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Document 52007DC0642

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo - Informe provisional sobre la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2007 {SEC(2007)1416}

/* COM/2007/0642 final */

52007DC0642




[pic] | COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS |

Bruselas, 22.10.2007

COM(2007) 642 final

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO Y AL PARLAMENTO EUROPEO

Informe provisional sobre la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2007 {SEC(2007)1416}

ÍNDICE

1. Introducción 3

2. Asegurar la coherencia de las estrategias de la UEy la colaboración entre interesados 4

3. Evaluación de los avances logrados en los retos clave 4

3.1. Cambio climático y energía limpia 4

3.2. Transporte sostenible 5

3.3. Consumo y producción sostenibles 7

3.4. Conservación y gestión de los recursos naturales 8

3.5. Salud pública 9

3.6. Integración social, demografía e inmigración 11

3.7. Pobreza en el mundo 12

4. Políticas transversales 13

4.1. Educación y formación 13

4.2. Investigación y desarrollo 13

4.3. Instrumentos financieros y económicos 14

5. Obtener frutos de la cooperación 14

5.1. Comunicación, movilización de los interesados y difusión de los éxitos 14

5.2. Obtener resultados 15

6. Conclusión 16

1. INTRODUCCIÓN

En 2005, el Consejo Europeo propuso una serie de principios para que Europa siguiera una senda de desarrollo sostenible. Estos principios incluyen la necesidad de estimular el crecimiento económico sobre la base de una economía innovadora, competitiva y medioambientalmente eficaz, es decir, que proteja y mejore la calidad del medio ambiente; y de promover la igualdad y la cohesión social en solidaridad con el resto del mundo. En 2006, el Consejo Europeo adoptó una Estrategia de Desarrollo Sostenible (EDS) renovada que establece un plan único y coherente para que la UE aplique más eficazmente estos principios y alcance el objetivo último de desarrollo sostenible incluido en el Tratado. El plan consiste en siete retos clave que deben abordarse si Europa quiere seguir una senda de desarrollo sostenible y mantener sus actuales niveles de prosperidad y bienestar. El Consejo reconoció que los objetivos de la EDS solo pueden conseguirse en estrecha asociación con los Estados miembros y por ello puso en marcha un nuevo proceso de revisión e información en el que participan la Comisión y los Estados miembros.

El presente informe provisional es el primer balance basado en esta nueva forma de trabajar. Analiza los resultados obtenidos en los siete objetivos básicos y examina las iniciativas políticas de la UE y de los Estados miembros que han contribuido a estos resultados. Como no habría sido posible mostrar tendencias significativas sobre la base de los datos de un año, se ha tomado el año 2000 como referencia para medir los avances en los distintos ámbitos.

El presente informe constituye la primera instantánea sobre la situación[1] y muestra que los progresos obtenidos en el terreno han sido relativamente modestos, aunque el desarrollo de iniciativas políticas tanto en la UE como en los Estados miembros es más alentador. Por ejemplo, el cambio climático y la energía sostenible se han convertido en prioridades de primer orden en las agendas interna e internacional de la UE y estos considerables avances en el frente político deberían fructificar sobre el terreno en los próximos años. Parece existir una creciente convergencia entre los distintos implicados con respecto a las prioridades: la UE, los Estados miembros, las asociaciones de ciudadanos, las ONG y las empresas se centran cada vez más en los mismos problemas y trabajan en pro de los mismos objetivos.

El balance sirve como base para los debates en los distintos foros sectoriales, en el contexto del seguimiento de la Cumbre mundial sobre desarrollo sostenible de 2002 y en el marco de la coordinación de la EDS, con respecto a la necesidad de ajustar el rumbo o velocidad de las iniciativas políticas, con el objetivo a largo plazo de reajustar y recalibrar los objetivos.

2. ASEGURAR LA COHERENCIA DE LAS ESTRATEGIAS DE LA UE Y LA COLABORACIÓN ENTRE INTERESADOS

Uno de los imperativos de la estrategia de 2006 era involucrar en la colaboración a todos los interesados (UE; Estados miembros en sus niveles nacional, regional y local; organizaciones sociales y empresas) para centrarse en las mismas prioridades e intentar lograr la coherencia en los distintos ámbitos políticos. Se trata de un proceso a largo plazo, pero la experiencia del primer año de ejecución de la estrategia demuestra que puede hacerse.

La revisión ha mostrado que garantizar la coherencia de los distintos ámbitos políticos es un reto a todos los niveles de la gobernanza. Para la UE, el reto consiste en obrar en pro de la convergencia hacia el gran objetivo a largo plazo de un desarrollo sostenible, centrándose en la calidad de vida, la igualdad entre generaciones y la viabilidad a largo plazo de la sociedad europea, y el objetivo a medio plazo de crecimiento, competitividad y empleo en el marco de la Estrategia de Lisboa. La agenda relativa a la energía y al cambio climático es un buen ejemplo de la convergencia de estos objetivos estratégicos a medio y largo plazo. El mercado único constituye otro ejemplo que demuestra cómo la apertura del mercado, si va acompañada por medidas sociales y medioambientales, puede promover el crecimiento y el bienestar. El programa de la UE "Legislar mejor" también ha contribuido a asegurar la coherencia de los distintos ámbitos políticos al exigir una evaluación sistemática de las consecuencias económicas, sociales y medioambientales de todas las iniciativas políticas importantes.

3. Evaluación de LOS AVANCES LOGRADOS EN LOS RETOS CLAVE

A continuación se examina la situación en cada uno de los siete ámbitos prioritarios de la EDS y se destacan las medidas tomadas tanto a nivel de la UE como de los Estados miembros para lograr los objetivos políticos. Todos los retos están ligados y por lo tanto las soluciones para uno de ellos tienen un impacto en los otros y se apoyan mutuamente.

3.1. Cambio climático y energía limpia

La UE está avanzando en la reducción de los gases de efecto invernadero y las proyecciones indican que la Comunidad alcanzará su objetivo de Kioto a condición de que los Estados miembros establezcan y apliquen cuanto antes sus políticas y medidas adicionales previstas, aprovechando el crecimiento de la economía de la UE.

En 2005, las emisiones de gases de efecto invernadero registradas en la UE-15 se redujeron un 2% en comparación con el valor de referencia establecido por Kioto.

Lograr los objetivos de Kioto requerirá un uso creciente de fuentes energéticas renovables; en la UE-27, este uso se incrementó, por término medio, un 3,2% anualmente durante los años noventa, creciendo hasta un 4,1% entre 2000 y 2005. A pesar de ello y debido a la tasa relativamente alta de crecimiento del consumo interior bruto, la cuota de las energías renovables en el consumo final de energía solamente alcanzó el 8,5% en 2005. El crecimiento anual medio es insuficiente para alcanzar el objetivo establecido para 2010, equivalente al 12% del consumo total. En 2005, la cuota de los biocombustibles representaba solamente el 1,08% de la UE-27, lejos del objetivo del 5,75% establecido para 2010.

Ha habido significativos progresos en este campo en la UE, siendo el más importante la nueva política integrada sobre cambio climático y política energética decidida por el Consejo Europeo de marzo de 2007, que establece objetivos ambiciosos y vinculantes para 2020 en materia de reducción de gases de efecto invernadero, energías renovables y biocombustibles. Otras iniciativas incluyen un plan de acción sobre eficacia energética (octubre de 2006) y trabajos sobre la captura y almacenamiento de carbono.[2]

Casi todos los Estados miembros han adoptado estrategias nacionales ante el cambio climático, como estrategias independientes o como parte de paquetes nacionales de política energética. Algunos han creado instancias específicas y consejos científicos para abordar el cambio climático (UK, SE) y otros están tomando iniciativas de tipo fiscal. En 2007, se adoptaron 23 planes nacionales de asignación en el marco de la Directiva sobre comercio de emisiones, con una reducción de emisiones de hasta 1.903,43 Mt anuales en vez de las 2.101,64 propuestas inicialmente por los Estados miembros.

Deben hacerse continuos esfuerzos para cumplir los objetivos relativos al cambio climático y a la energía en los plazos acordados, lo que requerirá una atención continua para que el sistema de comercio de emisiones sea un éxito, para promover las energías renovables y el uso sostenible de los biocombustibles y para desarrollar estrategias y planes de adaptación al cambio climático.

3.2. Transporte sostenible

El transporte en Europa todavía no es sostenible. El consumo de energía en el transporte, que se utiliza como referencia de la demanda de transporte, creció a un ritmo medio del 1,3% anual entre 2000 y 2005 en la UE-27, ligeramente por debajo de la media del 1,7% del PIB durante el mismo período y sin mostrar ningún signo real de desaceleración.

Las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el transporte crecen todavía, con una tasa anual media del 1,2% entre 2000 y 2005 en la UE-27. En 2004, el transporte interior fue responsable del 21% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la UE-15, con un crecimiento del 26% entre 1990 y 2004, mientras que las emisiones de la mayor parte de los otros sectores disminuyeron durante el mismo período. Las emisiones medias de CO2 por kilómetro de los nuevos vehículos de pasajeros disminuyeron constantemente entre 2000 y 2004 en la UE-15, con una media anual del 1,3%, pero esta reducción es más lenta que en la década anterior y no es suficiente para alcanzar el objetivo establecido para 2008-2009 de 140 gramos por kilómetro y el de 120 gramos por kilómetro previsto para 2012.

No se ha logrado el objetivo de lograr un cambio equilibrado hacia modos de transporte respetuosos del medio ambiente. El porcentaje que en la UE-27 supone el transporte de mercancías por carretera han continuado aumentando, si bien es cierto que de forma relativamente lenta desde 2000, para alcanzar el 76,5% en 2005. El número de pasajeros-kilómetro recorridos en automóvil registró una estabilización relativa en la UE-15, pero aún supuso el 84,8% del transporte interior de pasajeros en 2004, y la congestión de las carreteras ha aumentado.

En el lado positivo, se ha avanzado en la reducción de las emisiones contaminantes del transporte, con una disminución anual media del 4,4% entre 2000 y 2004 para los precursores del ozono y del 4,2% para las partículas.

Del mismo modo, a pesar del aumento del tráfico por carretera, ha habido una reducción constante del número de muertos en accidentes, tanto en la UE-27 como en la UE-15. La UE-15 está también por buen camino para hacer frente al objetivo propuesto de reducir a la mitad el número de muertes antes de 2010 con relación al año 2000, pero la UE-27 lleva un ligero retraso.

Los avances políticos clave de la UE incluyen la revisión intermedia por la Comisión del Libro blanco sobre transporte, el Libro verde sobre movilidad urbana, la adopción de sendos Reglamentos (conocidos como "Euro 5" y "Euro 6") con normas más estrictas para automóviles y vehículos comerciales ligeros, propuestas de la Comisión para modificar la Directiva sobre calidad del combustible y la Directiva 2003/96 relativa a los tipos mínimos del impuesto especial aplicable al gasóleo destinado al transporte por carretera, e inclusión de la aviación en el régimen del comercio de emisiones de la UE. Se ha adoptado un paquete de liberalización del transporte por ferrocarril y se ha revisado el marco jurídico de los servicios de transporte público.

Los Estados miembros están adoptando una serie de medidas en favor de modos de transporte más sostenibles y respetuosos del medio ambiente y aunque solo algunos (FI) disponen de estrategias de transporte, otros han incluido el transporte sostenible en otras estrategias (por ejemplo, la planificación territorial o las estrategias de financiación: IE, IT). Otras iniciativas van desde los peajes para camiones (AT) hasta la modernización de la infraestructura viaria y la fiscalidad (BG). Algunos Estados miembros han adoptado medidas fiscales para estimular la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo vehículos más pequeños y económicos en combustible (DK, BE), los combustibles alternativos (RO) y los biocombustibles (AT, BG), eximiendo del impuesto especial (DK), aplicando deducciones fiscales (HU) e incentivos financieros (IT). Algunos han impuesto límites de velocidad locales y sistemas disuasorios (AT, MA). Muchos están tomando medidas para promover un cambio hacia transportes multimodales respetuosos del medio ambiente (DK, HU) tanto para pasajeros (CZ) como para carga (NL). Las iniciativas de transporte público incluyen sistemas de inversión en ferrocarriles (nacionales, regionales y suburbanos), peajes de carretera e iniciativas específicas para promover la bicicleta (AT, BG, DK, FR, IT, UK). En materia de seguridad vial, algunos han adoptado estrategias nacionales (CZ, GR) y otros se han centrado en unas inspecciones de vehículos más exhaustivas (por ejemplo BG) y en sistemas rigurosos de control de la velocidad (FR).

Otras medidas pueden tomarse. Entre ellas, los Estados miembros podrían incluir la promoción de tecnologías para mejorar la eficacia del consumo de combustible, unos motores más verdes y respetuosos del medio ambiente, modos de transporte menos intensivos en energía, el refuerzo de las normas sobre emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero para todos los modos de transporte, la continuación del desarrollo de mapas de ruidos y de medidas para reducir en origen el ruido provocado por el transporte, la puesta en marcha de acciones sobre movilidad urbana y uso óptimo de la logística, y el desarrollo de metodologías para el cobro por el uso de la infraestructura.

3.3. Consumo y producción sostenibles

El consumo y la producción sostenibles son difíciles de medir con precisión sobre una base amplia, aunque el indicador "productividad de los recursos" se refiere al desacoplamiento entre consumo material y crecimiento económico. Además, más empresas informan sobre su rendimiento medioambiental y se registra en el mercado un número en rápido crecimiento de productos y servicios sostenibles. Pero, a pesar de este avance, existe un potencial no aprovechado. Por ejemplo, en la UE la intensidad material media es aproximadamente de 1 kg/EUR, ligeramente inferior a la de Estados Unidos pero dos veces más alta que la de Japón[3]. La UE podría ahorrar por lo menos el 20% de su consumo actual de energía, equivalente a 60.000 millones EUR anuales o a la suma del consumo actual de energía de Alemania y Finlandia.

La UE ha tomado varias iniciativas para revisar, estimular y promover la producción y el consumo sostenibles: aplicación de aspectos de diseño medioambiental a través de la Directiva sobre el uso de productos energéticos, el Plan de Actuación a favor de las Tecnologías Ambientales[4] y el trabajo continuo sobre un sistema de verificación de las tecnologías medioambientales. La UE, con el apoyo de los Estados miembros, continúa trabajando para mejorar los sistemas de etiquetado y control medioambiental. Pero el número de productos que tienen una etiqueta ecológica sigue siendo pequeño y se registra una absorción muy limitada del EMAS ya que el número de empresas registradas en EMAS se estima en 5.000 (de un total aproximado de 29 millones de empresas que operan en la UE).

Los Estados miembros tienen diversas estrategias y planes de acción relativos al consumo y la producción sostenibles. Existen varias campañas de publicidad y acciones dirigidas a promover el consumo sostenible, como la Guía para una vida más verde elaborada en el Reino Unido y su iniciativa "Cada gesto cuenta", concursos en escuelas en favor del consumo sostenible (AT) y una campaña denominada "Responsabilidad Verde" (DK).

Los poderes públicos de la UE están tomando medidas para estimular y apoyar la responsabilidad social empresarial. En los Países Bajos, las autoridades crearon "CSR Netherlands", una fundación destinada al intercambio de conocimientos y experiencias. Las empresas que cotizan en la bolsa francesa están obligadas por ley a incluir información social y medioambiental en sus informes anuales.

Diez Estados miembros han adoptado planes de acción nacionales sobre "contratación pública verde" y algunos han establecido objetivos nacionales al respecto. En los Países Bajos, la contratación pública deberá ser sostenible al 100% en 2010. El Reino Unido ha adoptado un "Plan de contratación sostenible". El Consejo de Gestión Medioambiental de Suecia, una empresa en la que participan el Gobierno central, los gobiernos locales y la Confederación de Empresas Suecas, ofrece asesoramiento, formación y una herramienta en internet a las entidades públicas contratadoras que quieran incluir requisitos medioambientales en sus pliegos técnicos.

Los Estados miembros fomentan activamente la innovación empresarial y la asunción de tecnología medioambiental. Se han creado estamentos comunes entre las autoridades y el mundo empresarial para consolidar las oportunidades empresariales y el desarrollo de tecnologías ambientales (SE, UK). Algunos Estados miembros está mejorando el acceso a la financiación para las tecnologías medioambientales, incluidos incentivos financieros (UK) y la concesión de premios de innovación a las empresas (IT). SI ha creado un centro de excelencia de tecnologías medioambientales y 21 Estados miembros cuentan con planes de trabajo para aplicar el Plan de Acción de Tecnologías Medioambientales (ETAP).

Pero todavía puede hacerse más. Las próximas acciones incluyen la aplicación de la estrategia de productos integrados, la consolidación de la contratación pública verde, la revisión del EMAS y los sistemas de etiquetas ecológicas, y el fomento de la investigación de productos y procesos de producción menos consumidores de recursos.

3.4. Conservación y gestión de los recursos naturales

Este reto afecta a varios ámbitos distintos. El progreso hacia la reducción del uso de recursos naturales no renovables se mide a través del "consumo interno de materiales" (CIM), que disminuyó en un 0,8% anual por término medio entre 2000 y 2004, invirtiendo la tendencia de un lento crecimiento medio del 0,1% anual entre 1990 y 2000[5]; la productividad de los recursos aumentó un 2,3% entre 2000 y 2004. Hay cierto grado de estabilidad en algunos elementos de este reto, incluidos ámbitos tales como la eficacia de los recursos, la silvicultura y la generación de residuos. Sin embargo, ciertos subindicadores de la biodiversidad, tales como la evolución de determinadas especies de pescado, plantean grandes preocupaciones.

La situación relativa a recursos específicos como agua, aire y suelo, así como con respecto a la biodiversidad y a la pesca es diversa y compleja y a menudo carecemos de datos para el conjunto de la UE-27. Entre 2000 y 2003, la mayoría de los Estados miembros para los cuales se dispone de datos parecen haber reducido la presión sobre los recursos hídricos, disminuyendo su extracción de agua subterránea. La situación del agua de superficie no está tan clara. Ha habido cierto avance en la mejora de la calidad del aire y las emisiones dañinas provocadas por el transporte (precursores del ozono, sustancias acidificantes y partículas finas) disminuyeron entre 1990 y 2004. La calidad del suelo continúa deteriorándose y el cambio climático acentúa tanto las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del suelo como amenazas tales como la erosión, los corrimientos de tierras, la salinización y la reducción de la materia orgánica. El agotamiento de las poblaciones de peces sigue siendo un problema y gran parte de las capturas de pescado en aguas gestionadas por la UE procede de existencias que ya están por debajo de sus límites biológicos seguros, particularmente para las especies de gran valor (pescados blancos). Las tendencias en las existencias de especies demersales y bénticas, tales como bacalao, solla y lenguado, siguen siendo un motivo de preocupación. Mientras que las poblaciones de aves comunes parecen estabilizarse, un estudio reciente muestra que el 15% de las especies de mamíferos de Europa están amenazadas y otro 9% se encuentra en el umbral de ser consideradas como amenazadas. El 27% de los mamíferos europeos registran un descenso en su población y solo el 8% de las poblaciones está aumentando.

Las iniciativas clave de la UE para estimular la conservación de los recursos y la biodiversidad incluyen: la aplicación en curso de las Directivas marco sobre calidad del aire y del agua así como de las Directivas sobre aves y hábitats; la aplicación del nuevo Fondo Europeo de Pesca; la Estrategia Temática para la Protección del Suelo y la iniciativa relativa a la gestión, la gobernanza y el comercio en el ámbito forestal (FLEGT).

La mayor parte de los Estados miembros han hecho esfuerzos para mejorar la gestión y evitar la sobreexplotación de los recursos naturales renovables, en especial en las áreas de agricultura, silvicultura y pesca, promoviendo la biodiversidad y la gestión del agua y de los residuos. Todos están aplicando activamente las Directivas marco sobre residuos, calidad del aire y del agua, aunque lógicamente la atención prioritaria difiere según el Estado miembro, ya que los nuevos, por ejemplo, están más afectados por el tratamiento de las aguas residuales. Algunos (AT, DE) tienen planes de acción para las materias primas dirigidos a mejorar la eficacia de los recursos y la mayoría ha tomado medidas específicas para detener la pérdida de biodiversidad y para designar áreas "Natura 2000". Los resultados obtenidos para alcanzar los objetivos de la biodiversidad y establecer áreas "Natura" varían considerablemente según los Estados miembros; sin embargo, el índice de cumplimiento de la designación de áreas de conformidad con las Directivas sobre hábitats alcanzó el 93% en la UE-15 y el 82% en la UE-25, y muchos Estados miembros informaron de que han completado su red o que están a punto de hacerlo.

Las próximas acciones deberían incluir una consolidación general de la integración de los impactos de la biodiversidad en las políticas y programas (incluida una revisión de la PAC); una atención continua a la aplicación de las Directivas marco sobre residuos, calidad del aire y del agua; la finalización de la red "Natura 2000" de áreas protegidas, tanto en tierra como en el mar, y la garantía de una gestión efectiva y una financiación de la red; y la consolidación de la eficacia de la gobernanza internacional en pro de la biodiversidad. El objetivo de la UE de detener la pérdida de biodiversidad para el 2010 y de contribuir así una reducción significativa de la pérdida en todo el mundo no se cumplirá a menos que se hagan importantes esfuerzos adicionales. Los Estados miembros tienen una responsabilidad particular a través de una mejor planificación con el fin de conciliar las necesidades de uso y desarrollo del suelo con la protección de la biodiversidad y el mantenimiento de servicios de ecosistemas.

3.5. Salud pública

Los europeos no solo viven más tiempo sino que viven una mayor parte de sus vidas sin graves problemas de salud; un menor número de personas muere debido a enfermedades crónicas y se registra una continua reducción de la incidencia de accidentes laborales graves.

En un aspecto menos positivo, enfermedades de nuestra época como la obesidad y las enfermedades mentales se están convirtiendo en un creciente problema. En 2003 y dependiendo del país, entre el 30% y el 64% de los varones de entre 25 y 34 años tenía sobrepeso o eran obesos y lo mismo ocurría con el 12% y el 47% de las jóvenes. La proporción de personas mayores de 65 años en esta situación es considerablemente más alta y oscila entre el 62% y el 80%. La obesidad aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2, de enfermedades cardiovasculares, de determinadas formas de cáncer así como de malestar general, debido al dolor de espalda y a la depresión. Se estima que en 1990 el coste directo de la obesidad en la UE iba desde el 1% del gasto sanitario en los Países Bajos hasta el 3,1-4,2% en Alemania y el 6% en Bélgica.

El tabaco sigue suponiendo un problema sanitario; en 2003, el 26% de los varones europeos fumaba regularmente y también lo hacía el 21% de las mujeres.[6]

Con respecto a la salud mental, mientras que el índice de suicidio disminuye en conjunto, anualmente se registran 60.000 suicidios, cifra superior al número de europeos que mueren en accidentes de transporte. Un 11,5% de los europeos padecen alguna enfermedad mental y los problemas de salud mental le cuestan actualmente a la UE por lo menos el 3-4% del PIB. La OMS predice que tras las enfermedades cardíacas, en 2020 la depresión será la segunda enfermedad más importante en el mundo.

Las desigualdades en términos de salud, medidas por las diferencias en la esperanza de vida entre grupos sociales, van desde 4-6 años entre los hombres a 2-4 años entre las mujeres. En algunos países, estas diferencias son considerablemente más altas (10 años) y en muchos la diferencia parece haber crecido durante las últimas tres décadas. La mayoría de los Estados miembros que entraron a formar parte de la UE desde mayo de 2004 tienen indicadores sanitarios perceptiblemente peores que los Estados que eran miembros antes de mayo de 2004.

Aunque la mayor parte de las medidas políticas se toman en los Estados miembros o a nivel local, la UE ha adoptado varias iniciativas de importancia directa para la salud pública: un estudio de las posibilidades en materia de etiquetado de alimentos e información nutricional; un Libro blanco relativo a una estrategia europea sobre problemas de salud relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad; un plan de acción de lucha contre el HIV/SIDA en la UE y sus vecinos; una propuesta de Directiva marco sobre el uso sostenible de pesticidas, y una nueva estrategia de la UE sobre salud animal para el período 2007-2013.

Los Estados miembros están desarrollando activamente iniciativas para contener las enfermedades relacionadas con el modo de vida, tomando medidas frente a las pandemias y para mejorar la manipulación de sustancias químicas, aunque no han informado detalladamente sobre sus actividades en el campo de la legislación alimentaria, el bienestar animal, la salud mental o la reducción de las desigualdades sanitarias y solo se registran algunos casos de buena cooperación interministerial e intersectorial en el ámbito de la salud pública.

En general, la UE y los Estados miembros deben proseguir sus acciones para contener el actual aumento de las enfermedades relacionadas con el modo de vida y deberían prestar una atención continua a la salud y al medio ambiente (sustancias químicas e impacto de la contaminación atmosférica). Las desigualdades sanitarias persistentes en Europa deben ser abordadas con mayor atención tanto en la UE como por los Estados miembros.

3.6. Integración social, demografía e inmigración

Una Europa sostenible tiene que basarse en la solidaridad entre generaciones y dentro de cada generación con el fin de aumentar la calidad de vida general. Desgraciadamente, el 16% de la población de la UE está amenazada por la pobreza y los niños, las madres solteras y los ancianos resultan particularmente vulnerables. La integración sigue siendo un reto en muchos Estados miembros y en algunos Estados miembros las poblaciones extranjeras sufren un alto grado de desempleo persistente. Las tasas de paro de los jóvenes siguen siendo altas y un gran número de quienes finalizan sus estudios escolares se ven confrontados a problemas en determinados Estados miembros.

En el lado positivo, el desempleo está bajando en conjunto y ha habido avances modestos en materia de garantía de la cohesión social y territorial, aunque se registran considerables diferencias de riqueza entre las regiones más ricas y más pobres de la UE. Los sistemas de protección social se están modernizando teniendo en cuenta el cambio demográfico. Las mujeres participan cada vez más en el mercado laboral y la edad media en la que los individuos abandonan el mundo del trabajo está aumentando. Los Estados miembros están reformando sus sistemas de pensiones y de atención sanitaria.

El método abierto de coordinación es la principal herramienta política de la UE en su lucha contra la exclusión social y la pobreza. Las iniciativas recientes incluyen un nuevo marco del Consejo para la protección y la integración social; un nuevo plan de trabajo 2006-2010 de igualdad entre mujeres y hombres, y una comunicación sobre el futuro demográfico de Europa. Entre 2007 y 2009 se aplicará un plan político amplio sobre inmigración legal (incluyendo una directiva marco y cuatro directivas específicas).

Todos los Estados miembros han presentado sus estrategias de protección e integración social 2006-2008 que abarcaban estos tres ámbitos. La escala y el calendario para hacer frente a los retos demográficos varían perceptiblemente en función del país, al igual que las respuestas políticas.

El trabajo posterior en este campo debería centrarse en conseguir que los sistemas de protección social, sanitarios y de pensiones sean sostenibles a la luz de las tendencias demográficas. Como parte de unas estrategias laborales más amplias, los Estados miembros deberán seguir ejecutando medidas que incrementen la participación en el mercado laboral de la mujer, los trabajadores de más edad y los más jóvenes así como los inmigrantes. La combinación de flexibilidad y seguridad, que supone un planteamiento equilibrado entre contratos laborables flexibles y un apoyo individual apropiado, se está desarrollando como parte de la respuesta de los Estados miembros a estos retos. Los Estados miembros deberían también continuar su trabajo para desarrollar estrategias integrales de formación continua, políticas laborales efectivas y sistemas modernos de seguridad social.

3.7. Pobreza en el mundo

Se han registrado algunos avances alentadores en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): la pobreza mundial cayó casi un 4% desde 2000, lo que significa que 134 millones de personas pudieron salir de una pobreza grave; el índice de finalización de los estudios primarios mejoró, pasando del 78% en 2000 al 83% en 2005; y la calidad y eficacia de la ayuda está mejorando. Sin embargo, las presiones sobre la sostenibilidad medioambiental siguen siendo altas, especialmente el acceso a recursos clave tales como el agua, la madera o la tierra de labrantío, lo que podría tener potencialmente un impacto drástico en la posibilidad de subsistencia de los más pobres y podría ser una fuente de conflictos.

Por otra parte, 1.000 millones de personas aún se encuentran en una situación de pobreza extrema. Ninguna de las regiones en desarrollo ha podido alcanzar el objetivo de reducir la mortalidad infantil y una tercera parte de todos los niños de los países en vías de desarrollo tienen un peso insuficiente o ven coartado su crecimiento. La mitad de las personas de los países en vías de desarrollo carece de acceso a unos servicios sanitarios de calidad. Después de un descenso en torno al año 2000, se produjo un marcado aumento de las contribuciones de la UE-15 en materia de ayuda oficial al desarrollo en relación con la renta nacional bruta, lo que resultó en un aumento desde el 0,32% hasta un 0,44% entre 2000 y 2005. Sin embargo, este crecimiento se detuvo en 2006, cuando cayó ligeramente hasta un 0,43% y la UE se rezagó ligeramente con relación a su objetivo intermedio para 2010.

Ha habido avances en materia de política de desarrollo en la UE. En diciembre de 2005, las tres instituciones de la UE acordaron el "Consenso europeo sobre desarrollo", que sitúa a la erradicación de la pobreza en el centro de la política de desarrollo de la UE. La UE es el mayor donante del mundo y su estrategia para África da prioridad a la cooperación (estrategia conjunta de 2007). La UE es también muy activa en el Mediterráneo a través de su política de vecindad y en su cooperación con América Latina y Asia. Se han tomado muchas nuevas iniciativas políticas para consolidar la coordinación y la coherencia de la ayuda de la UE.

Cinco años después de la Cumbre mundial sobre desarrollo sostenible (2002) solo se registran algunos avances modestos en varios de los objetivos de la Cumbre. Sin embargo, la UE y los Estados miembros están activamente comprometidos para promover un desarrollo mundial sostenible y para asegurarse de que las políticas internas y externas de la UE sean coherentes con el desarrollo mundial sostenible. Se trata de un objetivo muy general y los Estados miembros tienden a centrarse más en asuntos específicos o regiones geográficas particularmente importantes para ellos.

Con respecto al volumen de la ayuda, aún es posible alcanzar el objetivo intermedio del 0,56% en 2010, con la vista puesta en el ODM del 0,7% de la RNB antes de 2015. Sin embargo, está claro que son necesarios otros esfuerzos significativos para lograrlo y que siguen estando pendientes muchos retos, entre ellos: mayor desarrollo del uso del presupuesto general como mecanismo de prestación de ayuda; hacer frente al creciente reto de los inmigrantes y desplazados internos por motivos medioambientales; reforzar el compromiso de los Estados miembros con respecto a las iniciativas relativas al agua y los bosques; asegurarse de que el elemento medioambiental de un desarrollo sostenible sea suficientemente tenido en cuenta al asignar la ayuda; trabajar en pro de un sistema internacional de gobernanza medioambiental que pueda desembocar en un desarrollo sostenible; y asegurar que la política comercial contribuya a la viabilidad. Se precisa claramente más cooperación y coordinación de la ayuda si la UE quiere contribuir claramente a realizar los ODM.

4. Políticas TRANSVERSALES

4.1. Educación y formación

La educación y la formación son requisitos previos para posibilitar que los ciudadanos alcancen unos objetivos de desarrollo sostenible. El programa de trabajo de educación y formación 2010 es el marco político para las actividades europeas en materia de educación y formación, donde los Estados miembros han acordado cinco puntos de referencia clave que deberían alcanzarse en 2010, como reducir el número de abandonos escolares; aumentar el nivel de instrucción de los alumnos de 15 años e impulsar los niveles de finalización de los estudios secundarios superiores; el programa pretende mejorar la calidad y la posibilidad de que todos puedan estudiar. Cada vez más, los Estados miembros están respondiendo e incorporan los retos del desarrollo sostenible en sus sistemas de educación. El incremento de la formación continua en la UE-25 desde el 7,5% en 2000 hasta un 9,6% en 2006 es alentador habida cuenta del objetivo de Barcelona de alcanzar el 12% antes de 2010.

4.2. Investigación y desarrollo

La investigación y el desarrollo tecnológico son esenciales para concebir las soluciones innovadoras y avanzadas necesarias para lograr avances reales en los siete retos clave. Los datos de Eurostat muestran que la inversión en investigación y desarrollo en términos de porcentaje del PIB se estancó entre 2000 y 2005, en un 1,9% en 2005 en la UE-15 y en un 1,4% en la UE-25, lejos del objetivo de la UE de alcanzar el 3% antes de 2010.

Uno de los principales objetivos del Séptimo Programa Marco de IDT (VII PM), puesto en marcha en enero de 2007, es movilizar la investigación europea para el desarrollo sostenible[7]. En el primer año de aplicación, 2007, el 40% de las acciones cooperativas de investigación solicitadas están directa o indirectamente relacionadas con los desafíos de la EDS. Se han propuesto dos iniciativas tecnológicas conjuntas, "Cielo limpio"[8] y "Pilas de combustible e hidrógeno"[9]. Quince plataformas tecnológicas de trabajo y catorce ERANETS también se ocupan directamente de los retos de la EDS. La Comisión ha desarrollado directrices sobre el uso de incentivos fiscales y de la contratación pública para impulsar la inversión en la investigación del sector privado y ha revisado su marco sobre ayuda estatal con el fin de apoyar actividades de investigación y desarrollo innovadoras.

Los informes de los Estados miembros muestran que la mayor parte de las políticas de investigación nacionales ponen la investigación y el desarrollo al servicio de los siete retos clave de la EDS, en una perspectiva de espacio europeo de investigación.

La Comisión proseguirá sus esfuerzos para poner la investigación y el desarrollo al servicio del desarrollo sostenible con objeto de aprovechar las sinergias entre la estrategia de Lisboa para el Crecimiento y el Empleo y la EDS.

4.3. Instrumentos financieros y económicos

Una gran variedad de instrumentos basados en el mercado (fiscalidad y sistemas de comercio de emisiones) e incentivos políticos específicos (ayuda financiera a la investigación y el desarrollo, innovación y demostración sobre asuntos específicos) son utilizados por la UE y los Estados miembros para apoyar el desarrollo sostenible y todavía existe más potencial para el uso de instrumentos basados en el mercado.

En marzo de 2007, la Comisión adoptó un Libro verde sobre el uso de instrumentos de mercado con finalidad medioambiental y de política energética y durante 2008 la Comisión revisará la Directiva sobre impuestos de la energía[10] y empezará a examinar cómo identificar y reducir progresivamente las subvenciones que van en detrimento del medio ambiente. La Comisión propuso legislación para reestructurar los impuestos aplicables a los vehículos de pasajeros[11] y para coordinar los impuestos de la gasolina sin plomo y del gasóleo utilizados como combustible[12].

El Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Fondo de Cohesión son instrumentos financieros importantes de la UE que ayudan financieramente de forma significativa durante el período 2007-2013 en ámbitos fundamentales de la EDS tales como el cambio climático (9.000 millones EUR) y el transporte sostenible (36.000 millones EUR). La política de cohesión aplica los principios de desarrollo sostenible tanto de "Implicación de los ciudadanos" como de "Coherencia política y gobernanza", incluyendo a los interesados de todos los niveles estatales y promoviendo la adopción de normas coherentes que afectan a diversos sectores.

5. OBTENER FRUTOS DE LA COOPERACIÓN

5.1. Comunicación, movilización de los interesados y difusión de los éxitos

La EDS solo puede funcionar eficazmente si es debidamente comunicada y si se ejecuta a todos los niveles de la sociedad, implicando a los ciudadanos, las empresas y al Gobierno. Para ello, tanto la UE como los Estados miembros han organizado actos para fomentar la concienciación y reuniones específicas sobre asuntos tales como el cambio climático, el transporte y la salud.

Las aportaciones de los ciudadanos (incluidas las ONG) representan una voz constructiva y crítica para obtener y aplicar los resultados. La Agenda local 21 y la Campaña Europea de Ciudades y Pueblos Sostenibles sirven como ejemplos. El foro de interesados del CESE, celebrado en mayo de 2007[13], reunió a organizaciones sociales con el fin de discutir cómo la propia sociedad puede continuar desarrollando soluciones constructivas al cambio climático.

Las empresas y los empresarios están comenzando a darse cuenta de la ventaja competitiva que supone un planteamiento sostenible de las actividades empresariales. El Dow Jones Sustainability Group Index[14] muestra que las empresas cotizadas en bolsa superan regularmente a las no cotizadas. Los directivos empresariales están tomando nuevas iniciativas: el Grupo Europeo de Líderes Empresariales y la Alianza Europea por la Responsabilidad Social Empresarial, son dos de estas iniciativas, formas innovadoras de mejorar el comportamiento medioambiental y social de las empresas.

5.2. Obtener resultados

La EDS de 2006 supuso una nueva estructura de gobernanza. Durante el último año cada Estado miembro designó a un coordinador EDS y la Comisión creó un grupo de coordinadores EDS que también trabaja con la Red Europea de Desarrollo Sostenible (ESDN).

Eurostat ha contribuido a verificar los avances sobre la base de un conjunto completo de IDS que ahora están mejor adaptados a las prioridades y objetivos de la EDS renovada de la UE[15]. Los indicadores son analizados regularmente con la Eurostat.

La EDS propuso institucionalizar evaluaciones paritarias de las estrategias nacionales con el fin de identificar y compartir mejor las buenas prácticas en un proceso de aprendizaje mutuo. La Comisión ha desarrollado un manual y en 2007 ha cofinanciado la evaluación paritaria del NSDS holandés. Esta evaluación constituyó un paso fundamental para el reajuste en curso de la EDS holandesa y tuvo un impacto político visible. Otras revisiones están previstas en 2008.

El CESE creó un Observatorio del Desarrollo Sostenible[16] en septiembre de 2006 que elaboró un dictamen sobre el informe semestral provisional de la estrategia de desarrollo sostenible de la UE, adoptado el 11 de julio de 2007. El Comité de las Regiones redactó un dictamen sobre la educación como promotora del desarrollo sostenible, que debería ser adoptado en el otoño de 2007.

Los Estados miembros están actualizando sus estrategias nacionales y tienen previsto adecuarlas a la EDS de la UE.

6. Conclusión

Las conclusiones del Consejo Europeo de junio de 2006 marcaron el principio de una nueva asociación entre la UE, los Estados miembros, las organizaciones sociales y las empresas con el fin de colaborar en pro de la realización de los objetivos de un desarrollo sostenible.

El presente informe provisional muestra que el avance sobre el terreno es modesto pero que el desarrollo político tanto a nivel de la UE como de los Estados miembros ha progresado perceptiblemente en muchas áreas, especialmente en materia de cambio climático y energía limpia. Las prioridades establecidas en la estrategia de junio de 2006 siguen siendo válidas. Como lo muestran los muchos ejemplos contenidos en el presente informe y el anexo, debe prestarse una continua atención a la aplicación en todas las áreas prioritarias.

[1] El análisis del avance de la EDS se basa, según lo pedido por el Consejo, en diversas fuentes: informes nacionales facilitados por los coordinadores nacionales EDS según lo establecido en la propia EDS; el informe de supervisión de Eurostat basado en indicadores de desarrollo sostenible (IDS), que toma el año 2000 como referencia; documentos de trabajo de la Comisión; y un estudio de una consultora independiente.

[2] Comunicación de 10 de enero: "Limitar el calentamiento mundial a 2° C: Medidas necesarias hasta 2020 y después" y "Una política energética para Europa".

[3] Informe EEE, Uso y gestión sostenibles de los recursos naturales , n° 9/2005.

[4] http://ec.europa.eu/environment/etap/pdfs/comm_pdf_com_2007_0162_f_en_acte.pdf

[5] Informe de supervisión, Eurostat 2007.

[6] Fuentes: Eurostat, Informe 2007; Direcciones Generales de la Comisión; y fuentes internacionales, incluida la OMS.

[7] Decisión nº 182/1999/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de diciembre de 1998, relativa al Quinto Programa Marco de la Comunidad Europea sobre investigación, desarrollo tecnológico y actividades de demostración (1998-2002), DO L 26 de 1.2.1999, p. 1.

[8] COM(2007) 315 final.

[9] COM(2007) 571 final.

[10] Directiva 20003/96/CE del Consejo.

[11] COM(2005) 261.

[12] COM(2007) 52.

[13] http://www.eesc.europa.eu/stakeholders_forum/index_en.asp

[14] Lanzado en 1999, el Dow Jones Sustainability Group Index es el primer índice mundial que hace un seguimiento del rendimiento financiero de las principales empresas mundiales líderes en sostenibilidad.

[15] Una lista revisada de IDS se anexa al documento de trabajo de la Comisión sobre la EDS.

[16] http://www.eesc.europa.eu/sections/sdo/index_en.asp

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