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Document 52011IE1010

    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de la UE, sus relaciones con Asia Central y la contribución de la sociedad civil»

    DO C 248 de 25.8.2011, p. 49–54 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

    25.8.2011   

    ES

    Diario Oficial de la Unión Europea

    C 248/49


    Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «El papel de la UE, sus relaciones con Asia Central y la contribución de la sociedad civil»

    2011/C 248/08

    Ponente: Jonathan PEEL

    En su Pleno de los días 15 y 16 de septiembre de 2010, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema

    «El papel de la UE, sus relaciones con Asia Central y la contribución de la sociedad civil».

    La Sección Especializada de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 25 de mayo de 2011.

    En su 472° Pleno de los días 15 y 16 de junio de 2011 (sesión del 16 de junio), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 112 votos a favor, 5 en contra y 12 abstenciones, el presente Dictamen.

    1.   Conclusiones y recomendaciones

    1.1   A diferencia de lo que ocurre en Europa, entre los cinco Estados de Asia Central no existe un verdadero sentimiento de afinidad regional. El Comité insta a la Comisión y demás instituciones de la UE a continuar trabajando para crear un sentimiento mucho más profundo de identidad e integración regionales, alentando a cada uno de los países a colaborar más estrechamente con sus vecinos para reducir los problemas étnicos y fronterizos y abrir las puertas a un desarrollo económico y social más amplio y sostenible.

    1.1.1   El Comité está firmemente convencido de la acuciante necesidad de una estrategia de la UE completa, cohesiva y coordinada para desarrollar y establecer contactos efectivos entre la sociedad civil de la UE y la de Asia Central. En estos momentos el contacto es muy reducido. Para empezar, hace falta una representación diplomática de la UE mucho más nutrida.

    1.1.2   Es importante aprovechar al máximo todos los conocimientos que atesoran las instituciones de la UE, atendiendo también al espíritu del artículo 11 del Tratado de Lisboa, y por ello pedimos al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que, siempre que sea posible, recurra a este Comité (especialmente para la creación de capacidades) y a su experiencia en otras zonas (los Balcanes, América Latina).

    1.1.3   En consecuencia, recomendamos la creación de un mecanismo formal a través del SEAE en el que esté presente el CESE, en primer lugar para determinar con más claridad quiénes son los principales interlocutores de la sociedad civil en cada país, incluidas las empresas y los sindicatos independientes, y en segundo lugar para contribuir a detectar las nuevas organizaciones que estén surgiendo en la sociedad civil y ayudarlas en su desarrollo. Para ello sería oportuno que una pequeña delegación del CESE visitara Asia Central.

    1.1.4   El Comité respalda sin reservas el proceso de diálogo sobre los derechos humanos de la UE, un proceso bien estructurado que supone uno de los primeros resultados positivos de la Estrategia de la UE para Asia Central, aunque expresa su profunda decepción por no haber participado en él hasta la fecha. Esta situación debe rectificarse con urgencia.

    1.1.5   Los esfuerzos para establecer contactos más sólidos entre personas deben incluir el reforzamiento de los vínculos educativos y entre la juventud –la mayoría de la población tiene menos de 25 años– y que ambas partes recurran en mayor medida al Programa Erasmus Mundus. Al respecto deben facilitarse los visados para estudios, eximir de tasas a los estudiantes más dotados de Asia Central, promocionar los libros de texto en inglés, las escuelas de verano y las asociaciones entre universidades y escuelas secundarias.

    1.2   Estrechamente relacionada con la promoción de una mayor participación de la sociedad civil está la cuestión, de más amplio alcance, de los derechos humanos. Es un asunto clave en el que Europa puede ofrecer –y ofrece ya– una asistencia efectiva a medida que los países de Asia Central continúan su camino independiente. Sin embargo, los puntos de atención concretos son un asunto para la negociación y la sensibilidad cultural. A pesar de que los problemas no se han resuelto, los cinco países han ratificado los ocho convenios fundamentales de la OIT (con dos excepciones que se detallan en el punto 5.4.1). Saber cómo y dónde puede Europa ayudar a Asia Central a cumplir estos y otros compromisos es una vía práctica para crear confianza mutua.

    1.2.1   El Comité también apoya decididamente los avances hacia posibles acuerdos comerciales con cada uno de estos cinco países. En línea con otros acuerdos comerciales firmados recientemente por la UE, insta a que en todos los casos esté presente el foro de la sociedad civil para que se incluya el desarrollo sostenible y el Comité pueda una vez más compartir sus conocimientos.

    1.3   En este sentido resultan especialmente importantes las difíciles cuestiones de la seguridad alimentaria, la seguridad del agua y el suministro energético. Recomendamos que la UE desempeñe un papel más activo para animar a los cinco países a que colaboren entre sí y aborden estos graves problemas con un planteamiento global. La Comisión debe determinar su grado de interrelación. Tanto en lo que se refiere a la seguridad del agua como a la alimentaria, Europa ha tenido experiencias positivas ayudando a otros países, experiencias que podría aprovechar para crear más confianza.

    1.4   Para las futuras negociaciones comerciales, el Comité recomienda, como ya hizo en otras ocasiones (1), que la Comisión utilice los 27 convenios que figuran en su sistema SPG Plus como base para desarrollar con Asia Central un comercio más general, no relacionado con la energía, junto con las medidas de asistencia técnica relativa al comercio que correspondan.

    1.5   El Comité recomienda que el desarrollo de las relaciones de la UE con Asia Central se base en informar de manera precisa a la otra parte de las relaciones de la UE con Rusia, China y Turquía, aunque no a Irán mientras las sanciones sigan vigentes.

    1.6   Los países de Asia Central tienen unas cuantiosas reservas energéticas que suponen para Europa una fuente de energía añadida y complementaria (no alternativa), aunque existen dificultades de tránsito y transporte. Es importante que la viabilidad de estas relaciones se base en razones de índole práctica y económica.

    1.7   Asia Central no debe ser el punto de destino de las conexiones de transporte y tránsito de Europa, sino que debe verse como una estación de paso hacia China y otros lugares. Es preciso alinear los corredores de transporte propuestos por China y la UE. La antigua Ruta de la Seda debe desarrollarse como autopista comercial y energética.

    2.   Introducción

    2.1   Pese a que Kazajstán es el noveno país más grande de la zona, los cinco países de Asia Central (Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán) solo reúnen una población de unos 61 millones de personas, semejante a las del Reino Unido, Francia o Italia.

    2.2   Es esencial saber que se trata de países nuevos, en buena parte en fase de formación. Aunque independientes y plenamente reconocidos, son el resultado de la desaparición de la URSS. En ninguno de ellos hubo un «movimiento nacional de liberación» de importancia. En todos ellos la antigua élite política soviética se convirtió en la nueva élite independiente. Sin embargo, este pasado compartido sigue siendo un factor positivo para alentar la cohesión regional, que es escasa y está muy lejos de tener la fuerza que se encuentra en Europa: se trata de un concepto que la UE está empezando a fomentar.

    2.3   Por otra parte, tienen unas fronteras que no han elegido ni se deben a accidentes naturales, sino que fueron marcadas por otros. Se convirtieron en repúblicas de la URSS, lo cual provocó tensiones étnicas, como ha podido comprobarse recientemente en Kirguistán, con las presiones sobre la minoría uzbeka. Esto representa una gran oportunidad para que la UE ofrezca su experiencia ayudando en la resolución de tensiones nacionales.

    2.4   Estos países también heredaron la economía planificada, un modelo que las élites que gobiernan ahora tienen interés en mantener. Esta parálisis subyacente se ha complicado con el renacimiento de viejas rivalidades estratégicas internacionales (entre otras causas, por la proximidad a Afganistán e Irán), pero que hoy se han hecho también económicas, algo crucial, por el descubrimiento de recursos energéticos naturales aún sin cuantificar, sobre todo petróleo y gas, este último especialmente en Turkmenistán.

    2.4.1   En la zona se dan ya casos de paso del poder hereditario de una generación de una familia a otra (Kazajstán). La antigua infraestructura administrativa de la nomenklatura soviética se ha convertido hoy en una nomenklatura de clanes o familias. También en este caso los programas para la sociedad civil y la gobernanza de la UE pueden incluir medidas para fomentar una administración más neutral.

    2.5   Antes de quedar bajo el dominio ruso en el siglo XIX, en Asia Central había una serie de territorios musulmanes ferozmente independientes, dirigidos por kanes o emires, de exóticos nombres (como Bokara o Jiva), pero también eran lugares a los que costaba llegar a causa de los enormes desiertos que los rodeaban. Tamerlán levantó un inmenso imperio con capital en Samarkanda, cuya población también desciende en parte de los ejércitos de Gengis Kan y la Horda de Oro. Debe reseñarse asimismo la marcada tradición científica de esta zona, sobre todo en astronomía, que nació con el observatorio creado por Ulugh Beg, nieto de Tamerlán, hacia 1428. Kazajstán continúa en la actualidad muy volcado en el programa espacial.

    3.   ¿Otra vez el «Gran juego»?

    3.1   Pese a su inhóspita ubicación, Asia Central ha adquirido una enorme importancia estratégica, como ya se ha señalado. En una repetición del «Gran juego» del siglo XIX –cuando fue escenario del enfrentamiento de las ambiciones de británicos y rusos– seguramente es, aparte de Asia Oriental, la zona del mundo en la que es más obvia la amenaza de tantos grandes intereses.

    3.2   Después de más de un siglo de dominación rusa, sigue habiendo una clarísima influencia rusa en la zona: el ruso es el idioma común, se mantienen fuertes los lazos económicos y Rusia cree que la zona queda naturalmente dentro de su ámbito de influencia. Kazajstán estableció una unión aduanera con Rusia (y Belarús) en 2010 y hay otros países que han mostrado un cierto interés. Para Kirguistán, el único miembro de la OMC de la región, supondría un problema. Uzbekistán y Turkmenistán, en cambio, son mucho más reticentes que los demás a restablecer los lazos con Rusia.

    3.3   China también está muy implicada en cuestiones de desarrollo, lo cual se ha traducido formalmente en su integración en la Organización de Cooperación de Shangai (de la que también forman parte Rusia e Irán). China posee intereses energéticos estratégicos: en 2010 puso en marcha, en tiempo récord, un gasoducto desde Turkmenistán que pasaba por Uzbekistán y Kazajstán y que se conectará plenamente a la red energética nacional de China. Por otra parte, China tiene mucho interés en crear corredores estratégicos de ferrocarril y carreteras hacia el Oeste pasando por Asia Central, pero todavía no están alineados con los corredores de transporte europeos que van hacia el Este. Esta situación debe rectificarse. La antigua Ruta de la Seda, convertida ya en recorrido turístico, también podría desarrollarse como autopista comercial y energética rentable.

    3.4   Irán y Afganistán tienen relaciones muy estrechas por compartir fronteras, hablar una lengua relacionada con el farsi (como Tayikistán) y por su reciente historia de integrismo islámico. El fervor religioso está férreamente controlado en todos los países de Asia Central, pero está intensificándose. La insurgencia islámica fue una de las causas de la guerra civil de Tayikistán, en los años noventa, que muchos temen que se pueda repetir. En cuanto a Irán, que sufre sanciones por la cuestión nuclear, las relaciones con Turkmenistán son especialmente importantes, y también en este caso se ha construido un gasoducto estratégico. El tráfico de drogas procedentes de Afganistán es un problema creciente, aunque el verdadero problema es su destino final en Occidente: reducir el mercado ilegal en Europa (y Estados Unidos) debe ser también parte de la solución, además de convencer a los funcionarios de la zona, pobres y fáciles de comprar, de que ataquen el tráfico de drogas.

    3.5   Turquía también goza de influencia en la zona: hay que tener en cuenta que todas las etnias son turcas menos los tayikos y que sus idiomas están emparentados. Turquía se implicó fuertemente en la región tras el desmembramiento de la Unión Soviética, y, tras algunas dificultades iniciales, está recuperando su influencia. Turquía será también un punto esencial para las conducciones de energía hacia el Este.

    3.6   Estados Unidos también está muy presente en la región, sobre todo por la guerra de Afganistán.

    3.7   Así pues, todo esto nos obliga a plantearnos hasta qué punto debe implicarse la UE, teniendo en cuenta que ninguno de los Estados miembros de la UE tuvo colonias en la región. Las necesidades de Europa deben valorarse a largo plazo y teniendo muy en cuenta las relaciones generales de la UE.

    3.7.1   La UE ya mantiene importantes negociaciones con Rusia y China, países con los que ha establecido una asociación estratégica. Las negociaciones para la adhesión de Turquía ya están en marcha, aunque los progresos son muy lentos. Sin embargo, la impresión sigue siendo que los vínculos de la UE con los países de Asia Central son totalmente independientes de esos otros países, algo que no tiene ningún sentido. El desarrollo de las relaciones de la UE con Asia Central debe basarse en informar de manera precisa a la otra parte de las relaciones de la UE con Rusia, China y Turquía. Del mismo modo, nuestras relaciones con Asia Central no deberían desarrollarse de modo que pusieran en peligro nuestras relaciones estratégicas con ningunos de estos socios clave. Mientras se mantengan las sanciones contra Irán será prematuro contar con este país, aun cuando también en este caso es preciso tener presente la ecuación Irán/Asia Central.

    4.   Presencia de la UE en Asia Central

    4.1   La UE lanzó su propia Estrategia para Asia Central en julio de 2007, por iniciativa de la Presidencia alemana. Suena un tanto paternalista, pero tienen que aumentar los bajísimos volúmenes de comercio. Aparte de Kazajstán, que en 2009 (y en 2007) representó el 0,9 % de las importaciones de la UE y el 0,5 % de las exportaciones, ningún país de la zona superó el 0,1 % del comercio de la UE. Pese a estas cifras, la UE sigue siendo un importante socio comercial para cada uno de los países, especialmente Kazajstán, que mantiene con la UE más intercambios comerciales que con Rusia y China.

    4.2   Para la UE parece muy razonable mostrar gran interés por Asia Central, especialmente en el contexto de su programa para la Asociación Oriental y la Estrategia del Mar Negro, dos iniciativas en las que (además de Turquía) participan todos los demás países de la antigua Unión Soviética, excepto Rusia, con quien la UE está negociando una nueva relación estratégica independiente. Algunos Estados miembros de la UE, sobre todo Lituania y cada vez más Alemania, tienen ya lazos estrechos con Asia Central. Por otra parte, muchos creen que Azerbaiyán está más próximo a Asia Central que al Cáucaso por diversas razones, entre ellas la energía y la religión.

    4.2.1   La energía es una cuestión esencial. Los países de Asia Central tienen unas cuantiosas reservas energéticas que suponen para Europa una fuente de energía añadida y complementaria, aunque existen dificultades de tránsito y transporte. Es esencial que la UE siga siendo realista en cuanto al potencial de suministro energético de la región y que la viabilidad de estas relaciones se base en razones de índole práctica y económica. Es importante para los países receptores que estas fuentes de energía natural se consideren más bien como un complemento y del suministro actual, que como posible suministro alternativo ni como moneda de cambio para influir en las relaciones con otros países de la región.

    4.3   A pesar del tono optimista del informe de situación del pasado junio, los vínculos de la UE con los cinco países de Asia Central son llamativamente endebles. La UE solo tiene misión propiamente dicha en Kazajstán y ha abierto delegaciones recientemente en Kirguizistán y Tayikistán. En cuanto a Uzbekistán y Turkmenistán, la UE solo está representada a través de «Casas de Europa», cuyo personal está integrado sobre todo por asesores contratados. Según el CEPE (2), hay dieciocho Estados miembros que tienen embajada en Kazajstán, diez en Uzbekistán y solo algunos en los demás. Únicamente Alemania y Francia tienen embajada en los cinco países; el Reino Unido en cuatro. Nueve Estados miembros no tienen ninguna representación. El éxito de la Estrategia de la UE para Asia Central dependerá de que la UE aumente notablemente su representación, pues ello será una primera prueba para el nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior, pese a sus estrictas limitaciones presupuestarias. La acción conjunta a través del SEAE en asuntos clave como los visados (al menos para los países del espacio Schengen) será una de esas pruebas.

    4.4   La UE ha negociado acuerdos de asociación y cooperación con los cinco países. Los firmados con Kazajstán, Kirguizistán y Uzbekistán entraron en vigor en 1999, aunque el que existe con Uzbekistán se suspendió parcialmente entre 2005 y 2008, tras la masacre de Andiyán. El de Tayikistán (retrasado por la guerra civil) no se ratificó hasta 2009 y el de Turkmenistán aún está por ratificar, por problemas relacionados con los derechos humanos.

    4.5   Kazajstán en particular está apareciendo como socio clave en la región, donde las relaciones de la UE progresan a muy buen ritmo, animadas por el creciente interés de ambas partes por estas relaciones. Sin duda Kazajstán es el país más accesible para la UE y su activa y acertada campaña para la presidencia de la OSCE (3) fue una señal inequívoca de su deseo de tener un papel de primer orden. Su incorporación a la unión aduanera con Rusia y Belarús y su evidente interés por convertirse en miembro de la OMC, tal vez junto con Rusia, son otras tantas pruebas del deseo de Kazajstán de participar en asuntos más amplios. Otra señal es el desarrollo de una notable clase de jóvenes empresarios, que quiere estudiar en el extranjero y a la que se anima a hacerlo, y también una creciente conciencia de la importancia y la presencia de la sociedad civil.

    4.6   Aún no se detecta un deseo similar de más relieve internacional en Uzbekistán, que conserva un enfoque más cerrado y autoritario, igual que Turkmenistán. Uzbekistán parecía en un principio el candidato más probable a una estrecha relación con Europa, pero todo quedó en proyecto, sobre todo después de Andiyán y de la apertura de Kazajstán.

    4.7   Kirguizistán, muy inquieto por las revueltas étnicas en 2010, es, sin embargo, una sociedad más abierta, en la que tiene más peso la sociedad civil. Lo mismo puede decirse de Tayikistán, donde la presencia de la UE es bastante escasa. Tayikistán es más frágil: en los años noventa sufrió una encarnizada guerra civil que podría repetirse y se enfrenta a una crisis alimentaria.

    5.   El papel de la sociedad civil y los derechos humanos

    5.1   El papel de la sociedad civil es intermitente y varía mucho en estos cinco países. Kirguizistán disfruta del grado más elevado de participación de la sociedad civil, mientras que en Kazajstán y Tayikistán está desarrollándose el concepto de sociedad civil.

    5.1.1   Sin embargo, la sociedad civil ha tenido un papel claro en el proceso de diálogo sobre los derechos humanos de la UE en estos tres países, un proceso bien estructurado que supone uno de los primeros resultados de la Estrategia de la UE para Asia Central. En este contexto han ido aumentando las reuniones anuales oficiales, con seminarios de la sociedad civil en los que han participado abogados comprometidos con los derechos humanos y ONG locales. Han asistido funcionarios de la UE y se ha establecido una agenda normalizada. No obstante, no existen aún criterios eficaces para valorar los resultados.

    5.1.2   El Comité respalda decididamente este proceso, aunque lamenta profundamente que el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) no haya considerado oportuno incluir en él al CESE. Instamos al SEAE a que rectifique lo antes posible, entre otros motivos porque hemos demostrado ser interlocutor en el diálogo y enlace con la sociedad civil en general y poseemos conocimientos prácticos y profundos y una experiencia ampliamente reconocida.

    5.2   Este grado de aportación de la sociedad civil no tiene equivalente en Uzbekistán (donde las supuestas ONG estaban organizadas por el gobierno) ni en Turkmenistán, donde no existe una sociedad civil independiente.

    5.2.1   Es importante recordar que antes de la independencia no existía el concepto ni había tradición de sociedad civil entendida como mediadora entre el Estado y los ciudadanos; tampoco existía nada semejante a una ONG. Los sindicatos, la comunidad, las asociaciones juveniles y profesionales formaban parte de la estructura estatal y recibían pocas influencias exteriores de cara a formar nuevas instituciones después de la independencia. Sin embargo, muchas sí han adoptado desde entonces una línea más independiente, al mismo tiempo que surgían las empresas estatales privatizadas, los sindicatos y las asociaciones profesionales independientes, sobre todo en Kazajstán y Kirguizistán, y en Tayikistán en menor medida.

    5.2.2   En los años noventa nacieron las iniciativas de las comunidades rurales locales y los grupos de autoayuda, basados en las comunidades locales tradicionales y en los grupos hashar o ashar (grupos voluntarios de trabajo para la comunidad), entre otras cosas para responder a la desaparición de los sistemas soviéticos de bienestar social, aunque son muy distintos de las ONG reconocidas internacionalmente. Ciertamente nacieron ONG al uso, pero en buena medida se limitaban a las grandes zonas urbanas y a menudo dependían mucho de la ayuda económica exterior (también llegada de Estados Unidos). Cada país avanzó a su manera y afrontó distintos problemas, aunque después de las llamadas revoluciones de colores en Georgia, Ucrania y Kirguizistán, las ONG (que para muchos eran algo ajeno y estaban demasiado bien pagadas en comparación con lo habitual en el país) quedaron muy limitadas en Uzbekistán y llegaron a desaparecer en Turkmenistán. Recientemente ha crecido la brecha entre el mundo urbano y el rural, como también lo han hecho la influencia y la actividad islámicas.

    5.3   Al parecer, entre la sociedad civil de la UE y la de Asia Central existen escasas relaciones formales o contactos estrechos, lo cual no es de extrañar dadas las escasas relaciones interpersonales entre Europa y Asia Central. Si aspiramos a que la sociedad civil de Asia Central comparta nuestros valores o incluso a que se identifique con ellos, primero habrá que darlos a conocer y conseguir que se comprendan, pero nunca deberán imponerse. Kazajstán puede servir de puente para ello, pues tiene mejores contactos entre empresas y sindicatos.

    5.3.1   El Comité cree que hay una acuciante necesidad de una estrategia de la UE completa, cohesiva y coordinada para desarrollar contactos con la sociedad civil de Asia Central. El Comité se halla en buena situación para intervenir en este contexto, y la pregunta clave es cuál será la mejor manera de alentar el diálogo y los contactos entre particulares, encontrar temas de interés común, conocer a los grupos que surgen en la sociedad civil y promover las mejores prácticas, a fin de llegar al establecimiento de un mecanismo más formal para cultivar un contacto efectivo con la sociedad civil.

    5.3.2   Debe reconocerse el trabajo que desarrolla el Servicio de Acción Exterior (SEAE) en la región. Sin embargo, es esencial aprovechar al máximo todos los conocimientos que atesoran las instituciones de la UE y por ello, igual con el proceso de diálogo sobre los derechos humanos, pedimos al SEAE que, siempre que sea posible, recurra a este Comité (especialmente para la creación de capacidades) y a su experiencia en otras zonas.

    5.3.3   Parece que hay tres vías idóneas para ello. En primer lugar, el propio Comité, con ayuda del SEAE, debe definir claramente quiénes serán sus principales interlocutores. Es preciso encontrar socios empresariales y sindicales verdaderamente independientes y sentar bases sólidas en los cinco países junto con otros socios relevantes de la sociedad civil. La Organización Internacional de Empresarios (OIE) no cuenta con ningún miembro de Asia Central, si bien tiene contactos en Kazajstán. Para ello (también para promocionar el presente dictamen) se recomienda que una pequeña delegación del CESE visite Asia Central.

    5.3.4   En segundo lugar, es esencial detectar otras organizaciones de la sociedad civil que están desarrollándose y alentarlas y darles apoyo sobre el terreno a medida que se desarrollan. También en este caso pedimos al SEAE que cuente con el Comité cuando y donde sea apropiado.

    5.3.5   El Comité también apoya decididamente los avances hacia posibles acuerdos comerciales con cada uno de estos cinco países. En línea con otros acuerdos comerciales firmados recientemente por la UE, recomendamos la creación con cada país de un foro de la sociedad civil, a fin de dar un carácter más formal a los vínculos con la sociedad civil organizada de la región, lo cual permitiría también compartir la experiencia del Comité en cuestiones de desarrollo sostenible con los representantes correspondientes de la sociedad civil.

    5.3.6   En tercer lugar, deben fomentarse más los contactos e intercambios con la juventud en general y el uso del programa Erasmus Mundus para hacer más fuertes los vínculos educativos y aumentar la movilidad en ambas direcciones. Al respecto deben facilitarse los visados para estudios, eximir de tasas a los estudiantes más dotados de Asia Central, promocionar los libros de texto en inglés, las escuelas de verano y las asociaciones entre universidades y escuelas secundarias. Recibimos positivamente que se haya duplicado el presupuesto para estas actividades hasta los diez millones de euros anuales pero recuerda que, como señala el informe de situación, la mayoría de la población de Asia Central tiene menos de 25 años (de forma que no conoció la era soviética).

    5.3.7   La sociedad civil organizada tiene un papel clave a la hora de fomentar la cohesión y la integración regionales –tan importantes para crear un entorno económico y social en el que los mercados puedan operar efectivamente–, promover la creación de empleos dignos, desarrollar pymes, reforzar las infraestructuras locales y contribuir a reducir la pobreza, con el respaldo de unas instituciones sólidas y con unas competencias claras. La experiencia de la sociedad civil en los Estados bálticos, entre otras, resultará especialmente útil.

    5.3.8   A su vez, para conseguirlo es preciso contar con la base del compromiso político, la paz y la seguridad, el Estado de Derecho, más democracia, buena gobernanza y estabilidad macroeconómica.

    5.4   Sin embargo, estrechamente relacionada con la promoción de una mayor participación de la sociedad civil, sobre todo en Uzbekistán y Turkmenistán, está la cuestión de los derechos humanos, que avanza con terrible lentitud. Asia Central tiene una larga historia de regímenes autocráticos y ninguna tradición de derechos humanos, pero estos deberán tener cada vez más peso para que la UE y su sociedad civil puedan desarrollar unas relaciones de trabajo efectivas con Asia Central. Los derechos humanos definen Europa y su historia: son una cuestión clave en la que Europa, con toda razón, cree que puede ofrecer asistencia.

    5.4.1   No obstante, los puntos de atención concretos son un asunto para la negociación y la sensibilidad cultural. Los cinco países han reconocido voluntariamente los derechos humanos universales al integrarse en Naciones Unidas y sus organismos asociados (como la OIT). A diferencia de muchos otros socios comerciales de la UE, los cinco países de Asia Central han ratificado los ochos convenios fundamentales de la OIT, excepto Uzbekistán el relativo a la libertad sindical (no 87) y Turkmenistán el de la edad mínima (no 138). Este último país no firmó el del trabajo infantil (no 182) hasta noviembre de 2010 y Uzbekistán firmó el de la edad mínima en 2009. No obstante, el hecho de que se cumplan es otra cuestión. Por tanto, instamos a la Comisión a que, junto con la OIT, ponga más empeño en definir cómo y dónde puede Europa ayudar mejor a Asia Central a cumplir con estos compromisos.

    5.4.2   Es una forma práctica de lograr confianza mutua. Aunque pueda discutirse que ningún derecho humano es más fundamental que otro, los problemas reales siguen siendo los que afectan a las libertades humanas básicas, al Estado de Derecho y a la libertad de reunión, asociación y expresión. La UE ya ha conseguido buenos resultados resolviendo acertadamente cuestiones como la discapacidad.

    5.4.3   Pese a ello continúa habiendo graves preocupaciones y problemas, y los acontecimientos recientes en el norte de África recuerdan tanto la importancia de lograr una participación activa de la sociedad civil como la urgencia de resolver bien estos asuntos. El Comité desea desarrollar unos contactos sólidos y efectivos y unas buenas relaciones con la sociedad civil de Asia Central. Boicotear o imponer unas condiciones estrictas que dependan de los avances no son opciones realistas. La situación se ha comparado con la de Belarús, donde en enero de 2011, tras los disturbios a raíz de las elecciones a la presidencia, se prohibió a 158 altos cargos viajar a la UE y se bloquearon todas las cuentas bancarias que tenían en la UE, ejemplo que los cinco países deben tener muy presente.

    5.4.4   En su dictamen sobre «Una Europa global» (4), el Comité abogaba por que en los futuros acuerdos comerciales de la UE la Comisión aplique los 27 convenios (incluidos los ocho convenios fundamentales de la OIT) que figuran en el sistema SPG Plus. Es preciso repetir ahora este objetivo como base para desarrollar un comercio más general con Asia Central, no relacionado con la energía, junto con las medidas de asistencia técnica relativa al comercio que correspondan, fomentando al mismo tiempo la integración en la OMC. Sólo Kirguizistán es miembro de la OMC, aunque en la actualidad se acepta de manera general que su integración, en 1998, fue prematura.

    5.5   En el anexo A se presenta un breve resumen de los problemas de derechos humanos existentes en cada uno de los cinco países.

    6.   Cuestiones medioambientales

    6.1   El sistema SPG Plus incluye convenios medioambientales esenciales. En el caso de Asia Central resultan especialmente relevantes los problemas relacionados con la seguridad alimentaria, la seguridad del agua y el suministro energético, en los que corresponderá a la UE el papel esencial de conseguir que los cinco países se unan para afrontarlos conjuntamente. En la estrategia de la UE no está claro hasta qué punto están interrelacionados estos problemas, ya que el del agua se trata tanto en el capítulo energético como en el de la sostenibilidad medioambiental, y la seguridad alimentaria constituye un grave problema por sí solo.

    6.2   La FAO incluyó en 2008 a Tayikistán entre los diecisiete países que padecen una crisis alimentaria, siendo el único de Asia. La seguridad del agua también es un problema gravísimo para toda la región, agudizado por el peligroso desecamiento del mar de Aral, los crecientes problemas que plantean los ríos que desaparecen y por el hecho de que el algodón es un cultivo que precisa grandes cantidades de agua. La experiencia de la UE en la ayuda a otros países debería servir en este caso también para crear más confianza en la zona de Asia Central.

    6.2.1   Tayikistán y Kirguizistán tienen garantizado el suministro de agua casi todo el año (aunque la mala gestión y el deterioro de los sistemas de distribución producen muchas pérdidas y, en consecuencia, escasez), mientras que sus vecinos tienen poca agua, sobre todo Uzbekistán (que depende mucho del agua de otros lugares para sus campos de arroz y algodón, que siempre necesitan más agua, y para el consumo humano). Tayikistán, a su vez, tiene recursos muy limitados de otras formas de energía, pero sobre todo tiene el problema de la falta de seguridad alimentaria. Depende mucho de sus vecinos tanto para la energía como para los alimentos.

    6.2.2   En 2008 se calculaba en más de dos millones el número de personas (más de un tercio de la población) que sufrían inseguridad alimentaria y que 750 000 padecían «inseguridad alimentaria grave», El 64 % de la población vive por debajo del umbral de pobreza y solo el 7 % de las tierras son aptas para la agricultura.

    6.2.3   Por desgracia, Uzbekistán y Tayikistán no tienen buenas relaciones de vecindad, lo que provoca un círculo vicioso de pobreza en ambos países, que prohibieron la exportación de energía y agua al otro país, incluida el agua para la generación nacional de electricidad, que en Dusambé, en pleno y duro invierno, solo gozaba de suministro dos horas al día.

    6.3   Aquella crisis demostró la importancia de una estrategia global que abarque el uso ecológico de los recursos naturales, la reducción de la pobreza y, por encima de todo, la seguridad alimentaria para promover el crecimiento económico sostenible de toda la zona de Asia Central. Pese a todo, el Comité se felicita de que la UE se haya comprometido ya claramente a ayudar a Tayikistán y sus vecinos a remontar estas crisis.

    Bruselas, 16 de junio de 2011.

    El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

    Staffan NILSSON


    (1)  DO C 211 de 19.8.2008, p. 82.

    (2)  Centro de Estudios Políticos Europeos.

    (3)  Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Es el único lazo político e institucional internacional entre Europa y los países de la antigua URSS.

    (4)  COM(2006) 763 final.


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