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Document 52015DC0100

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Resultados de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador

/* COM/2015/0100 final */

52015DC0100

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES Resultados de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador /* COM/2015/0100 final */


Introducción

La Estrategia Europa 2020 se inició en 2010 como Estrategia integrada a largo plazo de la UE por el empleo y el crecimiento. Teniendo como objetivo un crecimiento inteligente, sostenible e integrador para Europa, la Estrategia se dirige a alcanzar cinco metas principales: empleo, investigación y desarrollo, cambio climático y energía, educación y lucha contra la pobreza y la exclusión social, que cada Estado miembro ha de concretar en metas nacionales. La Estrategia se aplica y supervisa como parte del Semestre Europeo. Además, ha servido de marco general para una amplia gama de políticas europeas y nacionales. En particular, la Estrategia ha servido de modelo para el diseño y la programación de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos en el período 2014-2020.

Después de los primeros años de aplicación de la Estrategia, a medio camino de su horizonte de 2020, la Comisión realizó una consulta pública para evaluar cuáles habían sido hasta la fecha sus resultados. El hecho de que los primeros años de la Estrategia Europa 2020 coincidieran con una grave crisis financiera y económica ha tenido un impacto significativo en el progreso hacia los objetivos de la Estrategia. Ha significado también que las consideraciones de actuación a corto plazo prevalecieron a menudo sobre los enfoques a largo plazo. Las conclusiones de la última encuesta del Eurobarómetro sobre la Estrategia Europa 2020[1] indican que los ciudadanos de la UE apoyan la orientación general adoptada por la UE en respuesta a la crisis: los consultados que consideran que la UE va en la buena dirección para salir de la crisis y hacer frente a sus problemas son casi el doble que los que opinan lo contrario.

La presente Comunicación expone las principales conclusiones de la consulta pública organizada entre mayo y octubre de 2014 para recabar las opiniones de las partes interesadas en el diseño y los resultados de la Estrategia Europa 2020. Está acompañada por un informe actualizado sobre el estado de los trabajos relacionados con las metas de la Estrategia Europa 2020[2].

Resumen

La consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020 se llevó a cabo entre el 5 de mayo y el 31 de octubre de 2014. El objetivo era reunir experiencias de las partes interesadas para extraer las lecciones de los primeros años de aplicación de la Estrategia y aportar ideas para su revisión.

En total se recibieron 755 contribuciones procedentes de 29 países. Los interlocutores sociales, los grupos de interés y las organizaciones no gubernamentales son las categorías más representadas de encuestados, seguidas por los Gobiernos de los Estados miembros y las autoridades públicas, los ciudadanos particulares y los grupos de reflexión, los centros académicos, las fundaciones y las empresas.

Los principales resultados de la consulta pública son los siguientes:

- Europa 2020 se percibe como un marco global para fomentar el empleo y el crecimiento en la UE y a nivel nacional. Sus objetivos y prioridades son significativos en vista de los envites actuales y futuros.

- Las cinco metas principales son catalizadores clave para el crecimiento y el empleo que contribuyen a mantener la estrategia definida.

- La mayoría de las iniciativas emblemáticas ha funcionado, aunque su visibilidad ha seguido siendo escasa.

- Es posible y necesario mejorar la puesta en práctica de la Estrategia con una mayor implicación y participación sobre el terreno.

1. Contexto de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020

En marzo de 2014, la Comisión Europea publicó una Comunicación titulada «Balance de la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador»[3] con el objetivo de evaluar el estado de aplicación de la Estrategia en la UE y en sus Estados miembros a los cuatro años de iniciarse y preparar el terreno para su revisión.

A medio camino para alcanzar la fecha límite de 2020, la consecución de los objetivos de crecimiento y empleo es variable, debido sobre todo al impacto de la crisis. El legado de la crisis sigue siendo particularmente pronunciado y, en particular, en los mercados laborales, con una tasa de desempleo que sigue siendo muy elevada en el conjunto de la UE y situaciones que varían considerablemente de un Estado miembro a otro. Entre las primeras causas de preocupación están las tasas de desempleo juvenil, que siguen siendo elevadas en varios Estados miembros, así como el desempleo de larga duración, que ha ido en aumento. En el terreno social, la crisis ha hecho que aumentaran el riesgo de pobreza y la exclusión social y ha incrementado las desigualdades. La situación es especialmente difícil en algunos Estados miembros, donde han crecido gravemente las privaciones materiales, y en el porcentaje de hogares en paro. En el punto álgido de la crisis, la necesidad de controlar el gasto público limitó el gasto en investigación y desarrollo en diversos Estados miembros. Ahora que el centro de atención se está trasladando gradualmente de las urgencias que imponía la crisis a la construcción de cimientos sólidos para el crecimiento y el empleo, es importante que los Estados miembros den prioridad a gastos que favorezcan el crecimiento, como es la inversión en investigación y desarrollo. Hay una serie de tendencias a largo plazo que siguen afectando también al crecimiento, como es el caso de la evolución demográfica, la globalización y la competencia de los socios internacionales, el reto de la productividad y la digitalización y la presión sobre los recursos y el medio ambiente.

La crisis ha afectado también al progreso hacia las metas principales de la Estrategia Europa 2020. La crisis ha tenido un claro impacto negativo en el empleo y los niveles de pobreza y ha restringido los avances hacia algunas de las metas restantes, con excepción de su efecto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de la crisis, se han observado tendencias estructurales más positivas, por ejemplo en los niveles de educación, en la creación de una combinación de energías más sostenibles y en la reducción de la intensidad de carbono en la economía. Como consecuencia de ello, en líneas generales, la UE está en vías de cumplir o aproximarse estrechamente a las metas en materia de educación, clima y energía. Diferente es la situación del empleo, de la investigación y el desarrollo y de la reducción de la pobreza, aspectos en que el impacto de la crisis se ha hecho notar de forma más acuciante. En todos los ámbitos, es necesario mantener los esfuerzos para consolidar el progreso y seguir avanzando.

Las metas de Europa 2020 son compromisos políticos[4]. La naturaleza política de las metas es inherente a la Estrategia y refleja el papel esencial que deben desempeñar en ella los gobiernos nacionales con arreglo al principio de subsidiariedad. No obstante, en la mayoría de los ámbitos, las metas nacionales no son suficientemente ambiciosas para que su suma esté a la altura de la ambición de la UE. Por ejemplo, si todos los Estados miembros alcanzaran sus propias metas nacionales, la suma de las inversiones en investigación y desarrollo de la UE equivaldría al 2,6 % del PIB en 2020, situándose, pues, por debajo del objetivo del 3 % fijado por la UE. Estos diversos grados de compromiso se reflejan también en el grado variable de respuesta política y ambición de la UE.

Parte de los avances desiguales obtenidos para alcanzar las metas de la Estrategia Europa 2020 pueden también atribuirse al desfase entre el momento de adopción de las reformas estructurales y el momento en que se nota el pleno efecto de estas en la economía. Aunque el ritmo y la calidad de las reformas estructurales han variado de unos Estados miembros a otros, la mayoría de ellos ha emprendido importantes reformas estructurales de su mercado de trabajo, para hacerlo más resistente y adaptable en el futuro, de los mercados de productos y servicios, para mejorar su funcionamiento y promover una distribución de recursos eficiente, y de las administraciones públicas, para mejorar su eficiencia. Ahora bien, estas reformas tardan tiempo en dar fruto y hacerse visibles, por lo que es crucial aplicarlas de manera rápida y rigurosa.

Las crecientes divergencias entre los Estados miembros, y a menudo dentro de cada Estado miembro, han obstaculizado los avances hacia las metas de Europa 2020. La crisis ha ahondado aún más las diferencias entre Estados miembros con mejores y peores resultados en vez de promover la convergencia de nuestras economías. También ha habido un aumento de las disparidades entre las distintas regiones de los Estados miembros y entre estos. A modo de ejemplo, en 2013, la diferencia entre los mejores resultados y los peores resultados en la tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años era de 26,9 puntos porcentuales, con tasas que oscilaban entre el 52,9 % de Grecia y el 79,8 % de Suecia. Esto puede compararse con los datos de 2000, cuando la diferencia entre los mejores y los peores resultados era de 22,7 puntos porcentuales, con tasas de empleo que iban desde el 55,3 % de Bulgaria al 78,0 % de Dinamarca.

METAS DE LA ESTRATEGIA EUROPA 2020 A ESCALA DE LA UE || ÚLTIMOS DATOS

Aumentar la tasa de empleo de la población de 20 a 64 años de edad al menos hasta el 75 % || 68,4 % (2013)

Incrementar la inversión en investigación y desarrollo hasta el 3 % del PIB || 2,02 % (2013)

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 20 % respecto de los niveles de 1990 || Reducción del 17,9 % (2012)

Aumentar la proporción de energías renovables en el consumo energético final hasta el 20 % || 14,1 % (2012)

Avanzar hacia un aumento del 20 % de la eficiencia energética (medida en términos de consumo de energía primaria y consumo de energía final) || Consumo de energía primaria: 11,9 % de aumento de la eficiencia energética (2013) Consumo de energía final: 12,8 % de aumento de la eficiencia energética (2013)

Reducir el porcentaje de alumnos que abandonan prematuramente la educación y la formación a menos del 10 % || 12,0 % (2013)

Incrementar el porcentaje de la población de 30 a 34 años de edad que finaliza la educación superior hasta al menos un 40 % || 36,9 % (2013)

Redimir al menos a 20 millones de personas del riesgo de pobreza y exclusión social (equivalente a un objetivo de 96,6 millones) || 121,6 millones de personas en riesgo de pobreza o de exclusión social (2013)[5]

Fuente: Comisión Europea

En este contexto, uno de los fines de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020 es el de obtener un conocimiento más profundo de los logros obtenidos por la Estrategia sobre el terreno. Como asociación entre la UE y sus Estados miembros, el éxito de la Estrategia depende de manera crucial del compromiso y de la implicación de los gobiernos, los Parlamentos nacionales, las autoridades locales y regionales, los interlocutores sociales, las partes interesadas y la sociedad civil. Era, por lo tanto, importante recoger los puntos de vista de todos los que intervienen en la aplicación de la Estrategia y aprender de sus experiencias y mejores prácticas.

2. Cifras clave de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020

La consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020 ha estado abierta desde el 5 de mayo de 2014 hasta el 31 de octubre de 2014. Se basó en una serie de instrumentos para optimizar su visibilidad y favorecer la participación. Además del anuncio de la consulta pública en Tu voz en Europa, había una página web[6] que permitía rellenar un cuestionario o presentar un documento de posición y facilitaba enlaces a los principales documentos relativos a la Estrategia Europa 2020. La Comisión diseñó este cuestionario para recabar opiniones sobre los primeros años de la Estrategia y recoger ideas para su desarrollo ulterior. Esta página web incluía también una sección dedicada a la publicación de las contribuciones recibidas[7].

755 encuestados participaron en la consulta pública. La distribución por países muestra una preponderancia de las respuestas de Bélgica, donde tienen su base los grupos de interés a nivel europeo. El índice de participación fue muy bajo en los países de Europa Central y Oriental. Los participantes de terceros países procedían de Noruega, Suiza, Canadá y Estados Unidos. Los participantes reflejaban la amplia gama de partes interesadas de la Estrategia Europa 2020. Los interlocutores sociales, los grupos de interés y las organizaciones no gubernamentales son las categorías más representadas (41 %), seguidas por los Gobiernos de los Estados miembros y las autoridades públicas, incluidas las autoridades locales y regionales (20 %), los ciudadanos particulares (19 %) y los grupos de reflexión, los centros académicos y las fundaciones (14 %). Las empresas representan el 6 % de los encuestados, una puntuación bastante baja que se compensa con la puntuación superior de los grupos de interés que las representan.

Distribución de los participantes por categoría de parte interesada

Fuente: Comisión Europea

La distribución entre los aspectos cubiertos refleja el carácter integrador de la Estrategia Europa 2020. La mayoría de los participantes cubrieron todos los aspectos de la Estrategia en sus respuestas, incluidos asuntos económicos y financieros, la competitividad, la industria, el mercado único, el empleo, la investigación, el desarrollo y la innovación, la economía digital, el clima, la energía y la eficiencia de los recursos, la educación y la formación, y la pobreza y la exclusión social. La distribución entre las contribuciones centradas en un aspecto específico es, en conjunto, equilibrada.

Además de las respuestas oficiales a la consulta pública, las instituciones nacionales y de la UE han contribuido también al debate sobre la revisión de la Estrategia. A iniciativa de la Presidencia italiana del Consejo, la revisión se debatió en la mayoría de las formaciones del Consejo. Apoyándose en los resultados de estos debates, la Presidencia presentó un resumen al Consejo de Asuntos Generales en diciembre de 2014[8]. El Parlamento Europeo ha desempeñado un importante papel desde la puesta en marcha de la Estrategia y ha movilizado a los Parlamentos nacionales para obtener su colaboración. En los últimos meses se han producido una serie de intercambios de puntos de vista con los Parlamentos nacionales sobre la Estrategia Europa 2020 y su desarrollo ulterior.

Las reflexiones sobre la revisión de la Estrategia Europa 2020 han suscitado un fuerte interés y movilizado a las partes interesadas que intervienen en la aplicación de la Estrategia. El Comité de las Regiones, con el trabajo de su plataforma de seguimiento de la Estrategia, y el Comité Económico y Social Europeo, han sido particularmente activos y han organizado intercambios de puntos de vista y debates sobre la temática de la Estrategia Europa 2020. Paralelamente, con el apoyo de los responsables del Semestre Europeo en la Comisión Europea, se organizaron en los Estados miembros actos sobre la Estrategia en su conjunto o sobre algunas de sus características. Estos actos han enriquecido el diálogo con todos los interlocutores interesados, han tendido puentes entre las diferentes redes de partes interesadas y han reunido experiencias y mejores prácticas sobre el terreno para contribuir a la revisión de la Estrategia.

3. Principales resultados de la consulta pública sobre la Estrategia Europa 2020

3.1 El ámbito de aplicación y los objetivos de la Estrategia Europa 2020 siguen siendo adecuados

La Estrategia de la UE en favor del empleo y el crecimiento cuenta con un abrumador respaldo. Una amplia mayoría de los encuestados (86 %) considera que Europa necesita una Estrategia a medio plazo completa y global para el crecimiento y el empleo durante los próximos años, y solo un pequeño porcentaje (14 %) tiene opiniones mezcladas o negativas. Este último grupo, compuesto principalmente de ciudadanos particulares, considera que la UE debe centrarse en la aplicación de los instrumentos existentes; o que el desarrollo social, económico y medioambiental es más importante que el crecimiento en sí; o que los responsables de la toma de decisiones deben dejar a un lado la idea de crecimiento ilimitado. La inmensa mayoría de los participantes asocia la Estrategia con su ámbito de actuación y valora su capacidad global. La pertinencia del trinomio de «crecimiento inteligente, sostenible e integrador» goza de aceptación.

La Estrategia Europa 2020 aborda los retos actuales y futuros. Las contribuciones a la consulta pública muestran una estrecha correlación entre los ámbitos que señalan como prioritarios los participantes y los que engloba la Estrategia Europa 2020.

3.2 Las actuales cinco metas principales son adecuadas y se refuerzan mutuamente

Una proporción muy amplia de los participantes en la consulta acoge con satisfacción las metas como instrumento útil para la realización de la Estrategia. La mayoría (87 %) considera que las metas son una herramienta útil para la aplicación y el seguimiento de la Estrategia Europa 2020, ya que sirven como referencia para centrar la atención en una serie de ámbitos clave. Algunas contribuciones (10 %) indican pistas de mejora, reconociendo al mismo tiempo que las metas son un instrumento valioso. Una serie de contribuciones destaca la importancia de evitar una multiplicación de objetivos, manteniendo, pues, un planteamiento concentrado. Solo un pequeño porcentaje de los encuestados (3 %) considera que estas metas son inútiles. Además, algunos participantes destacan la importancia de complementar la evaluación cuantitativa del progreso hacia la realización de los objetivos con un análisis cualitativo. La Comisión abunda en la importancia del análisis y la evaluación cualitativos, que se realizan sobre todo en el contexto del Semestre Europeo.

Hay un amplio apoyo a la idea de mantener las actuales cinco metas principales. Una gran mayoría de los encuestados (78 %) considera que las metas actuales son suficientes. Algunos de los encuestados proponen añadir nuevas metas mientras que otros ponen en duda la pertinencia de la meta sobre educación terciaria y ponen de relieve la importancia de adaptar las competencias a las necesidades del mercado laboral para evitar desajustes. Es importante remachar que las metas no pretenden reflejar la totalidad de las políticas o las ambiciones de la UE: son mediciones representativas del tipo de cambios propugnados por la Estrategia Europa 2020. Algunas de las metas sugeridas por los encuestados, como los índices de eficiencia de los recursos y la cuota de la industria en el PIB, están ya integradas en otras políticas de la UE. Por último, de la consulta pública no se desprende ninguna jerarquía clara de los objetivos. Aproximadamente la mitad de los encuestados opina que las metas son igualmente importantes e interdependientes, que se refuerzan mutuamente y que, en conjunto, contribuyen al empleo y al crecimiento.

3.3 Las iniciativas emblemáticas han cumplido su propósito

Las iniciativas emblemáticas, en general, han cumplido su propósito y las actuaciones que se lleven a cabo en sus ámbitos respectivos deben proseguirse de otras maneras. En conjunto, los participantes estiman que el propósito de las iniciativas emblemáticas mejora la capacidad de la UE para alcanzar las metas de Europa 2020. Sin embargo, un porcentaje significativo de participantes (32 %), incluidos gobiernos y organizaciones representativas, expresó una evaluación mixta: percibían que las iniciativas emblemáticas habían cumplido su función imprimiendo un nuevo impulso a una serie de acciones prioritarias. Pero su valor añadido se ha visto ensombrecido por la falta de concienciación y por el solapamiento de las actuaciones, que, a su vez, las han hecho redundantes. Algunos de los participantes en la consulta indican que las iniciativas emblemáticas están disociadas de sus respectivos ámbitos, más amplios, de actuación y otros las perciben difuminadas debido a los solapamientos y a la falta de jerarquía de las iniciativas. Consiguientemente, los encuestados consideran que ahora deben sustituirse por programas globalizadores de organización más coherente.

3.4 La mejora de la ejecución y aplicación de la Estrategia sería importante y deseable

Queda margen para mejorar los resultados de la Estrategia Europa 2020. A la pregunta de si la Estrategia Europa 2020 marca diferencias, una mayoría (60 %) de los encuestados responde positivamente, pero muchos (40 %) contestan negativamente y ponen de relieve varias lagunas de su aplicación, así como formas de atajarlas.

El éxito de la aplicación de la Estrategia se ha visto afectado por las deficiencias de sensibilización, participación y ejecución. En primer lugar, las contribuciones a la consulta pública apuntan a un déficit de sensibilización respecto de la Estrategia, bien de forma explícita, cuando los encuestados indican que no pueden responder a alguna de las preguntas, bien de forma implícita, cuando las respuestas interpretan de forma errónea el contenido y el objetivo de la Estrategia. En segundo lugar, menos de la mitad de los encuestados (46 %) afirma su implicación en la Estrategia, y tres cuartas partes de ellos (77 %) manifiestan su disposición a implicarse más en la Estrategia. Las contribuciones arrojan también mejores prácticas, como el Comité de Partes Interesadas creado por el Gobierno danés, que reúne a unas 30 organizaciones que van desde asociaciones empresariales y sindicatos a municipios y organizaciones no gubernamentales. Los encuestados están a favor de un marco de aplicación reforzado que garantice que la Estrategia produzca resultados mediante un grado adecuado de ambición y herramientas de ejecución. Si más de la mitad de los encuestados (58 %) considera que fijar metas nacionales es importante y oportuno, casi un tercio de ellos (28 %) subraya que estas deben ser suficientemente ambiciosas y que la UE debe aumentar el compromiso de los Estados miembros reforzando sus procedimientos de seguimiento.

Los encuestados subrayan vías para mejorar los resultados de la Estrategia Europa 2020. Una mejor comunicación e información específica, el aumento de los intercambios de experiencias y mejores prácticas en todos los Estados miembros, la participación de todas las partes interesadas pertinentes, un estrecho seguimiento de los progresos realizados y la introducción de incentivos que fomenten el compromiso con los objetivos de la Estrategia son las principales opciones favorecidas por los participantes.

3.5 Resumen de las principales conclusiones que cabe extraer

Sobre la base de las contribuciones recibidas, la Comisión señala los siguientes puntos fuertes, puntos débiles, las oportunidades y los riesgos de la Estrategia Europa 2020.

PUNTOS FUERTES • Apoyo masivo a una Estrategia de crecimiento y empleo a escala europea • Coherencia de los ámbitos cubiertos por la Estrategia Europa 2020 con los retos que se deben abordar • Metas adecuadas pertinentes que se refuerzan mutuamente • Un progreso ya perceptible: la UE está en vías de cumplir o tocar muy de cerca las metas en materia de educación, clima y energía || PUNTOS DÉBILES • Falta de visibilidad de las iniciativas emblemáticas • Necesidad de mejorar la puesta en práctica y la aplicación de la Estrategia • Escasa implicación de las partes interesadas importantes • Está lejos de alcanzar las metas en materia de empleo, investigación y desarrollo y reducción de la pobreza

OPORTUNIDADES • Agentes dispuestos a desempeñar un papel activo en la Estrategia • Seguimiento estrecho de la Estrategia a través del Semestre Europeo • Adecuación de la Estrategia Europa 2020 a las prioridades de la Comisión (paquete de empleo, crecimiento e inversión) || AMENAZAS •  La crisis ha ampliado las diferencias entre Estados miembros y en el interior de estos •  Naturaleza política de las metas y falta de ambición de los Estados miembros

Conclusión

La Comisión tendrá en cuenta los resultados de la consulta pública en la reflexión ulterior sobre el desarrollo de la Estrategia Europa 2020. Además de los resultados de la consulta pública, la Comisión tendrá en cuenta también las contribuciones recibidas del Parlamento Europeo, del Consejo, de los Parlamentos nacionales, del Comité Económico y Social Europeo y del Comité de las Regiones. Procurará asimismo que todas las propuestas sean plenamente coherentes con los trabajos en curso para profundizar en la Unión Económica y Monetaria.

En consonancia con el programa de trabajo de la Comisión para 2015, la Comisión presentará propuestas de revisión de la Estrategia Europa 2020 antes de finales de año.

[1] Eurobarómetro ordinario 81, primavera de 2014: Informe sobre Europa 2020.

[2] «Smarter, greener, more inclusive? Indicators to support the Europe 2020 strategy», edición de 2015, Eurostat.

[3] COM (2014) 130 final.

[4] Con la notable excepción de las metas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de utilización de energías renovables, respaldadas por un marco jurídicamente vinculante en toda la UE en que se establecen los valores que deben alcanzarse a nivel nacional.

[5] La medida corresponde a la EU27 ya que no se dispone de datos para Croacia en 2008, el año tomado como referencia para el cálculo del objetivo.

[6] http://ec.europa.eu/europe2020/public-consultation/index_en.htm, alojada en el sitio web general de la Estrategia Europa 2020.

[7] http://ec.europa.eu/europe2020/public-consultation/contributions/index_en.htm.

[8] http://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-16559-2014-INIT/en/pdf

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