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Document 52022DC0600

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL BANCO CENTRAL EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES Semestre Europeo de 2022 – Paquete de primavera

COM/2022/600 final

Bruselas, 23.5.2022

COM(2022) 600 final

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL BANCO CENTRAL EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO, AL COMITÉ DE LAS REGIONES Y AL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES

Semestre Europeo de 2022 – Paquete de primavera

{SWD(2022) 628 final} - {SWD(2022) 629 final} - {SWD(2022) 630 final} - {SWD(2022) 631 final} - {SWD(2022) 632 final} - {SWD(2022) 633 final} - {SWD(2022) 634 final} - {SWD(2022) 635 final} - {SWD(2022) 636 final} - {SWD(2022) 637 final} - {SWD(2022) 638 final} - {SWD(2022) 639 final}


1. INTRODUCCIÓN

La contundente respuesta política de la UE tras la pandemia de COVID-19 respaldó la resiliencia de la Unión, como también ha quedado demostrado en el actual entorno geopolítico y económico sin precedentes. La acción política coordinada a escala nacional y de la UE amortiguó el impacto de la pandemia en las economías de los Estados miembros y abrió el camino a una fuerte recuperación. La economía de la UE alcanzó su nivel de producción previo a la pandemia en el otoño de 2021 y las perspectivas antes de la invasión rusa de Ucrania apuntaban a una fase de expansión prolongada y sólida. Sin embargo, la guerra rusa de agresión contra Ucrania ha creado un nuevo entorno, y ha exacerbado los vientos en contra del crecimiento ya existentes, que hasta ahora se esperaba que amainaran. Los nuevos aumentos de los precios de las materias primas, las reanudadas interrupciones de la oferta y el aumento de la incertidumbre están mermando el crecimiento e implican importantes riesgos de revisión a la baja. También plantea nuevos retos para las economías de la UE relacionados con la seguridad del suministro energético y la dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia. La expansión de las presiones inflacionistas más allá de los precios de la energía, junto con la gran afluencia de personas que huyen de la guerra, están teniendo un impacto directo en las sociedades europeas. Sin embargo, la economía de la UE está mostrando su resiliencia, y se prevé que siga creciendo en el período 2022-2023. Los efectos residuales de la dinámica de reapertura, un mercado laboral en continua mejora y una respuesta política contundente a la perturbación provocada por la pandemia siguen respaldando el crecimiento. Las acciones a corto plazo, en particular el Apoyo Temporal para Atenuar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE), la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus, REACT-UE o el marco temporal de ayudas estatales, así como el despliegue en curso de NextGenerationEU, con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) como eje central, han dado sus frutos. Al mismo tiempo, las previsiones de crecimiento están rodeadas de una incertidumbre excepcional y sujetas a unos importantes riesgos de revisión a la baja.

REPowerEU es el plan de la UE para reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos lo antes posible y mucho antes de 2030, mediante la aceleración del Pacto Verde Europeo. Sobre la base del paquete de la Comisión de 18 de mayo 1 , REPowerEU acelera las medidas destinadas a lograr una energía más asequible, segura y sostenible a la vista de los retos emergentes. La necesidad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia nunca ha sido tan evidente. Debe basarse en una transición rápida hacia el abandono de todos los combustibles fósiles, así como en el refuerzo de nuestra resiliencia social y económica. El plan REPowerEU contiene medidas concretas para reducir la dependencia energética de la Unión de todos los combustibles rusos y acelerar la aplicación del Pacto Verde Europeo con nuevas medidas, sobre la base del paquete de medidas «Objetivo 55». El plan moviliza financiación adicional para acelerar en mayor medida la descarbonización de nuestra economía y abordar las brechas en materia de infraestructuras que persisten en la UE, en particular los importantes enlaces transfronterizos. También incluye medidas para mitigar el impacto en las empresas y los hogares provocado por las interrupciones del suministro de energía vinculadas con la invasión rusa. Las medidas para acelerar los procedimientos de concesión de permisos liberarán el potencial de la UE en materia de energías renovables, junto con medidas para hacer frente a la escasez de capacidades verdes.

El Semestre Europeo y el MRR ofrecen marcos sólidos para garantizar una coordinación eficaz de las políticas y hacer frente a los retos actuales. Las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva de la UE (sostenibilidad medioambiental, productividad, equidad y estabilidad macroeconómica) seguirán guiando la acción política a escala europea y nacional. Las recomendaciones específicas por país adoptadas en el contexto del Semestre Europeo proporcionan orientaciones a los Estados miembros para responder adecuadamente a retos continuos y nuevos, y alcanzar los objetivos políticos fundamentales que comparten. Este año también incluyen orientaciones para los nuevos capítulos dedicados a REPowerEU en los planes de recuperación y resiliencia, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles mediante reformas e inversiones en consonancia con las prioridades de REPowerEU 2 . El MRR seguirá impulsando los programas de reforma e inversión de los Estados miembros durante los próximos años y es el principal instrumento para acelerar la doble transición ecológica y digital y reforzar la resiliencia de los Estados miembros, en particular mediante la aplicación de las medidas nacionales y transfronterizas en el marco de REPowerEU. El MRR también apoya proyectos plurinacionales y refuerza la cooperación entre los Estados miembros. Esto se complementa con fondos de la política de cohesión y otros programas 3 , que facilitan el cumplimiento de las prioridades clave de la Unión en materia de inversión a escala nacional y regional, de forma que ninguna región ni persona se quede atrás. El ciclo del Semestre Europeo de 2022 también proporciona información actualizada y coherente sobre los avances hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todos los Estados miembros. A escala de la Unión, si bien se han observado avances en los últimos años en lo que respecta a prácticamente todos los ODS, aún queda mucho por hacer, también en el contexto de las consecuencias de la COVID-19 y de la actual situación geopolítica y económica 4 .

2. PERSPECTIVAS ECONÓMICAS Y DE EMPLEO

Tras un momento de menor vigor a finales de 2021, la economía de la UE entró en 2022 con expectativas de una vigorosa expansión durante este año y el siguiente. Tras el potente repunte de la actividad económica iniciado en la primavera del año pasado y que continuó sin interrupción hasta principios de otoño, el ritmo de crecimiento de la UE se ralentizó debido a la intensificación de los vientos en contra. El resurgimiento de la pandemia el pasado otoño y la rápida propagación de la nueva variante ómicron dieron lugar a nuevas tensiones en los sistemas sanitarios y provocaron el restablecimiento de las restricciones, aunque por lo general de carácter más suave o más específico que en olas anteriores. Los persistentes cuellos de botella logísticos y de suministro, en particular la escasez de semiconductores, algunas materias primas y productos metálicos, afectaron a la producción, al igual que los elevados precios de la energía y la escasez de mano de obra en muchos países de la UE. Las presiones inflacionistas empezaron a reducir el poder adquisitivo de los hogares. Sin embargo, dado que se preveía la normalización de las condiciones de la oferta y la moderación de las presiones inflacionistas, la actividad económica parecía dispuesta a recuperar el impulso. Un mercado laboral en continua mejora, el elevado nivel de ahorro acumulado por los hogares, unas condiciones de financiación todavía favorables y el despliegue del MRR debían cimentar una fase expansiva prolongada y sólida.

La invasión rusa de Ucrania ha debilitado las expectativas económicas mundiales. El impacto negativo en las perspectivas económicas actúa a través de distintos canales. Entre ellos cabe citar los efectos negativos sobre la confianza, el descenso del comercio, el endurecimiento de las condiciones de financiación y, especialmente, el aumento de los precios de las materias primas, que a su vez provocan nuevas perturbaciones en las cadenas de suministro y tensiones adicionales en la logística mundial. Más allá de estas consecuencias inmediatas, la invasión rusa de Ucrania ha dado lugar a una desvinculación de Rusia, en particular en lo que se refiere a las relaciones comerciales y financieras, cuya magnitud es difícil de comprender plenamente en esta fase. Paralelamente, las drásticas medidas de contención de la pandemia aplicadas recientemente en algunas partes de China podrían, de prolongarse, agravar los cuellos de botella existentes. El nuevo panorama geopolítico exige medidas para lograr la autonomía estratégica abierta de la UE y reducir su dependencia de la energía y de otros productos y tecnologías estratégicas.

Si bien la invasión rusa de Ucrania ha aumentado la incertidumbre, las perspectivas económicas siguen apuntando a una expansión económica continuada en 2022 y 2023, lo que demuestra la resiliencia de la economía de la UE. Esto refleja la cómoda posición desde la que se partía antes del estallido de la guerra y el importante apoyo prestado con el pleno despliegue del MRR. Según las previsiones económicas europeas de la primavera de 2022, se prevé que el crecimiento del PIB real en la UE disminuya del 5,4 % estimado en 2021 al 2,7 % en 2022 y al 2,3 % en 2023. Se prevé que la tasa de empleo de las personas de entre 15 y 74 años aumente del 72,5 % en 2021 al 73,5 % en 2022 y al 74,2 % en 2023. Se espera que la inflación sea más elevada y se mantenga en niveles altos durante más tiempo de lo previsto anteriormente, impulsada por las subidas de los precios de las materias primas provocados por la guerra y por el aumento de las presiones sobre los precios. Se prevé que se sitúe en el 6,8 % en 2022 y en el 3,2 % en 2023. Las nuevas perspectivas de crecimiento son considerablemente menos pronunciadas de lo previsto antes de la invasión rusa de Ucrania, debido a los riesgos de revisión a la baja de las perspectivas económicas en el contexto de la agresión rusa, las subidas sin precedentes de los precios de la energía y las continuas interrupciones de la cadena de suministro. Al mismo tiempo, el carácter y la magnitud sin precedentes de las nuevas perturbaciones hacen que todas las previsiones estén sujetas a una considerable incertidumbre.

Las perspectivas de crecimiento inferiores y la intensificación de las presiones sobre los precios plantean dilemas políticos. Durante la mayor parte de los dos últimos años, la combinación de una política monetaria acomodaticia y un fuerte apoyo presupuestario ha permitido a los Estados miembros de la UE estabilizar la economía frente a la pandemia. Las perturbaciones provocadas por la guerra afectan predominantemente al lado de la oferta de la economía, y lastran el crecimiento de la producción a la vez que elevan la inflación hasta tasas nunca observadas desde la introducción de la moneda única. Por su parte, la política presupuestaria debe mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía, en particular para los hogares vulnerables, teniendo en cuenta el posible impacto de las medidas en la inflación, la coherencia con el objetivo a largo plazo de reducir la dependencia global de los combustibles fósiles y abandonar las importaciones de combustibles fósiles procedentes de Rusia, así como la necesidad de ser prudentes para mantener la sostenibilidad presupuestaria.

3. VINCULAR EL SEMESTRE EUROPEO, EL MRR Y REPOWEREU: PRINCIPALES OBJETIVOS PARA LAS RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS POR PAÍS DE 2022

El MRR es el instrumento principal para cumplir con las prioridades políticas de la UE en el marco del Semestre Europeo y, junto con REPowerEU, para hacer frente a los nuevos retos. El Mecanismo, con su sólido sistema de seguimiento basado en el rendimiento, está proporcionando un importante apoyo financiero para la ejecución de reformas e inversiones clave, lo que supone un impulso presupuestario y de reforma financiado por la Unión. Un año después de su introducción, se han realizado importantes avances que han dado lugar a efectos indirectos positivos en toda la UE, al tiempo que se apoya la convergencia, en particular en toda la zona del euro. La aplicación de los ambiciosos planes de recuperación y resiliencia es clave para fomentar la doble transición y aumentar la resiliencia de los Estados miembros. En consonancia con el Reglamento sobre el MRR, los planes nacionales de recuperación y resiliencia abarcan la totalidad o un subconjunto significativo de las recomendaciones específicas por país pertinentes. Por lo tanto, el Semestre Europeo y el MRR seguirán estando estrechamente interrelacionados para garantizar la complementariedad de las prioridades políticas que se han fijado, y evitar así los solapamientos y minimizar la carga administrativa. La invasión rusa de Ucrania ha alterado el contexto geopolítico y económico. La Declaración de Versalles 5 pedía nuevas medidas decisivas para construir la soberanía europea, mediante la reducción de las dependencias estratégicas de la UE, el aumento de la seguridad del suministro, en particular en el ámbito de las materias primas esenciales, y la eliminación progresiva de nuestra dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia. El MRR desempeñará un papel central en la movilización y orientación de los recursos disponibles a escala europea para alcanzar estos objetivos, como también se indica en REPowerEU.

Como se anunció en el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento Sostenible de 2022, el paquete de primavera de este año vuelve a introducir los informes por país y las recomendaciones específicas por país. Los informes por país ofrecen una instantánea de los retos existentes y emergentes a lo largo de las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva, así como de la resiliencia de cada Estado miembro para hacer frente a estos retos, como también se refleja en los cuadros de indicadores de resiliencia elaborados por la Comisión 6 . Los informes por país hacen balance de la aplicación de las recomendaciones específicas por país anteriores y de las medidas incluidas en los planes de recuperación y resiliencia que impulsarán en gran medida los programas de reforma e inversión de los Estados miembros hasta 2026 7 . Los informes señalan los principales retos pendientes o emergentes que no están suficientemente cubiertos por los compromisos asumidos en los planes de recuperación y resiliencia, que constituyen la base de las recomendaciones específicas por país de este año. Este «análisis de deficiencias» y las recomendaciones conexas tienen especialmente en cuenta la necesidad de reducir nuestra dependencia energética tras la invasión rusa de Ucrania, en consonancia con las prioridades de REPowerEU, y de abordar las implicaciones socioeconómicas correspondientes.

Dado el carácter global de los planes de recuperación y resiliencia, las nuevas recomendaciones específicas por país abordan un número limitado de retos adicionales en materia de reforma e inversión 8 . Los Estados miembros deben centrarse principalmente en la aplicación oportuna de los planes de recuperación y resiliencia. Por lo tanto, la Comisión propone al Consejo que dirija a todos los Estados miembros con un plan de recuperación y resiliencia aprobado: una recomendación sobre política presupuestaria, en particular sobre reformas presupuestarias estructurales, cuando proceda; una recomendación sobre la aplicación del plan de recuperación y resiliencia y los programas de la política de cohesión; una recomendación sobre la política energética en consonancia con los objetivos de REPowerEU; cuando proceda, una recomendación adicional sobre los retos estructurales pendientes o de nueva aparición, a partir del análisis de deficiencias. El alcance de las recomendaciones es mayor para los Estados miembros que no han aprobado planes de recuperación y resiliencia.

El MRR es una poderosa herramienta para lograr los objetivos de REPowerEU. El MRR ofrece un marco de seguimiento e información existente en virtud del cual los Estados miembros también podrían informar sobre los avances realizados en la consecución de los objetivos de REPowerEU, en plena sinergia con la aplicación de los planes nacionales de energía y clima existentes y actualizados 9 y el Semestre Europeo. Se anima encarecidamente a los Estados miembros a que presenten inversiones y reformas adicionales y refuercen las medidas existentes para fomentar la seguridad energética de la UE y reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos. A tal efecto, se invita a los Estados miembros a proponer un capítulo dedicado a REPowerEU en sus planes de recuperación y resiliencia, en consonancia con las respectivas orientaciones publicadas el 18 de mayo 10 . En este contexto, las nuevas recomendaciones específicas por país de 2022 en el ámbito de la energía serán especialmente pertinentes para las reformas e inversiones incluidas en los capítulos sobre REPowerEU. A la hora de evaluar el capítulo adicional y cualquier otra modificación específica para abordar las nuevas recomendaciones específicas por país, la Comisión tendrá en cuenta toda la información analítica sobre el Estado miembro disponible en el marco del Semestre Europeo y considerará las medidas ya establecidas en los planes de recuperación y resiliencia, así como en los programas de la política de cohesión para el período 2021-2027.

4. MÁS ALLÁ DE LOS PLANES DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA: RESUMEN DE LOS RETOS COMUNES DETECTADOS

Si bien los Estados miembros deben proceder a la aplicación de sus planes de recuperación y resiliencia, siguen existiendo una serie de retos pendientes y han surgido otros nuevos, en particular como consecuencia de la invasión de Ucrania, que afectan a las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva. Así pues, los Estados miembros se enfrentan a retos comunes y específicos de cada país que requieren una acción política, tal como se refleja en las recomendaciones específicas por país.

4.1 Sostenibilidad energética y medioambiental

Acelerar la descarbonización reducirá nuestra dependencia de los combustibles fósiles y también contribuirá a alcanzar nuestros objetivos climáticos para 2030 establecidos en la Legislación Europea sobre el Clima 11 . La invasión de Ucrania puso de manifiesto la dependencia de la UE de las importaciones de combustibles fósiles. Refuerza los argumentos medioambientales, económicos y de seguridad para aumentar las energías renovables y reducir el consumo de energía. Con una cuota del 22 % del consumo final bruto de energía procedente de fuentes renovables, según los datos más recientes, la UE superó en 2 puntos porcentuales su objetivo de 2020, si bien ahora es necesario un mayor esfuerzo. En su paquete de medidas «Objetivo 55» de julio de 2021, la Comisión propuso aumentar el objetivo de energías renovables para 2030 de, al menos, el 32 % a un mínimo del 40 % de la combinación energética global de la UE, y aumentar el objetivo de eficiencia energética para lograr una reducción del 9 % en el consumo de energía de aquí a 2030 en comparación con las previsiones de referencia. Dada la urgente necesidad de reducir la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos, como parte de su plan REPowerEU, la Comisión presentó modificaciones legislativas para aumentar el objetivo de energías renovables para 2030 hasta, al menos, un 45 % y el objetivo de eficiencia energética para 2030 hasta, al menos, el – 13 %.

La reducción del consumo de energía y el aumento de la cuota de energías renovables requieren la movilización de mayores niveles de inversión pública y privada. Es probable que las estimaciones anteriores de las necesidades adicionales de inversión para la transición ecológica de 520 000 millones EUR anuales 12 estén en el rango inferior de las necesidades reales, como consecuencia de la necesidad de adelantar la transición energética a raíz de la invasión rusa de Ucrania. La inversión pública y privada en la energía debe centrarse en reducir el consumo en consonancia con el principio de «la eficiencia energética primero» 13 , apoyar a los hogares en situación de pobreza energética, potenciar la participación activa de los consumidores en la transición energética, aumentar la cuota de energías renovables, y promover la movilidad sostenible y la descarbonización de la industria, al tiempo que, de forma prioritaria, deben eliminarse progresivamente las subvenciones directas e indirectas a las energías fósiles. Las inversiones en investigación e innovación serán esenciales para acelerar la transición ecológica. La inversión en infraestructuras energéticas, en particular en un contexto transfronterizo, también será necesaria para diversificar las fuentes del suministro de energía, centrado en la energía limpia, y para garantizar la seguridad energética. En particular, el desarrollo de interconectores transfronterizos contribuirá a aumentar la seguridad del suministro, ya que ofrecen a los Estados miembros acceso a fuentes de energía adicionales y más diversificadas y aumentan la flexibilidad y la resiliencia de sus mercados de la energía. Los Estados miembros deben movilizar todas las fuentes de financiación pública y privada disponibles para financiar estas inversiones, en particular mediante la asignación de un mayor porcentaje de los ingresos del RCDE. Las nuevas inversiones en infraestructuras y redes relacionadas con el gas pueden desempeñar un papel en la diversificación del suministro de energía y el aumento de la seguridad del suministro. Se recomienda que estén preparadas para el futuro, en la medida de lo posible, con el fin de facilitar su sostenibilidad a largo plazo mediante su readaptación futura a los combustibles sostenibles.

Los engorrosos procedimientos administrativos dificultan el despliegue de los proyectos de energías renovables. Las partes interesadas han señalado reiteradamente que los procedimientos administrativos de varios Estados miembros son un obstáculo clave para el despliegue de proyectos de energías renovables e infraestructuras conexas, lo que repercute en la seguridad de los inversores, la planificación de proyectos y los porcentajes globales de aprobación de proyectos. Los esfuerzos deben centrarse, en particular, en la transposición completa de la Directiva sobre fuentes de energía renovables y en la aplicación rigurosa de la Recomendación sobre la aceleración de los procedimientos de concesión de permisos adoptada el 18 de mayo. Los Estados miembros también deben definir sin demora las «zonas propicias para las renovables», tal como se establece en la propuesta de modificación de la Directiva sobre fuentes de energía renovables, y abordar los obstáculos que siguen existiendo para el despliegue de las energías renovables y las infraestructuras conexas. Los nuevos proyectos de energías renovables y de infraestructuras energéticas deben beneficiarse de procedimientos simplificados de planificación y concesión de permisos. En este sentido, desde marzo de 2022, la Comisión también ha colaborado con las autoridades de los Estados miembros en el marco del Grupo de Trabajo para el Cumplimiento de la Legislación sobre el Mercado Único para hacer frente a los obstáculos relacionados con la concesión de permisos. Los Estados miembros también tendrán que centrarse en abordar los cuellos de botella relacionados con la escasez de mano de obra y ofrecer oportunidades adicionales de mejora de las capacidades y reciclaje profesional, en particular para las autoridades responsables de la concesión de permisos a escala nacional, regional y local, como parte de sus esfuerzos más amplios para garantizar la disponibilidad de las capacidades necesarias para los objetivos del Pacto Verde, en particular la oleada de renovación.

La preocupación por la disponibilidad de materias primas pone de relieve la necesidad y la urgencia de avanzar en nuestra transición hacia una economía circular. Junto con el replanteamiento estratégico del abastecimiento de materias primas, en particular de tierras raras necesarias para la doble transición, que incluya el estudio de la extracción y la transformación sostenibles de materias primas en la UE, la ampliación de las soluciones circulares e innovadoras mejorará la disponibilidad de las materias primas y contribuirá a reducir la demanda de energía 14 . La economía circular, la eficiencia en el uso de los recursos y las medidas de gestión de residuos tienen beneficios medioambientales, climáticos y económicos. Deben ser prioritarias para aquellos Estados miembros cuyas políticas actuales en estos ámbitos aún no alcancen todo su potencial. Esto requiere el establecimiento de marcos reguladores más sólidos para promover la economía circular, con incentivos para las prácticas innovadoras.

4.2 Productividad

Garantizar el buen funcionamiento del mercado único sigue siendo clave para el crecimiento de la productividad, la prosperidad económica y la convergencia. El efecto combinado de la crisis de la COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania ha agravado las perturbaciones de las cadenas de suministro y las empresas deberán diversificarlas para gestionar los riesgos relacionados con los precios, la calidad y los suministros de las materias primas. Las medidas de contención en curso y la escasez prolongada de mano de obra también pueden lastrar la actividad económica y perjudicar el funcionamiento de las cadenas de suministro esenciales durante más tiempo de lo previsto. Dado que un mercado único que funcione correctamente es la principal fuente de crecimiento de la productividad, creación de empleo y resiliencia de la UE, es necesario abordar cualquier distorsión dentro del mercado único y los obstáculos al mismo que restrinjan la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales. Esto requiere un esfuerzo constante por parte de los Estados miembros para abordar los cuellos de botella con el fin de fomentar las inversiones, en particular en infraestructuras de transporte, y la estabilidad de las cadenas de suministro en todos los ecosistemas. Es necesario adoptar medidas para mitigar el impacto en las empresas viables de la UE tanto de la subida de los precios de la energía como de los riesgos derivados de la invasión rusa de Ucrania en cuanto a las interrupciones de la cadena de suministros, la logística y las inversiones. Aprovechar la diversidad de las regiones de la UE y ayudarlas a liberar todo su potencial contribuirá a un mercado único más integrado, dinámico y resiliente. Un mercado único más integrado mejorará la capacidad de las empresas de la UE para reunir capital en toda la UE, lo que fomentará las inversiones a largo plazo que apoyen la innovación y financien las transiciones digital y ecológica. A este respecto, también es importante seguir avanzando en la realización de la unión de los mercados de capitales y la unión bancaria.

Las inversiones adicionales deben ir acompañadas de ambiciosas reformas dirigidas a mejorar el entorno empresarial, las capacidades administrativas y la resiliencia institucional. Con el fin de aplicar reformas estructurales que mejoren la productividad e inversiones a gran escala, es necesario un enfoque político global orientado a mejorar las capacidades administrativas y unas condiciones marco adecuadas a escala nacional y subnacional. Una serie de Estados miembros siguen enfrentándose al reto de mejorar el entorno empresarial, en particular las profesiones reguladas, la eficiencia de la administración pública, la contratación pública, el acceso a la financiación, y la reducción de la carga administrativa de las empresas, en particular de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Además, los continuos esfuerzos para reforzar el Estado de Derecho, en particular unos sistemas judiciales independientes, de calidad y eficientes, y unos marcos anticorrupción que funcionen correctamente, son fundamentales para la solidez de la resiliencia institucional de los Estados miembros y para un buen entorno empresarial.

La investigación e innovación (I+i) sigue siendo una herramienta esencial para fomentar la competitividad de los Estados miembros, así como fundamental para la doble transición y para la autonomía estratégica abierta de la UE. En el contexto actual, son esenciales unos instrumentos de investigación e innovación eficaces y bien coordinados, junto con esfuerzos adicionales para salvar la brecha entre la innovación y el mercado, para acelerar las transiciones ecológica y digital y reducir la dependencia de los combustibles fósiles en todos los países y regiones de la UE. Si bien el importante conjunto de reformas e inversiones en I+i contenidas en los planes de recuperación y resiliencia deben contribuir significativamente a reforzar los sistemas de I+i de los Estados miembros, varios países deberán adoptar nuevas medidas para reforzar su panorama de la innovación y abordar los retos a los que se enfrentan en el ámbito de la I+i. Estas medidas incluyen la mejora de los vínculos entre ciencia y empresa, la facilitación de las transferencias de conocimientos, la construcción de la excelencia, el fomento de la innovación empresarial, en particular mediante el apoyo a las pymes, las empresas emergentes y las empresas sociales, la ampliación de la base regional de su ecosistema nacional público y privado de I+i y la atracción de talento. Para ello, es fundamental una asignación financiera adecuada, junto con unos objetivos claramente articulados en materia de investigación e innovación y metas de financiación.

Las inversiones en tecnologías digitales, las personas y sus capacidades son los motores de nuestra transformación digital. Según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), los avances de los Estados miembros en el despliegue de las redes 5G y en la digitalización del sector de los servicios públicos y privados son dispares. Sin embargo, los avances en el ámbito digital están estrechamente interrelacionados con otros factores facilitadores como la I+i, la financiación, el mercado laboral y las reformas de la educación y la formación, así como la necesidad de señales claras de inversión para facilitar la integración de las soluciones digitales en los sectores pertinentes (por ejemplo, energía, movilidad y salud). Las inversiones en infraestructuras y tecnologías digitales son importantes elementos posibilitadores de las transiciones ecológica y digital de nuestras economías y sociedades y deben complementarse con inversiones en educación digital, en las personas y sus capacidades, en particular en apoyo de la mejora de las capacidades y el reciclaje profesional, con especial hincapié en abordar las disparidades regionales, especialmente mediante el abordaje de los retos constituidos por la fuga de cerebros, la brecha entre las zonas urbanas y rurales y la despoblación de regiones concretas. Esto también contribuirá a estimular el aumento de la productividad de las empresas europeas, las incentivará, en particular a las pymes, a avanzar hacia una mayor digitalización de sus actividades y contribuirá a la recuperación económica en general.

4.3 Equidad

El pilar europeo de derechos sociales es el marco rector general para garantizar la equidad en la Unión; su plena aplicación es esencial para lograr una convergencia social y económica al alza. Los planes de recuperación y resiliencia incluyen una amplia gama de reformas e inversiones que contribuirán a apoyar una participación más amplia en el mercado laboral, el aumento de la productividad a través de medidas educativas y de mejora de las capacidades y reciclaje profesional, así como la inclusión social y la resiliencia. Junto con los fondos de la política de cohesión y el Mecanismo para una Transición Justa, el MRR apoya una recuperación justa e inclusiva de la UE en consonancia con el pilar europeo de derechos sociales. El plan de acción de la Comisión para seguir aplicando el pilar propuso nuevos objetivos principales de la UE en materia de empleo, capacidades y reducción de la pobreza de aquí a 2030 15 , así como un cuadro de indicadores sociales revisado, todos ellos acogidos favorablemente en la Cumbre Social de Oporto de 2021. Los Estados miembros están en proceso de establecer objetivos nacionales en consonancia con las ambiciones de los objetivos principales de la UE. La aplicación del pilar, y su seguimiento a través del cuadro de indicadores sociales, se ha integrado en el ciclo del Semestre Europeo y se refleja en los análisis que sustentan las recomendaciones específicas por país pertinentes.

La pandemia de COVID-19 ha afectado de forma desigual a los distintos grupos de población y regiones y ha puesto de manifiesto vulnerabilidades y desigualdades subyacentes. Gracias a una rápida respuesta política, en la mayoría de los Estados miembros, las desigualdades globales de renta y el riesgo de pobreza o exclusión social se mantuvieron en general estables entre 2019 y 2020. Sin embargo, los efectos a medio plazo de la pandemia sobre la pobreza y la desigualdad siguen siendo inciertos. La crisis de la COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a algunas regiones, sectores y grupos de población que ya se enfrentaban a peores condiciones sociales y de empleo, en particular: los jóvenes, los trabajadores poco cualificados y temporales, las personas con discapacidades, las personas de origen migrante y los gitanos. También amplió las desigualdades educativas y los déficits de capacidades y ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar el acceso a una educación de calidad a todos los niveles, así como de una cobertura adecuada por medio de redes de seguridad social y de regímenes de reducción del tiempo de trabajo, en particular los apoyados por el Fondo Social Europeo y SURE, que ayudaron a mantener el empleo. El acceso a las prestaciones sociales, su adecuación y eficacia varían entre los Estados miembros, lo que apunta a deficiencias en los sistemas de protección social. En varios Estados miembros está justificado el aumento de la disponibilidad de viviendas sociales asequibles. La pandemia también ha puesto de relieve la importancia de contar con sistemas sanitarios eficaces, resilientes y sostenibles. Varios Estados miembros siguen enfrentándose al reto de mejorar la resiliencia, la calidad y la accesibilidad de sus sistemas sanitarios y de cuidados de larga duración, en particular la necesidad de abordar la escasez de personal sanitario, al tiempo que se vela por su sostenibilidad presupuestaria a largo plazo.

Las recientes subidas de los precios de la energía y los alimentos afectaron más duramente a los hogares más pobres. El aumento de los precios de los combustibles fósiles, la electricidad y las materias primas, ya perceptible en el segundo semestre de 2021, se ha visto agravado por la invasión de Ucrania. Esto afecta especialmente a los hogares más vulnerables, que deben gastar un mayor porcentaje de su renta disponible en bienes básicos, como la energía y los alimentos. La Comunicación de la Comisión sobre los precios de la energía 16 incluye un «conjunto de medidas» que la UE y sus Estados miembros pueden utilizar para abordar el impacto inmediato del aumento de los precios de la energía y reforzar en mayor medida la resiliencia frente a futuras perturbaciones. Las medidas nacionales a corto plazo incluyen las ayudas de emergencia para los hogares, las ayudas estatales a las empresas y algunas rebajas impositivas. El «conjunto de medidas» se complementó en la Comunicación REPowerEU que contiene orientaciones adicionales sobre las intervenciones en la fijación de precios. La aplicación de los planes de recuperación y resiliencia, el plan REPowerEU, los programas de cohesión, así como las políticas de acompañamiento que tienen en cuenta las repercusiones distributivas y sociales, son aún más necesarias para garantizar una transición ecológica justa para todos los ciudadanos y territorios 17 . Las políticas de apoyo deben ser temporales y estar dirigidas a los más vulnerables para que sean más eficaces, al tiempo que se mantienen los incentivos para reducir el consumo de combustibles fósiles y se limita su impacto presupuestario.

A medida que los mercados laborales se recuperan, observamos cambios en el empleo debidos a las transformaciones digital, ecológica, geopolítica y demográfica, que provocan una escasez de mano de obra. Para muchos empleadores, es posible que la superposición de las transformaciones digital, ecológica y geopolítica dé lugar a cambios profundos en las operaciones y en los modelos de negocio. En muchos Estados miembros se está registrando una escasez de mano de obra, especialmente en sectores como la construcción, la asistencia sanitaria y las tecnologías de la información y la comunicación. Dotar a la mano de obra de las capacidades adecuadas sigue siendo un reto importante, no solo para hacer frente a la escasez de mano de obra, sino también para desbloquear las inversiones de las empresas y posibilitar las transiciones ecológica y digital. Esto pone de relieve el papel de las medidas eficaces de la política activa del mercado de trabajo y de los servicios públicos de empleo, la educación y formación pertinentes para el mercado laboral, y de los profesores y formadores cualificados, en unos mercados laborales y sociedades con un nivel cada vez más elevado de conocimientos, tal como se destaca en la Recomendación sobre un apoyo activo eficaz para el empleo (EASE). En un contexto de escasez de la mano de obra y de brechas de empleo, el aumento de la participación de las mujeres en el mercado laboral, en particular mediante la mejora del acceso a la atención y educación de la primera infancia, y de los grupos infrarrepresentados, como las personas con discapacidades, los migrantes y los gitanos, sigue representando una gran oportunidad para un crecimiento inclusivo y sostenible y para la igualdad.

La invasión rusa de Ucrania ha provocado que millones de personas huyan de su país en busca de seguridad. Estas personas, principalmente mujeres y niños, necesitan recibir apoyo a través de los sistemas sociales, educativos y sanitarios de los Estados miembros 18 . A la oleada de personas desplazadas procedentes de Ucrania le ha seguido una oleada de solidaridad sin precedentes en toda Europa. El 4 de marzo de 2022, se activó por primera vez la Directiva de protección temporal, que reconoce a las personas desplazadas de Ucrania el derecho a permanecer legalmente en la UE, así como a acceder a la atención y educación de la primera infancia, la educación y la formación, al mercado laboral, a la atención médica, a alojamiento y a la asistencia social 19 . Es fundamental que las vidas de las personas desplazadas no se interrumpan durante la guerra para que puedan continuar con su educación, trabajar y adquirir nuevas competencias. Para ello es necesario que los Estados miembros presten asistencia destinada a atender las necesidades inmediatas de las personas que huyen de Ucrania, pero también deben equipar a las administraciones nacionales en sus esfuerzos por ayudar a las personas desplazadas a acceder a la asistencia sanitaria, los cuidados de la infancia, la vivienda, la protección social, la participación en la educación y la formación y la búsqueda de empleo. Para ayudar financieramente a los Estados miembros a acoger a quienes huyen de Ucrania, la Comisión emprendió una serie de iniciativas en marzo de 2022 20 y seguirá prestando asistencia como parte de un esfuerzo coordinado de la UE.

Las continuas reformas e inversiones de los Estados miembros serán fundamentales para apoyar la creación de un empleo de calidad, el desarrollo de capacidades y unas transiciones fluidas en el mercado laboral, tal como se destaca en la propuesta de la Comisión sobre las orientaciones para las políticas de empleo. Las orientaciones para las políticas de empleo proponen soluciones para modernizar las instituciones del mercado laboral, la educación y la formación, así como la protección social y los sistemas sanitarios, con vistas a hacerlos más inclusivos y justos. También contienen orientaciones específicas destinadas a abordar el aumento de la escasez de capacidades y mano de obra, y lograr unas transiciones ecológica y digital socialmente justas. En 2022, la Comisión propone adaptar las orientaciones para las políticas de empleo a fin de reflejar mejor el panorama posterior a la COVID-19, las iniciativas políticas más recientes y los elementos políticos pertinentes relativos a la agresión rusa contra Ucrania.

4.4 Estabilidad macroeconómica

La acción política coordinada amortiguó el impacto de la pandemia en las economías de la UE y abrió el camino hacia una fuerte recuperación en 2021. La cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, junto con el marco temporal de ayudas estatales, posibilitó un apoyo presupuestario a gran escala en todos los Estados miembros. Paralelamente, la UE movilizó su presupuesto, en particular mediante SURE, para mitigar el impacto de la crisis en los trabajadores y las empresas. El despliegue de NextGenerationEU, en particular el MRR, está dando un fuerte impulso a la recuperación. Se estima que la orientación de la política fiscal en el conjunto de la UE (en particular, el gasto público financiado mediante subvenciones del MRR y otros fondos de la UE 21 ) ha sido ampliamente neutral en 2020 y expansiva en cerca del 1 % del PIB en 2021.

Las medidas políticas discrecionales, en particular el aumento de la inversión, contribuyen a una orientación expansiva de la política fiscal en 2022 para el conjunto de la UE. Esta orientación expansiva en 2022 se estima en torno al 1¾ % del PIB. La composición de las medidas discrecionales ha evolucionado a lo largo del tiempo a la vista de los retos emergentes, en particular las políticas dirigidas a mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía en las empresas y los hogares, y las medidas de apoyo a quienes huyen de la agresión militar rusa contra Ucrania. Las medidas fiscales discrecionales adoptadas desde el otoño de 2021 para reducir el impacto de los elevados precios de la energía se estiman actualmente en el 0,6 % del PIB de la UE en 2022. Entre ellas se incluyen rebajas temporales de los impuestos indirectos sobre los productos energéticos, las subvenciones a la producción de energía y los consumidores de energía, las transferencias sociales (vinculadas directamente al consumo de energía) a los hogares vulnerables y los precios regulados a nivel minorista. Aunque la mayoría de estas medidas se han anunciado como temporales, de no existir medidas compensatorias, los costes asociados aumentarían en consecuencia si se prorrogaran en el tiempo o se ampliara su ámbito de aplicación. Además, es importante señalar que el impacto del aumento de los precios de la energía en las finanzas públicas va más allá de las medidas discrecionales adoptadas. Se prevé que la desaceleración de la actividad económica consecuencia de la perturbación de los precios de la energía dé lugar a una desaceleración en la recaudación de impuestos y cotizaciones sociales. Esto, junto con un posible aumento del gasto público derivado de los ajustes a la inflación de los salarios, las prestaciones sociales y otros gastos, repercute en el déficit y la deuda pública. A fin de contener los costes presupuestarios, maximizar sus repercusiones económicas y sociales, y mantener los incentivos para la transición ecológica, las medidas de política destinadas a abordar el aumento de los precios de la energía deben ser temporales y estar dirigidas a los hogares vulnerables, para los que la factura energética representa una parte significativa de su cesta de consumo, así como a las industrias específicamente expuestas. Estas medidas también deben ir acompañadas de incentivos para aumentar la eficiencia energética y reducir el consumo de energía fósil.

La política presupuestaria debe ser prudente en 2023 y estar preparada para reaccionar ante la evolución de la situación económica. La naturaleza específica de la perturbación macroeconómica provocada por la invasión rusa de Ucrania, así como sus implicaciones a largo plazo para las necesidades de seguridad energética de la UE, exigen que, en 2023, la política presupuestaria se diseñe con cautela. Sobre la base las previsiones de la primavera de 2022, que prevén que el crecimiento del PIB se mantenga en niveles positivos a lo largo del horizonte de previsiones, si bien en un contexto de elevada incertidumbre y de riesgos a la baja, no parece justificado un impulso fiscal generalizado a la economía en 2023. La política fiscal debe combinar una mayor inversión con el control del crecimiento de los gastos primarios corrientes financiados a nivel nacional, al tiempo que se posibilita el funcionamiento de los estabilizadores automáticos y se ofrecen medidas temporales y específicas para mitigar el impacto de la crisis energética y proporcionar asistencia humanitaria a las personas que huyen de la invasión rusa de Ucrania. La aplicación plena y oportuna de los planes de recuperación y resiliencia es fundamental para lograr mayores niveles de inversión. Además, los planes presupuestarios de los Estados miembros para el próximo año deben estar anclados en unas trayectorias de ajuste prudentes a medio plazo que reflejen los retos de sostenibilidad de las finanzas públicas asociados con unos niveles elevados de deuda sobre PIB que han aumentado en mayor medida como consecuencia de la pandemia. Para reducir los riesgos derivados del cambio climático, se anima a los Estados miembros a que tengan sistemáticamente en cuenta sus implicaciones en la planificación presupuestaria, junto con políticas e instrumentos que ayuden a prevenir, reducir y prepararse de manera justa para los efectos relacionados con el clima. Las prácticas de presupuestación ecológica de los Estados miembros deben continuar y fomentarse para garantizar la coherencia de los gastos e ingresos públicos con los objetivos medioambientales.

Las políticas presupuestarias deben seguir diferenciándose de forma adecuada entre los Estados miembros (véase también el recuadro 1). Los Estados miembros fuertemente endeudados deben garantizar una política fiscal prudente, en particular mediante la limitación del aumento del gasto corriente financiado a nivel nacional por debajo del crecimiento potencial de la producción a medio plazo, teniendo en cuenta la continuación del apoyo temporal y específico a los hogares y las empresas (sujeto a las normas sobre ayudas estatales) más vulnerables frente a las subidas de los precios de la energía y a las personas que huyen de Ucrania. Los Estados miembros de deuda baja o media deben velar en concreto por que el aumento del gasto corriente financiado a nivel nacional se ajuste a una orientación general neutral de la política, teniendo en cuenta la continuación del apoyo temporal y específico a los hogares y las empresas (sujeto a las normas sobre ayudas estatales) más vulnerables frente a las subidas de los precios de la energía y a las personas que huyen de Ucrania. Todos los Estados miembros deben ampliar la inversión pública en las transiciones ecológica y digital y la seguridad energética, en particular mediante la utilización del MRR, otros fondos de la UE y REPowerEU.

El aumento de la incertidumbre y los importantes riesgos a la baja para las perspectivas económicas en el contexto de la guerra en Europa, las subidas sin precedentes de los precios de la energía y las continuas perturbaciones de la cadena de suministro justifican la prórroga de la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento hasta 2023. El 3 de marzo de 2021, la Comisión concluyó que la desactivación de la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento debe estar supeditada al estado de la economía de la UE y de la zona del euro, y reconoció que la economía tardará un tiempo en volver a unas condiciones más normales, así como que la decisión sobre la desactivación o el mantenimiento de la cláusula general de salvaguardia debe considerarse como una evaluación general del estado de la economía cuyo criterio cuantitativo clave es el nivel de actividad económica de la UE o de la zona del euro en comparación con los niveles anteriores a la crisis 22 . En el contexto de la guerra en Europa, las subidas sin precedentes de los precios de la energía y las continuas perturbaciones de la cadena de suministro, la economía de la UE y de la zona del euro no ha vuelto a unas condiciones más normales. Además, la decisión sobre el mantenimiento o la desactivación de la cláusula general de salvaguardia también debe tener en cuenta la necesidad de que la política presupuestaria pueda responder adecuadamente a las repercusiones económicas de la agresión militar rusa contra Ucrania, en particular las perturbaciones del suministro de energía. El mantenimiento de la aplicación de la cláusula general de salvaguardia en 2023 proporcionará un margen para que la política presupuestaria nacional reaccione rápidamente cuando sea necesario, al tiempo que se garantiza una transición fluida desde el apoyo generalizado a la economía durante la pandemia hacia un enfoque cada vez mayor en las medidas temporales y específicas y la prudencia fiscal necesaria para garantizar la sostenibilidad a medio plazo. La cláusula general de salvaguardia no suspende el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Permite una desviación temporal de los requisitos presupuestarios habituales, siempre que dicha desviación no ponga en peligro la sostenibilidad a medio plazo de las finanzas públicas. En otoño de 2022, la Comisión volverá a evaluar la pertinencia de proponer la apertura de procedimientos de déficit excesivo sobre la base de los datos de ejecución de 2021. En la primavera de 2023, la Comisión evaluará la pertinencia de proponer la apertura de procedimientos de déficit excesivo sobre la base de los datos de ejecución de 2022, en particular teniendo en cuenta el cumplimiento de las recomendaciones presupuestarias específicas por país dirigidas por el Consejo a los Estados miembros. Sobre la base de las consideraciones anteriores, y habida cuenta de las implicaciones del aumento de la incertidumbre y de los importantes riesgos a la baja para las perspectivas económicas de la UE y de la zona del euro en su conjunto, la Comisión considera que la Unión aún no ha salido de un período de grave recesión económica. Sobre esta base, se cumplen las condiciones para mantener la cláusula general de salvaguardia en 2023 y para desactivarla a partir de 2024. La Comisión invita al Consejo a respaldar esta conclusión a fin de aclarar la situación para los Estados miembros. La Comisión proporcionará orientaciones sobre los posibles cambios en el marco de gobernanza económica tras las vacaciones de verano y a tiempo para 2023.

Seguir garantizando la sostenibilidad de la deuda pública sigue siendo importante para muchos Estados miembros. Los retos en materia de sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo reflejan en gran medida el deterioro significativo de las situaciones presupuestarias estructurales, que se sumó a las vulnerabilidades de la deuda que existían en varios países antes de la crisis. El reto de aumentar el gasto en pensiones, asistencia sanitaria y cuidados de larga duración debido al envejecimiento de la población debe ir acompañado de la garantía de adecuación de las pensiones y otras prestaciones sociales. Para que los sistemas de pensiones sean sostenibles, tanto desde el punto de vista presupuestario como social, serán necesarias nuevas reformas para alargar la actividad profesional y hacer que los mercados laborales sean más inclusivos. La mejora de la sostenibilidad fiscal de la asistencia sanitaria y de los cuidados de larga duración exige mejorar su eficiencia, al tiempo que se garantiza su adecuación y accesibilidad.

Los esfuerzos concertados deben seguir intensificando la lucha contra la planificación fiscal abusiva y la evasión fiscal 23 . Estos, junto con el desplazamiento de la presión fiscal desde el empleo hacia el apoyo a la doble transición son políticas que evitan distorsiones de la competencia, tratan equitativamente a los contribuyentes, salvaguardan las finanzas públicas y garantizan un crecimiento sostenible y generador de empleo. Los efectos indirectos de las estrategias de planificación fiscal abusiva de los contribuyentes entre los Estados miembros requieren una acción coordinada en las políticas nacionales para complementar la legislación de la UE. Las jornadas de trabajo de las personas con rentas bajas y las que aportan la segunda fuente de ingresos familiares son especialmente sensibles a los cambios en los salarios después de impuestos. Por el contrario, algunos otros impuestos, en particular los impuestos recurrentes sobre bienes inmuebles y los impuestos al consumo, son menos distorsionadores y permitirían desviar la presión fiscal sobre el trabajo, al tiempo que se tiene en cuenta el impacto distributivo. Además, los impuestos medioambientales reducen las externalidades negativas como la contaminación, lo que contribuye a alcanzar los objetivos medioambientales de la UE.

Recuadro 1: Actualización de la supervisión con arreglo al Pacto de Estabilidad y Crecimiento

Como parte del paquete de primavera del Semestre Europeo de 2022, la Comisión ha adoptado un informe con arreglo al artículo 126, apartado 3, del TFUE respecto de dieciocho Estados miembros. Estos son Bélgica, Bulgaria, Chequia, Alemania, Grecia, España, Francia, Italia, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Estonia, Austria, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia. En todos estos Estados miembros, salvo en el caso de Finlandia, el informe evalúa su cumplimiento del criterio de déficit. En el caso de Lituania, Estonia y Polonia, el informe se elaboró debido a que el déficit previsto para 2022 superaba el valor de referencia del 3 % del PIB establecido en el Tratado, mientras que los demás Estados miembros registraban en 2021 un déficit público que superaba el 3 % del PIB. Además, en el caso de Bélgica, Francia, Italia, Hungría, Eslovaquia y Finlandia, el informe evalúa el cumplimiento del criterio de deuda en 2021 sobre la base de los datos de ejecución.

La Comisión no propone la apertura de nuevos procedimientos de déficit excesivo en la primavera de 2022. La pandemia de COVID-19 sigue teniendo un impacto macroeconómico y fiscal extraordinario, que, junto con la situación geopolítica actual, genera una incertidumbre excepcional, en particular a la hora de diseñar una trayectoria detallada para la política fiscal. Por esos motivos, la Comisión considera que no debe adoptarse una decisión acerca de la posible colocación de Estados miembros en un procedimiento de déficit excesivo. En lo que respecta a los Estados miembros con una ratio de deuda superior al 60 % del valor de referencia del PIB, la Comisión considera, en su evaluación de los factores pertinentes, que el cumplimiento del valor de referencia para la reducción de la deuda conllevaría un esfuerzo fiscal concentrado en las fases iniciales excesivamente exigente, que podría poner en riesgo el crecimiento. Por tanto, en opinión de la Comisión, el cumplimiento del valor de referencia para la reducción de la deuda no está garantizado en las condiciones económicas excepcionales que concurren actualmente.

Rumanía es el único Estado miembro sometido a un procedimiento de déficit excesivo, sobre la base de la evolución anterior a la pandemia. El 3 de abril de 2020, el Consejo decidió declarar la existencia de un déficit excesivo en Rumanía sobre la base de la previsión de un déficit excesivo de 2019. En su última recomendación de 18 de junio de 2021, el Consejo pidió a Rumanía que pusiera fin a su situación de déficit excesivo, a más tardar, en 2024. El déficit público de Rumanía en 2021 y el esfuerzo fiscal de 2021 están en consonancia con lo recomendado por el Consejo. Por lo tanto, el procedimiento se mantiene en suspenso.

La Comisión volverá a evaluar la situación presupuestaria de los Estados miembros en otoño de 2022. El seguimiento de la evolución de la deuda y el déficit continuará sobre la base de las previsiones económicas de otoño de 2022 y de los proyectos de planes presupuestarios de 2023 que han de presentar los Estados miembros de la zona del euro el 15 de octubre de 2022 a más tardar. En otoño de 2022, la Comisión volverá a evaluar la pertinencia de proponer la apertura de procedimientos de déficit excesivo.

Con la recuperación a lo largo de 2021, los desequilibrios macroeconómicos han comenzado, en general, a retroceder de nuevo. Se espera que el crecimiento económico, junto con unas medidas políticas adecuadas y ambiciosas, reduzcan aún más las vulnerabilidades macroeconómicas. En particular, una rápida aplicación de los planes de recuperación y resiliencia y del plan REPowerEU mejorará el crecimiento potencial, aumentará la resiliencia de las economías de la UE y, de este modo, contribuirá a hacer frente a las vulnerabilidades en los próximos años. En el marco del procedimiento de desequilibrio macroeconómico, la Comisión ha detectado vulnerabilidades macroeconómicas relacionadas con desequilibrios y desequilibrios excesivos en diez de los doce Estados miembros que fueron objeto de un examen exhaustivo. En el recuadro 2 se resumen las conclusiones relativas a los desequilibrios macroeconómicos en los Estados miembros; el anexo 4 facilita más información al respecto.

Recuadro 2: Desequilibrios macroeconómicos en los Estados miembros

La Comisión ha evaluado la existencia de desequilibrios macroeconómicos en los doce Estados miembros seleccionados para los exámenes exhaustivos en el Informe sobre el Mecanismo de Alerta de 2022. A todos estos Estados miembros se les habían detectado desequilibrios o desequilibrios excesivos en el último ciclo anual de supervisión en el marco del procedimiento de desequilibrio macroeconómico.

La evaluación de las vulnerabilidades macroeconómicas está marcada por la fuerte recuperación económica tras la crisis de la COVID-19 en un contexto de creciente incertidumbre ante el aumento de los precios de la energía y las materias primas, y de otros efectos derivados de la agresión rusa contra Ucrania. Los niveles de deuda pública y privada disminuyen a medida que la economía se recupera de la crisis. No obstante, en muchos casos se mantienen por encima de sus niveles anteriores a la COVID-19, lo que refleja la brusca contracción de la economía en 2020 y las medidas adoptadas para apoyarla. El reequilibramiento exterior sigue estando incompleto: las cuentas corrientes de los grandes países deudores netos con importantes sectores turísticos transfronterizos han mejorado, pero siguen estando por debajo de sus niveles anteriores a la COVID-19, mientras que en algunos Estados miembros persisten grandes superávits por cuenta corriente a pesar de una cierta reducción temporal durante la pandemia. Los precios de la vivienda están creciendo al ritmo más rápido en más de una década. El sector bancario resistió bien a la crisis pandémica, aunque podrían surgir algunos riesgos a medida que finalice la moratoria sobre los reembolsos de deuda y se retiren las medidas temporales de apoyo.

En general, las vulnerabilidades están disminuyendo y se sitúan por debajo de sus niveles anteriores a la pandemia en varios Estados miembros, lo que justifica una revisión de la clasificación de los desequilibrios en dos casos. El programa político integrado en los planes de recuperación y resiliencia, así como las medidas estratégicas adoptadas en el pasado apoyan un mayor ajuste y unos fundamentos más sólidos para las economías afectadas, lo que ofrece unas perspectivas de reducción continua de las vulnerabilidades. El crecimiento económico apoyará un mayor ajuste, pero los países caracterizados por un bajo potencial de crecimiento podrían enfrentarse a una dinámica difícil. Las presiones inflacionistas están aumentando, y el endurecimiento de las condiciones de financiación y la volatilidad de los tipos de cambio pueden afectar al servicio de la deuda. Se trata de un riesgo especial cuando la deuda privada o pública está en divisas, y cuando las necesidades de refinanciación son importantes.

- Irlanda y Croacia han dejado de presentar desequilibrios. En Irlanda, las ratios de deuda han disminuido significativamente a lo largo de los años y siguen mostrando una fuerte dinámica a la baja. En Croacia, las ratios de deuda han disminuido significativamente a lo largo de los años y siguen mostrando una fuerte dinámica a la baja.

- Grecia, Italia y Chipre siguen presentando desequilibrios excesivos.

- Alemania, España, Francia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Suecia siguen presentando desequilibrios.

En el apéndice 4 se detallan los aspectos específicos de cada uno de los doce Estados miembros afectados.

5. UN ESFUERZO CONJUNTO ENTRE LAS INSTITUCIONES DE LA UE, LOS ESTADOS MIEMBROS Y LAS PARTES INTERESADAS

El diálogo constructivo con los Estados miembros, así como el diálogo interinstitucional reforzado a escala europea continuarán a lo largo de todo el proceso del Semestre Europeo. El intenso diálogo político sobre los planes de recuperación y resiliencia permitió a la Comisión y a los Estados miembros reforzar su cooperación y profundizar en ella, lo que garantizó una amplia apropiación, y se prevé que continúe durante la fase de ejecución de los planes. La reanudación de los informes por país y las recomendaciones específicas por país ofrece una nueva oportunidad para ampliar el diálogo interinstitucional y bilateral, con lo que se consigue un entendimiento común de la evolución de los retos y las prioridades políticas. El diálogo macroeconómico técnico y político entre el Consejo, la Comisión y los representantes de los interlocutores sociales europeos, de periodicidad bianual, garantiza el debate permanente sobre la evolución social y económica de la Unión Europea. La Comisión también continuará con su diálogo estrecho con el Parlamento Europeo sobre los principales avances sociales y económicos, y seguirá colaborando con el Parlamento Europeo antes de cada fase clave del ciclo anual de coordinación.

El éxito en la aplicación del Semestre Europeo y el MRR se basa en la participación sistemática de los interlocutores sociales y otras partes interesadas tanto a escala nacional como de la UE. La participación activa de las partes interesadas, a través de reuniones periódicas específicas, es importante en todas las fases del proceso de aplicación del Semestre Europeo y el MRR. La Comisión pide a todos los Estados miembros que colaboren activamente con sus interlocutores sociales, las autoridades locales y regionales y otras partes interesadas, en particular los representantes de las organizaciones de la sociedad civil, a través de intercambios periódicos, a partir de la correcta aplicación del principio de asociación en la programación y ejecución de la política de cohesión. Esto contribuye a detectar conjuntamente los retos, mejora las soluciones políticas y garantiza una apropiación más amplia de la agenda de política económica y social, en particular la aplicación de las recomendaciones específicas por país. La Comisión utilizará los foros existentes en el marco del Semestre Europeo para informar e implicar a los interlocutores sociales también en la aplicación del MRR. A lo largo del año, la Comisión también adoptará una Comunicación y una propuesta de Recomendación del Consejo sobre el refuerzo del diálogo social a escala nacional y de la UE.

6. Conclusión

Hacer frente a los retos actuales y emergentes será esencial para garantizar la resiliencia de las economías y sociedades europeas, así como un crecimiento integrador y sostenible. Con la reintroducción de los informes por país y las recomendaciones específicas por país, el nuevo ciclo del Semestre Europeo de 2022 se centra en una recuperación sostenible e inclusiva basada en la ejecución de ambiciosos planes de recuperación y resiliencia y en las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva como brújula para la acción política, todo ello en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Al mismo tiempo, la invasión rusa de Ucrania y su impacto en las economías de los Estados miembros constituyen un claro recordatorio de los retos estratégicos de Europa. Los argumentos a favor de una rápida transición energética hacia el abandono de los combustibles fósiles nunca han sido tan sólidos. Son necesarias nuevas medidas decisivas para fomentar la resiliencia económica y social, garantizar la seguridad del suministro energético de la UE y reducir nuestras dependencias de los combustibles fósiles procedentes de Rusia mucho antes de 2030.

Además de seguir ejecutando los planes de recuperación y resiliencia, los Estados miembros deben adoptar medidas para aplicar las recomendaciones específicas por país de 2022, que reflejan los retos pendientes y emergentes, teniendo en cuenta el plan REPowerEU. Los informes por país racionalizados de este año señalan aquellos retos que los planes de recuperación y resiliencia solo abordan parcialmente, o no abordan en absoluto, en las cuatro dimensiones de la sostenibilidad competitiva, en particular las necesidades adicionales de reforma e inversión que pueden apoyar la ejecución del plan REPowerEU. Por lo tanto, la evaluación de los retos pendientes y emergentes respalda la propuesta de la Comisión de recomendaciones específicas por país de 2022. Una vez adoptadas por el Consejo, estas recomendaciones desempeñarán un papel central en los nuevos capítulos específicos sobre REPowerEU de los planes de recuperación y resiliencia de los Estados miembros, en consonancia con las orientaciones pertinentes, y proporcionarán orientación sobre las medidas adicionales necesarias en el contexto del plan REPowerEU.

La Comisión pide al Consejo Europeo que respalde las propuestas de la Comisión de recomendaciones específicas por país de 2022, y al Consejo que las adopte. La Comisión también pide a los Estados miembros que cumplan plena y oportunamente las recomendaciones, en estrecho diálogo con los interlocutores sociales, las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas a todos los niveles.

APÉNDICE 1. RESUMEN DE LOS ÁMBITOS TEMÁTICOS ABARCADOS EN LAS RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS POR PAÍS

APÉNDICE 2. AVANCES EN LA APLICACIÓN DE LAS RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS POR PAÍS

El ciclo del Semestre Europeo de 2022 hace balance de las medidas estratégicas adoptadas por los Estados miembros para abordar los retos estructurales detectados en las recomendaciones específicas por país adoptadas desde 2019. Tras el establecimiento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) como herramienta central para cumplir las prioridades políticas nacionales y de la UE, la evaluación de las recomendaciones específicas por país de 2022 tiene en cuenta las medidas estratégicas adoptadas por los Estados miembros hasta la fecha( 24 ), así como los compromisos asumidos en los planes de recuperación y resiliencia, en función de su grado de ejecución. Por lo tanto, la evaluación refleja únicamente las primeras fases de ejecución de los planes de recuperación y resiliencia, y no el nivel de avances que podrían lograrse suponiendo la plena aplicación de los planes( 25 ). En consonancia con el ámbito de aplicación del MRR, la evaluación de las recomendaciones específicas por país de 2022 se centra en las recomendaciones de 2019-2020 (evaluación plurianual). La evaluación también incluye la evaluación de las recomendaciones específicas por país de 2021 que solo se refieren a la política fiscal (evaluación anual).

Gráfico 1: Nivel actual de aplicación de las recomendaciones específicas por país de 2019-2020

Gráfico 2: Aplicación de las recomendaciones específicas por país de 2019-2021: evaluación anual en cada año consecutivo en comparación con la aplicación hasta la fecha

Nota: La evaluación plurianual examina la ejecución de las recomendaciones específicas por país de 2019-2020 desde el momento en que se adoptaron por primera vez hasta la publicación de la presente Comunicación. Las recomendaciones específicas por país de 2021 solo hacen referencia a la política fiscal.

Desde una perspectiva plurianual, se han logrado ciertos avances con la aplicación del 63 % de las recomendaciones específicas por país de 2019-2020 (véase el gráfico 1). En comparación con la evaluación del año pasado, se han logrado importantes avances adicionales en relación con las recomendaciones específicas por país de 2019 de carácter estructural y las recomendaciones de 2020 más orientadas a la crisis. Sin embargo, la aplicación de las reformas difiere de forma significativa entre los distintos ámbitos de actuación. En particular, los Estados miembros han avanzado más en los últimos años en el acceso a la financiación y a los servicios financieros, seguido de la lucha contra el blanqueo de capitales y el entorno empresarial. Por otra parte, los avances han sido especialmente lentos en lo relativo a los sistemas de pensiones, el mercado único, la competencia y las ayudas estatales, y la vivienda.

Los avances en la aplicación de las recomendaciones adoptadas en 2021 han sido considerables. Los Estados miembros han realizado «algunos avances» en casi el 80 % de las recomendaciones que les fueron dirigidas en julio de 2021, que solo se referían a cuestiones relacionadas con las políticas fiscales (gráfico 2).

Los resultados de la evaluación de las recomendaciones específicas por país de 2022, junto con las de los años anteriores, estarán disponibles en junio en el sitio web de la Comisión.



APÉNDICE 3. AVANCES A ESCALA DE LA UE EN LA APLICACIÓN DE LOS ODS

Nota: El gráfico anterior muestra el ritmo al que la UE ha avanzado hacia cada uno de los diecisiete objetivos en el período de cinco años más reciente, según los indicadores seleccionados. El método para evaluar las tendencias de los indicadores y agregarlos a nivel de objetivos, así como de análisis más detallado, pueden consultarse en el sitio web de Eurostat:  Resumen. Indicadores de desarrollo sostenible. Eurostat (europa.eu) .

Como en años anteriores, la UE ha logrado los mayores avances en el fomento de la paz y la seguridad personal en su territorio y la mejora del acceso a la justicia y la confianza en las instituciones (ODS 16) durante el período considerado (en los últimos cinco años y hasta 2021). También se lograron mejoras significativas en cuanto al crecimiento económico y el mercado laboral (ODS 8), que repuntaron en 2021 tras el inicio de la pandemia de COVID-19, y en innovación e infraestructura (ODS 9). Los avances en la reducción de la pobreza y la exclusión social (ODS 1) también han sido significativos, si bien los datos disponibles únicamente se refieren parcialmente al período hasta 2019, por lo que no reflejan plenamente las repercusiones de la pandemia de COVID-19. También se avanzó en energía asequible y no contaminante (ODS 7), si bien esta evolución se vio fuertemente afectada por la notable reducción del consumo de energía en 2020, como consecuencia de las restricciones de la vida pública relacionadas con la COVID-19 y la consiguiente reducción de la actividad económica. Las cifras tampoco tienen en cuenta los últimos acontecimientos energéticos relacionados con la invasión rusa de Ucrania.

La UE también ha avanzado mucho en los objetivos en materia de salud y bienestar (ODS 3), vida submarina (ODS 14) e igualdad de género (ODS 5). Se ha avanzado menos en ciudades sostenibles (ODS 11), reducción de las desigualdades (ODS 10), producción y consumos responsables (ODS 12), educación de calidad (ODS 4), acción por el clima (ODS 13) y hambre cero y agricultura sostenible (ODS 2). En materia de agua limpia y saneamiento (ODS 6) y alianzas globales para lograr los objetivos y gobernanza (ODS 17), en los últimos años de los que se dispone de datos, la UE ha seguido una senda neutra, con una combinación de avances sostenibles e insostenibles a partes iguales. Por el contrario, se produjo un ligero retroceso en materia de vida de ecosistemas terrestres (ODS 15), que refleja el hecho de que los ecosistemas y la biodiversidad siguen sufriendo la presión de las actividades humanas.

APÉNDICE 4. CONCLUSIONES DE LOS EXÁMENES EXHAUSTIVOS DE LOS DESEQUILIBRIOS MACROECONÓMICOS DE LOS PAÍSES DE LA UE

Se han detectado desequilibrios o desequilibrios excesivos en diez de los doce Estados miembros objeto de un examen exhaustivo. El análisis del examen exhaustivo examina la gravedad de los desequilibrios, su evolución reciente y prevista y las correspondientes respuestas políticas. Asimismo, se tienen en cuenta los efectos colaterales pertinentes y las repercusiones transfronterizas sistémicas de los desequilibrios.

Tras los marcados aumentos de 2020, las ratios de deuda privada y pública están reanudando su trayectoria de reducción gradual en la mayoría de los casos. Los aumentos del endeudamiento público y del sector privado impulsados por la fuerte caída del PIB y las medidas necesarias para amortiguar las consecuencias de la pandemia de COVID-19 estuvieron limitados, por lo general, a 2020. Los niveles de endeudamiento se están suavizando a medida que la economía se recupera. Sin embargo, hasta la fecha, el volumen de las reducciones ha sido limitado y las deudas se mantienen, en algunos casos, significativamente por encima de sus niveles anteriores a la crisis de la COVID-19. Las reducciones de las ratios de deuda pública han sido especialmente escasas y reflejan el importante apoyo que las políticas presupuestarias siguieron prestando a la economía en 2021. La evolución de la deuda privada ha sido más dispar entre los Estados miembros, con algunos descensos visibles.

De cara al futuro, el crecimiento económico impulsado por una rápida aplicación de los planes de recuperación y resiliencia contribuirá a un mayor desapalancamiento, si bien existen riesgos. La incertidumbre en torno a las perspectivas económicas es elevada, en particular como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. Las presiones inflacionistas van en aumento, y el endurecimiento de las condiciones de financiación y la volatilidad de los tipos de cambio pueden afectar al servicio de la deuda de las empresas, los hogares y los gobiernos. Esto constituye un riesgo importante cuando la deuda está denominada en divisas, cuando los tipos de interés son variables y cuando las necesidades de financiación son mayores. Al mismo tiempo, el aumento de la inflación reduce las ratios de deuda sobre PIB a través de los efectos denominadores. Los cambios estructurales y la escasez de mano de obra pueden dar lugar a una aceleración de los salarios, lo que puede plantear problemas de competitividad. La rápida ejecución de los planes de recuperación y resiliencia y del plan REPowerEU mejorarán el crecimiento potencial y aumentarán la resiliencia de las economías de la UE. Esto resulta especialmente importante para los países caracterizados por un bajo potencial de crecimiento, ya que puede contribuir a abordar sus vulnerabilidades en los próximos años, en particular las relacionadas con un elevado nivel de endeudamiento.

Las posiciones exteriores están mejorando de nuevo. Las cuentas corrientes de los grandes países deudores netos con importantes sectores turísticos transfronterizos han empezado a mejorar, pero se mantienen por debajo de sus niveles anteriores a la crisis. La esperada continuación de la recuperación de los viajes internacionales debe contribuir a un mayor fortalecimiento, pero existen riesgos de perturbaciones derivadas de la invasión rusa de Ucrania. En algunos Estados miembros persisten elevados superávits por cuenta corriente, con variaciones marginales, debido al exceso de ahorro con respecto a la inversión, mientras que se prevé que los elevados precios de importación de la energía rebajen las cuentas corrientes de prácticamente todos los Estados miembros. La mayoría de las posiciones de inversión internacional neta marcadamente negativas empezaron a mejorar en 2021, gracias al crecimiento del PIB y la mejora de las cuentas corrientes, y se espera que sigan mejorando durante este año y el próximo. La entrada de fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) apoyará la posición exterior en una serie de casos durante los próximos años.

Los precios de la vivienda han seguido registrando un fuerte aumento, con una demanda boyante que se enfrenta a una oferta limitada. En 2021, los precios reales de la vivienda se han acelerado aún más en la mayoría de los Estados miembros, registrando en algunos casos su crecimiento más rápido en una década. Cabe esperar que las limitaciones de la oferta que ya existían antes de la pandemia persistan en los próximos años. Las expectativas de endurecimiento de las condiciones de financiación en los últimos meses pueden haber dado lugar a cierta anticipación de las decisiones de compra, lo que ha agravado aún más el aumento de los precios. En los casos en que se han producido aumentos de precios en paralelo a un elevado (y en aumento) endeudamiento de los hogares, estos y los prestamistas pueden mostrar una mayor vulnerabilidad de las correcciones a la baja de los precios de la vivienda.

El sector bancario resistió bien la crisis pandémica y muestra una mayor fortaleza, al beneficiarse de las reformas anteriores. Los Estados miembros con préstamos dudosos heredados siguieron reduciéndolos, en ocasiones de forma significativa. No obstante, estos préstamos podrían seguir aumentando a medida que se haga patente el pleno impacto del fin de la moratoria sobre los reembolsos de la deuda y la retirada de las medidas temporales de apoyo relacionadas con la pandemia de COVID-19. Por último, un empeoramiento de las perspectivas económicas también puede plantear problemas para los balances de los bancos, mientras que unos tipos de interés más elevados deben contribuir a sus márgenes de beneficios. En los Estados miembros con un fuerte vínculo entre los bancos y el Gobierno, el aumento de los costes de financiación de la deuda soberana también puede suponer un riesgo para los bancos.

Cuadro 1: Conclusiones de los exámenes exhaustivos por Estado miembro

Resultados de los exámenes exhaustivos de 2021

Resultados de los exámenes exhaustivos de 2022

Sin desequilibrios

Desequilibrios

-

DE, ES, FR, HR, IE, NL, PT, RO, SE

HR, IE

DE, ES, FR, NL, PT, RO, SE

Desequilibrios excesivos

CY, EL, IT

CY, EL, IT

 

Estados miembros que ya no presentan desequilibrios

En Croacia, país al que se atribuyeron desequilibrios en 2021, se registra una ausencia de desequilibrios. Se han realizado importantes avances en la reducción del endeudamiento privado y de los pasivos exteriores netos. La deuda pública sigue siendo elevada, pero ha retomado la senda descendente que logró mejoras notables antes de la pandemia. El sector bancario se mantiene estable y líquido, con una ratio de préstamos dudosos decreciente. El crecimiento potencial de la producción ha aumentado, a partir de medidas estratégicas firmes, y un mayor fortalecimiento basado en una sólida ejecución del plan de recuperación y resiliencia puede hacer frente a las vulnerabilidades que persisten 26 . Según las previsiones actuales, se espera que el endeudamiento tanto privado como público siga disminuyendo, y que la posición exterior se fortalezca aún más al beneficiarse también de los fondos del MRR.

En Irlanda, país al que se atribuyeron desequilibrios en 2021, se registra una ausencia de desequilibrios. Se han realizado importantes avances en la reducción del endeudamiento público y privado, así como de los pasivos externos netos, tanto antes como desde la pandemia. Las reducciones de las ratios de deuda siguen siendo significativas, aunque menores, cuando la producción nacional se ajusta para tener en cuenta los efectos de las operaciones de las empresas multinacionales con sede social en Irlanda. Se espera que el endeudamiento tanto privado como público siga disminuyendo, y que la posición exterior siga fortaleciéndose. Los bancos irlandeses siguieron reduciendo su ratio de préstamos dudosos. El elevado crecimiento de los precios de la vivienda sigue representando un reto para la asequibilidad de la vivienda, si bien, hasta la fecha, parece que se limitan los riesgos para la estabilidad macroeconómica. Si bien su impacto directo podría ser limitado debido a su tamaño comparativamente reducido, el plan de recuperación y resiliencia puede contribuir a reforzar aún más los fundamentos de la economía.

Estados miembros que presentan desequilibrios

Francia presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con la elevada deuda pública y la debilidad de la competitividad, que tiene importancia transfronteriza, en un contexto de bajo crecimiento de la productividad. La crisis de la COVID-19 provocó un aumento considerable de la ya elevada deuda pública, pero con la recuperación económica, la ratio de deuda pública sobre PIB se redujo en 2021, y está previsto que siga disminuyendo durante este año y el próximo, aunque se mantenga muy por encima de su nivel anterior a la pandemia. El endeudamiento privado ha seguido creciendo en los últimos años y supera los niveles prudenciales, si bien los riesgos relacionados con el aumento del endeudamiento de las empresas se ven en cierta medida atenuados por una acumulación paralela de colchones de liquidez. La dinámica subyacente de la productividad se ha mantenido estable a lo largo del tiempo. Las cuotas de mercados de exportación, que, por lo general, se habían estabilizado en años anteriores, disminuyeron drásticamente durante la pandemia y los principales sectores de exportación se vieron gravemente afectados, si bien se prevé una recuperación considerable en 2022 y 2023. La competitividad de los costes, así como la productividad, se beneficiarán de las reformas recientes y futuras, en particular de una aplicación firme y continuada del plan de recuperación y resiliencia.

Alemania presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con un persistente y elevado superávit por cuenta corriente, que refleja una inversión moderada en relación con el ahorro y que tiene importancia transfronteriza. El superávit por cuenta corriente disminuyó lentamente hasta 2020, y aumentó en 2021. Se mantiene muy por encima de los niveles sugeridos por las variables fundamentales del país, lo que refleja la contención del consumo y la persistente moderación de la inversión. La inversión empresarial se ha mantenido por debajo del nivel anterior a la pandemia y las empresas han seguido registrando un importante ahorro neto. La inversión residencial ha aumentado gradualmente desde un nivel bajo, pero la oferta sigue siendo inferior a la demanda de vivienda. Los obstáculos existentes, en particular los administrativos, limitan la inversión pública y privada. Es probable que el superávit por cuenta corriente actual siga siendo elevado, aunque se prevé que disminuya ligeramente en 2022 como consecuencia del aumento de los precios de las materias primas. Los recientes anuncios de promoción de la inversión son prometedores y el plan de recuperación y resiliencia está orientado a resolver los cuellos de botella de la inversión. Sin embargo, son esenciales nuevos recursos y esfuerzos para hacer frente a los cuellos de botella de la inversión, así como una aplicación rigurosa, para seguir promoviendo la inversión.

Los Países Bajos presentan desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con una elevada deuda privada y un elevado superávit por cuenta corriente, que tiene importancia transfronteriza. Desde una perspectiva sectorial, el elevado ahorro y el bajo nivel de inversión nacional de las sociedades no financieras son los principales factores estructurales del persistente y elevado superávit por cuenta corriente, que está muy por encima de los niveles sugeridos por las variables fundamentales del país y que aumentó aún más en 2021. Parte del superávit exterior y su reciente dinámica está vinculada a las operaciones de ciertas grandes empresas multinacionales. De cara al futuro, es probable que el superávit se mantenga elevado, ya que sus principales factores se mantienen. La deuda del sector privado sigue siendo elevada, debido tanto a la elevada deuda de los hogares como de las empresas, esta última debida en parte a la deuda intragrupo y transfronteriza de las multinacionales. La elevada deuda de los hogares hace que estos sean más vulnerables a las perturbaciones, dado que las fuertes subidas de los precios de la vivienda han contribuido al aumento de la deuda, y los precios de la vivienda parecen estar sobrevalorados. Se espera que la deuda de los hogares se mantenga en niveles elevados en vista del continuo aumento de los precios de la vivienda y de las distorsiones en el mercado de la vivienda que favorecen la propiedad financiada mediante deuda, junto con la escasez de oferta. Se han adoptado medidas limitadas, pero aún queda mucho por hacer.

Portugal presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con una elevada deuda privada, pública y exterior, en un contexto de bajo crecimiento de la productividad. Los préstamos dudosos han disminuido considerablemente desde niveles elevados. Tras una inversión temporal en 2020 derivada de la crisis de la COVID-19, estas vulnerabilidades reanudaron su trayectoria descendente en 2021. La balanza por cuenta corriente pasó a ser negativa en 2020 y 2021, debido principalmente a la perturbación provocada por la pandemia en el sector turístico, mientras que la posición de inversión internacional neta mejoró considerablemente ya en 2021, incluso por encima de su nivel anterior a la pandemia. Las ratios de deuda del sector privado y de deuda pública sobre PIB reanudaron sus tendencias a la baja en 2021, pero se mantienen por encima de sus niveles anteriores a la pandemia y la primera sigue superando los niveles prudenciales. De cara al futuro, se espera que la deuda privada, pública y exterior sigan disminuyendo gracias al crecimiento económico. La posición exterior también se beneficiará directamente de los fondos del MRR. Se ha avanzado en las actuaciones para corregir los desequilibrios y una correcta aplicación del plan de recuperación y resiliencia puede contribuir a seguir reduciéndolos, si bien siguen existiendo retos políticos.

Rumanía presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con las cuentas exteriores, vinculadas a elevados déficits presupuestarios, y a los problemas de competitividad que están resurgiendo. El elevado déficit por cuenta corriente siguió empeorando en 2021 y no se prevé que mejore ni este año ni el próximo. Los elevados déficits presupuestarios son anteriores a la crisis de la COVID-19 y han impulsado el déficit por cuenta corriente, lo que plantea riesgos para la sostenibilidad de la deuda exterior. Los costes de la deuda soberana han aumentado desde principios de 2021. La aceleración prevista de los salarios podría afectar aún más a la competitividad de los costes. La depreciación nominal podría mitigar las pérdidas de competitividad, pero agravar las presiones inflacionistas y aumentar la carga del servicio de la deuda en divisas, lo cual es relevante tanto para el Gobierno como para el sector privado. Se espera que la posición de inversión internacional neta negativa se mantenga por debajo de sus niveles anteriores a la pandemia. Se espera que la posición exterior se beneficie de importantes fondos del MRR, si bien puede resultar más difícil obtener financiación exterior en un contexto de endurecimiento de las condiciones financieras mundiales. Las recientes iniciativas políticas, en particular la aplicación satisfactoria del plan de recuperación y resiliencia de Rumanía, pueden abordar algunas vulnerabilidades, no obstante, son necesarias nuevas medidas para mejorar la competitividad y el crecimiento potencial.

España presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con una elevada deuda exterior, pública y privada, en un contexto de desempleo elevado, y tienen importancia transfronteriza. En 2021, las ratios de deuda sobre PIB reanudaron sus tendencias decrecientes observadas antes de la pandemia, y se prevé que sigan disminuyendo durante este año y el próximo. La balanza por cuenta corriente registra un pequeño superávit y la posición de inversión internacional neta ha alcanzado su mejor dato desde mediados de la década de 2000. Sin embargo, la deuda privada sigue estando en niveles más elevados que antes de la crisis de la COVID-19, y sigue superando los niveles prudenciales, mientras que la elevada ratio de deuda pública sobre PIB se mantiene muy por encima de su nivel anterior a la pandemia. Los préstamos dudosos siguieron disminuyendo, pero siguen existiendo algunos riesgos, especialmente en los sectores de gran consumo de energía y en los que se habían visto gravemente afectados por la crisis de la COVID-19. El desempleo comenzó a disminuir de nuevo en 2021, pero la segmentación del mercado laboral y el desempleo juvenil permanecen en niveles elevados, si bien las reformas pasadas y recientes del mercado laboral y la aplicación continuada del plan de recuperación y resiliencia contribuirán a abordar las vulnerabilidades que persisten en España.

Suecia presenta desequilibrios. Las vulnerabilidades guardan relación con los elevados precios de la vivienda al alza y el elevado endeudamiento de los hogares. En 2021, los precios de la vivienda se alejaron aún más de los valores fundamentales y las condiciones financieras favorables continuaron alimentando la demanda de vivienda. La elevada deuda de los hogares expone a Suecia al riesgo de perturbaciones adversas y a una corrección desordenada de los precios de la vivienda, con posibles consecuencias perjudiciales para la economía real y el sector bancario. La deuda privada ha seguido aumentando, y gran parte de esta se concentra en bienes inmuebles, tanto comerciales como vivienda, y la mayor parte de la deuda hipotecaria de los hogares está a tipos de interés variables. Las medidas estratégicas no han abordado de forma suficiente las vulnerabilidades relacionadas con la deuda para la adquisición de vivienda y las posibles sobrevaloraciones de los precios de la vivienda. Se mantienen los incentivos fiscales para la vivienda financiada mediante deuda, junto con la escasez de oferta y las deficiencias detectadas en el funcionamiento del mercado del alquiler. Las medidas del plan de recuperación y resiliencia solo abordan las vulnerabilidades de manera parcialmente satisfactoria.

Estados miembros que presentan desequilibrios excesivos

Chipre presenta desequilibrios excesivos. Las vulnerabilidades guardan relación con la elevada deuda pública y privada, los elevados déficits por cuenta corriente y un volumen todavía elevado de préstamos dudosos. Las ratios de deuda pública y privada sobre PIB volvieron a descender gracias a un fuerte repunte económico en 2021. Los préstamos dudosos del sector bancario disminuyeron significativamente gracias a las grandes ventas de estos préstamos a empresas adquirentes de créditos, pero siguen siendo elevados. El déficit por cuenta corriente es elevado a pesar de la mejora registrada en 2021 y, además, se prevé que aumente en 2022 y que, a partir de entonces, solo se reduzca lentamente, por lo que no se garantiza una posición de inversión internacional neta prudente a medio plazo. Se prevé que las ratios de deuda pública y privada sobre PIB sigan mejorando, en parte gracias al crecimiento económico. Sin embargo, las perspectivas económicas para 2022 están rodeadas de un aumento de la incertidumbre relacionado con el impacto de la invasión rusa de Ucrania, habida cuenta de la exposición especialmente importante del comercio de servicios. Si se aplica de forma oportuna y eficaz, el plan de recuperación y resiliencia tiene el potencial de contribuir a una reducción significativa de las vulnerabilidades, si bien está justificada la adopción de medidas adicionales.

Grecia presenta desequilibrios excesivos. Las vulnerabilidades guardan relación con la elevada deuda pública, el incompleto reequilibrio exterior y los numerosos préstamos dudosos, en un contexto de elevado desempleo y bajo potencial de crecimiento. La ratio de deuda pública sobre PIB reanudó su descenso, que se prevé que continúe gracias a la mejora de los resultados presupuestarios y al crecimiento económico. El déficit por cuenta corriente sigue reflejando la recuperación incompleta tras la fuerte caída del turismo extranjero en 2020, y se espera que siga siendo claramente negativo durante este año y el próximo. La posición de inversión internacional neta también sigue siendo, en gran medida, negativa, lo que refleja el hecho de que la deuda pública está, en su mayor parte, en manos de los acreedores del sector oficial. Sin embargo, puede mejorar en su expresión como porcentaje del PIB gracias al crecimiento y a la entrada de importantes fondos del MRR. A pesar de los avances significativos, el porcentaje de préstamos dudosos sigue siendo elevado y obstaculiza la capacidad de los bancos para proporcionar crédito a las empresas y los hogares. Se han adoptado las medidas pertinentes para facilitar el ajuste económico y la corrección de las vulnerabilidades. El éxito en la aplicación del plan de recuperación y resiliencia representa una gran oportunidad para abordar las vulnerabilidades y mejorar el crecimiento potencial.

Italia presenta desequilibrios excesivos. Las vulnerabilidades guardan relación con la elevada deuda pública y el débil crecimiento de la productividad, en un contexto de fragilidad del mercado laboral y de ciertas debilidades de los mercados financieros, que tienen relevancia transfronteriza. El persistente bajo crecimiento de la productividad ha sido un factor clave de la persistente debilidad del crecimiento del PIB de Italia, que ha frenado el desapalancamiento de la deuda pública, frenado las oportunidades de empleo y afectado a los balances de los bancos. La ratio de deuda pública sobre PIB empezó a disminuir en 2021 y se prevé que siga disminuyendo, pero sigue suponiendo un riesgo para la sostenibilidad de las finanzas públicas, el sector financiero y el crecimiento económico. A pesar de las mejoras en el mercado laboral, persisten las bajas tasas de participación. Se han logrado mejoras significativas en la reducción de los préstamos dudosos, si bien el vínculo entre la deuda soberana y la banca se ha reforzado durante la crisis de la COVID-19 y sigue siendo un reto. Además, el sector bancario puede enfrentarse a retos a medida que se manifieste plenamente el impacto de la supresión gradual de las medidas temporales de apoyo adoptadas en respuesta a la crisis pandémica. El plan de recuperación y resiliencia aborda las vulnerabilidades, en particular mediante el estímulo de la competitividad y la productividad. Sin embargo, es probable que el efecto de fomento del aumento de la inversión y las reformas lleve tiempo y depende fundamentalmente de una aplicación rápida y sólida.

(1) COM(2022) 230.
(2)  COM(2022) 231. 
(3)  Como el Mecanismos «Conectar Europa», el Mecanismo para una Transición Justa, Horizonte Europa, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE y los Fondos de Innovación y Modernización.
(4) Véase el apéndice 3 sobre los avances a escala de la UE en la aplicación de los ODS y el informe de seguimiento de los ODS de 2022 de Eurostat: https://ec.europa.eu/eurostat/product?code=KS-09-22-019 .
(5)  https://www.consilium.europa.eu/media/54800/20220311-versailles-declaration-es.pdf.
(6)  Los cuadros de indicadores de resiliencia, elaborados por la Comisión, tienen por objeto proporcionar una evaluación holística de la resiliencia en la UE y sus Estados miembros. Evalúan la resiliencia como la capacidad de avanzar hacia los objetivos políticos en un contexto de retos. Véase: https://ec.europa.eu/info/strategy/strategic-planning/strategic-foresight/2020-strategic-foresight-report/resilience-dashboards_es.
(7)  Véase el apéndice 2 sobre los avances a escala de la UE en la aplicación de las recomendaciones específicas por país. 
(8)  Véase el apéndice 1 sobre el resumen de los ámbitos temáticos abarcados en las propuestas de recomendaciones específicas por país de este año.
(9)  Los Estados miembros actualizarán los planes nacionales de energía y clima en 2023 en consonancia con REPowerEU, las recomendaciones específicas por país pertinentes y las posibles modificaciones de los planes de recuperación y resiliencia.
(10)  C(2022) 3300.
(11)  Reglamento (UE) 2021/1119.
(12)  Recuadro 2 de la Comunicación de la Comisión «La economía de la UE después de la COVID-19: implicaciones para la gobernanza económica» [COM(2021) 662 final]. 
(13)  El principio de «la eficiencia energética primero» es uno de los pilares clave no solo para cumplir los objetivos climáticos de la UE, sino también para reducir la dependencia de los combustibles fósiles procedentes del extranjero y aumentar la seguridad del suministro y el uso de energías renovables. Debe aplicarse teniendo plenamente en cuenta las medidas en materia de eficiencia energética que sean eficientes en costes a la hora de configurar la política energética y de adoptar las decisiones de inversión pertinentes.
(14)  En el ámbito de las materias primas fundamentales, se están realizando y se intensificarán los esfuerzos pertinentes, tal como se anunció en el plan REPowerEU [COM(2022) 230].
(15)  Para 2030: una tasa de empleo de al menos el 78 % de la población de entre 20 y 64 años; al menos el 60 % de los adultos participa en actividades de formación cada año; al menos 15 millones menos de personas en riesgo de pobreza y exclusión social.
(16) COM(2021) 660 final.
(17) Véase: Propuesta de la Comisión de recomendación del Consejo para garantizar una transición equitativa hacia la neutralidad climática https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_6795.
(18) La mayoría de las llegadas se registran en Polonia, seguida de otros Estados miembros de la UE vecinos de Ucrania, si bien se espera un cierto nivel de reasentamiento en otros países de la UE. Véase: Comunicación titulada «Acoger a las personas que huyen de la guerra en Ucrania» de 23 de marzo de 2022.
(19) Véase: Decisión de Ejecución (UE) 2022/382 del Consejo, de 4 de marzo de 2022, por la que se constata la existencia de una afluencia masiva de personas desplazadas procedentes de Ucrania en el sentido del artículo 5 de la Directiva 2001/55/CE y con el efecto de que se inicie la protección temporal (DO L 71 de 4.3.2022, p. 1). 
(20)  El 8 de marzo, la Comisión adoptó la propuesta de Acción de Cohesión para los Refugiados en Europa (CARE), que permite la rápida reasignación de los fondos disponibles de la política de cohesión 2014-2020 (FSE, FEDER) y del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD). Los Estados miembros también pueden utilizar la dotación de 2022 de la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-UE) para atender las necesidades de quienes huyen de Ucrania. La Comisión propuso aumentar en 3 400 millones EUR la prefinanciación total de REACT-UE para los Estados miembros que acogen a las personas desplazadas de Ucrania. Estos fondos complementarán los fondos temáticos existentes, como el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) y el Instrumento de Gestión de las Fronteras y Visados (IGFV). A 13 de abril, la Comisión introdujo un nuevo procedimiento de financiación simplificado en el marco de la política de cohesión 2014-2020 para cubrir las necesidades básicas de las personas a las que se concedió protección temporal como consecuencia de la guerra en Ucrania.
(21)      Excluidas las medidas de emergencia temporales contra la COVID-19.
(22) COM(2021) 105 final.
(23)  En diciembre de 2021, la Comisión presentó una iniciativa clave para poner fin al uso de sociedades fantasma a efectos fiscales. El objetivo de la propuesta («Unshell») es garantizar que las entidades de la Unión Europea cuya actividad económica es nula o mínima no puedan beneficiarse de ninguna ventaja fiscal. En diciembre de 2021, la Comisión también adoptó una propuesta de Directiva para la aplicación de un nivel mínimo global de imposición (pilar 2) en la UE. La propuesta establece normas para garantizar un nivel mínimo de imposición para las grandes empresas multinacionales y los grandes grupos nacionales, lo que contribuye a una fiscalidad justa y a un entorno empresarial sólido. Una vez el Consejo adopte la Directiva, su objetivo será poner límite a la competencia fiscal excesiva entre jurisdicciones.
(24)  En particular las medidas estratégicas notificadas en los programas nacionales de reforma, así como en los informes del MRR (informe bianual sobre los avances en la ejecución de los hitos y objetivos y resultantes de la evaluación de las solicitudes de pago), a excepción de los Estados miembros que, en la fecha límite de la presente Comunicación, aún no hayan presentado un plan de recuperación o resiliencia, o cuyo plan no haya sido aprobado (Hungría, Polonia, Países Bajos).
(25)  Se pidió a los Estados miembros que en sus planes de recuperación y resiliencia abordaran eficazmente la totalidad o un subconjunto significativo de las recomendaciones específicas por país pertinentes. En el caso de los planes de recuperación y resiliencia adoptados en la fecha límite de la presente Comunicación, las recomendaciones específicas por país pertinentes son las adoptadas por el Consejo en 2019 y 2020. La evaluación de las recomendaciones específicas por país que aquí se presenta tiene en cuenta el grado de ejecución de las medidas incluidas en los planes de recuperación y resiliencia y de las llevadas a cabo fuera de los planes en el momento de la evaluación. Las medidas previstas en los anexos de las Decisiones de Ejecución del Consejo adoptadas sobre la aprobación de la evaluación de los planes de recuperación y resiliencia que aún no se han adoptado ni ejecutado, pero que se consideran anunciados de forma creíble, en consonancia con la metodología de evaluación de las recomendaciones específicas por país, justifican la clasificación «avances limitados». Una vez ejecutadas, estas medidas pueden dar lugar a «algunos avances/ significativos» o a una «plena aplicación», en función de su pertinencia.
(26) En su momento, la Comisión y el BCE evaluarán, en sus respectivos ámbitos de competencia, los compromisos de Croacia en el contexto de la participación en el MTC II.
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