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Document 52020AR1360

    Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Pacto Europeo por el Clima

    COR 2020/01360

    DO C 440 de 18.12.2020, p. 99–106 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    18.12.2020   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 440/99


    Dictamen del Comité Europeo de las Regiones — Pacto Europeo por el Clima

    (2020/C 440/17)

    Ponente:

    Rafał Kazimierz TRZASKOWSKI (PL/PPE), alcalde de Varsovia

    Documento de referencia:

    Carta de Maroš Šefčovič, vicepresidente de la Comisión Europea, de 11 de marzo de 2020.

    RECOMENDACIONES POLÍTICAS

    EL COMITÉ EUROPEO DE LAS REGIONES

    Consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo en el período posterior a la pandemia de COVID-19

    1.

    acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de establecer el Pacto Europeo por el Clima para hacer que los ciudadanos y sus comunidades participen en la concepción de acciones en favor del clima y el medio ambiente mediante medidas concretas sobre el terreno, el fomento de un diálogo abierto con todos los agentes, la creación de sinergias, el refuerzo de las capacidades y el impulso de las acciones por el clima; considera que el Pacto debería desarrollarse como un instrumento de gobernanza innovador que permita la comunicación, la cooperación y el intercambio de información en ambos sentidos entre todos los niveles, sectores y territorios, a fin de mejorar la eficacia y la legitimidad de la política climática de la UE;

    2.

    recuerda que en general se entiende por «pacto» un compromiso entre socios en condiciones de igualdad, en beneficio conjunto o mutuo, y con el que se pretende alcanzar objetivos comunes; por lo tanto, reitera que los entes locales y regionales están dispuestos a trabajar en asociación con las instituciones de la UE, los Estados miembros y todas las partes interesadas pertinentes en el marco del Pacto por el Clima para perseguir conjuntamente los objetivos de neutralidad climática y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas; Sin embargo, el enfoque común del Pacto no debe pasar por alto la diversidad de los retos que el cambio climático plantea para las diferentes zonas de la UE, por lo que los objetivos comunes deben reflejar las necesidades geográficamente específicas basándose, asimismo, en una evaluación sistemática de estas necesidades y características;

    3.

    subraya que la pandemia de COVID-19 y la crisis económica que está provocando probablemente nos obliguen a completar la idea original del Pacto por el Clima. Insiste, sin embargo, en que la Comisión Europea y los Estados miembros han de garantizar que la crisis actual no ralentice —sino que por el contrario se aproveche como una oportunidad para acelerar— la necesaria transformación de la Unión Europea hacia la neutralidad climática; esto incluye, entre otras cosas, fijar en al menos un 55 % el objetivo de reducción de las emisiones de CO2 de aquí a 2030;

    4.

    reitera su compromiso de considerar los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas como parte integrante del Pacto Verde y, por lo tanto, está de acuerdo con la posición de las Naciones Unidas de incluir la dimensión social como elemento integrante de la sostenibilidad, junto con las medidas de protección del clima y de la naturaleza. Hay que garantizar las posibilidades de inclusión en la sociedad a toda la población europea. Junto a la seguridad social, esto incluye, en particular, la igualdad de género, el acceso a una educación de calidad y la garantía de una vida sana para todas las personas, independientemente de su edad; al mismo tiempo, se debe hacer hincapié en que el compromiso con los diecisiete ODG implica también cooperar con nuestros socios de fuera de la UE sobre la base de esos mismos valores;

    5.

    destaca que el Pacto por el Clima debe ser, en primer lugar, un catalizador de la cooperación entre los entes locales y regionales y las instituciones europeas. Debería servir como instrumento de gobernanza innovador para desarrollar ideas, canalizar la información obtenida sobre el terreno hacia el proceso decisorio la UE, mejorar la aplicación de las políticas de la UE y coordinar acciones para combatir el cambio climático y, al mismo tiempo, hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19. Las medidas para reactivar la economía también deben servir para aumentar la resiliencia de la sociedad y reducir la huella de carbono de la economía con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050. Deberá examinarse qué impacto tendrán todas las medidas previstas en el clima y el medio ambiente;

    6.

    destaca que el Pacto por el Clima debería impulsar los compromisos ya firmados a nivel local por agentes locales (pymes, escuelas, entes locales, universidades, etc.) y generar nuevos compromisos para hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050;

    7.

    subraya, por tanto, que el Pacto por el Clima también debería funcionar como una iniciativa de alcance general, con su propia imagen de marca para los pactos climáticos locales existentes y futuros (1) o las asociaciones impulsadas localmente, que trabajen en pos de objetivos climáticos claros con la sociedad civil, las empresas y otras partes interesadas pertinentes. Debería ayudar a concitar el apoyo de los ciudadanos a las políticas en favor del clima, facilitar el intercambio de buenas prácticas, la reproducción y la ampliación de las iniciativas europeas de mayor éxito y fomentar la elaboración de pactos climáticos locales en toda la UE;

    8.

    acoge favorablemente el compromiso expreso de la Comisión para prestar especial atención a las regiones ultraperiféricas en el marco del Pacto Verde Europeo, teniendo en cuenta su vulnerabilidad frente al cambio climático y a las catástrofes naturales, y sus activos excepcionales, como la biodiversidad y las fuentes de energía renovables y espera con atención la adopción de medidas específicas a tal efecto;

    9.

    reitera su compromiso de apoyar a la Comisión y a los entes locales y regionales para que la aplicación del Pacto Verde sea un éxito y, en particular, para convertir el Pacto por el Clima en un instrumento sólido que ayude a los entes locales y regionales a llevar adelante este ambicioso proyecto y les otorgue un papel proactivo; señala que este enfoque transversal innovador del Pacto Verde y de la recuperación económica requiere un nuevo planteamiento para el desarrollo de capacidades de los entes locales y regionales, centrado en todos los sectores y capaz de promover una gestión más integrada. El Pacto por el Clima debería brindar la oportunidad de crear una cultura del Pacto Verde en todos los entes locales y regionales y de fomentar la concienciación y la participación de los ciudadanos en todos los ámbitos políticos pertinentes;

    10.

    destaca que la situación actual de emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19 está poniendo de manifiesto una vez más en toda Europa el papel de los entes locales y regionales como responsables fundamentales de la toma de decisiones y proveedores de servicios públicos a la hora de garantizar una respuesta en primera línea a las necesidades y retos locales, en particular en períodos de emergencia mundial. Señala que las comunidades locales y sus ciudadanos deben volver a asumir su papel, que se ha visto distorsionado por la globalización creciente y una industrialización basada con demasiada frecuencia en un uso insostenible de recursos limitados, convirtiéndose en socios clave para concebir acciones por el clima y proteger y restaurar su entorno;

    11.

    propone que se utilicen ejemplos de buenas prácticas en la lucha contra el cambio climático a nivel local y regional, como el de la Coalición «Under2» —un grupo de entes de nivel subnacional de todo el mundo compuesto por más de 220 Estados federados, Estados federales, regiones y municipios—, con el fin de aprovechar los conocimientos adquiridos para elaborar estrategias de protección del clima a largo plazo e incluir el intercambio de experiencias sobre métodos eficaces, soluciones innovadoras y enseñanzas valiosas extraídas de tales iniciativas como parte integrante del Pacto por el Clima;

    12.

    acoge favorablemente las Comunicaciones de la Comisión Europea «El presupuesto de la UE: motor del plan de recuperación para Europa» y «El momento de Europa: reparar los daños y preparar el futuro para la próxima generación», y reitera su apoyo a la política europea de neutralidad climática, considerada una política indispensable y de vanguardia orientada a garantizar un futuro sostenible para Europa. En el contexto de la pandemia actual, la política de neutralidad climática y la resiliencia del territorio tienen que convertirse en la espina dorsal de una estrategia de recuperación climáticamente neutra, que garantice que todos los fondos invertidos en la recuperación de las economías europeas contribuyan también en gran medida a acelerar la transición hacia la neutralidad climática, la protección de la biodiversidad y el incremento de la resiliencia del territorio dentro de los marcos previstos;

    13.

    reitera que unas políticas bien diseñadas destinadas a combatir el cambio climático pueden brindar oportunidades económicas: según la Comisión, lograr la neutralidad climática podría traducirse en un aumento del 2 % del PIB de la UE en 2050, un ahorro de alrededor de 200 000 millones EUR al año en concepto de costes sanitarios evitados, y la creación de un millón de empleos en la economía verde; es probable que estas oportunidades sean aún más importantes a la luz de los nuevos vínculos entre la pandemia actual y el riesgo de futuras pandemias, y la degradación del medio ambiente, la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático; Por lo tanto, acoge con satisfacción que el Pacto por el Clima incluya la plantación de árboles, la regeneración de la naturaleza y la creación de zonas verdes urbanas entre sus acciones prioritarias, y pide que se incluyan también infraestructuras verdes, así como actuaciones destinadas al ahorro y a la circularidad en materia de agua;

    14.

    hace hincapié en que, en las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos como resultado de la pandemia, es necesario no dejar a ningún ciudadano atrás. Ahora, más que nunca, tanto las acciones por el clima como los instrumentos de recuperación deberán llegar tanto a las ciudades como a las zonas rurales, así como a todos los sectores de la economía, con especial atención hacia los sectores productivos tradicionales que más han sufrido como resultado de las medidas para combatir la pandemia de COVID-19. Acoge con satisfacción, en este contexto, la anunciada iniciativa «oleada de renovación» destinada a mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y privados, al tiempo que se crean puestos de trabajo y se impulsa el sector de la construcción;

    15.

    señala que los entes locales y regionales deberían tener acceso directo a los fondos europeos (procedentes tanto del presupuesto europeo como de otras instituciones financieras europeas, por ejemplo, el BEI) a fin de poder impulsar la recuperación tras la crisis económica provocada por la COVID-19 y, simultáneamente, hacer frente a la crisis climática. De manera más concreta, deberían crearse instrumentos adicionales para poder acceder directamente a los fondos de la UE, como el mecanismo europeo «City Facility» en el marco del Programa Horizonte 2020, las Acciones Innovadoras Urbanas en el marco del FEDER (artículo 8) o la futura Iniciativa Urbana Europea posterior a 2020 en el marco del Reglamento FEDER/FC (artículo 10), especialmente para los proyectos del Pacto Verde;

    16.

    considera, en este contexto, que el Pacto por el Clima debería promover el acceso directo de los entes locales y regionales a los fondos de la Unión Europea, en particular para sus actividades sostenibles dentro del nuevo marco financiero plurianual, de conformidad con el principio de subsidiariedad. En concreto, pide que puedan acceder directamente a los recursos asignados en el marco del Mecanismo «Conectar Europa». A este respecto, pide también que el 10 % del nuevo FEDER se destine al desarrollo urbano sostenible. Propone dotar a la política de neutralidad climática de un presupuesto propio dentro del futuro MFP, al igual que las políticas agrícolas o regionales, y facilitar un acceso directo a los fondos para las ciudades y regiones que elijan la vía verde de la recuperación;

    17.

    coincide con las conclusiones del comité de misión de las «Ciudades inteligentes y climáticamente neutras» en el marco de Horizonte Europa, de seguir apoyando y promoviendo 100 ciudades europeas en su proceso de transformación sistémica hacia la neutralidad climática para 2030, recurriendo a los fondos de Horizonte Europa, los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, el Fondo de Transición Justa, los «proyectos importantes de interés común europeo», InvestEU y otros instrumentos de la UE;

    18.

    señala que el CDR y el BEI deben ser socios cercanos de los miembros del Pacto por el Clima y apoyar a la Comisión para hacer de este un instrumento adecuado a su finalidad y accesible a todos los entes locales y regionales, independientemente de su tamaño, situación geográfica o contexto socioeconómico;

    19.

    invita a la Comisión a que reconsidere los ámbitos principales a fin de armonizar el Pacto por el Clima y la estrategia de recuperación climáticamente neutra; el Pacto por el Clima debería centrarse en una gama más amplia de acciones, en función de los proyectos que estén listos para su ejecución y de las necesidades específicas de las distintas comunidades locales;

    20.

    señala que, en sus planes de acción sobre energía sostenible y clima, los signatarios del Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía ya disponen de un conjunto impresionante de medidas que podrían financiarse y aplicarse de manera inmediata y que muchos otros modos de cooperación en materia de clima y medio ambiente entre entes locales y regionales, y dentro de ellos, cuentan con planes similares que podrían tenerse en cuenta para este mismo fin; el CDR está dispuesto a seguir respaldando el desarrollo de esta iniciativa en colaboración con la Comisión Europea y la Oficina del Pacto de los Alcaldes en pos de un apoyo político reforzado y una mayor integración del Pacto en los marcos nacionales de energía y clima;

    21.

    subraya que los entes locales y regionales apoyan una transición ambiciosa hacia una energía limpia, asequible y segura y propone que se fomente un diálogo permanente multinivel sobre el Pacto Verde con los entes territoriales y otras partes interesadas en el contexto del Pacto por el Clima y con los instrumentos de este último;

    22.

    considera que el acceso a las energías limpias se enfrenta a dos desafíos fundamentales: la energía debe ser competitiva en cuanto a precios y estar fácilmente disponible; aunque la evolución técnica acorta la brecha de costes con otras fuentes de energía, los entes locales y regionales tienen un papel clave que desempeñar a la hora de facilitar un acceso adecuado a la infraestructura apropiada. Por ello, es necesario que los entes locales y regionales comprometidos con las medidas de mitigación y de adaptación al clima puedan acceder rápidamente a la ayuda financiera; el Pacto por el Clima debería contribuir a comprender las necesidades fundamentales de los entes locales y regionales en diferentes circunstancias y a elaborar, sobre la base de su experiencia, los instrumentos adecuados para la ayuda de la UE. En este contexto, el CDR está dispuesto a cooperar en acciones e iniciativas concretas con la Comisión y los entes locales y regionales con el fin de mejorar el acceso a la energía limpia en toda la UE;

    23.

    sugiere que el Pacto por el Clima tenga como uno de sus puntos focales la iniciativa «Ola de renovación», que tiene potencial para convertirse en uno de los elementos fundamentales de una recuperación sostenible, tal y como se ha señalado en la Comunicación de la CE «El momento de Europa: reparar los daños y preparar el futuro para la próxima generación»; a este respecto, es especialmente importante emprender iniciativas conjuntas de los sectores público y privado, y los entes locales y regionales se hallan en una posición clave para informar a los ciudadanos sobre los beneficios y los instrumentos de apoyo existentes para la renovación de sus viviendas, predicando con el ejemplo, conectando con las empresas locales y apoyándolas con los conocimientos especializados necesarios a distintos niveles, y desarrollando herramientas que permitan acceder a las ayudas financieras nacionales o de la UE; además, los entes locales y regionales también deberían predicar con el ejemplo, renovando los edificios públicos y promoviendo, en particular, la renovación energética de las viviendas sociales y otras viviendas de titularidad pública;

    24.

    llama la atención sobre el hecho de que, dado que los niveles local y regional se encuentran al principio (regiones basadas en la bioeconomía) y al final (gestión de residuos, reciclaje) de una economía sostenible y circular, deben incluirse en el desarrollo de las políticas conexas y su aplicación; hace hincapié en que por este motivo y dada la especial importancia que revisten estas cuestiones para los ciudadanos y las empresas, el Pacto por el Clima puede utilizarse para destacar los ámbitos concretos que necesitan apoyo;

    25.

    pide, además, un mecanismo de diálogo permanente entre la Comisión Europea y el Comité Europeo de las Regiones sobre la iniciativa «Ola de renovación»;

    26.

    propone que, para alcanzar el objetivo de neutralidad climática y como instrumento para combatir la crisis económica, las instituciones europeas ayuden a los entes locales y regionales a adaptar el transporte público a la electrificación y a otros combustibles sostenibles de aquí a 2030;

    27.

    habida cuenta del alcance de las competencias de los entes locales y regionales, propone que, además de la movilidad sostenible, los ámbitos políticos clave que se aborden en el contexto de las acciones del Pacto por el Clima de la UE sean la eficiencia energética de los edificios, las energías renovables, la economía circular (incluyendo agua y residuos), el fomento del consumo responsable y sostenible, la regeneración de la naturaleza y la biodiversidad y el desarrollo de infraestructuras verdes y azules, especialmente en las ciudades, así como la promoción de un turismo sostenible, hospitalario e inclusivo. Aparte de su potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, generarán oportunidades para crear nuevos empleos de alta calidad, desarrollar la I+D y mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos, con todo lo que ello implica, por ejemplo, en materia de reducción de los costes sanitarios en la UE. Además de los ámbitos mencionados, también deberán tenerse en cuenta los retos que entraña mejorar la retención de agua, disminuir su consumo y crear zonas de protección de la biodiversidad;

    28.

    reconoce que la aplicación de criterios ecológicos en la contratación pública y la condicionalidad de la financiación disponible en función del criterio de sus efectos en la reducción de los gases de efecto invernadero constituirán un incentivo importante que contribuirá a la necesaria transformación del modelo económico, lo que acabará por propiciar la consecución de los objetivos del Pacto Verde. En este sentido, el Pacto por el Clima debe prever actividades específicas para desarrollar los criterios y mediciones pertinentes y ayudar a los entes locales y regionales (también los de menor tamaño, para los cuales la complejidad de la legislación en materia de contratación pública constituye, a menudo, un serio obstáculo a la inversión) a aplicarlos, por lo que se insta a la UE y a las administraciones nacionales a que simplifiquen las normas y presten apoyo técnico siempre que sea necesario; con vistas a desarrollar criterios relevantes y requisitos de diseño ecológico, anima a la UE, los Estados miembros y los entes locales y regionales a que establezcan y sigan desarrollando sus propios compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para sus administraciones; el Pacto Europeo por el Clima podría proporcionar un marco de apoyo para tal fin;

    29.

    destaca que cada vez más estudios demuestran los vínculos entre salud y protección del medio ambiente (2), incluida la reducción de la contaminación atmosférica, e insta a la Comisión a que incluya la dimensión de la salud en el Pacto Verde, empezando por la elaboración de una estrategia europea de salud, medio ambiente y cambio climático similar a la estrategia de la OMS (3); el Pacto por el Clima, en su vertiente de acercamiento a los ciudadanos y la sociedad civil, debería ser un instrumento importante para sensibilizar sobre estos vínculos y crear el impulso necesario para integrar estas dimensiones en la elaboración de políticas pertinentes a todos los niveles;

    30.

    propone, en el contexto de la Estrategia del hidrógeno de la UE para una Europa climáticamente neutra [COM (2020) 301 final], que el Pacto por el Clima apoye también el desarrollo de una economía del hidrógeno que utilice hidrógeno verde producido a partir de energías renovables en las regiones y las ciudades (véase CDR 2020/549);

    31.

    insta a todas las instituciones de la UE y a los Estados miembros a que sigan trabajando para lograr un conjunto ambicioso de nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional; reitera asimismo la importancia de abrir la participación en este proceso a los entes locales y regionales de la Unión Europea mediante la creación de un sistema de contribuciones determinadas a nivel local para completar las contribuciones determinadas a nivel nacional, y establecer un vínculo más sólido entre las ambiciones europeas, nacionales, regionales y locales, empezando por la labor realizada en el marco del Pacto Mundial de los Alcaldes; el Pacto sobre el Clima podría ser un instrumento poderoso para lograrlo;

    32.

    destaca el papel crucial de las tecnologías digitales en la construcción de una sociedad más resiliente y su posible impacto global positivo en la reducción de emisiones y la recuperación económica; por tanto, considera que deberá preverse una mayor integración entre la transición hacia la neutralidad climática y una transición digital sostenible, y que el Pacto por el Clima podría ser una herramienta para debatir y seguir explorando las posibles sinergias entre ambas, también sobre la base de las experiencias recientes de los entes locales y regionales en la respuesta a la emergencia sanitaria;

    Sensibilización y desarrollo de capacidades

    33.

    reitera el papel fundamental de la adaptación al cambio climático con vistas a construir territorios resilientes y reducir las pérdidas anuales debidas a los efectos adversos del clima; en este contexto, señala la necesidad de emprender acciones contundentes para mejorar la capacidad de los entes locales y regionales de aplicar las políticas de adaptación, empezando por estrategias de financiación sostenible y el refuerzo de las actividades de desarrollo de capacidades. También es fundamental tener la posibilidad de supervisar los progresos realizados en las inversiones relacionadas con el cambio climático a escala local y regional. En la actualidad, los datos disponibles en este ámbito son limitados. Insta a la Comisión a que tenga en cuenta estos aspectos en la elaboración de la nueva Estrategia de Adaptación de la UE y la vincule al Pacto por el Clima;

    34.

    destaca el papel fundamental de los entes locales y regionales a la hora de abordar la producción de alimentos y la gestión de la tierra; se pueden fomentar mejores tendencias nutricionales a través de la educación, la restauración y la contratación pública; una producción de alimentos más sostenible también debe tener en cuenta el empleo generado, el transporte de mercancías y el embalaje; la inclusión del sector agrícola en el régimen de comercio de derechos de emisión debe reflejar mejor su contribución como sumidero de carbono;

    35.

    señala que el concepto de sostenibilidad debe incorporar la importancia de la ocupación y la gestión de las tierras, que, por lo general, corre a cargo de los agricultores y pescadores en las zonas aisladas, periféricas y poco pobladas. Los entes locales y regionales deberían facilitar la instalación de nuevos pobladores en las comunidades rurales como instrumento para evitar la presión demográfica sobre las ciudades, racionalizar los servicios públicos y sus costes, promover el uso sostenible de la tierra y reducir las emisiones relacionadas con el transporte; ello requiere asistencia y financiación específica para crear la infraestructura necesaria para el teletrabajo, así como para los servicios de movilidad, de digitalización (acceso al consumidor local y comercialización de sus productos), sociales y sanitarios;

    36.

    considera que las políticas de reducción del riesgo de catástrofes causadas por el cambio climático desempeñarán un papel cada vez más relevante; debe prestarse apoyo a los entes locales y regionales para que comprendan mejor estas políticas y las vinculen a un refuerzo de la resiliencia general de sus territorios y de su capacidad para hacer frente a situaciones de emergencia;

    37.

    señala que los entes locales y regionales tienen dificultades para acceder a la financiación, lo que disminuye la tasa de absorción de los fondos de la UE; el Pacto por el Clima debería colmar esta laguna agrupando todas las ayudas existentes para permitir a los entes locales y regionales orientarse en medio de los fondos de la UE y brindándoles la información que les falte; toda esta información deberá facilitarse en todas las lenguas de la UE y ser fácil de usar;

    38.

    destaca que la educación debe desempeñar un papel central en la creación de una nueva cultura del medio ambiente y la protección del clima, lo que implicará cambios sociales significativos; en este contexto, el Pacto por el Clima podría promover, en cooperación con los entes locales y regionales, la participación de los proveedores públicos, locales y privados de educación, formación e información, en particular los centros escolares y los centros de información Europe Direct, iniciativas específicas para permitirles crear esta nueva cultura. Estas iniciativas deben ir vinculadas a un fuerte impulso hacia la digitalización, que está demostrando ser un instrumento fundamental para la educación en estos momentos;

    39.

    reconoce la excelencia de las universidades y centros de investigación europeos y pide a la Comisión que los asocie al Pacto por el Clima como fuentes de conocimientos pertinentes y potenciales aliados sólidos para crear una plataforma eficaz de desarrollo de capacidades, y que impulse la coordinación de los mismos con las entidades locales y regionales para el desarrollo de proyectos piloto colaborativos que faciliten la toma de decisiones y la transferencia de experiencias de éxito;

    Impulsar la acción y reforzar la cooperación multilateral

    40.

    considera que la iniciativa del Pacto de los Alcaldes y otros modos de cooperación en materia de clima y medio ambiente entre entes locales y regionales deberían mejorarse y reforzarse a fin de convertirlos en instrumentos clave del Pacto por el Clima para impulsar la acción local; en este sentido, deberá apoyarse un mayor grado de participación de los ciudadanos, las ONG pertinentes, las empresas, los centros de investigación y las universidades, avanzando hacia un enfoque de cuádruple hélice;

    41.

    señala la importancia estratégica de vincular los sistemas nacionales y regionales de formación profesional dual a la consecución de las metas del Pacto Verde Europeo en cooperación estrecha con los actores de los sistemas educativos básicos, de la educación superior y de la investigación, como mejor vía para la actualización de las habilidades de los trabajadores y su integración al universo de la empresa orientada a la materialización de la lucha contra el cambio climático;

    42.

    destaca la pertinencia de muchas de las iniciativas de la UE destinadas a las ciudades y regiones en el marco del Pacto Verde; considera, no obstante, que los entes locales y regionales las aprovechan en escasa medida por falta de una visión general clara sobre todas las oportunidades existentes, sus características y principales objetivos. La plataforma del Pacto por el Clima debe generar esta visión general, apoyar a los entes locales y regionales para que elijan las iniciativas que más les convengan y proponer una trayectoria gradual hacia la neutralidad climática, con unas ofertas de información y comunicación con el nivel más básico posible para los entes locales y regionales, que permitan una rápida aplicación de medidas en los entes locales y regionales; el Pacto de los Alcaldes y otros marcos de cooperación sobre el clima y la energía con participación de los entes locales y regionales podrían ser los elementos en torno a los cuales pivotara este sistema;

    43.

    se remite a las posiciones expresadas anteriormente por el CDR, en particular la inclusión del concepto de «cohesión digital» como motor de una mejor integración de todos los ciudadanos de la UE, junto con programas específicos destinados a aumentar las capacidades digitales y a supervisar y adaptar las políticas. Los proyectos de ciudades inteligentes deberían constituir una buena base para elaborar proyectos de desarrollo de capacidades a una escala más amplia y con la suficiente flexibilidad para adaptarse a realidades diversas;

    44.

    reconoce el papel central del aprendizaje entre iguales para un enfoque eficaz y pragmático de la aplicación del Pacto Verde; los emparejamientos y los repositorios de buenas prácticas, por ejemplo, a través de iniciativas como el Pacto de los Alcaldes, pueden ser un instrumento importante para ayudar a los entes locales y regionales a impulsar sus políticas climáticamente neutras sin tener que empezar desde cero;

    45.

    reconoce que se ha adquirido una gran experiencia a nivel local en la formulación conjunta de soluciones estratégicas que contribuyen a las asambleas ciudadanas, impulsan el diálogo cívico y fomentan la presupuestación participativa. Esta experiencia constituye una importante fuente de inspiración a la hora de concebir maneras de involucrar directamente a los ciudadanos en la formulación y consecución de objetivos climáticos ambiciosos. El Pacto por el Clima debería basarse en ideas locales, permitiendo a los entes locales y regionales actuar como facilitadores para una amplia gama de partes interesadas y ciudadanos a nivel local;

    46.

    señala que la mayor parte de los proyectos locales sobre transiciones energéticas y protección del clima son de pequeño tamaño en comparación con la escala óptima que requieren los grandes fondos financieros; el Pacto por el Clima podría crear una herramienta para que los entes locales y regionales encuentren socios entre iguales y agreguen este tipo de proyectos a fin de tener acceso a todas las oportunidades de financiación;

    47.

    reconoce el potencial considerable de las asociaciones público-privadas para financiar una transición climáticamente neutra y destaca que este enfoque sigue presentando dificultades para muchos entes locales y regionales; debería proporcionarse más orientación y apoyo en este sentido, a fin de garantizar que todos los territorios puedan aprovechar al máximo esta oportunidad;

    48.

    señala que abordar la crisis climática implica cambiar de manera radical nuestros hábitos como ciudadanos y consumidores; en este contexto, debe reconocerse plenamente el papel de todos los ciudadanos como partes interesadas activas y es preciso empoderarlos mediante enfoques participativos como, por ejemplo, los laboratorios vivientes o las microsubvenciones para la ejecución de proyectos de pequeña escala, proyectos con una proximidad directa con los ciudadanos o realizados por comunidades u organizaciones no gubernamentales de ámbito local. La transformación de los consumidores en prosumidores debería alentarse y apoyarse con fondos suficientes a todos los niveles. Además, la colaboración de los ciudadanos debe afianzarse con el uso de tecnologías innovadoras, como los contadores inteligentes o las aplicaciones especializadas para teléfonos inteligentes. El papel de los entes locales y regionales será clave a este respecto;

    El papel del CDR

    49.

    se compromete, por intermedio del Grupo de Trabajo «El Pacto Verde se hace local», a promover, intercambiar y coordinar los esfuerzos de los entes locales y regionales en la aplicación del Pacto Verde y a garantizar una rápida coordinación de las actividades en el marco del Pacto Verde y la recuperación ecológica con la Comisión Europea y otros socios;

    50.

    invita a las asociaciones nacionales de entes locales y regionales a que desempeñen un papel activo y se asocien al CDR y a la Comisión en las actividades relacionadas con el Pacto Verde; con este fin, podrían crearse puntos de información en el marco del Pacto Climático, al nivel adecuado, encargados de comunicar la información y las iniciativas del Pacto Verde y garantizar que llegan a todas las partes interesadas;

    51.

    contempla poner en marcha el proyecto denominado CoR4Climate Pact para seguir apoyando esta importante iniciativa. Dicho proyecto prevé la designación de los embajadores del Pacto Verde, que actuarán como puntos de referencia para informar y difundir buenas prácticas relacionadas con el Pacto Verde, incluido su papel como acelerador de la recuperación social y económica tras la crisis de la COVID-19. Está previsto que el proyecto impulse también la comunicación sobre el Pacto Verde, tanto en pública —a través del sitio web del CDR— como interna, dirigida a los miembros del CDR: esta comunicación debería incorporar información más pertinente para que los entes locales y regionales pongan en marcha su Pacto Verde local, en particular sobre las posibilidades de financiación. Por último, el proyecto CoR4Climate Pact brindará la oportunidad de hacer balance del compromiso de los miembros del CDR con el Pacto Verde y promover oportunidades de aprendizaje entre iguales;

    52.

    propone la creación de un Foro de la Recuperación Verde en el que la Comisión Europea, los entes locales y regionales y otras partes interesadas puedan colaborar en la acción por el clima; este foro podría integrarse en una plataforma digital del Pacto por el Clima, gestionada conjuntamente por la Comisión y el CDR;

    53.

    apoya la aplicación e integración del juramento ecológico de «no causar daños» en el programa de mejora de la legislación y en las directrices de la Comisión. La coherencia de las políticas y la mejora de la legislación son esenciales a la hora de formular una legislación eficaz y oportuna que aporte valor añadido a los ciudadanos. Por lo tanto, es importante que los ciudadanos, las partes interesadas y todos los niveles de gobernanza puedan contribuir al desarrollo de la legislación adecuada para los fines adecuados. El conjunto de instrumentos y orientaciones para mejorar la legislación debe utilizarse para alcanzar el objetivo de neutralidad climática;

    54.

    destaca que el Pacto por el Clima representa una excelente oportunidad para aplicar el principio de subsidiariedad activa, ya que los objetivos del Pacto coinciden en gran medida con el objetivo principal del enfoque de la subsidiariedad activa; hay que desarrollar un método de trabajo inclusivo y constructivo que aproveche plenamente el potencial del marco democrático y de gobernanza multinivel de la Unión;

    55.

    subraya que la UE debe actuar como líder mundial en la lucha contra el cambio climático, promoviendo normas y objetivos ambiciosos para los países vecinos y otros emisores importantes; en este sentido, resalta las iniciativas del CDR, como la Conferencia de Entes Locales y Regionales de la Asociación Oriental (Corleap), la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM) y la cooperación descentralizada, incluida la iniciativa de Nicosia de cooperación con los alcaldes libios, que podrían utilizar las herramientas y metodologías que se desarrollarán en el marco del Pacto por el Clima para apoyar a los entes locales y regionales de los países vecinos a la hora de intercambiar, adoptar y aplicar buenas prácticas en aras de una economía más sostenible y ecológica;

    56.

    teniendo en cuenta el papel crucial de los Fondos EIE en la aplicación del Pacto Verde, considera que el Pacto por el Clima debe entablar un diálogo con las autoridades de gestión para garantizar que sean plenamente conscientes de las oportunidades existentes en este ámbito. Se declara dispuesto a cooperar con la Comisión a fin de impulsar la sensibilización y mejorar las capacidades de las autoridades de gestión para planificar y gastar estos fondos con el objetivo de avanzar hacia la neutralidad climática a través de una transición verde y justa.

    Bruselas, 14 de octubre de 2020.

    El Presidente del Comité Europeo de las Regiones

    Apostolos TZITZIKOSTAS


    (1)  Véanse, por ejemplo, los pactos climáticos locales en ciudades como Estocolmo, Róterdam, Ámsterdam y Nantes.

    (2)  https://www.eea.europa.eu/themes/human

    (3)  https://www.who.int/phe/publications/global-strategy/en/


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