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Document 32001A0309(07)
Council Opinion of 12 February 2001 on the 2000 update of Ireland's stability programme, 2001-2003
Dictamen del Consejo de 12 de febrero de 2001 sobre el programa de estabilidad actualizado de Irlanda del período 2001-2003
Dictamen del Consejo de 12 de febrero de 2001 sobre el programa de estabilidad actualizado de Irlanda del período 2001-2003
DO C 77 de 9.3.2001, p. 7–8
(ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)
In force
Dictamen del Consejo de 12 de febrero de 2001 sobre el programa de estabilidad actualizado de Irlanda del período 2001-2003
Diario Oficial n° C 077 de 09/03/2001 p. 0007 - 0008
Dictamen del Consejo de 12 de febrero de 2001 sobre el programa de estabilidad actualizado de Irlanda del período 2001-2003 (2001/C 77/07) EL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA, Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, Visto el Reglamento (CE) n° 1466/97 del Consejo, de 7 de julio de 1997, relativo al reforzamiento de la supervisión de las situaciones presupuestarias y a la supervisión y coordinación de las políticas económicas(1), y en particular el apartado 3 de su artículo 5, Vista la Recomendación de la Comisión, Previa consulta al Comité Económico y Financiero, HA EMITIDO EL PRESENTE DICTAMEN: El 12 de febrero de 2001, el Consejo examinó el programa de estabilidad actualizado de Irlanda, correspondiente al período 2001-2003. El Consejo observa que la economía irlandesa continúa su rápido crecimiento en 2000, ya que la actualización de 2000 prevé un crecimiento del PIB real del 10,7 %. El crecimiento del empleo se cifra en un 4,5 % y la tasa de desempleo sigue cayendo para llegar a una media del 4,1 %. Las presiones inflacionistas se han intensificado. La inflación media del índice armonizado de precios al consumo (IAPC) en 2000 alcanzó el 5,3 %. Si bien este aumento de la inflación de precios se debe en parte a factores externos y transitorios, que se espera que vayan desapareciendo gradualmente del índice de precios al consumo, la inflación endógena ha aumentado igualmente, la inflación de los precios de la vivienda sigue siendo muy elevada y los salarios crecen con rapidez. Resultado del fuerte crecimiento económico, las previsiones del programa de estabilidad actualizado de 1999 en cuanto a la mejora de la situación presupuestaria fueron superadas con creces. El Consejo observa con satisfacción que el saldo de las administraciones públicas en 2000 sigue presentando un importante superávit, alrededor del 4,7 % del PIB, y que se ha vuelto a registrar una fuerte reducción de la ratio de la deuda pública. Las previsiones para el período 2001-2003 apuntan a un superávit medio del 4,2 % y una ratio de deuda que sigue bajando para situarse por debajo de un cuarto del PIB en 2003. El Consejo observa con satisfacción que, como ya ocurría en el programa inicial y en la actualización de 1999, Irlanda cumple plena y holgadamente las obligaciones del pacto de estabilidad y crecimiento durante el período de referencia. El superávit de las administraciones públicas previsto es claramente suficiente en cada año para dejar un margen de seguridad que evite superar el valor de referencia del 3 % del PIB en caso de fluctuaciones cíclicas normales. La hipótesis macroeconómica que sirve de base a estas previsiones supone una suave disminución del crecimiento del PIB real y de la inflación durante el período. El diferencial positivo de producción, estimado en un 4,5 % del PIB de tendencia en 2000, alcanzaría un máximo del 5,4 % en 2001 para disminuir gradualmente a continuación. En este contexto, el Consejo considera que el carácter estimulador del presupuesto de 2001 plantea un riesgo considerable a la moderada previsión expuesta en la actualización de 2000. El Consejo considera que este presupuesto -cuyas principales medidas consisten en recortes de impuestos indirectos y directos y en aumentos sustanciales del gasto corriente y de capital- es procíclico. El Consejo concluye que dará un impulso a la demanda de al menos el 0,5 % del PIB y que sus posibles efectos sobre la oferta serán probablemente menores a corto plazo, agravando así el recalentamiento y las presiones inflacionarias y agrandando el diferencial positivo de producción. En particular, la estrategia de fomentar el aumento de la oferta de mano de obra mediante el recorte de la presión fiscal directa, que se recomienda en las orientaciones generales de las políticas económicas en lo que atañe al mercado laboral, podría ser menos efectiva que en el pasado debido a producirse dentro del contexto de una política presupuestaria en expansión, y las tensiones del mercado laboral podrían muy bien dificultar cualquier nuevo intento de incentivar la moderación salarial mediante recortes de impuestos directos. Además, aunque los recortes de impuestos indirectos tienen una incidencia duradera sobre el nivel de precios, es probable que no tengan efecto duradero alguno sobre la tasa de inflación y que estimulen aún más la demanda. Dado que la política monetaria está ahora establecida para la zona del euro en su conjunto y no se dispone ya de ella como instrumento a escala nacional, deberán emplearse de manera más activa otras políticas, entre ellas las presupuestarias. Así las cosas, el Consejo considera que la prevista contribución de la política fiscal a la política macroeconómica en Irlanda es inoportuna. El Consejo recuerda que ha exhortado a las autoridades irlandesas en varias ocasiones, la última de ellas en las orientaciones generales de política económica de 2000, a asegurar la estabilidad económica mediante la política fiscal. El Consejo lamenta que no se haya reflejado este dictamen en el presupuesto de 2001, a pesar de que los datos de 2000 mostraban un grado cada vez mayor de recalentamiento. El Consejo considera que la política fiscal irlandesa en 2001 no es coherente con las grandes orientaciones de política económica en lo que se refiere a la política presupuestaria. Por ello, el Consejo ha decidido hacer, junto con el presente dictamen, una recomendación según el apartado 4 del artículo 99 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, con el fin de poner fin a dicha incoherencia. El Consejo expresa su satisfacción por el hecho de que la actualización de 2000 aborde el tema de la reforma estructural. En particular, el Consejo observa con satisfacción los progresos realizados en materia de sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas merced a la creación de un fondo nacional de reserva para pensiones, que a finales de 2000 ascendía ya a alrededor del 6,3 % del PIB. El Consejo saluda igualmente los esfuerzos de saneamiento de las cuentas públicas a través de la reforma de los regímenes fiscales y sociales y el aumento de los compromisos de gastos de capital para hacer frente a las necesidades de infraestructuras. (1) DO L 209 de 2.8.1997, p. 1.