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Document 51997AR0287

    Dictamen del Comité de las Regiones sobre la «Comunicación de la Comisión acompañada de una propuesta de decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se adopta un programa de acción comunitaria (1999-2003) sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación en el contexto del marco de actuación en el ámbito de la salud pública»

    DO C 64 de 27.2.1998, p. 91 (ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)

    51997AR0287

    Dictamen del Comité de las Regiones sobre la «Comunicación de la Comisión acompañada de una propuesta de decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se adopta un programa de acción comunitaria (1999-2003) sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación en el contexto del marco de actuación en el ámbito de la salud pública»

    Diario Oficial n° C 064 de 27/02/1998 p. 0091


    Dictamen del Comité de las Regiones sobre la «Comunicación de la Comisión acompañada de una propuesta de decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se adopta un programa de acción comunitaria (1999-2003) sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación en el contexto del marco de actuación en el ámbito de la salud pública»

    (98/C 64/16)

    EL COMITÉ DE LAS REGIONES,

    vista la «Comunicación de la Comisión acompañada de una propuesta de decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se adopta un programa de acción comunitaria (1999-2003) relativa a las enfermedades relacionadas con la contaminación en el contexto del marco de actuación en el ámbito de salud pública» (COM(97) 266 final, COD 97/0153) ();

    vista la decisión del Consejo, de 27 de junio de 1997, de consultar al Comité de las Regiones sobre esta materia, conforme a los artículos 129 y 198 C, primer apartado, del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea;

    vista su decisión de 8 de marzo de 1996 de atribuir la preparación de este dictamen a la Comisión de Política Social, Sanidad y Cohesión Económica y Social (Comisión 8);

    visto el proyecto de dictamen (CDR 287/97 rev.) aprobado por la Comisión 8 el 24 de septiembre de 1997 (Ponente: Sra. Bolger),

    en su 20° Pleno celebrado los días 19 y 20 de noviembre de 1997 (sesión del 20 de noviembre) el Comité de las Regiones ha aprobado por unanimidad el presente Dictamen.

    1. Introducción

    El Comité de las Regiones recibe con agrado esta oportunidad de comentar el programa de acción comunitaria propuesto por la Comisión sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación, en el contexto del marco de actuación en el ámbito de la salud pública.

    Es un momento muy oportuno para que la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo presten su atención al tema de la contaminación ambiental, dado que está aumentando la incidencia de las enfermedades relacionadas con ésta. El Comité de las Regiones reconoce los severos esfuerzos realizados por la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo para abordar los problemas asociados con la contaminación ambiental.

    Cuando se debate sobre el medio ambiente, normalmente se hace en el contexto de los riesgos ambientales para la salud pública. Las amenazas para la salud, especialmente la de los niños, han provocado una reacción aparentemente fuerte por parte de las víctimas potenciales. Dado el aumento en la proliferación de enfermedades relacionadas con la contaminación en la Unión, constituye una iniciativa encomiable la concepción y ejecución de un programa de acción comunitaria destinado a minimizar los riesgos para todos los ciudadanos, y en particular para los niños.

    2. Enfermedades relacionadas con la contaminación

    a) Definición de enfermedades relacionadas con la contaminación

    A efectos de este dictamen, por «enfermedades relacionadas con la contaminación» debe entenderse aquellas enfermedades causadas, provocadas o agravadas por la contaminación ambiental. En el contexto de la salud pública, se puede definir la contaminación como un desequilibrio o perturbación ambiental, resultado de causas artificiales o naturales, que tiene un efecto nocivo sobre la salud humana. Los agentes contaminantes pueden desde estar presentes en el agua hasta ser debidos a emisiones químicas en el aire o a la contaminación física de la superficie terrestre. Dada la amplia naturaleza del ámbito de la contaminación ambiental, la Comisión ha adoptado, con acierto, un enfoque bastante específico en el diseño del programa de acción comunitaria 1999-2003 sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación. La Comisión ha elegido concentrar sus recursos en los problemas de salud asociados con la contaminación del aire, que incluye a su vez temas tales como los contaminantes tóxicos, la lluvia ácida, la contaminación y los gases en medio urbano.

    b) Proliferación de las enfermedades relacionadas con la contaminación

    Durante las últimas décadas, el aumento de la urbanización, la industrialización y el rápido crecimiento de la población han llevado a un aumento de la presencia y concentración de agentes contaminantes. Las comunidades humanas se han concentrado históricamente alrededor del lugar de trabajo, y en el pasado reciente éste ha sido a menudo fuente y causa de la contaminación del aire. A pesar de que las enfermedades relacionadas con la contaminación del agua y la falta de higiene han sido ampliamente combatidas con buenos resultados, su lugar lo han ocupado enfermedades causadas por estilos de vida insalubres y por exposición a contaminantes atmosféricos nocivos.

    La gravedad de la situación actual queda bien ilustrada si observamos el alcance al que han llegado la morbilidad y la mortalidad causadas por agentes contaminantes que atacan el sistema respiratorio. Se ha avanzado la hipótesis de que un tercio de los problemas de salud a nivel mundial son resultado de enfermedades que podrían ser eliminadas mediante acciones centradas sobre la compleja relación entre factores ambientales y otros, en particular combatiendo la suciedad del aire.

    Existe una correlación directa entre la contaminación atmosférica y las enfermedades respiratorias. Una de estas enfermedades respiratorias es el asma. El asma es una enfermedad alérgica de las vías respiratorias, que se inflaman como respuesta a una serie de factores ambientales. Los alérgenos, combinados con los agentes contaminantes artificiales de la atmósfera, son, probablemente, el más importante de estos factores, y se ha demostrado una estrecha relación entre la exposición a los mismos y el desarrollo del asma. Se ha demostrado también que otros factores ambientales, como la exposición al tabaco, los virus y los contaminantes atmosféricos, agravan la situación de las personas que sufren asma.

    La tasa de morbilidad debida al asma aumentó un 27 % entre 1974 y 1984 en la Comunidad Europea. La tendencia fue todavía más preocupante entre los niños, grupo de población en que se duplicó la presencia de la enfermedad en el mismo período. En Irlanda, país relativamente poco contaminado, el 14 % de la población sufre de asma, enfermedad responsable de más de 100 muertes al año en dicho país. Esta cifra continua creciendo, igual que lo hace en muchos otros Estados miembros de la Unión.

    Las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), de las cuales las más comunes son la bronquitis y el enfisema, así como las alergias, han crecido en espiral durante los últimos 20 años, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud pública, especialmente en las áreas urbanas. Desde los años 70, la incidencia de la rinitis alérgica en niños y adultos se ha duplicado en algunos Estados comunitarios. Se estima que las tasas de presencia de estas enfermedades en la Comunidad en su conjunto abarcan desde el 2 % hasta el 10 %.

    3. Las amenazas

    a) Contaminación atmosférica exterior

    La naturaleza de la contaminación atmosférica ha cambiado significativamente. Mientras que en el pasado ésta provenía de la quema de combustibles fósiles, actualmente está claramente relacionada con los alérgenos externos y las emisiones de vehículos.

    Los alérgenos atmosféricos ambientales, como el polen o las escamas cutáneas de origen animal, causan considerables molestias a muchas personas a lo largo del verano. La alergia al polen, en particular, contribuye muy a menudo al desarrollo de síntomas de alergia, como la conjuntivitis o la rinitis. El nivel de polen en la atmósfera no ha aumentado a lo largo de los años. Se puede concluir, por tanto, de manera razonable, que el rápido incremento en las alergias proviene de una merma o debilitación del sistema humano de defensas.

    Las emisiones de los vehículos contienen abundantes óxidos de nitrógeno, que en ciertas circunstancias producen ozono. Sin embargo, mientras que la opinión pública está ampliamente informada sobre la continua erosión de la capa de ozono y los efectos perjudiciales asociados con el calentamiento global, las causas más directamente relevantes de las enfermedades alérgicas y respiratorias son ampliamente ignoradas.

    Probablemente es necesaria una respuesta global unificada para salvar la capa de ozono de los daños que ya se le han infligido. Por el contrario, cada ciudadano puede mejorar con facilidad la calidad del aire en espacios interiores y su estilo de vida.

    b) Contaminación atmosférica interior

    Se considera que la contaminación atmosférica en espacios de interior juega un importante papel en la proliferación de las alergias. Una amplia serie de elementos afectan la calidad del aire de interior. Las concentraciones de radón, el humo del tabaco, las calefacciones de queroseno sin ventilación y las partículas de polvo, son, todos ellos, elementos que contribuyen a la contaminación atmosférica interior. Actualmente, existe el temor de que los agentes contaminantes individuales, aunque dañinos, no sean tan preocupantes como lo es su efecto combinado. Mientras que el cuerpo humano puede ser capaz de defenderse de los contaminantes atmosféricos individuales, no puede protegerse de una mezcla de agentes contaminantes.

    Una de las formas más preocupantes de contaminación atmosférica es el humo del tabaco y, a pesar de que fumar o no fumar es una decisión personal, ciertamente ha de ser objeto de políticas públicas el que nadie debería fumar para contaminar el aire de sus conciudadanos en edificios públicos o en el transporte público.

    La sociedad ha comenzado a adoptar una aproximación madura al tema del tabaco. Todos los Estados miembros han introducido legislación que prohíbe fumar en muchos espacios públicos. Se ha hecho un mayor esfuerzo a nivel nacional y regional para informar a la opinión pública de los efectos perjudiciales asociados con el tabaco. Es imperativo que el progreso en este campo se base en la investigación continuada sobre la relación entre el tabaco y el cáncer, así como otras enfermedades respiratorias. A pesar de que el tabaco cae enteramente dentro de la égida del Programa del Cáncer, cualquier información relevante que se obtenga durante el programa de acción para enfermedades relacionadas con la contaminación debería ser transferible.

    4. Ambientes interiores

    La naturaleza de los ambientes de interior ha cambiado en los últimos años. Buena parte de la población europea vive ahora en edificios con buen aislamiento exterior, doble cristal y sin chimeneas. La calefacción central es habitual, lo que mantiene altas temperaturas y baja humedad. Las nuevas casas diseñadas para hacer un uso eficiente de la energía protegen de las condiciones climatológicas exteriores, pero, al mismo tiempo mantienen dentro los agentes contaminantes de interior. El ácaro del polvo, en griego «dermathoganid», que significa «araña come-piel», se desarrolla bien en tales condiciones, y se reproduce a velocidades alarmantes. El alfombrado de toda la superficie de las viviendas, el grueso tapizado y la ropa de cama también ayudan a hospedar al ácaro.

    En tal entorno, los niños pequeños tienden a volverse cada vez más hipersensibles. No se da a su sistema inmunológico el tiempo suficiente para desarrollarse, ya que desde sus primeros días debe enfrentarse a numerosos ataques. Por si fuera poco, el cuidado paterno puede haber sobrepasado los límites de lo que es beneficioso para el niño. A menudo intentando proteger al niño de los elementos, los padres pueden salvaguardarlo en un grado excesivo hasta el punto de convertir en inútil su sistema inmunológico. Lo importante es equilibrar la exposición del niño al medio ambiente con su protección de los elementos.

    Una mayor conciencia respecto a los peligros ocultos, tales como el ácaro del polvo, las esporas y los pequeños fragmentos de pluma o piel animal, ayudaría a evitar muchas alergias dañinas. Tal y como sugiere correctamente la Comisión Europea, deberían llevarse a cabo campañas de información destinadas al público en general de los efectos perjudiciales asociados con la contaminación exterior e interior.

    En el lugar de trabajo, una de las formas más comunes de contaminación proviene de los materiales de amianto. Desde hace algún tiempo se conocen sus efectos perjudiciales para la salud humana. La exposición a niveles altos de partículas de amianto puede provocar enfermedades observadas en los trabajadores sometidos a dicha exposición, como asbestosis, afecciones pleurales, carcinoma bronquial y mesotelioma.

    Se ha de elogiar a la Comisión, el Parlamento y el Consejo por su introducción de legislación, en 1983 (83/447), para la protección a los trabajadores de la exposición al amianto. Es imperativo, sin embargo, que estas disposiciones pensadas para el lugar de trabajo sean también efectivas en el ámbito doméstico. Muchas construcciones de los años 50 y 60 contienen tuberías de amianto a través de las que fluye el agua. El potencial de contaminación es demasiado grande, y el Comité de las Regiones participa plenamente del punto de vista de la Comisión, en el sentido de que la exposición al amianto debería reducirse al máximo, utilizando la mejor tecnología disponible y sin incurrir en costes excesivos.

    Si bien el programa de acción propuesto por la Comisión no hace una referencia explícita a la erradicación de las enfermedades relacionadas con el amianto, el Comité de las Regiones hace un llamamiento a la Comisión para que examine este tema con detalle en el futuro.

    5. Prevención de las enfermedades relacionadas con la contaminación

    La decisión de hasta qué punto estamos dispuestos a controlar nuestra contaminación atmosférica y pagar los costes necesarios es de tipo político, e incluye el concepto de «riesgo aceptable». El trabajo llevado a cabo bajo el Cuarto Programa de acción (investigación y desarrollo tecnológico) respecto a la identificación de agentes de contaminación atmosférica debe llevarse hasta una nueva etapa. Sólo se puede comenzar a abordar el problema si entendemos plenamente las causas de las enfermedades respiratorias.

    La Comisión, teniendo en cuenta la investigación apoyada por la Comunidad y la legislación comunitaria en el sector ambiental, ha diseñado en su propuesta para combatir las enfermedades relacionadas con la contaminación una estrategia con tres objetivos. Primero, reducir el volumen de agentes contaminantes llevando a cabo acciones en el origen de los mismos; segundo, realizar acciones para limitar el volumen de exposición de la población a estos agentes; y tercero, mitigar los efectos producidos en las personas que se hallan expuestas a los mismos.

    Aunque puede parecer necesario reducir los niveles de todos los contaminantes, ello no es ni factible ni eficaz desde el punto de vista de los costes. Una aproximación más realista a la tarea de reducir los contaminantes del aire es realizar una campaña dirigida al ciudadano. Los ciudadanos pueden demostrar tener la voluntad y la capacidad para cambiar su comportamiento, complementando así la acción legislativa ya desplegada en relación a los actores industriales o a los fabricantes de coches. Con el fin de avanzar rápidamente en el mejoramiento general de la salud pública se debería otorgar prioridad, llevando a cabo acciones específicas, a los siguientes aspectos: cambios en los modos de transporte, usos del combustible y desarrollo de tecnología para controlar las emisiones de los vehículos.

    6. Búsqueda de información

    Tal y como se menciona en la Comunicación de la Comisión relativa a un programa de acción comunitaria sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación, la recopilación de información estadística apropiada sobre la causa y el alcance de estos problemas es un requisito necesario para llevar a cabo esta acción preventiva. Existen datos relativos a la exposición a agentes contaminantes en muchos Estados miembros. Sin embargo, no se ha podido determinar claramente la relación que existe entre la exposición a agentes contaminantes y la salud a largo plazo de los ciudadanos.

    Para conseguir datos precisos, es necesario realizar un seguimiento de la exposición de un niño a los agentes contaminantes desde su primera edad hasta su completo desarrollo y maduración. Este análisis puede llevarse a cabo mediante el uso de dispositivos de seguimiento personales, que prácticamente no pesan nada. El análisis de la exposición personal a los agentes contaminantes depende de las concentraciones de los mismos en los lugares por los que se mueve una persona, así como del tiempo que pasa en cada uno de estos lugares. Ello precisa una observación constante de la exposición. El desarrollo de un modelo de la exposición humana a la contaminación atmosférica no puede llevarse a cabo en ausencia de un análisis estadístico global.

    La creación de la Agencia Europea de Medio Ambiente ha facilitado la recogida de algunos de estos datos estadísticos. Es imperativo que la Agencia continúe trabajando en estrecha colaboración con las autoridades nacionales y regionales en la recopilación de información sobre la contaminación atmosférica y del agua. Los problemas más importantes relacionados con la contaminación atmosférica a menudo sólo pueden ser identificados a nivel nacional o regional. Por tanto, es importante tener presente el principio de subsidiariedad a la hora de diseñar al programa de acción para combatir las enfermedades relacionadas con la contaminación en la Unión. Tal y como afirma la Comisión, la acción comunitaria en este ámbito solamente debería llevarse a cabo si por razón de su escala o efectos, se pueden alcanzar mejores resultados actuando a nivel de la Unión en comparación con los que se alcanzarían a niveles nacionales o regionales. Además, la acción comunitaria debe ser proporcional a los objetivos propuestos.

    7. Acción comunitaria contra las enfermedades relacionadas con la contaminación

    Dado que la prevención de las enfermedades respiratorias y de las alergias queda fuera del ámbito de otros programas comunitarios, y dado que existen pruebas de que las enfermedades respiratorias y las alergias suponen un riesgo para la salud y resultan en morbilidad y/o mortalidad, la Comisión ha decidido acertadamente centrar sus medidas en el marco de la propuesta de la Comisión para la reducción de estas enfermedades.

    La Comisión ha esbozado tres grandes objetivos con el fin de reducir la rápida proliferación de las enfermedades relacionadas con la contaminación. El primero de estos objetivos supone la mejora de la información sobre las enfermedades relacionadas con la contaminación. Una vez que se hayan recopilado datos estadísticos exhaustivos, será posible establecer vínculos causales entre los agentes contaminantes del medio ambiente y las enfermedades.

    La información extraída de estos datos estadísticos permitirá tanto a los expertos como al común de los ciudadanos tener una imagen más clara de los riesgos y las soluciones de los problemas asociados con la contaminación ambiental.

    En segundo lugar, la Comisión sostiene que un mayor nivel de comprensión en relación a las enfermedades relacionadas con la contaminación permitirá tanto a las autoridades comunitarias como a las nacionales implementar una estrategia coherente de gestión del riesgo. La percepción pública de los riesgos para la salud pública es consecuencia a menudo de una mala información y desemboca, por tanto, en una preocupación pública innecesaria. Mientras que la opinión pública centra probablemente sus preocupaciones en los daños asociados a los campos electromagnéticos, la salmonela o la encefalopatía espongiforme (enfermedad de las «vacas locas»), hay agentes contaminantes potencialmente mucho más mortíferos ocultos en los hogares. La exposición diaria de bajo nivel a miles de contaminantes en dosis demasiado pequeñas para ser detectadas impone una pesada carga a nuestro sistema inmunológico de defensas. Además, la opinión pública ha subestimado sistemáticamente la contribución del tabaco como causa de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

    Se hacen necesarias campañas de información para que los ciudadanos conozcan los peligros ocultos que acechan en sus hogares. El ácaro del polvo y las bacterias se desarrollan con facilidad en ausencia de ventilación. Las temperaturas invernales requieren aislamiento y calefacción. Sin embargo, mientras los hogares o los lugares de trabajo se hallan vacíos, aun cuando sea por períodos cortos de tiempo, deberían ventilarse las estancias. Igual que los humanos necesitamos respirar, las paredes, los techos y los suelos, requieren aire fresco. Las campañas de información deberían impulsar a los ciudadanos a ventilar tanto sus hogares como sus lugares de trabajo. La participación de las autoridades locales y regionales en las campañas informativas es vital, ya que estas autoridades están llamadas a desempeñar un papel fundamental en el suministro de información pública y el cambio de actitudes de la población.

    El tercer objetivo de la estrategia de la Comisión para abordar las enfermedades relacionadas con la contaminación tiene que ver con las actividades que reducen directamente el predominio y/o la incidencia de las enfermedades alérgicas y respiratorias. Está contemplado el diseño de acciones para reforzar y vincular entre sí las campañas informativas. Además, se destinarán recursos para la promoción de las mejores prácticas. Con el fin de ayudar a desarrollar una estrategia europea, debería alentarse a la Comisión para que examine las mejores prácticas en cada Estado miembro y para que canalice recursos a la promoción de las mejores prácticas.

    8. Presupuesto

    El Comité de las Regiones, a pesar de que comprende la actual situación financiera, hace un llamamiento a la Comisión para que aumente los fondos previstos para la propuesta de la Comisión sobre enfermedades relacionadas con la contaminación a partir de 1999. A este programa se le han asignado 1,3 millones de ecus para 1999, en línea con las actuales perspectivas financieras. La Comisión ha recomendado que el marco financiero para los últimos cuatro años del programa (2000-2003) se determine en detalle después del establecimiento de las futuras perspectivas financieras. En opinión del Comité de las Regiones, el presupuesto para este programa debería aumentar considerablemente a partir de 1999. Se requiere una importante financiación para hacer una aportación significativa en la lucha contra la contaminación. La información no tiene valor, y no debería ser limitada simplemente por las restricciones financieras actuales.

    9. Observaciones finales

    El Comité de las Regiones desea rendir homenaje al innovador y alentador trabajo llevado a cabo hasta la fecha por la Comisión en el campo de la contaminación ambiental. Este proceso ha sido completado por el interés y apoyo del Consejo y del Parlamento.

    El trabajo que supone mitigar los problemas asociados con la contaminación ambiental supone un desafío, pero no es inabordable. La clara prioridad del programa de acción de la Comisión sobre enfermedades relacionadas con la contaminación es reducir el sufrimiento infligido por la contaminación ambiental sobre los ciudadanos en general y sobre los niños en particular. Además, los beneficios económicos que se derivarían de una reducción de la extensión de las enfermedades relacionadas con la contaminación no son insignificantes. A lo largo del año se pierden muchos días de trabajo en toda la Unión como consecuencia de las enfermedades relacionadas con la contaminación. La carga que ello supone, además, para el sistema sanitario de una nación, resulta considerable.

    El Comité de las Regiones presta su apoyo al programa de acción propuesto por la Comisión sobre enfermedades relacionadas con la contaminación. Es imperativo, sin embargo, que se destinen suficientes recursos financieros para permitir a los actores regionales, nacionales y comunitarios, jugar un papel importante en la batalla contra las enfermedades relacionadas con la contaminación.

    Bruselas, 20 de noviembre de 1997.

    El Presidente del Comité de las Regiones

    Pasqual MARAGALL i MIRA

    () DO C 214 de 16.7.1997, p. 7.

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