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Asiakirja 52000AC1191

    Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social — Integración del medio ambiente y el desarrollo sostenible en la política de cooperación económica y para el desarrollo — Elementos para una estrategia general"

    DO C 14 de 16.1.2001, s. 87—91 (ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)

    52000AC1191

    Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social — Integración del medio ambiente y el desarrollo sostenible en la política de cooperación económica y para el desarrollo — Elementos para una estrategia general"

    Diario Oficial n° C 014 de 16/01/2001 p. 0087 - 0091


    Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social - Integración del medio ambiente y el desarrollo sostenible en la política de cooperación económica y para el desarrollo - Elementos para una estrategia general"

    (2001/C 14/18)

    El 18 de mayo de 2000, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la Comisión decidió consultar al Comité Económico y Social sobre la comunicación mencionada.

    La Sección de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, elaboró su dictamen el 10 de octubre de 2000 (ponente: Sr. Ribbe; coponente: Sr. Gafo Fernández).

    En su 376o Pleno de los días 18 y 19 de octubre de 2000 (sesión del 19 de octubre), el Comité Económico y Social ha aprobado por 83 votos a favor y 6 abstenciones el presente Dictamen.

    1. Introducción

    1.1. El artículo 177 del Tratado de Amsterdam estipula que el fomento del desarrollo duradero constituye uno de los principales objetivos de la política comunitaria de cooperación al desarrollo.

    1.2. El Consejo Europeo, en su cumbre de Cardiff de junio de 1998, subrayó la importancia de la integración de la protección medioambiental y el desarrollo sostenible en todas las políticas de la Comunidad y encargó a la Comisión y a las formaciones especializadas del Consejo que elaborasen las estrategias pertinentes.

    1.3. La Comunicación de la Comisión "Integración del medio ambiente y el desarrollo sostenible en la política de cooperación económica y para el desarrollo - Elementos para una estrategia general"(1) debe analizarse dentro del marco de dicha estrategia de integración.

    1.4. El Comité tiene conocimiento de las deliberaciones del Consejo de Desarrollo de 11 de noviembre de 1999 y 18 de mayo de 2000, así como de la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo "Política de Desarrollo de la Comunidad Europea"(2).

    2. Observaciones generales

    2.1. El Comité acoge positivamente la presentación del documento por parte de la Comisión, que con ello no sólo demuestra que se esfuerza por aplicar los propósitos del Tratado de Amsterdam y de la cumbre de Cardiff, sino que al mismo tiempo pone de relieve que se trata de un tema sumamente importante en el que aún queda por hacer.

    2.2. La Comisión deja claro en numerosas ocasiones, tanto en la Comunicación objeto de estudio como en su documento general sobre política de desarrollo(3), que a la sociedad civil le corresponde un papel clave a la hora de hacer frente a dicha falta de actuación. Desde este punto de vista, el Comité lamenta el hecho de que, como representante de la sociedad civil organizada, hasta ahora sólo se lo haya incluido parcialmente en las reflexiones de la Comisión. El Comité señala a la Comisión, el Consejo y el Parlamento que la contribución del CES al desarrollo de esta importante política no tiene sentido si se le consulta solamente sobre aspectos aislados y documentos concretos, sino que es necesario que pueda hacer un seguimiento de todo el proceso de la evolución de la política de desarrollo. El Comité insta a la Comisión a que le comunique qué lugar le corresponde en el desarrollo de la política de cooperación económica y para el desarrollo.

    2.3. El Comité ve con preocupación las tendencias mundiales actuales. Considera que la mayoría de los países industrializados no cumplen las promesas que ya hicieron en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 24 de octubre de 1970, confirmadas posteriormente en varias ocasiones, en el sentido de invertir al menos el 0,7 % de su PNB en ayuda al desarrollo y sólo dedican una media del 0,23 %.

    2.4. El foso entre ricos y pobres sigue creciendo en todo el mundo. El círculo vicioso en el que se encuentran muchos países en vías de desarrollo y que sólo cabe describir insuficientemente con las palabras subdesarrollo económico, pobreza, bajo nivel de instrucción, crecimiento demográfico e insuficiente protección medioambiental, es bien conocido desde hace tiempo y el mundo desarrollado también es consciente de ello. Hasta ahora no se ha podido superar, en parte por falta de voluntad política.

    2.5. La situación medioambiental en cada uno de los países o regiones en vías de desarrollo es, evidentemente, muy variable y no cabe generalizar. Sin embargo, puede hablarse en muchos casos de una situación dramática: muchas personas carecen de agua potable limpia, el tratamiento de las aguas residuales (y, consecuentemente, las condiciones higiénicas) es catastrófico, en muchos casos no se conoce la gestión ordenada de residuos y no sólo en las aglomeraciones es dramática la situación del aire ambiental. A menudo se sobreexplotan los recursos naturales, en parte para satisfacer las necesidades propias, y en parte para cubrir la demanda externa.

    2.5.1. Un ejemplo de la problemática situación medioambiental lo constituye el pastoreo excesivo y la sobreexplotación agrícola de suelos marginales, que reducen la fertilidad y la rentabilidad. Otro ejemplo es la deforestación de grandes superficies, con muy diversas consecuencias ecológicas posibles, desde el cambio climático al recrudecimiento de la desertización y las grandes inundaciones. Los efectos pueden ser tanto mundiales como regionales o locales. En otras palabras: la mayoría de los países en vías de desarrollo está muy lejos de tener una situación medioambiental saneada y un "desarrollo sostenible", lo cual afecta no sólo a los países en vías de desarrollo, sino que también tiene efectos en los países desarrollados, de modo que la iniciativa de la Comisión cobra una relevancia especial también en interés propio bien entendido.

    2.6. Hay que señalar que la responsabilidad principal de muchos de los problemas medioambientales mundiales no corresponde a los países en vías de desarrollo, sino a los países industrializados. El hecho es que alrededor de un 20 % de la población mundial consume el 80 % de los recursos y que, además, en parte lo hace a costa de la explotación o sobreaprovechamiento de recursos renovables y no renovables en los países en vías de desarrollo.

    2.6.1. El 20 % de la población que consume el 80 % de las materias primas vive, sobre todo, en los países industrializados. Por tanto, los modelos de producción, consumo y comportamiento de los países industrializados son los principales responsables de la amenaza de agotamiento de los recursos, el cambio climático o la dramática pérdida de biodiversidad y, por tanto, de variedad genética. Transferirlos a los países en vías de desarrollo agravaría enormemente una situación mundial ya de por sí extremadamente sensible.

    2.6.2. Asimismo, los países industrializados pueden contribuir mucho a resolver los problemas de los países en vías de desarrollo mediante una transferencia de conocimientos en lo que se refiere al desarrollo de tecnología medioambiental adecuada.

    2.7. El Comité advierte que la integración de la protección medioambiental y el desarrollo sostenible en la política de cooperación al desarrollo de la UE no puede pretender implantar el estilo de vida europeo en los países en vías de desarrollo. La propia Comisión declaró en su "Evaluación global del V Programa de medio ambiente"(4) que se estaba lejos de poder garantizar un desarrollo sostenible en Europa.

    3. Observaciones específicas

    3.1. Carencias del planteamiento estratégico del documento

    3.1.1. Llama la atención que la Comisión formule en su Comunicación propuestas relativamente no vinculantes en relación con los temas que trata. El Comité considera que el documento apenas hace referencias claras a las siguientes cuestiones:

    - dónde reside exactamente la raíz de los problemas en opinión de la Comisión;

    - cuáles son las principales carencias en la cooperación entre la UE y los países en vías de desarrollo;

    - cómo abordarlas de manera eficaz.

    3.1.2. El documento de la Comisión se concentra en el ámbito del medio ambiente. No hay ninguna referencia a cómo se concibe la integración del desarrollo sostenible en la política de cooperación al desarrollo, lo que impide al Comité estar de acuerdo con que la Comunicación trata todos los "elementos para una estrategia general" a los que se refiere su subtítulo.

    3.1.3. Un tema de gran y decisiva importancia para el desarrollo sostenible en los países en vías de desarrollo es, por ejemplo, el desarrollo demográfico. El documento de la Comisión lo excluye totalmente. El Comité recomienda revisar las carencias del documento y completar las reflexiones estratégicas.

    3.1.4. En este sentido, es preciso encontrar respuesta a las siguiente preguntas:

    - ¿Es sostenible a largo plazo la frecuente tendencia a la emigración rural y el desarrollo de megalópolis cada vez mayores en las que viven 10, 20 o hasta 30 millones de personas?

    - ¿No implica cierta contradicción fomentar juiciosamente, por un lado, la educación y la formación de las personas en los países económicamente subdesarrollados y al mismo tiempo atraer trabajadores de dichos países a través de determinadas iniciativas públicas (por ejemplo, normas de inmigración), práctica que obstaculiza enormemente el desarrollo y la competitividad de las empresas locales (fuga de cerebros)?

    - ¿Por qué el documento de la Comisión no prevé el fomento de mecanismos para incrementar la transferencia de tecnologías más allá de los incluidos en el protocolo de Kioto?

    3.1.5. La Comisión señala que "el análisis de la coherencia de las políticas de la Unión Europea y de la Comunidad Europea y sus repercusiones en los países en vías de desarrollo no ha sido sistemático". Este reconocimiento crítico es muy positivo. El CES echa en falta en el documento una referencia concreta a cuándo se llevará a cabo y publicará un estudio tan necesario.

    3.1.6. Para continuar y elevar el nivel del debate entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento, en el que con gusto participará el Comité (véase el punto 2.2), sería conveniente realizar un claro análisis de las carencias de la política y el desarrollo que se ha puesto en práctica hasta ahora. El Comité señala que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ya ha realizado importantes trabajos que deben evaluarse sistemáticamente e integrarse en la estrategia.

    3.1.7. El debate podría desarrollarse de manera más clara y ser más comprensible para la opinión pública, a la que es muy importante sensibilizar al respecto, si se señalasen con mayor exactitud determinadas tendencias consideradas incompatibles con el medio ambiente o no "sostenibles". En este sentido, debería especificarse qué parte corresponde a los organismos públicos o a las empresas de los países desarrollados.

    3.2. Fundamentos de una mayor protección medioambiental

    3.2.1. El documento de la Comisión subraya en varias ocasiones la importancia de fomentar en el sector público y en el privado las condiciones básicas necesarias para el desarrollo y la organización de las capacidades que exige la gestión medioambiental, algo con lo que está de acuerdo el Comité. Sin embargo, sólo en un lugar se trata el fomento de la conciencia y la educación en materia medioambiental.

    El Comité insiste en que la protección medioambiental no funciona si solamente se impone desde arriba. Sólo tendrá éxito si la sociedad la apoya, si las personas comprenden los pasos que se dan y los aceptan e incluso piden más medidas.

    La plena participación de la opinión pública y de la sociedad civil organizada en el proceso de desarrollo de estructuras sostenibles debería ser objeto de mayor atención en el futuro. Para que la sociedad civil participe de manera adecuada, se requiere, por un lado, informar ampliamente sobre los proyectos previstos, celebrar asambleas de ciudadanos y publicar los resultados de los análisis de impacto ambiental de todos los proyectos de desarrollo, en línea con el Convenio de Århus, firmado por la Comunidad Europea. Por otro lado, apoyar proyectos pequeños y microproyectos para la protección del medio ambiente constituye un importante enfoque para lograr la participación de la población local. Lamentablemente, la Comunicación de la Comisión trata insuficientemente ambos aspectos.

    3.2.2. A menudo, los países en vías de desarrollo siguen presentando importantes carencias de formación en el ámbito de la gestión y el derecho medioambientales y su aplicación. El Comité considera necesario garantizar a los países en vías de desarrollo más ayudas en este ámbito, especialmente en lo que se refiere al desarrollo de ofertas de formación adecuadas y programas de estudio en las instituciones de enseñanza superior.

    3.2.3. En lo que se refiere al diálogo sobre las estrategias de desarrollo, la Comisión dispone de un marco estable para sus relaciones con los países ACP que supone un instrumento de integración idóneo, sobre todo por la necesidad de incluir a los agentes económicos y sociales en el diálogo, como ha recomendado el Comité Económico y Social.

    3.2.4. Mientras en los países en vías de desarrollo no se tengan lo suficientemente en cuenta los requisitos de una moderna política medioambiental, será una cuestión de interés público europeo y mundial ("global governance") el que la Comisión Europea y los gobiernos de los Estados miembros den la importancia necesaria a los aspectos ecológicos en las conversaciones y negociaciones bilaterales. Replegarse en la postura de que la protección del medio ambiente debe ser una cuestión "orientada a la demanda" es inaceptable.

    3.2.5. Por tanto, es importante que todos los funcionarios de la Comisión que trabajan en la política de desarrollo estén convencidos de la importancia que revisten la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. La integración de la protección medioambiental comienza ahí.

    3.2.6. En este sentido, el Comité desea hacer un comentario sobre la dotación de personal de los servicios de la Comisión encargados de las cuestiones de desarrollo. Las cifras mencionadas en la nota a pie de página número 22 de la Comunicación son alarmantes: por ejemplo, un empleado de los servicios de la Comisión debe supervisar la sostenibilidad medioambiental de inversiones de 1300 millones de euros en los países ACP. Es imposible llevar a cabo los necesarios controles de manera adecuada. La Comisión debería explicar cómo va a hacer frente al más que probable aumento de tareas ante la perspectiva de la reestructuración prevista entre las direcciones generales RELEX y DEV y el Servicio Común de Relaciones Exteriores.

    3.2.7. Una posibilidad para lograr mayor eficiencia sería coordinar y aprovechar mejor los recursos disponibles, sobre todo por parte de la Comisión, pero también de los Estados miembros y de las organizaciones públicas y privadas pertinentes.

    3.3. Efectos del comercio

    3.3.1. La Comunicación de la Comisión trata el problema del comercio, pero, a juicio del Comité, no lo hace con la profundidad necesaria.

    3.3.2. Algunos de los problemas que han hecho imposible o han dificultado enormemente hasta ahora un desarrollo sostenible, tanto en los países en vías de desarrollo como en los países desarrollados, tienen su raíz en las relaciones comerciales entre los Estados miembros de la UE y los países en vías de desarrollo. Tomemos, por ejemplo, las importaciones de piensos. El sector agrario europeo importa considerables cantidades de piensos (u otras materias primas agrarias) de países en vías de desarrollo. Dentro de la UE, eso se traduce parcialmente en una concentración de la ganadería intensiva en regiones costeras, algo lógico desde el punto de vista de la competitividad empresarial, pero que al mismo tiempo representa un problema medioambiental y supone un problema para el desarrollo de un sector agrario sostenible en la UE. El cultivo de materias primas para pienso en los países en vías de desarrollo causa a su vez diversos problemas sociales y medioambientales como, por ejemplo, la expulsión de los pequeños agricultores de los terrenos, la desforestación y la explotación de suelos frágiles o el hecho de que no se respeten las condiciones medioambientales a la hora de procesar las materias primas (por ejemplo, en las fábricas de harina de pescado). En este sentido, aún se ignoran las futuras consecuencias ecológicas del uso y comercio mundial de especies genéticamente modificadas. En un documento que se supone debe contener "elementos para una estrategia general", la Comisión debería tratar estos temas en mayor profundidad y aportar ideas para su solución.

    3.3.3. El documento de la Comisión hace referencia en repetidas ocasiones a la importancia que tienen las empresas con actividades internacionales en los países en lo que se refiere a impulsar la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Sin duda es cierto, ya que las empresas pueden llevar a cabo una transferencia masiva de conocimientos y dar pie a procesos económicos "limpios" gracias a su experiencia de gestión y al uso de tecnologías medioambientales modernas. Se trata del lado positivo de una tendencia que es preciso apoyar.

    3.3.4. Por otro lado, el Comité considera necesario señalar que lamentablemente sigue habiendo tendencias que van en sentido opuesto: empresas multinacionales que respetan elevados estándares medioambientales en los países desarrollados, pero que se aprovechan en parte de los bajos estándares sociales, laborales y medioambientales de los países en vías de desarrollo y con ello obstaculizan el desarrollo sostenible. Dado que se trata de un factor nada despreciable, sería deseable que la Comisión reflexionase, junto con las instituciones europeas e internacionales, sobre cómo acabar con esta circunstancia, por ejemplo mediante la elaboración de un código de conducta. Asimismo, es imprescindible que la UE y los Estados miembros apoyen activamente la campaña internacional de ratificación de los convenios fundamentales de la OIT y supediten las inversiones, la concesión de préstamos públicos y la participación en determinados programas al cumplimiento de dichas disposiciones.

    3.3.5. Es inaceptable que en los países en vías de desarrollo a menudo se sigan utilizando materiales perjudiciales para la salud y el medio ambiente que ya están prohibidos desde hace tiempo por razones medioambientales o de salud en los Estados miembros de la UE y que, sin embargo, ellos mismos producen. Además, en muchos países en vías de desarrollo se utilizan productos químicos tóxicos de efecto persistente, como el DDT(5) en la lucha contra la malaria, que por su volatilidad y perdurabilidad se convierten en una creciente amenaza para el medio ambiente mundial.

    3.3.6. Partiendo de la base de las conocidas lagunas causadas por el comercio, la máxima de la Comisión "el comercio y el medio ambiente deben apoyarse mutuamente" (punto 4.2. del documento de la Comisión) debe entenderse hoy por hoy, hasta cierto punto, más como un deseo que como una realidad. La Comisión y los Estados miembros deben hacer lo necesario para que se incluya la dimensión medioambiental en el mandato de negociación de la OMC.

    3.4. Inversiones para la protección del medio ambiente

    3.4.1. En vista de la evidente falta de inversiones en protección medioambiental en los países en vías de desarrollo, conviene reflexionar sobre la posibilidad de elevar la proporción de tales inversiones en el conjunto de la ayuda comunitaria al desarrollo (según la Comisión, actualmente suponen sólo el 8,5 %). El Comité señala, asimismo, que para el desarrollo sostenible es igualmente importante velar por que los demás recursos asignados dentro de las prioridades propuestas en abril de 2000 para la política de desarrollo europea (por ejemplo, lucha contra la pobreza, promoción del comercio, programas de ajuste estructural, salud, formación, fomento del sector privado y de los sectores productivos, que suponen la mayor parte) tengan en cuenta los aspectos ecológicos.

    3.4.2. Algunos problemas medioambientales de los países en vías de desarrollo residen a menudo en cuestiones relativamente irrelevantes desde el punto de vista de los países industrializados. La desertización se expande, entre otras razones, por la recogida de leña para cocinar. Con una tecnología medioambiental moderna y adecuada (por ejemplo, cocinas de energía solar) podrían hacerse mejoras decisivas. Al mismo tiempo, podrían iniciarse los correspondientes programas de cualificación que permitiesen a los habitantes de dichos países desarrollar ellos mismos la tecnología necesaria. Sería un error considerar a los países en vías de desarrollo simples receptores de aparatos fabricados en los países industrializados. El CES querría que la Comisión se pronunciase sobre si no debería recurrirse más a la organización de la producción y el uso de la tecnología adecuada en los países dentro de proyectos de abajo arriba para resolver muchos problemas específicos.

    3.4.3. Con este tipo de proyectos adaptados puede demostrarse perfectamente que la protección medioambiental no es un bien de lujo que sólo pueden permitirse las sociedades ricas, sino un principio fundamental para garantizar la estabilidad económica y ecológica mundial.

    3.4.4. Por último, no está claro cómo llega la Comisión a la conclusión de que "la privatización de los servicios medioambientales tales como la gestión de los desechos, el saneamiento y el tratamiento de las aguas residuales también podría mejorar la eficacia económica y medioambiental".

    Bruselas, 19 de octubre de 2000.

    El Presidente

    del Comité Económico y Social

    Göke Frerichs

    (1) COM(2000) 264 final.

    (2) COM(2000) 212 final de 26.4.2000.

    (3) COM(2000) 212 final de 26.4.2000.

    (4) COM(1999) 543 final de 24.11.1999.

    (5) Aproximadamente el 30 % del DDT utilizado en los países en vías de desarrollo vuelve a través de la atmósfera a los países desarrollados.

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