91997E3579

PREGUNTA ESCRITA E-3579/97 de Klaus Lukas (NI) a la Comisión (13 de noviembre de 1997)

Asunto: Edificio Berlaymont

Según una información aparecida en el no 7078 (N.S.) de la publicación «Europe», de fecha 13./14.10.1997, el edificio Berlaymont de la Comisión en Bruselas ha resultado de nuevo totalmente contaminado durante los trabajos de restauración.

¿Puede proporcionar la Comisión alguna aclaración sobre lo sucedido así como sobre las responsabilidades, los costes y las consecuencias respectivas de esta nueva contaminación del edificio?

Ante las circunstancias actuales, ¿qué costes habría originado la construcción de un edificio de nueva planta?

¿Qué costará, en definitiva, realmente la restauración?

¿Puede contarse con que, durante la nueva restauración que ha de llevarse a cabo, el edificio no vuelva a resultar contaminado por entero?

¿Qué consecuencias financieras tiene el hecho de que el traslado no pueda tener lugar en el año 2000, tal como estaba previsto?

Respuesta del Sr. Liikanen en nombre de la Comisión (17 de diciembre de 1997)

Los artículos publicados en la prensa acerca de las obras de eliminación del amianto en el edificio Berlaymont se basan en un informe solicitado por la SA Berlaymont 2000, entidad contratante, a la empresa francesa Technip, encargada de elaborar un inventario y formular propuestas con vistas a la conclusión de las obras. En dicho informe se indica, efectivamente, que en algunos lugares del interior del edificio se ha producido una nueva contaminación de las zonas descontaminadas, ya que las obras no siempre se han realizado de manera adecuada.

La Comisión no asume responsabilidad alguna en la gestión de las obras. La autoridad contratante de todas ellas es el Estado belga, inicialmente a través de la «Régie des bâtiments» y, posteriormente, de la SA Berlaymont 2000. La Comisión sólo desempeña un papel de observadora, si bien en varias ocasiones ha formulado observaciones sobre la calidad del trabajo efectuado.

La eliminación del amianto, actualmente en curso, es una operación indispensable, sea cual sea el futuro del edificio Berlaymont -reestructuración o derribo y reconstrucción-. En cualquier caso, el derribo del edificio resulta imposible antes de la eliminación del amianto, operación a la que se dedican exclusivamente las obras actuales. Las obras de reestructuración comenzarán cuando acabe la fase actual y se haya expedido un certificado de descontaminación definitiva.

Como consecuencia del retraso que están registrando las obras, es probable que las operaciones de eliminación del amianto no finalicen antes de mediados de 1999 y las de renovación, antes de finales del año 2001. El acuerdo firmado con el Estado belga prevé, en primer lugar, que todos los gastos de eliminación del amianto han de correr por cuenta del Estado belga y, en segundo lugar, que este último ha de suministrar edificios de sustitución durante al menos los seis meses siguientes a la entrega del edificio Berlaymont renovado, por lo que el retraso no tendrá consecuencia financiera alguna para la Comisión.

El Grupo Operativo Berlaymont, creado en la Comisión para supervisar el proyecto de renovación tras la eliminación del amianto, sigue colaborando con el equipo de la SA Berlaymont en la elaboración del proyecto. El compromiso de la Comisión de financiar las obras de reestructuración del edificio -cuyo coste se estima en 325 millones de ecus, a los que hay que añadir 50 millones de ecus, correspondientes al valor de la estructura antes de la renovación- y de pasar a ser su propietaria al final de las obras sigue supeditado a la condición de que se expida el certificado de descontaminación.