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Document 52001IE1332

Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Asociación Euromediterránea — Balance y perspectivas después de cinco años"

DO C 36 de 8.2.2002, p. 117–126 (ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)

52001IE1332

Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Asociación Euromediterránea — Balance y perspectivas después de cinco años"

Diario Oficial n° C 036 de 08/02/2002 p. 0117 - 0126


Dictamen del Comité Económico y Social sobre la "Asociación Euromediterránea - Balance y perspectivas después de cinco años"

(2002/C 36/24)

Los días 12 y 13 de julio de 2000, de conformidad con el apartado 3 del artículo 23 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social decidió elaborar un dictamen sobre la "Asociación Euromediterránea - Balance y perspectivas después de cinco años".

La Sección de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 4 de octubre de 2001 (Ponente: Sr. Dimitriádis).

En su 385o Pleno de los días 17 y 18 de octubre de 2001 (sesión del 18 de octubre) el Comité Económico y Social ha aprobado por 87 votos a favor, 1 en contra y ninguna abstención el presente Dictamen.

1. Introducción

1.1. La Unión Europea lleva desarrollando desde 1960 una serie de políticas de acercamiento a los países mediterráneos que han posibilitado unas relaciones estratégicas que van más allá de los límites propios de los meros intercambios comerciales.

1.2. Desde principios de los años noventa, la Unión Europea, tras una experiencia similar en su propio territorio, aspiraba a una asociación de los países mediterráneos que desarrollara formas de cooperación más intensas y que superase la situación existente hasta entonces, por la que Europa presentaba propuestas de cooperación que los socios mediterráneos podían aceptar o rechazar, aunque en determinados casos carecían de los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar y gestionar estas propuestas.

1.3. Un paso decisivo en esa dirección lo constituyó la Declaración interministerial de la Conferencia de Barcelona(1) en la que participaron 27 países (los quince países comunitarios y doce países mediterráneos) y en la que se sentaron las bases para la aplicación de un ambicioso proyecto fundado en tres ejes:

- Primer eje: Colaboración política y de seguridad con vistas a la creación de un espacio común de paz y estabilidad.

- Segundo eje: Colaboración económica y financiera: creación de una zona de prosperidad compartida (creación de una zona de libre comercio de aquí al 2010).

- Tercer eje: Colaboración en asuntos sociales, culturales y humanos.

1.4. En este periodo, relativamente corto, de cinco años desde la creación de la Asociación Euromediterránea (AE), se ha constatado un avance importante, pero la AE se encuentra aún lejos de los resultados previstos en un principio.

2. Evaluación de la Asociación Euromediterránea

2.1. Es innegable que las expectativas iniciales de la AE eran ambiciosas, especialmente en algunos casos. Por otra parte, se ha conseguido instaurar un diálogo regular entre los 27 socios destinado a consolidar la seguridad y la estabilidad en la región del Mediterráneo y permitir la adopción de iniciativas comunes (es significativo el hecho de que la AE haya logrado llevar a la mesa de diálogo a representantes del Líbano, Siria, Israel y la Autoridad Palestina).

2.1.1. Es también importante que la UE haya logrado el acercamiento de Libia en el marco de la AE, con una primera invitación oficial de representantes de dicho país a la Conferencia de Stuttgart de los días 15 y 16 de abril de 1999. Sin embargo, los progresos de las negociaciones con Libia son escasos; dicho país no ha adquirido ningún compromiso significativo en cuanto a la aceptación del contenido de la Declaración de Barcelona.

2.2. La cooperación multilateral es ya tan común como las relaciones bilaterales tradicionales. Además, se ha comprometido un volumen importante de créditos para el desarrollo de la AE por medio del programa MEDA y de préstamos concedidos por el BEI. El programa MEDA ha constituido la fuente principal de financiación de la AE y se ha aplicado a los tres ejes de decisión definidos por la Conferencia de Barcelona.

2.3. Se han celebrado acuerdos bilaterales de asociación que incluyen la liberalización económica y el refuerzo de los mecanismos de mercado, con la debida atención a preservar los equilibrios sociales y fomentar la convergencia de las economías. Dichos acuerdos incorporan el concepto de cooperación en un sentido más amplio e incluyen asimismo una importante dimensión cultural que acabará por desembocar en una mayor estabilidad y cooperación en el Mediterráneo, uniendo de manera armónica las vías hacia el progreso de los pueblos de la región.

2.4. La importancia estratégica de nuestros vecinos meridionales de la UE es reconocida por todos los Estados miembros de la UE; además, son visibles ya los primeros resultados alentadores de los esfuerzos de reorganización de los socios mediterráneos.

2.5. Sin embargo, han surgido también algunas voces críticas que proponen, por un lado, que se revisen los objetivos económicos de la Asociación y, por otro, que se señale la debilidad de su vertiente social.

2.6. Las fases iniciales de la AE se caracterizaron por un gran número de actividades desprovistas de prioridades bien definidas. En general, la realización de los programas avanzó con lentitud. Cabe señalar asimismo que los países socios del Mediterráneo (PSM) encontraron problemas en la utilización de los créditos concedidos, problemas que han sido bien visibles sobre todo en lo que afecta a las dificultades técnicas a la hora de poner en práctica las iniciativas.

2.7. La creación de una zona de libre cambio ha resultado mucho más difícil de lo esperado, como demuestra la lentitud con que avanzan las negociaciones de los acuerdos de asociación; entre otras cosas, ello se debe a la demora de los trámites de ratificación por parte de los órganos parlamentarios competentes. Responsables de esta situación son, sobre todo, los Estados miembros de la UE. Además, la promoción de la cooperación económica y política entre los PSM sigue avanzando con lentitud, lo que les impide atraer el interés de los inversores de los grandes organismos financieros y de las sociedades de capital de riesgo, cuya presencia es necesaria para fomentar los grandes trabajos de infraestructura (como, por ejemplo, las telecomunicaciones, los transportes, etc.).

2.8. El bloqueo de las negociaciones de paz en Oriente Próximo y sus continuas vicisitudes han contribuido considerablemente al retraso de la cooperación generalizada en dicha región.

2.9. Desgraciadamente, la firma de los acuerdos de asociación, con cláusulas específicas en el ámbito de la democracia y los derechos humanos, no ha logrado impedir la degradación continua de la situación en algunos países, y el espíritu de la asociación ha sido tal que no ha contribuido a un diálogo suficientemente sincero y serio en lo que se refiere a los derechos humanos, la prevención del terrorismo o la inmigración.

2.10. No deben subestimarse las dificultades que implica el diálogo entre unos países con raíces políticas, sociales, económicas y culturales distintas, dada la existencia de experiencias y fases de desarrollo social distintas. El diálogo a nivel cultural requiere unos intercambios y una movilidad en dicho ámbito que no siempre son posibles.

2.11. Debe señalarse que, hasta 2000, se ha constatado en las cumbres anuales de consejos económicos y sociales y organismos similares la ausencia de representantes de los países del Mediterráneo oriental. Las causas han de buscarse en una información insuficiente, o simplemente inexistente, sobre el diálogo euromediterráneo en los organismos que representan a la sociedad civil organizada en dicho diálogo. Por esta razón, los representantes de dichos organismos no ven motivos fundados para participar activamente en el diálogo euromediterráneo, en tanto que sus gobiernos no fomentan la implicación de aquéllos en dicho foro, dado que las organizaciones no gubernamentales (ONG) no están asociadas al funcionamiento de la sociedad y la economía. Cabe señalar asimismo que los países del Mediterráneo oriental no cuentan con consejos económicos y sociales (CES) u organismos similares que puedan representarlos, como tampoco disponen de infraestructuras o de los recursos indispensables para desempeñar un papel activo en la AE.

2.12. Durante el periodo de aplicación del programa MEDA (1995-1999), la cooperación bilateral (un 90 % aproximadamente) excedió con mucho a la cooperación regional (cerca del 10 %), aspecto que reviste una importancia fundamental para la instauración de un espacio de diálogo, intercambio y cooperación que son parte esencial de la asociación(2).

2.13. La insuficiencia observada en la cooperación regional es aún más acusada en lo que se refiere a la cooperación descentralizada. En relación con esta última, se han aprobado algunos programas, aunque todavía no se han ejecutado, a pesar de haber transcurrido ya tres años. Esta situación suscita una gran inquietud en cuanto a la continuidad de la cooperación descentralizada; en efecto, se teme que desaparezcan los programas de alcance es más limitado, que son necesarios para el refuerzo de las estructuras sociales.

2.14. El ritmo de la reforma económica de los socios mediterráneos no ha sido el que se esperaba. Los intercambios entre socios mediterráneos (intercambios sur-sur) no han aumentado con relación al nivel inicial, que era muy bajo y sólo representa un 6 % del conjunto de los intercambios dentro de la cooperación euromediterránea; por otra parte, el nivel de inversión de la UE en la región sigue siendo especialmente bajo y es bastante inferior al de la inversión de la UE en otras regiones del mundo(3).

3. Posición del CES sobre la AE

3.1. Una de las principales conquistas de la UE en los últimos treinta años ha sido la comunicación entre los ciudadanos y sus distintos representantes por muchos canales distintos. El papel de los representantes intermedios es especialmente importante por el papel social que desempeñan, los servicios independientes que prestan y las campañas de información que organizan, con lo que también impulsan cuestiones importantes, al tiempo que pueden influir en los gobiernos y en las decisiones que se toman a nivel político sin dependencias políticas directas.

3.2. El CES cree que la debilidad de la AE radica exactamente en su fuerte contenido político y económico, con graves carencias en el aspecto social. Ello puede verse en la naturaleza de los acuerdos bilaterales de asociación. El texto de los acuerdos bilaterales euromediterráneos expresa el deseo de la UE de una "liberalización controlada", lo que significa la apertura de los mercados acompañada de esfuerzos por minimizar las consecuencias del fuerte choque que suponen los cambios estructurales. Sin embargo, aún no se han obtenido los resultados esperados en un principio en ámbito social.

3.2.1. En un contexto de grandes desigualdades, la liberalización no puede garantizar por sí sola el desarrollo económico ni la reestructuración de sociedades o economías muy poco estructuradas, y menos aún la creación de un "espacio de prosperidad común". Además, la zona euromediterránea de libre comercio funciona en las condiciones fijadas por Europa: de momento atañe principalmente a los productos industriales, para los que los países europeos son bastante más competitivos que los países mediterráneos. Quedan los productos agrarios, que son particularmente interesantes para los países mediterráneos. La zona euromediterránea de libre comercio afronta sólo parcialmente los retos planteados por la diferencia abismal que separa ambas orillas del Mediterráneo.

3.3. Pese al éxito en la aplicación de los programas Euromed Heritage(4), Euromed Audiovisual(5) y Euromed Youth(6), para el fomento de los aspectos sociales de la Asociación, y el programa MEDA para la democracia(7) para el fomento de la democratización y los derechos humanos, y aunque se ha llevado a cabo una serie de encuentros y consultas entre representantes de la sociedad civil, los resultados en ámbito social y el acercamiento entre las sociedades civiles son aún escasos.

3.4. Los programas de cooperación descentralizada (Med-Urbs, Med-Campus, Med-Media), que tienden a facilitar el encuentro de los protagonistas de la sociedad civil de ambas orillas del Mediterráneo con el fin de elaborar proyectos comunes, se paralizaron a partir de 1995 debido a una mala gestión interna. Al parecer, la Unión Europea está decidida a interrumpir estos programas porque la gestión de los microprogramas es particularmente difícil, dado que exige recursos importantes en términos de personal y potencial económico.

3.4.1. El CES acoge con satisfacción la iniciativa de la Presidencia belga de celebrar un Foro los días 13 y 14 de julio de 2001 sobre el papel de la mujer en el desarrollo económico y, especialmente, el que las conclusiones de dicho foro constituyan las premisas para un futuro programa comunitario de acción con ese mismo título.

3.5. El CES cree que muchas de las carencias de la AE se deben a las dificultades existentes para lograr el tercer objetivo de la Conferencia de Barcelona, y sobre todo a la sobrevaloración del papel que la AE podría desempeñar respecto al desarrollo social de los PSM. La UE no debería perder de vista que, al contrario de lo que sucede con los PSM, ella sí que estaba madura para la unificación debido a la relativa proximidad existente entre sus Estados miembros en cuanto a sus respectivos referentes filosóficos, educativos y culturales. El caso de los PSM es totalmente diferente: pese a la proximidad geográfica, existen grandes diferencias sociales, económicas y culturales tanto entre ellos como con la UE.

3.6. El fomento del diálogo entre países con grandes diferencias en sus culturas y en las raíces de su civilización es el único recurso eficaz para hacer frente a tensiones que afectan a sus distintas culturas y modos de vida a causa de la globalización y de la tendencia a no tener en cuenta la identidad nacional de cada pueblo en particular.

3.7. Por otra parte, todo indica claramente que hasta ahora no se ha llevado a cabo ningún diálogo suficientemente serio y sincero sobre problemas como los derechos humanos y, en particular, los derechos de la mujer y el niño, la prevención del terrorismo o la inmigración ilegal, que traen consigo, como la Comisión reconoce, problemas sociales específicos.

3.8. Los acuerdos de asociación preparan el terreno para intercambios verticales (norte-sur), pero es la integración horizontal (sur-sur) la que sigue siendo la principal misión del apoyo que la UE presta a la región, dado que el incremento de los movimientos horizontales de bienes, capitales y recursos humanos supondrá la aparición de mercados lo suficientemente grandes como para atraer las necesarias inversiones internacionales, indispensables para el desarrollo económico. Hasta el momento, los cambios estructurales en los PSM siguen siendo insuficientes. El CES desea que se refuerce el papel de los representantes intermedios dentro del proceso de integración de los socios de la AE, al tiempo que se congratula y apoya plenamente la reciente declaración (de 8 de mayo de 2001) favorable a la creación de una zona de libre comercio entre Túnez, Egipto, Jordania y Marruecos.

3.9. Actualmente, se considera insuficiente el grado de representación de los actores intermedios en los PSM, lo que impide el reconocimiento de las necesidades prácticas de las empresas locales que operan en dichos países. Al mismo tiempo, la falta de una estructura organizativa, provocada por la escasez de representantes intermedios, impide prever una cooperación subregional real. Los países mediterráneos se enfrentan ya con numerosas dificultades para organizar sus relaciones asociativas tanto con la Unión Europea como, más aún, entre sí.

3.9.1. El CES cree que, por los motivos expuestos, y con el fin de dar a los PSM la posibilidad de remediar dicha escasez crónica, que actúa como un freno para ellos, debería prestárseles una ayuda concreta para que puedan delimitar sus puntos fuertes y débiles, definir sus necesidades reales y buscar la forma de encontrar soluciones.

4. Conclusiones del CES sobre las perspectivas de la AE

4.1. La clave del éxito de la AE sería el logro de la plena aplicación de los acuerdos de asociación. Los avances en dichos acuerdos pueden actuar como indicadores de la solidez del compromiso de los 27 países asociados en cuanto a los objetivos formulados en la Conferencia de Barcelona (ejes 1, 2 y 3).

4.1.1. El proceso de negociación y ratificación de los acuerdos ha sido más lento de lo que se preveía, pero eso se debe principalmente a que los acuerdos de asociación que se firmaron entre la UE y los países mediterráneos son en realidad acuerdos bilaterales entre, por una parte, los quince Estados de la UE y, por otra, cada uno de los PSM.

4.1.2. De esta situación se derivan desigualdades y retrasos en los procedimientos que son casi humillantes para el sur: un acuerdo firmado por un país mediterráneo no puede aplicarse por término medio hasta tres años más tarde, período durante el cual se transmite a todas las capitales europeas para su ratificación. Por ejemplo, el acuerdo que se firmó con Jordania en el mes de noviembre de 1997 todavía no es aplicable porque dos Estados miembros de la UE no lo han ratificado.

4.1.3. Por esta razón, y como ha sugerido el Foro Parlamentario Euromed(8), sería conveniente unificar los acuerdos de asociación en un único acuerdo multilateral al objeto de acelerar los procedimientos y, al mismo tiempo, examinar la posibilidad de desarrollar también otras formas de llegar a dichos acuerdos.

4.2. La plena implantación de una zona de libre comercio es uno de los objetivos clave de la AE. Será necesario permitir el libre cambio no sólo entre la UE y los PSM, sino también entre los propios PSM. De este modo, crecerá el mercado y la región resultará más atractiva de cara a las inversiones internacionales y al aflujo de capitales (eje 2).

4.2.1. En este espíritu, el CES cree que, en cierta medida, se podrían controlar los mercados siempre que se organicen mejor respecto a la Unión Europea y se fomenten, paralelamente, las relaciones sur-sur. Por otro lado, uno de los objetivos fundamentales de la zona de libre comercio euromediterránea es, precisamente, establecer una doble relación asociativa tanto con la Unión Europea como entre los propios países mediterráneos.

4.2.2. El CES estima que debería prestarse ayuda a los PSM para que organicen los sectores de las PYME, la artesanía y las microempresas con el fin de crear entre ellos estructuras comunes para el entendimiento y la acción conjunta. De este modo, los PSM podrían construir mejores y más amplias relaciones asociativas con la Unión y entre sí beneficiándose de la experiencia y mejores prácticas comunitarias.

4.3. El CES considera que hay de defender la idea de una reorientación conceptual de la zona de libre comercio para convertirla en un verdadero "mercado común" que abarque todo el conjunto de bienes, incluido el sector en los que el sur es competitivo, a saber, el sector agrícola. Un mercado así supone una política de acompañamiento muy importante (normas técnicas y sanitarias de los productos, modernización y reorientación de algunos sectores, modernización de las empresas dedicadas a la transformación y comercialización de productos agrícolas, etc.) (eje 2).

4.3.1. Tanto para la UE como para los PSM, el sector más importante es el agrícola, por constituir la principal actividad económica en los países de la cuenca mediterránea, una actividad que sufre problemas estructurales especialmente graves y en la que se carece de conocimientos técnicos, de herramientas tecnológicas y de una planificación a largo plazo que tenga en cuenta la vertiente social de las reestructuraciones. Para una integración económica de mayor calado se requiere una amplia concertación de las políticas de los 27 países asociados que sirva para mitigar los problemas. Un paso importante en esta dirección ha sido la Conferencia de Estrasburgo sobre la agricultura en la región euromediterránea y el objetivo reiterado de coordinar las políticas agrícolas mediterráneas en el marco del proceso de Barcelona(9).

4.3.2. La instauración de la zona de libre comercio en la cuenca mediterránea se considerará un éxito solo si los países socios no pertenecientes a la UE la aprovechan plenamente, es decir, si llegan a tener un acceso libre y completo al mercado de la UE para determinados productos agrícolas y alimentarios que se consideren importantes para los socios euromediterráneos. Además, la progresión hacia este objetivo solo podría acelerarse mediante la concesión, en el marco de la política agrícola común, de compensaciones a las regiones de la UE que se vean afectadas directamente por alguna forma de aumento de la competencia.

4.3.3. Se podría comprender la necesidad de sacrificios suplementarios en la producción agrícola de la UE si éstos aportaran verdaderas ventajas al desarrollo de las exportaciones de los países en vías de desarrollo miembros de la asociación euromediterránea.

4.3.4. No se debe alentar a los países de la zona de libre comercio a producir productos exclusivamente para el mercado europeo (sirviendo así a los intereses de algunas empresas multinacionales dominantes en materia de comercio, de algunos grandes latifundistas o incluso también de algunas personas influyentes a nivel local). Por el contrario, los países de la zona de libre comercio deben satisfacer en primer lugar las necesidades alimentarias inmediatas de sus nacionales. De esta manera, lograrán reducir progresivamente su dependencia alimentaria, que acaba generando una dependencia no solo económica, sino también política y cultural.

4.4. De especial importancia en los PSM es el sector textil, que, en 1995(10), empleaba al 30 % de la mano de obra. Dicho sector es una de las ventajas competitivas de muchos de los PSM (eje 2).

4.4.1. El sector textil puede desempeñar un papel fundamental en la diversificación de los productos de los PSM destinados a los países desarrollados. La importancia estratégica del sector es evidente si se piensa que la mayor parte de los PSM subcontrata la producción comunitaria textil y de confección, y sobre todo productos semielaborados.

4.4.2. En consecuencia, deberían tomarse medidas para incrementar la productividad y la competitividad. Ello requiere una mejor organización, la potenciación de los recursos humanos, inversiones en nuevas tecnologías y, por último, la reorganización y modernización de las instalaciones y métodos industriales utilizados.

4.4.3. El sector textil puede servir como ejemplo de la forma de afrontar y resolver problemas que afectan también a otros sectores de los PSM.

4.5. Cabe señalar que el sector pesquero es también excepcionalmente importante para los PSM, dado que la UE absorbe una parte muy importante de los productos pesqueros que éstos exportan (un 63 % aproximadamente) (eje 2).

4.5.1. El sector pesquero de la UE se caracteriza hoy día por una situación económica delicada provocada por inversiones excesivas, el incremento de los costes y la disminución de sus recursos. Por este motivo, la Comisión ha presentado el Libro Verde sobre el futuro de la Política Pesquera Común(11), con el fin de sentar una base común para el diálogo.

4.5.2. El CES se declara satisfecho de que dicho Libro Verde propugne la inclusión del Mediterráneo en la PPC por medio de propuestas generales que garantizan una pesca sostenible y fomentan el diálogo entre los sectores interesados de todos los países de la cuenca mediterránea.

4.6. En la actualidad la UE está revisando y reestructurando(12), en función de la experiencia de estos cinco años, su política mediterránea. La UE debe aspirar a una mayor eficacia del programa MEDA mediante la regularización de sus procedimientos internos y una mejor planificación de sus programas y planes de acción (ejes 1, 2 y 3).

4.7. La complejidad de la aplicación de la política mediterránea y los engorrosos procedimientos administrativos y burocráticos necesarios, habida cuenta de la importante baza política que representa el volumen de la dotación financiera, confirman la necesidad, por un lado, de formar suficiente personal para garantizar la progresión del programa MEDA y, por otro, de reforzar las consultas entre los actores directamente implicados.

4.8. Objetivos prioritarios deben ser la culminación de las negociaciones para la paz y la estabilidad en la zona, la instauración de mecanismos de diálogo político para el refuerzo y la protección de la paz en la región, el fortalecimiento del papel del programa MEDA para la democracia y el apoyo intensificado a los agentes intermedios, pese a que dichas actuaciones dependan en gran medida del proceso de paz en Oriente Próximo. Los agentes intermedios constituyen la fuerza que puede impulsar el papel de la AE e influir en el diálogo a nivel político, económico y cultural (ejes 1 y 2).

4.9. Cabe hacer referencia al refuerzo de la cooperación en relación con la política y la seguridad, dado que se han tomado medidas de cooperación poco enérgicas que no han logrado todavía dar pie a relaciones fuertes de confianza entre la UE y los PSM (eje 1).

4.10. Es preciso modificar la jerarquización de las prioridades del proceso de Barcelona dando a los ámbitos social y cultural, así como a las cuestiones que se refieren a la inmigración, una importancia que, desde un punto de vista cualitativo, equivalga a la que se concede a las cuestiones económicas y comerciales así como a las cuestiones de seguridad (eje 3).

4.11. La UE debe comprometerse aún más en lo que se refiere al desarrollo social, la salud, la educación, los derechos de la mujer y el niño, la protección del medio ambiente y los programas de infraestructuras. En este sentido, es oportuno señalar la gran importancia que tienen los programas de intercambios juveniles y la movilidad de personal técnico y científico, y el papel central que debería darse al intercambio de enseñantes (eje 3).

4.12. La AE debe hacerse más visible y darse mejor a conocer en la región euromediterránea. Han de redoblarse los esfuerzos de información y las relaciones públicas. Habría que intensificar, como parte de la estrategia de comunicación, los intentos de crear una sensación de "haberse apropiado" de las obras financiadas por la AE (eje 3).

4.13. El CES considera que no habrá verdadera relación de asociación entre ambas partes mientras no haya una reglamentación adecuada en materia de circulación de las personas y se garanticen los intereses legítimos de ambas partes. Dejar sin respuesta la demanda de libre circulación equivale prácticamente a incitar a la inmigración ilegal (eje 1).

5. Propuestas del CES en relación con las perspectivas de la AE

5.1. El CES cree que la creación de una zona de libre cambio tanto bilateral, entre la UE y los PSM, como multilateral, entre los PSM, no es un objetivo final, sino un medio para lograr un objetivo mayor, que no es otro que la estabilidad, la paz y la prosperidad en la región.

5.2. El CES estima que la clave para el éxito de la AE se encuentra en posibilitar resultados dinámicos. Con la circulación de mercancías, los países asociados hacen circular también algo más: tecnología, instituciones, principios políticos. La suscripción de acuerdos de asociación puede suponer también que se cuestionen las instituciones vigentes, haciéndolas así más eficaces.

5.3. En opinión del CES, han de reforzarse las iniciativas adoptadas por la UE en el marco del segundo capítulo de la AE para remediar la fragmentación de los mercados del Mediterráneo oriental y meridional.

5.3.1. El CES propone que cada país que ratifique un acuerdo de asociación con la UE celebre en un plazo de cinco años acuerdos de libre comercio con todos los demás países que también hayan firmado acuerdos de asociación.

5.3.2. El CES propone el desarrollo de mecanismos apropiados destinados a fomentar acciones de carácter voluntario acompañadas de disposiciones legales y administrativas, con el fin de crear un clima favorable a las inversiones y a la iniciativa privada, utilizando procedimientos transparentes y basados en la confianza; el Comité desea también que se conceda un lugar importante a las PYME así como a las microempresas dentro del refuerzo de la asociación euromediterránea comercial e industrial. Al mismo tiempo, cree que el refuerzo de las relaciones de asociación se lograría fomentando la cooperación entre los representantes de las pequeñas y medianas empresas.

5.3.3. El CES pide que se desarrollen programas de apoyo técnico y económico, en particular para las PYME y microempresas de los países mediterráneos, con el fin de fomentar la diversificación del tejido económico de estos países. Debería prestarse una atención especial a la artesanía de los PSM, por constituir dichas empresas la parte principal de su entramado productivo. Cabe aplicar aquí como ejemplo de mejores prácticas para el desarrollo del sector artesanal de los PSM el caso del sector del mueble y la madera en Italia, fragmentado en su día en una multitud de pequeñas empresas y que hoy día ocupa una posición excelente en el mercado.

5.3.4. El CES considera que hay que fomentar el lanzamiento de campañas de información destinadas a los organismos encargados de la representación de las actividades comerciales y productivas como, por ejemplo, las cámaras de comercio, las organizaciones o corporaciones profesionales y los operadores comerciales interesados, de tal modo que los eventuales inversores se beneficien del apoyo y la información necesarios por lo que se refiere a las inversiones a largo plazo en los sectores productivos de los países de la cuenca mediterránea.

5.3.5. El CES recomienda que se mejore la estrategia de la UE para con los países de la cuenca mediterránea reforzando los trabajos transfronterizos y la cooperación descentralizada, y haciendo hincapié en el desarrollo sostenible. A tal efecto, el Comité insta a la Comisión Europea:

a) a tener en cuenta el sector social en los programas regionales, con especial atención a la participación de todos los interlocutores sociales de los países de que se trate a nivel nacional y también a nivel internacional, y

b) a coordinar las políticas de formación con las exigencias de las fluctuaciones del empleo, creando redes de asistencia social y métodos de cooperación modernos en los sistemas de asistencia.

En este contexto, el Comité propone que se promuevan programas e iniciativas de cooperación descentralizada que sean favorables a los intercambios entre todos los que participan en el desarrollo, como se prevé en la Declaración de Barcelona en el apartado que se refiere a la cooperación en los ámbitos social, cultural y humanitario, al objeto de liberalizar y consolidar el sistema y de crear de esta manera un mayor dinamismo para el desarrollo cultural.

5.4. El CES cree que habría que centrarse en el carácter social de la AE y crear nuevos programas; aprueba asimismo la reciente puesta en marcha del programa Euromed-Human Sciences.

5.5. El CES aprueba la iniciativa consistente en asignar una "etiqueta" a la Asociación Euromediterránea que permita reconocer los distintos programas Euromed y propone una proyección más dinámica de la AE con la colaboración de los medios de comunicación y organismos afines de los PSM, para difundir los efectos de la AE en la sociedad civil.

5.6. Para garantizar la eficacia de la cooperación euromediterránea y promover la democracia y el respeto de los derechos humanos en la región es necesario reforzar el papel de los agentes intermedios y fomentar la participación de la sociedad civil en el conjunto de acciones del programa MEDA, que se ve obstaculizado en algunos países socios debido a la influencia desproporcionada que el Estado ejerce en la gestión del programa y porque no existen verdaderos procedimientos de consulta para la elaboración de los programas de orientación.

5.6.1. El Comité considera que la sociedad civil debe desempeñar un papel mucho más activo (inmigrantes, comunidades locales, empresas, universidades, asociaciones) para garantizar una mayor participación del conjunto de la sociedad en las actividades y en la evolución del proceso de Barcelona, y considera por ello que conviene realizar aún más esfuerzos para desarrollar y reforzar a los agentes intermedios verdaderamente independientes así como la posibilidad ofrecida a las ONG con vocación internacional de instalarse y operar libremente en los 27 países del proceso de Barcelona.

5.7. El CES insiste en la necesidad de que circule más información y exista mayor movilidad social en los PSM, al tiempo que constata que las personas que se han beneficiado de los programas MEDA han sido sobre todo aquellas que ya tenían contactos con las políticas europeas y conocían el funcionamiento de la UE. El gran desafío de MEDA II(13) es el de llegar a toda la sociedad, de modo que los fondos se repartan de forma más amplia y alcancen a todas las clases y grupos sociales.

En relación con la aplicación del programa MEDA II y con el fin de garantizar su éxito, el CES propone:

- el conocimiento de las necesidades de los PSM y el inmediato apoyo a éstos en la planificación y elaboración, en colaboración con las organizaciones que representan a la UE, de los necesarios estudios con el fin de facilitar la utilización de los créditos;

- la transferencia de tecnología y conocimientos técnicos, sobre todo al sector privado y las ONG;

- la transferencia de mejores prácticas a partir de la experiencia de que ya disponga la UE gracias al programa MEDA y, especialmente, gracias a los Programas Regionales Europeos;

- una especial atención a los sectores primario y secundario en los PSM;

- la elaboración de manuales y guías(14) sobre la correcta utilización de los fondos procedentes de la UE y la distribución de éstos a los beneficiarios;

- fijar plazos vinculantes para los distintos procedimientos de ejecución de las financiaciones del programa MEDA;

- la distribución equitativa de los fondos entre las tres vertientes de la Asociación Euromediterránea y el refuerzo del diálogo político en cada una de estas vertientes;

- aumentar el personal de la Comisión encargado de la gestión del programa MEDA;

- el acceso de los destinatarios finales (cámaras profesionales, representantes sociales, etc.) al conjunto de los resultados y datos existentes;

- la creación de un Observatorio para el desarrollo del proceso de Barcelona.

5.8. Por lo que se refiere a la aplicación general del programa MEDA II, el CES cree que debe revisarse todo el enfoque y filosofía de aplicación de éste para adaptarlo a formas más sencillas, de modo que se puedan utilizar más fácilmente los créditos y mitigar los problemas provocados por el enfoque anterior. Asimismo, reitera la importancia de la cooperación descentralizada(15) y propone su aplicación al tiempo que aprueba las decisiones al respecto de la Conferencia de Ministros celebrada en Marsella(16) sobre el programa MEDA II.

5.8.1. El Comité considera urgente que el nuevo Reglamento MEDA garantice una política equilibrada y viable, así como el desarrollo económico y social, y que garantice al mismo tiempo la participación de la sociedad civil en la articulación y evaluación de los programas y trabajos. Sobre este punto, el Comité destaca también la importancia de los trabajos a "pequeña escala".

5.8.2. El Comité considera que debe aumentarse la parte de los fondos de MEDA destinados a los proyectos regionales y a los trabajos que presenten una dimensión "sur-sur", que deben determinarse sobre la base de un diálogo que tenga en cuenta los factores locales, ya sean gubernamentales o no.

5.8.3. El Comité piensa que sería oportuno financiar, con cargo a los fondos MEDA, algunas medidas destinadas a reforzar la cooperación en los ámbitos de la agricultura y el desarrollo de las regiones rurales, al objeto de mejorar la calidad de vida en el entorno rural y limitar la dependencia de los abastecimientos.

5.8.4. El Comité pide que se incrementen considerablemente los fondos del programa MEDA asignados para acciones de formación en todos los ámbitos de la asociación para que puedan ser aprovechados por el conjunto de la sociedad de los países beneficiarios.

5.8.5. Una parte importante del programa MEDA debe orientarse a fomentar la cooperación entre países y grupos étnicos o religiosos que históricamente se han visto enfrentados por conflictos o enemistades.

5.8.6. El CES cree que, en el marco del nuevo programa MEDA II, el seguimiento no debe centrarse en el balance final, sino que debe ser dinámico y flexible, de modo que sean inmediatamente discernibles los problemas que puedan surgir a la hora de absorber los créditos y se tomen las medidas correctoras correspondientes. En este sentido, el CES propone la creación de un modelo de autoevaluación de los procedimientos relacionados con la aplicación de los programas. Dicho modelo tendría como objetivo el continuo seguimiento de la calidad de los resultados por medio de una gestión racional del conjunto de los procedimientos.

5.9. El Comité propone que las corrientes migratorias ocupen el centro de la cooperación y se instituya una política de inmigración centrada directamente en las necesidades del desarrollo común. Esta política de inmigración debe basarse en:

- el compromiso recíproco del Norte y del Sur en favor de una gestión común de las corrientes migratorias, incluida la lucha contra la inmigración ilegal;

- la instauración de políticas de inmigración temporal entre ambas orillas. Alemania podría servir de modelo, dado que se trata de uno de los pocos países europeos que cuenta con una antigua tradición de organización en materia de movilidad de los trabajadores;

- la creación de un permiso especial de circulación para los responsables de la Asociación Euromediterránea;

- la movilización de la inmigración al servicio del desarrollo del país de origen a través de políticas de ayudas a los programas destinados a los inmigrantes en su país de origen, programas de formación de estudiantes con mecanismos que faciliten su acceso al empleo en el país de origen, nuevas fórmulas de contratación temporal de jóvenes cualificados capaces de efectuar un período de prácticas en empresas de Europa, y la creación de un órgano financiero que permita una mejor transferencia del ahorro de los inmigrantes hacia los sectores productivos en su país de origen;

- el desarrollo de una política de integración en el país de acogida que esté definida claramente al objeto de reforzar los derechos de los inmigrantes instalados legalmente.

5.9.1. El Comité propone la creación de un observatorio de la inmigración encargado del seguimiento continuo y detallado de todas las cuestiones vinculadas con las corrientes migratorias en la cuenca mediterránea, en cooperación con la comisión competente del Foro Euromediterráneo.

5.10. Los países beneficiarios del programa MEDA II deben procurar el respeto de los principios democráticos y los derechos humanos, sobre todo los derechos de las mujeres y los niños, así como de los derechos sindicales, lo que representa el punto esencial de la cooperación con Europa. Se impone una vigilancia rigurosa para controlar su aplicación e informar regularmente al Parlamento Europeo sobre este aspecto.

5.10.1. Basándose en todo lo que precede, el Comité propone:

- que se elaboren programas destinados a la formación e integración de las mujeres en la vida universitaria, en el mundo profesional y en las empresas;

- que los organismos, empresas y otros operadores que creen discriminaciones en detrimento de la mujer en el ámbito educativo, social y deportivo no puedan beneficiarse de ninguna ayuda.

5.10.2. El CES cree que debería volver a evaluarse el acercamiento estratégico de Libia; al mismo tiempo, acoge con satisfacción las iniciativas de los países del Magreb y Mashreq por los esfuerzos realizados en pro de la cooperación con aquel país.

5.11. El Comité celebra y apoya la creación de la Oficina de Cooperación EuropeAid, servicio de la Comisión que funciona según los procedimientos habituales de dicha institución y que fue creado por decisión de la Comisión, el 1 de enero de 2001, como parte de la reforma de la ayuda exterior. El Comité considera que el principio de funcionamiento de esta Oficina, según el cual todo lo que pueda tratarse y decidirse directamente no debe ser tratado ni decidido en Bruselas, es extremadamente importante, ya que ilustra los esfuerzos realizados por la Comisión para transferir competencias esenciales. Es importante tener en cuenta que esta Oficina dispone de competencias para todas las fases del ciclo de actividades que garantizan la aplicación de los objetivos definidos en los programas elaborados por las Direcciones Generales de Relaciones Exteriores y de Desarrollo y aprobadas por la Comisión.

5.12. Entre las acciones que el CES debe emprender inmediatamente se cuenta el refuerzo de los mecanismos de consulta ya existentes en los PSM que no cuenten con consejos económicos y sociales (CES), con el objetivo a largo plazo de crear consejos equivalentes en dichos países.

5.12.1. En este contexto, en diciembre de 2000 se empezaron a aplicar dos programas regionales; se refieren al papel de los interlocutores económicos y sociales y al diálogo social entre los socios euromediterráneos y representan un presupuesto global que asciende a 1,3 millones de euros. El comienzo de ambos programas se decidió en la 4a Cumbre Euromediterránea de Consejos Económicos y Sociales de Lisboa (1998). Uno de ellos, llamado Tresmed, que se centra en la función consultiva de los socios económicos y sociales, dispone de un presupuesto de 700000 EUR, funciona bajo los auspicios del Consejo Económico y Social español y existe desde hace dos años, mientras que el segundo, centrado en el diálogo social y en los sistemas sociales, existe desde hace dieciocho meses, dispone de un presupuesto de 600000 EUR y funciona bajo los auspicios del IMED (Italia).

5.12.2. El Comité celebra la puesta en marcha de estos dos programas y espera que funcionen correctamente y que tengan un efecto dinámico.

5.12.3. El CES debe procurar que las visitas de sus representantes (como las realizadas a Israel, los territorios autónomos palestinos, Jordania y Egipto) a todos los PSM adquieran una cadencia más regular. El Comité se congratula por la visita del Presidente Prodi y los comisarios Patten y Lamy a los países del Magreb y del Mashreq, dado que la tentativa de dar un nuevo impulso al proceso de Barcelona debe ir acompañada de iniciativas similares que refuercen el clima más general que reina en la Asociación Euromediterránea e inspiren confianza a los socios euromediterráneos.

5.13. Los sucesos del 11 de septiembre de 2001 demuestran la necesidad de reforzar inmediatamente la AE. Ante los nuevos retos que se están planteando, la UE debe aplicar las conclusiones de la Conferencia de Barcelona como medio para apaciguar el clima que se ha creado y reforzar el atractivo cultural de los países socios tanto entre sí como ante los países de la UE.

Bruselas, 18 de octubre de 2001.

El Presidente

del Comité Económico y Social

Göke Frerichs

(1) La Declaración de Barcelona se emitió en la Conferencia Euromediterránea de Ministros de Asuntos Exteriores celebrada los días 27 y 28 de noviembre de 1995.

(2) COM(2000) 472 final.

(3) COM(2000) 497 final.

(4) El programa Euromed Heritage se puso en marcha en septiembre de 1998 a raíz de la declaración de los Ministros de Cultura durante la Conferencia de Bolonia en abril de 1996.

(5) El programa Euromed Audiovisual se puso en marcha en agosto de 1998 a raíz de las conclusiones de la Conferencia de Tesalónica de noviembre de 1997.

(6) El programa Euromed Youth se puso en marcha a principios de 1999 a raíz de las conclusiones de la segunda Conferencia de Malta en abril de 1997.

(7) El programa MEDA para la democracia es resultado de la iniciativa de 1994 del Parlamento Europeo, así como de la Asociación Euromediterránea; los objetivos del programa se recogían en el documento de la Comisión Europea de 17 de julio de 1996 titulado "Euromed Democracy Programme - Budget line B7-705N - Criteria and Conditions of Eligibility".

(8) Declaración Final del II Foro Parlamentario Euromed (Bruselas, 8-9 de febrero de 2001).

(9) Conferencia euromediterránea sobre agricultura, Estrasburgo, 14 y 15 de julio de 2001.

(10) FEMISE Report on the Evolution of the Structure of Trade and Investment between the EU and its Mediterranean Partners, punto 109.

(11) COM(2001) 135 final.

(12) COM(2000) 497 final (Comunicación de la Comisión "Un nuevo impulso para el proceso de Barcelona").

(13) Continuación del programa MEDA (1995-1999) para el periodo 2000-2006.

(14) Documento informativo de la Sección de Relaciones Exteriores sobre "Las políticas de innovación de las PYME y del artesanado".

(15) Dictamen del Comité Económico y Social sobre la Asociación Euromediterránea (DO C 301 de 13.11.1995, p. 45).

(16) Cuarta Conferencia Euromediterránea de Ministros de Asuntos Exteriores, Marsella, 15-16 de noviembre de 2000.

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