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Document 52007DC0063

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones - Evaluación de la realidad social - Informe provisional al Consejo Europeo de Primavera de 2007

/* COM/2007/0063 final */

52007DC0063




[pic] | COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS |

Bruselas, 26.2.2007

COM(2007) 63 final

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO, AL PARLAMENTO EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES

EVALUACIÓN DE LA REALIDAD SOCIAL Informe provisional al Consejo Europeo de Primavera de 2007

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL CONSEJO, AL PARLAMENTO EUROPEO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES

EVALUACIÓN DE LA REALIDAD SOCIAL Informe provisional al Consejo Europeo de Primavera de 2007 (Texto pertinente a efectos del EEE)

Se están produciendo cambios muy importantes en las sociedades europeas: en la naturaleza del trabajo, la vida de la familia moderna, la posición de las mujeres en la sociedad y la movilidad social. Están cambiando los valores. Las sociedades se están volviendo cada vez más multiculturales. La sociedad opulenta ha ensanchado horizontes y ampliado las opciones de vida, y los Estados miembros de la Unión Europea se cuentan entre los países más ricos del mundo. Al mismo tiempo, están surgiendo nuevos modelos de pobreza y de desigualdad. Nuevos problemas, como el aumento de la obesidad y un creciente número de factores que repercuten en la salud mental, afectan a la salud de los europeos.

La globalización y la demografía son las dos principales fuerzas directrices que impulsan el desarrollo de las sociedades europeas. Las tendencias demográficas indican que la vida será más larga y más sana, pero plantean cuestiones tales como los nuevos costes de un envejecimiento de la sociedad, la equidad entre las generaciones, la importancia creciente de la atención a los niños y del equilibrio entre trabajo y vida privada para el mantenimiento de la vida familiar, la relación entre las generaciones y los nuevos riesgos de pobreza. La globalización, junto con la nueva tecnología, ofrece un potencial enorme para el crecimiento. Pero la gente necesita prepararse mediante la enseñanza y la formación para aprovechar estas oportunidades y adaptarse a la desaparición de los puestos de trabajo tradicionales en la industria.

Estos cambios suponen desafíos para Europa. Una Europa abierta basada en la libre circulación y en el libre comercio ha ayudado a crear los empleos y la prosperidad de los cuales dependen, en definitiva, el bienestar y una mejor calidad de vida. Sin embargo, estos últimos años se ha puesto de manifiesto que muchos europeos ponen en duda que el efecto neto de la globalización, la liberalización y la tendencia hacia una mayor competitividad aumente su bienestar. Para comprender mejor por qué se da este fenómeno y examinar la dinámica de los actuales cambios sociales, la Comisión sugirió en 2006 que se hiciera una evaluación de la realidad social, con el objeto de poner en marcha una agenda sobre el acceso y la igualdad de oportunidades, una dimensión social estrechamente vinculada a la evaluación del mercado único. El Consejo Europeo apoyó esa iniciativa, y pidió a la Comisión que evaluara la situación social en la Unión.

Conforme a la petición del Consejo Europeo, se ha elaborado para presentarlo al Consejo de Primavera el siguiente informe provisional, que refleja lo que se ha avanzado hasta ahora en el estudio de la situación.

OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN DE LA REALIDAD SOCIAL

El objetivo del ejercicio de exploración de la realidad social de Europa es crear un consenso a propósito de los desafíos sociales comunes que afrontan los europeos. En esta etapa, se deja completamente abierta la cuestión de saber qué función deben desempeñar las políticas de la UE para responder a las realidades sociales cambiantes o cómo deben adaptarse.

Un nuevo consenso empleará naturalmente la experiencia previa. La UE ha tenido siempre una «dimensión social». El Tratado de Roma contenía un compromiso de largo alcance respecto a la igualdad entre hombres y mujeres, y el artículo 13 del Tratado de Ámsterdam atribuía a la Unión la competencia legislativa para luchar contra todas las formas de discriminación. La Agenda social de la Unión, creada originalmente en la década de los ochenta como contrapunto social a la creación del mercado único, se centraba en la protección del empleo y la colaboración social, y dio lugar a una legislación sobre empleo mínimo, normas de salud y seguridad y la garantía de los derechos de seguridad social transfronterizos para los trabajadores móviles. La Unión también ha desempeñado un papel importante reforzando la cohesión social, ocupándose de las desigualdades regionales y propiciando el ajuste al cambio económico, incluida la labor de la política de cohesión y recientes iniciativas tales como el Fondo Europeo de adaptación a la globalización.

Estos elementos se han trasladado a la Estrategia renovada de Lisboa para el crecimiento y el empleo, que se centra no sólo en los resultados económicos y la competitividad, sino también en la creación de una mayor cohesión social y la dimensión social de la sostenibilidad. En la Estrategia renovada de Lisboa, la UE se dedica con los Estados miembros (que mantienen la competencia principal para elaborar sus propias políticas) a identificar colectivamente los planteamientos estratégicos más idóneos para conseguir la combinación de prosperidad y solidaridad que fundamentan la visión de Lisboa y para promover su asimilación. De este modo, la Estrategia de Lisboa ha abierto una reflexión colectiva sobre los problemas sociales en un sentido muy amplio, contemplando cuestiones tradicionales de flexibilidad del mercado laboral y de reforma del Estado de bienestar, así como problemas relativos al sistema de enseñanza y formación.

Muchas iniciativas de política social del pasado se concibieron para una sociedad industrial, donde la naturaleza del trabajo se caracterizaba por una economía de fabricación en serie, grandes empresas y altos niveles de adhesión a los sindicatos. Hoy día, la sociedad europea está cada vez más basada en el conocimiento y orientada hacia los servicios. Si bien se ha prestado atención a la dinámica económica que dio lugar a la aparición de la «nueva economía» en un mundo globalizado, la situación social y los desafíos sociales se entienden y se analizan menos. No se comparte ningún diagnóstico sobre esos desafíos sociales ni sobre cómo deben resolverse.

El objetivo de este ejercicio de evaluación de la realidad social es desarrollar ese diagnóstico y generar un debate sobre la situación social de Europa, que contribuirá a realizar la evaluación intermedia de la Agenda de política social. Se reconoce que hay una gran diversidad, a menudo tanto dentro de los Estados miembros como entre ellos. Sin embargo, hay desafíos compartidos y comunes: la demografía, la creciente diversidad étnica y cultural y una individualización de los valores. Todos los Estados miembros de la UE son sociedades abiertas definidas por las fuerzas globales del capitalismo moderno y las tendencias culturales del mundo entero. Algunos de sus ciudadanos han sacado provecho de la globalización, la transición y las tendencias sociales y culturales; otros se han quedado atrás, sobrepasados por el cambio económico y la reestructuración industrial, y consideran que sus comunidades, valores y modos de vida tradicionales se ven amenazados.

UN DEBATE ABIERTO

La Comisión está iniciando una amplia consulta sobre los problemas y desafíos sociales a los que se enfrenta Europa. El objetivo es alcanzar a diversos sectores de participantes para debatir lo que constituye la «realidad social» de Europa. La Comisión está en actitud de «escucha», y no examinando opciones estratégicas.

Se buscan opiniones sobre las tendencias sociales, sobre los principales factores que llevan a la transformación social de Europa, sobre el «bienestar» y lo que contribuye a alcanzarlo. La consulta se sustenta en un documento de base elaborado por la Oficina de Asesores de Política Europea, que analiza los modelos comunes y el modo de evaluar los cambios sociales contrastándolos con las pautas de bienestar. Después trata de abrir un debate sobre algunas de las cuestiones clave que afectan al bienestar: las oportunidades económicas, la naturaleza del trabajo, los nuevos modelos de vida familiar, la pobreza y la desigualdad, los obstáculos a la buena salud y la movilidad social, la calidad de vida, la diversidad cultural y los obstáculos a la integración, la delincuencia y el comportamiento antisocial. En el documento se plantean preguntas con el fin de suscitar un amplio debate.

La consulta supondrá la organización de diversos actos, un Eurobarómetro centrado en problemas de bienestar y diversos tipos de consultas, entre otras, una por Internet: http://ec.europa.eu/citizens_agenda/index_en.htm, y recogerá opiniones de una serie de interesados a nivel nacional y local. Participan en el ejercicio las oficinas de representación de la Comisión Europea en los Estados miembros.

PRÓXIMAS ETAPAS

A partir de los resultados del ejercicio de consulta, que habrá finalizado para finales de 2007, la Comisión publicará un informe. El informe constituirá una «instantánea» de la cambiante realidad social de Europa, y examinará las tendencias sociales y sus implicaciones, expondrá los problemas y desafíos clave para Europa a todos los niveles de gobernanza, y propondrá ideas sobre la mejor manera de promover el acceso y la igualdad de oportunidades en Europa, contribuyendo también a la evaluación intermedia de la Agenda de política social .

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