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Document 52020JC0004

    COMUNICACIÓN CONJUNTA AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO Hacia una estrategia global con África

    JOIN/2020/4 final

    Bruselas, 9.3.2020

    JOIN(2020) 4 final

    COMUNICACIÓN CONJUNTA AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO

    Hacia una estrategia global con África








    Hacia una estrategia global con África

    África es el vecino más próximo de Europa. Debido a su historia, su proximidad y sus intereses comunes, los vínculos que unen a África y a la Unión Europea (UE) son diversos y profundos. Con la celebración de la 6a Cumbre entre la Unión Africana (UA) y la UE y la conclusión de las negociaciones del nuevo acuerdo de asociación entre la UE y los Estados de África, del Caribe y del Pacífico, 2020 será un año decisivo para lograr nuestro objetivo de una asociación incluso más sólida. En África están surgiendo nuevas expectativas y nuevos retos derivados de los cambios económicos, políticos, sociales, tecnológicos, demográficos, climáticos y ambientales. Debemos buscar asociaciones con África, nuestro continente hermano, para afrontar juntos los retos del siglo XXI y promover nuestros intereses comunes en la perspectiva que se abre ante nosotros.

    África, con toda su diversidad, alberga a más de 1 000 millones de personas. Posee la clase media más joven y de más rápido crecimiento del mundo. Los jóvenes de África cuentan con el potencial para transformar las perspectivas políticas, económicas y sociales del continente, pero para ello necesitan trabajos dignos, un lugar en la sociedad, acceso a los servicios sociales, la energía y la infraestructura, así como tener un papel activo a la hora de determinar el futuro de sus países. En especial, las mujeres africanas son motores clave para un crecimiento, un desarrollo y una paz sostenibles. Responder a sus expectativas determinará el futuro del continente.

    África ha venido registrando un crecimiento económico estable. En 2018, seis de las diez economías del mundo con mayor ritmo de crecimiento eran africanas. Treinta Estados africanos son países de renta media o alta. La expansión económica del continente podría acelerar e impulsar un desarrollo social y humano más amplio, con nuevas oportunidades derivadas de la transformación digital, el dividendo demográfico, la energía renovable de bajo coste, la transición ecológica y una economía hipocarbónica, azul y circular. Esta situación refleja el enfoque de las iniciativas transformadoras de los líderes africanos, entre las que figuran la Agenda 2063 de la Unión Africana, la zona de libre comercio continental africana, la zona de exención de visado africana, el mercado único digital africano y el mercado único africano del transporte aéreo.

    No obstante, siguen existiendo una serie de retos. Treinta y seis de los países más frágiles del mundo son africanos, a menudo debilitados por conflictos. En el continente africano hay 390 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. El crecimiento no siempre ha sido inclusivo, especialmente debido a los problemas de gobernanza existentes. África, al igual que el resto del mundo, también se ve afectada por las consecuencias del cambio climático, la degradación ambiental y la contaminación. La UE y África pueden colaborar para aprovechar las oportunidades existentes, hacer frente a estos retos y desarrollar medidas que garanticen la estabilidad, la paz, la seguridad, los derechos humanos, la democracia, la igualdad de género, unos medios de subsistencia sostenibles, un crecimiento económico sostenible basado en ecosistemas saludables, la cohesión social y la buena gobernanza.

    Para que beneficie a ambos continentes, nuestra asociación debe basarse en un entendimiento claro de nuestros intereses y responsabilidades comunes e individuales que refleje la amplitud y la madurez de nuestra relación. Entre estos intereses se incluyen los siguientes: desarrollar un modelo de crecimiento verde; mejorar el entorno empresarial y el clima de inversión; fomentar la educación, la investigación y la innovación, la creación de puestos de trabajo dignos y el valor añadido a través de inversiones sostenibles; maximizar los beneficios de la integración económica y el comercio regionales; garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural; luchar contra el cambio climático; garantizar el acceso a la energía sostenible y proteger la biodiversidad y los recursos naturales; promover la paz y la seguridad; garantizar una migración y una movilidad correctamente gestionadas; colaborar a nivel internacional para reforzar el orden multilateral basado en normas y promover los valores universales, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la igualdad de género.

    Los avances positivos en cualquiera de estos ámbitos dependen de los progresos que se realicen en los demás. Estos progresos únicamente pueden lograrse mediante una colaboración basada en compromisos globales comunes, como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Agenda 2063.

    El potencial de África atrae cada vez más el interés de numerosos agentes de la escena mundial. Se trata de un cambio positivo, ya que aumenta las opciones de África y abre la puerta a sinergias. También significa que Europa, con la UE y sus Estados miembros trabajando al unísono, debe adaptar la forma en que interactúa con África para garantizar que su posicionamiento esté en consonancia con nuestros intereses comunes y para conceder mayor protagonismo a los valores, los principios clave y las buenas prácticas reglamentarias. La UE y sus Estados miembros son los mayores socios de África a todos los niveles, tanto en términos de inversión como de comercio, ayuda oficial al desarrollo o seguridad. Es hora de que esta asociación multifacética, fiable y a largo plazo se traduzca en una alianza política sólida. En un mundo multipolar en el que tan necesarias resultan las medidas colectivas, es esencial el establecimiento de unos vínculos políticos, económicos y culturales más sólidos entre Europa y África. Reforzar la cooperación sobre cuestiones globales y multilaterales ocupará un lugar central de nuestra actuación conjunta.

    Para fortalecer la alianza estratégica de la UE con África, la Comisión Europea y el alto representante de la Unión proponen celebrar conversaciones con los socios africanos con el objetivo de definir conjuntamente, en la próxima Cumbre UE-UA, una nueva estrategia global de la UE con África que podría basarse en cinco asociaciones:

    1.una asociación para la transición ecológica y el acceso a la energía;

    2.una asociación para la transformación digital;

    3.una asociación para el crecimiento sostenible y el empleo;

    4.una asociación para la paz y la gobernanza; y

    5.una asociación para la migración y la movilidad.

    Esta nueva estrategia y estas asociaciones están en consonancia con las prioridades comunes establecidas por la UE y la Unión Africana en la Cumbre de 2017 celebrada en Abidján. Se inspiran en particular en las sumamente fructíferas conversaciones entre la Comisión Europea y la Comisión de la Unión Africana celebradas en Adís Abeba el 27 de febrero de 2020, y reflejan las propuestas de la UE para los intercambios que se están celebrando con socios africanos con miras a definir una agenda de cooperación conjunta en la Cumbre UE-UA que tendrá lugar en octubre de 2020. El compromiso UE-África continuará a nivel bilateral, regional y continental.

    I.Socios para la transición ecológica y el acceso a la energía

    La lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental es la misión que define a esta generación. Por consiguiente, Europa y África son aliados para el desarrollo de una energía, unas soluciones de transporte, una agricultura y unas economías circulares y azules sostenibles que puedan sustentar el crecimiento económico de África. El logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere que tanto la UE como África opten por un futuro hipocarbónico, eficiente en el uso de los recursos y resiliente frente al cambio climático en consonancia con el Acuerdo de París. Los países africanos son especialmente vulnerables al cambio climático, ya que podría suponer una amenaza para los avances logrados en términos de desarrollo sostenible.

    Debemos trabajar para lograr ecosistemas saludables, reduciendo y poniendo freno al calentamiento global, mitigando las vulnerabilidades y promoviendo oportunidades de adaptación para las personas y los ecosistemas. Para ello se deben intensificar los esfuerzos centrados en la mitigación del cambio climático y la resiliencia frente a él, así como adoptar medidas de adaptación apropiadas de una manera socialmente sostenible.

    La innovación es un factor clave para impulsar una transición ecológica. Por consiguiente, las inversiones deben orientarse hacia el refuerzo de las capacidades científicas en África, facilitando el acceso y la adaptación local a las tecnologías. Esto permitirá que los países africanos puedan seguir una trayectoria de crecimiento hipocarbónica, resiliente frente al clima y verde que evite las tecnologías ineficientes y se oponga a nuevas inversiones en generación de electricidad con carbón, utilizando como alternativa nuevas fuentes de energía renovables y la producción de hidrógeno. El comercio también debería facilitar la adopción de modelos de negocio innovadores y sostenibles, y desempeñar un papel protagonista para configurar un futuro neutro desde el punto de vista del clima.

    África dispone de un vasto capital natural y de una biodiversidad y unos ecosistemas únicos, como los bosques. Se trata de una gran baza para el desarrollo social y económico y que puede contribuir a encontrar soluciones duraderas basadas en la naturaleza para la mitigación del cambio climático y la adaptación a este fenómeno. Al mismo tiempo, existe un riesgo de sobreexplotación y agotamiento, además de las amenazas que plantean la pesca no sostenible y la gestión no sostenible de los recursos hídricos, la contaminación, la desertificación y, en el caso de las zonas costeras, el aumento del nivel del mar.

    Una economía circular limpia con cadenas de valor sostenibles y justas será clave para la transición hacia un modelo económico sostenible. Esto significa que el valor de los productos, materiales y recursos se mantiene durante el mayor tiempo posible en la economía. También implica que los residuos se minimizan, mientras que los recursos naturales, las aguas residuales y el saneamiento se gestionan de manera sostenible. Estos objetivos requieren una mayor cooperación entre la UE y África para lograr un sector de las materias primas responsable y unas cadenas de valor industrial seguras y limpias, en los que se respeten unas normas ambientales y climáticas ambiciosas.

    Las ciudades africanas tienen un papel clave que desempeñar en la transición ecológica; la UE debería apoyar el desarrollo de empresas y modelos de urbanización inteligentes y ecológicos en África, combatiendo así la contaminación.

    Para responder a las necesidades de una población y una economía en crecimiento, África debe duplicar el suministro de energía de aquí a 2040 y garantizar el acceso a la electricidad para 600 millones de personas. Esto significa que debe hacerse hincapié en una infraestructura resiliente, en el acceso a una energía más limpia, sostenible y segura, en maximizar las fuentes de energía renovables, en la transición y la eficiencia energéticas en todas las cadenas de valor y en la integración regional para la seguridad energética. La UE debe establecer una asociación sólida con África en materia de energía sostenible, tanto para la población rural como para la urbana.

    La UE y África deben aunar esfuerzos para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible de hambre cero y para hacer frente a los retos relacionados con la nutrición y la seguridad alimentaria fomentando sistemas agroalimentarios seguros y sostenibles. Una asociación en materia de agricultura respaldaría el desarrollo de prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, promovería la producción local e integraría las consideraciones relativas a la diversidad. Esto incluye el establecimiento de normas sanitarias y fitosanitarias y la protección de los recursos naturales. El comercio entre la UE y África contribuye a apuntalar las oportunidades para crear sistemas alimentarios sostenibles.

    Asimismo, la producción, la transformación y la distribución agroalimentaria representa la mayor parte de los puestos de trabajo y los ingresos directos en África, especialmente en las zonas rurales, contribuyendo así al desarrollo territorial equilibrado. Este sector tiene el potencial de crear empleo para una parte significativa de los 800 millones de africanos que se estima que entrarán en el mercado laboral en los próximos 30 años 1 . 

    Medida propuesta 1: buscar asociaciones con África para maximizar los beneficios de la transición ecológica y minimizar las amenazas para el medio ambiente en pleno cumplimiento del Acuerdo de París 2 . 

    Para ello se propone que la UE respalde la aplicación de las contribuciones determinadas a nivel nacional, ayude a diseñar estrategias ambiciosas a largo plazo para reducir las emisiones y contribuya al desarrollo de planes de adaptación nacionales.

    Al respaldar marcos de financiación nacionales integrados, la UE sigue trabajando con los países en sus esfuerzos para movilizar una amplia variedad de fuentes de financiación y ajustarlas a sus prioridades de desarrollo sostenible. La UE debe asociarse con África en lo relativo a las finanzas ecológicas, la energía sostenible y la eficiencia energética a través de la puesta en marcha de la iniciativa «Energía Verde» sobre la base de las recomendaciones de la plataforma de alto nivel para las inversiones en energía en África. La UE y África también deben intercambiar experiencias en la gestión de un proceso socialmente justo de abandono de los combustibles fósiles.

    En asociación con África, la UE debe fomentar una mejor gobernanza de los océanos, incluido el desarrollo de una pesca y una economía azul sostenibles. La UE está preparada para intensificar la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada con miras a hacer frente a la amenaza medioambiental que supone para la sostenibilidad de las poblaciones de peces, para los beneficios de los pescadores y para las comunidades costeras que cumplen las normas.

    Por último, la UE y África deben adoptar medidas conjuntas para proteger los bosques, el agua y los ecosistemas marinos y reducir la presión a la que están sometidos, al tiempo que se mejora su gestión haciendo frente a la explotación ilegal y combatiendo la delincuencia medioambiental, atajando así los factores causantes de la pérdida de biodiversidad. Esto puede lograrse, entre otras vías, mediante la puesta en marcha de una iniciativa «NaturÁfrica».

    II.Socios para la transformación digital

    Debe garantizarse el acceso a servicios digitales seguros y asequibles para todos a través de la inversión en infraestructura y en fuentes de electricidad fiables. También resulta esencial establecer un entorno normativo para unos mercados de conectividad regional competitivos y armonizados. Para aprovechar los posibles beneficios de la digitalización se requiere un marco reglamentario sólido en ámbitos como la protección de los datos y los consumidores, los servicios financieros digitales, la ciberdelincuencia y la gobernanza electrónica. Se requieren políticas específicas destinadas a garantizar una inclusión digital plena y la igualdad digital para las mujeres y las comunidades marginadas.

    Se estima que un aumento de la cobertura digital del 10 % podría generar un aumento del PIB de África superior al 1 %. A través de reformas e inversiones adecuadas para respaldar las aspiraciones de África de configurar un mercado único digital africano, y tomando como base una nueva estrategia de transformación digital, África puede aprovechar la digitalización como motor para el crecimiento en todos los sectores de la economía. Las infraestructuras digitales y el apoyo para el emprendimiento y la innovación digitales podrían generar unos puestos de trabajo sumamente necesarios para los entre 15 y 20 millones de jóvenes que entran en el mercado laboral cada año.

    La transformación digital también puede modernizar sectores tradicionales como la agricultura; mejorar el acceso a servicios de calidad; aumentar los ingresos públicos; y hacer que el sector público sea más transparente y rinda cuentas en mayor medida, reforzando así la confianza de la ciudadanía en los gobiernos. También puede transformar la prestación de servicios públicos, como la educación, la formación, la energía o la asistencia sanitaria, por ejemplo, al mejorar el acceso a los servicios sanitarios en zonas remotas y al facilitar el diagnóstico y los tratamientos. La gobernanza electrónica protegerá a los consumidores y la privacidad y respaldará la lucha contra la corrupción. El comercio electrónico y los servicios financieros digitales tienen el potencial para fomentar la integración económica de África al mejorar el acceso a los bienes y servicios en todo el continente. Los servicios digitales también pueden incrementar el acceso a las cuentas corrientes y a las soluciones financieras digitales para los servicios bancarios, de seguros o de pago, incluidas las remesas.

    La aceleración de la digitalización de la administración pública es un requisito previo necesario para crear valor en beneficio de los ciudadanos y las empresas de toda Europa y África, así como un elemento esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para este fin, una mayor cooperación a la hora de poner en marcha soluciones digitales interoperables ayudaría a hacer frente a los déficits de capacidades digitales, promover el uso de datos abiertos, reforzar la ciberseguridad y sacar partido de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la cadena de bloques y los macrodatos. En este sentido, la creación de capacidades en el sector público es un factor importante para respaldar el programa general de transformación digital.

    La digitalización debe ir acompañada de medidas enérgicas para garantizar la seguridad, la resiliencia y la disuasión frente a la ciberdelincuencia, incluida la cooperación internacional dentro de los marcos jurídicos establecidos. La UE y África deben profundizar su colaboración en este sentido, especialmente para evitar la utilización de internet para fines de terrorismo y extremismo violento.

    Se necesitarán una legislación y una capacidad operativa apropiadas para lograr avances en estos ámbitos y frenar las ciberamenazas para la democracia y los derechos humanos. Respecto a la lucha contra la desinformación, la UE ha desarrollado instrumentos útiles y seguirá cooperando estrechamente con sus socios africanos para encontrar enfoques comunes e intercambiar buenas prácticas.

    La economía digital requiere una mejora de la alfabetización y las competencias digitales y genera una gran demanda de mano de obra local cualificada en todos los sectores que pueden beneficiarse de la transformación digital. Las instituciones públicas y privadas deben seguir facilitando oportunidades de aprendizaje y formación profesional de calidad.

    El empleo de datos y tecnologías espaciales contribuye al transporte inteligente y seguro, las ciudades verdes, la gestión sostenible de los recursos naturales y la agricultura eficiente. Los datos abiertos y no restringidos facilitados por los programas espaciales de la UE pueden estimular un incipiente sector espacial privado africano, permitiendo que las empresas emergentes y las pequeñas y medianas empresas (pymes) desarrollen soluciones y servicios locales innovadores. La vigilancia mediante la observación de la Tierra de los recursos naturales, la utilización del suelo, los recursos hídricos continentales y los ecosistemas marinos y costeros puede afianzar las políticas y la toma de decisiones en África.

    Medida propuesta 2: buscar asociaciones con África para fomentar la transformación digital del continente 3 . 

    Exige centrarse en la convergencia reglamentaria, incluido el refuerzo de la protección de los datos personales, fomentar la inversión en la infraestructura facilitadora sostenible clave y la digitalización de las administraciones públicas para la prestación de servicios electrónicos, multiplicar las oportunidades de educación y formación y aumentar los flujos de datos seguros. La UE también debería seguir cooperando con África en lo relativo a la inteligencia artificial, que debería desarrollarse y utilizarse de manera responsable.

    III.Socios para el crecimiento sostenible y el empleo

    Los estrechos vínculos y la proximidad geográfica entre la UE y África las convierten en aliadas naturales para propiciar un crecimiento económico integrador y sostenible en ambos continentes. La creación de oportunidades económicas y puestos de trabajo dignos en África y la UE podría fomentarse sustancialmente a través de medidas conjuntas en cuatro frentes prioritarios:

    a)fomentar el comercio y las inversiones sostenibles en África;

    b)mejorar el clima de inversión y el entorno empresarial;

    c)aumentar el acceso a una educación de calidad, las capacidades, la investigación, la innovación, la salud y los derechos sociales;

    d)promover la integración económica regional y continental.

    El Pacto Verde Europeo 4 es tanto la nueva estrategia de crecimiento de la UE como un plan para hacer de Europa el primer continente neutro desde el punto de vista climático para 2050. Con su enorme potencial de energías renovables y biodiversidad, África se encuentra en una situación ideal para diseñar y aplicar soluciones sostenibles a medida que su economía va creciendo.

    Tomando como base los frutos iniciales de la alianza entre África y Europa para la inversión y el empleo sostenibles y la labor de los grupos de trabajo conjuntos sobre economía digital, energía, transporte y África rural, la UE propone hacer de la alianza 5 el pilar central de las relaciones económicas entre ambos continentes.

    a.Inversiones sostenibles

    Las inversiones públicas y privadas son esenciales para estimular el emprendimiento y la diversificación económica sostenible. Los focos de atención deben ser los siguientes: una infraestructura central de calidad que sea resiliente frente al clima; el acceso a la financiación; mejores datos para ayudar a determinar la utilización más eficaz y eficiente de las nuevas fuentes de energía sostenible; el desarrollo de un sector privado que añada valor con un elevado potencial de crecimiento económico y creación de puestos de trabajo dignos. Con un volumen de inversión extranjera directa de 222 000 millones EUR, la UE es el mayor inversor en África, muy por encima de los Estados Unidos (42 000 millones EUR) o de China (38 000 millones EUR) 6 . En el marco de la alianza entre África y Europa para la inversión y el empleo sostenibles, instrumentos de la UE como el Mandato de Préstamo Exterior, el Mecanismo de Inversión para África, el Caribe y el Pacífico y más recientemente el Plan Europeo de Inversiones Exteriores han liberado inversiones considerables en África.

    Entre estas se incluyen inversiones destinadas a los sectores del transporte, la energía limpia y la agricultura y al desarrollo del sector privado. África y la UE deben seguir colaborando para acelerar el ritmo de esas inversiones sostenibles.

    De conformidad con la propuesta de la Comisión de un Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (IVDCI) 7 , la UE debería poder utilizar plenamente diversos instrumentos financieros de la UE, como las garantías presupuestarias y la financiación combinada en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible, que deberían desplegarse a partir de 2021. En el marco del IVDCI propuesto, la Garantía de Acción Exterior podría proporcionar hasta 60 000 millones EUR en operaciones de garantía para estimular inversiones sostenibles en el período 2021-2027 centradas principalmente en África.

    Estas operaciones deben llevarse a cabo en coordinación con las instituciones europeas de financiación del desarrollo. Conjuntamente, estas instituciones tienen la mayor presencia y especialización en el África Subsahariana, con una cartera combinada que representa una tercera parte de todas las actividades de las instituciones de financiación del desarrollo y tres cuartas partes del capital que más absorbe el riesgo. Un enfoque más unificado entre los instrumentos financieros de la UE y las instituciones europeas de financiación del desarrollo aumentará la movilización de inversores privados y recursos nacionales, acelerará la transición hacia inversiones más responsables y neutras desde el punto de vista del clima y fomentará el desarrollo del sector privado en África.

    b.Integración económica regional y continental

    Promover la integración económica a nivel regional y continental es un componente esencial de una estrategia económica coherente y sostenible.

    Acogemos con satisfacción el acuerdo de libre comercio del continente africano, en vigor desde mayo de 2019, que genera un impulso significativo para la integración continental, y el objetivo último de establecer un mercado único continental. Este logro aumentará el comercio dentro de África, también con países de África Septentrional, diversificará las exportaciones y mejorará la calidad y la seguridad de los productos.

    Construir sistemas digitales, de energía y de transporte continentales para las personas, las empresas y las industrias que sean fiables y sostenibles fomentará la creación de cadenas de valor que puedan contribuir a una zona de libre comercio del continente africano. La UE y la Unión Africana tienen un interés compartido en un sistema de comercio multilateral estable y basado en normas que se articule en torno a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

    Medida propuesta 3: buscar asociaciones con África para aumentar sustancialmente las inversiones sostenibles desde el punto de vista medioambiental, social y financiero que sean resilientes a los efectos del cambio climático; promover oportunidades de inversión incrementando el uso de mecanismos de financiación innovadores 8 ; y fomentar la integración económica regional y continental, especialmente a través del acuerdo de libre comercio del continente africano 9 .

    Para ello se concederá máxima prioridad al apoyo político, técnico y financiero destinado al acuerdo de libre comercio del continente africano (para el que la asistencia de la UE ya aumentó de 12,5 millones EUR en 2014-2017 a 60 millones EUR en 2018-2020). Estamos preparados para compartir nuestra experiencia en términos de unión aduanera y mercado único. La perspectiva a largo plazo de crear una zona de libre comercio global de continente a continente también fomentará la cooperación respecto de los corredores estratégicos que facilitan el comercio y la inversión dentro de África y entre África y Europa, y que mejoran una conectividad sostenible, eficiente y segura entre ambos continentes. Las asociaciones empresariales de la UE pueden desempeñar un papel importante en el Foro Empresarial organizado en paralelo a la futura Cumbre UA-UE. Este objetivo puede lograrse a través de la cooperación y el diálogo, las alianzas comerciales en las cadenas de valor fundamentales y la ampliación de los acuerdos de asociación económica y otros acuerdos comerciales de la UE con países socios africanos.

    ** El Acuerdo en forma de Canje de Notas entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos sobre la modificación de los Protocolos 1 y 4 del Acuerdo de Asociación Euromediterráneo, que entró en vigor el 19 de julio de 2019, prevé la ampliación de las preferencias arancelarias a los productos originarios del territorio no autónomo del Sáhara Occidental.

    c.Entorno empresarial y clima de inversión

    Fomentar la inversión en el sector privado es esencial para acelerar el crecimiento económico sostenible y la creación de empleo digno. Aumentar la confianza de los inversores en África dependerá en gran medida de la mejora de la seguridad, unos marcos reglamentarios eficaces, transparentes y estables, combinados con la facilitación y la protección de las inversiones, la estabilidad macroeconómica, unos sistemas financieros sólidos, el acceso al crédito, la innovación y los datos necesarios para sustentar la transición ecológica.

    La reforma de las políticas también es un elemento esencial en ámbitos clave como los siguientes: gobernanza; Estado de Derecho; sistema judicial; gestión de las finanzas públicas (incluida la calidad y la eficacia del gasto público); gestión de la deuda; transparencia de la contratación pública; competencia; normas y facilitación del comercio; marcos de inversión e imposición del crecimiento verde. Esto también incluye la lucha contra la corrupción, el fraude, los flujos financieros ilícitos, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

    Medida propuesta 4: buscar asociaciones con África para atraer inversores al ayudar a los Estados africanos a adoptar políticas y reformas reglamentarias que mejoren el entorno empresarial y el clima de inversión, incluidas unas condiciones de competencia equitativas para las empresas 10 .

    Con este objetivo en mente, se propone que la UE diseñe mecanismos más ambiciosos para facilitar, atraer y fomentar la inversión en África. La UE también debe seguir desarrollando la utilización de herramientas como la plataforma Empresas Sostenibles para África y la plataforma internacional de Finanzas Sostenibles. En paralelo es importante promover las reformas reglamentarias y reforzar la capacidad institucional de las autoridades públicas, las organizaciones empresariales y los emprendedores, incluidos los emprendedores sociales, al mismo tiempo que se refuerza la creación de capacidades en lo relativo al acceso de las pymes a los mercados y a la financiación. En este sentido, las organizaciones empresariales europeas deben seguir respaldando el emprendimiento en África.

    La UE también debe fomentar el diálogo reglamentario con las administraciones públicas para el intercambio de buenas prácticas. Los diálogos sobre el apoyo presupuestario deben seguir siendo un instrumento clave para promover las reformas. Por último, los acuerdos comerciales y las disposiciones sobre inversión destinados a atraer, facilitar y fomentar las inversiones sostenibles también contribuirán a mejorar el clima empresarial.

    d.Educación, capacidades, investigación, innovación, salud y derechos sociales

    Invertir en las personas, especialmente en la juventud, resulta sumamente importante para configurar una asociación aún más sólida entre nuestros dos continentes. En los quince próximos años, se prevé que unos 375 millones de jóvenes alcancen la edad laboral en África.

    Actualmente, menos del 10 % de los jóvenes africanos de entre 18 y 24 años están matriculados en algún tipo de educación o formación de grado superior. Proporcionar a los jóvenes educación, formación y competencias y prepararlos para las nuevas oportunidades del futuro mercado laboral es una prioridad estratégica común. Para que los jóvenes de ambos sexos puedan aprovechar plenamente las oportunidades económicas, necesitarán un mayor acceso a una educación integradora y equitativa de calidad, incluidas oportunidades de educación, aprendizaje y formación de grado superior. Para ello es necesario prestar especial atención a las niñas y a las mujeres. Respaldar el empoderamiento de las mujeres requiere poner fin a regulaciones y prácticas discriminatorias y garantizar que tienen acceso al conocimiento, a las capacidades, al microcrédito y a la financiación para el emprendimiento.

    Para aumentar la empleabilidad de los titulados y su espíritu emprendedor, los sistemas educativos deben armonizar mejor las competencias y los resultados del aprendizaje con la demanda del mercado laboral y de los nuevos sectores emergentes, especialmente en el sector digital y las tecnologías ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. También resultará fundamental incentivar la cooperación entre el mundo académico, la investigación y las empresas locales y respaldar enfoques de aprendizaje innovadores. Intensificar la cooperación en el sector cultural también alberga un gran potencial para la creación de empleo y el estrechamiento de los contactos interpersonales.

    Las oportunidades de empleo digno serán esenciales para ofrecer perspectivas a una juventud africana que crece con rapidez. Esto va de la mano de una población activa sana, un entorno saludable y unas condiciones de trabajo dignas. En concreto, lo anterior requiere garantizar la salud y seguridad en el trabajo, unos sistemas de protección social integradores, la cobertura sanitaria universal, el acceso a servicios sanitarios de calidad, incluida la planificación familiar, y luchar contra la desigualdad, la discriminación, el trabajo infantil (especialmente en el sector agrícola) y el trabajo forzado. También requiere evolucionar de una economía informal a una economía formal. En este sentido, un diálogo social eficaz con las autoridades públicas y con las organizaciones de trabajadores y empresarios mejorará tanto el clima social como el empresarial.

    La UE y África también tienen un interés común en promover las inversiones en asistencia sanitaria básica, agua limpia y vivienda y en el desarrollo de infraestructuras y capacidades para hacer frente a los brotes de enfermedades.

    Medida propuesta 5: buscar asociaciones con África para mejorar rápidamente el aprendizaje, los conocimientos y las competencias, y las capacidades de investigación e innovación, especialmente para las mujeres y los jóvenes, protegiendo y mejorando los derechos sociales y erradicando el trabajo infantil 11 .

    Se propone que la UE intensifique la cooperación académica y científica entre la UE y África, también en lo relativo a la educación y la formación técnica y profesional, y refuerce el desarrollo de las capacidades (también en asociación con empresas de la UE) con el objetivo de configurar una sociedad y una economía del conocimiento. La UE debe facilitar la movilidad de los alumnos, los docentes, los formadores y los investigadores. La UE también debe apoyar el desarrollo de capacidades en África; la formación de calidad para profesores; el desarrollo de las capacidades de investigación y de innovación; el aprovechamiento de la interacción entre la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación para mejorar el aprendizaje. Además, la UE debe intentar entablar diálogos en materia laboral con los países africanos con el objetivo de proteger los derechos sociales y, en particular, erradicar el trabajo infantil. La UE propone aumentar el apoyo que facilita para el refuerzo de los sistemas sanitarios.

    IV.Socios para la paz, la seguridad, la gobernanza y la resiliencia

    Garantizar la paz y la seguridad a largo plazo en África revierte tanto en interés de África como de la UE. La paz y la seguridad son requisitos clave para el desarrollo sostenible.

    Si bien el objetivo es lograr la paz y la seguridad en toda África, debe concederse especial prioridad a las regiones donde las tensiones son más elevadas. Los Estados africanos, respaldados por las organizaciones regionales y continentales, son los máximos responsables de tomar medidas, ya que son los principales garantes de su propia seguridad. Sin embargo, la UE está dispuesta a aumentar considerablemente el apoyo que facilita a África en cooperación con la comunidad internacional. La resiliencia, en especial, debe estar en el núcleo de los esfuerzos desplegados por África y por la UE para hacer frente a los conflictos y las situaciones de fragilidad prolongados.

    La inestabilidad en África ya no viene definida por los conflictos interestatales, sino por lo limitado del control estatal sobre los territorios y las zonas marítimas, la cohesión social, el extremismo autóctono, los conflictos intercomunitarios, la proliferación de grupos armados, el terrorismo y la delincuencia transnacional, incluida la ciberdelincuencia. Otras fuentes de inestabilidad son el cambio climático, el aumento de la competencia por los recursos naturales, los desafíos medioambientales, la falta de servicios sociales básicos, las pandemias y otras amenazas para la salud.

    Los gobiernos se enfrentan al reto de responder a las expectativas políticas y económicas de una población joven en aumento, entre otros ámbitos en el de los derechos humanos, cuyo menoscabo está exacerbando tensiones comunitarias latentes.

    a.Paz y seguridad

    A pesar de que la asociación entre la UE y África para la paz y la seguridad ha traído consigo numerosos resultados positivos (recogidos en especial en el Memorando de Entendimiento entre la UE y la UA sobre la Paz, la Seguridad y la Gobernanza), la complejidad de las labores y el deterioro de la situación en determinadas regiones nos obliga a ampliar considerablemente nuestra cooperación. Para ello es necesario trabajar también con socios internacionales, en concreto con las Naciones Unidas. La iniciativa «Acallar las armas», liderada por la UA, es importante en este contexto.

    Deben armonizarse en mayor medida los instrumentos de la UE y las capacidades de África. Existe una necesidad clara de revisar y reforzar nuestra cooperación de una forma más estratégica y específica, tomando como base los compromisos mutuos, la rendición de cuentas y la asunción de las actuaciones. A pesar de los progresos realizados en lo relativo al Fondo de Paz de la UA, todavía no se ha abordado la financiación de las iniciativas en apoyo de la paz dirigidas por África, en particular a través de contribuciones evaluadas por las Naciones Unidas. La UE y África también deben adaptar la forma en que colaboran en zonas inestables para tener un impacto sobre la gobernanza a nivel local.

    El actual enfoque integrado de la UE moviliza toda su gama de instrumentos, entre los que se incluyen la máxima diplomacia política, consultas regulares, mediación para evitar y resolver conflictos, medidas restrictivas y cooperación en la lucha contra el terrorismo, la lucha contra la delincuencia organizada, incluida la trata de seres humanos, y la seguridad marítima. A través del Fondo de Apoyo a la Paz para África 12 , la UE respalda operaciones de paz dirigidas por África y la Arquitectura de Paz y Seguridad de África (APSA). A nivel operativo, las misiones de la política común de seguridad y defensa (PCSD) y otras movilizaciones de seguridad y defensa de los Estados miembros de la UE ofrecen una contribución tangible para la paz y la seguridad en el Sahel, el Cuerno de África, el Golfo de Guinea, la cuenca del lago Chad y la República Centroafricana.

    Medida propuesta 6: buscar asociaciones con África para adaptar e intensificar el apoyo de la UE para las acciones de paz de África a través de una cooperación más estructurada y estratégica, prestando especial atención a las regiones en las que las tensiones y las vulnerabilidades son más elevadas 13 .

    Para lograr nuestros objetivos, las cumbres y la diplomacia de alto nivel se centrarán especialmente en el desarrollo de estrategias y medidas concretas que ayuden a solucionar las crisis, por ejemplo, en Libia, el Sahel, la región de los Grandes Lagos y el Cuerno de África. La UE propone respaldar las iniciativas de sus socios africanos para hacer frente a los diversos retos y aumentar su resiliencia general. También propone respaldar la capacidad de África en términos de defensa y seguridad, utilizando el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz propuesto, sus misiones en el marco de la PCSD y mecanismos de seguridad y defensa para responder mejor a los desafíos a los que se enfrentan los agentes de seguridad y defensa africanos sobre el terreno. La UE propone reforzar los esfuerzos que está desplegando para garantizar el respeto de los derechos humanos, la protección de la población civil y el Derecho humanitario internacional. Las acciones se llevarán a cabo en estrecha cooperación con los Estados miembros de la UE, la Unión Africana, las organizaciones regionales africanas, las Naciones Unidas y otros socios clave, entre otros, también mediante una cooperación trilateral entre la UA, la UE y las Naciones Unidas. También se prestará especial atención a la aplicación de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad y de la agenda sobre la juventud, la paz y la seguridad.

    La UE debe adaptar e intensificar su apoyo a las iniciativas de paz africanas prestando atención a un enfoque integrado frente a los conflictos y las crisis, actuando en todas las fases del ciclo de los conflictos, invirtiendo en la prevención, la lucha contra la radicalización, la resolución y la estabilización y vinculando mejor las iniciativas humanitarias, de desarrollo, de paz y de seguridad.

    b.Gobernanza, democracia, derechos humanos y estado de Derecho

    La seguridad y el desarrollo solamente pueden ser sostenibles a largo plazo si se basan en el respeto pleno de los derechos humanos sin discriminación por ningún motivo 14 , en los principios democráticos, en la igualdad de género y en el estado de Derecho. La UE y los países africanos reconocen que todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí y mantienen un compromiso de promover y proteger todos los derechos humanos y todas las libertades fundamentales a nivel mundial.

    La buena gobernanza, unas políticas económicas, sociales, educativas y sanitarias eficaces e integradoras, la igualdad de acceso a los servicios sociales básicos, la igualdad de acceso a los recursos y una redistribución justa de estos, la igualdad de acceso a la justicia y unas sociedades abiertas e integradoras promueven la paz y la estabilidad y sirven como base para el empleo y el crecimiento, de modo que atraen la inversión. Debe prestarse especial atención a salvaguardar y proteger los derechos de los niños.

    Medida propuesta 7: buscar asociaciones con África para integrar la buena gobernanza, la democracia, los derechos humanos, el estado de Derecho y la igualdad de género en las acciones y en la cooperación 15 .

    El respeto de los derechos humanos universales —tanto políticos como civiles, económicos, sociales o culturales— seguirá siendo una característica fundamental de nuestra asociación con todos los agentes pertinentes y en apoyo de iniciativas importantes como la Arquitectura de Gobernanza Africana. Se adoptará un enfoque más estratégico y estructurado para los diálogos políticos sobre los derechos humanos con los países africanos, acompañado de consultas regulares con las organizaciones africanas regionales y del consolidado diálogo sobre derechos humanos entre la UA y la UE.

    La UE prevé seguir respaldando procesos electorales y democráticos creíbles, integradores y transparentes, por ejemplo mediante un aumento de la coordinación entre la UA y la UE en materia de observaciones electorales y su seguimiento. La UE también prevé aumentar la cooperación de ambos continentes en materia de gobernanza democrática y estado de Derecho, lo que incluye la rendición de cuentas y la transparencia de las instituciones públicas, una justicia independiente e imparcial y la lucha contra la corrupción, los delitos transnacionales y la trata de seres humanos.

    La UE debe respaldar iniciativas concretas destinadas a reforzar las organizaciones de la sociedad civil y prestar apoyo a los defensores de los derechos humanos, poner fin a la impunidad, garantizar una reparación para las víctimas y fomentar la reconciliación. Se llevarán a cabo iniciativas para las mujeres y la juventud (incluida la infancia) y en las que se garantice su participación, con miras a respaldar su empoderamiento económico, garantizar su participación activa en los procesos de adopción de decisiones en la vida cívica y política, promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos y prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, incluida la violencia sexual relacionada con conflictos y la violencia de género.

    c.    Resiliencia

    La resiliencia, la paz, la seguridad y la gobernanza están estrechamente relacionadas. Por consiguiente, la UE debe cooperar con las partes interesadas africanas para fomentar la resiliencia, teniendo en cuenta la amplia variedad de retos derivados de las causas subyacentes de los conflictos para el impacto de las crisis. Para ello se intensificará el apoyo facilitado por la UE a las iniciativas de paz africanas a través de un enfoque integrado que abarque todas las fases del ciclo de los conflictos y las crisis a medida que se desarrollan. Esto implica medidas de prevención, resolución y estabilización a través de acciones humanitarias, de desarrollo, de paz y de seguridad correctamente orientadas de conformidad con su valor añadido y sus correspondientes mandatos.

    Medida propuesta 8: garantizar la resiliencia vinculando las intervenciones humanitarias, de desarrollo, de paz y de seguridad en todas las fases del ciclo de los conflictos y las crisis.

    V.Socios para la migración y la movilidad

    Las tendencias demográficas, la búsqueda de oportunidades económicas y estabilidad política, la huida de las crisis y conflictos y la adaptación al cambio climático y la degradación ambiental son factores que harán que los niveles de migración y desplazamiento forzoso de la población sigan planteado al mismo tiempo retos y oportunidades para ambos continentes.

    Una migración y una movilidad correctamente gestionadas pueden repercutir positivamente tanto en los países de origen como en los de tránsito y destino. Los flujos de migración y movilidad de África se circunscriben en su mayoría a ese continente, y se están poniendo en marcha regímenes de libre circulación tanto a nivel regional como continental. Algunos Estados miembros de la Unión Africana acogen a un número elevado de migrantes, refugiados y desplazados, de modo que se enfrentan a retos y a oportunidades significativos. La migración también representa retos y oportunidades para los Estados miembros de la UE.

    Desde 2015, los países de la UE y de África han desarrollado un enfoque conjunto para gestionar la migración y la movilidad 16 . Este enfoque ha dado lugar a una reducción de las llegadas irregulares a Europa, a una mejor cooperación en la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes y al desarrollo de enfoques más sostenibles para los refugiados en los países africanos de acogida.

    No obstante, siguen existiendo retos importantes. El África Subsahariana acoge a más de una cuarta parte de la población de refugiados del mundo. Los peligros de las travesías y los intentos de cruzar el Mediterráneo siguen provocando pérdidas de vidas y alimentando negocios delictivos. Para hacer frente a estos desafíos, África y la UE necesitan un enfoque equilibrado, coherente y exhaustivo en materia de migración y movilidad guiado por los principios de la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad compartida y basado en el respeto de los derechos humanos y el Derecho internacional. El objetivo común para la UE y los socios africanos debe ser una gestión sostenible y eficaz de la migración.

    En todas las actividades, la UE seguirá prestando especial atención al respeto de sus valores centrales, en particular a tener en cuenta las necesidades concretas de las personas que se encuentran en situaciones vulnerables, como las mujeres, los niños, los menores no acompañados y las personas con discapacidad.

    La protección de quienes se encuentran en una situación de necesidad, como los refugiados, los desplazados internos y otros desplazados vulnerables, debe seguir siendo una prioridad común. La UE mantiene su compromiso de ayudar a los asociados africanos a hacer frente a las crisis de refugiados y a encontrar soluciones duraderas para los refugiados que se encuentran en países de acogida. La UE también debe seguir adoptando medidas para el reasentamiento en Europa de personas que necesitan protección internacional.

    Es necesario reforzar la cooperación para evitar la migración irregular y poner fin a la pérdida de vidas en el mar. Esto incluye intensificar la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes, prestando especial atención al papel de las redes delictivas, y debe ir de la mano de la lucha contra la trata de seres humanos. La creación de capacidad para una gestión eficaz de la migración, incluida una gestión fronteriza eficaz, es especialmente importante, y la UE debe seguir ofreciendo asistencia a los socios africanos en este ámbito. También se requieren medidas adicionales para hacer frente a las causas subyacentes de la migración irregular y de los desplazamientos forzosos tomando como base los diversos tipos de apoyo facilitado a través del Fondo Fiduciario de la UE para África.

    Es preciso mejorar la cooperación en materia de retorno y readmisión y los índices de retorno efectivos. La UE y África deben esforzarse por lograr unos mecanismos más eficientes y sostenibles, también mediante el apoyo al retorno voluntario, y mediante la celebración y la aplicación efectivas de acuerdos de readmisión. Los retornos deben ir acompañados de una reintegración sostenible en los países de origen.

    Paralelamente, una cooperación reforzada en materia de migración legal puede aportar importantes ventajas en ambos sentidos, ofreciendo oportunidades de empleo que respondan a las necesidades del mercado laboral en ambos continentes. Los proyectos relativos a la migración legal y circular y la movilidad laboral con los países africanos y los esfuerzos por mejorar los beneficios de la migración para el desarrollo, también mediante la facilitación de las remesas, podrían contribuir significativamente a la regularidad y la seguridad de la migración y la movilidad.

    Medida propuesta 9: buscar asociaciones con África para garantizar un enfoque equilibrado, coherente y exhaustivo de la migración y la movilidad 17 .

    Para ello se integrarán la migración y la movilidad, de manera equilibrada, en nuestra asociación general a todos los niveles. Aplicaremos un enfoque que abarque la ruta en su totalidad, trabajando con los países de origen, tránsito y destino. También se concederá prioridad a mejorar la gobernanza de la migración, la capacidad de los países para gestionar mejor sus fronteras, el refuerzo de las capacidades y la cooperación con base empírica.

    A nivel continental, la UE propone establecer un marco conjunto para el diálogo sobre migración y movilidad entre ambos continentes y seguir promoviendo la cooperación trilateral UA-UE-Naciones Unidas, tomando como base la satisfactoria experiencia del Grupo de Trabajo sobre Migración. A nivel regional, la UE propone promover la aplicación del Plan de Acción Conjunto de La Valeta y los Procesos de Jartum y de Rabat junto con la UA, las Naciones Unidas, los Estados miembros de la UE y las organizaciones regionales.

    A nivel bilateral, la UE debe diseñar diálogos y asociaciones específicos como parte de sus relaciones generales con los países africanos. Es importante garantizar la complementariedad y el valor añadido de los marcos de cooperación actuales y futuros.

    VI.Conclusión: colaborar para llevar a la práctica la asociación

    Para lograr los objetivos anteriormente señalados y poner en marcha la nueva asociación, la UE y África deben encontrar vías para colaborar de manera más estrecha.

    a.A nivel mundial: reforzar el multilateralismo basado en normas

    La Unión Africana y la UE están comprometidas con el orden internacional basado en normas y con el sistema multilateral, que tienen a las Naciones Unidas como centro 18 . Compartimos el convencimiento de que ningún reto global puede ser solucionado por un solo país o por un solo grupo de países. La cooperación mundial y la integración regional ofrecen las mejores garantías para la estabilidad internacional y el crecimiento económico. Por tanto, tenemos un interés común en cooperar en lo relativo al multilateralismo y a los programas comunes (por ejemplo, la acción por el clima, la gobernanza de la digitalización, etc.), que solo pueden abordarse eficazmente de manera conjunta. África y Europa conforman, juntas, el mayor bloque de votos de las Naciones Unidas. Aunando fuerzas hemos logrado acuerdo internacionales clave como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible o el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, y tenemos la determinación de aplicarlos plenamente. Este enfoque también debe impulsarse en las diversas agencias especializadas de las Naciones Unidas. África y la UE deben aprovechar todas las oportunidades disponibles para seguir colaborando de manera eficaz en todas las áreas estratégicas de interés mutuo de los tres pilares de las Naciones Unidas, además de garantizar la cooperación y la armonización de las posturas cuando resulte pertinente. También debemos colaborar y buscar la armonización en todos los demás foros multilaterales, como el G20 y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

    Todos los Estados miembros de la UE y de la UA deben adoptar medidas colectivas y de divulgación en apoyo del orden internacional basado en normas y del sistema multilateral. En un mundo cada vez más competitivo en el que las ideas circulan libremente y los valores están en peligro, se prestará especial atención a la diplomacia pública en apoyo del multilateralismo en ambos continentes, y en todas las partes del mundo, mediante iniciativas dirigidas a la juventud, el personal académico y las demás partes interesadas que conjuntamente dan forma al futuro orden mundial.

    Medida propuesta 10: buscar asociaciones con África para reforzar el orden internacional basado en normas y el sistema multilateral, que tienen a las Naciones Unidas como centro 19 .

    Los diálogos políticos periódicos con los homólogos africanos sobre la cooperación en el marco del sistema multilateral a nivel bilateral y dentro de las Naciones Unidas deben abordar temas que van desde los nuevos retos mundiales hasta la cooperación respecto de cuestiones relacionadas con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La UE debe esforzarse por establecer una cooperación trilateral UA-UE-Naciones Unidas más estructurada para las esferas de interés común. También debe respaldar las reformas necesarias y la modernización de las instituciones multilaterales existentes para garantizar que están a la altura de su objetivo. Con miras a apuntalar los esfuerzos desplegados para hacer más potente la voz de África en las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales y otras organizaciones multilaterales, la UE respalda la solicitud de la UA de participar como observador en la OMC.

    b.A nivel bilateral: intensificar la cooperación con África

    Las reuniones ministeriales y las cumbres de los jefes de Estado o de Gobierno de la UA y la UE ofrecerán una dirección política para la cooperación de la UE con África. Debe garantizarse la coherencia entre esta estrategia y los acuerdos jurídicamente vinculantes entre la UE y los países africanos, tanto a través del protocolo aplicable a los países del África Subsahariana en el marco del nuevo acuerdo de asociación entre la UE y el Grupo de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico como a través de los acuerdos de asociación entre la UE y los países de África Septentrional. Para garantizar esta coherencia se tomarán como base las estructuras de gobernanza existentes, como las cumbres, las reuniones ministeriales, las reuniones entre ambas Comisiones y los encuentros del Comité Político y del Consejo de Paz y Seguridad. También deben entablarse diálogos con los agentes clave, como la juventud, las mujeres, los líderes empresariales, las organizaciones de la sociedad civil, el mundo académico y los grupos de reflexión 20 . La UE debe estar preparada para respaldar el proceso de reforma institucional puesto en marcha por la UA. También debe seguir trabajando con las diásporas para promover las diferentes maneras en que pueden contribuir.

    Más allá de los diálogos formales, la UE y África deben buscar formas de intensificar los contactos interpersonales mediante programas de intercambio, actividades de investigación conjuntas o iniciativas de hermanamiento entre instituciones académicas y culturales, el sector privado, empresas, agencias y servicios públicos, parlamentos, autoridades locales o ciudades y regiones. La UE propone trabajar con sus socios africanos para hacer frente a la fragilidad, aumentar la resiliencia y utilizar las herramientas de que dispone de manera coherente. Los mecanismos deben respaldar el diálogo político y sobre políticas a través de una rápida movilización de conocimientos especializados y de la creación de plataformas de conocimiento accesibles para las distintas partes interesadas. Debe darse continuación a la satisfactoria experiencia de los grupos de trabajo sectoriales creados en el marco de la Alianza entre África y Europa para la inversión sostenible y el empleo y, a ser posible, reproducirse. Debe promoverse el intercambio de mejores prácticas y conocimientos especializados.

    c.Por parte de la UE: actuar de manera conjunta y movilizar medios

    La UE sigue siendo el principal socio de África en términos de inversión, comercio y desarrollo. Para garantizar que la considerable interacción de la UE con África genera los resultados previstos, la UE debe incrementar la coordinación estratégica y operativa y la actuación conjunta en la sede y en cada uno de los países socios con los Estados miembros de la UE y los demás agentes, como el sector privado, las instituciones de financiación del desarrollo, los bancos, las agencias encargadas de la ejecución de las iniciativas de desarrollo, las agencias de crédito a la exportación, las autoridades locales, las organizaciones de la sociedad civil o las instituciones culturales, educativas y de investigación. Resulta fundamental aprovechar y coordinar mejor la considerable labor y participación de la UE y sus Estados miembros en las instituciones financieras internacionales. El trabajo en curso, como el enfoque de «trabajar mejor juntos» a través de la programación y la ejecución conjuntas, ya está respaldando un enfoque estratégico europeo coherente y coordinado a nivel nacional.

    Asimismo, los recursos movilizados para respaldar la asociación entra la UE y África deben corresponder a su importancia estratégica. La Comisión propuso que, a partir de 2021, el nuevo Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional destine más del 60 % de los fondos de que disponga a los países del África Subsahariana y de la Vecindad de la UE.

    Con arreglo al principio de «policy first», la UE debe utilizar sus instrumentos de manera plenamente acorde con los objetivos de la política exterior y las normas de la UE y en consonancia con las políticas internas.

    Según lo previsto en la Agenda de Acción de Adís Abeba, la UE debe aumentar su interacción con los Estados miembros y las instituciones de la UE, incluidas las instituciones europeas de financiación del desarrollo, para movilizar financiación privada. Con el objetivo de atraer a inversores internacionales, la UE debe seguir liderando iniciativas innovadoras encaminadas al establecimiento de un sistema financiero que fomente el crecimiento sostenible. Para ello, la UE se basará en iniciativas como el Plan de Inversiones Exteriores, la Alianza entre África y Europa para la inversión y el empleo sostenibles y la Plataforma internacional de finanzas sostenibles.

    El éxito de la asociación entre África y la UE se medirá en función de los resultados concretos de las medidas presentadas en este documento y a través de los resultados tangibles que la asociación ofrezca a los ciudadanos de ambos continentes.

    A modo de resumen, se propone que la UE se asocie con África para llevar a cabo las diez actuaciones siguientes:

    1.maximizar los beneficios de la transición ecológica y minimizar las amenazas para el medio ambiente en pleno cumplimiento del Acuerdo de París;

    2.fomentar la transformación digital del continente;

    3.aumentar sustancialmente las inversiones sostenibles desde el punto de vista medioambiental, social y financiero que sean resilientes a los efectos del cambio climático; promover oportunidades de inversión incrementando el uso de mecanismos de financiación innovadores; y fomentar la integración económica regional y continental, especialmente a través del acuerdo de libre comercio del continente africano;

    4.atraer inversores ayudando a los Estados africanos a adoptar políticas y reformas reglamentarias que mejoren el entorno empresarial y el clima de inversión, incluidas unas condiciones de competencia equitativas para las empresas; 

    5.mejorar rápidamente el aprendizaje, los conocimientos y las competencias y las capacidades de investigación e innovación, especialmente para las mujeres y la juventud, y proteger y mejorar los derechos sociales y erradicar el trabajo infantil;

    6.adaptar e intensificar el apoyo de la UE para las acciones de paz de África a través de un tipo de cooperación más estructurado y estratégico, prestando especial atención a las regiones en las que las vulnerabilidades son más elevadas;

    7.integrar la buena gobernanza, la democracia, los derechos humanos, el estado de Derecho y la igualdad de género en las acciones y la cooperación;

    8.garantizar la resiliencia vinculando las intervenciones humanitarias, de desarrollo, de paz y de seguridad en todas las fases del ciclo de los conflictos y las crisis;

    9.garantizar asociaciones equilibradas, coherentes y exhaustivas en materia de migración y movilidad;

    10.reforzar el orden internacional basado en normas y el sistema multilateral, con las Naciones Unidas como centro.

    (1)

    Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Perspectivas de la población mundial de 2017.

    (2)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2 (hambre cero), 6 (agua limpia), 7 (energía asequible y no contaminante), 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 9 (industria, innovación e infraestructura), 11 (ciudades y comunidades sostenibles), 12 (consumo y producción responsables), 13 (acción por el clima), 14 (vida submarina) y 15 (vida de ecosistemas terrestres).

    (3)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4 (educación de calidad), 5 (igualdad de género) y 9 (industria, innovación e infraestructura).

    (4)

     Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, El Pacto Verde Europeo, 11 de diciembre de 2019, COM(2019) 640 final.

    (5)

    Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo y al Consejo sobre una nueva alianza entre África y Europa para la inversión y el empleo sostenibles: un paso más en nuestra asociación para la inversión y el empleo, 12 de septiembre de 2018, COM(2018) 643 final.

    (6)

     Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2018, cifras de 2016.

    (7)

    Propuesta de la Comisión de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de junio de 2018, por el que se establece el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional, COM(2018) 460 final.

    (8)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (fin de la pobreza), 2 (hambre cero), 7 (energía asequible y no contaminante), 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 9 (industria, innovación e infraestructura).

    (9)

    Esta medida propuesta es acorde al Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 (trabajo decente y crecimiento económico).

    (10)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (fin de la pobreza), 9 (industria, innovación e infraestructura) y 16 (paz, justicia e instituciones sólidas).

    (11)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (fin de la pobreza), 3 (salud y bienestar), 4 (educación de calidad), 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 10 (reducción de las desigualdades).

    (12)

    Para el que la UE ha proporcionado 3 500 millones EUR desde 2004.

    (13)

    Esta medida propuesta es acorde al Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 (paz, justicia e instituciones sólidas).

    (14)

    Incluida la discriminación por motivos de sexo, raza, etnia u origen social, religión o creencias, opinión política o de otro tipo, discapacidad, edad, orientación sexual e identidad de género.

    (15)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 10 (reducción de las desigualdades), 15 (igualdad de género) y 16 (paz, justicia e instituciones sólidas).

    (16)

    Este enfoque incluye el Plan de Acción Conjunto de La Valeta, los Procesos de Jartum y de Rabat, el marco de asociación de la UE en materia de migración para las relaciones bilaterales con los países asociados, el Grupo Trilateral Conjunto UA-UE-Naciones Unidas en materia de Migración y el compromiso de desarrollar un marco conjunto para el diálogo sobre la migración y la movilidad entre ambos continentes.

    (17)

    Esta medida propuesta es acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 (fin de la pobreza) y 10 (reducción de las desigualdades).

    (18)

    Tal y como se refleja en el Tratado de la UE, la Agenda 2063 de la Unión Africana, en la Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la UE y en el Consenso Europeo en materia de Desarrollo.

    (19)

    Esta medida propuesta es acorde al Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 (alianzas).

    (20)

    Los diálogos sobre políticas sectoriales llevados a cabo en el marco de la Alianza entre África y Europa (sobre economía digital, transporte, mundo rural y agricultura e inversiones en energía sostenible) ofrecen un modelo que debe profundizarse y ampliarse. A modo de ejemplo cabe citar el diálogo en materia de transición ecológica.

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