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Document 52015IP0459

Resolución del Parlamento Europeo, de 16 de diciembre de 2015, sobre la preparación para la Cumbre Humanitaria Mundial: retos y oportunidades para la ayuda humanitaria (2015/2051(INI))

DO C 399 de 24.11.2017, p. 106–117 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

24.11.2017   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 399/106


P8_TA(2015)0459

Preparación para la Cumbre Humanitaria Mundial: retos y oportunidades para la ayuda humanitaria

Resolución del Parlamento Europeo, de 16 de diciembre de 2015, sobre la preparación para la Cumbre Humanitaria Mundial: retos y oportunidades para la ayuda humanitaria (2015/2051(INI))

(2017/C 399/11)

El Parlamento Europeo,

Vista la Resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 19 de diciembre de 1991, sobre el fortalecimiento de la coordinación de la asistencia humanitaria de emergencia del sistema de las Naciones Unidas (1),

Vista la Agenda Transformativa del Comité Permanente entre Organismos (IASC) de las Naciones Unidas (2),

Vistos los Principios en materia de asociación de la Plataforma Humanitaria Mundial, de 12 de julio de 2007 (3),

Vista la Resolución 64/290 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 9 de julio de 2010, sobre el derecho a la educación en situaciones de emergencia (4) y las directrices pertinentes, incluidas las de la Unicef y la Unesco,

Vistas la Directrices del IASC de las Naciones Unidas para la Integración de las Intervenciones contra la Violencia por Razón de Género en Situaciones Humanitarias (5),

Visto el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, adoptado por la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada del 14 al 18 de marzo de 2015 en Sendai (Japón) (6),

Vista la Resolución 69/313 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 27 de julio de 2015, por la que se establece la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (7),

Vistos los debates con vistas a la preparación de la 32. a Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que se celebrará los días 8 a 10 de diciembre de 2015 en Ginebra,

Visto el informe de Global Humanitarian Assistance de 2015 (8),

Visto el documento Global Humanitarian Overview, de junio de 2015 (9),

Vistos los principios de la Iniciativa de buenas prácticas en materia de donaciones humanitarias (Good Humanitarian Donorship, GHD) (10),

Visto el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Financiación Humanitaria,

Visto el Reglamento (CE) n.o 1257/96 del Consejo, de 20 de junio de 1996, sobre la ayuda humanitaria (11),

Vistos el Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria de 2007 (en lo sucesivo el «Consenso Europeo»), una declaración conjunta suscrita por la Comisión Europea, el Consejo, el Parlamento Europeo y los Estados miembros (12), y su plan de acción renovable,

Vistos el Reglamento (UE) n.o 375/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 3 de abril de 2014, por el que se crea el Cuerpo Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria («iniciativa Voluntarios de Ayuda de la UE») (13), y el Informe anual sobre la implementación de la Iniciativa Voluntarios de Ayuda de la UE en 2014 (14),

Vista la Decisión n. o1313/2013/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, relativa a un Mecanismo de Protección Civil de la Unión (15),

Visto el documento de trabajo de los servicios de la Comisión titulado «Gender in Humanitarian Aid: Different Needs, Adapted Assistance» (SWD(2013)0290) (16),

Visto el informe de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo — Informe anual sobre las políticas de ayuda humanitaria y de protección civil de la Unión Europea y su aplicación en 2014 (COM(2015)0406) (17),

Visto el informe anual de actividades de 2014 de la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión (18),

Vistas las Conclusiones del Consejo, de 22 de junio de 2015, sobre principios comunes de la ayuda polivalente en efectivo para responder a las necesidades humanitarias (19),

Vistos la Convención de las Naciones Unidas de 20 de noviembre de 1989 sobre los derechos del niño y su Protocolo facultativo de 25 de mayo de 2000 relativo a la participación de niños en los conflictos armados, así como las Directrices de la UE sobre los niños y los conflictos armados (actualizadas en 2008),

Vistas las Conclusiones del Consejo, de 26 de mayo de 2015, sobre una nueva asociación mundial para erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible después de 2015 (20),

Vistas las Conclusiones del Consejo, de 28 de mayo de 2013, sobre el planteamiento de la UE sobre la resiliencia (21),

Vistas las Conclusiones del Consejo, de 5 de junio de 2014, sobre el Marco de Acción de Hyogo posterior a 2015: gestionar los riesgos para lograr la resiliencia (22),

Vistas las Conclusiones del Consejo, de 16 de diciembre de 2014, sobre una agenda transformadora para después de 2015 (23),

Vista la Comunicación conjunta, de 9 de septiembre de 2015, titulada «Abordar la crisis de los refugiados en Europa: el papel de la acción exterior de la UE» (JOIN(2015)0040) (24),

Vistas las consultas globales, regionales y temáticas en preparación de la Cumbre Humanitaria Mundial (25),

Vista su Resolución, de 19 de mayo de 2015, sobre la financiación para el desarrollo (26),

Vista su Resolución, de 25 de noviembre de 2014, sobre la UE y el marco mundial para el desarrollo posterior a 2015 (27),

Vistas sus Resoluciones, de 9 de julio de 2015, sobre la situación en Yemen (28), de 11 de junio de 2015, sobre la situación en Nepal tras los terremotos (29), de 30 de abril de 2015, sobre la situación del campo de refugiados de Yarmouk en Siria (30), de 12 de marzo de 2015, sobre Sudán del Sur, incluyendo los recientes secuestros de niños (31), de 12 de febrero de 2015, sobre la crisis humanitaria en Irak y Siria, en particular en el contexto del Estado islámico (32), y, de 15 de enero de 2015, sobre la situación en Libia (33),

Vistas sus Resoluciones, de 10 de septiembre de 2015, sobre la migración y los refugiados en Europa (34), y, de 29 de abril de 2015, sobre las últimas tragedias en el Mediterráneo y las políticas de migración y asilo de la UE (35),

Visto el artículo 7 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que reafirma que la UE «velará por la coherencia entre sus diferentes políticas y acciones, teniendo en cuenta el conjunto de sus objetivos»,

Visto el artículo 208 del TFUE, que establece que «la Unión tendrá en cuenta los objetivos de la cooperación para el desarrollo al aplicar las políticas que puedan afectar a los países en desarrollo»,

Visto el artículo 214 del TFUE sobre las acciones de la Unión en el ámbito de la ayuda humanitaria,

Vistos la Comunicación de la Comisión, de 2 de septiembre de 2015, titulada «Hacia la Cumbre Humanitaria Mundial: Cooperación mundial en favor de una acción humanitaria eficaz y basada en principios» (COM(2015)0419) (36), y el documento de trabajo que la acompaña (SWD(2015)0166) (37),

Visto el artículo 52 de su Reglamento,

Vistos el informe de la Comisión de Desarrollo y las opiniones de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (A8-0332/2015),

A.

Considerando que, en un mundo muy frágil, nos enfrentamos a un aumento de la diversidad, la frecuencia y la intensidad de las catástrofes naturales y las hambrunas, así como a una escalada sin precedentes del número y la complejidad de los conflictos;

B.

Considerando que retos cada vez mayores, como la urbanización, el rápido crecimiento de la población, los cambios demográficos, la prevalencia y la mayor fuerza de las catástrofes naturales, la degradación medioambiental, la desertización, el cambio climático, los numerosos conflictos prolongados y simultáneos con incidencia regional, y la escasez de recursos, sumados a las consecuencias de la pobreza, la desigualdad, las migraciones, los desplazamientos y la fragilidad, han provocado un drástico aumento de la necesidad de respuestas humanitarias en todo el mundo;

C.

Considerando que el número de personas necesitadas ha aumentado más del doble desde 2004 hasta alcanzar más de 100 millones en 2015; que 250 millones de personas están afectadas por crisis humanitarias; que el número de desplazados forzosos ha alcanzado su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, casi 60 millones, de los que casi 40 millones son desplazados dentro de sus propios países; y que más de la mitad de los refugiados del mundo son niños;

D.

Considerando que, para 2050, 1 000 millones de personas podrían verse desplazadas debido al cambio climático, con más del 40 % de la población mundial viviendo en áreas con una fuerte presión sobre los recursos hídricos; que es probable que las pérdidas económicas derivadas de las catástrofes naturales aumenten drásticamente y superen los 300 000 millones de dólares de pérdidas anuales actuales;

E.

Considerando que durante los últimos ocho años, las crecientes necesidades y desafíos, la falta de continuidad en los compromisos y el aumento del coste de la asistencia humanitaria han contribuido a que el actual sistema humanitario haya alcanzado sus límites, lo que está obligando a una serie de organizaciones a suspender temporalmente la ayuda alimentaria y de vivienda y otras operaciones humanitarias fundamentales para la supervivencia;

F.

Considerando que los hospitales humanitarios son con frecuencia el blanco de ataques en los que se utilizan armas de destrucción masiva; que están aumentando las amenazas y los ataques contra el personal humanitario; que la seguridad del personal humanitario y de los heridos resulta muy a menudo amenazada; y que esos ataques constituyen una violación del Derecho internacional humanitario y un serio peligro para el futuro de la ayuda humanitaria;

G.

Considerando que los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, las normas esenciales del Derecho internacional humanitario y los derechos humanos recogidos en los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales, deben estar en el centro de todas las acciones humanitarias; que se debe garantizar sin condiciones la protección de las personas desplazadas y debe prevalecer la independencia de la ayuda, es decir, que la ayuda esté libre de consideraciones políticas, económicas o de seguridad o de cualquier tipo de discriminación;

H.

Considerando que todas las partes en conflicto, incluidas las partes armadas estatales y no estatales, deben garantizar al personal humanitario el acceso que necesite para poder asistir a las poblaciones civiles vulnerables afectadas por conflictos;

I.

Considerando que las mujeres y los niños no solo son especialmente vulnerables y se ven desproporcionadamente expuestos al riesgo en las zonas donde se ha producido una catástrofe, tanto antes como después de las situaciones de emergencia, sino que también afrontan la explotación, la marginalización, las infecciones y la violencia sexual y de género utilizada como arma; que las mujeres y los niños se enfrentan a mayores riesgos como consecuencia del desplazamiento y el colapso de las estructuras de protección y ayuda habituales; que el Derecho internacional humanitario requiere que se proporcionen sin discriminación todos los cuidados médicos necesarios a las niñas y mujeres violadas durante las guerras; que la Organización Mundial de la Salud considera que los abortos practicados en condiciones de riesgo son una de las tres causas principales de mortalidad materna; y que la salud materna, la atención psicológica para las mujeres violadas y la educación y escolarización de los niños desplazados son los principales retos de los campos de refugiados;

J.

Considerando que el llamamiento humanitario común de 2015 alcanzó una cifra récord en la historia de las Naciones Unidas al ascender a casi 19 000 millones de euros; que, a pesar del récord de contribuciones de donantes alcanzado, solo se ha financiado una cuarta parte del llamamiento global, y que la UE ha experimentado dificultades para financiar los llamamientos humanitarios mundiales y las operaciones apoyadas por la DG ECHO; que ello refuerza la necesidad de contar con una financiación coordinada a nivel mundial, oportuna, predecible y flexible, ajustada a los diferentes contextos y apoyada por una nueva asociación entre los sectores público y privado para una preparación y unos métodos de distribución innovadores; que la UE ha experimentado dificultades para financiar los llamamientos humanitarios mundiales y las operaciones de ECHO; y que el compromiso renovado en favor del objetivo de ayuda del 0,7 % y el cumplimiento oportuno de las promesas son aún más importantes en un contexto como este;

K.

Considerando que la mayoría de las crisis humanitarias se deben a causas humanas; que el 80 % de la asistencia humanitaria internacional de la UE se concentra en crisis provocadas por el hombre que requieren soluciones esencialmente políticas y no solo humanitarias; que la pobreza y la vulnerabilidad ante las crisis están intrínsecamente relacionadas, lo que viene a confirmar la necesidad de abordar las causas subyacentes de las crisis, aumentar la resiliencia, reforzar la capacidad de adaptación a las catástrofes naturales y al cambio climático, y satisfacer las necesidades a largo plazo de las personas afectadas; que las consecuencias de las crisis humanitarias, como los retos que plantean los movimientos migratorios y los refugiados, serán incluso mayores a menos que se traten las causas profundas y exista una mejor vinculación entre la ayuda humanitaria y la cooperación al desarrollo;

L.

Considerando que la ayuda humanitaria y el desarrollo están interconectados, especialmente a la luz de la necesidad de reforzar la resiliencia a las catástrofes mediante la mitigación de los riesgos y la protección frente a las crisis, como medio de vital importancia para reducir las necesidades humanitarias y combatir la falta de sanidad, higiene, educación, nutrición e incluso vivienda básica;

M.

Considerando que la coordinación internacional, regional y local, el intercambio de información y la programación, la recogida de datos y la realización de estudios de evaluación de manera conjunta ayudarán a mejorar la toma de decisiones, la eficiencia, la efectividad y la rendición de cuentas en la prestación de ayuda;

N.

Considerando que es necesario desarrollar una mayor confianza y cooperación entre los agentes del sector privado, las ONG, las autoridades locales, las organizaciones internacionales y los gobiernos; que los recursos empresariales, los conocimientos especializados, las cadenas de suministro, las capacidades de investigación y desarrollo, y la logística pueden servir para garantizar una preparación y una acción humanitaria más eficaces;

O.

Considerando que la financiación con cargo al capítulo de ayuda humanitaria de la UE, con 909 millones de euros en 2015, representa menos del 1 % del presupuesto total de la UE; que mejorar la conexión entre la ayuda de emergencia y la asistencia a largo plazo es una manera de reducir la discrepancia actual entre las necesidades humanitarias extraordinarias y los medios disponibles;

P.

Considerando que las ONG y las organizaciones internacionales, como Cruz Roja y las agencias de las Naciones Unidas, son en la actualidad los principales ejecutores de la ayuda humanitaria y proporcionan ayuda vital y protección a aproximadamente 120 millones de personas cada año;

Q.

Considerando que la prevención, la respuesta a escala nacional y las capacidades nacionales desempeñan un papel importante a la hora de cubrir las necesidades de la mejor forma y reducir la necesidad de ayuda internacional; que en 2015 solo se ha destinado el 2 % de la asistencia humanitaria internacional total a las ONG locales y nacionales de los países afectados, aunque, por lo general, su capacidad de respuesta, conocimiento de las necesidades y posibilidades de llegar a las personas afectadas es mejor que la de otros agentes; y que hay una creciente exigencia de que se garantice la rendición de cuentas ante las personas y comunidades afectadas por las crisis;

R.

Considerando que la ayuda humanitaria debe seguir basándose en las necesidades estimadas por los agentes humanitarios, y que los donantes deben abstenerse de utilizar la ayuda como una herramienta de gestión de crisis;

S.

Considerando que la respuesta humanitaria y los instrumentos utilizados deben basarse en las necesidades evaluadas conjuntamente y deben depender de los distintos contextos; que es esencial que se realicen todos los esfuerzos posibles para asegurar que se integren en la respuesta humanitaria el respeto de los derechos humanos y de las necesidades específicas de mujeres, niños, personas de edad avanzada, personas con discapacidad, minorías y pueblos indígenas y otros grupos vulnerables;

T.

Considerando que se anima a los agentes mundiales a incorporar las respuestas humanitarias en los mecanismos de seguimiento e información sobre derechos humanos;

U.

Considerando que la primera Cumbre Humanitaria Mundial (CHM), que se celebrará en Estambul los días 23 y 24 de mayo de 2016, debería desembocar en la remodelación de la arquitectura humanitaria para hacerla más incluyente, eficaz, transparente y realmente global, de manera que pueda responder a los incrementos previstos de las necesidades humanitarias en conexión con los retos actuales y futuros, tales como la seguridad alimentaria, el crecimiento demográfico, el cambio climático, la fragilidad, la seguridad de los trabajadores humanitarios, los desplazamientos forzosos y el desarrollo socioeconómico;

V.

Considerando que la CHM seguirá a distintas negociaciones intergubernamentales —sobre la reducción del riesgo de catástrofes naturales, la financiación para el desarrollo, el programa para el desarrollo sostenible después de 2015 y el cambio climático—, que configurarán los panoramas de desarrollo y humanitario de los próximos años, y será, por tanto, una oportunidad única, primordial y concreta para alinear los objetivos, los principios y las acciones, y para que el mundo aborde las necesidades de los más vulnerables y cimente su resiliencia de forma más coherente;

W.

Considerando que la UE, como principal donante, tiene la responsabilidad y el peso necesario para asumir un papel de liderazgo en la búsqueda de mejores e innovadoras formas de satisfacer las necesidades y aportar soluciones viables a largo plazo para millones de personas afectadas por conflictos y catástrofes;

X.

Considerando que la reciente escalada de los índices de desnutrición aguda general y el contagio regional e internacional de la inestabilidad política en los países clasificados dentro del nivel 3 han planteado nuevamente la necesidad de acelerar, en el seno de la CHM, la transformación del sistema humanitario y de atender mejor a las personas necesitadas;

De las consultas globales a la acción global

1.

Acoge con satisfacción la decisión del Secretario General de las Naciones Unidas de convocar la primera Cumbre Humanitaria Mundial (CHM) multilateral y la disposición de Turquía a ser la anfitriona; pide a los Estados miembros que apoyen la CHM y lleguen a conclusiones firmes en el seno del Consejo, con compromisos específicos y áreas de acción prioritarias, al tiempo que persiguen la eficiencia operativa, normas comunes de calidad, una mejor coordinación y asociaciones con los donantes emergentes, sobre la base de una ayuda imparcial desde el punto de vista político, así como de una comprensión y aplicación comunes de los principios humanitarios de humanidad, neutralidad e imparcialidad, y del cumplimiento de las obligaciones en virtud del Derecho internacional humanitario;

2.

Acoge favorablemente la iniciativa de las Naciones Unidas de recabar información en todo el mundo para conjurar las catástrofes y los conflictos y decidir cómo salvar y proteger a más personas de los efectos de esas situaciones de crisis; celebra la organización de ocho consultas regionales que incluyeron también reuniones temáticas y una consulta mundial —con la participación de representantes gubernamentales, de la sociedad civil, ONG, redes de voluntarios, empresas y redes religiosas—, y también la iniciativa de las consultas en línea, así como la creación de un Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Financiación Humanitaria, copresidido por la UE;

3.

Subraya que hoy en día los enormes desafíos humanitarios requieren que se refuerce en la CHM un sistema humanitario más inclusivo, diverso y verdaderamente mundial, que reconozca al mismo tiempo la diversidad del sistema de respuesta humanitaria actual y las funciones complementarias de todos los actores; pide a la UE que promueva un consenso global en materia de acción humanitaria que reafirme los principios de la ayuda humanitaria y las obligaciones y derechos con arreglo al Derecho internacional humanitario, al tiempo que garantice respuestas en materia de protección que se centren en las personas y se basen en los derechos humanos, y que haga que los Gobiernos rindan cuentas de sus funciones y responsabilidades en el ámbito de la protección de los ciudadanos; señala a la atención los efectos negativos de la politización de la asistencia humanitaria, y recuerda que la defensa de los principios humanitarios básicos y el compromiso continuo en su favor son esenciales para garantizar un espacio humanitario en zonas de conflicto y catástrofes naturales;

4.

Hace hincapié en que para que el documento final de la CHM sea coherente debe incluir una hoja de ruta de cinco años para el desarrollo y la puesta en práctica de los compromisos políticos concretos contraídos, incluido un marco de seguimiento y responsabilización intergubernamental, una evaluación de las prácticas de las organizaciones de ayuda y un estudio de impacto que incluya la participación de las partes interesadas que corresponda;

5.

Pide a la CHM que vincule la agenda de desarrollo posterior a 2015, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Conferencia de las Naciones Unidas de 2015 sobre el Cambio Climático (COP21) para mejorar la coherencia de las políticas e instituciones a fin de crear una resiliencia a las catástrofes, y que pida un papel más activo a los agentes del desarrollo en la creación de esa resiliencia; solicita a los gobiernos donantes que elaboren un conjunto común de objetivos, prioridades e indicadores para sus políticas nacionales que vinculen esos marcos;

6.

Pide a la UE y a sus Estados miembros, como principales donantes y agentes operativos clave, que ejerzan un liderazgo con ejemplos activos; hace hincapié en que todas las acciones humanitarias de la UE deben guiarse por los principios de solidaridad, responsabilidad y rendición de cuentas, y estar destinadas a garantizar la protección tanto física como psicológica de las personas vulnerables; pide una solución global, amplia y a largo plazo para los millones de personas que huyen de las regiones en conflicto; toma nota de que, en la respuesta a la crisis actual en el seno de la UE, también están en juego el papel y la credibilidad de Europa en la escena humanitaria mundial;

7.

Pide a la CHM que se comprometa a adoptar un enfoque sistemático participativo y basado en los resultados, mediante el establecimiento de indicadores específicos y una metodología de trabajo, que los donantes y las agencias encargadas de la ejecución deberán reforzar y compartir, de modo que las personas afectadas participen en todo el ciclo de la acción humanitaria; solicita además a la CHM que trabaje en favor de la institucionalización y la mejora de la supervisión y evaluación del marco de responsabilidad de las Naciones Unidas ante las poblaciones afectadas;

8.

Subraya que la CHM es también una oportunidad para que todas las partes interesadas reflexionen sobre la vital necesidad de que haya una reforma de las Naciones Unidas encaminada hacia un sistema de coordinación inclusivo, transparente y eficaz, con un IASC más inclusivo y operativo, mejor colaboración con los interlocutores para mejorar la complementariedad y la plena ejecución del programa transformador, y para consolidar la arquitectura humanitaria multilateral para todas las crisis, mediante el establecimiento de un sistema fiable de evaluación de las necesidades que sirva de base para los llamamientos conjuntos —garantizándose un seguimiento financiero integral—, un sistema de comparación de costes entre las agencias y un mecanismo de supervisión y evaluación;

9.

Insiste en que sin medios completos y sustanciales esta acción global no tendrá éxito; subraya que para hacer frente a catástrofes y vulnerabilidades nuevas y crónicas es necesario evitar sistemas paralelos, ampliar la base de financiación, disponer de inversiones previsibles a largo plazo y cumplir la nueva agenda de desarrollo sostenible, principalmente promoviendo la evaluación, la planificación y la financiación conjuntas de los riesgos y las necesidades entre los agentes en el ámbito humanitario, del desarrollo y del cambio climático; subraya que se necesita una mayor complementariedad entre la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo a fin de abordar la efectividad y las carencias de financiación de la ayuda humanitaria, debiendo ir acompañada de una mayor financiación para la asistencia humanitaria y la ayuda al desarrollo; recuerda, a este respecto, el compromiso contraído hace tiempo a escala internacional de cumplir el objetivo del 0,7 % de la RNB;

10.

Insta a la UE, como mayor donante de ayuda humanitaria del mundo, a que en la CHM dé muestras de liderazgo y solicite unos métodos más flexibles para el suministro de la ayuda humanitaria, así como medidas coherentes y proactivas e instrumentos eficaces para prevenir las crisis; insta a la UE y a los demás donantes a que sean fieles a sus compromisos financieros y desarrollen vías para reducir el tiempo necesario para que los compromisos financieros se conviertan en realidades sobre el terreno; señala, además, la importancia de la información en materia de derechos humanos como mecanismo de alerta temprana de las crisis, y anima a la CHM a que tenga en cuenta ese aspecto en la transición de una cultura de reacción a una cultura de prevención;

Responder a las necesidades de las personas en situación de conflicto

11.

Pide a la UE que sitúe la protección en el centro de la acción humanitaria, en el marco de una respuesta basada en las necesidades, mediante la creación de un sistema de cumplimiento y su integración en la programación; hace hincapié en la necesidad de institucionalizar el papel de los responsables de la protección y de desarrollar enfoques estratégicos e integrados con fondos suficientes para las actividades de protección también en la primera fase de las situaciones de emergencia; insta a la UE a que se comprometa más firmemente en favor de un enfoque basado en los derechos humanos en la acción humanitaria, a fin de garantizar que se respeta la dignidad, al igual que las necesidades y los derechos, de los grupos vulnerables específicos, en especial las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes, las personas portadoras del VIH, el colectivo LGBTI y las personas con discapacidad;

12.

Pide a la UE que promueva en la CHM un acuerdo integral sobre formas prácticas de consolidar el respeto y cumplimiento del Derecho internacional humanitario, el Derecho internacional de los derechos humanos y la legislación sobre refugiados, como la diseminación de las normas del Derecho internacional humanitario entre las administraciones regionales y nacionales, las fuerzas de seguridad, las autoridades locales y los líderes de las comunidades, y que apoye el papel de la Corte Penal Internacional para acabar con la impunidad por la violación del Derecho internacional humanitario y del Derecho internacional de los derechos humanos;

13.

Destaca la necesidad de ampliar la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y la Convención de Kampala para proteger y asistir a las personas desplazadas en todo el mundo y también a las afectadas por el cambio climático, así como para protegerlas frente a otras formas de violencia, como la trata de seres humanos, la violencia de género y la violencia urbana y económica, puesto que pueden tener un temor bien fundado a ser perseguidas o correr el riesgo de sufrir daños graves; subraya que debe ofrecerse a los migrantes el mismo nivel de protección de sus derechos que el que se garantiza a todos los demás grupos en época de crisis; pide que se preste una atención particular a los grupos vulnerables, como los migrantes, los apátridas y los refugiados, a los que suele desatenderse en el debate sobre cuestiones humanitarias; pide una nueva generación de herramientas de protección de los derechos humanos para contribuir a la protección de esas personas;

14.

Subraya la necesidad de que se produzca un cambio fundamental en el apoyo que se presta a los refugiados y a los países y comunidades de acogida; apoya el informe resumido para la consulta global en el que se pide a la Cumbre que examine el «acuerdo global de acogida de refugiados» en el que se reconocen las contribuciones de los países de acogida, se disponen paquetes financieros sostenibles, previsibles y a largo plazo para ayudarles, se confiere autonomía a los refugiados dándoles acceso a las oportunidades de sustento, y se prevén unas condiciones más equitativas para su reasentamiento en terceros países;

15.

Pide a la UE y a sus Estados miembros que trabajen para llegar a una interpretación común global y a la puesta en práctica de los principios humanitarios en preparación de la CHM, y que elaboren conjuntamente un código de conducta ampliamente participativo entre los actuales y los nuevos donantes a fin de compartir mejores prácticas, facilitar el acceso de las personas que necesitan asistencia y reforzar los compromisos existentes sobre buenas prácticas en materia de donación, como los que se recogen en los principios de las buenas prácticas en materia de donaciones humanitarias;

16.

Pide a la UE que defienda la inclusión de la transparencia y la responsabilidad como principios rectores en la declaración de la CHM, utilizando marcadores específicos y datos desglosados (esto es, por género y edad, con variables específicas para los niños) como base para diseñar y evaluar el programa, y fomentando una iniciativa en materia de normas estándar para la transparencia de la ayuda humanitaria internacional con el objetivo de garantizar un marco global de resultados de la rendición de cuentas para la evaluación de los progresos alcanzados;

17.

Subraya la necesidad de suministrar alimentos, agua, alojamiento, saneamiento y tratamiento médico, como derechos fundamentales de todo ser humano; manifiesta su profunda preocupación por el riesgo de epidemias asociado con las precarias condiciones sanitarias y el limitado acceso a agua potable segura, así como por la falta de acceso a medicamentos esenciales en las crisis humanitarias; pide a la UE que asuma un papel de liderazgo a la hora de garantizar un suministro adecuado de medicamentos esenciales y agua potable segura en el contexto de las crisis humanitarias;

18.

Pide a la Unión y a todos los actores internacionales que refuercen técnicas de ayuda humanitaria en los campos de refugiados, en particular mediante la disposición de laboratorios móviles en el marco de la lucha contra las epidemias contaminantes, la mejora de los métodos de distribución de la ayuda de emergencia —teniendo en cuenta a los grupos más vulnerables— y la mejora de la higiene y las infraestructuras sanitarias de emergencia;

19.

Subraya la necesidad de incluir la protección de los menores como parte integral de la respuesta humanitaria para evitar y responder al abuso, la negligencia, la explotación y la violencia ejercida contra los menores; hace hincapié en que, dado que los menores son los principales motores del cambio, es importante crear espacios adaptados a ellos como parte de la respuesta humanitaria;

20.

Destaca el papel central que desempeñan las mujeres en situaciones de conflicto y posteriores a un conflicto, teniendo en cuenta que son las primeras en intervenir en las crisis, manteniendo unidas a sus familias y comunidades; pide a los donantes y a los gobiernos que integren la igualdad de género en la programación humanitaria y respalden el empoderamiento de las mujeres y niñas;

21.

Insiste en que la prestación de ayuda humanitaria sea conforme al Derecho internacional humanitario, y que la ayuda humanitaria de la UE no debe estar sujeta a restricciones impuestas por otros donantes socios; manifiesta su preocupación y condena el uso continuado de la violación y de otras formas de violencia sexual y de género contra las mujeres y las niñas como arma de guerra en situaciones de emergencia humanitaria; destaca que es necesario hacer frente a esta violencia, y a sus consecuencias físicas y psicológicas; pide un compromiso mundial para que las mujeres y niñas estén a salvo desde el inicio de cada emergencia o crisis, atendiendo al riesgo de violencia sexual y de género, mediante la sensibilización, garantizando el enjuiciamiento de los autores de dicha violencia, y asegurando el acceso de mujeres y niñas a todos los servicios de salud sexual y genésica, incluido el aborto en condiciones de seguridad, en las crisis humanitarias, en lugar de perpetuar lo que equivale a un trato inhumano, tal como requiere el Derecho internacional humanitario y prevén la Convención de Ginebra y sus Protocolos adicionales;

22.

Considera que todo el personal que participa en la provisión de ayuda humanitaria, incluidos la policía y el ejército, debe recibir una formación adecuada sensible a las cuestiones de género, y que debe aplicarse un estricto código de conducta para impedir que abusen de su posición y garantizar el respeto de la igualdad de género;

23.

Exhorta a todos los actores humanitarios a que incorporen estrategias de prevención y mitigación de la violencia de género en todas sus intervenciones sectoriales, fomentando la identificación de nuevos instrumentos de financiación de la UE, y que, a este fin, evalúen las Directrices revisadas aplicables a las Intervenciones contra la Violencia por Razón de Género en Situaciones Humanitarias, elaboradas por el Grupo Temático Mundial sobre Protección; considera, asimismo, que los agentes humanitarios (incluida la UE) deben consultar a las niñas y los niños (especialmente a las adolescentes) en todas las fases de la prevención de catástrofes y de la actuación ante las mismas;

24.

Pide a las respectivas agencias humanitarias que refuercen su coordinación con el fin de identificar y proteger a las víctimas, y a las víctimas potenciales, de explotación y abusos sexuales;

25.

Reconoce el valor del enfoque global de la UE en la coordinación y la coherencia de su gran variedad de instrumentos de política exterior para invertir en soluciones políticas duraderas; señala a la atención la especificidad de la ayuda humanitaria, y subraya que es ineludible diferenciar la respuesta humanitaria de consideraciones políticas, de seguridad, de política exterior y de lucha contra el terrorismo mediante la adopción de medidas de seguridad; lamenta todo incumplimiento o inobservancia de los principios humanitarios fundamentales, dado que su uso indebido perjudica de manera significativa el suministro de la ayuda y la seguridad del personal humanitario; insiste en que las medidas para combatir el terrorismo no deben minar ni obstaculizar los esfuerzos humanitarios, e invita a la CHM a que aborde este tema de manera adecuada;

Eficacia humanitaria

26.

Condena que se frustren constantemente los intentos de prestar ayuda humanitaria y toda acción que vaya en contra de la obligación de ayudar a toda persona en peligro, y que viole el principio de no devolución aplicable a las poblaciones desplazadas por parte de cualquier actor, sea miembro o no de la UE; pide a los Gobiernos que asuman su responsabilidad principal de proteger y asistir a los civiles y que establezcan marcos jurídicos y políticos para facilitar el acceso humanitario y el suministro de ayuda humanitaria, de conformidad con el Derecho internacional humanitario; sugiere que estos marcos incluyan exenciones fiscales de carácter humanitario, reducciones del coste de transacción de los flujos de remesas y la simplificación de los trámites aduaneros; pide a los donantes, a los gobiernos de acogida y a los actores encargados de la ejecución que respeten la prestación de la ayuda y la asistencia humanitarias a través de todos las canales posibles, y que cumplan con sus responsabilidades de garantizar que llega a las personas que la necesitan, incluso en zonas remotas, una ayuda de calidad, oportuna y profesional;

27.

Manifiesta su profunda preocupación, en el contexto de una mayor protección a los agentes humanitarios, por los reiterados ataques contra los trabajadores humanitarios e infraestructuras, incluidos los hospitales; hace hincapié en que hay que trabajar más para mejorar su seguridad, protección y libertad de circulación de conformidad con el Derecho internacional; apoya la inclusión sistemática de cláusulas específicas que consoliden la rendición de cuentas con respecto a la protección de los trabajadores humanitarios en la legislación y planes de acción de donantes para todos los países, así como un seguimiento sistemático firme y la notificación de los ataques contra los trabajadores humanitarios;

28.

Apoya las recomendaciones de la Comisión para la elaboración de un cuadro global de eficacia;

29.

Destaca la necesidad de continuar el diálogo sobre las funciones y mandatos complementarios de los diferentes actores humanitarios; considera que debe hacerse una distinción clara entre actores civiles humanitarios y militares; considera que ha de darse prioridad a la respuesta civil humanitaria; pide a los participantes en la Cumbre Humanitaria Mundial (CHM) que exploren nuevos marcos para una mejor coordinación entre los actores, dado que dicho marco resulta clave para una respuesta humanitaria más eficiente, efectiva y apropiada; pone de relieve la necesidad de mejorar el análisis de las capacidades operativas locales, la evaluación conjunta de las necesidades y la responsabilidad de la acción humanitaria;

30.

Pide que se realicen importantes esfuerzos para garantizar de forma más eficaz el derecho a la educación en las situaciones de crisis humanitarias prolongadas, a través de la puesta a disposición de los recursos financieros y humanos necesarios, ya que la falta de educación pone en peligro el futuro de la infancia y el ulterior desarrollo de toda sociedad; destaca la importancia de la educación continua para salvaguardar valores comunes como la dignidad humana, la igualdad, la democracia y los derechos humanos;

31.

Dado el alarmante número de niños a los que se niega la enseñanza y las enormes potencialidades de esta para aumentar la resiliencia de las poblaciones, acoge con satisfacción el compromiso de la Comisión de incrementar la financiación destinada a la educación de los niños en las situaciones de emergencia humanitaria; pide al Consejo que respalde la propuesta de la Comisión de destinar a este fin el 4 % del presupuesto de la UE para ayuda humanitaria; considera que este aumento no debe conducir a una menor consideración de otras necesidades primarias;

32.

Manifiesta su preocupación por la educación y la escolaridad de los niños en los campos de refugiados y exhorta a la UE y a todos los actores internacionales a que mejoren las capacidades de escolarización en los campos de refugiados;

33.

Reconoce que la previsibilidad, la flexibilidad operativa y las contribuciones plurianuales son condiciones indispensables para un funcionamiento eficaz y efectivo de la prestación de ayuda; pide a la UE y a sus Estados miembros que den un nuevo impulso a los principios de la iniciativa de la Buena Donación Humanitaria (GHD en sus siglas en inglés, Good Humanitarian Donorship) en la Declaración de la CHM;

34.

Hace hincapié en que es necesaria una acción global para abordar el déficit de financiación; pide la creación de un fondo mundial para la ayuda humanitaria que apoye la participación e inclusión de los donantes que no forman parte del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) y reúna todos los mecanismos financieros, recursos nacionales y fondos mancomunados internacionales existentes (fondos de respuesta de emergencia de las Naciones Unidas, Fondo central de las Naciones Unidas para la acción en casos de emergencia, fondos fiduciarios, etc.) y que se complemente con pagos de financiación voluntaria por parte de los Gobiernos, el sector privado y las organizaciones regionales; sugieren que los pagos podrían utilizarse para suplir las carencias en las emergencias humanitarias de nivel 3, apoyar la prevención, proporcionar un paquete de medidas de protección social para la recuperación de los refugiados de larga duración o para hacer frente a situaciones de emergencia imprevistas, como la del ébola, entre otras cosas;

35.

Subraya la necesidad de que las instituciones financieras se comprometan plenamente y reformen su difuso enfoque de ventanilla de crédito, redefiniendo principalmente sus criterios de concesión de financiación en condiciones favorables, a fin de permitir una respuesta institucional más flexible ante situaciones frágiles y reflexionar más detenidamente sobre la capacidad nacional para aumentar los recursos nacionales;

36.

Insta a los Gobiernos, a los donantes y a su entorno propicio a que simplifiquen los requisitos administrativos para los socios encargados de la ejecución, mediante la reestructuración de los procedimientos y la elaboración de mejores prácticas administrativas, contractuales y de presentación de informes, garantizando al mismo tiempo la rendición de cuentas, y a que apoyen las iniciativas diseñadas para prestar ayuda continua a la consolidación de la capacidad y supervisión de los actores locales y al refuerzo de las estructuras de coordinación nacional;

37.

Pone de relieve que para preservar y garantizar mejor la vida y la dignidad de las poblaciones afectadas, las ONG locales han de tener acceso a financiación directa; insta a los Estados miembros y donantes a que aumenten sustancialmente la financiación directa para los actores humanitarios locales que tienen la capacidad, experiencia y competencia para actuar sobre el terreno, garantizando al mismo tiempo la rendición de cuentas;

38.

Pide a los participantes en la CHM que establezcan un nuevo acuerdo para colaborar con los Estados frágiles y para las crisis prolongadas, con programas sostenibles, planes de ejecución y financiación predecible para el desarrollo; subraya que la Agenda de Acción de Adís Abeba hace hincapié en la necesidad de invertir en sistemas de protección social y redes de seguridad para ampliar la magnitud de la respuesta de manera rápida y eficaz en contextos de fragilidad;

Reducción de la vulnerabilidad y gestión del riesgo

39.

Hace hincapié en la necesidad de adaptar el sistema de respuesta humanitaria a requisitos locales, nacionales y regionales, y de facultar para la participación a las poblaciones afectadas de manera regular, incluidas las mujeres de todas las edades, los niños y las personas con discapacidad, las minorías y las poblaciones indígenas, reconociendo su papel como agentes del cambio, asegurando, en la medida de lo posible, la contribución y consulta previa de esas poblaciones en la programación y la realización de la acción humanitaria;

40.

Subraya que la respuesta internacional debe basarse en las iniciativas y asociaciones locales o nacionales existentes en lugar de lanzarse a esfuerzos paralelos; insiste en la importancia de reforzar las capacidades locales y regionales de prestación de asistencia humanitaria y, en la medida de lo posible, de prever procesos inclusivos en los que se haga partícipes a las autoridades locales, la sociedad civil, el sector privado y las poblaciones afectadas en el proceso de planificación;

41.

Subraya la necesidad de un nuevo modelo global de complementariedad en la que basar la cooperación entre los actores humanitarios y de desarrollo, permitiéndoles crear sociedades cada vez más resistentes y autónomas, a partir de un análisis y de una programación en común; subraya que este modelo debe incluir, en primer lugar, estrategias de acceso para los actores del desarrollo que les permitan construir puentes sobre el terreno, en segundo lugar, modificadores de crisis en programas de desarrollo y, en tercer lugar, estrategias de salida en las respuestas humanitarias que permitan un enfoque más flexible, y debe incluir asimismo un mecanismo de financiación plurianual responsable y flexible para responder a las crisis prolongadas; subraya la importancia de cooperar con ONG y líderes de la sociedad civil locales para establecer estructuras permanentes en zonas sensibles a los conflictos;

42.

Pide a la Comisión que presente una iniciativa para vincular la ayuda humanitaria, la cooperación para el desarrollo y la resiliencia de manera más sistemática, de modo que la UE pueda ser más flexible y eficaz a la hora de responder a las crecientes necesidades, y para promover una reflexión sobre un vínculo mejor en la CHM; pide a la UE que aproveche la revisión intermedia del marco financiero plurianual actual para seguir mejorando los vínculos entre la ayuda humanitaria y para el desarrollo;

43.

Destaca la importancia de reducir el riesgo de catástrofes para aumentar la resiliencia en cuatro áreas prioritarias: 1) entender los riesgos de catástrofes; reforzar la gobernanza del riesgo para gestionar el riesgo de catástrofes; 3) invertir en la reducción del riesgo de catástrofes para aumentar la resiliencia, planes de contención y sistemas de alerta temprana; 4) mejorar la prevención de catástrofes para una respuesta eficaz y para «reconstruir mejor» en la fase de recuperación, rehabilitación y reconstrucción;

44.

Pide a los Estados miembros de la UE y a otros donantes que refuercen y desarrollen los marcos jurídicos nacionales para la acción humanitaria, así como para la reducción del riesgo y la gestión de catástrofes, sobre la base de las normas, leyes y principios aplicables a las acciones internacionales en caso de catástrofe; subraya que la prevención de catástrofes, la reducción del riesgo y la resiliencia deben incorporarse sistemáticamente a los planes de respuesta que deben proporcionar las administraciones, la industria y la sociedad civil locales, regionales y nacionales con el apoyo de financiación suficiente y una mayor innovación en materia de previsión y modelización del riesgo;

45.

Pide a la CHM que ponga especial énfasis en la cuestión del cambio climático y la acción humanitaria; considera que esto debe incluir la planificación de las consecuencias del cambio climático y un fortalecimiento de la resiliencia frente a las mismas, incluidos el desplazamiento y la migración inducidos por el cambio climático, en la elaboración de todas las políticas pertinentes a nivel regional y mundial; pide a la UE y a los Estados miembros, a este respecto, que continúen tomando decisiones políticas valientes para combatir el cambio climático;

Transformación a través de la innovación

46.

Subraya que la innovación debe obtenerse a partir de distintas fuentes y, en particular, de los conocimientos de las personas afectadas, de la sociedad civil y de las comunidades locales en la primera línea de respuesta; destaca la importancia de unas normas humanitarias mínimas para fomentar los servicios públicos esenciales, como la educación, la nutrición, la sanidad, el alojamiento, el agua y el saneamiento, a través de las respuestas humanitarias; opina que la colaboración sector público-sector privado y entre sectores —siempre que los sectores público y privado compartan valores y prioridades que compatibilicen los objetivos empresariales con los objetivos de desarrollo de la UE, y respeten las normas internacionales en materia de eficacia del desarrollo— puede ser un medio para mejorar la respuesta a las crecientes necesidades humanitarias; toma nota de que la ayuda en efectivo, si responde adecuadamente a los principios de eficacia de la ayuda, es un ejemplo eficaz de innovación en materia de ayuda humanitaria;

47.

Celebra las conclusiones del Consejo sobre principios comunes de la ayuda polivalente en efectivo para responder a las necesidades humanitarias; reconoce que, si bien en la actualidad solo un pequeño porcentaje de la ayuda humanitaria es en efectivo, el uso de ayuda en efectivo tiene un potencial significativo como modalidad innovadora, digna, segura, con perspectiva de género, flexible y rentable para cubrir las necesidades básicas de emergencia de los más vulnerables; pide a la UE y a los Estados miembros que promuevan los principios comunes y el uso de ayuda en efectivo no condicionada sobre la base del contexto y el análisis de las respuestas apoyando, al mismo tiempo, un mecanismo de supervisión en el periodo previo a la CHM;

48.

Pide a la UE que promueva y apoye una alianza de innovación humanitaria mundial para el desarrollo de enfoques éticos compartidos a escala mundial en consonancia con los principios humanitarios de las Naciones Unidas para la innovación y la tecnología en desarrollo y los principios humanitarios para garantizar que la inversión total en innovación humanitaria esté diseñada para mejorar los resultados para las poblaciones afectadas; pide la creación de fondos de innovación humanitaria a nivel regional y nacional;

49.

Reconoce que la innovación puede desempeñar un papel importante a la hora de responder a los nuevos retos y de mejorar los programas existentes, mediante la integración de nuevos avances en otros sectores a fin de diseñar, ampliar y desarrollar modelos que permitan avanzar en la superación de los retos humanitarios;

50.

Hace hincapié en el papel de las nuevas tecnologías y herramientas digitales innovadoras con respecto a la organización y entrega de ayuda humanitaria, en especial con respecto a la entrega y seguimiento de la ayuda, el control de catástrofes la distribución de información, la coordinación entre los donantes y la facilitación de las relaciones entre las agencias humanitarias y los Gobiernos locales, en particular en las zonas remotas y afectadas por catástrofes; destaca que África y, en especial, África Subsahariana, está experimentando actualmente una revolución digital móvil con un incremento de las suscripciones móviles (y uso de internet en móviles), lo que hace que estas herramientas y servicios sean cruciales para implantar sistemas de alerta temprana y para facilitar rápidamente información sobre temas de salud, zonas de peligro y contactos humanitarios;

51.

Pide a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen —respetando al mismo tiempo los principios humanitarios y las normas éticas— la participación de las empresas, en especial de las pyme, mediante la elaboración de unas directrices empresariales para la acción y la promoción de plataformas de colaboración local y regional para lograr una participación estructurada, coordinada y sostenible de las empresas en las situaciones de emergencia; anima a los Estados miembros a que integren mejor a las empresas en sus respectivos planes nacionales de respuesta en casos de emergencia y mecanismos de rendición de cuentas;

52.

Pide a la UE que estudie y fomente las asociaciones con empresas de reciente creación y con empresas aseguradoras y tecnológicas, entre otras, con vistas a desarrollar herramientas de previsión y ejecución en situaciones de emergencia; subraya la necesidad de apoyar y seguir desarrollando la labor de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) para determinar los activos y las capacidades disponibles del sector privado a fin de aumentar la cooperación técnica en las medidas de respuesta en caso de catástrofe;

53.

Pide a la UE y a sus asociados humanitarios que, en el contexto de la CHM, aboguen por una mayor participación de los jóvenes en los procesos de prevención y recuperación y que promuevan los programas de voluntariado;

54.

Destaca el importante papel que puede desempeñar la iniciativa Voluntarios de la ayuda de la UE a la hora de llevar a la práctica las decisiones tomadas en la futura CHM y en el contexto de un Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria revisado; subraya que la experiencia de los voluntarios junto con la de otros activistas humanitarios puede desempeñar un papel vital a la hora de establecer mejores prácticas y herramientas de ejecución;

55.

Pide a la UE y a sus Estados miembros que promuevan, en la CHM, el importante papel de la acción humanitaria, puesto que puede ser una forma eficaz de reforzar la protección y la innovación;

56.

Subraya que los compromisos asumidos en Estambul deben aplicarse a nivel de la UE y de sus Estados miembros; pide, por tanto, a la UE y a sus Estados miembros que diseñen junto con los actores humanitarios una agenda para la operacionalización de los resultados de la Cumbre después de Estambul; hace hincapié en la necesidad de garantizar una financiación predecible y oportuna de la ayuda humanitaria a través del presupuesto europeo, asegurando que los créditos de compromiso humanitario de la UE sean totalmente financiados de forma sistemática con una cantidad igual de créditos de pago;

57.

Pide un nuevo plan de acción coherente y sólido del Consenso europeo sobre la ayuda humanitaria que garantice una respuesta humanitaria europea imparcial y eficaz, adaptada al contexto local y en función de la edad y el género, no discriminatoria y proporcional a la necesidades;

o

o o

58.

Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la Vicepresidenta de la Comisión Europea/Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, así como al Secretario General de las Naciones Unidas.


(1)  http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/46/182.

(2)  https://interagencystandingcommittee.org/iasc-transformative-agenda.

(3)  https://docs.unocha.org/sites/dms/ROWCA/Coordination/Principles_of_Partnership_GHP_July2007.pdf.

(4)  http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/64/290.

(5)  https://interagencystandingcommittee.org/files/guidelines-integrating-gender-based-violence-interventions-humanitarian-action.

(6)  http://www.preventionweb.net/files/43291_sendaiframeworkfordrren.pdf.

(7)  http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/69/313.

(8)  http://www.globalhumanitarianassistance.org/wp-content/uploads/2015/06/GHA-Report-2015_-Interactive_Online.pdf.

(9)  https://www.humanitarianresponse.info/en/system/files/documents/files/gho-status_report-final-web.pdf.

(10)  http://www.ghdinitiative.org/ghd/gns/principles-good-practice-of-ghd/principles-good-practice-ghd.html.

(11)  DO L 163 de 2.7.1996, p. 1.

(12)  http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=URISERV:ah0009.

(13)  DO L 122 de 24.4.2014, p. 1.

(14)  https://ec.europa.eu/transparency/regdoc/rep/1/2015/ES/1-2015-335-ES-F1-1.PDF.

(15)  DO L 347 de 20.12.2013, p. 924.

(16)  http://ec.europa.eu/echo/sites/echo-site/files/Gender_SWD_2013.pdf.

(17)  http://ec.europa.eu/transparency/regdoc/rep/1/2015/ES/1-2015-406-ES-F1-1.PDF.

(18)  http://ec.europa.eu/atwork/synthesis/aar/doc/echo_aar_2014.pdf.

(19)  http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-9420-2015-INIT/es/pdf.

(20)  http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-9241-2015-INIT/es/pdf.

(21)  http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-9325-2013-INIT/es/pdf.

(22)  http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-9884-2014-INIT/es/pdf.

(23)  http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/EN/foraff/146311.pdf.

(24)  http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=JOIN:2015:0040:FIN:ES:PDF.

(25)  https://www.worldhumanitariansummit.org/

(26)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0196.

(27)  Textos Aprobados, P8_TA(2014)0059.

(28)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0270.

(29)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0231.

(30)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0187.

(31)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0072.

(32)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0040.

(33)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0010.

(34)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0317.

(35)  Textos Aprobados, P8_TA(2015)0176.

(36)  http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=comnat:COM_2015_0419_FIN.

(37)  http://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/?qid=1441187290883&uri=SWD:2015:166:FIN.


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