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Document 51998IE1163
Opinion of the Economic and Social Committee on the 'Socio-economic situation in Chile and its relations with Mercosur and the EU'
Dictamen del Comité Económico y Social sobre «La situación socioeconómica en Chile y sus relaciones con el Mercosur y la UE»
Dictamen del Comité Económico y Social sobre «La situación socioeconómica en Chile y sus relaciones con el Mercosur y la UE»
DO C 407 de 28.12.1998, p. 247
(ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)
Dictamen del Comité Económico y Social sobre «La situación socioeconómica en Chile y sus relaciones con el Mercosur y la UE»
Diario Oficial n° C 407 de 28/12/1998 p. 0247
Dictamen del Comité Económico y Social sobre «La situación socioeconómica en Chile y sus relaciones con el Mercosur y la UE» (98/C 407/44) El 29 de enero de 1998, de conformidad con el apartado 3 del artículo 23 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social decidió elaborar un dictamen sobre «La situación socioeconómica en Chile y sus relaciones con el Mercosur y la UE». La Sección de Relaciones Exteriores, Política Comercial y Desarrollo, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 23 de julio de 1998 (ponente: Sr. Giacomo Regaldo). En su 357° Pleno de los días 9 y 10 de septiembre de 1998 (sesión del 9 de septiembre), el Comité Económico y Social ha aprobado por unanimidad el presente Dictamen. 1. Justificación 1.1. El Comité Económico y Social ha tomado nota de que la Comisión Europea ha presentado al Consejo, en julio de 1998, las directrices para un mandato de negociación con Chile y el Mercado Común del Sur (Mercosur) sobre futuros Acuerdos de Asociación Política y Económica, que podrían suscribirse en el próximo milenio. 1.2. El Comité recuerda que, con el inicio de estas negociaciones, las relaciones UE-Mercosur y UE-Chile entrarían en una segunda etapa, tras la firma de los Acuerdos Marco de Cooperación, el 15 de diciembre de 1995 con el Mercosur y el 21 de junio de 1996 con Chile, cuyo objetivo fue la preparación de una asociación entre las partes. Los nuevos acuerdos incluirán la intensificación del diálogo político-institucional y la liberalización progresiva y recíproca del comercio, conforme a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). 1.3. El Comité reconoce los progresos realizados en el diálogo comercial recíproco. En la Reunión Ministerial trilateral UE-Mercosur-Chile, celebrada el 12 de febrero de 1998 en Panamá, las partes acogieron favorablemente los trabajos emprendidos para concluir la «fotografía» de las relaciones comerciales. Con base en estos resultados, los Ministros reiteraron su compromiso de establecer Acuerdos de Asociación Política y Económica. Asimismo, tomaron nota de la decisión sobre la participación de Chile en la estructura institucional del Mercosur. En la posterior reunión de las dos subcomisiones de comercio UE-Chile y UE-Mercosur, el 14 de mayo de 1998 en Bruselas, las partes pusieron fin a la «fotografía» de las relaciones comerciales y dieron luz verde para presentar el mandato de negociación de los futuros acuerdos. 1.4. Por su parte, el Comité ha dado seguimiento a este proceso de acercamiento mutuo y ha incrementado sus relaciones con Chile y el Mercosur. El 3 de octubre de 1995, en el contexto de la inminente firma del Acuerdo Marco de Cooperación Interregional (AMIC) ente la UE y el Mercosur, el Comité aprobó un Dictamen sobre la Comunicación de la Comisión Europea «La Comunidad Europea y el Mercosur: una política intensificada». 1.5. Dos años después, del 15 al 19 de diciembre de 1997, una delegación del CES realizó un viaje oficial a Uruguay y Chile. En esta ocasión, el Comité firmó un «Memorándum de Entendimiento para la Cooperación Institucional» con el Foro Consultivo Económico y Social (FCES) del Mercosur, a fin de establecer un intercambio regular de información y consultas e iniciar un diálogo sobre las relaciones entre la UE y el Mercosur. Estos contactos interinstitucionales se consolidaron durante una segunda visita de la Delegación del CES al Mercosur y Chile, del 4 al 7 de mayo de 1998, en la cual participó en una reunión del FCES y se entrevistó con representantes de diversos organismos chilenos. Teniendo en cuenta la participación de Chile en las reuniones de la estructura institucional del Mercosur, la cooperación entre el Comité y el FCES podría extenderse en el futuro a representantes socioeconómicos de este país. 2. Objetivo 2.1. En este proyecto de Dictamen se examinan las relaciones trilaterales entre la UE, Chile y el Mercosur. En particular, se analiza la situación actual en Chile, así como sus vínculos con el Mercosur y la UE, teniendo en cuenta las próximas negociaciones sobre la firma de Acuerdos de Asociación de carácter político y económico entre la UE y cada uno de los socios. 2.2. Para evaluar esta nueva iniciativa de la Comisión Europea hacia Chile y el Mercosur y formular la opinión del Comité Económico y Social al respecto, el documento evaluará cuatro aspectos: - la situación actual de Chile, - el proceso de acercamiento entre Chile y el Mercosur, - las relaciones entre Chile y la UE, y - los futuros acuerdos de asociación de la UE con Chile y el Mercosur. 3. La situación actual de Chile 3.1. Tanto por su trayectoria política como por su modelo económico, Chile representa una excepción en América Latina. Aunque el país inició hace diez años el camino hacia la transición democrática, todavía persisten una serie de normas establecidas en la Constitución de 1980 -aprobada durante el régimen militar-, que limitan el pleno ejercicio de la democracia (véase anexo 1). Sin embargo en la situación de transición democrática, el actual Gobierno de Eduardo Frei se ha propuesto avanzar hacia el perfeccionamiento de la democracia. 3.2. En el ámbito económico, Chile realizó bajo el régimen autoritario del general Augusto Pinochet (1973-1990) un drástico proceso de reformas estructurales, que incluyó la privatización de empresas públicas, la apertura comercial unilateral, la reducción del aparato estatal y recortes en el gasto social. El hecho de que Chile iniciara el ajuste económico en una fecha relativamente temprana y bajo un gobierno autoritario contrasta con la experiencia de otros países latinoamericanos, en los cuales la apertura económica fue posterior a la restauración democrática. Chile cuenta hoy con una situación económica favorable, que amplía el margen de los gobiernos democráticos para reformar la agenda social y reducir la pobreza. 3.3. Actualmente, el país tiene una de las economías mejor gestionadas y más liberalizadas de América Latina y es considerado, dentro y fuera de la región, como un exitoso modelo de desarrollo. Desde hace 14 años, la economía chilena ha experimentado un crecimiento anual sostenido, que se situó entre 1990 y 1997 en un promedio anual superior al 7 %, casi el doble que a nivel regional. Además, Chile cuenta con una de las tasas más altas de ahorro nacional e inversión de América Latina (un 21,4 % y un 27 % del PIB en 1997, respectivamente), registra un ligero superávit del sector público y bajos índices de inflación. 3.4. Sin embargo, en los últimos años surgieron algunos obstáculos, que han alimentado dudas sobre la sostenibilidad del modelo chileno a largo plazo. Chile es uno de los países latinoamericanos más afectado por la reciente crisis financiera en Asia, dado que esta región es su principal mercado, que representó en 1997 un 32,7 % del total de las exportaciones chilenas. Según estimaciones preliminares, en los primeros tres meses de 1998, las exportaciones chilenas a Asia disminuyeron en un 25 %, comparado con el mismo período del año anterior. Entre octubre de 1997 y abril de 1998, el peso chileno perdió un 9,5 % de su valor, lo cual es positivo para sus exportaciones, pero podría incrementar la tasa de inflación (de un 6 % en 1997). Asimismo, en los dos últimos años se ha desacelerado el ritmo del crecimiento: entre 1995 y 1997, el incremento del PIB chileno se ha reducido del 8,5 % al 7,1 %, y los pronósticos del Banco Central prevén un máximo del 5,5 % para 1998. 3.5. La desaceleración del crecimiento responde principalmente a un déficit en el sector exterior. Desde el inicio de las reformas estructurales en 1975, la economía chilena se ha orientado al sector exportador, que representa cerca del 30 % de su PIB (frente al 24 % en México y al 15 % en Argentina) y es considerado el «motor» del crecimiento. Chile es el primer exportador mundial de cobre, que participó en 1997 con el 42,3 % en el total de sus ventas al exterior, seguido por madera, fruta, productos pesqueros y manufacturados. La caída del precio mundial del cobre y una creciente demanda de importaciones provocaron en 1997 un déficit comercial de 1 300 millones de dólares que, según estimaciones preliminares, podría llegar en 1998 a 2 ó 3 000 millones, principalmente debido a la reducción de las exportaciones a Asia. 3.6. Este balance negativo ha generado un creciente déficit por cuenta corriente que, según el Banco Central, representó en 1997 un 6 % del PIB. Aunque Chile cuenta con amplias reservas de divisas (unos 18 000 millones de dólares) y puede financiar el déficit con el alto nivel de ahorro e inversión externa, a largo plazo habría que reducir la todavía considerable dependencia de las exportaciones tradicionales y la consiguiente vulnerabilidad ante las fluctuaciones en la economía internacional. En este contexto, el Presidente Frei ha anunciado que, a fin de entrar en la «segunda etapa de exportaciones», su gobierno fomentará la diversificación de las exportaciones y la venta de productos de alto valor añadido. 3.7. En este sentido, la futura política económica del Gobierno chileno también debería tener en cuenta el enorme peso de las pequeñas y medianas empresas (PYME) en la economía chilena, que representan el 98,5 % del sector privado nacional y que empiezan a tener una creciente participación en el sector exportador. Asimismo, según estimaciones de la Confederación de la Mediana y Pequeña Industria y el Artesanado (CONUPIA), las PYME emplean cerca del 79,8 % de la fuerza de trabajo del país. Pese a la destacada importancia de este sector, hasta el momento no se ha implementado una estrategia específica dirigida a la promoción y el apoyo de las PYME, cuyo peso real en la economía no se corresponde aparentemente con su participación en el proceso de toma de decisiones. 3.8. Siguiendo una estrategia de regionalismo abierto, Chile ha diversificado sus relaciones comerciales entre varios países y bloques económicos. En el hemisferio americano, el país ha firmado acuerdos de libre comercio con Canadá, Colombia, Ecuador, el Mercosur, México, Perú y Venezuela. En 1997, sus exportaciones se dirigieron a cuatro mercados principales: Asia-Pacífico fue con un 32,7 % el primer destinatario, seguido por la UE con el 25,9 %, América Latina con el 19,3 %, y Estados Unidos con un 16,1 %. Sus principales suministradores son América Latina (26 %), Estados Unidos (23 %) y la UE (20,8 %). Chile es el único país latinoamericano con un acceso privilegiado a al área Asia-Pacífico: los países de ésta -Japón, Corea del Sur, Hong Kong, Indonesia y Taiwán- constituyen desde 1993 su mercado principal y Chile participa en algunos de sus foros políticos y comerciales, como la APEC (Asian-Pacific Economic Cooperation). 3.9. Por otra parte, Chile es un de los más importantes destinos de inversión extranjera directa (IED) en América Latina. Según cifras del Banco Central, en 1996 el país recibió flujos de IED por un valor de 3 561 millones de dólares y en 1997, de 3 467 millones de dólares. Los principales inversores de Chile son Estados Unidos, los Estados miembros de la UE y Canadá (que dirige su IED en América Latina principalmente a este país). Según el Comité de Inversiones Extranjeras, el flujo total de la inversión neta en Chile se incrementó en 1997 en un 26,6 % respecto al año anterior, debido al auge de IED desde el Reino Unido, España y Japón. La dimensión social 3.10. La estabilidad macroeconómica de Chile contrasta con una marcada desigualdad social. Dos décadas de reformas estructurales, incluyendo una apertura unilateral de la economía y un ambicioso programa de privatizaciones, han tenido un elevado coste para el bienestar social. Aunque los gobiernos democráticos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei han logrado disminuir los niveles de pobreza del 38,6 % en 1990 al 23,2 % en 1996, el número de pobres sigue siendo más alto que en 1970. El bajo índice de los salarios -que apenas ha superado el nivel existente durante el régimen militar cuando fueron reducidos drásticamente- y la concentración de la riqueza son las principales causas de este déficit social. Chile, junto con Brasil y Guatemala, tiene la distribución de ingresos más desigual de América Latina. Según datos del Banco Mundial para 1996, el 20 % de los chilenos más ricos concentran el 61 % de los ingresos nacionales, mientras que el 20 % de los más pobres se reparten sólo un 3,5 %. 3.11. Sin embargo, Chile señala indicadores sociales superiores al promedio latinoamericano. Según el Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas para 1997, Chile ocupa el primer rango en América Latina y el 30° lugar entre 175 países. Con arreglo a los datos del Banco Central, cuenta con una tasa de alfabetización del 95,4 %, un nivel de escolarización primaria del 96 % y una esperanza de vida de 75 años. Comparado con el promedio del Mercosur, la situación social de Chile es más favorable: la tasa de alfabetización y escolarización es más alta, el índice de desempleo menor (un 6,1 % en 1997) y la cobertura de seguridad social mayor (un 79 %). 3.12. Este balance favorable es el resultado de una activa política social durante los gobiernos democráticos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei. Desde 1990, el gasto social se ha incrementado en un 24,2 % y representó en 1996 un 67 % del presupuesto total del Estado. La mayor parte del gasto social corresponde al sistema de seguridad social (44 %), seguida por la educación (27,4 %) y la salud (un 10 %). Para seguir profundizando en estos cambios, el Presidente Eduardo Frei presentó en marzo de 1998 un «Plan Social» que pretende dar prioridad a tres áreas: inversión en capital humano, salud y vivienda. 3.13. Posteriormente, se ha logrado un primer avance en el ámbito laboral, que podría facilitar también la apertura de un diálogo social tripartito. El 6 de mayo de 1998, el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) llegaron a un acuerdo trianual sobre el aumento del salario mínimo, que afecta a un 9 % de la población económicamente activa. A partir del 1 de junio de 1998, el salario mínimo subirá de 71 400 pesos mensuales a 80 500 pesos (12,75 %), en 1999 alcanzará 90 500 pesos (12,4 %) y llegara en el año 2000 a 100 000 pesos mensuales (10,4 %). El CES acoge con gran satisfacción este acuerdo, que en su opinión representa no sólo un primer paso hacia una mayor igualdad social, sino también un importante progreso en el marco del diálogo social. Los condicionantes políticos 3.14. La dimensión social y la reforma de la Constitución de 1980 son los temas claves del debate político actual en Chile previo a las elecciones presidenciales, que se celebrarán el 11 de diciembre de 1999. En este contexto, la disminución de votos para el Partido Demócrata Cristiano (PDC) en las elecciones legislativas del 11 de diciembre de 1997 fue atribuida principalmente al desgaste de ocho años de gobierno demócrata cristiano y a las persistentes desigualdades sociales. Respondiendo a estos desafíos, en su discurso del 21 de mayo, el Presidente Frei estableció tres prioridades hasta el fin de su mandato en el 2000: el crecimiento sostenido de la economía, la modernización de las instituciones y la reforma educativa. 3.15. La aplicación de políticas sociales de mayor alcance, dirigidas a la redistribución de los ingresos o a modernizar la legislación laboral de 1979 -que desarticuló al antes influyente movimiento sindical-, depende también de cambios en el sistema político. Aunque el Gobierno ha propuesto en varias ocasiones reformar las «leyes de amarre» de la Constitución -entre ellas la de los senadores designados-, y ha presentado un proyecto de Ley laboral, estas iniciativas no han sido aprobadas por el Senado, donde los partidos de oposición, junto a algunos senadores designados y vitalicios, tienen la mayoría. Tanto estas reformas pendientes como la toma de posesión del ex comandante del Ejército, Augusto Pinochet, como senador vitalicio, el 11 de marzo de 1998, han reabierto el debate en la sociedad chilena sobre la aún no concluida transición democrática. En su reciente discurso a la nación, el Presidente Eduardo Frei resaltó la necesidad de avanzar hacia la democratización de las instituciones y propuso ampliar los mecanismos constitucionales para convocar un referéndum popular sobre estas cuestiones. 3.16. Teniendo en cuenta la situación actual de Chile, el CES considera positiva esta última propuesta del Gobierno y manifiesta su apoyo al proceso de consolidación de la democracia en el país, a la vez que opina que sería deseable eliminar todos los obstáculos que impidan la profundización institucional del sistema democrático. En su opinión, la plena normalización democrática en Chile es también una condición previa para alcanzar una mayor igualdad social. En este sentido, el Comité destaca la importancia de realizar reformas de mayor alcance en el ámbito social, con especial énfasis en el sector laboral, la educación y la salud. 3.17. Además, el CES considera que las políticas de redistribución y de una mayor justicia social son claves para el mantenimiento del «modelo chileno» a largo plazo, e insta al Gobierno, a los sindicatos y empresarios a establecer un diálogo social permanente y autónomo. En este sentido, opina que la creación del Foro de Desarrollo Productivo por parte del Gobierno, donde están representados los principales sectores de la sociedad civil chilena, constituye un primer paso en esta dirección, al igual que el reciente acuerdo sobre los salarios mínimos. Por otra parte, recuerda que Chile es miembro de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y ha suscrito sus Convenios básicos -aunque todavía no los ha ratificado-, que incluyen, entre otros aspectos, la plena libertad sindical, la prohibición del trabajo infantil y el respeto de los derechos humanos. 4. El proceso de acercamiento entre Chile y el Mercosur 4.1. Chile ha intensificado sus relaciones con el Mercosur. Junto con Bolivia es miembro asociado del grupo y en la XIII Cumbre Presidencial del Mercosur, el 14 y 15 de diciembre de 1997 en Montevideo, se dio luz verde a la participación de Chile en la estructura institucional del bloque, excepto en temas relacionados con la unión aduanera. Con ello se ha reforzado la alianza política entre el Mercosur y Chile. Este proceso se inició con el consenso entre el Mercosur y sus dos países asociados para adoptar una posición común en las negociaciones sobre la futura Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que tuvieron lugar en la II Cumbre de las Américas, el 18 y 19 de abril de 1998 en Santiago de Chile. 4.2. Por otra parte, el acercamiento político entre las partes ha abierto también la posibilidad de que Chile participe a largo plazo en la «política social» del Mercosur. Al estar presente en la estructura institucional del Mercosur, es posible que Chile se incorpore en el futuro al FCES, como observador o miembro de pleno derecho. Asimismo, podría adherirse también al «Acuerdo Multilateral de Seguridad Social del Mercosur», adoptado en su XIIIa Cumbre, que reconoce los derechos a la seguridad social de los trabajadores que presten servicios en sus Estados miembros y otros países que suscriban el Acuerdo. 4.3. Chile y el Mercosur firmaron el 21 de junio de 1996 un Acuerdo de Complementación Económica, que prevé la creación de una zona de libre comercio en diez años -de la que se exceptúan algunos «productos delicados»- y un mecanismo regular de consultas. Asimismo, Chile participará en los proyectos de integración física del Mercosur. De momento, Chile no se ha incorporado a la unión aduanera, debido a la incompatibilidad de los sistemas arancelarios. Mientras que el Mercosur ha definido aranceles entre el 0 % y el 23 % (tras el reciente aumento del 3 %) para las importaciones del exterior, Chile tiene un arancel externo unificado mucho más bajo del 11 %, que probablemente será reducido a partir de 1999. Aunque éste es el mayor obstáculo a su adhesión al Mercosur, también existen algunas dificultades en el sector agrícola. Si bien Chile cuenta con un sector agrícola moderno y eficaz, los costes de producción para leche, carne, trigo, maíz y arroz son más elevados que en el Mercosur, por lo que se han definido períodos de transición más largos para estos productos. 4.4. Aun cuando el grado de interdependencia comercial es relativamente bajo, el Mercosur es el principal socio económico de Chile en América Latina. En 1997, Chile dirigió un 10,9 % de sus ventas al Mercosur, que experimentaron un crecimiento anual de más del 15,6 % desde 1992. Asimismo, el Mercosur es un importante suministrador de Chile, que aportó en 1997 un 17 % de sus importaciones totales. Por otra parte, con casi el 80 %, el Mercosur -y entre sus Estados miembros Argentina- es el principal destino de las IED de Chile. Según cifras de la CEPAL, con un total de 3 000 millones de dólares en 1997, Chile fue el primer inversor en América Latina, siendo Argentina (40,4 %) el principal destino de sus flujos de IED hacia la región. 4.5. La asociación entre Chile y el Mercosur presenta ventajas comparativas para ambas partes. Para los países miembros del Mercosur, Chile es un socio estable con una economía consolidada y abierta, que ofrece nuevas oportunidades de cooperación, comercio e inversión. Asimismo, constituye un puente hacia el mercado de Asia-Pacífico y aumenta el prestigio del bloque en foros regionales e internacionales. Desde el punto de vista de Chile, el Mercosur es su primer mercado y destino de inversión en América Latina, al que exporta un alto porcentaje de productos manufacturados -un 34 % frente a un promedio del 12 %-, por lo cual el grupo es una importante plataforma para entrar en la «segunda fase exportadora». Además, su asociación al Mercosur facilita la firma de acuerdos con terceros países y bloques comerciales y eleva el potencial de negociación frente al futuro ALCA y en el marco de la OMC. 4.6. El CES acoge favorablemente el paulatino proceso de acercamiento entre Chile y el Mercosur y recuerda que ha estrechado sus lazos con ambos socios, a través de la apertura de un diálogo regular con empresarios, representantes sindicales y sectores de la sociedad civil. En este sentido, expresa su deseo de seguir profundizando las relaciones con Chile y el Mercosur, y evalúa positivamente la intensificación del diálogo político entre las dos Partes, así como su creciente interdependencia económica. Asimismo, teniendo en cuenta las ya estrechas relaciones que mantienen algunos representantes del sector económico-social chileno con el FCES, el CES considera positiva una futura vinculación de Chile a su reciente diálogo con dicho foro. 5. Las relaciones entre Chile y la Unión Europea 5.1. Tradicionalmente, la UE y Chile mantienen estrechos vínculos políticos y económicos, que tienen su raíz en lazos culturales comunes, sistemas de partidos políticos similares y el apoyo que prestó Europa a los sectores del exilio chileno y durante la posterior transición democrática. En este contexto, Chile y la UE suscribieron el 21 de junio de 1996 en Florencia un Acuerdo Marco de Cooperación, que amplía el anterior acuerdo de «tercera generación» (firmado el 20 de diciembre de 1990) y prevé tres elementos principales: - la intensificación de la cooperación económica y empresarial, - la creación de un diálogo político-institucional regular, - el proceso dirigido a la progresiva y recíproca liberalización del comercio. 5.2. El nuevo acuerdo es similar al AMIC (Acuerdo Marco de Cooperación Interregional) entre la UE y el Mercosur, aunque en el caso de Chile se incluye cooperación en materia de desarrollo social (educación, sanidad y empleo). También la estructura institucional del acuerdo es similar al AMIC: una vez al año se celebran Reuniones Ministeriales y de la Comisión Mixta, y se convocan encuentros de la Subcomisión Comercial dos veces al año. Además, se prevén Reuniones Cumbres entre los Jefes de Estado e intercambios entre otros foros de ambas partes. La Subcomisión Comercial UE/Chile se ha reunido tres veces desde la firma del acuerdo y, siguiendo el ejemplo del AMIC, se crearon tres grupos de trabajo sobre bienes de comercio, servicios y normas y disciplinas. 5.3. Como en los demás países latinoamericanos, la UE y sus Estados miembros constituyen la principal fuente de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de Chile, que aportaron entre 1990 y 1997 un 85 % de su cooperación total, equivalente a 1 046 millones de dólares. A nivel bilateral, Alemania y Francia son los principales donantes. Por su parte, la Comisión Europea asignó entre 1990 y 1997 un total de 164 millones de ecus a la cooperación con Chile, lo cual corresponde a un promedio anual entre 19 y 23 millones de ecus. Dentro de esta contribución destacan la clásica «cooperación al desarrollo», y los recursos destinados a las organizaciones no gubernamentales (ONG), que en 1997 se triplicaron respecto al año anterior. 5.4. Además, Chile recibe un promedio anual de cuatro millones de ecus de cooperación económica, canalizada a través los programas AL-INVEST y ECIP y a la Fundación Empresarial Euro-Chile (EUROCHILE), que asume un importante papel en la cooperación empresarial entre ambas partes. El país participa también en otros programas horizontales que ha creado la Comisión Europea para la región, tales como América Latina - Formación Académica (ALFA), el programa de cooperación local AL-URB o de cooperación energética, ALURE. Asimismo, Chile firmó un Acuerdo Marco con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), beneficiándose de préstamos por valor de 150 millones de dólares. 5.5. El CES acoge con satisfacción el apoyo de la Comisión Europea a la cooperación al desarrollo en Chile y solicita el mantenimiento de dichos recursos y su diversificación, con especial énfasis en la dimensión económica y social. Asimismo, recuerda que en su Dictamen del 31 de enero de 1990 sobre «La cooperación económica y social entre la Comunidad Europea y América Latina» propuso incluir a los países latinoamericanos en los préstamos del BEI y crear nuevos instrumentos de cooperación económica. En este sentido, y teniendo en cuenta la intensificación de los lazos entre Chile y la UE en el marco del nuevo acuerdo de cooperación, el CES considera necesario aumentar los actuales niveles de cooperación económica y empresarial entre ambas partes. Asimismo, recomienda diseñar proyectos específicos dirigidos al apoyo de las PYME, que incluyan asistencia técnica para facilitar la participación de empresas chilenas de este sector en los programas AL-INVEST y ECIP, así como su acceso a los préstamos del BEI. 5.6. Tanto la UE como Chile esperan del nuevo acuerdo un estímulo para sus flujos de cooperación, comercio e inversión. Cabe subrayar que la UE ha perdido presencia económica en Chile: si en 1990 fue el primer socio comercial de Chile, en 1997 ocupó el segundo lugar en las importaciones chilenas y el segundo en sus exportaciones, después de Asia. En este período, la UE redujo sustancialmente su participación en las importaciones chilenas, mientras que Chile reorientó sus ventas de Europa -38,4 % en 1990- a la región Asia-Pacífico. 5.7. Esta evolución contrasta con las exportaciones de la UE al Mercosur, que experimentaron entre 1992 y 1997 un crecimiento anual promedio del 26,1 %, frente a un aumento del 14,3 % de sus ventas a Chile. Por esta razón, Chile sigue manteniendo un ligero superávit comercial con Europa, que se incrementó en 1997 a 189,6 millones de dólares, frente a 145 millones en el año anterior. Esta tendencia se reforzó en los primeros meses de 1998, cuando la UE se convirtió nuevamente en el principal destino de las ventas chilenas en el exterior, debido a la crisis asiática. Alemania, el Reino Unido e Italia son los principales socios comerciales de Chile en la UE. 5.8. Por otra parte, la UE es el segundo inversor extranjero de Chile: entre 1990 y 1996, aportó un 25,5 % de los flujos de IED, frente al 73,5 % procedente de Estados Unidos. Desde 1990, los flujos netos de IED europea a Chile se han ido incrementado, de modo que la UE aportó en 1995 un 34 % del total. No obstante, en relación al año anterior se registró en 1996 una nueva disminución de la inversión directa desde la UE, debido a recortes de la IED procedente del Reino Unido, que fue entre 1990 y 1996 el principal inversor de Chile en la Unión, seguido por los Países Bajos, España y Alemania. 5.9. En este contexto, el inicio de negociaciones sobre la liberalización recíproca del comercio podría ser un primer paso para recuperar la tradicional posición comercial privilegiada de la UE en Chile e incrementar el nivel de inversiones. Actualmente, las perspectivas para una mayor presencia económica de la UE en Chile son favorables, ya que la entrada de Chile en el ALCAN -como se acordó en la Cumbre de las Américas en 1994-, parece un escenario cada vez más lejano ante las dificultades del Presidente de Estados Unidos de conseguir el procedimiento de fast track, que aceleraría el proceso de decisión en el Congreso y fue impuesto como condición por parte del Gobierno chileno. Esta tendencia se confirmó también durante la II Cumbre de las Américas en Santiago de Chile, en la cual no se abordó la cuestión, aunque Estados Unidos y Chile se comprometieron a establecer una Comisión Conjunta de Comercio e Inversiones y firmaron el 19 de mayo de 1998 un acuerdo al respecto. 6. Los futuros acuerdos de asociación de la UE con Chile y el Mercosur 6.1. En la medida en que avanza la vinculación de Chile al Mercosur, se intensificará también el diálogo tripartito con la UE. El paulatino acercamiento entre las tres partes se refleja en un proceso simultáneo de preparación UE-Mercosur y UE-Chile de las negociaciones sobre la liberalización progresiva y recíproca del comercio. Los resultados de este diálogo son similares: en la reunión de la respectivas subcomisiones de Comercio, el 14 de mayo de 1998 en Bruselas, concluyó la «fotografía» de las relaciones comerciales a nivel técnico. Basándose en el balance de las respectivas Comisiones Mixtas, la Comisión Europea presentará próximamente las directivas para un mandato de negociación de una Asociación Política y Económica con Chile y con el Mercosur. El Comité espera que la sensibilidad de determinados productos no sea un impedimento para el desarrollo del nuevo proceso de negociación. 6.2. Aunque Chile y el Mercosur firmen acuerdos separados con la UE, teniendo en cuenta la identidad de cada socio, es probable que los procesos de negociación se lleven a cabo en paralelo, aunque no necesariamente concluyan al mismo tiempo. Con independencia del futuro de las negociaciones sobre los acuerdos de asociación, las cada vez más estrechas relaciones entre Chile y el Mercosur, junto a cuatro acontecimientos recientes, indican una intensificación del diálogo entre las tres partes: - en dos reuniones paralelas, celebradas el 14 de mayo de 1998 en Bruselas, las subcomisiones de Comercio UE-Chile y UE-Mercosur concluyeron su «fotografía» de las relaciones comerciales entre las partes; - el 12 de febrero de 1998 tiene lugar en Panamá la primera reunión ministerial conjunta entre la UE, el Mercosur y Chile para analizar los avances de los acuerdos; - empresas chilenas participan en el primer «Partenariado UE-Mercosur», que reunió del 5 al 7 de diciembre de 1997 en Montevideo, a 700 empresas de las tres partes; - la participación de Chile en la estructura de decisión del Mercosur aumenta su influencia en el bloque y frente a sus socios externos, entre los que la UE ocupa un papel clave. 6.3. El CES acoge favorablemente los recientes avances en la cooperación de la UE con Chile y el Mercosur. Asimismo, recuerda que ha participado activamente en este proceso de acercamiento mutuo, a través de un diálogo paralelo con representantes de la sociedad civil del Mercosur y de Chile. Como resultado de sus consultas con el FCES y a fin de institucionalizar sus relaciones con el Mercosur, el CES solicita la creación de un comité consultivo mixto CES-FCES en el marco del futuro acuerdo interregional de asociación de carácter político y económico que se negociará próximamente. 6.4. Simultáneamente, el CES desea fortalecer su diálogo con representantes sindicales y empresariales de Chile, a fin de dar seguimiento y profundizar las relaciones entre las partes. Esta cooperación debería reflejarse también en el nuevo acuerdo de asociación de carácter político y económico entre la UE y Chile. Además, en la medida en que se fortalezcan las relaciones entre Chile y el Mercosur, el CES desea que el futuro comité consultivo mixto CES-FCES esté abierto a la participación de representantes de la sociedad civil chilena. 6.5. Sobre esta base, el CES recomienda que el proceso de negociación sobre los futuros acuerdos de asociación, que se iniciará en 1998, tenga en cuenta la participación de la sociedad civil, a través de consultas y un diálogo regular con representantes empresariales, sindicales y de otros sectores. En particular, solicita la participación del CES y del FCES en la definición del próximo acuerdo interregional de asociación. Por otra parte, hace un llamamiento a la Comisión Europea para que le informe en el momento oportuno sobre los objetivos de los futuros acuerdos, considerando que éstos deberían contribuir a modernizar las estructuras económicas y sociales de los países involucrados, así como a profundizar sus estructuras democráticas e institucionales. 6.6. El Comité insta a la Comisión a prever en el futuro acuerdo de asociación un papel importante a las organizaciones socioprofesionales en la ejecución de los proyectos de cooperación financiados con fondos comunitarios, por ejemplo en el área del diálogo social y la formación profesional. 6.7. Con respecto a sus relaciones con Chile, el CES insta a la Comisión Europea a mantener los niveles de cooperación con ese país, a fin de contribuir a reducir los aún altos niveles de pobreza y desigualdad social. Asimismo, con vistas a la inauguración de una nueva etapa de relaciones, recomienda incrementar los recursos destinados a la cooperación económica y empresarial entre la UE y Chile, teniendo en cuenta la dimensión social. Por último, sugiere incluir en el futuro acuerdo de asociación de carácter económico y político una referencia a la cooperación en materia social, particularmente en los ámbitos de educación y formación, salud y trabajo. Bruselas, el 9 de septiembre de 1998. El Presidente del Comité Económico y Social Tom JENKINS ANEXO I al Dictamen del Comité Económico y Social Datos políticos básicos Nombre oficial: República de Chile Población: 14 622 000 (1997), 83,2 % urbana, 16,8 % rural Grupos étnicos: cerca de un 10 % indígenas (mapuches, aymaras y rapanui) Independencia: 18 de septiembre de 1810 Constitución: 1980 (modificada en 1989, 1991 y 1993) Jefe de Estado: Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente de la República Sistema electoral: El Presidente es elegido por mayoría absoluta de los votos. Si ningún candidato obtiene más de la mitad de los sufragios, se celebra una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos con las mayorías relativas más altas. El período presidencial es de seis años, sin posibilidad de reelección inmediata [como primer Presidente civil democráticamente elegido, Patricio Aylwin sólo gobernó cuatro años (1990-1994)]. Legislativo: El Congreso se compone de dos Cámaras. La Cámara de Diputados tiene 120 miembros, elegidos por un período de cuatro años en 60 circunscripciones, mediante sistema binominal. El Senado consta de 48 miembros, de los cuales 38 son elegidos y un máximo de 9 senadores designados; a éstos se suman los senadores vitalicios. Ex presidentes que hayan desempeñado el cargo durante seis años: de momento, Augusto Pinochet es el único que concluyó un mandato de seis años. El período de los senadores designados y los 38 miembros elegidos es de ocho años. La mitad del Senado se renueva cada cuatro años. Elecciones: Presidenciales: 11 de diciembre de 1993 (próximas: 11 de diciembre de 1999); Legislativas: 11 de diciembre de 1997. Principales partidos políticos: Concertación de Partidos por la Democracia (CPPD) (): Partido Demócrata Cristiano (PDC): creado en 1957 y liderado por Enrique Krauss, es el principal partido político de la Concertación, de cuyas filas salieron los dos últimos Presidentes democráticos. El PDC representa a un amplio espectro de posiciones políticas. El Primer Vicepresidente del PDC y Presidente del Senado, Andrés Zaldívar, se inscribió el 8 de mayo de 1998 como candidato del PDC para las próximas elecciones presidenciales. Partido por la Democracia (PPD): segundo partido más importante de la Concertación, surgió en 1987 de las filas del PS, defiende posiciones liberales y moderadas de la socialdemocracia; hasta la legalización del PS le sirvió como foro político. Liderado por Jorge Bitar, el PPD podría apoyar la candidatura presidencial de Ricardo Lagos del PS. Partido Socialista (PS): creado en 1933 y liderado por Camilo Escalona, es un partido que abarca diversas corrientes ideológicas, desde la socialdemocracia hasta posiciones cercanas al marxismo-leninismo. En el Partido se perfila una mayoría en torno al Ministro de Obras Públicas, Ricardo Lagos, como candidato presidencial del PS-PPD. Unión por Chile (UPC): Renovación Nacional (RN): mayor partido de la coalición opositora. Partido conservador de posiciones moderadas, liderado por Alberto Espina. Fue creado en 1987 en el contexto del plebiscito sobre el régimen de Pinochet, el 5 de octubre de 1988. Aún no se ha decidido sobre el candidato a la presidencia. Unión Democrática Independiente (UDI): partido de la derecha, liderado por Jovino Novoa. Considerado el partido más cercano al régimen militar anterior, surgió en 1989 de las filas de la RN. Su candidato a la presidencia podría ser Joaquín Lavín. >SITIO PARA UN CUADRO> () Debido al sistema electoral binominal es muy probable que cada coalición de partidos designe un solo candidato presidencial para los comicios de 1999. ANEXO II al Dictamen del Comité Económico y Social Perfil estadístico 1. Datos básicos >SITIO PARA UN CUADRO> 2. Datos sociales (últimas estimaciones) >SITIO PARA UN CUADRO> 3. Producto interior bruto (PIB), 1990-1997 (precios constantes de 1986) >SITIO PARA UN CUADRO> >SITIO PARA UN CUADRO> 4. Indicadores macroeconómicos, 1990-1997 >SITIO PARA UN CUADRO> 5. Comercio: Principales socios comerciales 5.1. Exportaciones de bienes, 1992-1997 (millones de dólares y como porcentajes) >SITIO PARA UN CUADRO> 5.2. Importaciones de bienes, 1992-1997 (millones de dólares y como porcentajes) >SITIO PARA UN CUADRO> 5.3. Balanza comercial, 1992-1997 (millones de dólares) >SITIO PARA UN CUADRO> 6. Comercio con la Unión Europea 6.1. Exportaciones de bienes, 1992-1997 (millones de dólares y como porcentajes) >SITIO PARA UN CUADRO> 6.2. Importaciones de bienes, 1992-1997 (millones de dólares y como porcentajes) >SITIO PARA UN CUADRO> 6.3. Balanza comercial, 1992-1997 (millones de dólares) >SITIO PARA UN CUADRO> 7. Clasificación de las exportaciones, 1992-1997 (millones de dólares) >SITIO PARA UN CUADRO> 8. Clasificación de las importaciones, 1992-1997 (millones de dólares) >SITIO PARA UN CUADRO> 9. Origen de los principales flujos de inversión extranjera directa, 1990-1996 (flujos netos, millones de dólares y como porcentaje del total) >SITIO PARA UN CUADRO> 10. Balanza de pagos, 1990-1997 (millones de dólares) >SITIO PARA UN CUADRO> 11. Distribución de la cooperación de la Comisión Europea a Chile, 1990-1996 (compromisos, millones de ecus y como porcentaje del total) >SITIO PARA UN CUADRO> 12. Ayuda oficial al desarrollo, 1990-1996 (desembolsos netos, millones de dólares y como porcentaje del total) >SITIO PARA UN CUADRO>