91999E2660

PREGUNTA ESCRITA P-2660/99

de Ari Vatanen (PPE-DE) al Consejo

(22 de diciembre de 1999)

Asunto: Proceso de transición democrática en Belarús

Los últimos acontecimientos de Belarús han demostrado que en el país dista mucho de reinar la democracia. A pesar de la oposición popular, el gobierno presidido por el Sr. Lukashenko aspira a formar parte de la Federación de Rusia.

El 17 de octubre de 1999, más de 20 000 belarusos se manifestaron en Minsk contra el régimen de Lukashenko. Como consecuencia de ello, la policía antidisturbios se enfrentó de manera sangrienta a los manifestantes, y la gran mayoría de ellos fue detenida. Los representantes belarusos acusaron de la manifestación también a los Estados occidentales.

El Sr. Lukashenko ha recibido críticas por reprimir sistemáticamente a la oposición y, entre otros, a la prensa. A lo largo del otoño han desaparecido, al menos, tres importantes dirigentes de la oposición belarusa. Para que Belarús tenga un lugar en Europa como estado libre sin dictaduras de ningún tipo, también la UE deberá contribuir al progreso de la democracia y de la situación de los derechos humanos en Belarús.

¿Qué ha hecho el Consejo y qué tiene previsto hacer para fomentar la transición democrática y el respeto de los derechos humanos en Belarús?

Respuesta

(13 de marzo de 2000)

El Consejo siempre ha dado especial importancia al fomento de la democracia y al respeto de los derechos humanos en Belarús. Habida cuenta de la situación política y constitucional, así como de violación de los derechos humanos en Belarús, el Consejo adoptó una serie de medidas restrictivas en septiembre de 1997 (los contactos ministeriales se entablarán únicamente a través de la Presidencia; suspensión de los programas de asistencia técnica de la Unión y de los Estados miembros, salvo los que respaldan los derechos humanos y el proceso de democratización; no celebración del Acuerdo de Colaboración y Cooperación).

Con objeto de dejar la puerta abierta y estimular a Belarús a que progrese en los ámbitos de los derechos humanos y la democracia, el Consejo ha definido unos parámetros progresivos para el levantamiento de las restricciones impuestas en 1997. Según este planteamiento, a los pasos positivos que se den en los ámbitos de los derechos humanos, los medios de comunicación y la autorización de partidos políticos y ONG se respondería con un levantamiento progresivo de las restricciones comunitarias.

El Gobierno de Belarús ha adoptado recientemente algunas medidas positivas como la liberación del antiguo Primer Ministro Chigir y de las personas detenidas tras las manifestaciones del 17 de octubre, el acuerdo con la oposición para que tenga acceso a los medios de comunicación controlados por el Estado, la firma del Programa TACIS para el desarrollo de la sociedad civil y la autorización de ONG y partidos políticos.

Sin embargo, al mismo tiempo Belarús ha dado marcha atrás en una serie de puntos: el antiguo Primer Ministro Chigir ha sido liberado cuando se encontraba en prisión preventiva, pero se mantienen los cargos contra él y está siendo juzgado. Según informaciones no confirmadas, un destacado preso político, el Sr. Klimov, ha sido hace poco gravemente maltratado. El presidente Lukashenko ha suspendido el acuerdo con los medios de comunicación, pactado durante las negociaciones preliminares bajo los auspicios de la OSCE y ha dimitido el Sr. Sazonov, jefe negociador del Gobierno en el diálogo con la oposición patrocinado por la OSCE. Además, el Gobierno ha prescindido del diálogo que mantenía con la oposición sobre el proyecto de ley electoral. La Cámara baja y la Cámara alta de la Asamblea nacional belarusa adoptaron, en segunda lectura, dicho proyecto que está listo para la firma del Presidente. Esta ley está mal redactada y contiene incoherencias.

Dos personalidades políticas de relieve han desaparecido durante los últimos meses: el Sr. Zajarenko (antiguo ministro del Interior) desaparecido en mayo de 1999 y el Sr. Gontchar (vicepresidente del decimotercer Soviet supremo) en septiembre de 1999. No disponemos de información alguna sobre el lugar donde se encuentran. El caso de una tercera personalidad relevante, la Sra. Vinnikova (antigua presidenta del Banco Central de Belarús), quedó resuelto y ésta se reunió con su hijo en el Reino Unido a finales de 1999.

A la vista de estos acontecimientos, el Consejo no está en condiciones de levantar las restricciones de 1997. La Unión Europea deja clara a Belarús su posición cada vez que se presenta la ocasión y ejerce presiones para conseguir más reformas democráticas (visita de una Troica de altos funcionarios a Minsk los días 1 y 2 de noviembre, reunión del Secretario de Estado, Sr. Blomberg, con el Ministro de Exteriores, Sr. Latypov, en Estambul el 18 de noviembre y, cuando son necesarias, gestiones de los jefes de misión). Por otra parte, el recientemente firmado Programa TACIS para el desarrollo de la sociedad civil contribuirá al fomento del proceso de reformas democráticas en Belarús.

El objetivo primordial de la Unión es la celebración de elecciones libres y limpias con observadores y reconocimiento internacionales en el año 2000. El Consejo ha tomado buena nota del compromiso del Presidente Lukashenko de celebrar dichas elecciones y le recordará su palabra.

Resulta indispensable un diálogo entre el Gobierno y la oposición para que arranque el proceso electoral. La Unión apoya sin reservas los esfuerzos de la OSCE, única capaz de impulsar este diálogo.