This document is an excerpt from the EUR-Lex website
Document 52013DC0092
COMMUNICATION FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT, THE COUNCIL, THE EUROPEAN ECONOMIC AND SOCIAL COMMITTEE AND THE COMMITTEE OF THE REGIONS A DECENT LIFE FOR ALL: Ending poverty and giving the world a sustainable future
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES UNA VIDA DIGNA PARA TODOS:Acabar con la pobreza y dar al mundo un futuro sostenible
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES UNA VIDA DIGNA PARA TODOS:Acabar con la pobreza y dar al mundo un futuro sostenible
/* COM/2013/092 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES UNA VIDA DIGNA PARA TODOS:Acabar con la pobreza y dar al mundo un futuro sostenible /* COM/2013/092 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL
PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL
COMITÉ DE LAS REGIONES UNA VIDA DIGNA PARA TODOS:
Acabar con la pobreza y dar al mundo un futuro sostenible 1. Introducción Dos de los desafíos más apremiantes a que
se enfrenta el mundo son la erradicación de la pobreza y garantizar que la
prosperidad y el bienestar sean sostenibles. Aún hay cerca de 1 300
millones de personas que continúan viviendo en condiciones extremas de pobreza
y son muchas más las que no ven cubiertas sus necesidades de desarrollo humano.
Dos tercios de los servicios que proporciona la naturaleza, como tierras
fértiles o aire y agua puros, están en declive y el cambio climático y la
pérdida de biodiversidad están cerca de los límites más allá de los cuales los
efectos para la humanidad y el medio ambiente son irreversibles. Estos retos son universales y están
interrelacionados, por lo que deben ser abordados conjuntamente por todos los
países. No basta con enfrentarse a ellos por separado; se requiere un marco
político unificado. Tal marco político general es necesario para marcar un
camino que lleve de la pobreza a la prosperidad y el bienestar a todos los
pueblos y países, con un progreso que se mantenga dentro de los límites del
planeta. Además, debe estar estrechamente vinculado a cuestiones como la
gobernanza, los derechos humanos y la paz y la seguridad, condiciones
necesarias para el progreso. El número de personas que viven en países con
situaciones graves de conflicto político, violencia armada, inseguridad o
fragilidad se calcula en 1 500 millones. En otoño de 2013, las Naciones Unidas
celebrará un acto especial para hacer balance de los esfuerzos realizados por
alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), estudiar formas de
acelerar los avances hasta 2015 y empezar a intercambiar pareceres sobre cómo
podría darse continuidad a los ODM tras el año de referencia de 2015. Por otro
lado, deben cumplirse los compromisos asumidos en la Conferencia de Río+20 de junio
de 2012, incluyendo medidas que permitan avanzar hacia una economía verde e
integradora. También debe seguirse avanzando por esta vía a través del grupo de
trabajo abierto que se estableció en Río. Todas estas aportaciones servirán de
base para el desarrollo de un marco general post-2015. La presente Comunicación propone un
enfoque común de la UE en torno a estas cuestiones. Para ello, en primer lugar,
define los principales desafíos y oportunidades globales y pasa, después, a
evaluar el éxito de la agenda global de erradicación de la pobreza y la
experiencia de los ODM, además de perfilar algunos de los pasos clave en
materia de desarrollo sostenible, según lo acordado en Río+20, y definir las
acciones clave. A continuación, se describen los retos y los elementos que
pueden extraerse, para un futuro marco, de la experiencia de los ODM y de los
trabajos derivados de Río+20, en especial la elaboración de objetivos de
desarrollo sostenible (ODS), y se indica cómo integrarlos en los procesos
pertinentes de las Naciones Unidas. Sobre la base de estas consideraciones,
la Comunicación propone una serie de principios para un marco general post-2015
que podría ofrecer una respuesta coherente y de conjunto a los desafíos
universales que plantean la erradicación de la pobreza y el desarrollo
sostenible en sus tres dimensiones, garantizando así una vida digna para todos
para 2030. 2. Nuevo contexto mundial,
nuevos desafíos, nuevas oportunidades En los últimos años, el mundo ha
registrado enormes cambios como las grandes alteraciones producidas en el
equilibrio económico y político mundial, el incremento del comercio mundial, el
cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales, el cambio
tecnológico, la crisis económica y financiera, el aumento del consumo y la
volatilidad de los precios de los alimentos y el consumo de energía, los
cambios demográficos y migratorios, la violencia y los conflictos armados, las
catástrofes naturales y de origen humano, y el aumento de la desigualdad.
También han surgido nuevos actores en la escena mundial como el sector privado
y otros agentes no gubernamentales. Aunque las economías desarrolladas y
emergentes representan la mayor parte del PIB mundial, estas últimas se han
convertido en el motor principal de crecimiento y su impacto en la economía
mundial es significativo. La tendencia indica que esta relación de fuerzas
continuará evolucionando; se calcula que, para 2025, el crecimiento económico
global corresponderá principalmente a las economías emergentes, con seis países
acaparando más de la mitad del crecimiento mundial. El desempleo continúa siendo un problema
mundial. Alrededor de 200 millones de personas carecen de empleo, entre ellos
75 millones de jóvenes. Las tasas de participación de las mujeres en el mercado
laboral suelen mantenerse en niveles bajos y los servicios sociales siguen
siendo limitados. Además, alrededor de 621 millones de jóvenes de todo el mundo
no están escolarizados, no reciben formación y no buscan trabajo, con el
consiguiente riesgo de exclusión permanente del mercado laboral. El trabajo no
declarado y la vulneración de los fundamentos del trabajo digno, como los
derechos laborales y el diálogo social, son problemas que aquejan a muchos
países. La mayoría de la población pobre de los países en desarrollo se dedica
a la agricultura minifundista o trabajan por cuenta propia. Muchos de los
pobres de estos países trabajan en condiciones peligrosas y no ven respetados
sus derechos fundamentales. Solo el 20 % de la población mundial tiene
acceso a una protección social adecuada. Al mismo tiempo, la desigualdad interna
ha aumentado en la mayor parte de los países del mundo. La mayoría de los
pobres viven ahora en países de renta media, pese al rápido crecimiento de
estos. Erradicar la pobreza en esos países parece ser uno de los principales
desafíos a que nos enfrentamos. Sin embargo, las previsiones a largo plazo
indican que, para 2050, la pobreza podría volver a concentrarse en los países
más pobres y frágiles. Más de 1 500 millones de personas
viven en países afectados por conflictos violentos. La violencia destruye vidas
y medios de subsistencia y a menudo afecta a las mujeres y a aquellos en
situaciones vulnerables, como niños y personas con discapacidad. La distancia
entre los países frágiles víctimas de la violencia y otros países en desarrollo
aumenta. En abril de 2011, ningún país en situación de fragilidad por sus bajos
ingresos o afectado por un conflicto había alcanzado un solo ODM y se prevé que
sean pocos los que hayan logrado algún objetivo para 2015. La mala gobernanza,
que incluye la falta de democracia y deficiencias en el Estado de Derecho y el
respeto de los derechos humanos, es actualmente un obstáculo para los esfuerzos
por lograr la erradicación de la pobreza y un desarrollo sostenible. Además, hay sobradas pruebas científicas
y consenso en torno a la idea de que el uso insostenible de los recursos
naturales supone una de las amenazas más graves para la humanidad a largo
plazo. Los efectos de la degradación del medio ambiente y el cambio climático
ya están haciéndose sentir y amenazan con anular muchos de los avances ya
logrados para erradicar la pobreza; otro tanto puede decirse de las catástrofes
naturales. Tampoco se está en la buena senda para mantener el aumento de
temperatura en una franja de 2 °C por encima de la temperatura de la era
preindustrial, umbral a partir del cual aumenta considerablemente el riesgo de
que las consecuencias para los recursos naturales sean catastróficas, con los
consiguientes riesgos para la agricultura, el suministro de agua y alimentos, y
los logros conseguidos en los últimos años en materia de desarrollo. A escala
mundial, el reto será adaptar y paliar los efectos negativos, entre otras
cosas, mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio climático, el agotamiento de
los recursos naturales y la degradación de los ecosistemas ya inciden hoy
significativamente en los medios de subsistencia, por ejemplo, aumentando la
frecuencia y la intensidad de las catástrofes naturales y erosionando el
capital natural y las infraestructuras. Desde 1992, las catástrofes naturales
han causado daños por valor de 750 000 millones EUR y la muerte
de 1,3 millones de personas. Los efectos de las pautas insostenibles del actual
desarrollo económico están aún determinados en gran medida por los países
desarrollados y, cada vez más, por las economías emergentes, mientras que los
países más pobres se ven desproporcionadamente afectados y son los que menos
recursos tienen para hacer frente a sus consecuencias[1]. Estos países
también suelen tener una dependencia especial de los recursos naturales, en
particular en sectores como la agricultura, la silvicultura, la energía y el
turismo, circunstancia que agrava su vulnerabilidad frente a la degradación y
el agotamiento de los mismos. El desarrollo y el crecimiento
contribuyen a la prosperidad y el bienestar humanos, pero también plantean
problemas medioambientales como el agotamiento de los recursos y la
contaminación, que probablemente se agravarán con el tiempo. Estos efectos
negativos son causados fundamentalmente por los 5 700 millones de personas
que no viven en condiciones de pobreza extrema, lo que da pie a un
aumento significativo de la demanda y el consumo mundial y acentúa la presión
sobre los recursos naturales. Así pues, resulta esencial lograr avances hacia
una economía verde e integradora mediante modelos de consumo y producción
sostenibles y la utilización eficiente de los recursos, especialmente los
sistemas energéticos bajos en emisiones. Se estima que, para satisfacer la
creciente demanda, la producción agrícola mundial tendrá que aumentar en 2050
un 60 % respecto a los niveles de 2005, lo que agudizará la presión sobre
los recursos naturales, especialmente las tierras, los bosques, el agua y los
océanos. Al mismo tiempo, hay indicios de que se desperdicia la mitad de la
producción mundial de alimentos. Dado el crecimiento urbano y demográfico, se
calcula que el consumo de agua habrá aumentado un 50 % en 2025, año en que
aproximadamente 5 500 millones de personas (dos tercios de la población
mundial), vivirán en zonas con escasez hídrica moderada o grave. De cara al futuro, estos retos deben
considerarse en el contexto de las tendencias demográficas: se prevé que la
población mundial supere los 9 000 millones de habitantes en 2050 y que la
población del África subsahariana duplique la actual. Dicho año, África y Asia
representarán juntas casi el 80 % de la población mundial. Se espera que
el aumento de la edad media a nivel mundial afecte, sobre todo, a los países en
desarrollo, lo cual tendrá consecuencias para los servicios sanitarios y las
pensiones, así como para los ingresos fiscales. Es en este contexto en el que se
inscriben el seguimiento de Río+20 y el acto especial dedicado a la revisión de
los ODM. Conviene tener presente que los retos están interrelacionados y que
requieren una respuesta coherente y de conjunto, que también ofrezca apoyo a
otros procesos internacionales como las negociaciones sobre clima y
biodiversidad. 3. Aprovechar los logros
de los ODM y Río+20 3.1. Balance de los logros de
los ODM La UE mantiene su compromiso de hacer
todo lo que esté en su mano para ayudar a alcanzar los ODM en 2015, de acuerdo
con la política marco que fijó en su Agenda Europea para el Cambio[2] y el Consenso
europeo sobre el desarrollo[3]. Los ODM suponen un acuerdo global
fundamental para acabar con la pobreza y avanzar en el desarrollo humano. En la
última década han demostrado ser un valioso instrumento de concienciación
pública, para aumentar la voluntad política y movilizar recursos para erradicar
la pobreza. Se han logrado avances impresionantes: ·
Según el Banco Mundial, la proporción de
personas que viven con menos de 1,25 USD al día (precios de 2005) se redujo del
43 % en 1990 al 22 % en 2008. Es probable que en 2010 se alcanzara el
objetivo de reducir a la mitad la proporción de personas que viven en
condiciones de pobreza extrema. ·
En 2010 se alcanzó el objetivo de reducir a la
mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable segura a nivel
mundial: entre 1990 y 2010, se logró ese acceso para más de 2 000 millones
de personas. ·
A nivel mundial, la matriculación en la
escuela primaria ha aumentado hasta una media del 89 % y, en este momento,
las niñas tienen casi las mismas probabilidades de estar matriculadas que los
niños. ·
Se han reducido ampliamente las probabilidades
de que los niños mueran por enfermedad o malnutrición. ·
Las infecciones por VIH a nivel mundial siguen
disminuyendo y el acceso a los medicamentos antirretrovirales se ha ampliado
considerablemente. La asociación mundial para el desarrollo
ha complementado los esfuerzos de los Estados miembros para avanzar en el logro
de los ODM. Desde el año 2000, la ayuda oficial al desarrollo (AOD) anual
concedida a nivel mundial ha aumentado casi el 70 % hasta alcanzar los 96 000
millones EUR, y el porcentaje de AOD destinada a los países menos desarrollados
se ha duplicado con creces. La UE y sus Estados miembros son, colectivamente,
el principal donante, con una aportación de 53 000 millones EUR anuales en
AOD (2011), lo que equivale a más de la mitad del total de la AOD concedida a
nivel mundial. Paralelamente, la aplicación de los principios y objetivos de
eficacia a la ayuda y el desarrollo ha ayudado a incrementar la repercusión de
la AOD. El espectacular crecimiento del comercio ha sido un factor de progreso
fundamental: entre el año 2000 y 2009, las exportaciones de los países en
desarrollo aumentaron un 80 %, frente al 40 % del mundo en su
conjunto. La UE es el principal socio comercial de los países en desarrollo y
ha abierto el camino para la concesión de un acceso libre de derechos de
aduanas y de contingentes a todos los productos de los países menos
desarrollados mediante la iniciativa «Todo menos armas». Además, la investigación
financiada por la UE mediante, por ejemplo, la cooperación de los países
europeos y de los países en desarrollo sobre ensayos clínicos, también ha
contribuido a la consecución de los ODM. Con todo, siguen existiendo obstáculos
para alcanzar los ODM, aspecto en el que el África subsahariana va muy a la
zaga. A nivel mundial, hay 1 300 millones de personas que aún viven en la
pobreza extrema. Más de 850 millones de personas no tienen suficiente para
comer. Unos 61 millones de niños permanecen sin escolarizar. Las mujeres siguen
siendo objeto de discriminación y sufren riesgos graves para la salud,
especialmente en cuanto a la salud materna y a su salud y sus derechos en el
ámbito sexual y reproductivo. La violencia afecta a un tercio de todas las mujeres
a lo largo de su vida y socava los esfuerzos por alcanzar los ODM. Se estima
que hay 2 500 millones de personas sin acceso a centros sanitarios dignos
y 780 millones de personas aún carecen de acceso a agua potable segura y
limpia. Aún hay siete millones de personas con VIH/SIDA que no pueden acceder a
su tratamiento. El mundo está todavía lejos de alcanzar el objetivo del pleno
empleo y de crear puestos de trabajo productivos y dignos para todos. Solo el
20 % de la población mundial tiene acceso a una protección social
adecuada. El uso y la gestión insostenibles de los limitados recursos de la
Tierra ponen en peligro la vida y el bienestar de las generaciones futuras. Además, el éxito no está distribuido
equilibradamente no ya entre los distintos países (con una sorprendente falta
de progreso hacia los ODM en los Estados más frágiles y afectados por
conflictos), sino también dentro de ellos (incluidos aquellos que ya
disponen de medios para facilitar una vida y un futuro mejor para su
población). Sin embargo, el panorama global,
especialmente dados los avances tecnológicos y el progreso económico
registrados en muchos países emergentes y países en desarrollo desde que se
fijaran los ODM, muestra que, en una sola generación, puede alcanzarse, no ya la
mera reducción, sino la eliminación de la pobreza. 3.2. Resultados y compromisos
principales de Río+20 La Conferencia Río+20 confirmó la
existencia de una visión común a nivel mundial en pro de un futuro sostenible
desde el punto de vista económico, social y medioambiental para el planeta y
para las generaciones actuales y futuras, y subrayó que muchos de los desafíos
siguen pendientes de abordar. En Río+20 se reconoció que la economía verde, en
el contexto del desarrollo sostenible y de la erradicación de la pobreza, es
una vía importante para llegar al desarrollo sostenible, se puso en marcha un
proceso para fijar objetivos de desarrollo sostenible (ODS) universales y se
convino en adoptar medidas en favor del desarrollo sostenible. Estas medidas
también ayudarán en el proceso de desarrollo de ODS y, a largo plazo,
contribuirán a su realización. En Río+20 también se acordó reformar el marco
institucional para el desarrollo sostenible, crear una estructura que pueda
llevar a cabo el seguimiento de la Conferencia y seguir trabajando en las
formas de aplicación. Ahora, es importante que la UE aplique rápidamente los
compromisos contraídos en Río, participe activamente en esos procesos y adopte
las medidas necesarias, tanto en el interior de la UE como a escala
internacional. 3.3. Aplicación: acciones a
nivel de la UE y a nivel internacional La UE seguirá persiguiendo el desarrollo
sostenible mediante, entre otras cosas, la aplicación de los compromisos de
Río+20 a través de una serie de políticas generales como su estrategia general
para un crecimiento inteligente, integrador y sostenible: Europa 2020. Esta
cubre aspectos como la eficiencia de los recursos, la economía hipocarbónica,
la investigación y la innovación, el empleo, la inclusión social y la juventud.
La aplicación y la revisión periódica de la Estrategia Europa 2020, que se basa
en el enfoque integrador iniciado por la estrategia de la UE para un desarrollo
sostenible, debe contribuir a aumentar la coherencia, la normalización y la
integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible en las políticas
de la UE en general. Los objetivos de desarrollo sostenible se llevarán a la
práctica mediante una serie de políticas clave que están en preparación, como
la reforma de la política agrícola común y la política pesquera común, el
próximo Séptimo programa de acción medioambiental, la Unión por la innovación,
la iniciativa Horizonte 2020 y el paquete de inversión social. La UE ha facilitado constantemente la
cooperación para el desarrollo con el fin de contribuir a la plena aplicación
de los ODM. A través de su acción exterior y, en particular, la aplicación de
la Agenda Europea para el Cambio, la UE seguirá facilitando el progreso hacia
los ODM y el desarrollo sostenible en los países en desarrollo, dedicando
especial atención a los países menos desarrollados y los más necesitados. Al
mismo tiempo, hay una serie de acciones que deben llevarse a cabo para
contribuir a la aplicación de los compromisos adquiridos en Río+20. Las principales actividades actuales de
la UE para aplicar Río+20 se agrupan en el anexo I. 3.4. Marco institucional para
el desarrollo sostenible y medios de aplicación Río+20
inició un proceso de refuerzo del marco institucional en favor del desarrollo
sostenible que incluye el fortalecimiento de la función de la Asamblea General
de las Naciones Unidas (AGNU) y el ECOSOC. Una decisión importante fue la de
establecer un foro político de alto nivel (FPAN) en materia de desarrollo
sostenible, que sustituirá a la Comisión de la ONU sobre desarrollo sostenible.
El FPAN seguirá y revisará los avances logrados en la aplicación de los
resultados de Río+20 y ha recibido también el mandato de reforzar la interfaz
ciencia-política, que será crucial para la aplicación de los ODS. El FPAN debería
estar directamente vinculado al ECOSOC, actualmente en proceso de reforma, y
operar al más alto nivel político de las Naciones Unidas (AGNU) a intervalos
regulares. Estos vínculos ofrecen una oportunidad para reforzar la
coherencia con los trabajos en curso para revisar los ODM y los debates sobre
la fase posterior a 2015. Otro
importante resultado de Río+20 ha sido la decisión de reforzar y mejorar el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y, en
particular, la decisión sobre la composición universal de su Consejo de
Gobierno, lo que se ha visto confirmado por la decisión de dicho consejo sobre
los nuevos acuerdos institucionales relativos al PNUMA. La decisión de crear
una Asamblea Medioambiental supone un gran paso adelante, coherente con la
ambición de la UE convertirlo a largo plazo en una agencia de las Naciones
Unidas. La UE desempeñará un papel activo en la aplicación de este nuevo marco
institucional y garantizar la adecuada participación de la UE tanto en el FPAN
como en el PNUMA reformado será una prioridad. En Río+20
también se decidió fomentar las tecnologías limpias y no perjudiciales para el
medio ambiente, y establecer un comité de expertos intergubernamental para
preparar opciones para una estrategia de financiación del desarrollo
sostenible. El Comité debe garantizar la coherencia y la coordinación, y evitar
la duplicación de esfuerzos en lo que respecta a la financiación del proceso de
desarrollo. La UE participará en este proceso de acuerdo con el enfoque general
de la financiación y otros medios de aplicación, como se indica más abajo. 3.5. Consulta pública La Comisión
ha mantenido una serie de consultas y diálogos de carácter público sobre las
perspectivas futuras de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible.
Estas consultas han contribuido a orientar algunos aspectos de las propuestas
que figuran en la presente Comunicación. En el anexo II se ofrece un resumen de
las consultas. La Comisión mantendrá abierto el diálogo sobre todas estas
cuestiones con todas las partes interesadas y la sociedad civil. 4. Integración del
desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza en un marco general
post-2015 A nivel internacional y en el seno de las
Naciones Unidas, una gran parte de la labor de erradicación de la pobreza y
desarrollo sostenible se ha realizado en capítulos separados dentro de diversas
comunidades (uno derivado de la Declaración del Milenio y el otro de la serie
de cumbres en materia de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas). En
realidad, estos dos capítulos han tenido siempre elementos comunes: por
ejemplo, los ODM abordan aspectos medioambientales mediante el ODM nº 7 y
el desarrollo sostenible siempre ha tenido la erradicación de la pobreza como
objetivo prioritario. Para responder con eficacia a los retos
de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible, que
interconectados representan un enorme reto global, la revisión de los ODM y los
trabajos de elaboración de ODS deben reunirse en un marco general con retos y
objetivos prioritarios comunes, para garantizar una vida digna para todos en el
año 2030 y ofrecer al mundo un futuro sostenible más allá de esa fecha. En otoño de 2013, las Naciones Unidas
celebrarán un acto especial para hacer balance de los esfuerzos realizados por
alcanzar los ODM, debatir maneras de acelerar los avances hasta 2015 e
intercambiar pareceres sobre cómo podría darse continuidad a los ODM tras el
año de referencia de 2015. La primera sesión, en septiembre de 2013, del foro
político de alto nivel establecido en Río+20 estudiará, además, el seguimiento
de los compromisos asumidos en Río+20 en junio de 2012. También será necesario
avanzar en lo relativo al grupo de trabajo abierto sobre objetivos de
desarrollo sostenible (ODS) que se estableció en Río. Todas estas
contribuciones proporcionarán el contexto para el acuerdo de marco general
post-2015. A fin de profundizar en la reflexión
sobre los objetivos, la UE continuará su diálogo abierto con todas las partes
interesadas pertinentes. Esto contribuirá a la aportación activa de la UE a las
labores del grupo de trabajo abierto sobre ODS, que formulará recomendaciones
de actuación a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En esta sección se describen las
enseñanzas extraídas de la revisión de los ODM y de la elaboración de ODS y los
tipos de elementos prioritarios que se derivan de ambos. A continuación, indica
brevemente y en términos prácticos la forma en que pueden integrarse en los
procesos pertinentes de la ONU. Después, en la sección final y basándose en lo
anterior, se reúnen en un marco general algunos de los principios
fundamentales. 4.1. Elementos prioritarios
para el marco general Basándose en la experiencia de los ODM y
los trabajos derivados de Río+20 en materia de desarrollo sostenible, y teniendo
en cuenta las tendencias actuales, la UE considera que hay una serie de retos
que pueden incluirse en el marco general post-2015. Existe un vínculo fundamental entre la
sostenibilidad medioambiental global y la erradicación de la pobreza. No se
podrá eliminar la pobreza y garantizar una vida digna para todos sin abordar,
al mismo tiempo, la sostenibilidad medioambiental global, y viceversa. El
cambio climático, las catástrofes naturales, la pérdida de biodiversidad y la
degradación de los océanos, las fuentes de agua dulce y las tierras y el suelo
inciden de manera especialmente negativa en las poblaciones más pobres del
mundo. Para actuar en estos ámbitos, el marco general debe actuar como
catalizador de buena gobernanza, transparencia, cohesión social y
empoderamiento de la mujer, en todos los países y a escala internacional,
elementos todos ellos esenciales para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza. Según lo acordado en el documento final
de Río+20, los objetivos de desarrollo sostenible deben ser universalmente
aplicables a todos los países, teniendo en cuenta las distintas realidades,
capacidades y niveles de desarrollo a nivel nacional, y respetando las
políticas y las prioridades nacionales; deben incorporar las tres dimensiones
del desarrollo sostenible; y deben ser prácticos, concisos, fáciles de
comunicar y limitados en número. Las propuestas de la UE en la fase
preparatoria de Río+20 indicaban la necesidad de concentrarse en los recursos
que constituyen bienes públicos y «pilares básicos de la vida» como la energía,
el agua, la seguridad alimentaria, los océanos, el consumo y la producción
sostenibles, la integración social y el empleo digno. Al mismo tiempo, también
deben ser coherentes con los objetivos de los acuerdos internacionales
vigentes, como los fines y objetivos en materia de cambio climático y
biodiversidad, así como los mínimos de protección social. Deben abordar los tres objetivos
generales del desarrollo sostenible: la erradicación de la pobreza, el cambio
de las pautas de consumo y producción insostenibles y la protección y la
gestión de la base de recursos naturales del desarrollo económico y social. Los objetivos post-2015 deben proyectarse
en el futuro y centrarse en fijar los factores para alcanzar un futuro
sostenible: con una visión compartida para 2050, los fines y objetivos deben
apuntar al año 2030. Dado que el marco debe tener como
objetivos generales la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible,
es necesario que los temas prioritarios aborden ambos aspectos teniendo en
cuenta lo anterior. Por consiguiente, el marco podría construirse en torno a
una serie de elementos principales: garantizar normas de vida y de subsistencia
elementales; fomentar los aspectos motores del crecimiento sostenible e
integrador, y garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales;
promover la igualdad, la equidad y la justicia; y tener en cuenta la paz y la
seguridad. Además, al tiempo que el reto de abordar los límites
medioambientales planetarios requerirá una respuesta integrada que repercutirá
en todos estos elementos, y deberá abordarse en algunos de ellos, también
requerirá medidas específicas por derecho propio. Así pues, puede considerarse
también un ingrediente transversal adicional del marco general integrado
post-2015. 4.1.1. Condiciones de vida
básicas Los ODM han proporcionado un marco para
el desarrollo humano fijando objetivos como los ingresos mínimos, la liberación
del hambre, el empleo pleno y productivo, el empleo digno para todos, el acceso
a la enseñanza primaria, la asistencia sanitaria básica, el acceso al agua y al
saneamiento, que, juntos, constituyen la base elemental de una vida digna. Es necesario completar la labor pendiente
de los actuales ODM, cubriendo los vacíos existentes y aprendiendo de la
experiencia adquirida. Así, por ejemplo, deben abordarse cuestiones más amplias
en el ámbito de la educación, la salud y la inclusión y la protección social.
Las medias agregadas han ocultado las desigualdades nacionales que causa la
pobreza extrema, la situación geográfica y la marginación. Debemos pasar de los
objetivos puramente cuantitativos a abordar el problema de la calidad, por
ejemplo, en la educación y la salud. Debe haber un umbral por debajo del cual
no haya ningún hombre, mujer o niño a más tardar en 2030: normas que permitan a
todo ciudadano pedir cuentas a su Gobierno. Deberíamos aspirar a habilitar a
las personas para que salgan de la pobreza por sí mismas. Los objetivos
destinados a fomentar la adopción de normas fundamentales en materia de
educación, alimentación y limpieza del aire y el agua contribuirán a erradicar
el hambre y mejorar la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar. Los
objetivos también sirven de estímulo a acciones impulsoras de empleo productivo
y puestos de trabajo dignos para todos, incluidos los jóvenes, las mujeres y
las personas con discapacidad, en función de los niveles de desarrollo de los
países. A diferencia de los ODM, los objetivos
deben aplicarse en todos y cada uno los países en vez de ser un mero objetivo
mundial, sin responsabilidades para los distintos países. Corresponde a cada
país garantizar avances hacia los objetivos acordados a nivel internacional. 4.1.2. Factores del crecimiento
integrador y sostenible La consulta pública realizada por la
Comisión, así como la experiencia adquirida por los países que han conseguido
salir por sí mismos de la pobreza, pone de manifiesto el papel fundamental que
desempeñan los factores clave del crecimiento sostenible e integrador, en
particular en la prestación de servicios de desarrollo humano fundamental y en
el crecimiento y la creación de puestos de trabajo dignos. La transformación
estructural debe ser el objetivo de todos los países en todas las fases de
desarrollo, a fin de permitir la creación de economías de mercado abiertas que
promuevan un crecimiento integrador y sostenible, mejoren las capacidades
productivas y fomenten el desarrollo del sector privado, la inversión y la
creación de riqueza, estimulen la transición hacia una economía verde e
integradora, y aseguren un reparto amplio de los beneficios. Los objetivos
ayudarían a crear oportunidades para un crecimiento más sostenible e
integrador, apoyado en indicadores que miren más allá del PIB. Muchos países
podrían utilizarlos para concentrarse en la cohesión social y en una
agricultura, una pesca y una acuicultura más sostenibles, para ofrecer una
mejor nutrición, superar la escasez de agua y evitar el derroche de alimentos.
Otros lograrán producir con un uso más eficiente de los recursos, disminuyendo
el consumo de agua y reduciendo y reciclando los residuos. La fijación del
objetivo de avanzar hacia un modelo de ciudad sostenible y resiliente supondría
mejoras en la calidad del aire, el agua, la energía, el acceso a las
infraestructuras, la vivienda y el transporte, lo que llevaría a soluciones que
enlazan con el empleo, la salud, el desarrollo económico y también la
adaptación al cambio climático y la prevención de catástrofes y la preparación
contra las mismas. Otros importantes factores son la energía sostenible, la
ciencia y la tecnología, los servicios de telecomunicaciones, los servicios
financieros y la infraestructura (por ejemplo, facilitando el acceso a los
mercados), la migración y la movilidad. Prosperar en todos estos aspectos
requiere un entorno estable y propicio para las empresas, un espíritu
emprendedor, innovaciones y empleo productivo. Aunque la transformación económica es
necesaria, también supone un gran desafío, ya que se requieren miles de
millones en nuevas inversiones[4].
Sin embargo, la experiencia de países que han logrado enormes avances en la
prestación de estos servicios a sus ciudadanos y de recientes iniciativas a
nivel mundial (como «Energía sostenible para todos» y «Fomento de la
Nutrición») ha demostrado que un enfoque de esta naturaleza puede proporcionar
resultados prometedores y acelerar el crecimiento y la inversión. 4.1.3. Gestión sostenible de los
recursos naturales La gestión y la utilización sostenibles
de los recursos naturales resulta esencial para apoyar el crecimiento económico
y el empleo, sobre todo en sectores de producción primaria, como la
agricultura, la pesca y la silvicultura, o los sectores de servicios como el
turismo. El 70 % de los pobres del mundo vive en zonas rurales y depende
directamente de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos para su
supervivencia y bienestar, lo cual les hace más vulnerables a la escasez y los
cambios climáticos. La buena gestión de los recursos naturales, basada en la
transparencia, la rendición de cuentas y la buena gobernanza, resulta esencial
para erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible que permita avanzar
hacia una economía verde. Deben adoptarse medidas para fomentar la elaboración
de informes de sostenibilidad por parte de las empresas, lo que animará a una
amplia gama de empresas a realizar prácticas responsables. La fijación de
objetivos para avanzar hacia un mundo sin degradación del suelo contribuiría al
crecimiento económico, la protección de la biodiversidad, la gestión sostenible
de los bosques, la adaptación al cambio climático y su mitigación, y la
seguridad alimentaria, al tiempo que se mejora la calidad del suelo, se reduce
la erosión, se aumenta la resiliencia ante los peligros naturales y se detiene
la ocupación de tierras. Dada la importancia mundial de los océanos, la
protección y el restablecimiento de la salud de los ecosistemas marinos y
oceánicos para lograr unos medios de vida sostenibles deberían ser objetivos de
aplicación universal, lo que ayudaría a lograr poblaciones de peces sostenibles
también en beneficio de la seguridad alimentaria y a reducir riesgos
significativos como los vertidos marinos. Para
abordar estos retos, cada país debería avanzar hacia la gestión sostenible de
los recursos naturales y establecer estructuras de gobernanza abiertas y
transparentes, para garantizar que los recursos se utilizan de una forma que
beneficie a sus ciudadanos con equidad y sostenibilidad. Esto exige de cada país la garantía de
que los recursos se utilizan de una manera responsable desde el punto de vista
medioambiental y que recursos como el suelo, los bosques, los ríos y los
océanos redunden también en beneficio de las generaciones futuras. Igualmente,
la explotación de recursos agotables, como los minerales y las aguas subterráneas,
debe hacerse con un enfoque integrador y de una forma responsable que garantice
el máximo beneficio para la sociedad en cuanto a su comercialización, su ritmo
de explotación y la utilización de la renta generada. La eliminación progresiva
de las subvenciones para el uso de recursos agotables como los combustibles
fósiles es una contribución rentable fundamental para fomentar la eficiencia de
los recursos. Los Estados también deben mejorar su cooperación en la gestión de
recursos comunes como las poblaciones de peces y la biodiversidad marina en
zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. También será necesario adoptar una
perspectiva integrada, con objeto de garantizar que las soluciones aplicadas a
la escasez de recursos en un ámbito no crean nuevas limitaciones en otro. En la
futura agenda todos los países deberían comprometerse a gestionar y utilizar de
forma sostenible los recursos naturales a lo largo de las próximas décadas,
incluyendo aspectos como la transparencia, la optimización de la renta, la
protección de los derechos de propiedad, la resiliencia[5] contra las
catástrofes naturales y la protección medioambiental. La comunidad mundial debe
unir sus esfuerzos. En particular, las empresas privadas y públicas deben ser
responsables y mantener unos niveles elevados de transparencia y buena
gobernanza. Una economía hipocarbónica y eficiente en el uso de los recursos
necesitará también acciones de formación en las competencias específicas
requeridas. 4.1.4. Igualdad, equidad y
justicia Los objetivos de bienestar humano y
dignidad para todos están consagrados en la Declaración Universal de Derechos
Humanos y en la Declaración del Milenio, que también reconocen explícitamente
los vínculos existentes entre los derechos humanos, la buena gobernanza y el
desarrollo sostenible. Estos puntos, y el compromiso de los valores
fundamentales comunes, fueron ratificados en la Cumbre de los ODM de 2010 y en
la Conferencia Río+20 de 2012. La importancia de la justicia y la
equidad, los derechos humanos, la democracia y otros aspectos de la buena
gobernanza va mucho más allá de sus efectos sobre los avances hacia el logro de
los objetivos de desarrollo en materia de renta, educación, salud y otras
necesidades básicas. También son importantes por sí mismos, en todos los
países. Los recientes movimientos registrados en el norte de África y Oriente
Medio han puesto de manifiesto la importancia de sistemas políticos
integradores, de la justicia y el empleo, en particular para los jóvenes, y han
puesto de relieve que avanzar hacia los ODM es una condición necesaria pero no
suficiente. La gobernanza seguirá siendo un reto mundial durante los próximos
años. Es importante que el nuevo marco general
post-2015 refleje estas cuestiones. El papel de las mujeres resulta particularmente
significativo para impulsar el desarrollo sostenible, por lo que deben
eliminarse todos los frenos a su participación en igualdad de condiciones. El
marco debería insistir especialmente en la transición hacia un planteamiento
del desarrollo basado en los derechos, en la reducción de las desigualdades, en
el fomento y la protección de los derechos de mujeres y niñas y de la igualdad
de género, en la transparencia y en la lucha contra la corrupción. Asimismo,
debería reflejar las cuestiones fundamentales relacionadas con la equidad. Para
responder a este desafío, los fines y objetivos deben estimular las acciones
necesarias para aumentar la cobertura por un conjunto básico de garantías
sociales y mejorar su aplicación. 4.1.5. Paz y seguridad Cuando existe inseguridad física, altos
niveles de desigualdad, problemas de gobernanza y poca o nula capacidad
institucional, es muy difícil lograr avances sostenibles en los principales
parámetros de los ODM: pobreza, salud, educación o saneamiento. Es, por tanto,
fundamental abordar las causas de estas condiciones y adoptar medidas para
impedir que surjan. Sin embargo, la agenda no se limita a los
Estados frágiles, ya que hay muchos otros países que también se enfrentan a
problemas relacionados con la inseguridad y la violencia. El tráfico ilegal, el
terrorismo internacional, las redes delictivas y las bandas violentas socavan
la seguridad de las personas y reducen las posibilidades de llevar una vida
digna, especialmente para las mujeres y los niños. La respuesta a las cuestiones
relacionadas con la paz y la seguridad en el contexto del marco general
post-2015 debe partir de la labor ya realizada entre algunos Estados frágiles y
los países de la OCDE, la UE, las Naciones Unidas y los bancos de desarrollo en
Busan en noviembre de 2011. Esto debería basarse en el «New Deal» para el
compromiso en Estados frágiles, que establece un conjunto de objetivos
consensuados en materia de consolidación de la paz y del Estado (OPE). 5. Hacia un marco global
post-2015 5.1. Unificar los distintos
capítulos para responder a los desafíos futuros Erradicar la pobreza y garantizar la
prosperidad y el bienestar sostenibles continúan siendo los desafíos más
apremiantes de cara al futuro. Para enfrentarse a ellos con éxito, deben abordarse
conjuntamente, en el marco de un nuevo marco general de carácter universal y
directamente pertinente para todos los países, reconociendo al mismo tiempo que
los diferentes países se ven afectados en distinta medida y que sus respuestas
y su contribución a los objetivos generales variarán. Aunque seguirá habiendo
muchos países que superen el nivel de pobreza extrema, es necesario dar
especial importancia a la lucha contra la pobreza para que esos avances sean
irreversibles. Las pautas insostenibles del actual desarrollo económico, con
sus repercusiones sobre el medio ambiente y los recursos naturales, aún están
determinadas en gran medida por los países desarrollados y, de forma creciente,
por las economías emergentes, mientras que los países menos desarrollados pagan
las consecuencias. La exclusión y la desigualdad sociales, el desempleo, la
precariedad laboral y la falta de protección social también inciden
directamente en la pobreza y el desarrollo sostenible. La Declaración del Milenio, que mantiene su relevancia, debería
servir de guía al elaborar el futuro marco. Basándose en el seguimiento de
Río+20, en la revisión de los ODM y en otros procesos internacionales
pertinentes, el futuro marco general debe trazar el camino para erradicar la
pobreza y conseguir la prosperidad y el bienestar para todos, centrándose en
los principales factores del crecimiento integrador y sostenible, dentro de los
límites del planeta. Por tanto, este marco debería reunir las tres dimensiones
del desarrollo sostenible: la económica, la social y la medioambiental.
Asimismo, debe incluir responsabilidades para todos los países. El objetivo subyacente de este nuevo
marco general debe ser ofrecer, antes de 2030, «una vida digna para todos».
Esta tarea debe abordar simultáneamente la necesidad de erradicar la pobreza y
la visión universal del desarrollo sostenible necesario para garantizar la
prosperidad de las generaciones actuales y futuras. En las secciones anteriores se describe
el modo en que los procesos interrelacionados a nivel de la ONU deben
proporcionar los ingredientes de un marco general común necesarios para
alcanzar el objetivo de una vida digna para todos. El resultado final debe
basarse en los resultados de las interacciones constructivas con todas las
partes interesadas y entre los socios internacionales. No obstante, la UE
considera que hay una serie de principios generales ya identificables que deben
resultar normalmente aceptables. 5.2. Principios de un marco
general post-2015 La Comisión propone que la UE procure
establecer los siguientes principios en los debates sobre el marco post-2015: 5.2.1. Ámbito de aplicación El marco debe tener aspiraciones y
cobertura universales, con objetivos para todos los Estados miembros,
aplicables a toda la humanidad, concentrándose en la erradicación de la pobreza
en todas sus dimensiones, donde quiera que se dé y fomentando la prosperidad y
el bienestar de todos las personas, dentro de los límites del planeta. ·
El marco debe integrar las tres dimensiones
del desarrollo sostenible (económica, social, y medioambiental), teniendo en
cuenta la experiencia adquirida en la revisión de los ODM, y basándose en los
trabajos de elaboración de ODS, con objeto de alcanzar la erradicación de la
pobreza y el desarrollo sostenible. Los objetivos deben constituir un nivel
mínimo de condiciones de vida, bajo el cual no debe haber nadie, a más tardar
en 2030, y orientar los avances hacia la prosperidad y el bienestar, dentro de
los límites del planeta. ·
El marco debe reconocer que la pobreza, la prosperidad
y el bienestar no pueden verse simplemente desde una perspectiva financiera,
sino que son multidimensionales y reflejan la capacidad de las personas para
crecer y desarrollarse. ·
El marco debe incluir, de forma integrada: ·
el desarrollo humano fundamental (que se base
en la actualización de los actuales ODM y refleje cuestiones como la protección
social); ·
los factores de un crecimiento y un desarrollo
sostenibles e integradores, necesarios para la transformación estructural de la
economía, para asegurar la creación de capacidades productivas y empleo, y la
transición hacia una economía verde integradora capaz de dar respuesta a los
desafíos climáticos; y ·
la gestión sostenible de los recursos
naturales. ·
Asimismo, el marco debe abordar los temas de la
justicia, la igualdad y la equidad, incluyendo las cuestiones relacionadas con
los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho, así como el
empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, aspectos vitales para la
integración y el desarrollo sostenible y valores importantes en sí mismos.
También debe abordar la paz y la seguridad, basándose en la labor realizada en
cuanto a los objetivos de consolidación de la paz y del Estado. 5.2.2. Naturaleza y número de
objetivos ·
Los objetivos deben ser limitados en número y
universalmente aplicables a todos los países y, al mismo tiempo, respetar los
distintos contextos. Para garantizar su apropiación y su pertinencia, los
objetivos deben adaptarse y ser operativos a nivel nacional. Debe prestarse
atención especial a las necesidades de los Estados frágiles. ·
Los objetivos deben elaborarse de forma que
tengan en cuenta las pruebas científicas y la investigación, y los objetivos y
los indicadores deben ser mensurables. 5.2.3. Transparencia, aplicación
y rendición de cuentas ·
La responsabilidad de alcanzar los resultados
perseguidos es, en primer lugar y ante todo, nacional. La movilización de todos
los recursos necesarios, tanto nacionales como internacionales, tanto privados
como públicos. La financiación y otros medios de aplicación deben abordarse de
manera global e integrada, ya que las fuentes potenciales para alcanzar
diversos objetivos mundiales son las mismas. ·
El marco debe desarrollarse y llevarse a la
práctica en estrecha colaboración con las partes interesadas de la sociedad
civil, incluido el sector privado. ·
Debe fijarse un calendario para comenzar a
actuar a todos los niveles, con objeto de alcanzar los objetivos. El plazo
podría ser el año 2050, con fines y objetivos para 2030. ·
El marco debe basarse en la responsabilidad
individual de cada país de adoptar medidas, unida a la cooperación entre todos
los países y las partes interesadas. Los objetivos deben ofrecer incentivos a
la cooperación y las asociaciones entre los gobiernos, la sociedad civil, el
sector privado y la comunidad internacional en general. Todos los países deben
contribuir en su justa medida a la consecución de los objetivos. Los objetivos
deben reforzar la rendición de cuentas. ·
El desarrollo del marco de referencia debe ir
acompañado de esfuerzos por mejorar la coherencia a nivel institucional. ·
La base estadística debe fortalecerse para
permitir la correcta supervisión de los avances. 5.2.4. Coherencia ·
El marco debe ser coherente con los fines y
objetivos acordados en aspectos como el cambio climático, la biodiversidad y
los mínimos de protección social. 5.3. Aplicación del marco:
apropiación por los países y rendición de cuentas La responsabilidad de aplicar el futuro
marco recae en cada país y en ella participan todas las partes interesadas
pertinentes, incluidos los agentes sociales. Los principales factores de
desarrollo son, en primer lugar y ante todo, de carácter nacional e incluyen,
especialmente, la gobernanza democrática, el Estado de Derecho, la estabilidad
de las instituciones políticas, políticas razonables, la transparencia de las
finanzas públicas y la lucha contra el fraude y la corrupción. La movilización
de los recursos internos, la regulación legal y fiscal y las instituciones de
apoyo al desarrollo del sector privado, la inversión, la creación de empleos
dignos y la competitividad de las exportaciones son elementos fundamentales
para hacer que el objetivo sea alcanzable para todos los países. En este
contexto, las reformas internas son decisivas para lograr un crecimiento
económico sostenible y hacer que funcione eficazmente en la erradicación de la
pobreza, la disminución de las desigualdades y la mejora del bienestar para
todos. Esto es válido para todos los países y a todos los niveles de
desarrollo. No obstante, la UE reconoce que algunos
países siguen necesitando ayuda, incluida la ayuda al desarrollo. En este
contexto, están surgiendo métodos más eficientes y eficaces de invertir la
ayuda al desarrollo, que garantizan su función como catalizador del desarrollo,
aumentando la inversión, entre otras cosas, mediante fuentes de financiación,
instrumentos y mecanismos innovadores, como las financiación mixta. Dicho
enfoque se adoptó en la Agenda Europea para el Cambio. La cooperación Sur-Sur
puede aportar contribuciones importantes al configurar los resultados del
desarrollo global. Los principios de la Alianza mundial para la cooperación
eficaz al desarrollo, creada en el Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la
Ayuda celebrado en Busan en 2011, deben ser de aplicación universal. Además de la ayuda, también es
importante, para la eliminación de la pobreza y el desarrollo sostenible, la
coherencia de la política de desarrollo. Por tanto, al elaborar el futuro
marco, debe prestarse especial atención al papel de estas políticas. Así, por
ejemplo, en muchos países en desarrollo, la renta disponible procedente del
comercio ha aumentado considerablemente y puede utilizarse para combatir la
pobreza. Esta tendencia deberá continuar en muchos países en desarrollo y es
especialmente importante en el África subsahariana. Para ser viable, el marco general debe ir
acompañado de un esfuerzo por garantizar que se movilizan y se aprovechan
eficazmente todos los recursos, y un compromiso por parte de todos los
países para adoptar un enfoque de conjunto de estos recursos así como políticas
coherentes y adecuadas. Los fines y objetivos contribuirán a estimular la
inversión en el sector privado. Todos los países deben informar de forma
abierta y transparente sobre los avances realizados en la consecución de los
objetivos. La UE debe promover un planteamiento
global e integrado de los medios de aplicación, incluyendo cuestiones de
financiación a escala mundial. Actualmente, aunque las fuentes potenciales de
financiación son las mismas, los debates sobre el cambio climático, la
biodiversidad, el desarrollo y el desarrollo sostenible se celebran en
distintos foros. Hay una clara necesidad de asegurar la coherencia y la
coordinación, y evitar la duplicación de esfuerzos con respecto a la financiación
del proceso de desarrollo. La Comisión tiene previsto presentar a mediados de
2013 una Comunicación proponiendo un enfoque integrado por parte de la UE de la
financiación y otros medios de la aplicación de los diversos procesos
mundiales. 6. Próximos pasos La UE debe participar plenamente en los
próximos procesos internacionales aportando contribuciones coherentes y
coordinadas en el seno de las Naciones Unidas y en otros foros pertinentes. A este respecto, la adopción de la
presente Comunicación debe ir seguida de un debate con el Consejo y el
Parlamento durante la primavera de 2013 para desarrollar un enfoque común de la
UE respecto a las próximas etapas de los actuales procesos. Dicho enfoque
deberá: ·
garantizar un seguimiento global de Río+20 y
guiar la posición de la UE en el grupo de trabajo abierto de la ONU sobre ODS,
que informará regularmente a la Asamblea General de las Naciones Unidas; y ·
contribuir a la preparación del acto especial
de la Asamblea General de la ONU sobre los ODM en otoño de 2013, incluido el
informe del Secretario General de la ONU y del Grupo de alto nivel sobre el
periodo post-2015, así como la primera reunión de dicho grupo. La UE debe apoyar los avances hacia un
marco global post-2015. El debate sobre las orientaciones arriba indicadas debe
permitir que la UE adopte una posición común sobre la mejor forma de hacer
converger los ODS y la revisión de los ODM e integrarlos en un único proceso
que facilite la elaboración de dicho marco general. A este respecto, la UE
también debe buscar activamente un diálogo constructivo con todos los socios y
las partes interesadas, a fin de construir una base común, incluido el diálogo
político con terceros países. ANEXO I Principales acciones actuales y
futuras en la UE y a nivel internacional que contribuyen a la aplicación de
Río+20 Zona || UE || Internacional Agua y saneamiento || Mejorar la eficiencia y la calidad mediante el Plan hídrico de la UE. || En consonancia con la Agenda Europea para el Cambio y los compromisos internacionales, fomentar la mejora del acceso al agua potable y las instalaciones de saneamiento, la mejora de la calidad del agua y la reducción de la contaminación; y facilitar el diálogo político para compartir los recursos hídricos y aplicar actividades hídricas a favor del crecimiento económico sostenible. Energía, cambio climático || Mejorar la eficiencia y la cuota de las energías renovables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante: - un paquete sobre clima y energía y una hoja de ruta sobre bajas emisiones de carbono para 2050; - política climática y energética para 2030; - Directiva sobre eficiencia energética; - propuestas legislativas en curso sobre emisiones de automóviles y furgonetas, y reducción de las emisiones de gases fluorados de efecto invernadero. || Promover las medidas climáticas internacionales mediante la Plataforma de Durban y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Asociación internacional en materia de atenuación e Iniciativas de Cooperación Internacional (ICI). IRENA: despliegue mundial de fuentes de energía renovables. GEEREF: Fondo Mundial para la Eficiencia Energética y las Energías Renovables. Alianza Mundial contra el Cambio Climático (AMCC). Iniciativa SE4ALL (Energía Sostenible para Todos). Fondo ACP-CE para la Energía y Programa de cooperación África-UE en el ámbito de las energías renovables (RECP). Biodiversidad, bosques, tierras || Estrategia de la UE sobre la biodiversidad hasta 2020, trabajos en materia de valoración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Plan de acción de la UE para los bosques; revisión de la estrategia forestal. Preparación de la Comunicación sobre las tierras como recurso. El Observatorio digital de las zonas protegidas como componente de la Red Mundial de Sistemas de Observación de la Tierra (GEOSS). || Plan Estratégico del CDB y sus 20 Metas de Aichi. Apoyo a las iniciativas TEEB (Economía de los ecosistemas y la biodiversidad) y WAVES (Contabilización y valoración de la riqueza de los servicios ecosistémicos). Aplicación del Programa Temático para el Medio Ambiente y la Gestión Sostenible de los Recursos Naturales (ENRTP). Ampliación y aplicación de la iniciativa FLEGT (aplicación de normativas forestales, gobernanza y comercio) y contribución al Programa. ONU‑REDD+. Posibilidad de un Protocolo con arreglo a la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), declarando a la UE parte afectada. Alianza Mundial para el Suelo (con la FAO). Elaboración de un Nuevo Atlas Mundial de la Desertificación con el PNUMA. Océanos || Marco estratégico marino; política marítima integrada, desechos marinos y residuos plásticos. Política pesquera común: rendimiento máximo sostenible, planes de gestión basados en la ciencia, descartes. Observación y modelización de ecosistemas costeros y marinos. || Convenios marinos regionales. Acuerdo de aplicación de la CNUDM para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en zonas fuera de las jurisdicciones nacionales. Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Seguimiento del Compromiso de Honolulu sobre desechos marinos. Residuos, sustancias químicas || Hoja de ruta del uso eficaz de los recursos y legislación de la UE en materia de residuos, aplicación de REACH. || Difusión de políticas internacionales en materia de residuos: iniciativas RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) y RoHs (restricción del uso de determinadas sustancias peligrosas). Aplicación de las convenciones de Basilea, Estocolmo y Roterdam, y del Enfoque estratégico para la gestión de los productos químicos a nivel internacional (SAICM). Alimentos, nutrición y agricultura || Preparación de la Comunicación sobre alimentos sostenibles. Aplicación de la Directiva sobre los mercados de instrumentos financieros (MIFID) y la Directiva sobre el abuso de mercado. Propuestas sobre la reforma de la política agrícola común, incluyendo la promoción de la producción agrícola sostenible y abordando la capacidad de producción y el cambio climático. Asociación europea para la innovación «Productividad y la sostenibilidad de la agricultura». Etiquetado de alimentos ecológicos. || Contribución al Sistema de Información sobre el Mercado Agrícola (SIMA). Aplicación de las iniciativas MARS (Seguimiento de la Agricultura mediante Teledetección) y GEO-GLAM. Aplicación de directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de las tierras, la pesca y los bosques. Instrumento del programa temático sobre seguridad alimentaria de la UE. Ejecución del futuro programa de impulso de la seguridad alimentaria y nutricional mediante acciones de la UE: cumplir nuestros compromisos. Preparación de la Comunicación sobre nutrición. Preparación del Plan de acción sobre la resiliencia. Movimiento SUN (refuerzo de la nutrición) Nueva Alianza por la seguridad alimentaria y nutricional. Aplicación del Convenio sobre Asistencia Alimentaria. Impuestos, subvenciones || Aplicación de las acciones pertinentes de la Hoja de ruta del uso eficaz de los recursos. || Seguimiento de la reforma de las subvenciones a través del G20. Industrias limpias y contabilidad del ciclo de vida || Aplicación de la Política Industrial de la UE para 2020: tecnologías limpias y bioeconomía. Preparación de la Comunicación sobre el mercado único de productos ecológicos. Base de datos europea sobre el ciclo de vida. || Red internacional de datos sobre el ciclo de vida. Consumo y producción sostenibles y contratación pública ecológica || Revisión de la Directiva sobre contratación pública, incluida la contratación pública ecológica. Aprobación de la Ley europea de accesibilidad || Contribución a la iniciativa del PNUMA de contratación pública sostenible. Contribución a la aplicación del Programa marco decenal sobre consumo y producción sostenibles. Resiliencia || || Aplicación de la Comunicación «El planteamiento de la UE sobre la resiliencia: Aprender de las crisis alimentarias» y del futuro Plan de acción. Aplicar las iniciativas SHARE y AGIR. Fomento de la resiliencia en los foros internacionales y como tema en las asociaciones con organizaciones como la FAO, el FIDA y el PMA, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), el Banco Mundial y las organizaciones de la sociedad civil. Gestión del riesgo de catástrofes || Aplicación del marco de la UE de prevención de catástrofes. Integración de la gestión del riesgo (prevención, preparación y respuesta) y evaluación del riesgo de catástrofes en la planificación de la UE y de los Estados miembros. Sistema de sensibilización en materia de inundaciones, Observatorio Europeo de las Sequías. Fomento de la protección contra las catástrofes en los instrumentos de financiación de la UE. || Aplicación del Marco de Acción de Hyogo y elaboración de un marco de seguimiento para la reducción del riesgo de catástrofes después de 2015. Concentración en las prioridades principales descritas en el plan de aplicación de la UE para la reducción del riesgo de catástrofes. Apoyo a iniciativas internacionales, como el Mecanismo Mundial de Reducción y Recuperación de Catástrofes (GFRRD en sus siglas en inglés). || || Ciudades, turismo y transporte || Refuerzo de la sostenibilidad de las ciudades de la UE como parte del séptimo PAM. Aplicación de las medidas de promoción del turismo sostenible y accesible. Seguridad vial de la UE, Directiva sobre combustibles limpios, fomento del transporte asequible y sostenible. || Fomento de las ciudades sostenibles, resilientes y accesibles. Empleo pleno y productivo y trabajo digno || Europa 2020: Directrices de empleo, informes conjuntos sobre el empleo, programas nacionales de reforma, paquete de empleo juvenil y estudio de la evolución del empleo y de la situación social en Europa. || Fomento de las normativas laborales internacionales, a través de las organizaciones internacionales (especialmente, la OIT), en las relaciones bilaterales de la UE, y mediante las políticas de desarrollo y comercio. Seguimiento de las Resoluciones de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2012 y de la estrategia del G20 sobre empleo juvenil. Aplicación del programa temático «Invertir en las personas»; sinergias con los programas temáticos pertinentes de la UE como «Agentes no estatales en el desarrollo», la migración y el asilo, y la democratización y los derechos humanos. Protección social, integración social y lucha contra la pobreza || Fomento de la reducción de la pobreza, la exclusión social y políticas sociales más eficaces a través de Europa 2020. Ayuda a las reformas estructurales de los Estados miembros a través del Paquete sobre inversión social. La Plataforma Europea contra la Pobreza y la Exclusión Social: Un marco europeo para la cohesión social y territorial. La Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020. || Fomento de la protección social, incluidos los mínimos de protección social y recomendaciones de aplicación adoptadas por la OIT en línea con los planes y las políticas de los países asociados. Mantenimiento del apoyo a la protección social, incluidos, en su caso, los mínimos de protección social en las relaciones bilaterales con los países socios, en los foros internacionales (OIT, OCDE, G20 y ASEM). Aplicación de las medidas de la Comunicación sobre la protección social en la cooperación para el desarrollo de la Unión Europea. Integración de los derechos del niño y los derechos de los pueblos indígenas, de la integración social y de los derechos de las personas con discapacidad en los políticas desarrolladas en la UE. Aplicación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. Responsabilidad social de las empresas || Aplicación de las medidas sobre la responsabilidad social de las empresas. || Contribución a los documentos de orientación internacional en materia de responsabilidad social de las empresas destinados a las empresas y las pymes (incluidas la OIT y la OCDE) y a las directrices de las Naciones Unidas. Salud || Estrategia sanitaria de la UE. Indicadores sanitarios europeos. Comunicación sobre la lucha contra el VIH/SIDA en la Unión Europea y los países de su entorno. || Aplicación de la Comunicación «El papel de la UE en la salud mundial». Refuerzo de los sistemas sanitarios, mejora de la seguridad sanitaria y coherencia política mediante instrumentos geográficos y programas temáticos para lograr mejores resultados sanitarios y reducir las desigualdades en materia sanitaria. Apoyo al Fondo mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y el paludismo, la Alianza GAVI y el Programa Mundial para Mejorar la Seguridad del Abastecimiento de Productos de Salud Reproductiva. Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Asistencia Sanitaria. Desarrollo de indicadores de bienestar como parte de la estrategia sanitaria 2020. Educación || Marco estratégico para la cooperación europea en materia de educación y formación. La educación y la formación en la aplicación de la estrategia Europa 2020. Cooperación europea en materia de educación para el siglo XXI. || Fomento de la educación de calidad para todos mediante los programas geográficos y temáticos de la Comisión. Aplicación de los programas de cooperación internacional de la Comisión en materia de educación y formación de tercer grado. Apoyo a iniciativas mundiales como la Asociación Mundial por la Educación y a foros políticos como la Asociación para el Desarrollo de la Educación en África. Igualdad de genero y empoderamiento de la mujer || Integración de la igualdad de género y los derechos de la mujer mediante el Plan de Acción de la UE para la Igualdad de Género 2010-2015. Seguimiento de la Plataforma de acción de Pekín. || Integración de la igualdad de género y del empoderamiento de la mujer en las políticas de desarrollo de la UE; aplicación del Plan de Acción de la UE para la Igualdad de Género 2010-2015; contribución al programa de la ONU de fomento de la rendición de cuentas en la financiación de la igualdad de género. Aplicación de las medidas en favor del empoderamiento económico de la mujer mediante el Programa «Invertir en las personas». Aplicación de las medidas de la Comunicación sobre la protección social en la cooperación para el desarrollo de la Unión Europea. Justicia, derechos humanos, libertades fundamentales, democracia, buena gobernanza y Estado de Derecho || Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Aplicación del Convenio de Aarhus. || Medidas de aplicación fijadas en las Comunicaciones: el apoyo de la UE a un cambio sostenible en las sociedades en transición; Aumentar el impacto de la política de desarrollo de la UE; el Marco Estratégico y el Plan de Acción sobre Derechos Humanos y Democracia de la UE. Aplicación del Programa del Instrumento de Cooperación para el Desarrollo de la UE «Participación de los agentes no estatales y las autoridades locales en el desarrollo». Fomento de la aplicación del Convenio de Aarhus en las entidades financieras, la cooperación al desarrollo y los acuerdos comerciales. Ciencia, tecnología, investigación e innovación || Aplicación de la iniciativa Horizonte 2020 apoyando a la investigación en ámbitos como el agua, la energía, la agricultura, el transporte, el medio ambiente y las ciencias sociales. El desarrollo sostenible constituirá un objetivo general de Horizonte 2020 con al menos un 60 % del presupuesto total dedicado a este tema. Aplicación de la estrategia «Unión por la innovación» y del Plan de Acción para la Innovación Ecológica de la UE para 2020. || Mejora de la cooperación internacional de la UE en materia de investigación e innovación. Contribución a la Red Mundial de Sistemas de Observación de la Tierra (GEOSS) Investigación en el marco del Programa Temático de Seguridad Alimentaria (2011-2013) y de la asociación África-UE. Estadística || Desarrollo de indicadores del PIB y más allá del mismo, asesoramiento sobre estadísticas para el marco general. || Cooperación con organizaciones internacionales y terceros países, al amparo de las Naciones Unidas, para mejorar la medición de los avances y asegurar la comparabilidad. Comercio || || Negociación y aplicación de las disposiciones sobre comercio y desarrollo sostenible en los acuerdos comerciales; fomento de la eliminación de los aranceles y las barreras no arancelarias sobre los bienes y los servicios medioambientales a todos los niveles. Mantenimiento del apoyo a la iniciativa «Todo menos armas». Mantenimiento del apoyo a la estrategia europea de Ayuda al Comercio. ANEXO II Consulta pública La Comisión realizó en el verano de 2012
una consulta pública[6]
a la que respondieron en torno a 120 organizaciones y particulares
representantes de organismos públicos y la sociedad civil, el sector privado y
el mundo académico. La consulta puso de manifiesto un consenso en torno a que
los ODM han servido para aunar los esfuerzos de múltiples y diversos agentes
por lograr los mismos objetivos de desarrollo; a que han contribuido a
sensibilizar a la opinión pública, aumentar la voluntad política y movilizar
recursos para erradicar la pobreza; y a que han sido potentes instrumentos de
supervisión. Con perspectiva, cabe señalar algunos
puntos de vista comunes sobre las futuras prioridades: ·
Concentrarse en la pobreza dentro de una
visión más amplia y más de conjunto del desarrollo sostenible. ·
Integrar las tres dimensiones del desarrollo
sostenible (económica, social y medioambiental). ·
Garantizar que el proceso de desarrollo del
marco post-2015 es integrador, con una participación sólida de los países
pobres y la sociedad civil. ·
Diseñar un marco universal, pertinente para
todos los países y con responsabilidades para todos. ·
Fomentar los factores de crecimiento económico
y creación de empleo, incluido el diálogo con el sector privado. ·
Mejorar la financiación del desarrollo y la
coherencia de la política de desarrollo. Además, la
Comisión realizó en octubre de 2012 una consulta pública[7] sobre el
seguimiento de Río+20. El Comité Económico y Social Europeo (CESE) respaldó las
respuestas mediante una serie de diálogos estructurados. La consulta pública
recibió más de 125 respuestas de personas, organismos públicos, empresas y
asociaciones empresariales, ONG, sindicatos y grupos de defensa de los
consumidores. Partiendo de esta base, se ha tenido en cuenta una serie
de sugerencias. Numerosas respuestas destacaron las cuestiones relacionadas con
la economía verde integradora, señalando, en particular, la necesidad de
indicadores que miren más allá del PIB, mientras que otras señalaron la
necesidad de crear un entorno favorable a las empresas, suprimir las subvenciones
perjudiciales para el medio ambiente e introducir impuestos medioambientales. Los ámbitos
para posibles ODS mencionados por los encuestados incluyeron la eficiencia en
el uso de los recursos y la eficiencia energética, los residuos y los productos
químicos, la biodiversidad, el consumo y la producción sostenibles, el agua y
el saneamiento, la protección de los océanos y la pesca, el transporte
sostenible, la agricultura sostenible, la igualdad de género, la erradicación
de la pobreza, el cambio climático y la adaptación al mismo, la sanidad y la
seguridad alimentaria. Asimismo, los encuestados subrayaron la importancia de
contar con objetivos claros y a largo plazo utilizando los objetivos y los
acuerdos actuales. En cuanto a la relación entre ODS y ODM, se produjo un
consenso en cuanto a la necesidad de crear un marco de desarrollo post-2015 que
cubra a ambos. La consulta también se extendió a través
de las delegaciones de la UE en terceros países, lo que produjo más de
cincuenta respuestas procedentes de los mismos. La mayoría de los países indica
la necesidad de unificar de forma coherente y coordinada los ODM y los ODS. Otras consultas relacionadas incluyen las
realizadas para la Hoja de ruta del uso eficaz de los recursos y la consulta
sobre el Séptimo programa de acción medioambiental. La
Comisión entabló un amplio diálogo con la sociedad civil que ha incluido una
consulta pública previa a Río+20. La sociedad civil también realizó importantes
aportaciones durante la propia Conferencia. [1] Los países menos desarrollados reúnen más de 880
millones de personas (aproximadamente el 12 % de la población mundial),
pero representan menos del 2 % del PIB mundial. [2] COM(2011) 637 final. [3] 2006/C 46/01. [4] Así, por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía
calcula que, para ofrecer servicios energéticos sostenibles para todos en 2030,
deberían invertirse aproximadamente 30 000 millones EUR al año añadidos a
la situación normal prevista. La FAO calcula que para lograr un mundo sin
hambre en el año 2025, se necesitaría un gasto público adicional de más de
50 000 millones EUR al año en agricultura y redes de seguridad. [5] COM(2012)586: El planteamiento de la UE sobre la
resiliencia: aprender de las crisis alimentarias. [6] http://ec.europa.eu/europeaid/how/public-consultations/towards_post-2015-development-framework_en.htm [7] http://ec.europa.eu/environment/consultations/rio20_en.htm