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Document 52012IE0156
Opinion of the European Economic and Social Committee on ‘The role of the European Union in peace building in external relations: best practice and perspectives’
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de la UE en la consolidación de la paz en las relaciones exteriores: buenas prácticas y perspectivas»
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de la UE en la consolidación de la paz en las relaciones exteriores: buenas prácticas y perspectivas»
DO C 68 de 6.3.2012, pp. 21–27
(BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)
6.3.2012 |
ES |
Diario Oficial de la Unión Europea |
C 68/21 |
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de la UE en la consolidación de la paz en las relaciones exteriores: buenas prácticas y perspectivas»
2012/C 68/04
Ponente: Jane MORRICE
En el Pleno celebrado los días 19 y 20 de enero de 2011, el Comité Económico y Social Europeo, de conformidad con el artículo 29 (2) de su Reglamento interno, decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema
«El papel de la UE en la consolidación de la paz en las relaciones exteriores: buenas prácticas y perspectivas».
La Sección Especializada de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 15 de diciembre de 2011.
En su 477o Pleno de los días 18 y 19 de enero de 2012 (sesión del 19 de enero de 2012), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 190 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones el presente dictamen.
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1 La consolidación de la paz está en el ADN de la Unión Europea. Su propia creación, ampliación y supervivencia en tiempos de crisis son prueba de su habilidad para consolidar la paz. La UE –una comunidad de naciones que promueve la democracia, los derechos humanos, la igualdad y la tolerancia– tiene la obligación moral de apoyar la consolidación de la paz en todo el mundo y ahora cuenta con un mandato del Tratado para hacerlo. Es el mayor donante mundial de ayuda, tiene años de experiencia en zonas de conflicto y cuenta con una amplia gama de instrumentos a su disposición. Por todo esto, debería estar a la cabeza de los esfuerzos internacionales para consolidar la paz. No obstante, no aprovecha suficientemente su potencial en la consolidación de la paz en el mundo y su respaldo al cambio no tiene la repercusión que debería o podría tener. A pesar de sus esfuerzos por mejorar la coherencia con la creación del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), aún no se ha alcanzado un «enfoque global de la UE» integrado. A falta de una estrategia para la consolidación de la paz claramente definida, de una mayor puesta en común de las experiencias extraídas de las diferentes acciones para la consolidación de la paz de la UE y de una cooperación genuina con los Estados miembros, los donantes de ayuda internacionales, las ONG y las organizaciones de la sociedad civil que consolidan la paz sobre el terreno, no se aprovechará plenamente el potencial de la UE para crear una diferencia real y duradera en las regiones con más problemas del mundo. El desafío puede ser grande, pero la recompensa lo es aún más. Una Europa pacífica tiene más razón de ser en un mundo pacífico.
1.2 Sobre la base de estas conclusiones, el CESE hace las siguientes recomendaciones.
1.2.1 El SEAE debería elaborar una estrategia de consolidación de la paz que integre acciones civiles, militares, diplomáticas, políticas, de respuesta rápida y humanitarias, asistencia al desarrollo a largo plazo, ayuda a corto plazo, cambio climático y una política comercial y de inversiones, así como cualquier tipo de acciones de la UE que puedan repercutir en zonas frágiles.
1.2.2 El SEAE debería crear un grupo de trabajo formado por representantes del PE, la CE, el CDR, el CESE, el BEI y ONG dedicadas a la consolidación de la paz para que elabore la estrategia.
1.2.3 Las políticas y los programas de la UE, en particular los que operan en zonas de conflicto, deberían estar sujetos a evaluaciones de impacto que valoren su adecuación a los conflictos para garantizar que respetan las normas y los valores de la UE y que pueden garantizar que la ayuda de la UE se utiliza de la manera más eficaz.
1.2.4 Se debería crear un código de principios para todas las operaciones de la UE en zonas de conflicto y zonas propensas a los conflictos.
1.2.5 Todos los proyectos de consolidación de la paz deberían incluir el fomento de la buena gobernanza y los principios democráticos (derechos humanos, libertad de expresión, igualdad, libertades políticas y sindicales), así como normas de protección medioambiental.
1.2.6 Se deberían establecer parámetros para evaluar cómo avanzan las reformas, y convendría asimismo reforzar los sistemas de supervisión para que sus órganos incluyan a representantes de la sociedad civil y respeten el equilibrio entre hombres y mujeres y para garantizar el compromiso con las reformas. Se debería prestar más atención a la prevención de conflictos, especialmente al papel de la educación y los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, en las zonas frágiles, y se deberían fomentar y promover activamente las medidas para impulsar la reconciliación, incluido el diálogo intercultural y la mediación.
1.2.7 La UE debería reforzar su compromiso con la sociedad civil organizada en zonas frágiles aumentando el apoyo a las organizaciones que comparten valores con la UE y promueven la tolerancia, el pluralismo y otras acciones en pro de la consolidación de la paz. Asimismo, se debería facilitar el trabajo del CESE en este ámbito.
1.2.8 Se debería fomentar la adhesión a la Resolución 1325 de las Naciones Unidas sobre las mujeres y la paz, ofrecer más apoyo a los grupos de mujeres que trabajan sobre el terreno y promover la igualdad entre hombres y mujeres.
1.2.9 Las víctimas de los conflictos, en particular los niños, deberían recibir mayor atención específica y mayor reconocimiento y apoyo por parte de la UE.
1.2.10 Se deberían fomentar, facilitar y respaldar los programas que apoyan a los jóvenes más vulnerables, especialmente a los chicos, con el fin de que puedan desempeñar plenamente un papel constructivo en la sociedad.
1.2.11 Se debería ampliar y mejorar la contratación y la formación de personal civil destinado a las misiones. Su objetivo debería pasar de la gestión militar de las crisis a una gestión civil.
1.2.12 Se debería elaborar una base de datos de expertos y candidatos europeos en el ámbito de la consolidación de la paz procedentes de las instancias judiciales, abogados, policías, ONG dedicadas a la consolidación de la paz, mediadores, administradores y políticos con experiencia en este ámbito, para misiones civiles.
1.2.13 Las instituciones de la UE, los Estados miembros y los organismos internacionales deberían poner en común las conclusiones clave que extraigan ayudados por un compendio de buenas prácticas en la consolidación de la paz y una investigación más amplia sobre el uso de las herramientas para la resolución de conflictos del CESE (1).
1.2.14 Se debería tomar más en consideración la puesta en común de las experiencias del trabajo de consolidación de la paz dentro de la UE, como el Programa PEACE de la UE para Irlanda del Norte, con las de sus actuaciones en el exterior.
1.2.15 Se debería analizar seriamente la posibilidad de crear un centro de excelencia o instituto europeo para la consolidación de la paz que pudiera aunar las estructuras existentes, tomarlas como base y dar un seguimiento a ideas y recomendaciones de otras instituciones y expertos.
1.2.16 Se debería organizar una gran conferencia sobre la consolidación de la paz que reúna a todas las partes de una nueva estrategia sobre esta cuestión y afianzar recomendaciones sobre la mejor manera de poner en común las conclusiones.
2. Contexto
2.1 El presente dictamen constituye una continuación al dictamen de iniciativa sobre «El papel de la UE en el proceso de paz de Irlanda del Norte», aprobado por el CESE en octubre de 2008 y que exhorta a la UE a situar la consolidación de la paz en el mismo centro de su futura dirección estratégica (2). Amplía el alcance de la investigación más allá de las fronteras de la UE, revisa los instrumentos de consolidación de la paz disponibles, en particular desde la creación del SEAE, analiza hasta qué punto se han puesto en común experiencias y presenta recomendaciones para los trabajos futuros en este ámbito.
3. Introducción
3.1 La UE, a menudo descrita como la empresa supranacional de consolidación de la paz con más éxito del mundo, puede ser considerada por otros un modelo a seguir en este ámbito. Seguramente su propia experiencia representa también su mayor logro: unir a enemigos declarados tras la Segunda Guerra Mundial. Otro triunfo de la consolidación de la paz ha sido mantenerlos juntos en una unión de naciones, ampliar su número y extender su influencia a escala mundial. Mantener ese impulso frente a la crisis financiera será otro reto importante.
3.2 No obstante, la UE no ha estado adecuadamente dotada para asumir su obligación moral ni como modelo ni como líder para conseguir la consolidación de la paz en el mundo. En sus operaciones en zonas de conflicto, utiliza los distintos instrumentos que tiene a su alcance, desde la gestión de las crisis a la ayuda humanitaria pasando por la asistencia militar y la ayuda al desarrollo. Sin embargo, su enfoque ha carecido de coherencia, coordinación y conexión creíble con la base de la sociedad civil.
3.3 Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la UE cuenta con un nuevo mandato de consolidación de la paz (artículo 21), una nueva estructura que lo respalda (el SEAE) y un nuevo líder (la Alta Representante Catherine Ashton) que trabaja por conseguir este objetivo. Por tanto, ya no tendría que haber ninguna razón por la que la UE no pueda hacerse con el timón y tener una verdadera repercusión en la consolidación de la paz en el mundo.
3.4 Si en algún momento fue adecuado que la UE demostrara su liderazgo es ahora. Sus vecinos más cercanos están atravesando una época de revuelta política, económica y social. Necesitan un apoyo sólido en este momento tan crítico de su historia. Con la puesta en marcha de su «nueva y ambiciosa» Política Europea de Vecindad (PEV), la UE ha demostrado que está lista y dispuesta a predicar con el ejemplo. Pero en esto, al igual que en la consolidación de la paz en el mundo, obras son amores y no buenas razones.
3.5 La UE tiene un «potencial formidable» para aunar todas las facetas de su influencia con el fin de crear un enfoque coherente y global de cara a la consolidación de la paz y dispone de los recursos necesarios. No obstante, en última instancia el éxito depende de la voluntad política de los Estados miembros de la UE, su habilidad para hablar con una sola voz y su deseo de respaldar plenamente una estrategia conjunta de consolidación de la paz que no solo otorgue una mayor credibilidad a la UE en el plano internacional, sino que también sirva para promover mejoras en el mundo.
4. Antecedentes
4.1 El término «consolidación de la paz» es relativamente nuevo en el léxico de la diplomacia internacional. En su «Programa de Paz» de 1992, Boutros-Ghali, Secretario General de las Naciones Unidas, lo definió por primera vez como «las medidas destinadas a individualizar y fortalecer estructuras que tiendan a reforzar y consolidar la paz a fin de evitar una reanudación del conflicto». En 2006, las Naciones Unidas crearon una Comisión de Consolidación de la Paz para apoyar los esfuerzos en pro de la paz en países que salen de situaciones de conflicto y, en 2009, la OCDE creó una Red Internacional de Conflictos y Fragilidad (INCAF).
4.2 En el ámbito europeo, la primera referencia concreta a la consolidación de la paz en las relaciones exteriores de la UE apareció en el Programa de Gotemburgo para la prevención de conflictos violentos, adoptado en 2001. La más reciente está en el artículo 21 del Tratado de Lisboa, que enumera como objetivos fundamentales de la acción exterior de la UE los derechos humanos, la democracia, la prevención de conflictos y el mantenimiento de la paz.
4.3 El Tratado de Lisboa también establece un nuevo marco para las relaciones exteriores de la UE. La Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad combina las competencias anteriormente divididas entre el Consejo y la Comisión Europea. La Alta Representante, Catherine Ashton, cuenta con el apoyo del SEAE, cuya competencia abarca las tres «des» (Diplomacia, Desarrollo y Defensa), ámbitos en los que puede haber intervenciones para la consolidación de la paz.
4.4 Dentro del SEAE y en las direcciones generales competentes de la Comisión Europea, la UE cuenta con una amplia gama de instrumentos que puede utilizar para consolidar la paz. Entre ellos cabe incluir:
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Misiones civiles y militares dentro de la PCSD: se centran en la policía, el Estado de Derecho, la administración civil y la protección civil. A menudo se ven limitadas por la falta de personal capacitado. La dimensión de la seguridad y la logística se considera un requisito previo para que haya un entorno estable y seguro en el que sea posible la consolidación de la paz. |
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Instrumento de Estabilidad: es la principal fuente de financiación de la UE para la consolidación de la paz. Más del 70 % de los fondos disponibles (2 000 millones de euros en 2007-2013) se destinan a dar respuesta a las crisis para «salvar la distancia» entre la ayuda humanitaria a corto plazo y la ayuda al desarrollo a más largo plazo. |
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Asociación para la Consolidación de la Paz: creada al amparo del Instrumento de Estabilidad para mejorar la comunicación con los socios principales en respuesta a las crisis. Apoya el trabajo con las organizaciones de la sociedad civil y contribuye a la difusión de buenas prácticas y al acceso a un apoyo logístico y técnico. |
4.5 Hay muchos otros instrumentos que no son específicos para la consolidación de la paz pero que pueden utilizarse para apoyar a la UE en ese cometido. Entre ellos se incluyen la asistencia humanitaria (ECHO), el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos, la ayuda al desarrollo a través del Fondo Europeo de Desarrollo (para los países ACP y los PTU) y el Instrumento de Cooperación para el Desarrollo (América Latina, Asia, el Golfo y África del Sur).
4.6 Las políticas de la UE, por ejemplo en el ámbito del comercio, la inversión del BEI, el medio ambiente, la energía o la agricultura, también pueden utilizarse en un contexto de consolidación de la paz. La política de ampliación de la UE incluye un elemento de consolidación de la paz, puesto que exige a los países candidatos que se adhieran a los valores fundamentales de la Unión (3). Asimismo, la Política Europea de Vecindad (PEV), que abarca a dieciséis países vecinos de la UE, se ha «revitalizado» a raíz de la «primavera árabe» y ha pasado a incluir un aspecto de consolidación de la paz para ayudar a construir una «democracia sólida y duradera», y el «Programa para el cambio» de la UE propone reforzar el papel de la UE en la consolidación de la paz de diferentes maneras.
4.7 Si bien la mayor parte de la consolidación de la paz de la UE se lleva a cabo en el marco de su política de relaciones exteriores, la Unión también ha estado poniendo en práctica una iniciativa de paz única dentro de sus fronteras. El Programa especial de apoyo de la UE para la paz y la reconciliación en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos de Irlanda se creó en 1996 y actualmente se encuentra en su tercera ronda de financiación (4).
5. Consolidación de la paz: los retos
5.1 Búsqueda de una definición y una estrategia
5.1.1 Aunque en general se considera que la consolidación de la paz es una nueva manera positiva para intervenir en zonas de conflicto, carece de una definición precisa. Para algunos se aplica solo a una situación post-conflicto para estabilizar y reconstruir. Otros consideran que establece un vínculo entre las políticas de defensa y las de desarrollo. También hay quien la describe como un proceso catalítico sin solución de continuidad, que va desde la prevención de conflictos a la estabilización después de los conflictos, pasando por la gestión de crisis, el establecimiento y el mantenimiento de la paz.
5.1.2 Si analizamos los distintos elementos, el «mantenimiento de la paz» trata sobre seguridad y defensa, el «establecimiento de la paz» sobre el uso de la diplomacia para alcanzar un acuerdo político y la «consolidación de la paz» abarca ambos conceptos y va mucho más allá. Lo ideal es que sea una acción que comienza antes de que sea necesaria la presencia de responsables de mantener la paz o de establecerla y, si da resultado y perdura, puede hacer que tal presencia no sea necesaria. La mejor definición de una consolidación de la paz inclusiva, global, consultiva y a largo plazo quizá sea un «proceso abierto que sirve para reconciliar las diferencias abriendo puertas y mentes».
5.2 La necesidad de aunar esfuerzos para la reflexión
5.2.1 Independientemente de la definición, los expertos coinciden en que la consolidación de la paz es un proceso sumamente complejo en el que interviene una amplia gama de agentes que operan en los ámbitos de la diplomacia, la intervención militar y civil y la asistencia financiera y técnica a corto y largo plazo a nivel local, nacional e internacional. El principal reto es encontrar una manera para establecer la «coherencia, coordinación y complementariedad» entre la amplia gama de políticas, agentes e instrumentos, dentro y fuera de la UE, que actúan en la misma zona. La principal dificultad reside en que los distintos Estados miembros y los distintos donantes tienen diferentes prioridades y pueden surgir tensiones cuando los intereses y las necesidades de cada uno apuntan en distintas direcciones.
5.2.2 Dentro de la UE, la complejidad de las estructuras en las instituciones y direcciones hace que la coordinación práctica entre las personas responsables sea otro reto significativo. De manera similar, existe una importante necesidad de garantizar la coherencia entre las políticas que se centran específicamente en las zonas frágiles, como la ayuda al desarrollo, y aquellas que tienen una mayor repercusión en ellas, especialmente el comercio, la inversión, el cambio climático y la política energética. Se considera que la creación del SEAE representa una oportunidad real para «estrechar los vínculos» de las políticas y la práctica entre las instituciones de la UE y entre la UE, sus Estados miembros y otros donantes importantes, como las Naciones Unidas, Estados Unidos o China, y otras partes interesadas.
5.2.3 Aunque el «santo grial de un enfoque integral» sigue siendo esquivo, se han hecho esfuerzos para utilizar con mayor coherencia los instrumentos de la UE. Un ejemplo reciente es el del Consejo de Asuntos Exteriores de junio de 2011, que acordó adoptar un enfoque inclusivo al problema de Sudán y Sudán Meridional, desde el diálogo político, pasando por la creación de capacidades civiles en el ámbito de la ayuda al desarrollo y la cooperación comercial. El reciente «Programa para el cambio» de la UE vuelve a dar prioridad a su política de desarrollo, otro ejemplo de un nuevo enfoque de la consolidación de la paz. Entre otros, las propuestas prestan especial atención a los derechos humanos, la democracia, la igualdad, la buena gobernanza y los nexos con la sociedad civil. Algunos consideran que se trata de un planteamiento nuevo y valioso, mientras que otros piensan que es insuficiente.
5.3 Refuerzo del papel de la sociedad civil en la transformación de los conflictos
5.3.1 El proceso de transformación de los conflictos requiere algunos cambios fundamentales en las actitudes y el comportamiento. La inclusión, el compromiso y el diálogo son armas para combatir el miedo, el odio, la intolerancia y la injusticia, y son los ingredientes para crear un entorno favorable para la prevención de los conflictos y la consolidación de la paz. Este trabajo se tiene que llevar a cabo en la base y a nivel de la calle, allí donde la consolidación de la paz tiene más importancia. En este caso, la participación de las organizaciones de la sociedad civil que comparten los valores de la UE de la igualdad, los derechos humanos, la inclusión y la tolerancia no se puede seguir dejando al azar y se debe dar prioridad al apoyo a los más vulnerables, en situación de riesgo o que no pueden hacer oír su voz.
5.3.2 En general se reconoce que las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial para asegurar la eficacia y la sostenibilidad a largo plazo de toda estrategia de consolidación de la paz. La cooperación y la consulta con agentes locales no estatales no solo sirve para que la UE comprenda mejor una situación de conflicto desde abajo, sino que también garantiza que la base «haga suyo» el proceso, ayuda a promover una consolidación de la paz más «sensible a los conflictos» y sirve como refuerzo positivo a sus esfuerzos por consolidar la paz.
5.3.3 Hasta ahora, el foco de la consolidación de la paz, tanto en el plano de las políticas como en el operativo, solía pasar por alto grupos cuya influencia en el proceso puede ser crucial. Las mujeres, quienes a menudo mantienen unido el tejido social durante los conflictos, raramente están representadas en la toma de decisiones. La actitud que adoptan los comerciantes locales en las zonas de conflicto según la cual siguen trabajando a pesar de la situación es una importante demostración de resistencia que merece respaldo. La actividad sindical, como las manifestaciones por la paz y la solidaridad que a menudo se ven en lo que ahora son calles de la UE, representa otro recurso efectivo para respaldar la consolidación de la paz. Los jóvenes necesitan apoyo para canalizar su energía de manera constructiva y los grupos más vulnerables, en particular las víctimas, necesitan atención por parte de expertos.
5.3.3.1 Cada vez más se reconoce que la prevención de conflictos y la reconciliación entre los grupos divididos merecen una mayor atención en los esfuerzos de la consolidación de la paz. La educación desempeña un papel muy importante a este respecto, pues enseña a los jóvenes no solo a aceptar las diferencias sino también a respetarlas. También hay que tener en cuenta la importancia de los medios de comunicación, y especialmente las redes sociales pueden desempeñar un papel importante a la hora de influir en el cambio positivo. Otra parte importante de este trabajo consiste en promover estrategias específicas para unir a los grupos, como el diálogo intercultural y la mediación.
5.3.4 Un diálogo estructurado entre la UE y las organizaciones de la sociedad civil en las zonas de conflicto puede forjar relaciones duraderas y fomentar el entendimiento al nivel más bajo. Debido a estos estrechos vínculos con la sociedad civil organizada, el CESE se encuentra en una buena situación para desempeñar un papel más importante en el compromiso de la UE con las organizaciones de base en esas regiones. Ya trabaja, entre otros con empresas y sindicatos, en lugares como China, el Tíbet, el Líbano, África septentrional y los países ACP y está dispuesto a llevar más allá esa puesta en común de experiencias para «sostener y consolidar» los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y el trabajo de la UE en proyectos de consolidación de la paz.
5.4 Mayor reconocimiento del valor de la puesta en común de experiencias
5.4.1 La UE, una comunidad formada por veintisiete naciones unidas por el bien común, se encuentra en una posición para compartir su propia experiencia con otros. Desde el proceso de toma de decisiones a la estrategia de ampliación, la UE ofrece ejemplos de una práctica que las asociaciones regionales de otras partes del mundo podrían emular. Hay algunas que están dispuestas a hacerlo y otras, como la Unión Africana, ya están en ello. Hay otros ejemplos de países y regiones en los que se ha conseguido alcanzar cambios sin producirse conflictos. Vale la pena destacarlos en el ámbito de la política y la práctica de la consolidación de la paz.
5.4.2 Al haber trabajado en la consolidación de la paz en las relaciones exteriores desde su inicio, la UE también cuenta con una gran cantidad de experiencia adquirida en zonas como Asia Sudoriental, Oriente Medio, América Central, los Balcanes y el África subsahariana que puede poner en común. Parte de este trabajo ha dado importantes frutos, otra parte ha tenido menos éxito. En efecto, la actuación de la UE en ciertas zonas de conflicto ha recibido duras críticas, pero incluso esas experiencias podrían ser de utilidad en la elaboración de las políticas, siempre y cuando se aprenda de los errores.
5.4.3 En cuanto a la «puesta en común de experiencias positivas», hay mucho que aprender. El proceso de paz en Aceh (Indonesia), la reconexión de la red de alcantarillado en la dividida ciudad de Nicosia (5) o el apoyo de la UE para alcanzar la paz en Irlanda del Norte son ejemplos que se podrían añadir a las herramientas de la UE en cuanto a la experiencia en la consolidación de la paz. Aunque no hay una única solución a todos los problemas, existen principios básicos comunes a muchas zonas de conflicto que no se pueden ignorar.
5.4.4 No obstante, hay estudios que demuestran que la puesta en común de experiencias no es una práctica generalizada en la política de la UE, especialmente cuando se trata de la acción interior y exterior. El Programa PEACE para Irlanda del Norte carece de todo tipo de enfoque sistemático relativo a la puesta en común de información con otras zonas en conflicto. Puesto que a la UE se la valora positivamente por haber contribuido a alcanzar la paz en la región, que el grupo de trabajo de Barroso en Irlanda del Norte recomendó una puesta en común de información con otras zonas de conflicto y que la «Red PEACE» se ha creado para hacer exactamente eso, esta aparente falta de información cruzada de la acción interior a la exterior es una oportunidad desperdiciada y un grave error político.
5.5 Hacia la creación de un centro para la consolidación de la paz
5.5.1 Por todo lo expuesto anteriormente, aún queda mucho por hacer para que la UE se afiance como líder mundial en la estrategia de consolidación de la paz y garantice que su trabajo tenga un mayor alcance y una mayor repercusión. Una de las propuestas que se barajan consiste en crear un instituto europeo para la paz, como han sugerido el ex presidente de Finlandia y el ministro sueco de Asuntos Exteriores, que garantice una mayor «coherencia, coordinación y complementariedad» en los esfuerzos de la UE para la consolidación de la paz. Por su parte, los líderes de Irlanda del Norte han propuesto crear un centro internacional de excelencia consagrado a la consolidación de la paz fuera de Belfast. Para ello, han solicitado fondos del Programa PEACE de la UE. Asimismo, el Parlamento Europeo ha entrado en el debate y ha elaborado un documento titulado «A Blue Print for an Institute for Peace» (Plan para un Instituto para la Paz).
5.5.2 Vale la pena considerar seriamente la posibilidad de crear un nuevo instituto o centro vinculado a otros órganos que ya trabajan en este ámbito, como el Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (IESUE) o la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Si una organización de este tipo pudiera proporcionar un foco para un asesoramiento independiente por parte de expertos, diálogo, formación, estudio y puesta en común de experiencias entre personas que trabajan en este ámbito, sería una gran baza para respaldar el trabajo del SEAE en este ámbito crucial de la acción de la UE.
5.6 Una oportunidad que no se puede desperdiciar
5.6.1 El presente dictamen se centra en cómo la UE podría organizarse mejor para desempeñar un papel más constructivo en lo que se ha convertido en el mayor reto del mundo actual: la resolución de conflictos. Que no exista una definición de «consolidación de la paz» y que la UE aún no haya formulado una estrategia de consolidación de la paz demuestra que tenemos un amplio margen de maniobra para trabajar. Se trata de una oportunidad poco común para la UE en un ámbito de las relaciones internacionales que quizá no se nos vuelva a presentar.
5.6.2 Gracias a la creación del SEAE la UE debería poder hacerse con el timón de la consolidación de la paz internacional. Ahora el reto consiste en diseñar una estrategia de consolidación de la paz distinta, que alcance no solo la coherencia entre los programas y las políticas de la UE, sino también entre los valores y los intereses de la UE y sus Estados miembros. Esto podría resultar difícil en ausencia de una política exterior común que establezca principios aceptados de intervención o de no intervención en zonas en conflicto, aunque algunos consideran que la adopción de un «enfoque para toda la UE» es la única forma de garantizar que la consolidación de la paz tenga un impacto real sobre el terreno.
5.6.3 Con el tiempo, la UE ha aprendido el valor de la democracia en contraposición a la dictadura, la importancia de la justicia, la igualdad y los derechos humanos y los peligros de la intolerancia, la xenofobia, la discriminación y el prejuicio. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín, la UE ha avanzado constantemente en la senda de la consolidación de la paz, asentando sus logros y allanando el camino para que otros lo sigan. Se ha enfrentado a numerosas pruebas, sin olvidar la actual crisis financiera. No obstante, sus valores fundamentales son el punto de referencia para su acción, tanto en casa como más allá de sus fronteras, que nunca debe perder de vista.
5.6.4 En esta época de crisis e introspección internas, la UE no debe perder de vista la idea general y sus responsabilidades a escala mundial. No debe abandonar sus políticas exteriores ni sus compromisos externos y necesita forjarse un papel distinto que ninguna otra nación o grupo de naciones pueda igualar. Como consolidador de la paz, la UE aporta su historia, sus valores y su distintivo característico de intervención «de abajo arriba» a un ámbito en el que la reputación, el entendimiento, la experiencia, la generosidad y la confianza son lo que más se valora. Como líder mundial en la consolidación de la paz, la UE también necesita la confianza, la convicción y el valor para dar un paso adelante.
Bruselas, 19 de enero de 2012.
El presidente del Comité Económico y Social Europeo
Staffan NILSSON
(1) Véase el dictamen SC/029 «El papel de la UE en el proceso de paz de Irlanda del Norte»; ponente: Jane Morrice; DO C 100 de 30.4.2009, pp. 100-108.
(2) Ibídem.
(3) Véase el apartado 2 de las Conclusiones del Consejo sobre la ampliación y el proceso de estabilización y asociación, 3132a reunión del Consejo de Asuntos Generales, celebrada el 5 de diciembre de 2011: «El proceso de ampliación continúa reforzando la paz, la democracia y la estabilidad de Europa y permite a la UE hallarse en una mejor posición para atender los retos mundiales. El poder transformador del proceso de ampliación propicia las reformas políticas y económicas de gran alcance en los países afectados por la ampliación, al tiempo que beneficia al conjunto de la UE. La finalización con éxito de las negociaciones de adhesión de Croacia es una clara muestra de ello y envía una señal positiva a la región en su conjunto.»
(4) Véase el Dictamen del CESE sobre el «Proyecto de anuncio a los Estados miembros por el que se establecen las directrices de una iniciativa del programa especial de apoyo a la paz y a la reconciliación en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos de Irlanda» (SEC(95) 279 final), DO C 236/29 de 11.9.1995, y el Dictamen del CESE sobre la «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las contribuciones financieras de la Unión Europea al Fondo Internacional para Irlanda (2007-2010)», COM(2010) 12 – 2010/0004 (COD), DO C 18/114 de 19.1.2011.
(5) Véase el Dictamen del Comité de las Regiones sobre el tema «Diplomacia de las ciudades» de 12 de febrero de 2009. (DO C 120 de 28.5.2009).
ANEXO
Personas entrevistadas durante la preparación del dictamen:
1. |
Gerrard Quille (asesor político en materia de política de seguridad y defensa, Departamento de Políticas, DG Política Exterior, Parlamento Europeo). |
2. |
Franziska Katharina Brantner (diputada al Parlamento Europeo) – miembro del Grupo de los Verdes /Alianza Libre Europea; miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores; ponente de la Propuesta de Reglamento por el que se establece un Instrumento de Estabilidad y miembro de la Delegación para las relaciones con Israel. |
3. |
Marc Van Bellinghen, jefe de división en funciones; Andrew Byrne, administrador: Consejo de Dirección, Asuntos Mundiales y Multilaterales, Dirección C, Prevención de Conflictos y Política de Seguridad, División para la Consolidación de la Paz, Prevención de Conflictos y Mediación, Servicio Europeo de Acción Exterior. |
4. |
Kyriacos Charalambous, gestor de programas – Políticas de la UE, DG REGIO D1, Unidad Coordinación de Programas, Relaciones con otras Instituciones y ONG, Simplificación, Fondo de Solidaridad; y Tamara Pavlin, gestora de programas – políticas de la UE, DG REGIO D4, Unidad Irlanda y Reino Unido. |
5. |
Catherine Woollard, directora ejecutiva, Oficina Europea de Enlace de la Misión para la Construcción de la Paz (EPLO). |
6. |
Olga Baus Gibert (responsable de relaciones internacionales, consolidación de la paz; planificación de las respuestas en caso de crisis, Servicio para los Instrumentos de Política Exterior, Unidad de Operaciones del Instrumento de Estabilidad. |
7. |
David O'Sullivan, director de operaciones, Servicio Europeo de Acción Exterior. |
8. |
Joachim Koops, catedrático, director académico, Estudios Europeos sobre Paz y Seguridad, Colegio Vesalius, Bruselas, y Director del Instituto para la Gobernanza Mundial. |
9. |
Danuta Hübner (diputada al Parlamento Europeo) - miembro del Grupo del Partido Popular Europeo – presidenta de la Comisión de Desarrollo Regional; miembro la Comisión Especial para la Crisis Financiera, Económica y Social; miembro de la Delegación para las Relaciones con los Estados Unidos y suplente de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. |
10. |
Luc Van den Brande, presidente de la Comisión CIVEX, Comité de las Regiones. |
11. |
Mireia Villar Forner, asesora política, Prevención de Crisis y Recuperación, Naciones Unidas/PNUD. |