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Document 52016XR6917

Resolución del Comité Europeo de las Regiones — 60.° aniversario de la firma del Tratado de Roma

DO C 207 de 30.6.2017, p. 5–6 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

30.6.2017   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 207/5


Resolución del Comité Europeo de las Regiones — 60.o aniversario de la firma del Tratado de Roma

(2017/C 207/02)

EL COMITÉ EUROPEO DE LAS REGIONES,

Nosotros, los miembros del Comité Europeo de las Regiones (CDR):

1.

nos unimos a la celebración de la firma del Tratado de Roma, que constituye un momento clave para emprender una amplia reflexión sobre el futuro de la Unión Europea (UE) y reiteramos que la razón de ser de la Unión es garantizar el respeto de los derechos fundamentales, la paz, la prosperidad y la estabilidad y ofrecer a todos sus ciudadanos nuevas oportunidades a escala de la UE;

2.

hacemos un llamamiento en favor de una Europa capaz de reforzar la confianza de sus ciudadanos y de afrontar mejor los retos que nos esperan en la UE y en la escena mundial, así como de tomar decisiones para una acción conjunta en un espíritu de solidaridad, respetando al mismo tiempo el principio de subsidiariedad;

3.

recordamos que la identidad europea tiene arraigo histórico en sus regiones, ciudades y pueblos y que la contribución de los entes locales y regionales al proceso de integración europea ha aumentado constantemente en términos económicos, culturales y políticos;

4.

recordamos que la brecha entre los ciudadanos y la UE se reconoció y se afrontó hace veinticinco años en el Tratado de Maastricht, que instituyó, entre otras cosas, la ciudadanía de la Unión Europea y el Comité Europeo de las Regiones. Sin embargo, el protagonismo de los entes territoriales descentralizados previsto en el Tratado de Lisboa sigue siendo necesario para garantizar la subsidiariedad y la participación en el proceso legislativo europeo. Por consiguiente, es esencial mejorar la situación actual en la que, con demasiada frecuencia, los entes territoriales siguen siendo meros puntos terminales de las políticas de la UE y no verdaderos protagonistas de su elaboración —también y en particular de la legislación—, pese a los esfuerzos y el compromiso político e institucional del Comité Europeo de las Regiones respecto del resto de instituciones de la UE;

5.

creemos que el CDR, como la asamblea de la UE de los representantes regionales y locales, simboliza una Unión cohesionada en su diversidad cultural y lingüística, en el marco de un mundo globalizado; tenemos el firme compromiso de promover la democracia y la ciudadanía activa europeas, contribuir a la consolidación de los derechos fundamentales y la protección de las minorías, reforzar la seguridad, fomentar la igualdad y garantizar un desarrollo armonioso y sostenible en consonancia con nuestros objetivos de cohesión económica, social y territorial;

6.

destacamos la urgente necesidad de reforzar el vínculo democrático entre la Unión Europea y sus ciudadanos, velando por que la Unión ofrezca soluciones rápidas y eficaces a los grandes retos comunes que las ciudades, las regiones y los Estados miembros no pueden afrontar por sí solos. Entre estos retos se cuentan: mejorar la competitividad de la UE; reforzar la cohesión; convertir la UE en un espacio en el que la libertad, la seguridad y la justicia estén garantizadas para todos; ofrecer a los jóvenes perspectivas concretas de realización de su futuro, tanto en los estudios como en el trabajo; hacer frente a la crisis de refugiados y migrantes; preservar el espacio Schengen; combatir el cambio climático y potenciar la capacidad de resistencia ante las catástrofes; fomentar una economía hipocarbónica y apoyar la Unión de la Energía; reforzar el papel de la Unión como actor mundial clave, en particular en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030; combatir el desempleo; luchar contra el terrorismo;

7.

subrayamos que las «cuatro libertades» del mercado único de la UE, a saber, la libre circulación de personas, servicios, mercancías y capitales, representan logros concretos para los ciudadanos de la UE y un elemento irrenunciable del proyecto político europeo; asimismo, constituyen un conjunto indivisible de derechos que no pueden considerarse por separado, ya que esto eclipsaría los valores que subyacen a la propia existencia de la UE; expresamos, por lo tanto, nuestra preocupación por las tentativas de limitar su aplicación, en particular en el ámbito de la libre circulación de personas, por parte de algunos Estados miembros;

8.

reafirmamos, no obstante, que el «mercado único» debe garantizar también el progreso social y que las reglas que rigen las principales libertades económicas y la competencia no prevalezcan sobre los derechos fundamentales, empezando por la lucha contra la discriminación, la pobreza y el desempleo;

9.

consideramos que la celebración de la firma del Tratado de Roma ha de constituir la oportunidad de lograr la participación directa, el pensamiento crítico y el interés activo de los ciudadanos de la Unión en la configuración del futuro de la Unión y opinamos que las decisiones deben tomarse en el nivel más cercano posible a ellos; creemos que este proceso debe ser participativo y representativo y que todos los ciudadanos deben gozar de las mismas oportunidades para tomar parte, contribuir y comprometerse con la Unión. En este sentido, los entes locales y regionales se hallan en una posición privilegiada que les permite impulsar este proceso y ayudar a convertir la Europa de los ciudadanos en una realidad;

10.

creemos, en particular, que es importante disponer de una imagen precisa de las aspiraciones y las esperanzas de los ciudadanos sobre la UE, por una parte, y sus preocupaciones y frustraciones, por otra; por consiguiente, acogemos con satisfacción el tercer Informe sobre la ciudadanía de la UE 2017, que se basa en la información facilitada por los ciudadanos a través de encuestas y una consulta pública;

11.

por consiguiente, destacamos que la UE:

debe ser capaz de afrontar el desigual impacto que la globalización tiene en la vida de los europeos reforzando los principios de una Europa basada en la justicia social, la solidez económica y la solidaridad;

debería estar facultada, por sus Estados miembros, para actuar, en colaboración con sus entes locales y regiones, cuando importantes retos afecten a la sociedad y los ciudadanos, para lo que precisa instrumentos de gobernanza apropiados y medios financieros adecuados;

debe garantizar un enfoque descentralizado en sus actividades de comunicación e informar sobre sus políticas y sus procedimientos de una manera accesible que ponga de relieve la importancia de las decisiones adoptadas a escala de la UE para la realidad local de los diversos territorios de la Unión; en este contexto, es esencial el papel de los centros de información Europe Direct y otras redes europeas de información que aglutinan a regiones y entes locales;

debe establecer una división más clara y transparente de los compromisos políticos, garantizar la responsabilidad de sus instituciones y velar por que sus procesos decisorios estén abiertos a los ciudadanos, lo que puede hacer necesario reformar nuevamente los Tratados;

debería examinar la posibilidad de llevar a cabo reformas institucionales destinadas a reforzar la participación de las regiones y los entes locales, reflejando así su función legislativa a la hora de aplicar el principio de subsidiariedad y garantizar una gobernanza democrática de corte ascendente en una Europa de los ciudadanos, las regiones, los territorios y los entes locales;

12.

con el fin de preparar nuestra contribución a los próximos debates políticos sobre el futuro de nuestra Unión, nos comprometemos a:

poner en marcha un amplio proceso de diálogos con los ciudadanos en toda la UE para escuchar directamente sus opiniones, sus propuestas y sus preocupaciones. Este proceso irá acompañado de consultas políticas en las que participarán las asociaciones europeas y nacionales de los entes locales y regionales y otras partes interesadas en todos los Estados miembros, con el fin de activar soluciones innovadoras y prácticas concretas a los retos que se plantean;

compartir los resultados de estos procesos paralelos con el resto de instituciones de la Unión a fin de contribuir a una ulterior convención que prepare las modificaciones del Tratado necesarias para el futuro de la Unión Europea;

aumentar los esfuerzos para fomentar los derechos vinculados a la ciudadanía de la UE y a nuestros valores comunes y promover la participación ciudadana en la vida democrática de la Unión;

explorar nuevas formas de seguir reforzando el diálogo con las instituciones europeas, especialmente el Parlamento Europeo;

profundizar el diálogo y la relación con las instituciones de la UE, en particular, el Parlamento Europeo tomando como base iniciativas como «Mejorar el funcionamiento de la Unión Europea basándose en las posibilidades del Tratado de Lisboa» y «Posible evolución y ajustes de la actual configuración institucional de la Unión Europea», con miras a proponer un papel todavía más activo y eficaz para el Comité de las Regiones en la fase de elaboración de la legislación de la Unión Europea;

13.

destacamos la importancia de garantizar los derechos de los jóvenes en toda Europa. Una UE más accesible fomentará el diálogo abierto entre los ciudadanos de todas las generaciones. Por lo que se refiere a los principios fundacionales de paz y prosperidad, una UE capaz de dar respuestas se corresponderá con las expectativas de los jóvenes;

14.

damos instrucciones a nuestro presidente para que transmita la presente Resolución al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, a la Comisión, al Comité Económico y Social Europeo y a los parlamentos y gobiernos nacionales, regionales y locales.

Bruselas, 9 de febrero de 2017.

El Presidente del Comité Europeo de las Regiones

Markku MARKKULA


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