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Document 52022AE5904

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible» [COM(2022) 592 final]

    EESC 2022/05904

    DO C 228 de 29.6.2023, p. 126–131 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, GA, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    29.6.2023   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 228/126


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible»

    [COM(2022) 592 final]

    (2023/C 228/18)

    Ponente:

    Zsolt KÜKEDI

    Consulta

    Comisión Europea, 8.2.2023

    Base jurídica

    Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

    Decisión de la Asamblea

    27.4.2023

    Base jurídica

    Artículo 52, apartado 2, del Reglamento interno

    Sección competente

    Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente

    Aprobado en sección

    13.4.2023

    Aprobado en el pleno

    27.4.2023

    Pleno n.o

    578

    Resultado de la votación

    (a favor/en contra/abstenciones)

    147/0/1

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1.

    El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge favorablemente la Comunicación de la Comisión sobre la creación de un «sector de las algas en la (UE) sólido y sostenible». Las algas pueden contribuir de muchas maneras a mitigar los efectos del cambio climático y a alimentar y suministrar energía de forma sostenible a una población mundial en rápido crecimiento.

    1.2.

    Las opiniones sobre las algas son comunes entre la población europea. Por un lado, en las zonas vecinas a las aguas contaminadas se considera preocupante la proliferación de algas. Por el otro, las algas también se consideran una posible solución a los problemas de muchos países, en parte gracias a la innovación europea. El CESE señala que, en el contexto de la creación de un sector de las algas, es necesario generar confianza en los productos y prestar mayor atención a su seguridad.

    1.3.

    El CESE señala que en la Comunicación no se hace suficiente hincapié en la posibilidad de una fuente de alimentos creada en entornos de agua dulce. Además, las algas pueden ser una fuente de alimentos no solo en entornos de agua dulce, sino que también pueden extenderse a las aguas dulces eutrofizadas, las aguas termales usadas y otras aguas residuales, donde pueden servir para fines medioambientales o energéticos. Este recurso enorme, pero infrautilizado, debe ponerse al servicio del desarrollo de Europa, en particular de las zonas rurales de la UE.

    1.4.

    Las macroalgas en aguas marinas costeras pueden generar ingresos adicionales para las empresas pesqueras. Su extracción reduce la eutrofización y puede generar valiosos productos y servicios ecosistémicos, en particular proporcionando nuevos hábitats para determinadas especies. El sector de las macroalgas de agua dulce acaba de empezar a despegar y deberá tenerse en cuenta en los próximos documentos sobre políticas.

    1.5.

    En la UE, el cultivo continuo de microalgas es posible principalmente en un reactor cerrado, lo que implica una enorme necesidad de capital. Sin embargo, resulta muy productivo y fiable, y ofrece una calidad previsible. El cultivo de microalgas también es posible en aguas dulces y lagos del sur de Europa.

    1.6.

    La producción de microalgas es prácticamente la única opción disponible para algunos Estados miembros sin litoral marítimo (por ejemplo, Hungría, Chequia y Eslovaquia). Al mismo tiempo, algunos de estos países poseen un alto nivel de conocimientos científicos y tecnológicos que conviene aprovechar a la hora de crear un sector europeo de las algas.

    1.7.

    Las macroalgas y las microalgas, que ofrecen una amplia gama de posibilidades y tienen características, impactos y necesidades normativas diferentes, no deben tratarse de la misma manera. El CESE reconoce que existe un equilibrio razonable entre las macroalgas y las microalgas en la Comunicación, pero recomienda examinar cómo la parte de agua dulce del sector de las algas podría aportar beneficios a determinados Estados miembros (los que no poseen un litoral marítimo). El CESE recomienda que se adopte un enfoque más equilibrado e integrado en los sectores conexos, en el que se distinga claramente entre las competencias de la UE y las de los Estados miembros y, si es necesario, se proteja el mercado interior frente a los productos de importación baratos.

    1.8.

    A diferencia de lo que ocurre con la disponibilidad y el precio de la energía (en lo que se refiere tanto a la producción como a la importación), los fertilizantes e ingredientes de piensos, el aumento de los residuos orgánicos y la reducción de las tierras cultivables, el suministro de alimentos en la UE todavía no constituye un problema. Las tecnologías capaces de resolver a escala global estos acuciantes problemas bien merecen ser apoyadas, y la producción y explotación de algas es una de ellas.

    1.9.

    El CESE toma nota de que la Comunicación prevé un enorme potencial económico para las algas, pero señala que teóricamente su cultivo tiene un potencial aún mayor y, por tanto, es capaz de responder a una demanda creciente. Con todo, los fondos europeos solo pueden utilizarse para soluciones económicas viables y sostenibles, por lo que el CESE pide a la Comisión que preste especial atención a la eficiencia económica de la producción de algas, así como a las dimensiones medioambiental y social.

    1.10.

    Como ha propuesto el CESE, al crear el sector de las algas será necesario promover el conocimiento y la sensibilización sobre esta nueva industria en aras de la aceptación social y del mercado, por lo que pide a la Comisión Europea que se preste una especial atención a esta propuesta a través de encuestas representativas, planes de acción específicos para cada país y la participación, e incluso la creación, de organizaciones sectoriales.

    1.11.

    El CESE recomienda que la Comisión Europea, los Estados miembros interesados y el sector de las algas consideren las siguientes propuestas en relación con la creación de un sector de las algas:

    integrar la producción de algas en las cadenas de valor existentes de alimentos agrícolas, piensos y materias primas industriales y energéticas;

    hacer más hincapié en la producción de algas en entornos de agua dulce en la Comunicación;

    poner en marcha un proceso de normalización que abarque todas las algas, y que también podría incluir el desarrollo de una estrategia integrada para los productos marinos;

    sobre la base de las mejores prácticas administrativas, poner fin a la fragmentación de la legislación y ampliar los modelos de autorización a las algas;

    incluir las distintas especies de algas en el catálogo de alimentos de la UE;

    colmar las lagunas en materia de conocimientos técnicos, tecnología e innovación mediante un ambicioso programa de financiación de la investigación a corto y medio plazo;

    crear bancos de materiales de reproducción de algas, financiar su funcionamiento y velar por que las materias primas estén disponibles a precios razonables para los productores de algas y los proyectos de I+D;

    deben revisarse los aspectos económicos de la producción y los usos potenciales para crear un sector de las algas económicamente viable; debe protegerse el mercado interior frente a los productos de importación baratos.

    1.12.

    El CESE pide a las instituciones de la UE que empiecen a dar prioridad a la cuestión del agua y elaboren un «Pacto Azul de la UE» con el fin de preservar los recursos hídricos, utilizarlos mejor y responder adecuadamente a los retos que plantean. En este contexto, la creación de un sector de las algas de la UE es un paso importante.

    2.   Observaciones generales

    2.1.

    El 15 de noviembre de 2022, la Comisión Europea publicó su propuesta sobre el tema Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible (1). La Comunicación propone el desarrollo de formas nuevas y sostenibles de alimentar y suministrar energía sostenible a una población mundial en rápido crecimiento. La Comunicación hace hincapié en que, para garantizar la seguridad del suministro energético y de materias primas, ha llegado el momento de aprovechar plenamente el potencial de las algas como recurso renovable en Europa.

    2.2.

    La Comunicación de la Comisión Europea es lógica y está en consonancia con la serie de documentos publicados hasta la fecha sobre este tema, que reconocen el importante potencial económico y los beneficios sociales y medioambientales del cultivo a gran escala de microalgas y macroalgas en la UE. En la Comunicación se indican veintitrés acciones encaminadas a mejorar el marco de gobernanza y la legislación, mejorar el entorno empresarial en el ámbito de las algas, aumentar la concienciación social sobre las algas y los productos a base de algas y su aceptación por parte de los consumidores, y colmar las lagunas de conocimientos, investigación y tecnología.

    2.3.

    Las políticas europeas, tanto el Pacto Verde Europeo (2) como la Estrategia «De la Granja a la Mesa» (3), han puesto de relieve el potencial de las algas (marinas) y otros productos marinos a base de algas como fuente de proteínas para alimentos y piensos con una baja huella de carbono. La Comunicación Directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y competitiva para el período 2021-2030 (4) destaca la necesidad de promover el cultivo de algas, tanto las macroalgas (algas marinas) como las microalgas, a fin de contribuir a la consecución de varios de los objetivos del Pacto Verde Europeo. En su Comunicación Ciclos de carbono sostenibles (5), la Comisión reconoce el potencial de las algas para la economía del carbono azul. La Comunicación sobre un nuevo enfoque de la economía azul sostenible de la UE (6) también aborda el potencial de las algas a la hora de garantizar un sistema alimentario sostenible y la seguridad alimentaria mundial.

    2.4.

    No solo las algas son una materia prima respetuosa con el medio ambiente (y, por tanto, «verde»), sino que su explotación sistémica está en consonancia con el principio fundamental de minimización de los residuos que subyace a la economía azul, lo que las convierte potencialmente en un producto a la vez «azul» y «verde».

    2.5.

    El cultivo de algas aporta un valor añadido a casi todos los elementos del Pacto Verde Europeo:

    la protección del clima gracias a la descarbonización;

    la producción de biogás y biocarburantes para el abastecimiento energético;

    lograr la circularidad mediante la gestión de residuos y la contaminación cero;

    la promoción de un sistema alimentario saludable y respetuoso con el medio ambiente;

    la conservación y restauración de los ecosistemas y la biodiversidad, así como el desarrollo de los servicios medioambientales;

    el objetivo de contaminación cero.

    La intensificación de la producción de algas ofrece las siguientes posibilidades concretas (7):

    la producción sostenible de alimentos (incluidos los alimentos infantiles) o complementos alimenticios (por ejemplo, vitaminas o carragenanos) sin utilizar tierras cultivables;

    la producción de biogás y biocombustibles de última generación;

    la producción de cosméticos, productos sanitarios (extractos medicinales, pigmentos, talasoterapia) y materias primas industriales (pasta de papel o fibras de base biológica) de alto valor añadido;

    la producción de correctores de piensos (mejora del rendimiento o de la calidad, reducción de las necesidades de harina de soja o de pescado);

    la producción de bioestimulantes para los cultivos (enmiendas del suelo, pulverización foliar);

    beneficios medioambientales (tratamiento de aguas residuales, medición de la pureza del agua, derechos de emisión de carbono).

    2.6.

    La Comunicación de la Comisión anunció que «examina el potencial de las algas en la UE y establece un enfoque coherente, incluidas acciones específicas, para apoyar la ampliación del cultivo y la producción regenerativos de algas en toda la Unión, así como para desarrollar los mercados de algas y generalizar su consumo para fines alimentarios y otros usos».

    2.7.

    El cultivo y la producción regenerativos de algas permiten transformar la energía solar y los nutrientes en biomasa vegetal y apoyar la restauración de los ecosistemas; además, «[e]l cultivo de algas marinas puede proporcionar valiosos bienes y servicios ecosistémicos, en particular, brindar nuevos hábitats para los peces y las especies de invertebrados móviles».

    2.8.

    Por el momento, los mares y océanos representan unos recursos ingentes pero demasiado poco aprovechados «de los que en la actualidad procede únicamente el 2 % de los alimentos humanos, a pesar de que cubren más del 70 % de la superficie terrestre». Sin embargo, la explotación de los recursos acuáticos puede abarcar no solo los mares y océanos, sino también las aguas dulces eutrofizadas (ya sean ríos y lagos o embalses artificiales, canales de riego, etc.), las aguas termales usadas y otras aguas residuales.

    2.9.

    El uso de algas mitigaría de forma eficaz y sostenible el problema de la disponibilidad de fertilizantes, ingredientes para piensos y energía causado por la guerra ruso-ucraniana (8).

    2.10.

    El potencial de crecimiento de la demanda de algas es enorme (9): la demanda europea de algas marinas fue de unas 270 000 toneladas en 2019, pero bien podría aumentar a 8 millones de toneladas y alcanzar los 9 000 millones EUR en 2030. Este aumento podría generar unos 85 000 puestos de trabajo, eliminar miles de toneladas de fósforo y nitrógeno de los mares europeos al año, reducir las emisiones de CO2 hasta en 5,4 millones de toneladas al año y aliviar la presión sobre el uso de la tierra. El CESE señala que el cultivo de algas tiene un potencial teórico aún mayor que la demanda actual y, por tanto, es capaz de responder al crecimiento de esta.

    3.   Observaciones particulares

    3.1.

    Por lo general, el europeo medio, al igual que las empresas, tiene una percepción negativa de las algas: las imágenes que le vienen a la mente son las de una playa invadida de algas o un lago de agua dulce que cambia de color a causa de la proliferación de algas. Sin embargo, las algas son organismos únicos y útiles por su estructura física y su modo de vida.

    3.2.

    El término «algas» designa, de hecho, un grupo de aproximadamente 72 500 especies (10) de organismos acuáticos fotosintéticos. El 20 % de las especies son macroalgas, es decir, algas multicelulares de gran tamaño que suelen encontrarse en el mar, mientras que el resto está constituido por microalgas que también pueden cultivarse artificialmente de forma eficiente y cuyo uso es más polivalente, si bien su producción resulta más costosa. La iniciativa presenta un equilibrio razonable entre las macroalgas y las microalgas, ya que actualmente se producen en todo el mundo 36 millones de toneladas de macroalgas y 0,05 millones de toneladas de microalgas.

    3.3.

    La Comunicación abre perspectivas ambiciosas, aunque realistas, para el sector europeo de las algas. El sector de las algas, con sus posibilidades y limitaciones, se analiza en buena parte con precisión; el programa es coherente y las medidas parecen, en general, concretas y pertinentes para el desarrollo de un sector europeo de las algas en un futuro próximo. No obstante, algunos elementos requieren más aclaraciones y explicaciones. Por lo que se refiere a la puesta en práctica, debe garantizarse la coherencia con otros sectores, como el agroalimentario tradicional y los sectores de los alimentos marinos (pesca y acuicultura animal).

    3.4.

    En la actualidad, la producción de algas está totalmente separada de los demás ámbitos de producción agrícola. No obstante, es importante que la producción de algas no se considere un sector totalmente independiente, sino integrado en las cadenas de valor existentes de los productos alimentarios agrícolas, los piensos y las materias primas industriales y energéticas. El CESE subraya la necesidad de regular la producción de algas y las actividades conexas en el marco de un sistema común, en particular en lo que se refiere a los siguientes aspectos:

    el sector de las centrales eléctricas y el tratamiento de aguas residuales (tratamiento complejo de las aguas residuales, recuperación del calor residual y del CO2);

    la integración de las instalaciones de biogás agrícola con la producción o el uso de algas (por ejemplo, valorización de los purines, reducción de la demanda de tierras agrícolas, utilización de algas como cosustrato para producir biogás);

    la sustitución parcial de la demanda de piensos proteicos para la ganadería (con las investigaciones conexas sobre nutrición y dietética);

    la restauración sostenible de los ecosistemas de aguas afectados por la eutrofización.

    3.5.

    Dado que se trata de un sector nuevo y poco desarrollado, debe prestarse especial atención a estimular su desarrollo e iniciar un proceso de normalización. Esto podría ir acompañado del desarrollo de una estrategia integrada sobre alimentos marinos y otros alimentos basados en productos marinos que abarque actividades como la pesca, la explotación de organismos silvestres y la acuicultura animal, y que aborde también, además del sector alimentario, la cuestión de los biocarburantes a base de algas. El cultivo de algas también puede representar una actividad de sustitución para los pescadores que se enfrentan a una disminución de la producción de otras materias primas y a un aumento de los costes, y que pueden verse obligados a reorientar sus actividades tradicionales. Este enfoque integrado apenas se refleja en la Comunicación objeto de examen.

    3.6.

    Muchas de las medidas previstas en ella se centran principalmente en el cultivo de algas en el mar. Este planteamiento es comprensible habida cuenta de las actuales tasas de producción de macroalgas y microalgas y del potencial actualmente infrautilizado del cultivo de microalgas en Europa, pero el objetivo de desarrollo debe abarcar todos los tipos de algas. Las algas marinas pueden cultivarse en países con litoral marítimo e islas, generalmente en condiciones naturales, dependiendo de las especies y de su utilización. Por otra parte, el cultivo de microalgas, que suele realizarse en tierra, también es de gran importancia, especialmente para la producción de proteínas y lípidos, y no debe olvidarse. Se trata, en particular, de microalgas y macroalgas de agua dulce y de cultivos aplicados a las aguas residuales, que constituyen una fuente prometedora de biomasa para su uso como materia prima biológica, lo que permite diversificar la estructura económica de los territorios aislados y despoblados, contribuyendo a la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE (11).

    3.7.

    Uno de los principales obstáculos conocidos a la producción, en particular para las macroalgas, tanto en el mar como en tierra, es la fragmentación y gran disparidad de las legislaciones, no solo entre los Estados miembros sino también entre las regiones de un mismo país, o incluso la ausencia total de normativa sobre algas, ya que los modelos de autorización se han concebido generalmente para los animales acuáticos (peces, mariscos, etc.). Muy a menudo, las algas no se mencionan en los formularios utilizados para el procedimiento de autorización, por lo que ni siquiera es posible solicitar una autorización para el cultivo de algas. El CESE recomienda que se elabore una panorámica paneuropea completa de toda la legislación y los procedimientos administrativos para cada fase del cultivo de algas y cada ámbito de aplicación (alimentos, piensos, biocombustibles, cosméticos, productos farmacéuticos, etc.) y que esta sirva de ejemplo para que los Estados miembros desarrollen las mejores prácticas administrativas y creen unas condiciones de competencia equitativas para el comercio tanto dentro como fuera de la UE.

    3.8.

    El fomento de la inclusión de especies o grupos de algas en el catálogo de alimentos de la Unión es fundamental para el desarrollo de un sector alimentario de las algas verdaderamente europeo. Muchas de las especies reconocidas en la actualidad proceden de terceros países (en particular de Asia), lo que puede constituir un obstáculo, sobre todo para las empresas y los inversores más pequeños que desean cultivar especies europeas estrechamente emparentadas o similares. Por otra parte, conviene revisar las partes del catálogo de alimentos relativas a las algas y fomentar la inclusión de nuevas especies o familias.

    3.9.

    Dada la fuerte reticencia social hacia las algas, que carece de fundamento y se debe a la falta de conocimiento sobre estas, es necesario promover el conocimiento y la sensibilización sobre esta nueva industria en todos los niveles administrativos, así como su integración y sistematización, lo que debería reflejarse en las medidas propuestas. Podrían plantearse las siguientes etapas:

    realizar encuestas uniformes, representativas a escala nacional, entre el público en general y las empresas, con preguntas y metodología homogéneas;

    sobre esta base, elaborar planes de acción por país para lograr un cambio de comportamiento;

    crear organizaciones sectoriales.

    3.10.

    Dado que la industria de las algas es un sector nuevo para Europa, existen importantes lagunas en materia de competencias técnicas, tecnología e innovación. Las lagunas de conocimientos se han detectado sobradamente, pero deben abordarse mediante un ambicioso programa de financiación de la investigación a corto y medio plazo. A este respecto, la investigación, tanto fundamental (estratégica) como aplicada, es esencial en todos los niveles de la alguicultura:

    apoyo prioritario a la investigación fundamental, principalmente la relacionada con la tecnología de cultivo (para las microalgas), la eficacia de la recolección y los ensayos sobre la variedad de especies en las aguas marinas de diferentes países (en el caso de las macroalgas), y las posibilidades de valorización para todas las especies de algas;

    por lo que se refiere a la investigación aplicada sobre productos de alto valor añadido (productos farmacéuticos, cosméticos, fertilizantes foliares, productos alimenticios), mejora del entorno del mercado.

    3.11.

    Dado que en Europa solo es posible obtener una calidad fiable (gama de especies) y un alto rendimiento en las algas en sistemas cerrados o semicerrados, que requieren material de reproducción puro cuya producción no es rentable en los sistemas industriales, es necesario crear un número suficiente de bancos de materiales de reproducción de algas, financiar su funcionamiento y garantizar que las materias primas estén disponibles a precios razonables para los productores de algas y los proyectos de I+D.

    3.12.

    El sector de las algas tiene un gran potencial de creación de empleo, que debería estar bien remunerado y contar con unas condiciones de trabajo dignas. El sector de las algas debe beneficiarse especialmente de la creación de las competencias necesarias para poner en marcha el Pacto Azul de la UE; es importante invertir en formación. Los obstáculos a la entrada en el sector de las algas no deben impedir que las pymes se incorporen a este segmento empresarial. El CESE acoge con satisfacción la creación de cadenas de productos de algas marinas que eviten las prácticas desleales.

    3.13.

    La mejora del entorno empresarial es esencial para el crecimiento eficaz del sector de las algas. Deben estudiarse detenidamente los aspectos económicos de la producción y de las aplicaciones potenciales, así como el modo en que pueden mejorarse. Por ejemplo, la medida 7 se refiere al fomento de la sustitución de los piensos a base de pescado por piensos a base de algas (en la acuicultura). En los piensos para peces, casi todos los ingredientes a base de pescado pueden sustituirse fácilmente por ingredientes a base de algas (proteínas, ácidos grasos, etc.), pero la producción de estos últimos es mucho más costosa que la de los productos a base de pescado o de soja con características similares. Dado que los piensos representan uno de los principales costes de producción para los piscicultores, cuyos márgenes de beneficio son generalmente bajos, los alimentos a base de algas simplemente no son viables desde el punto de vista económico. Procede, por tanto, establecer medidas para reducir los costes de producción de los ingredientes a base de algas, evitando al mismo tiempo unos requisitos de control y normalización más estrictos para las algas que para otros productos agrícolas. Todos los productores de alimentos (o componentes de estos) deben recibir el mismo trato si se quieren garantizar unas condiciones de competencia equitativas en el mercado. Si se demuestra que los ingredientes a base de algas son más sostenibles, su uso podría ser objeto de una certificación ecológica (etiqueta ecológica), lo que podría incitar a los consumidores a aceptar un precio más elevado por un producto más ecológico.

    Bruselas, 27 de abril de 2023.

    El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

    Oliver RÖPKE


    (1)  Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible, COM(2022) 592 final, 15 de noviembre de 2022.

    (2)  El Pacto Verde Europeo, COM(2019) 640 final, 11 de diciembre de 2019.

    (3)  Estrategia «de la granja a la mesa» para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, COM(2020) 381 final, 20 de mayo de 2020.

    (4)  Directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y competitiva para el período 2021-2030, COM(2021) 236 final, 12 de mayo de 2021.

    (5)  Ciclos de carbono sostenibles, COM(2021) 800 final, 15 de diciembre de 2021.

    (6)  Transformar la economía azul de la UE para un futuro sostenible, COM(2021) 240 final, 17 de mayo de 2021.

    (7)  Referencia y otras posibilidades: Babich et al., Algae: Study of Edible and Biologically Active Fractions, Their Properties and Applications, Plants 2022, 11(6), 780;https://doi.org/10.3390/plants11060780; Poonam Sharma, Nivedita Sharma (2017), Industrial and Biotechnological Applications of Algae: A Review, Journal of Advances in Plant Biology — 1(1):01-25. DOI 10.14302/issn.2638-4469.japb-17-1534, https://openaccesspub.org/article/530/japb-17-1534.pdf.

    (8)  Conclusiones del Consejo Europeo (23 y 24 de junio de 2022).

    (9)  Estimaciones del estudio de la coaliciónSeaweed for Europe Hidden Champion of the Ocean: Seaweed as a Growth Engine for a Sustainable European Future.

    (10)  Michael D. Guiry considera que el número de especies de algas asciende hasta un millón en su estudio, How many species of algae are there? Sin embargo, la base de datos de taxonomía en línea AlgaeBase sitúa la cifra en 72 500. Véase Guiry (2012), https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27011267/, DOI: 10.1111/j.1529-8817.2012.01222.x.

    (11)  COM(2021) 345 Una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE: hacia unas zonas rurales más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas antes de 2040 y DO C 290 de 29.7.2022, p.137.


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