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Document 52011AE1867

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación conjunta al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones: Una nueva respuesta a una vecindad cambiante» [COM(2011) 303 final]

DO C 43 de 15.2.2012, p. 89–93 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

15.2.2012   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 43/89


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación conjunta al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones: Una nueva respuesta a una vecindad cambiante»

[COM(2011) 303 final]

2012/C 43/20

Ponente: Emmanuelle BUTAUD-STUBBS

El 19 de julio de 2011, de conformidad con el artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la Comisión Europea y la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad decidieron consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la

«Comunicación conjunta al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones: Una nueva respuesta a una vecindad cambiante»

COM(2011) 303 final.

La Sección Especializada de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 22 de noviembre de 2011.

En su 476o Pleno de los días 7 y 8 de diciembre de 2011 (sesión del 7 de diciembre de 2011), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 119 votos a favor y 3 en contra el presente Dictamen.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1   El CESE valora positivamente la Comunicación conjunta del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y la Comisión Europea como una medida de ajuste oportuna y urgente en la política de la UE. Además, respalda plenamente el objetivo establecido en la Comunicación de dotar a la vecindad de la UE de un nuevo enfoque que permita reforzar la cooperación entre la UE y los países asociados.

1.2   El CESE señala que la Comunicación no es más que el punto de partida de un futuro marco de asociación, a la vez que solicita a las instituciones de la UE que, con vistas a su ejecución en el curso de las perspectivas financieras 2014-2020, desarrolle una estrategia a largo plazo que integre las prioridades establecidas junto con el presupuesto correspondiente para intensificar los marcos de asociación y las distintas vertientes de la política de la UE.

1.3   El CESE espera que la UE sea capaz de reaccionar de la manera adecuada, es decir, firmemente y con una voz única, con arreglo al planteamiento descrito en la Comunicación relativa a los países Euromed (1), ante los recientes acontecimientos en algunos países vecinos donde no se ha instaurado aún una democracia real y duradera.

1.4   El CESE coincide con los principios de condicionalidad y diferenciación, así como con la necesidad de imprimir una mayor flexibilidad en las relaciones con los países socios. Al mismo tiempo, no obstante, solicita a la UE que garantice que la aplicación de un «principio de menos por menos» no menoscabará las posibilidades de un país asociado de avanzar en el proceso de reformas a su propio ritmo y de acuerdo con su propia capacidad de absorción.

1.5   El Comité constata con satisfacción el nuevo hincapié que la Comunicación hace en el papel crucial que desempeña la sociedad civil a la hora de reforzar los procesos democráticos, así como que considera prioritario apoyar a un amplio abanico de organizaciones de la sociedad civil, en el que se incluyen también los interlocutores sociales.

1.6   El CESE insiste en que el entorno en el que se desarrollan tanto las actividades de la sociedad civil, como la protección de los derechos humanos y los derechos económicos, sociales y culturales y la libertad religiosa constituye un criterio fundamental en el momento de evaluar la gobernanza de un país.

1.7   El CESE cree que el apoyo de la UE en el marco de la Dotación Europea para la Democracia debe ser accesible y receptivo a las necesidades repentinas de un mayor grupo de organizaciones de la sociedad civil, incluidos también los grupos opositores no registrados. La Dotación Europea para la Democracia deberá complementar otros elementos ya existentes como el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) y el Instrumento de Estabilidad (IE).

1.8   En este contexto, el CESE resalta que se debe brindar un apoyo mayor y mejor orientado a las organizaciones patronales y sindicales, así como a otros medios socioprofesionales, ya que constituyen importantes sectores de la vida social, económica y política, y posibles garantes de la estabilidad. De hecho, algunos de ellos han desempeñado un papel esencial en favor de la movilización por la democracia. Aun valorando con satisfacción el apoyo previsto a estos actores en la Dotación Europea para la Democracia, el Comité espera que se recurra también al Instrumento para la Sociedad Civil con esta finalidad.

1.9   El CESE aboga por mejorar la eficacia de los proyectos financiados por la UE. La complejidad de los procedimientos de financiación de la UE deja al margen a numerosos agentes de carácter no gubernamental. Uno de los objetivos de la iniciativa debería ser ayudar a las organizaciones a obtener fondos, por ejemplo mediante actividades de formación organizadas por las delegaciones de la UE en el ámbito del desarrollo de capacidades.

1.10   Además, el CESE pide a la UE que establezca algunas medidas cautelares y determinados principios básicos de buena gobernanza destinados a aquellos gobiernos que deseen beneficiarse del tercer componente del Instrumento para la Sociedad Civil, que les brinda la posibilidad de emprender proyectos de desarrollo de capacidades para reforzar a las organizaciones de la sociedad civil y su participación en las políticas y en los procesos decisorios nacionales.

1.11   Por lo que respecta a las relaciones comerciales, el Acuerdo para una Zona de Libre Comercio Amplia y Sustancial (DCFTA) tiene como uno de sus objetivos finales la consecución de un elevado nivel de integración económica entre la UE y los países socios. El CESE pide a la UE que sopese la posibilidad de aplicar paquetes diferenciados de acervo DCFTA, que reflejarían los diversos niveles de interés en la integración económica europea, así como las distintas agendas de los países asociados. Durante los procesos de negociación y ejecución del acuerdo DCFTA y de otros tratados es importante, como condición obligatoria, prever la participación de la sociedad civil y establecer un mecanismo de diálogo permanente con ella. También debe consultarse a la sociedad civil en el marco de las evaluaciones de impacto sobre la sostenibilidad.

1.12   Además, fomentar la libertad de expresión, religión y prensa en el marco de las libertades públicas y el acceso sin trabas a Internet y a las redes sociales reviste una importancia fundamental toda vez que contribuye a una mayor trasparencia e impulsa el proceso de democratización. Así pues, todo ello merece ser objeto de especial atención y de acciones específicas.

1.13   A pesar de que el éxito no ha dejado de ser muy relativo, el CESE valora positivamente el compromiso de la UE por evitar conflictos en su área de vecindad más próxima, y la exhorta a crear estrategias globales en este ámbito.

1.14   El CESE solicita que se facilite la movilidad de los ciudadanos de países vecinos –especialmente de jóvenes y estudiantes, artistas, investigadores, científicos y empresarios– para intensificar los contactos entre las personas, algo que redunda tanto en beneficio de los países socios como de la UE.

1.15   Como representante de la sociedad civil en el ámbito de la UE, el CESE se muestra dispuesto a desempeñar un papel activo y a compartir sus conocimientos técnicos con el ánimo de construir un marco europeo más eficaz para la cooperación con las sociedades de los países socios (2), especialmente:

ayudando al cartografiado de las organizaciones de la sociedad civil y documentando la situación en que se hallan las actividades de estas organizaciones en la región, a través de un diálogo abierto e integrador con un amplio abanico de agentes;

compartiendo sus conocimientos técnicos, incluidos aquellos adquiridos a partir de la cooperación con los vecinos orientales de la UE, para definir los criterios específicos y los procesos de creación de unas instituciones verdaderamente representativas con vistas a una consulta de la sociedad civil en el proceso de elaboración de políticas de los países socios;

respaldando unas organizaciones de la sociedad civil independientes y representativas, en particular las que han desempeñado un papel activo en la oposición a los regímenes no democráticos, mediante esfuerzos para la creación de capacidades y recurriendo a su experiencia y conocimientos en ámbitos como el diálogo social –también a nivel sectorial– y los derechos económicos y sociales;

intercambiando mejores prácticas en áreas como el diálogo social, la igualdad entre los sexos, el espíritu empresarial y la responsabilidad social de las empresas;

participando en la elaboración de los instrumentos, los planes de acción y los programas de la UE para el reforzamiento de las organizaciones socioeconómicas y el seguimiento de su ejecución, y

participando de manera activa en la definición de las modalidades operativas del Instrumento para la Sociedad Civil y de la Dotación Europea para la Democracia.

2.   Aprender del pasado

2.1   Análisis crítico de las actividades previas de la UE

2.1.1   La ausencia general de un entorno democrático, con mínimas excepciones, ha obligado a la UE a adaptar sus políticas por motivos prácticos y realistas y a reconocer a interlocutores que distaban mucho de ser representantes democráticos de sus pueblos.

2.1.2   Por ejemplo, todo el Proceso de Barcelona adoleció de falta de comunicación y de cooperación entre la UE, las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos no reconocidas por los regímenes, perdiéndose así una oportunidad de influir en los desarrollos políticos y sociales.

2.1.3   Especialmente en la región euromediterránea, la experiencia ha mostrado que existe una tendencia a infrautilizar la financiación disponible para la sociedad civil por la debilidad de estas organizaciones en los países no democráticos.

2.1.4   Existen algunas buenas prácticas de participación de la sociedad civil, como la creación bajo la égida de la Asociación Oriental de plataformas temáticas, grupos de trabajo y talleres que podrían adaptarse y aplicarse con gran utilidad también en el sur.

3.   Los principales elementos de un nuevo enfoque

3.1   Aplicación de los principios de condicionalidad y diferenciación

3.1.1   El CESE comparte plenamente el énfasis que hace la Comunicación en estos dos principios, inmerso como está el Comité en el proceso de consolidar la aplicación de dichos principios en sus propias actividades, por ejemplo por lo que respecta a sus criterios de participación en la Cumbre Euromediterránea de Consejos Económicos y Sociales e Instituciones Similares, así como a la organización de sus misiones en el exterior.

3.1.2   La UE ha de tener presentes en su «enfoque de más por más» el distinto historial de las regiones y países, las diferencias en sus niveles de desarrollo y en las fases que atraviesan sus relaciones con la UE, así como sus necesidades y problemas específicos. Este enfoque contribuirá asimismo a hacer un uso más eficiente de los recursos financieros de la UE, algo que representa un deber fundamental de la Unión para con el contribuyente europeo.

3.1.3   Al mismo tiempo, creemos que es importante garantizar que el «principio de menos por menos» no se aplica de manera que pueda perjudicar el potencial de desarrollo de un país asociado donde los avances sean menos inminentes.

3.2   Trabajar por una democracia «profunda» y sostenible

3.2.1   La UE acierta al destacar la necesidad de impulsar una democracia «profunda» reforzando la sociedad civil y potenciando su papel en el proceso de democratización, arraigando también los estándares de buena gobernanza en la región de la Política Europea de Vecindad (PEV).

3.2.2   Acoge con satisfacción la adopción de nuevos instrumentos específicos para consolidar los logros democráticos. En este contexto, el CESE se muestra dispuesto a participar en la tarea de definir las modalidades del Instrumento para la Sociedad Civil y de la Dotación Europea para la Democracia. Estos instrumentos han de ser flexibles y receptivos ante las necesidades cambiantes y deben incluir medidas orientadas específicamente a respaldar los procesos democráticos en el área de vecindad en la UE, promoviendo por ejemplo la creación de partidos políticos y unos medios de comunicación libres, y reforzando la implicación de la sociedad civil en los procesos democráticos.

3.2.3   Aunque tanto el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) como el Instrumento de Estabilidad (IE) y la Dotación Europea para la Democracia presentan divergencias en sus modalidades financieras, operativas y de gestión, hay que garantizar y reforzar la coherencia y las sinergias mutuas.

3.2.4   A fin de dar mejor a conocer las organizaciones, así como su capacidad para recurrir a estos instrumentos financieros, el CESE pide a la Comisión que elabore unos documentos explicativos simples y de fácil uso.

3.2.5   El CESE considera que el respeto a las libertades, tanto religiosas como civiles en una zona caracterizada por una enorme diversidad religiosa y política, es un derecho humano básico que debe protegerse plenamente. Exhorta a aquellos países que no hayan ratificado aún los convenios y acuerdos universales y regionales vigentes en materia de libertades políticas, civiles y culturales, así como de derechos económicos y sociales basados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos a que lo hagan sin dilación.

3.2.6   Los medios de comunicación de la región euromediterránea desempeñan un papel esencial para difundir y dar proyección a los resultados de las transformaciones en curso. La ayuda de la UE debe centrarse en iniciativas para mejorar la profesionalidad e independencia de los medios de comunicación existentes y fomentar un entorno que permita hacer prosperar la diversidad de los medios y la libertad de prensa.

3.3   Reforzamiento del papel de la UE en la resolución de conflictos

3.3.1   La persistencia de conflictos prolongados en la proximidad de la UE, al sur y al este, constituye un gran desafío tanto para la Unión como para los propios países asociados. La UE ha admitido que la eficacia de sus acciones ha sido, hasta el momento, limitada. Con el Tratado de Lisboa, la Unión Europea se dota de nuevas competencias en materia de pacificación y de una nueva estructura en apoyo de esta labor que brinda una verdadera oportunidad para la adopción de nuevos planteamientos.

3.3.2   El CESE pide a la UE que establezca estrategias globales para la prevención de conflictos y la pacificación, orientados especialmente a su vecindad más próxima, y que se centre en garantizar una mayor coherencia entre los distintos programas y políticas de la UE en este ámbito.

3.3.3   El Comité solicita que todos los proyectos de misión pacificadora fomenten e incorporen los principios democráticos, y que los sistemas de seguimiento, con participación de las organizaciones de la sociedad civil, lleven a cabo una evaluación del avance de las reformas. Hay que prestar mayor atención a aquellos grupos que influyen de manera sustancial en la labor de pacificación, aun cuando sus voces apenas se dejan oír. Entre estos colectivos figuran los grupos de mujeres y jóvenes, las organizaciones sindicales y las empresas locales. También se debe respaldar la continuidad de las actividades empresariales en las zonas de conflicto como una muestra de robustez, al igual que es el caso de las actividades sindicales como manifestaciones en favor de la paz y la solidaridad. Los grupos más vulnerables, como las mujeres, los niños y las víctimas de los conflictos, necesitan una atención especial y programas específicos.

4.   Intensificación de los vínculos comerciales

4.1   Además de fomentar las relaciones comerciales, uno de los objetivos últimos del acuerdo DCFTA estriba en alcanzar un elevado nivel de integración económica entre la UE y los países asociados. La aplicación y el cumplimiento de este acuerdo exigen de los países asociados una profunda reestructuración de sus marcos jurídicos y económicos. Para lograrlo, se necesita una considerable asistencia complementaria por parte de la UE para ayudarlos a adquirir el nivel necesario de desarrollo que les permita cumplir sus requisitos.

4.2   El Comité solicita la inclusión de un capítulo sobre desarrollo sostenible en todos los acuerdos comerciales que negocie la UE con sus socios, y considera que la sociedad civil ha de ser consultada durante las evaluaciones de impacto sobre la sostenibilidad, antes de que den comienzo las negociaciones. Esta participación contribuirá a dar mejor a conocer las ventajas, a corto y largo plazo, que puede entrañar el acuerdo DCFTA, y ayudará a que los ciudadanos hagan suyo este proceso (3).

4.3   Con esta finalidad, los futuros acuerdos DCFTA, así como los demás acuerdos, deberán proporcionar mecanismos de consulta a la sociedad civil, como los comités consultivos mixtos, para vigilar de manera eficaz la manera de aplicar las disposiciones relativas al capítulo de desarrollo sostenible.

4.4   Por lo que respecta a las normas sociales y las relaciones industriales, el Comité insiste en la ratificación y estricta aplicación de los convenios relevantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

5.   Por un marco de asociación regional eficaz

5.1   La UE debe encontrar el equilibrio justo y perseguir las sinergias entre las dimensiones bilaterales y regionales de las relaciones de la Unión Europea con los países asociados.

5.2   Se reconoce que las asociaciones regionales con el este y el sur han contribuido a un mayor avance en las relaciones entre la UE y sus vecinos. Sin embargo, tanto la Asociación Oriental como la Unión por el Mediterráneo, que han servido de complemento a la cooperación euromediterránea, han dado muestra de numerosas deficiencias.

5.3   La Unión por el Mediterráneo, cuyo papel consistía en complementar las relaciones bilaterales entre la UE y los países asociados, no ha obtenido hasta el momento los resultados esperados. Por consiguiente, se han de redefinir de manera drástica su papel y sus objetivos. Asimismo, es necesario facilitar mecanismos permanentes para la participación de la sociedad civil en esta iniciativa. El CESE solicita que se adopten decisiones inmediatas sobre el papel, la misión, la organización y la financiación de la UPM. Además, las operaciones de la Unión por el Mediterráneo deben ajustarse en mayor medida a la estrategia global de la UE para esta región (4).

5.4   Por lo general, la mayor parte de los países asociados ha mejorado e intensificado sus relaciones con la UE a través del diálogo sobre los acuerdos de asociación y los acuerdos de libre comercio amplios y sustanciales (DCFTA) en materia de acuerdos sobre liberalización de los visados y movilidad, así como sobre cooperación en seguridad energética y otras cuestiones. Desgraciadamente, Belarús ha dado un gran paso atrás en sus relaciones con la Unión Europea y, por lo que respecta a las libertades democráticas y al entorno en que desarrolla sus actividades la sociedad civil, la situación también ha empeorado en otros países asociados como Ucrania.

5.5   La evolución de la situación política en los países vecinos de la UE debe seguir sometiéndose a un estrecho seguimiento y el nivel de integración económica y las relaciones comerciales han de reflejar su grado de compromiso con la instauración de una democracia sostenible y el respeto de los derechos humanos.

5.6   El CESE se muestra convencido de que la promoción de una mayor movilidad, especialmente entre los jóvenes y los estudiantes de los países vecinos, reportará ventajas a los países socios e intensificará los contactos entre las personas. Esta circunstancia también es aplicable a artistas, científicos, investigadores y viajeros por motivos de negocios. Todo ello debe verse complementado con sistemas para facilitar la obtención de visados, la exención de tasas y la posibilidad de tramitar visados de entrada múltiple, junto con un esfuerzo permanente por desarrollar una gestión fronteriza integrada, gestionar de manera adecuada la migración, luchar contra la inmigración ilegal y poner en marcha legislación en materia de asilo y ayuda humanitaria para los refugiados.

6.   Apoyo a la sociedad civil de los países vecinos de la UE a través del Instrumento para la Sociedad Civil y de la Dotación Europea para la Democracia

6.1   El apoyo a las organizaciones de la sociedad civil debe ser global, creíble, polifacético y adaptado a sus necesidades. El CESE lleva ya varios años propugnando que la sociedad civil desempeñe un papel en la elaboración de la PEV y en el seguimiento de su aplicación, a efectos de los programas específicos para el desarrollo de capacidades y con vistas a mejorar el diálogo entre los gobiernos y la sociedad civil en los países vecinos de la UE (5). Por todo ello, respalda los tres elementos del Instrumento para la Sociedad Civil (ISF).

6.2   La aplicación de estos tres componentes requiere una definición de «organización de la sociedad civil» amplia e inclusiva, tal como se sugiere en la Comunicación de la Comisión sobre las normas mínimas de consulta (6). Por consiguiente, es de la máxima importancia realizar un cartografiado de la sociedad civil para poder aplicar estos componentes. Gracias a sus diversas redes, el CESE se muestra preparado para seguir ayudando en la realización de estudios analíticos sobre los agentes no estatales emergentes, además de trabajar en redes con las ONG de ámbito regional. Es posible encontrar fácilmente sinergias con la labor que llevan a cabo la Comisión, el Servicio de Acción Exterior y las delegaciones de la UE en estas regiones.

6.3   Asimismo, se podría aprovechar la experiencia de las organizaciones de la sociedad civil europea para definir los programas de desarrollo de las capacidades. Además del amplio abanico de redes de ONG existente en la UE, también se debe lograr la implicación de los principales agentes socioeconómicos europeos. Éstos podrían compartir sus conocimientos técnicos con sus homólogos de los países asociados con vistas a la transferencia de conocimientos de las políticas europeas y al apoyo a la sociedad civil de los países vecinos en todo lo referente al análisis político, la defensa y el seguimiento de la convergencia con las políticas de la UE.

6.4   La propuesta de incrementar la participación de las organizaciones de la sociedad civil en el diálogo sobre las políticas sectoriales entre la UE y los países socios es una iniciativa muy encomiable, al tratarse de un aspecto que, desgraciadamente, se ha descuidado frecuentemente en el pasado. Por lo que respecta a los agentes socioeconómicos, se debe prestar especial atención a los programas que apoyan el diálogo social sectorial en los países receptores. El CESE se muestra dispuesto a contribuir al reforzamiento del diálogo social y, en este orden de cosas, aboga también por la participación de la OIT, que considera crucial, y de la Fundación Europea de Formación, que podría facilitar información sobre dialogo sectorial a los interlocutores sociales de los países vecinos.

6.5   El tercer componente del Instrumento para la Sociedad Civil prevé el apoyo a los proyectos bilaterales por país que animen a los gobiernos asociados a reforzar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil y su participación en las políticas y en los procesos decisorios nacionales. El Comité está convencido de que un mecanismo institucionalizado para la consulta a la sociedad civil es más que necesario, y que los consejos económicos y sociales constituyen uno de los mejores instrumentos para alcanzar dicho diálogo. No obstante, aquellos gobiernos que deseen beneficiarse de este apoyo deberán establecer algunas medidas cautelares y determinados principios básicos de buena gobernanza. El CESE está preparado para establecer una serie de principios que deberán cumplirse previamente a la creación de consejos económicos y sociales representativos o de instituciones similares.

6.6   En los países vecinos ya existen plataformas regionales de organizaciones de la sociedad civil: el Foro de la Sociedad Civil para la Asociación Oriental y la Asamblea de Consejos Económicos y Sociales e Instituciones Similares Euromediterráneos, creada a raíz de una iniciativa liderada por el CESE. El CESE ha desempeñado un papel clave en la creación de diversos consejos sociales y económicos (CES) en numerosos países al sur del Mediterráneo. Durante todo este proceso, el Comité ha venido propugnando la representación más amplia posible de los distintos agentes no estatales en dichos consejos. Los conocimientos técnicos y el apoyo a la creación de los CES como instituciones de consulta a la sociedad civil en el proceso de elaboración de políticas podrían sumarse fácilmente a las posibilidades de cooperación que brinda el Instrumento para la Sociedad Civil.

6.7   La complejidad de los procedimientos de financiación de la UE deja al margen a numerosos agentes de carácter no gubernamental, que, si bien cuentan con todas las posibilidades, carecen de experiencia a la hora de solicitar financiación de la UE. Se trata de un problema recurrente en todos los países y regiones que se benefician de los fondos de cooperación de la UE. La asistencia a estas organizaciones en forma de, por ejemplo, formación organizada por las delegaciones de la UE sobre cómo redactar una solicitud de financiación podría constituir uno de los objetivos de este instrumento.

6.8   El CESE se muestra dispuesto a participar en la tarea de definir las modalidades de la Dotación Europea para la Democracia. Cree que este instrumento ha de ser flexible y receptivo ante las necesidades repentinas y que debe hacer uso de medidas orientadas específicamente a respaldar los procesos democráticos en el área de vecindad en la UE, promoviendo por ejemplo la creación de partidos políticos, unos medios de comunicación libres y unos sindicatos independientes, y reforzando la implicación de la sociedad civil en los procesos democráticos.

6.9   El CESE cree que la Dotación Europea para la Democracia debe ser un instrumento flexible y transparente impulsado por la demanda –no por los proyectos– y orientado hacia el desarrollo de capacidades. La asistencia debe prestarse primordialmente en favor de aquellas organizaciones que no disponen de acceso a otras fuentes de financiación de la UE como el Instrumento para la Sociedad Civil, el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) o el Programa de los Agentes no Estatales y los Entes Locales. La Dotación Europea para la Democracia debe gestionarse a nivel nacional con el menor nivel de carga burocrática y requisitos sobre presentación de informes, aunque deberá ir respaldada por un mecanismo eficiente para la evaluación de resultados. También debe preverse la posibilidad de emprender acciones conjuntas con otros donantes.

Bruselas, 7 de diciembre de 2011.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Staffan NILSSON


(1)  Comunicación sobre una Asociación para la democracia y la prosperidad compartida con los países del Mediterráneo meridional, COM(2011) 200 final.

(2)  Véanse las recomendaciones específicas del CESE recogidas en sus dictámenes recientes sobre los temas «La contribución de la sociedad civil a la Asociación Oriental», DO C 248 de 25.8.2011, pp. 37-42, «Promover las sociedades civiles representativas en la región euromediterránea», DO C 376 de 22.12.2011, pp. 32-37 y «La nueva política exterior de la UE y el papel de la sociedad civil», aprobado el 27 de octubre de 2011 (pendiente de publicación en el DO).

(3)  Dictamen del CESE sobre el tema «Evaluaciones de impacto sobre la sostenibilidad (EIS) y política comercial de la Unión Europea», DO C 218, 23.7.2011, pp. 14-18.

(4)  COM(2011) 200 final.

(5)  Dictámenes del CESE sobre los temas «Participación de la sociedad civil en la Asociación Oriental»DO C 277, 17.11.2009. pp. 30-36, y «La participación de la sociedad civil en la aplicación de los planes de acción de la Política Europea de Vecindad (PEV) en los países del Cáucaso meridional: Armenia, Azerbaiyán y Georgia», DO C 277, 17.11.2009, pp. 37-41.

(6)  Comunicación de la Comisión Europea «Hacia una cultura reforzada de consulta y diálogo - Principios generales y normas mínimas para la consulta de la Comisión a las partes interesadas» COM(2002) 704 final, 11.12.2002, p. 6.


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