92001E1669

PREGUNTA ESCRITA E-1669/01

de Gerhard Schmid (PSE) a la Comisión

(14 de junio de 2001)

Asunto: Utilización diurna de las luces de cruce e introducción de reguladores de luz

Desde hace algún tiempo, la Comisión estudia las consecuencias de la utilización diurna de las luces de cruce en los automóviles y la introducción de reguladores de luz para el consumo de carburante y las emisiones de dióxido de carbono.

1. ¿Han llegado estos estudios ya a conclusiones válidas? En caso afirmativo, ¿a qué conclusión se ha llegado en lo relativo a la utilización obligatoria de las luces de cruce en la conducción diurna y la posible adopción de una iniciativa que favorezca la introducción de reguladores de luz en los coches?

2. En el caso de que no haya todavía resultados válidos, ¿para cuándo se podrá contar con ellos?

Respuesta de la Sra. de Palacio en nombre de la Comisión

(20 de julio de 2001)

El uso de luces diurnas de circulación tendría ante todo la finalidad de mejorar la seguridad vial. En este sentido, la Comisión ha emprendido varios estudios y tiene conocimiento de muchos otros que al respecto se han realizado en todo el mundo. La conclusión a que se ha llegado es que la utilización diurna de las luces aumenta la seguridad. Ahora bien, estos estudios se han llevado a cabo principalmente en climas nórdicos y hay ciertas reticencias a la hora de hacer extensivos automáticamente los resultados a los países meridionales. También se cuenta con un estudio que acaba de efectuarse en el sur de Francia y cuyos resultados provisionales son alentadores. Si el informe definitivo no resulta del todo concluyente para generalizar las conclusiones, la Comisión examinará la posibilidad de introducir reguladores de luz crepusculares.

Por otra parte, la Comisión no ha realizado ningún otro estudio sobre los efectos negativos que el uso de luces diurnas de cruce podría tener en el consumo de combustible y, por consiguiente, en las emisiones de dióxido de carbono (CO2). La Comisión tiene conocimiento de anteriores investigaciones que se han efectuado en algunos Estados miembros sobre el aumento del consumo de carburante y que han llegado a la conclusión de que tales luces supondrían un incremento del consumo entre el 1 % y el 1,5 %. No obstante, y dado que el aumento del consumo de combustible se debe cada vez más a otros dispositivos instalados en los vehículos, tales como los acondicionadores de aire, la Comisión subvenciona en la actualidad un estudio con el fin de aclarar la cuestión. Los resultados se esperan para mediados del 2002.