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Document 52013AE1094

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Una industria europea más fuerte para el crecimiento y la recuperación económica. Actualización de la Comunicación sobre política industrial» [COM(2012) 582 final]

    DO C 327 de 12.11.2013, p. 82–89 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    12.11.2013   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 327/82


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Una industria europea más fuerte para el crecimiento y la recuperación económica. Actualización de la Comunicación sobre política industrial»

    [COM(2012) 582 final]

    2013/C 327/14

    Ponente: Joost VAN IERSEL

    Coponente: Enrico GIBELLIERI

    El 10 de octubre de 2012, de conformidad con el artículo 29 (2) de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

    Una industria europea más fuerte para el crecimiento y la recuperación económica

    COM(23012) 582 final.

    La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI)., encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 18 de junio de 2013.

    En su 491o pleno de los días 10 y 11 de julio de 2013 (sesión del 11 de julio de 2013), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 132 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones el presente dictamen.

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1

    El CESE acoge muy favorablemente la atención prestada a la industria europea –manufactura y servicios– tal como se manifiesta en la actualización de la política industrial efectuada por la Comisión en octubre de 2012, así como los anexos con análisis articulados sobre las políticas y deficiencias industriales en los Estados miembros. Muchos elementos están de acuerdo con las opiniones expresadas por el CESE (1). La verdadera prueba será su aplicación.

    1.2

    La política industrial, una de las siete iniciativas emblemáticas de la Estrategia Europa 2020, debería ser un pilar de la iniciativa de crecimiento de la UE, sobre la cual se habla mucho, pero se hace bien poco. Es necesario tener una mentalidad clara y planteamientos coherentes. El impacto político es evidente. El CESE insta a la Comisión, al Consejo y al Parlamento Europeo a que intensifiquen iniciativas (¡coherentes!) y políticas transversales que hagan frente a los enormes desafíos que supone mejorar la producción industrial en Europa.

    1.3

    El Consejo Europeo debería llevar la batuta a la hora de establecer la agenda de la política industrial. La Comisión debería participar plenamente. Es necesaria una atención específica en los diversos Consejos (Competitividad, Investigación, Política Social), la Comisión y el PE para definir y promover políticas punteras en toda Europa.

    1.4

    Para llegar a ser una estrategia motriz para Europa, las decisiones en materia de políticas industriales sobre acciones, hojas de ruta y plazos deben comunicarse ampliamente, lo que lamentablemente no sucede en estos momentos.

    1.5

    Por otra parte, la UE necesita una óptima convergencia europea de 27 políticas industriales nacionales y de la UE que, según una amplia serie de análisis, no es hoy una realidad. La diversidad es un gran activo y la fragmentación es perjudicial. Habría que hacer frente a los desequilibrios geopolíticos.

    1.6

    Crear mejores condiciones generales significa, ante todo, la realización del mercado interior de la UE dentro de una economía social de mercado, garantizada por unas evaluaciones precisas, regulaciones y aplicación en toda la Unión. Las inversiones públicas en conexiones transfronterizas como carreteras, vías fluviales, puertos, aeropuertos y ferrocarriles deben apoyar el mercado interior.

    1.7

    Con el aumento del paro a más de 26 millones de personas, el escaso crecimiento y los presupuestos menguantes, la industria y la innovación necesitan perspectivas y condiciones estimulantes. Hay que encontrar un correcto equilibrio entre la consolidación fiscal –medidas de austeridad–, los programas nacionales de reforma y la política industrial para generar inversiones y la creación de empleo, aumentando la confianza.

    1.8

    Toda iniciativa de la UE debería sostener la posición de Europa en la dinámica global como socia y competidora. El muy ambicioso objetivo del 20 % de la industria manufacturera para 2020 requiere grandes inversiones y sustanciales ajustes políticos. Es muy necesario mejorar la productividad.

    1.9

    Unas buenas condiciones para la industria van más allá de ajustes y disposiciones técnicas para abarcar todo el entorno de la industria, sobre todo una política coherente y predecible a largo plazo en materia de clima y energía en apoyo a una base industrial competitiva. Asimismo, deberían sostener unos buenos resultados y fomentar la aparición de nuevas industrias emergentes.

    1.10

    Las políticas de la UE deben ser adaptadas y específicas para cada sector, basadas en evaluaciones de abajo arriba que tengan debidamente en cuenta los desafíos y las capacidades técnicas y económicas. Estos principios también deberían aplicarse al llevar a cabo los objetivos de la iniciativa emblemática de la eficiencia en el uso de los recursos, que pretende aumentar la eficiencia en el uso de las materias primas, así como promover la innovación y aumentar la resistencia de las empresas europeas.

    1.11

    La política industrial tiene una fuerte dimensión social que afecta a todos los estratos de la sociedad: regiones y municipios, cualquier empresa, mano de obra en lugares de trabajo en rápida evolución (digitalización, robotización, manufacturas relacionadas con los servicios, TIC, sector educativo y universidades, consumidores y ciudadanos). La política industrial afecta tanto a la reestructuración como a la anticipación. Asimismo, debería proveer educación, formación e información actualizadas, así como fomentar la tecnología, la innovación, la creatividad y el emprendimiento. Asimismo, habría que tener debidamente en cuenta la evolución demográfica y reaccionar apropiadamente.

    1.12

    Las regiones ambiciosas están aumentando el rendimiento industrial. La UE y los Estados miembros deberían fomentar sus prácticas y logros independientes, como la especialización y los correspondientes clusters, cualificaciones e investigación. A este respecto hay mucho que ganar.

    1.13

    Hay que subrayar las iniciativas y proyectos, así como los ejemplos nacionales y regionales coronados por el éxito que aumentan la confianza de los ciudadanos y de los medios económicos y sociales. Habría que intensificar los acuerdos entre la UE y los Estados miembros y las redes entre los Estados miembros y las regiones. El Semestre Europeo anual brinda oportunidades para una supervisión continua.

    1.14

    La política industrial de la UE debería ser un proceso en el que se compartan las visiones y competencias nacionales y de la UE, así como las acciones, en el que los círculos empresariales y los sindicatos sean socios de pleno derecho. Y en caso necesario, también deberían participar otras partes interesadas como el sector educativo, las universidades (investigación), las ONG, los consumidores y otros.

    1.15

    A pesar de las sustanciales diferencias en la potencia económica de los distintos Estados miembros, todos ellos deberían beneficiarse de las mejores prácticas y las opiniones y planteamientos que las apoyan.

    1.16

    El CESE presenta continuamente propuestas sobre sectores y política industrial (véase el anexo). El presente dictamen trata más bien de la coherencia de temas importantes y de la efectiva gobernanza mediante la coordinación y adaptación.

    2.   Contexto

    – A.   A nivel mundial

    2.1

    El análisis de la Comisión señala que los costes laborales parecen ser una parte cada vez menor de los costes totales de producción  (2). La productividad es un importante factor. Se está produciendo cierto regreso de la producción a Europa, pero la competencia está aumentando en otros sectores como la mejora de la infraestructura económica en los países BRICS, la apreciación del euro y los precios de la energía, lo que estimula las inversiones en terceros países.

    2.2

    Por otra parte, Europa se está quedando por detrás de Estados Unidos y Japón en materia de innovación y especialización tecnológica. Europa tiene más peso que Estados Unidos en las industrias tecnológicas de gama media alta y media baja, pero la brecha tradicional entre los dos continentes en el segmento de la alta tecnología ha aumentado sustancialmente en los últimos años.

    2.3

    La Casa Blanca y el Congreso están dando muestras de un gran compromiso con el renacimiento industrial, mediante una estrategia nacional a favor de la competitividad para 2014 y 2018 (3). Una cuestión fundamental es el papel y el valor de la industria manufacturera en la economía, la seguridad y el liderazgo mundial de Estados Unidos.

    2.4

    Las asociaciones público-privadas refuerzan la infraestructura tecnológica e innovadora. Los Ministerios de Defensa, Energía y Comercio están directamente implicados, al igual que la Fundación Nacional para la Ciencia y la NASA, e imprimen así un gran impulso a muchos institutos y universidades nacionales de investigación.

    2.5

    Se trata de una extraordinaria evolución en un país que hasta hace poco abogaba por la economía postindustrial. La creciente competitividad de China y otros países ha hecho sonar las alarmas. Las percepciones están cambiando. Se prevé que en 2030 China tomará el relevo como primera potencia económica mundial, mientras que Estados Unidos mantendrá el liderazgo global, y Japón y Europa seguirán muy por detrás (4).

    2.6

    Se espera que las nuevas exploraciones petrolíferas y, sobre todo, las exploraciones de gas esquisto se traduzcan finalmente en la independencia energética de Estados Unidos. Se considera que estas exploraciones constituyen una revolución energética capaz de generar un renacimiento industrial en Estados Unidos, así como cambios geopolíticos. Pero aún habrá que abordar los intereses medioambientales y sanitarios (5).

    2.7

    El crecimiento de China, Brasil y la India continúa, así como el de Rusia. Y siguen rápidamente su estela otros países asiáticos y sudamericanos. Durante años, el crecimiento registrado en los países emergentes ha estado muy por encima de la media, especialmente en Asia. Los sistemas educativos recientemente establecidos están produciendo una gran cantidad de ingenieros y técnicos bien educados y cualificados. Paralelamente, se están constituyendo enormes institutos de investigación. La calidad de los productos y los procesos innovadores está mejorando considerablemente. Los medios de transporte y las infraestructuras de servicios se están poniendo rápidamente al día.

    2.8

    En China, está emergiendo un sistema mixto de capitalismo estatal y mecanismos de libre mercado (6), estrechamente relacionado con las tradiciones culturales (y políticas) nacionales. La creación de riqueza no corre pareja a la democracia ni al respeto de los derechos humanos y laborales. Las condiciones medioambientales y sanitarias siguen sin desarrollarse, aunque la calidad de la producción está mejorando. La posibilidad de reacciones violentas está lejos de ser imaginaria. Pero es justo decir que las intervenciones capitalistas por el Estado seguirán dirigiendo ciertos tipos de producción que corresponden a las ambiciones nacionales. Las inversiones a cargo de fondos soberanos pueden operar en una dirección similar, tanto exterior como interiormente.

    2.9

    Algunos países suelen tener una estructura de gobernanza más ágil que la UE, porque disponen de un centro decisorio principal, una estrategia común y unos objetivos compartidos en el sector público.

    2.10

    Ciertas partes de África también se encuentran en un proceso de rápido desarrollo. China invierte considerablemente en ellas sin prestar atención alguna al impacto social.

    2.11

    El contexto mundial y geopolítico está cambiando constantemente. Los datos son importantes para sensibilizar en mayor medida a la opinión pública y política. El CESE recomienda un indicador anual de la UE sobre una serie de cambios socioeconómicos, tecnológicos y de empleo en partes relevantes del mundo.

    – B.   Europa

    2.12

    Los profundos análisis efectuados por la Comisión de las tendencias europeas y nacionales demuestran una mayor conciencia de la necesidad de contar con una industria manufacturera en toda Europa.

    2.13

    La situación difiere considerablemente de un país a otro, desde Alemania, que prácticamente cuenta con el 30 % de la industria manufacturera europea, a algunos países –más grandes y más pequeños– con porcentajes sustancialmente inferiores o muy pequeños. En algunos Estados miembros, la inversión industrial se ha reducido considerablemente a lo largo de los últimos veinte años. En algunos casos, esto se ha debido a una reestructuración a gran escala, mientras que en otros obedece a cierto grado de abandono (7).

    2.14

    Entre la gran variedad de Estados miembros que están mejorando las condiciones, algunos tienen más éxito que otros. El empleo en la industria se está reduciendo constantemente. Y además, en la situación actual de crisis, desde 2008 se han perdido más de cuatro millones de puestos de trabajo en la industria manufacturera.

    2.15

    No hay indicación alguna de que los Estados miembros estén debatiendo las políticas e instrumentos o las mejores prácticas. Los conceptos nacionales de política industrial e innovación se guían ante todo por procedimientos y tradiciones nacionales, y se declinan en las estructuras y en las relaciones a nivel nacional entre el sector público y el sector privado, incluidos empresas, institutos de investigación y universidades, sindicatos y otros.

    2.16

    Por consiguiente, muchas políticas y los correspondientes instrumentos financieros tienen ante todo una orientación nacional, lo que no favorece ni al mercado interior ni a los proyectos transversales transfronterizos.

    2.17

    A pesar de los óptimos resultados conseguidos en algunos países, una inconveniente fragmentación del mercado interior, como muy acertadamente señala la Comisión, supone un obstáculo para los potenciales factores de crecimiento.

    2.18

    La diversidad creativa es un gran activo para Europa, pero solo beneficiará a todos los europeos si se asegura la convergencia hacia objetivos comunes. Debería encontrarse un equilibrio óptimo entre la diversidad creativa de los distintos Estados miembros y una convergencia transparente y convincente.

    2.19

    Como ilustra el ejemplo americano, tal convergencia dará sus frutos, en particular, para redes continentales de pymes con potencial de crecimiento.

    3.   Estrategia Europa 2020: visión, competencias y acciones compartidas

    3.1

    El mercado interior necesita un nuevo impulso. Aunque el proteccionismo larvado ha aumentado, y aún se cierne el espectro de la renacionalización y la fragmentación, la UE está consiguiendo mantener intactos el mercado interior y el principio de los mercados abiertos, aunque la aplicación sigue siendo más bien un punto débil.

    3.2

    La Estrategia Europa 2020, que prevé competencias compartidas entre la UE y los Estados miembros, debería servir de ejemplo. Al respetar los métodos y planteamientos nacionales específicos, la estrategia proporciona instrumentos para beneficiarse de las ventajas de una acción a escala europea. Los beneficios potenciales de tal gobernanza específica se han relegado sistemáticamente.

    3.3

    También es urgentemente necesario conseguir resultados visibles en los procesos innovadores coronados por el éxito y la generación de empleo paralelamente al cambio de los modelos de producción industrial, comercialización y servicios.

    3.4

    Es necesaria la anticipación deliberada de la reestructuración. Aumentará la aceptación de los ajustes, favorecerá la recualificación y la mejora de las aptitudes de la mano de obra, y contribuirá a reducir los empleos precarios (8).

    3.5

    La Comunicación de la CE de 2010 ya está dando lugar a iniciativas, como el programa Horizonte 2020, la verificación de la competitividad, la innovación industrial, la eficiencia en el uso de los recursos, las competencias y la educación, el acceso a la financiación, la interacción y la distinción poco clara entre la industria y los servicios, así como una mayor conciencia de las complicaciones en materia de inversiones internacionales y transferencia tecnológica.

    3.6

    Es sorprendente que, hasta hace poco, rara vez se llevaran a cabo revisiones transparentes de los Estados miembros. Habría que ampliar el papel supervisor de la Comisión.

    3.7

    Las revisiones entre pares pondrían de relieve estructuras obsoletas en la industria, así como en el proceso decisorio. Dichas revisiones contribuirían a acelerar la modernización utilizando procedimientos eficaces y podrían ser indicadores de la convergencia europea «hacia arriba» tanto en el sector privado como en el público.

    3.8

    Los documentos de trabajo de los servicios de la Comisión recogen recomendaciones por país relacionadas con el desarrollo industrial (9). Estas recomendaciones específicas para cada país deberán estar mejor analizadas en los planes nacionales de reforma y deberán ser debatidas por los Estados miembros y la Comisión como parte del Semestre Europeo anual.

    3.9

    Sin embargo, sería un serio error dejar todo este cometido solo a la Comisión, pues también se trata de una tarea esencial para los ministerios competentes de los propios Estados miembros que son responsables de las políticas que no están cubiertas por la regulación o medidas de la UE. Por otra parte, esos ministerios también deben asegurar la correcta aplicación de la normativa de la UE.

    3.10

    Las políticas financieras en la zona del euro suponen una gran coordinación entre las instituciones europeas y las autoridades nacionales. No hay ninguna razón para que no pueda conseguirse una coordinación análoga, inspirada por una visión compartida, a la hora de potenciar las condiciones marco para la industria, la innovación y la creación de empleo.

    3.11

    Los documentos de trabajo de los servicios de la Comisión también pueden ayudar a los Estados miembros a emprender revisiones bilaterales o trilaterales entre ellos por lo que respecta a las áreas relacionadas con la industria, como competencias y educación, tecnología e innovación, cargas administrativas, política fiscal y ayudas estatales. Cada país puede fácilmente extraer conclusiones para las políticas que sería deseable adoptar en el plano nacional en una perspectiva europea común. En cualquier caso, una evaluación seria de las medidas aplicadas debería ser parte integrante de los programas nacionales.

    3.12

    Dado que estas tendencias tienen que ser apoyadas por toda la sociedad, es muy importante que las asociaciones patronales y los sindicatos actúen como socios de pleno derecho en el proceso. Lo mismo cabe decir de otras partes interesadas como el sector educativo, las ONG, los consumidores y otros, en caso necesario. Los planteamientos basados en el consenso dan buenos resultados. El diálogo social a nivel nacional y regional, así como en el sectorial y empresarial, será de mucha ayuda.

    4.   Cuestiones que habrá que considerar

    4.1   El CESE está de acuerdo con la Comisión en que la complementariedad entre las intervenciones nacionales y de la UE en la política industrial es una condición fundamental para el éxito de la política industrial europea. Dichas intervenciones aumentarán el impacto de las acciones nacionales y de la UE, al tiempo que brindarán muchas oportunidades para pasar de las palabras a la acción.

    4.1.1   Un concepto global significa un planteamiento holístico y políticas transversales. El CESE subraya infra algunas cuestiones interrelacionadas que considera cruciales para el futuro de la industria europea.

    4.2   Innovación industrial

    4.2.1

    La innovación industrial necesita una sólida base tecnológica europea apoyada por una coordinación y cooperación transfronteriza entre institutos de investigación y universidades, tecnología aplicada y empresas.

    4.2.2

    Las tecnologías facilitadoras esenciales y otras tecnologías transversales son cruciales para la UE y los programas de I+D. Muchas actividades posteriores, así como políticas públicas en materia de infraestructuras y sostenibilidad, se beneficiarán de las mismas. El marco de la UE para la consulta y la cooperación público-privada (sobre todo, por medio de las plataformas tecnológicas de la UE) es esencial. La licitación pública también debería generar incentivos para una innovación avanzada.

    4.2.3

    La tecnología es el campo de batalla del futuro. Al promocionar los proyectos (emblemáticos) internacionales, la Comisión y el Consejo de Investigación deberían dirigir el camino hacia la potenciación del mercado interior para los proyectos tecnológicos y transfronterizos. Una fructífera actividad de I+D y patentes europeas deberían apoyar inversiones innovadoras y empleos de gran calidad.

    4.2.4

    El CESE subraya la importancia de los recursos financieros de la UE para la I+D y los proyectos transfronterizos. El programa Horizonte 2020 debería equiparar los esfuerzos que se están desplegando rápidamente en otros países. Aunque Europa aún está bien colocada, su ventaja tradicional está disminuyendo. Recortar el presupuesto del programa Horizonte 2020 es contraproducente.

    4.2.5

    Es evidente el papel fundamental de la educación superior y la correspondiente investigación para la innovación. En caso necesario, habría que proceder a ajustes en los programas y la gestión.

    4.2.6

    Es deseable una información anual de la inversión pública y privada en tecnologías esenciales.

    4.2.7

    La innovación afecta a muchas más áreas, pues crea una nueva dinámica en las empresas y en el lugar de trabajo: rediseñar los actuales métodos de producción, la necesidad de reestructurar operaciones obsoletas, el desarrollo de cadenas de valor y nuevos «sectores», la difuminación de las fronteras entre industria y servicios. La innovación es sinónimo de modernización y creatividad en la sociedad, y como tal debería comunicarse.

    4.2.8

    La Comisión subraya la necesidad de tecnología e innovación en todos sus servicios como una prioridad horizontal. Sería conveniente que las administraciones nacionales adoptaran este método.

    4.3   Capacidades y cualificaciones

    4.3.1

    Tecnología, innovación, rediseño de los procesos de producción, integración de industria y servicios, nuevas necesidades de la sociedad y nuevos sectores punta hacen sumamente importante disponer de capacidades y cualificaciones apropiadas a todos los niveles.

    4.3.2

    La actualización de los sistemas educativos a todos los niveles es fundamental. La atención prestada por la UE a la educación, la escolaridad y la formación está aumentando considerablemente, tanto a nivel nacional como regional. La educación es un requisito básico y debe estar al alcance de todos.

    4.3.3

    Cualquier iniciativa de la UE a favor del crecimiento requiere una constante atención a todo el espectro educativo. Dadas las diferencias sustanciales entre los Estados miembros, el intercambio de buenas prácticas será indispensable para atajar, en particular, el desempleo juvenil.

    4.3.4

    Las partes interesadas desempeñan un papel clave. En todos los niveles –empresarial (incluidos los comités de empresa), local, regional, nacional y de la UE– el diálogo social debería centrarse en la educación, el aprendizaje y la educación dual, la formación industrial y la formación avanzada (permanente), para aumentar las competencias y la empleabilidad, a fin de satisfacer los requisitos del mercado laboral. El reconocimiento transfronterizo de las competencias y cualificaciones debería ser la norma para promover la movilidad internacional.

    4.3.5

    En línea con la OCDE, la Comisión debería llevar a cabo revisiones entre pares de los sistemas educativos y sus resultados. Tales revisiones producirán indicadores de gran utilidad para la mejora, en caso necesario, como ya ocurre en muchos otros ámbitos.

    4.3.6

    El nivel de competencias requerido en las empresas y en la sociedad está aumentando continuamente. La educación técnica y los servicios en la industria manufacturera son una prioridad, desde las cualificaciones más bajas a la educación superior. Las escuelas de educación técnica secundaria y los sistemas de formación profesional desempeñan un papel esencial.

    4.3.7

    En la educación superior, habría que considerar el déficit estructural de científicos, ingenieros y matemáticos –estudiantes e investigadores-, subsanando los desfases entre la oferta y la demanda en el mercado de trabajo.

    4.3.8

    Todos los trabajadores deberían tener derecho a la formación profesional. Esto es particularmente necesario para los trabajadores y artesanos especializados que trabajan en pymes y empresas artesanas.

    4.3.9

    La creación de empleo industrial sostenible a partir de condiciones laborales, sanitarias y de seguridad actualizadas es parte de la mentalidad adecuada para los procesos de modernización en la industria. Una mayor competitividad debería ir de la mano de unas condiciones laborales apropiadas y el respeto de los derechos de los trabajadores.

    4.3.10

    Hay que prestar especial atención al impacto del envejecimiento de la población de la UE en la oferta de mano de obra en el sector industrial. Las condiciones laborales de los trabajadores de más edad, así como la estructura y capacidad de formación y aprendizaje permanente, deben adaptarse en consecuencia.

    4.4   Acceso a la financiación

    4.4.1

    El acceso a la financiación sigue siendo un punto débil. El sector industrial se ha visto gravemente afectado por la crisis bancaria. Los bancos siguen mostrándose reacios a conceder créditos. La crisis ha favorecido la renacionalización de las operaciones. La tradicional aversión al riesgo ha aumentado a causa de unas normas internacionales más estrictas en materia de fondos propios, y probablemente de las regulaciones financieras de la UE. Afortunadamente, las regulaciones de Basilea III que obstaculizan la concesión de créditos se aplicarán gradualmente de manera más flexible.

    4.4.2

    Las pymes requieren una ingeniería financiera más apropiada y nuevas fuentes financieras como, por ejemplo, compañías de seguros y fondos de pensiones. Un importante objetivo es diluir los riesgos o mitigarlos mediante, entre otras cosas, sistemas de garantía o fondos gubernamentales. La financiación colectiva (crowd-funding) debe abrir perspectivas atractivas.

    4.4.3

    Mientras tanto, debe aumentar la financiación privada o no bancaria. Habría que hacer hincapié en las iniciativas privadas emprendidas en los Estados miembros. La brecha con Estados Unidos es ilustrativa: dos tercios de las inversiones americanas se financian fuera del sector financiero, frente a un tercio en Europa. La legislación nacional y de la UE debería fomentar la tendencia hacia más financiación privada y valores privados, sobre todo para apoyar la innovación.

    4.4.4

    La subsidiariedad supone una gran diversidad de políticas fiscales, así como de sistemas de préstamos y subsidios en toda Europa. El CESE insiste en que la Comisión lleve a cabo una evaluación y revisiones entre pares de los instrumentos nacionales en aras de una convergencia efectiva de los instrumentos.

    4.4.5

    El BEI y la Comisión están trabajando en la próxima generación de instrumentos de la UE con un mayor impacto e influencia que las subvenciones. La capacidad de riesgo de los fondos de la UE, junto con la capacidad de financiación del BEI, dará lugar a una combinación de capacidades para el diseño y aplicación de los instrumentos financieros a fin de conseguir los objetivos industriales.

    4.4.6

    Los fondos de rotación, coordinados entre el BEI y la Comisión, y que se aplicarán en el programa Horizonte 2020, Cosme, el Marco Financiero Plurianual y la política regional, deberán tener un efecto multiplicador. Habrá que prestar una especial atención a la visibilidad de quién está a cargo de qué. El CESE hace hincapié en la necesidad de mantener un presupuesto de la UE sólido y bien gestionado, integrado por instrumentos nacionales de crédito bien (re)organizados. Hay que ampliar los bonos para la financiación de proyectos y los créditos verdes.

    4.4.7

    Las actuales normas de la UE son demasiado estrictas y burocráticas. El CESE reitera que los instrumentos de la UE deben adaptarse al mercado y aplicarse fácilmente. Deben ser flexibles para adaptarse a las condiciones en rápida evolución del mercado y deben ser accesibles para las empresas innovadoras, así como para los pequeños proyectos microeconómicos muy poco visibles. Es necesario encontrar un nuevo equilibrio entre instrumentos de gobernanza fiables y las necesidades del mercado.

    4.5   Desarrollo sostenible

    4.5.1

    A pesar de las significativas diferencias entre los Estados miembros, el desarrollo sostenible y la eficiencia de los recursos están cada vez más integrados en las estrategias de las empresas, así como en las operaciones de las primeras y las últimas fases. Los modelos empresariales sostenibles aumentarán la resistencia de las empresas europeas. Los agentes públicos y privados tienen que apoyarse unos a otros.

    4.5.2

    Un caso especial es el cambio climático y las emisiones de CO2. Con un riesgo persistente de emisiones de carbono y pérdida de inversiones, el CESE insiste en la necesidad de proceder a una nueva evaluación de las políticas de la UE como base para una transición sostenible a una economía con bajas emisiones de carbono.

    4.5.3

    La eficiencia en los costes y la viabilidad técnica para mantener la competitividad de las empresas son un requisito previo para el crecimiento económico sostenible y la creación de empleo en la UE. Solo entonces se generarán sinergias entre los objetivos medioambientales y los resultados industriales.

    4.5.4

    Una transición dirigida por la tecnología hacia una economía eficiente en el uso de los recursos y con bajas emisiones de carbono también debería ser socialmente justa para todas las generaciones de trabajadores.

    4.5.5

    El envejecimiento de la población supone que los ciudadanos de más edad constituirán una mayor proporción de los consumidores, y la producción industrial deberá adaptarse a su diferente modelo de consumo. Esto también brindará nuevas oportunidades de negocio y espacio para ciertas innovaciones como los alimentos funcionales, la adaptación de la vivienda y del transporte, así como nuevas tecnologías en el ámbito de la salud y la asistencia de larga duración.

    4.5.6

    Los programas financieros y las disposiciones reguladoras de la UE deberían promover una innovación sostenible, entre otras cosas, de acuerdo con lo dispuesto en la iniciativa emblemática sobre el uso eficiente de los recursos. Ante los enormes intereses industriales en juego, es fundamental que en toda la Unión Europea haya unas condiciones medioambientales comparables, estables y previsibles. Convendría evaluar debidamente la eficacia del «diseño ecológico» (10) y la introducción de límites absolutos en el uso de materias primas en la industria.

    Asimismo, el exceso de regulación afecta a la innovación y las inversiones, al tiempo que puede dar lugar a pérdidas en las cuotas de mercado. La Comisión y el Consejo deberían salvaguardar las industrias básicas (que consumen mucha energía) de la Unión Europea y eliminar este tipo de distorsiones de la competencia respecto a los países que no son miembros de la UE.

    4.6   Servicios

    4.6.1

    Los servicios suponen el 70 % de la economía europea y dan trabajo a la mayor parte de la población activa. Están inextricablemente interrelacionados con los procesos industriales y fortalecen la base de estos últimos. Sin embargo, la aplicación de la Directiva sobre los servicios ha sido desigual. Por otra parte, los servicios a las empresas siguen estando poco desarrollados en la mayor parte de la UE.

    4.6.2

    La falta de un mercado de servicios integrado –una verdad tan obvia como ignorada– tiene un efecto negativo tanto en la productividad como en el comercio europeo interior. En ambos ámbitos domina Estados Unidos debido a que su mercado de servicios está mucho más integrado. En los servicios aún predomina una significativa parcialidad, con preferencia por las empresas nacionales, junto con barreras a los servicios transfronterizos. Menos comercio equivale a menos competencia: los mercados de servicios de la UE aún son en gran medida nacionales, lo que obstaculiza el aumento de la productividad (11).

    4.6.3

    El escaso desarrollo es una barrera a un sector competitivo de las TIC en Europa, obstaculiza las iniciativas pioneras e interpone barreras al aumento de la productividad. En consecuencia, la UE debería asegurar el desarrollo del libre mercado de servicios y promover los servicios a las empresas y la consiguiente creación de empleo en toda Europa.

    4.7   Barreras administrativas

    4.7.1

    Las quejas por las barreras administrativas son moneda corriente. Sin embargo, siguen traduciéndose en una verificación muy poco sistemática de las normas y regulaciones de origen nacional cuyas evaluaciones de impacto como las aplicadas por la Comisión para sus políticas serían igualmente muy deseables. En general falta coordinación entre los Estados miembros. Las barreras y obstáculos administrativos están contrarrestando muchos esfuerzos por crear nuevas empresas y fomentar las pymes.

    4.7.2

    A este respecto el proteccionismo larvado está en alza. El CESE insiste en la necesidad de efectuar evaluaciones continuas y transparentes. La Comisión debería llevar a cabo investigaciones. En el Consejo deberían debatirse las revisiones entre pares. El Consejo debería definir objetivos y plazos.

    4.8   PYMES

    4.8.1

    Hay muchas clases diferentes, a menudo difícilmente comparables, de pymes. En algunos sectores como, por ejemplo, en el comercio minorista, se encuentran sometidas a una gran presión. Sin embargo, en otros desarrollan actividades por cuenta de empresas más grandes: externalización, cadenas de valor, etc. Normalmente son esenciales para la innovación de los productos y servicios. A consecuencia de su fuerza innovadora y los éxitos comerciales, las pymes deben estar visiblemente integradas y hay que destacar su fuerza motriz en la política industrial de la UE.

    4.8.2

    Gracias a su dinámica, la interacción con las cadenas de valor y su flexibilidad, las pymes suelen ser pioneras en materia de soluciones a medida y renovación. Asimismo, son valiosas fuentes de nuevos puestos de trabajo. Habría que apoyar a las pymes en sus esfuerzos por reducir el uso de los escasos recursos y de la energía. Esto se traducirá finalmente en una reducción de los costes que les permitirá una mayor eficacia y la generación de empleo.

    4.8.3

    Europa necesita jóvenes emprendedores. Habría que hacer hincapié en el «emprendimiento» en la educación, incluido el fenómeno de la «universidad emprendedora». El CESE acoge favorablemente el Plan de Acción de la Comisión en materia de emprendimiento.

    4.8.4

    El número de nuevas empresas está aumentando. Sin embargo, las comparaciones con Estados Unidos demuestran que demasiadas pocas empresas alcanzan la madurez. Esto se debe tanto a las débiles condiciones financieras como a las barreras nacionales en el mercado europeo.

    4.9   Energía

    4.9.1

    Las políticas energéticas nacionales llevan a una fragmentación de las políticas de combinación energética en la Unión, lo que afecta a los precios de la energía, la tecnología, las relaciones con terceros países y al mercado interior. El CESE insiste en la necesidad de una política energética común. Dadas las profundas implicaciones de la energía para la economía, una seria política industrial no puede prescindir de ciertos principios comunes en toda Europa.

    4.9.2

    El Consejo ya no puede sustraerse a un debate estratégico sobre las perspectivas de la energía a largo plazo y las políticas correspondientes, es decir, la deseable combinación energética en la UE consistente en materias primas fósiles, energía nuclear y energías renovables. Las condiciones medioambientales, sanitarias y de seguridad también son parte de la agenda.

    4.9.3

    La adopción de decisiones es más urgente ahora que el desarrollo del gas de esquisto en Estados Unidos está revolucionando actualmente el panorama mundial de la energía.

    4.9.4

    Los precios de la energía en la UE son sustancialmente más altos que en los principales socios comerciales. El precio del gas americano es el 20 % del europeo. Esto tiene enormes implicaciones para el sector químico y siderúrgico y puede afectar a las industrias transformadoras. El efecto para las inversiones en Europa y la necesidad de una respuesta coordinada de la UE y de los Estados miembros plantea preguntas candentes que esperan una respuesta efectiva.

    4.9.5

    La industria está contribuyendo al auge de las energías renovables. Pero debido al alto coste de la energía, es crucial encontrar un equilibrio entre la competitividad y la financiación de fuentes renovables, lo que puede abarcar desde la reducción de los impuestos a la mejora de los sistemas que apoyen la eficiencia en materia de costes.

    4.10   Relaciones exteriores

    4.10.1

    Las relaciones exteriores van más allá de los acuerdos oficiales como los firmados en la OMC. A la hora de desarrollar la dimensión exterior de la política industrial, la UE y los Estados miembros deberían definir puntos de vista comunes sobre cómo tratar cuestiones complicadas, sobre todo para garantizar la igualdad de condiciones a nivel global. Dado que la apertura de los mercados implica la reciprocidad, la UE debería abordar seriamente las distorsiones concretas y perjudiciales para los intereses industriales europeos.

    4.10.2

    Un impecable suministro de energía es crucial por motivos económicos y de seguridad. Esta cuestión requiere un planteamiento totalmente europeo, a la luz de los bajos precios actuales de la energía en Estados Unidos. También habría que prestar una especial atención a los materiales que son esenciales para los procesos industriales.

    4.10.3

    Las normas sociales, medioambientales y climáticas internacionales o los correspondientes acuerdos sectoriales son vitales para crear igualdad de condiciones a nivel global. Deben crear también condiciones para preservar las cadenas de valor industrial en Europa.

    4.10.4

    El CESE subraya la necesidad de proteger los derechos de propiedad intelectual. Habría que garantizar el acceso a los contratos públicos en terceros países.

    4.10.5

    Cabe acoger muy favorablemente los acuerdos de libre comercio bien negociados y equilibrados, especialmente con Estados Unidos. Una estrecha supervisión es un requisito previo.

    Bruselas, 11 de julio de 2013.

    El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

    Henri MALOSSE


    (1)  Véase, entre otros, DO C 218 de 23.7.2011, p. 38, respuesta del CESE a la anterior Comunicación de la CE de 2010 sobre la política industrial.

    (2)  Documento de trabajo de los servicios de la Comisión, SWD(2012) 297 final, página. 10.

    (3)  American Manufacturing Competitiveness Act (Ley sobre la competitividad de la industria americana) de 2012.

    (4)  Global Trends: Alternartive Worlds, Consejo Nacional de Seguridad, Washington, diciembre de 2012.

    (5)  US EPA, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking Water Resources: Progress Report, diciembre de 2012 (http://www2.epa.gov/hfstudy).

    (6)  Véase «Capitalismo de Estado», The Economist, informe especial, enero de 2011.

    (7)  Documento de trabajo de los servicios de la Comisión: Indicadores industriales e Informe sobre las políticas y resultados de los Estados miembros en materia de competitividad, SWD(2012) 298 final, partes 1, 2, 3 y 4.

    (8)  Véase también el informe Cercas del PE.

    (9)  Véase la nota 7: Documento de trabajo de los servicios de la Comisión, partes 1-4.

    (10)  Directiva 2009/125, octubre de 2009.

    (11)  How to build European services markets (Cómo crear mercados de servicios europeos), John Springford, Centro de Reforma Europea, septiembre de 2012, página 4.


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