida sobre el uso saludable de las tecnologías de la relación, la información y la comunicación (TRIC) y las recomendaciones ya existentes al respecto. El uso excesivo de pantallas deriva en el sedentarismo, en un incremento a la exposición de publicidad de alimentos y bebidas altos en azúcares, grasas y sal y en riesgos para la salud mental de los NNA.

    1.9.

    El CESE propugna que el entorno educativo sea un eje promotor de la actividad física, la alimentación saludable y la salud psicoemocional. Los centros educativos son un espacio ideal para fomentar los estilos de vida saludables y abordar la obesidad infantil en positivo, sin crear un estigma social o un rechazo hacia determinados estereotipos corporales. Para ello considera que una de las medidas es la transformación de los planes de estudio actuales, incrementando el tiempo previsto para la actividad física, así como la inversión en educación alimentaria y gastronómica. Los comedores escolares son un elemento clave para la promoción de hábitos nutricionales saludables para los NNA, por lo que se considera de gran importancia promover su disponibilidad en todas las etapas educativas y garantizar que la dieta ofertada sea saludable, equilibrada y de calidad. Igualmente, recuerda que se puede incrementar con mayor énfasis la ejecución del Programa escolar de frutas, hortalizas y leche de la Unión Europea, y promover becas comedor para la infancia en situación de desigualdad.

    1.10.

    El CESE insta a los Estados miembros a que amplíen y mejoren los espacios y las infraestructuras públicas de manera que fomenten y faciliten la movilidad activa, sobre todo en áreas periescolares o caminos hacia los centros educativos. Asimismo, estima que es necesario crear espacios urbanos que cuenten con zonas deportivas, zonas de juego y espacios verdes que sean accesibles, seguros y amigables para los niños, las niñas y los adolescentes.

    1.11.

    El CESE propone utilizar el entorno digital como facilitador de estilos de vida, relaciones y comportamientos saludables. En ese sentido, el CESE vuelve a solicitar que se lleven a cabo campañas publicitarias visuales inspiradas en las campañas publicitarias sociales positivas dirigidas a la infancia, en favor de alimentos y dietas más saludables, una vida activa y un uso saludable de las pantallas.

    1.12.

    El CESE recuerda las recomendaciones de su evaluación del programa de alimentación escolar de la UE (1), los dictámenes sobre Dietas saludables y sostenibles y la Estrategia de la Granja a la Mesa, y pide a la Comisión que incluya medidas para luchar contra la obesidad infantil en el próximo Marco sobre sistemas alimentarios sostenibles, por ejemplo, en relación con el etiquetado y la contratación pública.

    1.13.

    Asimismo, el CESE está convencido, como ha señalado en otros dictámenes, de que las innovaciones democráticas, como los consejos de política alimentaria y la promoción de enfoques participativos ayudan a promover la calidad y la legitimidad de la formulación de políticas alimentarias. Impulsa a nivel europeo el establecimiento de un instrumento como el Consejo Europeo de Política Alimentaria.

    1.14.

    En definitiva, el CESE apuesta por abordar la obesidad de manera global, considerando la transformación saludable de los estilos de vida, pero también todos sus condicionantes sociales, y recomienda impulsar estrategias públicas que garanticen el acceso universal a una alimentación saludable, a la actividad física y al deporte, al buen descanso y al bienestar psicoemocional, sin discriminación alguna.

    2.   La salud como eje central de todas las políticas

    2.1.

    La salud es un derecho fundamental (2), así como una condición previa para el funcionamiento de nuestra sociedad y nuestra economía. En particular, además, que los niños y niñas crezcan felices y sanos, pudiendo desarrollar todo su potencial, es un derecho reconocido por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (3). El CESE apoya el concepto de «Una salud» («One health») que promueve la Comisión Europea como un enfoque integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas.

    2.2.

    Abordar la obesidad infantil es vital para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 3 para garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades, y mejorar el estado de salud de todos los europeos en el futuro. La ciencia nos señala que es probable que la prevención de la obesidad en fases críticas del curso de la vida, como los primeros años de vida y la adolescencia, tenga los mayores beneficios para la salud, reduzca los costes asociados y sea la mayor promesa para romper el ciclo intergeneracional de la obesidad y las desigualdades dietéticas.

    2.3.

    En línea con ello, el CESE agradece la solicitud de la futura Presidencia española de un Dictamen exploratorio del CESE sobre posibles medidas para reducir la obesidad infantil. Esta da continuidad a la tendencia de las instituciones de la UE y los gobiernos de los países de la Unión Europea a formular y desarrollar estrategias que tienen por objetivo frenar y prevenir la obesidad y el sobrepeso infantiles:

    i)

    En la Estrategia de la UE sobre los Derechos del Niño (4) se reconoce que una alimentación saludable, junto con la actividad física, es fundamental para el pleno desarrollo físico y mental de los niños y niñas.

    ii)

    En la iniciativa de la Garantía Infantil Europea, que debe contribuir a situar los derechos de los NNA en el centro de la elaboración de las políticas de la UE, la obesidad infantil es uno de los aspectos que los planes nacionales deben incluir.

    iii)

    Igualmente, con este Dictamen se da continuidad a la Estrategia europea sobre problemas de salud relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad (2007), al Libro Blanco sobre la obesidad de 2017 y al Plan de acción de la UE sobre la obesidad infantil 2014-2020 (5), iniciativas que al igual que el presente informe tenían por objetivo detener el aumento del sobrepeso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes (0-18 años). En ese sentido, el CESE insta a la renovación del Plan de acción de la UE sobre la obesidad infantil 2014-2020.

    3.   La obesidad infantil en Europa: estado de situación

    3.1.

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (6), la obesidad es una compleja enfermedad multifactorial no transmisible que se define por una adiposidad excesiva que puede perjudicar la salud. La obesidad es también un factor de riesgo en el desarrollo de otras enfermedades no transmisibles (ENT), como pueden ser las enfermedades cardiovasculares, metabólicas, osteoarticulares o el cáncer (7), trastornos de salud mental y reducción de la calidad de vida, lo que reduce la esperanza de vida e incrementa el riesgo de muerte prematura. Estas consecuencias finalmente repercuten incrementando considerablemente el gasto sanitario de los países, además de otros gastos individuales, sociales y económicos.

    3.2.

    Hoy en día, el sobrepeso y la obesidad infantil siguen siendo uno de los principales desafíos de salud pública en los países de la UE. En la quinta ronda del estudio COSI-OMS (realizada entre 2018 y 2020 (8)), el 29 % de los niños de 7 a 9 años de los 33 países participantes presentaban exceso de peso (9), y un 12 % obesidad. Por género, los niños presentaban tasas algo superiores a las de las niñas (31 % frente al 28 % en el caso del sobrepeso; y 14 % frente al 10 % en el caso de la obesidad).

    3.3.

    El CESE señala que la pandemia del COVID-19 habría podido exacerbar el problema de la obesidad infantil. Existen cada vez más indicios de que la pandemia de COVID-19 habría podido empeorar las cifras de obesidad infantil, especialmente en las situaciones de mayor vulnerabilidad (10).

    3.4.

    El CESE observa que existen criterios dispares sobre cómo abordar la obesidad infantil en los diferentes Estados miembros (en relación con distintos aspectos como la comunicación, el etiquetado nutricional, la promoción del ejercicio físico y dietas sostenibles, o la inclusión de aspectos más novedosos como el uso saludable de pantallas o la promoción de la salud psicoemocional) e insta a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo a que tengan un papel más proactivo en esta materia y se avance en una mayor normativización y un marco más efectivo.

    4.   Determinantes de la obesidad infantil

    El origen de la obesidad no se puede atribuir a una única causa, sino que resulta de una interacción compleja entre diversos factores (11). En su aparición intervienen tanto factores individuales (biológicos/genéticos, fisiológicos y de estilo de vida), como factores ambientales (influencia de los distintos entornos en los que se desarrolla la persona: familia, escuela, comunidad), psicosociales (nivel educativo o estrato social) y económicos (nivel de ingresos de las familias (12)).

    4.1.

    Los factores psicosociales y los recursos económicos siguen patrones sociales, pueden hacer que las familias de bajos ingresos sean más vulnerables a exposiciones ambientales nocivas en todas las etapas de la vida y tienen un efecto acumulativo a lo largo del curso de la vida.

    4.2.

    Existen pruebas y evidencias suficientes que señalan que la exposición a factores nutricionales y de peso corporal poco saludables antes de la concepción y durante el embarazo desempeña un papel importante en la programación de la composición corporal en los primeros años de vida y en la susceptibilidad a la obesidad.

    4.3.

    Asimismo, las desigualdades socioeconómicas en la infancia, que se han visto agravadas por la pandemia, el aumento de la inflación y la crisis económica, tienen una relación directa con el exceso de peso en la población infantil, siendo en algunos casos el porcentaje de niños y niñas con obesidad el doble en los hogares de menos ingresos, pues estos presentan unos hábitos de vida distintos en comparación con hogares de rentas más altas.

    4.4.

    La actividad física (AF) es un pilar de salud a lo largo de la vida. La AF es, además, un determinante importante en la prevención y el tratamiento de la obesidad infantil y los factores de riesgo (13) metabólico tempranos, así como un componente imprescindible para el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y sociales básicas. No obstante, el 81 % de los menores de 11 a 17 años no son lo suficientemente activos físicamente (14). Antes de la pandemia, solo uno de cada siete adolescentes de 15 años en la Región Europea de la OMS (14 %) declaraba haber realizado al menos una hora de actividad física de moderada a vigorosa todos los días (15). Igualmente, solo el 25 % de los niños de 15 años y el 15 % de las niñas de esa edad alcanzaron los niveles recomendados de actividad física en 2014 (16).

    4.5.

    Las dietas desequilibradas, en las que existe un elevado consumo de alimentos y bebidas de alto contenido en grasas, azúcares y sal, se asocian con mayores niveles de adiposidad, así como con peor estado de salud general. Por otro lado, aquellos hábitos que tienden hacia modelos como la dieta mediterránea, atlántica o nórdica, o simplemente, hacia dietas con predominio de alimentos frescos y de origen vegetal se asocian con mejores resultados de salud (17) (18). Según la última ronda del estudio COSI (19), menos de la mitad (43 %) de los niños y niñas de 6 a 9 años de la Región Europea consumen fruta fresca a diario. Además, el 7 % de ellos nunca consumen fruta, o la consumen menos de una vez a la semana. Por lo que respecta al consumo de verduras, solo un tercio (34 %) de los niños y niñas de 6 a 9 años comen verduras a diario.

    4.6.

    Desde la perspectiva económica y social, el CESE también señala que la escalada de los precios de las materias primas alimenticias que se está produciendo a nivel global está repercutiendo en los precios al consumo en la UE, condicionando así los patrones de compra y hábitos alimentarios de las familias y los NNA europeos, sobre todo los de aquellos más vulnerables.

    4.7.

    El bienestar emocional y la obesidad están íntimamente relacionados entre sí. Por un lado, porque el bienestar emocional es clave para prevenir la obesidad infantil. Por otro, porque la obesidad infantil aumenta la posibilidad de sufrir discriminación, estigmatización y acoso escolar, y, por ende, condiciona el bienestar emocional de los niños.

    4.8.

    Pasar excesivo tiempo frente a las pantallas se ha expuesto como uno de los factores determinantes en la aparición de sobrepeso/obesidad, correlacionándose con ella (20) (21); y aunque la recomendación de organismos internacionales y agencias públicas se limita a un volumen máximo de 120 minutos al día dedicados a las pantallas, los niños y adolescentes europeos parecen no cumplir con ello (22).

    5.   Medidas para la acción

    5.1.

    Abordar la obesidad infantil requiere de una perspectiva de ciclo de vida y, al mismo tiempo, de dar respuesta a sus múltiples causas. El CESE propone aplicar un enfoque holístico y participativo. Alcanzar y lograr la reducción de las cifras de obesidad y sobrepeso en niños y adolescentes europeos, requiere de la colaboración y el compromiso de todos (23): administraciones públicas, sector privado/empresarial, medios de comunicación, centros educativos y sanitarios y familias. Además, esta respuesta integral se debe construir a partir de una perspectiva positiva y no estigmatizante.

    5.2.

    El CESE insta a la renovación del Plan de acción de la UE sobre la obesidad infantil 2014-2020, cuyos objetivos deberían ser: fomentar una alimentación adecuada, fomentar la actividad física, favorecer entornos educativos y sociales saludables, garantizar la atención sanitaria, proteger a los grupos más vulnerables, fomentar y promover la responsabilidad social ante la salud de las empresas y de la publicidad y promocionar el trabajo en sinergia de las distintas administraciones públicas, y recomienda poner en marcha medidas que —de forma global e intersectorial— impulsen la transformación saludable de los entornos en los que los NNA viven y crecen.

    5.3.

    El CESE recuerda las recomendaciones de su evaluación del programa de alimentación escolar de la UE (24), los dictámenes sobre Dietas saludables y sostenibles y la Estrategia de la Granja a la Mesa, y pide a la Comisión que incluya medidas para luchar contra la obesidad infantil en el próximo Marco sobre sistemas alimentarios sostenibles, por ejemplo, en relación con el etiquetado y la contratación pública.

    5.4.

    Asimismo, el CESE reitera la importancia de reforzar la democracia alimentaria y está convencido, como ha señalado en otros dictámenes, de que las innovaciones democráticas, como los consejos de política alimentaria, y la promoción de enfoques participativos ayudan a promover la calidad y la legitimidad de la formulación de políticas alimentarias. Impulsa a nivel europeo el establecimiento de un instrumento como el Consejo Europeo de Política Alimentaria.

    5.5.   Entorno macrosocial

    5.5.1.

    Dentro de este entorno, el CESE aboga por alinear las actuaciones de todos para generar un ecosistema social que sea promotor de un cambio cultural que contribuya a paliar las desigualdades y refuerce los estilos de vida más saludables.

    5.5.2.

    El CESE reitera su llamamiento para que se desarrollen medidas que incrementen la capacidad de los sistemas públicos de prevenir y atender situaciones de especial vulnerabilidad que dificulten la adopción de estilos de vida saludables.

    5.5.3.

    El CESE subraya la necesidad de avanzar en medidas sociales que faciliten la conciliación y la corresponsabilidad familiar y que permitan que las familias puedan acceder y dedicar más tiempo a actividades saludables.

    5.5.4.

    El CESE recomienda impulsar estrategias públicas que garanticen el acceso a las instalaciones deportivas sin discriminación alguna, y que se facilite la práctica adecuada del ejercicio físico. El CESE recomienda disminuir la brecha de género y social en la práctica de la actividad y del ejercicio físico, garantizando espacios inclusivos y fomentando la diversidad de la oferta.

    5.5.5.

    El CESE considera que las administraciones públicas deben potenciar la perspectiva de la lucha contra la obesidad en la elaboración, ejecución y seguimiento de las disposiciones normativas y de las políticas, en todos los ámbitos de actuación, considerando los factores determinantes que predisponen al sobrepeso y la obesidad.

    5.5.6.

    El CESE observa con preocupación que la mayoría de las restricciones nacionales a la promoción y publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños son demasiado débiles y los enfoques voluntarios existentes no son suficientes para proteger a los niños, niñas y adolescentes (NNA). Estima que el perfil nutricional de la OMS podría usarse como base para limitar la publicidad de productos altos en azúcar, grasa o sal y considera que es importante aprender de las buenas medidas y prácticas de países que demuestran la eficacia de las distintas políticas, incluyendo las normativas, para restringir la exposición de los niños y niñas a las comunicaciones comerciales audiovisuales relativas a alimentos y bebidas con alto contenido en sal, azúcares, grasa, grasas saturadas o ácidos grasos trans, siempre respetando el horario infantil de emisión y asegurando que toda publicidad cumpla con el principio de veracidad publicitaria. Cabe recordar que la OMS aboga por restringir todas las formas relevantes de publicidad de alimentos dirigida a niños.

    5.5.7.

    El CESE considera imprescindible que las instituciones refuercen el consumo de aquellos alimentos que se consideran parte esencial de las dietas saludables y sostenibles (frutas y verduras frescos, de temporada y producidos localmente, legumbres, cereales integrales y proteínas animales como el pescado). Por ejemplo, enfatizando políticas de promoción de productos agrícolas de la UE, desarrollando licitaciones públicas que promuevan dietas saludables y sostenibles, o haciendo uso de incentivos fiscales (como rebajas del IVA) como instrumento de apoyo a la compra y consumo de dichos alimentos, entre otras.

    5.5.8.

    Igualmente, el CESE insta a los Estados miembros y a los operadores de las empresas alimentarias a fomentar la mejora de la composición de los productos como mecanismo para favorecer una alimentación más saludable. De no lograr una reducción en algunos nutrientes críticos de manera voluntaria, se deberían estudiar incentivos y medidas adicionales por parte de los gobiernos, incluyendo medidas fiscales progresivas en función del contenido del nutriente en cuestión.

    5.5.9.

    El CESE estima necesario que las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, aseguren la disponibilidad de agua potable y gratuita, mediante la implantación de fuentes, adecuadamente señalizadas, en los espacios públicos, centros educativos, lugares de esparcimiento y ocio, y zonas de deporte y recreativas.

    5.5.10.

    El CESE considera que debe promoverse la investigación sobre los determinantes del sobrepeso y la obesidad, así como la generación y difusión del conocimiento obtenido sobre la misma, como elemento estratégico para la acción coordinada en salud.

    5.5.11.

    En el lado de la demanda, el CESE vuelve a hacer hincapié en que las políticas públicas deben capacitar a los consumidores para elegir dietas más saludables, a través de la formación e información mediante campañas de sensibilización sencillas y directas, o la difusión de directrices dietéticas con carácter pedagógico.

    5.5.12.

    El CESE defiende un enfoque que incluya a toda la sociedad y, por ello, promueve el establecimiento de un instrumento como el Consejo Europeo de Política Alimentaria, como se ha señalado en varios dictámenes del CESE, y que este órgano aborde la obesidad infantil.

    5.6.   Entorno familiar

    5.6.1.

    Consciente de que la familia es un agente transmisor de conocimientos y hábitos, así como el primer modelo a partir del cual se percibe la realidad del día a día, y se recogen las primeras pautas de comportamiento (25), el CESE hace un llamamiento para que se haga llegar a la población información veraz y útil sobre la importancia de reducir el sedentarismo digital, las rutinas saludables de sueño, las necesidades nutricionales para cada edad y el fomento de la actividad física.

    5.6.2.

    Concretamente, el CESE considera que hay que poner en marcha programas y acciones que incrementen las capacidades y conocimientos para gestionar el exceso de peso entre los menores, que eviten la estigmatización y prevengan dinámicas negativas en torno al cuerpo. Del mismo modo, considera imprescindible formar a las familias sobre el uso saludable de las TRIC (26), especialmente en cuanto al tiempo de uso y los contenidos.

    5.6.3.

    Igualmente importante es fomentar medidas como la promoción de la lactancia materna, elaborar directrices para la alimentación complementaria de los lactantes, mejora de las habilidades parentales, o la organización y divulgación de cursos de cocina saludable y accesible, especialmente para familias de bajos recursos.

    5.7.   Entorno educativo

    5.7.1.

    El entorno educativo es un lugar en el que los niños pasan gran parte de su tiempo. No solo en el marco meramente educativo, sino también en su tiempo de ocio o extraescolar.

    5.7.2.

    En ese sentido, es imprescindible que desde el entorno educativo se aborde la obesidad infantil de manera positiva, sin crear un estigma social o un rechazo hacia la imagen que puedan representar determinados estereotipos corporales. Para el CESE es fundamental promover una percepción corporal positiva, prestando especial atención a cualquier conducta discriminatoria o que indique el inicio de algún trastorno de la conducta alimentaria.

    5.7.3.

    Asimismo, el CESE propugna que el entorno escolar sea un promotor de la actividad física y la alimentación saludable. Para ello considera que una de las medidas esenciales es la transformación de los planes de estudio actuales, en donde ve necesario el incremento del tiempo previsto para la actividad física, el fomento de la diversidad de actividades deportivas, así como la inversión en educación nutricional, alimentaria y gastronómica.

    5.7.4.

    El CESE considera que los comedores escolares son un elemento clave para la promoción de hábitos nutricionales saludables para los NNA, por lo que se considera de gran importancia promover su disponibilidad en todas las etapas educativas y garantizar que la dieta ofertada sea saludable, equilibrada y de calidad.

    5.8.   Espacios de ocio. Diseño de entornos urbanos saludables

    5.8.1.

    Para el CESE, el diseño y uso del entorno físico (incluida la escuela, sistemas de transporte, barrios o centros deportivos) debería utilizarse para brindar oportunidades adecuadas y seguras para la recreación y juegos activos, así como para la práctica de ejercicio físico como tal (27).

    5.8.2.

    Considerando lo anterior, el CESE insta a los Estados miembros a que amplíen y mejoren los espacios y las infraestructuras públicas de manera que fomenten y faciliten la movilidad activa, con más espacios peatonales y facilidad en el uso de las bicicletas, sobre todo en áreas periescolares o caminos hacia los centros educativos. Asimismo, estima que es necesario crear espacios urbanos que cuenten con zonas deportivas, zonas de juego y espacios verdes que sean accesibles, seguros y amigables para los niños, las niñas y los adolescentes.

    5.8.3.

    El CESE considera fundamental la extensión de zonas verdes, parques y zonas recreativas para la actividad física y promover el uso de las escaleras como alternativa al desplazamiento en ascensores o escaleras mecánicas en los espacios de ocio, así como facilitar el acceso gratuito al agua potable.

    5.9.   Entorno digital y audiovisual

    5.9.1.

    El CESE recuerda la importancia de la correcta transposición de la Directiva de servicios de comunicación audiovisual (AVMSD) de la UE y propone utilizar el entorno digital, desde las transmisiones de radio y televisión hasta formas más nuevas de medios como redes sociales, Instagram o TikTok, como facilitador de estilos de vida, relaciones y comportamientos saludables. En ese sentido, el CESE vuelve a solicitar, como ya hizo en ocasiones anteriores (28), que se lleven a cabo campañas publicitarias visuales e inspiradas en las campañas publicitarias en favor de alimentos y dietas saludables, una vida activa y un uso saludable de las pantallas.

    5.10.   Entorno sanitario

    5.10.1.

    Para el CESE es fundamental que las administraciones competentes en materia de salud mantengan actualizadas las recomendaciones basadas en la evidencia científica sobre actividades e intervenciones que hayan demostrado ser efectivas para la prevención, el abordaje y seguimiento de las personas con sobrepeso y obesidad.

    5.10.2.

    Además, se garantizará un acceso equitativo a servicios integrales de salud, al asesoramiento y el consejo sistematizado y personalizado para el fomento de la actividad física y la alimentación equilibrada por parte del personal de salud a las personas en situaciones de sobrepeso y de obesidad o en riesgo de padecerlo, como parte de la cobertura universal de salud. En este sentido, se promoverá el seguimiento del estado de salud de niños y niñas desde el nacimiento hasta la adolescencia, incluyendo la vigilancia del sobrepeso y la obesidad, fomentando la educación sanitaria y la concienciación sobre estilos de vida saludables en los NNA y en sus familias.

    5.10.3.

    Es vital ofrecer a las familias vulnerables desde el punto de vista socioeconómico un apoyo específico por parte de los profesionales de la salud que sea culturalmente apropiado, práctico y capacitador, y que promueva una crianza positiva en relación con la obesidad y el sobrepeso y los estilos de vida asociados.

    5.10.4.

    Asimismo, basándose en la literatura existente, el CESE estima necesario comprometerse de forma proactiva con las mujeres y parejas que contemplan un embarazo y proporcionar un apoyo oportuno y culturalmente sensible para la promoción de los estilos de vida saludables durante el embarazo y la lactancia, junto con mensajes públicos para promover una mejor nutrición y actividad física antes de la concepción, así como articular facilidades y apoyo para la lactancia materna.

    Bruselas, 13 de julio de 2023.

    El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

    Oliver RÖPKE


    (1)  Informe de evaluación del CESE: Evaluación del Programa escolar de la UE.

    (2)  El derecho a la salud se articuló por primera vez en la Constitución de la OMS (1946), que establece que «el disfrute del más alto nivel posible de salud es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano». El preámbulo de la Constitución define la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 mencionó la salud como parte del derecho a un nivel de vida adecuado (artículo 25). Fue nuevamente reconocido como un derecho humano en 1966 en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 12.

    (3)  Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, 1989.

    (4)  Comisión Europea. 2021. Estrategia de la UE sobre los Derechos del Niño. COM(2021) 142 final: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:52021DC0142.

    (5)  https://health.ec.europa.eu/system/files/2016-11/childhoodobesity_actionplan_2014_2020_en_0.pdf

    (6)  Proyectos de recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la obesidad a lo largo del curso de la vida, incluidas las posibles metas. Documento de debate de la OMS. 2021. Disponible en: https://cdn.who.int/media/docs/default-source/obesity/who-discussion-paper-on-obesity---final190821-es.pdf?sfvrsn=4cd6710a_24&download=true.

    (7)  Weihrauch-Blüher S, Wiegand S. Risk Factors and Implications of Childhood Obesity. Curr Obes Rep. 2018 Dec; 7(4):254-259.

    (8)   Report on the fifth round of data collection, 2018–2020: WHO European Childhood Obesity Surveillance Initiative (COSI). Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2022.

    (9)  Exceso de peso = sobrepeso + obesidad.

    (10)  WHO European Regional Obesity Report 2022 y https://www.who.int/europe/news/item/11-05-2021-high-rates-of-childhood-obesity-alarming-given-anticipated-impact-of-covid-19-pandemic.

    (11)  World Health Organization (2012) Population-Based Approaches to Childhood Obesity Prevention. Geneva: WHO.

    (12)  Kansra AR, Lakkunarajah S, Jay MS. Childhood and Adolescent Obesity: A Review. Front Pediatr. 2021; 8:581461.

    (13)  Whiting S, et. al. Physical Activity, Screen Time, and Sleep Duration of Children Aged 6-9 Years in 25 Countries: An Analysis within the WHO European Childhood Obesity Surveillance Initiative (COSI) 2015-2017. Obes Facts. 2021; 14(1):32-44.

    (14)  Guthold R, Stevens GA, Riley LM, Bull FC. Global trends in insufficient physical activity among adolescents: a pooled analysis of 298 population-based surveys with 1· 6 million participants. Lancet Child Adolesc Heal. 2020; 4(1):23-35.

    (15)  OECD/European Union (2022), Health at a Glance: Europe 2022: State of Health in the EU Cycle, OECD Publishing, Paris.

    (16)   Adolescent obesity and related behaviours: trends and inequalities in the WHO European Region, 2002–2014. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2017.

    (17)  Willett W. et al. Food in the Anthropocene: the EAT–Lancet Commission on healthy diets from sustainable food systems. 2019. The Lancet, vol. 393, pp. 447–492.

    (18)  Afshin, Ashkan et al. Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. The Lancet, Volume 393, Issue 10184, 1958 — 1972.

    (19)   Report on the fifth round of data collection, 2018–2020: WHO European Childhood Obesity Surveillance Initiative (COSI). Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2022.

    (20)  Fang K, Mu M, Liu K, He Y. Screen time and childhood overweight/obesity: A systematic review and meta-analysis. Child Care Health Dev. 2019 Sep; 45(5):744-753.

    (21)  Haghjoo P, Siri G, Soleimani E, Farhangi MA, Alesaeidi S. Screen time increases overweight and obesity risk among adolescents: a systematic review and dose-response meta-analysis. BMC Prim Care. 2022; 23(1):161.

    (22)   Report on the fifth round of data collection, 2018–2020: WHO European Childhood Obesity Surveillance Initiative (COSI). Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2022.

    (23)  Dobbs R, Sawers C, Thompson F, Manyika J, Woetzel JR, Child P et al. Overcoming obesity: an initial economic analysis. McKinsey Global Institute; 2014.

    (24)  Informe de evaluación del CESE: Evaluación del Programa escolar de la UE.

    (25)  Hebestreit A, Intemann T, Siani A, et al. Dietary Patterns of European Children and Their Parents in Association with Family Food Environment: Results from the I.Family Study. Nutrients. 2017; 9(2):126.

    (26)  Tecnologías en la Relación, la Información y la Comunicación.

    (27)  Tackling obesity by creating healthy residential environments; WHO. 2007.

    (28)  Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Promover una alimentación sana y sostenible en la UE» (Dictamen de iniciativa) (DO C 190 de 5.6.2019, p. 9).


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