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Document 52014DC0115
REPORT FROM THE COMMISSION TO THE EUROPEAN PARLIAMENT AND THE COUNCIL on the outcome of the EU co-financed programmes for the eradication, control and monitoring of animal diseases and zoonosis over the period of 2005-2011
INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre los resultados de los programas de erradicación, control y vigilancia de las enfermedades de los animales y las zoonosis cofinanciados por la UE en el período 2005-2011
INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre los resultados de los programas de erradicación, control y vigilancia de las enfermedades de los animales y las zoonosis cofinanciados por la UE en el período 2005-2011
/* COM/2014/0115 final */
INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO sobre los resultados de los programas de erradicación, control y vigilancia de las enfermedades de los animales y las zoonosis cofinanciados por la UE en el período 2005-2011 /* COM/2014/0115 final */
INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO
EUROPEO Y AL CONSEJO sobre los resultados de los programas de erradicación, control y
vigilancia de las enfermedades de los animales y las zoonosis cofinanciados por
la UE en el período
2005-2011 Resumen El presente informe expone los resultados
de la aplicación de los programas de erradicación, control y vigilancia de las
enfermedades de los animales y las zoonosis cofinanciados por la UE, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 41 de la Decisión 2009/470/CE
del Consejo, relativa a determinados gastos en el sector veterinario[1]. La cofinanciación de los programas de
erradicación, control y vigilancia de las enfermedades de los animales (en lo
sucesivo, «los programas veterinarios») es, con mucho, la parte más importante
de los gastos realizados con cargo al presupuesto de seguridad alimentaria de
la UE[2].
En el transcurso del período evaluado, la UE destinó más de 1 170 millones
EUR a cofinanciar la ejecución de los programas relativos a trece enfermedades[3]. Durante
estos siete años, se han beneficiado de la contribución de la UE los
veintisiete Estados miembros (EM) (EU-25, hasta el 31 de diciembre de 2006). A pesar de algunos aspectos preocupantes,
los programas veterinarios siguen desempeñando un papel esencial en la gestión
eficaz de las enfermedades animales, garantizando la vigilancia y la
erradicación de estas, un mejor control de las enfermedades transfronterizas de
gran relevancia para la UE, así como la prevención y la reacción rápida ante
las enfermedades animales emergentes o reemergentes, que constituyen la piedra
angular de la estrategia de salud animal de la UE. A su vez, esto ofrece claros
beneficios económicos netos a los sectores pertinentes de la economía de la Unión
y facilita el buen funcionamiento del mercado único, así como la protección de
los consumidores y la salud pública (en el caso de las zoonosis), que son
bienes públicos fundamentales para la sociedad de la UE. Teniendo en cuenta las amenazas y los
retos futuros de los programas veterinarios cofinanciados por la UE, el
análisis realizado permite establecer algunas conclusiones con respecto a las
futuras acciones necesarias para mejorar la gestión de los programas, en
particular: mejor definición de las prioridades, reducción de los costes de
gestión de los programas, tanto para la Comisión como para los Estados miembros,
y mejora de la concepción, la aplicación y el análisis coste-eficacia de los
programas veterinarios cofinanciados por la UE. El 29 de junio de 2011, la Comisión
propuso un nuevo Reglamento[4]
que abarca todo el ámbito de gastos en seguridad alimentaria. Su objetivo es
optimizar el marco financiero vigente mediante una mayor simplificación,
transparencia y flexibilidad, y demostrar la rentabilidad de los gastos en
seguridad alimentaria, incluidos los programas veterinarios. La propuesta será
adoptada formalmente por los colegisladores en el primer semestre de 2014. 1. Introducción El artículo 41 de la Decisión
2009/470/CE del Consejo, relativa a determinados gastos en el sector
veterinario, establece que «cada cuatro años, la Comisión presentará al
Parlamento Europeo y al Consejo un informe sobre la situación de la sanidad
animal y la relación coste-eficacia de la aplicación de los programas en los
distintos Estados miembros, incluidos los detalles sobre los criterios
adoptados[5]». Dentro del actual sistema de vigilancia y
evaluación, no se han introducido instrumentos específicos para medir la
relación coste-eficacia del gasto en alimentos y piensos, por lo que el
presente informe se refiere principalmente a un primer análisis coste-beneficio
de los programas ejecutados. Cabe
señalar que muchos programas veterinarios, especialmente las actividades de
erradicación (por ejemplo, de la tuberculosis), son, por su propia naturaleza,
actividades a largo plazo. Por lo tanto, los resultados a menudo se alcanzan
mucho tiempo después de la aplicación de medidas específicas. El presente informe, que es el primero
elaborado en este marco, amplía el período de evaluación a los siete años comprendidos
entre 2005 y 2011. 2. Contexto La contribución financiera de la UE para los
programas de erradicación, control y vigilancia de las enfermedades de los animales
es, con mucho, la mayor parte de los gastos realizados con arreglo al
presupuesto de seguridad alimentaria de la UE. Su objetivo es eliminar
progresivamente las enfermedades animales y aplicar medidas de vigilancia de
las mismas en los Estados miembros y la UE en su conjunto. También forma
parte de la estrategia de salud animal de la UE[6]
destinada a garantizar un elevado nivel de salud animal y salud pública y de
protección de los consumidores. Los objetivos finales de los programas
veterinarios son garantizar un alto nivel de protección de la salud animal y la
salud pública, fomentar la mejora de la productividad del sector ganadero y
contribuir a la sostenibilidad económica de los sectores directamente o
indirectamente afectados por un brote de enfermedad animal[7]. Las enfermedades animales y las zoonosis
elegibles para la cofinanciación de la UE se enumeran en el anexo I de la
Decisión 2009/470/CE del Consejo. La Comisión decide
y ajusta anualmente las prioridades de financiación a fin asegurar su
adecuación a la situación real. Ocupan un lugar destacado las enfermedades de
importancia para la salud animal o para la salud pública (como las zoonosis) y
las que tienen un gran impacto económico debido a las consecuencias comerciales
y la pérdida de ingresos para el sector ganadero de la UE. Las prioridades
propuestas se debaten con los Estados miembros a través del Comité Permanente
de la Cadena Alimentaria y de Sanidad Animal[8].
La evaluación interna de la Comisión se basa en los datos facilitados por los
Estados miembros, los informes de la Oficina Alimentaria y Veterinaria (OAV)[9], los
informes de auditoría financiera[10]
y los resultados del grupo de trabajo para la vigilancia de la erradicación de
enfermedades[11]. En 2006, se introdujo un enfoque plurianual
en los programas veterinarios con el fin de garantizar una consecución más
eficiente y eficaz de sus objetivos. Los programas veterinarios cofinanciados por
la UE incluyen una amplia serie de medidas, como la vacunación, las pruebas en
animales y la indemnización por sacrificio o eliminación. En general, la
contribución financiera de la UE se fija en el 50 % de los gastos
realizados por los Estados miembros en la aplicación de medidas específicas[12] hasta un
importe máximo, con excepción de los costes relativos a la vigilancia, las
pruebas y el genotipado de las encefalopatías espongiformes transmisibles
(EET), que se han financiado al 100 % hasta un límite máximo, y los costes
relacionados con los programas contra la rabia (adquisición y distribución de
vacunas y pruebas de laboratorio), que han sido cofinanciados en un 75 %
desde 2010. En 2011, todas las enfermedades que anteriormente se cofinanciaban
al 50 % fueron cofinanciadas en un porcentaje más alto, a saber, del
60 %, como contribución a la recuperación presupuestaria de los Estados
miembros afectados por la crisis económica y financiera. En el período
2005-2011, el conjunto de pagos de la UE ascendió a más de
1 170 millones EUR[13]
y se destinó a trece programas de enfermedades. Cabe señalar que el importe total de la
financiación varía considerablemente en función de la naturaleza de la enfermedad,
así como del número de programas aprobados para cada una de ellas. Durante esos siete años, los 27 Estados
miembros (EU-25 hasta el 31 de diciembre de 2006) se beneficiaron de la
cofinanciación de la UE. En los gráficos 1 y 2 del capítulo III del documento
de trabajo de los servicios de la Comisión SANCO/11377/2013[14], se
presenta la distribución de la financiación en el período considerado, por
enfermedad cofinanciada y por Estado miembro, respectivamente. Gráfico 1.
Distribución de los pagos por EM (2005-2011) Gráfico 2.
Distribución de los pagos por enfermedad (20052011) Gráfico 3.
Evolución de la financiación (2005-2011) La evolución de la financiación
(gráfico 3) muestra un incremento significativo desde 2009: esta tendencia al
alza se debe principalmente al aumento significativo de la financiación para
los programas de erradicación de la fiebre catarral ovina, en particular en
Francia y en España (para más información, véase el capítulo IV.2 del documento
de trabajo de los servicios de la Comisión SANCO/11377/2013) y de la
tuberculosis bovina, en particular en Irlanda y Reino Unido (para más
información, véase el capítulo IV del documento antes mencionado). También se
debe al aumento de la tasa de financiación para todas las enfermedades en 2011,
como se ha explicado anteriormente. Durante el período considerado, dos Estados
miembros, a saber, Francia y España, recibieron casi el 38 % de la
contribución total de la UE, como se indica en el gráfico 1. Los otros
principales beneficiarios, que recibieron conjuntamente el 35 % de los fondos
de la UE, fueron Italia (9,5 %), Reino Unido (10,1 %), Alemania
(7,7 %) e Irlanda (7,7 %). El 27 % restante de la contribución se
repartió entre otros 21 Estados miembros, cuya asignación individual superó el 3 %
en los casos de Polonia, Portugal y Países Bajos. La evolución de los pagos destinados a los
seis principales países beneficiarios se presenta en el gráfico 4, que también
facilita información sobre la distribución de los pagos por enfermedad en cada
Estado miembro[15]. Gráfico 4. Principales Estados miembros beneficiarios de
los programas veterinarios (2005-2011) Tal como se indica en el gráfico 2, más
del 74 % de los pagos de la UE efectuados en el período considerado se
destinaron a tres programas veterinarios principales. La Unión Europea invirtió
en la vigilancia de la EET y en la erradicación de la encefalopatía
espongiforme bovina (EEB) y la tembladera aproximadamente el 44,5 % del
total de la cofinanciación. La segunda asignación más importante (por un
importe de alrededor del 15,5 % de la cofinanciación de la UE) se destinó
a la erradicación de la tuberculosis bovina, seguida de la erradicación de la
fiebre catarral ovina (más del 14 %). Otro 20,5 % se distribuyó entre cuatro
enfermedades, a saber, la erradicación de la brucelosis bovina (6 %), la
rabia (5,5 %), la brucelosis ovina y caprina (4,7 %) y el control de
la salmonela (4,3 %). La cofinanciación de programas para las siete enfermedades restantes
representó el 5,2 % del gasto de la UE. 3. Situación zoosanitaria
de la UE en el período 2005-2011 En general, la evaluación cualitativa y
cuantitativa de los programas veterinarios cofinanciados a nivel de la UE y
aplicados en el período 2005-2011 indica que dichos programas han contribuido a
mejorar la situación zoosanitaria en la UE, con una buena relación
coste-eficacia. En la mayoría de los casos se han obtenido resultados
positivos, con excepción de determinadas enfermedades en algunos EM en los que aún
sigue habiendo motivos de preocupación. En algunos casos, a pesar de los progresos
realizados, los resultados varían de una enfermedad a otra, y en algunas
regiones de la UE sigue habiendo problemas locales. Esto se debe, entre otros,
a factores epidemiológicos, en particular al papel desempeñado por la fauna
silvestre o por algunos vectores que inciden en la eficacia de las medidas
adoptadas en el marco de algunos programas, aunque también a problemas
concretos en la aplicación de los programas en los Estados miembros. Los Estados miembros afectados se enfrentan a
menudo a dificultades estructurales, incluidas las presupuestarias, o a
problemas de recursos humanos (personal insuficiente o distribución inadecuada
de este), que, a pesar de todos los esfuerzos, comprometen la correcta ejecución
de las medidas definidas en los programas. La Comisión pretende intensificar el
apoyo a los EM para paliar estas deficiencias, por ejemplo, mediante la
reducción de los costes derivados de la gestión de los programas y priorizando
mejor las enfermedades. Las deficiencias mencionadas también son imputables a aspectos
socioculturales, como la falta de coordinación entre los agentes nacionales y
regionales/locales o a la ausencia de diálogo (comunicación) entre los
interesados del sector público y privado. Con el fin de paliar estas
deficiencias, se reforzarán las tareas del grupo de trabajo relativas a la
difusión de las mejores prácticas y el intercambio de experiencias entre los
Estados miembros. Los resultados del análisis se analizan por
enfermedad en las secciones siguientes. 3.1. Progresos notables En la mayoría de los casos, las enfermedades han
sido contenidas efectivamente y su incidencia o presencia se ha controlado.
Muchas de ellas han sido progresivamente erradicadas de grandes zonas de la UE.
Esto se traduce en una expansión significativa de las «zonas libres de
enfermedades» en la UE durante este período (por ejemplo, tuberculosis bovina,
brucelosis bovina y peste porcina clásica)[16].
• La
aplicación de los programas obligatorios de vigilancia y erradicación de la EEB
en el ganado bovino era un elemento necesario en una serie de medidas adoptadas
a nivel de la UE, que dio lugar a una disminución espectacular de los casos de
EEB detectados en el período 2005-2011, observándose una reducción media anual
del 38 %. En 2011, solo se detectaron 28 casos positivos en los más de 6,3
millones de pruebas efectuadas. El comercio de bovinos vivos, de carne de
vacuno y de sus productos derivados procedentes de los Estados miembros más
afectados se ha recuperado y ha vuelto la confianza de los consumidores. Las
medidas obligatorias de la UE para la vigilancia de la tembladera y su erradicación
en rebaños de ovinos y caprinos infectados han permitido conocer mucho mejor la
distribución de la enfermedad y garantizar, a través de pruebas
discriminatorias, que la incidencia de la EEB en animales ovinos y caprinos sea
actualmente nula o insignificante. • Los
programas contra la fiebre catarral ovina han desempeñado un papel
importante en el control y la erradicación de esta enfermedad, especialmente en
relación con el control de las epidemias causadas por los serotipos BTV-8 y
BTV-1, que aparecieron inesperadamente en 2006 y 2007. La UE movilizó
importantes recursos financieros a fin de que los Estados miembros pudieran
poner en marcha una campaña de vacunación coordinada en todas las zonas
infectadas. Los resultados de esta campaña han sido sumamente positivos, ya que
la fiebre catarral ovina se ha controlado efectivamente y se han eliminado los
serotipos de BTV-1 y BTV-8 prácticamente en toda Europa. • En
el caso de la rabia, los programas de vacunación oral cofinanciados, que
se pusieron en marcha a finales del decenio de los 80, han tenido resultados
positivos con la erradicación de la rabia en algunos Estados miembros. Entre
2005 y 2011, el número total de casos positivos de rabia en la UE disminuyó
significativamente de 2 574 a 518. La
erradicación de la rabia en Europa está ya cerca. Se trata de una situación
única en el mundo, ya que la UE ha logrado la erradicación de la rabia en una
escala sin precedentes en ningún otro lugar[17].
La enfermedad ha sido confinada al este de la UE, y la Comisión está
finalizando la concesión de financiación para la creación de cinturones de
vacunación a través de acuerdos bilaterales entre los Estados miembros
interesados y sus vecinos respectivos donde la rabia sigue siendo una amenaza[18]. • Los
programas obligatorios cofinanciados para el control de la salmonela,
que se implementan por etapas desde 2007, han mejorado notablemente la
situación de las aves de corral. El número de casos registrados en seres
humanos en la UE ha disminuido en un 50 %. Esta tendencia a la baja de los
casos en humanos en la UE fue estadísticamente significativa entre 2005 y 2011,
con una reducción media anual del 12 % (datos de la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria, EFSA)[19].
La reducción de la prevalencia de serovares de salmonela de importancia para la
salud pública se ha logrado mediante la aplicación eficaz y coordinada de
programas nacionales de control de la salmonelosis (incluidos, entre otros,
programas rutinarios de vigilancia por parte los ganaderos y de la autoridad
competente) en poblaciones específicas de aves de corral, dirigidos
específicamente a los serovares responsables de las infecciones en humanos. • La
influenza aviar, cuyas manifestaciones en la UE han sido cada vez más
frecuentes en los últimos años, principalmente a través de su propagación por
las aves silvestres, se ha podido contener con éxito con el apoyo de los
programas obligatorios de vigilancia. La aplicación de estos ha demostrado su
eficacia permitiendo una detección precoz de los brotes de cepas de alta y baja
patogenicidad y reduciendo el riesgo de pérdidas económicas para los ganaderos,
así como la aparición de una cepa zoonótica peligrosa para el ser humano. Tras
las crisis, estos programas han sido también de gran utilidad a la hora de
permitir la detección temprana de la influenza aviar altamente patógena (IAAP)
en las aves silvestres, lo que ha evitado su propagación entre las manadas destinadas
a la comercialización y ha permitido reducir el riesgo de exposición humana. A
partir de 2008, el número de aves silvestres y domésticas vigiladas ha
disminuido. Esta disminución debe considerarse teniendo en cuenta la tendencia
positiva en el número de focos que han registrado un descenso significativo
desde 2007, tanto en las aves de corral como en las silvestres. En 2007 se
produjeron 25 brotes de IAAP en aves domésticas y ninguno en 2011. Desde 2010
no se ha registrado ningún brote de la enfermedad. • En
2004, la peste porcina clásica (PPC) se había erradicado en la mayoría
de los Estados miembros de la EU-15, excepto en algunas zonas de Alemania,
Luxemburgo y Francia, donde aún afectaba a los jabalíes. La ampliación de la UE
ha provocado un aumento del riesgo debido a la existencia de reservorios de PPC
en Europa central y la región de los Balcanes, así como a la situación endémica
de la enfermedad en Bulgaria y Rumanía en el momento de la adhesión a la UE. En
los últimos años se han registrado importantes avances en la erradicación de la
PPC en estas zonas como consecuencia del aumento de la financiación para la
aplicación de medidas de control. Durante este período, los mayores brotes se
produjeron en los cerdos domésticos en Rumanía (entre 2006 y 2007) y en los
jabalíes en Hungría (en 2008). En 2009 no se produjo ningún brote en los cerdos
domésticos, y en 2010 y 2011 no se notificó ningún brote ni en animales
domésticos ni salvajes. • En
el caso de la tuberculosis bovina (TB), los datos epidemiológicos
relativos a los Estados miembros que se beneficiaron de programas de
cofinanciación indican algunos progresos en la erradicación de la enfermedad
entre 2005 y 2011. En España, Italia, Portugal y Polonia, se produjo una clara
disminución de los casos de tuberculosis bovina y, en 2009, Polonia obtuvo el
estatus de país «oficialmente indemne de tuberculosis», al igual que varias
regiones de Italia en los últimos años. La situación epidemiológica de la
tuberculosis en Irlanda (los programas cofinanciados por la UE comenzaron en
2009) ha mejorado en parte. Será necesario confirmar esta situación en los
próximos años. En conjunto, también se han registrado
avances significativos en la erradicación de la brucelosis bovina y la brucelosis
ovina y caprina, y solo algunas zonas de la UE siguen aún afectadas por
estas enfermedades. • La
brucelosis bovina (BB) se ha erradicado casi por completo en la mayoría
de los países de la UE: desde 2005, la prevalencia de BB en el ganado sometido a
pruebas de detección en los Estados miembros beneficiarios ha disminuido o se
ha mantenido en un nivel bajo en la mayoría de los países (Chipre, Irlanda,
España y el territorio de las Azores). En Irlanda del Norte, donde la
incidencia era muy baja, se ha observado un aumento de esta después de 2005 y
posteriormente un descenso a partir de 2009. El éxito en la ejecución de los
programas permitió declarar en 2009 a la República de Irlanda, así como a
diversas regiones y provincias de Italia y a las Islas Canarias, territorios
«oficialmente indemnes de brucelosis». • La
aplicación de los programas de erradicación de la brucelosis ovina y caprina
ha permitido importantes avances en Chipre, norte y centro de Italia, Portugal
y España, donde la prevalencia en los rebaños se redujo considerablemente entre
2005 y 2011. Si se amplía el período de análisis epidemiológico, el éxito en
España resulta aún más notable: el país registró una disminución considerable
de la prevalencia en rebaños, que pasó de aproximadamente el 30 % en 1999
al 0,54 % en 2011. • La aplicación con éxito de
los programas de erradicación de la leucosis bovina enzoótica
(LBE) ha conducido a una reducción significativa de la incidencia de la
enfermedad en los países en situación de riesgo, en particular, Portugal,
Polonia e Italia. • Una
tendencia similar se observa con respecto a la enfermedad de Aujeszky,
ya que un número cada vez mayor de Estados miembros han pasado a estar libres
de la enfermedad. En el período 2005-2011, el principal resultado de los
programas de erradicación fue la desaparición de la enfermedad en Alemania,
Eslovaquia, y muchas regiones del Reino Unido, y también se avanzó en algunas
otras regiones. Tras la aplicación con éxito de estos programas y una
redefinición de las prioridades de las enfermedades por el Consejo en 2006[20], la
cofinanciación de la UE se interrumpió en 2010. 3.2. Éxito parcial • Brucelosis bovina: en Portugal e Italia se observan variaciones importantes
en cuanto a los resultados en determinadas regiones, debido a circunstancias
particulares relacionadas con la aplicación de los programas de erradicación de
la brucelosis bovina. En Italia, la presencia de brucelosis bovina/de búfalo
varía significativamente de una región a otra. En el norte y centro de Italia,
algunas regiones y provincias han sido declaradas oficialmente indemnes,
mientras que en las regiones meridionales la prevalencia y la incidencia de la
enfermedad siguen siendo elevadas en bovinos y búfalos. En Portugal
continental, también se observan variaciones geográficas en cuanto a la
prevalencia de la enfermedad, que es más alta en determinadas regiones en
comparación con el resto del país. No obstante, se han producido mejoras
notables, en particular en el caso de las Azores, donde el programa de vacunación
ha obtenido excelentes resultados, con una disminución de la prevalencia en los
rebaños, que ha pasado de más del 3 % en 2006 a ligeramente por encima del
1 % en 2011. 3.3. Aspectos preocupantes • Brucelosis ovina y caprina: Grecia y el sur de Italia son las zonas que más
preocupación suscitan en lo que se refiere a la erradicación de la enfermedad,
debido a problemas concretos relacionados con la aplicación de los programas,
que afectaron negativamente a los resultados globales. Es importante señalar
que, en los casos en los que los programas no han tenido resultados positivos
debido a una mala o incorrecta aplicación en los Estados miembros o a nivel
local, la Comisión ha tomado las medidas correctoras necesarias o ha impuesto
sanciones, como la no aprobación del programa, la reducción de la financiación
para los años siguientes o la reducción de la contribución para los ejercicios
en cuestión. • Tuberculosis bovina en el Reino
Unido: desde 2010 se han implementado
programas de erradicación cofinanciados en todo el país, excepto en Escocia
(oficialmente indemne de la enfermedad desde 2009). La situación epidemiológica
fue motivo de preocupación durante el período evaluado y sigue requiriendo una
atención especial, especialmente en Inglaterra, donde las medidas de los
programas aprobados han de ser aplicadas de manera apropiada. • Peste porcina africana en Italia
(Cerdeña): la enfermedad ha sido completamente
erradicada en el territorio de la UE, con excepción de Cerdeña. A pesar de la
favorable tendencia a la baja en los últimos años, se registró una reaparición
preocupante de la enfermedad durante el segundo semestre de 2011, debido
principalmente a la aplicación insuficiente de los programas aprobados. 4. Análisis de costes y
beneficios de los programas veterinarios durante el período 2005-2011 El impacto de las medidas aplicadas en el
marco de la cofinanciación de la UE en el período 2005-2010 se ha evaluado,
tanto a nivel interno como a través de estudios externos realizados en los
últimos años[21],
a partir de los resultados tangibles de la acción de la UE para apoyar a los
Estados miembros en la erradicación, el control y la vigilancia de determinadas
enfermedades de los animales. Estos estudios han puesto de manifiesto el éxito
global de los programas veterinarios, pero han detectado también una serie de
deficiencias relacionadas principalmente con problemas de aplicación, que han
influido negativamente en los resultados del programa, tal como se describe en
la sección 3. Se espera resolver estos inconvenientes, por ejemplo, con la
modernización que se lleva a cabo actualmente de los instrumentos de gestión
financiera y la optimización de las actividades realizadas por el grupo de
trabajo. Cabe recordar (véase la sección 2) que,
en 2011, la tasa de financiación de las medidas subvencionables, que era del
50 %, pasó al 60 %, y que se cofinanció una medida adicional[22]. El documento de trabajo de los servicios de la Comisión
SANCO/11377/2013 (capítulo IV) presenta los resultados del análisis costes-beneficios
para las enfermedades a las que corresponde una mayor contribución financiera
de la UE para los programas veterinarios. 5. Carga administrativa
que conllevan los programas cofinanciados por la UE La gestión de los fondos de la UE y de sus
gastos exige considerables recursos a nivel nacional y de la UE. Los recursos
necesarios no cambian proporcionalmente al tamaño de los programas. En cada
caso, se requiere la preparación y la supervisión del programa, la elaboración
y adopción de una decisión de ejecución de la Comisión, la administración
financiera y el control de la ejecución. A pesar de los considerables costes que
conlleva la solicitud y la obtención de pequeñas contribuciones financieras,
los Estados miembros reconocen los beneficios de dichos pagos, en particular en
lo que respecta al desarrollo de las capacidades y del consenso. Entre 2005 y 2011, se efectuaron 825 pagos
por una cofinanciación total de la UE de 1 174 253 269,46 EUR.
En el siguiente gráfico se presenta la evolución de la financiación durante
este período, agrupando los pagos con arreglo a su valor. Como puede observarse, los pagos por un
importe inferior o igual a 200 000 EUR (los cuatro umbrales mínimos)
representan una parte muy pequeña de la cofinanciación total de la UE durante
el período considerado, ligeramente superior al 1,5 % de la cantidad
total. Por otro lado, la suma de estas cuatro categorías más bajas representa
casi el 42 % del número total de pagos. Gráfico 5. Distribución de los pagos por importes
progresivos (2005-2011) Por el contrario, el umbral superior
(pagos superiores a 10 000 0000 EUR) representa, por sí solo, más del
35 % de la financiación de la UE durante el período cubierto, aunque
corresponde a apenas el 2,6 % del número de pagos realizados. Esto significa que existe un número
importante de pagos de valor relativamente bajo, a saber: • casi
un 19 % de los pagos es inferior o igual a 25 000 EUR y
corresponden a aproximadamente el 0,1 % de la financiación total; • más
del 26 % de los pagos no exceden de 50 000 EUR, lo que representa en
torno al 0,3 % del importe cofinanciado en el período considerado. En el capítulo V del documento de
trabajo de los servicios de la Comisión SANCO/11377/2013, se facilita información más detallada sobre el valor individual de
los pagos en el marco de la cofinanciación comunitaria de programas
veterinarios. 6. Conclusiones y
perspectivas futuras Durante el período considerado, los programas
veterinarios cofinanciados por la UE han demostrado su efecto catalizador para
lograr: • la mejora de la salud pública y
la salud animal, reduciendo la prevalencia y la
incidencia de las enfermedades, protegiendo la salud pública (en el caso de las
zoonosis) y cumpliendo su papel como herramienta clave de prevención/gestión de
las enfermedades en el contexto de la estrategia de salud animal de la UE; • beneficios para la economía de
la UE en su conjunto, protegiendo el valor del
sector, contribuyendo a la estabilidad de los mercados, garantizando un
comercio seguro, aumentando el comercio fuera de la UE y reduciendo los costes
para la salud humana[23]. Los principales puntos fuertes que han
contribuido al éxito de los programas veterinarios cofinanciados por la UE son: • Un
enfoque ascendente a la hora de identificar y abordar los aspectos relacionados
con la salud animal, ya que se trata de programas concebidos a nivel de los
Estados Miembros, y un enfoque descendente que garantiza el respeto de las
normas y los criterios de la UE, al tratarse de programas aprobados por la
Comisión. • La
flexibilidad en la asignación de los recursos disponibles gracias a ajustes
anuales (con arreglo a la situación epidemiológica y las prioridades con
respecto a las enfermedades) y a la posibilidad de aplicar distintas tasas de
financiación. • La capacidad del sistema de la UE
para reaccionar ante situaciones sanitarias graves de carácter excepcional (por
ejemplo, crisis de la EEB o epidemias de gripe catarral ovina), utilizando
recursos financieros limitados en relación con el importante valor económico de
los sectores ganaderos. • La
sostenibilidad de la contribución financiera de la UE, que permite la
planificación de programas veterinarios a medio y largo plazo en los Estados
miembros. • Un
enfoque de cooperación regional, que proporciona una ayuda valiosa a los países
candidatos y a los terceros países vecinos de la UE, impidiendo la introducción
de enfermedades en la UE (garantizando asimismo la sostenibilidad de los
resultados logrados hasta la fecha en los Estados miembros). • La
puesta en común de conocimientos, experiencias y mejores prácticas entre los
Estados miembros, también en el contexto de los grupos de trabajo para la
vigilancia de la erradicación de enfermedades. Sin embargo, se han destacado una serie de
deficiencias, algunas de las cuales ya han sido ya abordadas parcialmente por
la Comisión y otras deben abordarse en un futuro próximo: • Falta
de un enfoque sistemático, basado en un conjunto claro de objetivos e
indicadores, que permita evaluar la eficacia de los programas implementados
(esta laguna también limita la posibilidad de demostrar la rentabilidad de las
diferentes medidas). • Diferencias significativas en los
sistemas veterinarios y las estructuras de ganadería en los Estados miembros,
que conducen a diferencias en la ejecución de los programas, con el riesgo de
poner en peligro los resultados obtenidos a nivel de la UE, en particular
cuando se trata de enfermedades transfronterizas. • La
presentación de programas plurianuales por los Estados miembros sigue siendo
insuficiente y limita la posibilidad de centrarse en los progresos realizados
en la consecución de los objetivos a medio plazo y de reducir los esfuerzos
necesarios para gestionar el programa. Mientras tanto, hasta 2020, la UE también
tendrá que hacer frente a una serie de desafíos específicos, que podrían
comprometer la eficacia de los programas de los Estados miembros. Estos
desafíos consisten principalmente en: • La posible reaparición de
enfermedades actualmente prioritarias: –
El desplazamiento transfronterizo de fauna
salvaje sensible (especialmente con respecto a la peste porcina clásica, la
peste porcina africana y la rabia en los Estados miembros orientales y del
Báltico). –
Importaciones ilegales de carne procedentes de
terceros países (particularmente con respecto a la peste porcina clásica y a
peste porcina africana a lo largo de la frontera oriental de la UE). –
Detección de casos esporádicos de EEB e
incertidumbre con respecto a la EEB «atípica» (todos los Estados miembros). • La posible introducción de
enfermedades emergentes: –
Riesgo de incursión en las regiones
fronterizas de la UE de peligros presentes en terceros países vecinos. –
Riesgo relacionado con la posible introducción
de enfermedades emergentes y reintroducción de patógenos conocidos en la UE
procedentes de terceros países vecinos. • Evolución de los principales
factores de riesgo: –
Complejidad cada vez mayor de las cadenas
internacionales de suministro. –
Riesgo creciente de enfermedades transmitidas
por vectores y los posibles efectos del cambio climático en lo que se refiere a
la alteración de los patrones de aparición y propagación de las enfermedades
animales. –
Posible relajación de las medidas de
vigilancia cuando la situación de la enfermedad ha alcanzado el objetivo
principal. –
Esfuerzos para incrementar la sostenibilidad
de las finanzas públicas, tanto en los Estados miembros como en la UE, que
pueden generar una reducción presupuestaria en detrimento de la sostenibilidad
del programa. Esto afectará sobre todo a los proyectos que requieren una
continuidad a largo plazo para obtener los resultados perseguidos. A fin de
poder evaluar la eficacia de los programas es preciso examinar sus resultados y
repercusiones a medio y largo plazo. Las conclusiones obtenidas comparando los
resultados a corto plazo pueden ser engañosas, puesto que los logros en el
ámbito de la sanidad animal solo pueden demostrarse a lo largo de un
determinado período de tiempo (en función de la epidemiología de la
enfermedad). El 29 de junio de 2011, la Comisión propuso
un nuevo Reglamento que abarca todo el ámbito de gastos en seguridad
alimentaria. Su objetivo es optimizar el marco financiero vigente, mediante una
mayor simplificación, transparencia y flexibilidad, y demostrar la rentabilidad
de los gastos en seguridad alimentaria, incluidos los programas veterinarios.
La propuesta será adoptada formalmente por los colegisladores en el primer
semestre de 2014. [1] DO L 155 de 18.6.2009, p. 30. Tras varias enmiendas, la
Decisión 2009/470/CE del Consejo codificó, derogó y sustituyó a la Decisión 90/424/CEE
del Consejo, relativa a determinados gastos en el sector veterinario. [2] En 2011, casi un 75 % del presupuesto total
ejecutado para alimentos y piensos se destinó a programas veterinarios. [3] Influenza aviar, peste porcina africana, enfermedad de
Aujeszky, brucelosis bovina, tuberculosis bovina, fiebre catarral ovina, peste
porcina clásica, leucosis bovina enzoótica, rabia, salmonelosis enzoótica,
brucelosis ovina y caprina, enfermedad vesicular porcina y EET (EEB y
tembladera). [4] COM(2011) 398 final. [5] El informe se basa también en el resultado de dos
evaluaciones realizadas en este marco:
«Preparación de un informe sobre los resultados en los EM y en la UE en su
conjunto de los programas de erradicación y vigilancia de las enfermedades
animales cofinanciados por la UE» (2011, Food Chain Evaluation Consortium).
«Evaluación de los programas de erradicación, vigilancia y control de las
enfermedades animales» (2013, ICF- GHK). [6] Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento
Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones sobre
una nueva Estrategia de Salud Animal para la Unión Europea (2007-2013) en la
que «más vale prevenir que curar», COM(2007) 539 final. [7] En el capítulo VIII del documento de trabajo de los
servicios de la Comisión SANCO/11377/2013, se presentan algunas cifras
relativas a la importancia económica del sector ganadero en la UE. [8] Establecido por el Reglamento (CE) nº 178/2002 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, por el que se establecen
los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se
crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos
relativos a la seguridad alimentaria (DO L 31 de 1.2.2002)., con el fin de
ayudar a la Comisión a garantizar un enfoque más efectivo y exhaustivo con
respecto a la cadena alimentaria. Está formado por representantes de los
Estados miembros y presidido por el representante de la Comisión. [9] La OAV forma parte de la Dirección General de Salud y
Consumidores. Su misión es garantizar sistemas de control eficaces a través de
auditorías, inspecciones y actividades conexas, y evaluar el cumplimiento de
las normas de la UE en los Estados miembros y en terceros países en lo que
concierne a sus exportaciones a la UE. [10] Los informes de auditoría se dirigen a los administradores
y otras partes interesadas y resumen los resultados del trabajo de auditoría
realizado por el Servicio de Auditoría Financiera de la Comisión (DG Salud y
Consumidores). [11] Este grupo de trabajo (GT) se estableció en marzo de 2000
en consonancia con la acción 29 del Libro Blanco sobre Seguridad Alimentaria y
está integrado por representantes de cada Estado miembro bajo la
responsabilidad de la Comisión. Se reúne una o dos veces al año en Bruselas.
Sus objetivos son: a) mejorar la erradicación de las enfermedades animales y b)
mejorar la relación coste-beneficio de los programas de erradicación de las
enfermedades animales cofinanciados por la UE. Además, se han creado seis
subgrupos sobre tuberculosis bovina, brucelosis bovina, brucelosis ovina y
caprina, rabia, salmonelosis y peste porcina clásica para combatir enfermedades
específicas y proporcionar apoyo técnico. Los informes de las reuniones del GT
se publican en el sitio web de la Comisión http://ec.europa.eu/food/animal/diseases/index_en.htm. [12] No todas las medidas aplicadas por los Estados miembros
están cofinanciados por la UE, cuya contribución se limita a medidas específicas,
dependiendo de la enfermedad, como se indica en las decisiones de la Comisión
por las que cada año se aprueban los programas veterinarios. Para más detalles,
véase la Decisión de Ejecución 2012/761/UE de la Comisión, DO L 336 de
8.12.2012, p. 83. [13] El saldo del ejercicio 2011 excluye algunos programas que
siguen siendo objeto de auditorías financieras. [14] Los pagos finales de la UE a los programas veterinarios
aplicados por los Estados miembros y previamente autorizados por la Comisión
Europea se presentan en el capítulo III del documento de trabajo de los
servicios de la Comisión SANCO/11377/2013. [15] En el capítulo VI del documento de trabajo de los
servicios de la Comisión SANCO/11377/2013 se facilita información detallada
sobre la cofinanciación de la UE en los 21 Estados miembros restantes. [16] Puede obtenerse más información sobre las zonas declaradas
oficialmente indemnes en el capítulo IX del documento de trabajo de los
servicios de la Comisión SANCO/11377/2013. [17] En los últimos años, debido a una elevada la incidencia de
la infección en los Balcanes Occidentales, la UE también financia actividades
de cooperación con estos países en relación con la rabia (y la peste porcina
clásica) en el marco del Instrumento de Ayuda Preadhesión (IPA). [18] Entre los terceros países que se incluyen ahora en este
plan cabe señalar Rusia, Ucrania y Bielorrusia. [19] La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se
creó en enero de 2002 como fuente independiente de dictámenes científicos y
comunicación sobre los riesgos asociados a la cadena alimentaria. Forma parte
de un programa general para mejorar la seguridad alimentaria en la UE,
garantizar un elevado nivel de protección de los consumidores y restablecer y
mantener la confianza en el suministro de alimentos de la UE. [20] Decisión del Consejo, de
19 de diciembre de 2006, por la que se modifica la Decisión 90/424/CEE relativa
a determinados gastos en el sector veterinario (DO L 397 de 30.12.2006,
p. 22-27). [21] Véase la nota 2. [22] Se introdujo una suma a tanto alzado por animal doméstico
incluido en la muestra. [23] Para más detalles, véase el documento relativo a la
preparación de un informe sobre el resultado de los programas cofinanciados por
la UE para la erradicación y vigilancia de las enfermedades animales en los EM
y en la UE en su conjunto (2011, Food Chain Evaluation Consortium).