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Document 52022IR2167

    Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Hacia una estrategia macrorregional en el Mediterráneo

    COR 2022/02167

    DO C 498 de 30.12.2022, p. 6–11 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, GA, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    30.12.2022   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 498/6


    Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Hacia una estrategia macrorregional en el Mediterráneo

    (2022/C 498/02)

    Ponente:

    Nikola DOBROSLAVIĆ (HR/PPE)

    RECOMENDACIONES POLÍTICAS

    EL COMITÉ EUROPEO DE LAS REGIONES (CDR)

    Contribución de las estrategias macrorregionales a la cohesión territorial, la democracia local y la cooperación en las fronteras exteriores

    1.

    considera que las macrorregiones desempeñan un papel clave en el refuerzo de la cohesión económica, social y territorial de la Unión Europea y de sus países vecinos más próximos al capacitar a las zonas transfronterizas para abordar retos específicos y compartidos mediante el intercambio, la cooperación y la aplicación;

    2.

    destaca que este enfoque permite una mayor coherencia y complementariedad entre las políticas, acciones y programas de financiación aplicados por los diferentes niveles de gobierno en una zona geográfica definida. Al hacerlo, mediante la promoción de la gobernanza multinivel, las macrorregiones contribuyen a aumentar la eficacia y el impacto de las políticas;

    3.

    recuerda que las estrategias macrorregionales se basan en el principio de gobernanza multinivel y que las regiones de dentro y fuera de la UE deben desempeñar, junto con los Estados miembros de la UE y otros países afectados, un papel clave en el desarrollo, la construcción y la definición de los objetivos comunes de estas estrategias;

    4.

    señala que la zona mediterránea comprende varios países candidatos y candidatos potenciales, así como países no pertenecientes a la UE y destaca la importancia de las macrorregiones para reforzar la cooperación más allá de las fronteras de la UE. Esta colaboración es necesaria para abordar los retos comunes y también para incluir a los países no pertenecientes a la UE en una cooperación más profunda y reforzada con la Unión;

    5.

    recuerda la aprobación de la Resolución del Parlamento Europeo, de 3 de julio de 2012, sobre la evolución de las estrategias macrorregionales de la UE: prácticas actuales y perspectivas de futuro, especialmente en el Mediterráneo (1);

    6.

    recuerda el informe de la ARLEM «Una estrategia de cohesión para el Mediterráneo» (2014), en el que se exponen las reflexiones iniciales sobre un marco de gobernanza macrorregional para el Mediterráneo, basado en los principios de la gobernanza multinivel y en una configuración progresiva y de geometría variable;

    7.

    recuerda también que el Consejo de la Unión Europea (2) ha indicado que está abierto a estudiar iniciativas conjuntas dirigidas a establecer nuevas estrategias macrorregionales;

    Una macrorregión mediterránea, una herramienta clave para abordar los retos del Mediterráneo

    8.

    destaca los recursos únicos del Mediterráneo. Con sus 46 000 km de costa y veintidós países ribereños, alberga a más de quinientos millones de personas, con un tercio de la población concentrada en las zonas costeras y unos 150 millones de empleos directamente vinculados al mar Mediterráneo;

    9.

    subraya la importancia medioambiental del mar Mediterráneo, que representa solo el 1 % de los océanos del mundo, pero aporta el 20 % de la producción marina mundial (3). También es una de las principales reservas de biodiversidad marina y costera, con 28 % de especies endémicas, 7,5 % de flora y fauna silvestres y 18 % de la flora marina mundial;

    10.

    destaca el potencial de la cuenca mediterránea, que es un área geográfica coherente cuyas poblaciones comparten un patrimonio histórico y cultural común, como resultado de una larga tradición de colaboración e intercambio de ideas, bienes y personas entre sus tres orillas;

    11.

    reconoce que la cuenca mediterránea se enfrenta a retos de gobernanza, socioeconómicos, humanitarios, climáticos, de seguridad y medioambientales que exigen una acción conjunta;

    12.

    destaca, como pone de relieve el Primer Informe de Evaluación Mediterránea sobre el Cambio Climático y Medioambiental en el Mediterráneo, publicado por MedECC, que todas las subregiones mediterráneas se ven afectadas por los recientes cambios ambientales antropogénicos, y que los principales factores del cambio son el clima, el crecimiento de la población, la contaminación, las prácticas de uso insostenible de la tierra y el mar y las especies alógenas. En la mayoría de las zonas, se ven afectados tanto los ecosistemas naturales como los medios de subsistencia de las personas (4);

    13.

    señala que, al ritmo actual, el calentamiento global alcanzará los 2,2 grados en el área mediterránea en 2040, y que la región se está calentando a un ritmo un 20 % más rápido que la media mundial. Los efectos del cambio climático son ya muy visibles por la proliferación de fenómenos naturales extremos. Por tanto, las sociedades mediterráneas son las que más están sufriendo el cambio climático (ya representan el 50 % de la población mundial con escasez de agua, lo que afecta a la seguridad alimentaria; 49 de los 51 sitios culturales de la UNESCO también están en peligro). La mayoría de los efectos del cambio climático se ven amplificados por otros problemas medioambientales como la urbanización, la agricultura, la pesca y el turismo excesivos, la degradación del suelo, la desertización y la contaminación (del aire, del suelo y de las aguas dulces y saladas);

    14.

    destaca, como pone de relieve el Dictamen «Hacia un uso sostenible de los recursos naturales en el contexto insular mediterráneo», la gran vulnerabilidad de las islas mediterráneas en el contexto del calentamiento global, que ya tiene consecuencias económicas (pesca, turismo, etc.) y sociales (emigración, etc.), y recomienda desarrollar un enfoque específico del impacto del cambio climático a nivel macrorregional para este tipo de territorio, que tenga en cuenta las necesidades particulares de los archipiélagos e islas y fomente una cooperación más estrecha entre estos territorios, los Estados miembros y la Unión Europea para hacer frente a los retos medioambientales y promover el desarrollo sostenible;

    15.

    pone de relieve que, a pesar de los evidentes puntos en común, el área mediterránea se caracteriza por las grandes disparidades en los niveles de desarrollo. Estas disparidades, que incluyen debilidades en las capacidades institucionales, la interconexión de las infraestructuras y las relaciones comerciales, afectan a la estabilidad, prosperidad y la seguridad de las sociedades mediterráneas;

    16.

    considera que la crisis de la COVID-19 es un recordatorio de la necesidad urgente de un enfoque coordinado y del refuerzo de la resiliencia conjunta ante las epidemias, las perturbaciones económicas y el cambio climático;

    17.

    sostiene que la macrorregión mediterránea también puede servir como instrumento para coordinar la gestión de los flujos migratorios, que afectan especialmente a los entes regionales y locales situados en las fronteras exteriores de la UE;

    18.

    recuerda que, en el contexto de la agresión rusa contra Ucrania, la región mediterránea desempeña un papel clave a la hora de atenuar los efectos de la guerra y acoger a poblaciones desplazadas, manteniendo al mismo tiempo sus esfuerzos para garantizar el progreso hacia la consolidación de la paz en todos los territorios limítrofes;

    19.

    ante estos retos, afirma la necesidad de reunir a las tres orillas de forma más integrada para reforzar la cohesión, aumentar el peso europeo y mundial de la región y su potencial de innovación y contribuir al bienestar humano y a la preservación del medio ambiente;

    20.

    en este proceso, reconoce el papel fundamental de los entes regionales y locales, fuertemente movilizados a través de iniciativas y redes como la Unión por el Mediterráneo (UpM), la ARLEM (Asamblea Regional y Local Euromediterránea) y la Alianza de Cooperación Mediterránea (MedCoopAlliance), así como la Comisión Intermediterránea de la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas de Europa (CRPM);

    21.

    señala que todos los retos a los que se enfrenta la zona mediterránea (cambio climático, erosión, desertificación, contaminación por plásticos, migración, exceso de turismo, etc.) se concentran en los archipiélagos e islas que constituyen, por lo tanto, un campo de pruebas ideal para la aplicación de políticas integradas de desarrollo sostenible en el Mediterráneo, e insta a la Comisión Europea a avanzar en una estrategia para las islas ajustada a las diferentes cuencas;

    22.

    está de acuerdo con la Comisión Europea en que los objetivos del Pacto Verde Europeo deben reflejarse en una estrecha cooperación con los países vecinos que se enfrentan a los mismos retos climáticos y medioambientales;

    23.

    señala que los entes regionales y locales de las tres orillas, que desempeñan un papel importante a la hora de abordar los efectos del cambio climático, han pedido un «Pacto Verde Mediterráneo» (5);

    24.

    reconoce el papel fundamental que deben desempeñar y desempeñan los entes locales como aliados de las regiones y los países en la aplicación de las agendas mundiales y regionales;

    25.

    destaca también que una estrategia macrorregional que promueva el fortalecimiento del diálogo político es esencial para aplicar la nueva Agenda para el Mediterráneo, como se establece en la Comunicación de la Comisión Europea de febrero de 2021 titulada «Asociación renovada con los países vecinos meridionales» (6);

    Hacia una estrategia integrada para toda la cuenca mediterránea

    26.

    acoge con satisfacción los resultados positivos y el aumento de la cooperación hecho posible gracias al compromiso de las partes interesadas en el Mediterráneo y, en particular, de los entes locales y regionales; pide a estas partes interesadas, en particular a los entes locales y regionales, que refuercen esta cooperación con el fin de preparar el terreno para la creación de una estrategia macrorregional en el Mediterráneo;

    27.

    valora el gran avance hacia la integración en el Mediterráneo a través de la Estrategia de la Unión Europea para la región del Adriático y del Jónico (Eusair) y la Estrategia WestMED;

    28.

    insta a la Comisión Europea a profundizar urgentemente en el avance de la iniciativa WestMED, dotándola de recursos, una estructura sólida y una estrategia de consolidación a largo plazo, que facilite la integración macrorregional en el Mediterráneo Occidental;

    29.

    destaca que las iniciativas y programas de cooperación, así como los agentes clave de los diferentes estratos de la gobernanza multinivel, deben estar mejor coordinados para no diluir sus esfuerzos y su impacto. Por tanto, es necesario que los territorios mediterráneos dispongan por fin de un instrumento operativo que les permita desarrollar y aplicar una estrategia integrada, un plan de acción concreto y proyectos conjuntos, en respuesta a las prioridades comunes señaladas en los marcos de cooperación institucionales existentes, como la UpM, la ARLEM e iniciativas como la MedCoopAlliance o BLUEMED entre otras;

    30.

    considera que la estrategia macrorregional para el Mediterráneo abordará estos retos, no sustituyendo las estrategias existentes, sino complementando sus acciones y maximizando así su impacto, buscando respuestas a retos comunes —como los derivados de la lucha contra el cambio climático y de la transición digital— y transformándolos en grandes oportunidades de desarrollo sostenible, contribuyendo así a una transición ecológica justa e inclusiva al aprovechar las oportunidades compartidas; todo ello sin dejar de prestar especial atención a la dimensión humana y a las oportunidades para la juventud, a fin de aprovechar el potencial económico de la región en beneficio de la ciudadanía;

    31.

    destaca que una estrategia macrorregional, para que aporte soluciones significativas a los retos compartidos, debe diseñarse necesariamente a escala de la cuenca mediterránea y abarcar las tres subcuencas: occidental, oriental y Adriático-Jónico. Por tanto, debe estar abierta a todos desde su inicio y, en última instancia, aspirar a cubrir toda la cuenca mediterránea en las tres orillas;

    32.

    pide que la estrategia macrorregional mediterránea, al igual que cualquier estrategia macrorregional marítima, preste especial atención a los territorios insulares, de conformidad con el artículo 174 del TFUE; pide que se tengan efectivamente en cuenta las características específicas y las vulnerabilidades de estos territorios mediante el establecimiento de una asociación más estrecha, con acciones concretas y coordinadas entre estos territorios, los Estados miembros y la Unión Europea;

    33.

    señala que esta integración regional debe realizarse de manera gradual, sobre la base de un enfoque voluntario por parte de los entes nacionales, regionales y locales del Mediterráneo, debido a los retos que plantean algunas situaciones inestables en materia de seguridad, política y diplomacia;

    Principios clave de la gobernanza multinivel en el ámbito mediterráneo

    34.

    propone que la gobernanza de una futura estrategia macrorregional en el Mediterráneo refleje plenamente el principio de gobernanza multinivel, con la participación de las autoridades europeas, nacionales y los entes regionales y locales, así como sus respectivas asociaciones y eurorregiones;

    35.

    considera que, para que sea operativa, una estrategia macrorregional mediterránea debe estar basada en un esquema de gobernanza sólido y representativo con: i) una asamblea general a nivel político, con la participación de las autoridades europeas, nacionales, regionales y locales, así como de sus respectivas asociaciones y eurorregiones, ii) un consejo ejecutivo del que forme parte un miembro de la coordinación nacional (del nivel regional o nacional) de cada país representado en la estrategia y que fomente la inclusión de los entes locales y regionales en el proceso de toma de decisiones, así como de observadores de las redes de entes regionales y locales, de sus respectivas asociaciones y de las eurorregiones, y iii) grupos de acción temáticos que desarrollen y ejecuten proyectos concretos de cooperación que movilicen a los agentes socioeconómicos públicos y privados, al mundo académico y a la sociedad civil;

    36.

    propone que, sobre la base de las buenas prácticas de la iniciativa WestMED, se establezca una copresidencia rotativa anual, ostentada a dúo por Estados miembros de la UE y países socios en estrecha colaboración y con el apoyo de las organizaciones representativas de los entes regionales y locales. La presidencia debería evolucionar tomando en consideración la labor de los países presidentes anterior, actual y futuro, y manteniendo un equilibrio entre los Estados miembros de la UE y los países socios representados en la estrategia. Además, las organizaciones representativas de los entes regionales y locales deberían prestar apoyo sobre la misma base rotativa. Esta dinámica es fundamental para garantizar la toma en consideración y la articulación de los distintos órganos de gobernanza de la estrategia macrorregional y para orientar estratégicamente la acción de la macrorregión a través de programas de trabajo anuales. Una secretaría técnica (secretaría de la estrategia macrorregional en el Mediterráneo) debería coordinar y apoyar la estrategia;

    37.

    propone que, para garantizar que sea compatible con las iniciativas existentes, participen en la aplicación de la estrategia los representantes de los principales organismos e iniciativas internacionales y euromediterráneos, como la UpM, la ARLEM y la MedCoopAlliance, así como representantes de Eusair y WestMED; las AECT también ofrecen perspectivas útiles, como «laboratorios» de gobernanza multinivel, para contribuir a la consecución de los objetivos de la nueva Agenda para el Mediterráneo;

    Una estrategia macrorregional centrada en los retos prioritarios

    38.

    considera que una estrategia macrorregional en el Mediterráneo debería orientarse hacia un número limitado de retos compartidos que se aborden gradualmente con el tiempo; subraya que la doble transición ecológica y digital es un reto clave que debe abordarse con carácter prioritario;

    39.

    pide, como primer paso, que los esfuerzos se centren en los retos fundamentales —cambio climático, transformación digital, medio ambiente y crisis humanitaria— y en la necesaria transición ecológica. Las siguientes prioridades exigen urgentemente una acción coordinada en el Mediterráneo: el futuro de los archipiélagos y las islas, las zonas costeras y las áreas urbanas, la contaminación marina (especialmente microplásticos y aguas residuales), la conservación de la biodiversidad, la agroecología, la economía circular, la gestión y prevención de los riesgos naturales, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación climática y una respuesta a la crisis humanitaria que garantice los derechos humanos fundamentales;

    40.

    propone que, a corto plazo, la Comisión Europea apoye, a través de Interreg Euro-MED u otros programas pertinentes existentes (dado que las estrategias macrorregionales se ajustan a la regla de los tres «noes»: no a nuevas leyes, no a nueva financiación, no a nuevas instituciones), la creación en 2024 de un proyecto piloto de contaminación marina cero en el Mediterráneo, contribuyendo también temáticamente a la misión de la UE relativa al océano (7). El objetivo será emprender un trabajo conjunto entre los países y territorios que deseen desarrollar una estrategia macrorregional mediterránea y así poner a prueba sus principios clave en torno a un objetivo concreto;

    41.

    los esfuerzos podrían ampliarse para incluir los siguientes retos, en relación con la nueva Agenda para el Mediterráneo:

    (a)

    promover un desarrollo económico equilibrado mediante proyectos conjuntos destinados a reforzar la investigación, la innovación y el uso sostenible de los recursos naturales, así como el emprendimiento interconectado;

    (b)

    integrar la economía azul;

    (c)

    promover el desarrollo humano, incluidos la cultura y el patrimonio, el turismo, la educación, la salud, el empleo, el desarrollo de la juventud, la inclusión social de los colectivos marginados y ayuda para los refugiados, así como satisfacer las necesidades derivadas de la presencia de flujos migratorios, en particular en las fronteras exteriores de la UE;

    (d)

    reforzar la conectividad mediante as infraestructuras de transporte y digitales;

    (e)

    mejorar la autonomía alimentaria y energética en el Mediterráneo teniendo en cuenta las consecuencias del cambio climático y la guerra en Ucrania provocada por Rusia;

    (f)

    reforzar los instrumentos y las capacidades de las instituciones públicas y privadas para mitigar las causas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad;

    Un plan de acción operativo basado en la financiación existente

    42.

    considera que una estrategia macrorregional mediterránea debe basarse necesariamente en un plan de acción operativo para traducir las prioridades en acciones concretas a escala del Mediterráneo. Al objeto de garantizar que la dimensión territorial se incluya correctamente en dicho plan, contribuyendo no solo a la consecución de una visión compartida de un desarrollo mejor, cohesivo y sostenible en la cuenca mediterránea, sino también para implicar a las sociedades civiles de las tres orillas del Mediterráneo, las autoridades locales y regionales, las más próximas a la ciudadanía, participarán en la elaboración del referido plan;

    43.

    señala que se puede movilizar una gran cantidad de fondos para apoyar proyectos mediterráneos, incluidos los 7 000 millones de euros movilizados por la Comisión Europea en el marco del Instrumento Europeo de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional (IVCDCI). Los programas de cooperación territorial europea activos en el Mediterráneo (Next-MED, EUROMED, ADRION, MARITTIMO) también representan una gran oportunidad para facilitar proyectos capaces de contribuir a los objetivos de una estrategia macrorregional;

    44.

    señala que muchos programas ejecutados directamente por la Comisión Europea, como Horizonte Europa, LIFE o Erasmus+, están abiertos a la participación de terceros países y son por tanto una interesante fuente de financiación adicional. Además, los programas como la Asociación para la Investigación e Innovación en la Región Mediterránea (PRIMA) o los instrumentos bilaterales creados por la Unión Europea en los países vecinos apoyan directamente la cooperación en el Mediterráneo;

    45.

    señala que donantes como el Banco Mundial o el Banco Europeo de Inversiones, e instituciones como la Fundación Anna Lindh, también están activos en el Mediterráneo y pueden facilitar la aparición de proyectos conjuntos;

    46.

    señala, finalmente, que muchos países, regiones y ciudades están aplicando programas de cooperación descentralizados que también pueden contribuir a la ejecución de proyectos de cooperación más amplios en el Mediterráneo;

    47.

    destaca, además, que la ejecución de los programas de cooperación territorial europea 2021-2027 irá acompañada del desarrollo de mecanismos de gobernanza que faciliten la coordinación de la financiación europea disponible en la zona. El Comité considera que esto puede contribuir de forma práctica a la aparición de una estrategia macrorregional mediterránea;

    Conclusiones

    48.

    celebra el nuevo impulso que se ha dado a la cooperación mediterránea en el Foro Mundial del Mediterráneo organizado bajo la Presidencia francesa;

    49.

    aguarda con interés la próxima Presidencia del Consejo de la Unión Europea ejercida en 2023 por un país mediterráneo, a saber, España, y confía en que se vuelva a dar prioridad a la gobernanza mediterránea y al potencial de su renovado marco macrorregional de gobernanza y cooperación;

    50.

    anima a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE a que apoyen el desarrollo de una estrategia macrorregional para el Mediterráneo y otras nuevas estrategias macrorregionales necesarias;

    51.

    pide asimismo al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social Europeo que apoyen el llamamiento a favor de una estrategia macrorregional para toda la región mediterránea, en aras de un Mediterráneo más integrado y solidario;

    52.

    insta al Consejo Europeo a que remita la cuestión a la Comisión Europea en 2022 para que elabore una estrategia macrorregional mediterránea junto con un plan de acción, con vistas a su aprobación por el Consejo y el Parlamento Europeo bajo la Presidencia española en el segundo semestre de 2023.

    Bruselas, 11 de octubre de 2022.

    El Presidente del Comité Europeo de las Regiones

    Vasco ALVES CORDEIRO


    (1)  P7_TA (2012) 0269

    (2)  13424/20. Conclusiones del Consejo sobre la aplicación de las estrategias macrorregionales de la UE, 2 de diciembre de 2020.

    (3)  Randone y otros: Reviving the Economy of the Mediterranean Sea: Actions for a Sustainable Future, WWF Mediterranean Initiative, 2017.

    (4)  MedECC (2020) Cambio climático y ambiental en la cuenca mediterránea — Situación actual y riesgos para el futuro. Primer Informe de evaluación del Mediterráneo [Cramer, W., Guiot, J., Marini, K. (eds.)] Unión por el Mediterráneo, Plan Bleu, UNEP/MAP, Marsella.

    (5)  Sesión plenaria de la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM), 23 de enero de 2020.

    (6)  JOIN(2021) 2 final. Véase también el Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Asociación renovada con los países vecinos meridionales. Una nueva Agenda para el Mediterráneo (DO C 440, 29.10.2021, p. 19) .

    (7)  Misión de la UE «Restaurar nuestro océano y nuestras aguas».


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