92000E3700

PREGUNTA ESCRITA E-3700/00

de Glenys Kinnock (PSE) a la Comisión

(29 de noviembre de 2000)

Asunto: Malawi

¿Podría la Comisión indicar cuál es su respuesta a las denuncias de corrupción publicadas en la prensa europea contra el gobierno de Malawi?

Respuesta dada por el Sr. Nielson en nombre de la Comisión

(9 de enero de 2001)

Los servicios de la Comisión tienen conocimiento desde hace algún tiempo de la frecuencia al parecer creciente de los incidentes de supuesta corrupción en Malaui. También ha sabido de las acusaciones formuladas en los últimos tiempos en la prensa europea y que se concentran de manera más específica en la intención del gobierno de adquirir 39 vehículos de la marca Mercedes Benz para los ministros del Gobierno. Esta cuestión concreta se considera más como un caso de deficiencia en la práctica de gobierno que como un ejemplo de corrupción.

Resulta interesante destacar que la cuestión de los vehículos ministeriales recibió un tratamiento de cierta importancia en la propia prensa de Malaui, en contraposición muy evidente con un artículo relativo a las acuciantes necesidades en lo relativo al síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida (HIV/AIDS), sector en el que las necesidades de financiación para las medidas que se pretende emprender vienen más o menos a equivaler al coste de los 39 vehículos Mercedes Benz indicados. Aún más interesante resulta el hecho (que puede considerarse reconfortante en estas circunstancias) de que el periódico en el que aparecieron dichos artículos es propiedad de un alto cargo del propio gobierno. Tal como probablemente sepa Su Señoría, la inquietud expresada concertadamente por todos los donantes ha tenido como consecuencia que el Presidente Muluzi tomase la decisión de vender dichos vehículos y emplear los fondos así obtenidos en el objetivo de la reducción de la pobreza.

Tanto a través de su representación local como desde Bruselas, la Comisión sigue vigilando con toda atención el modo en el que se gestionan las actividades que reciben financiación del FED, al tiempo que introduce las correcciones que resultan necesarias ante los posibles intentos de eludir los reglamentos financieros del FED que se hallan en vigor. Hasta la fecha, se ha podido poner freno a cualquier potencial incidente, y no ha habido necesidad alguna de tomar medidas de manera más abierta y oficial. Ha de subrayarse que todos los desembolsos de fondos de la Unión Europea, procedan estos del FED o del presupuesto de la Comunidad, se controlan de manera muy estrecha y son objeto de auditorías regulares. En la actualidad, un equipo de auditores se encuentra en el país y está procediendo a examinar la financiación correspondiente al mecanismo de ajuste estructural y a los programas de seguridad y ayuda alimentaria. La Comisión tiene la firme intención de reforzar dichas medidas de control y auditoría con carácter general y no tan sólo en Malaui. En la actualidad, la Comisión está elaborando una estrategia de apoyo nacional en el contexto del nuevo Acuerdo de Cotonou, que incluirá una evaluación razonada por su parte de los asuntos relacionados con el Artículo 9, incluyendo la corrupción, así como una estrategia de respuesta a la misma.

En todos sus esfuerzos de ayuda al desarrollo en Malaui, la Comisión se ha esforzado por fomentar y reforzar las prácticas nacionales de buen gobierno, y, de manera más específica, cuenta con un programa de asistencia que se está aplicando en la actualidad y que está destinado al sector jurídico del país, en el marco de Programa del Estado de Derecho, y que recibe financiación con cargo al Programa indicativo nacional para Malaui. También recibe apoyo en el marco de este programa la Oficina Anticorrupción, que saca con periodicidad a la luz pública asuntos de corrupción, y cuyas más recientes investigaciones han culminado en la decisión del Presidente Muluzi de cesar a tres ministros del Gobierno acusados de corrupción. Tal vez el mejor modo de garantizar el éxito de las medidas para poner freno a la corrupción sería el refuerzo de dichas instituciones nacionales.