NAT/838
Nueva estrategia de la UE sobre el suelo
DICTAMEN
Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones
Estrategia de la UE para la Protección del Suelo para 2030 – Aprovechar los beneficios de unos suelos sanos para las personas, los alimentos, la naturaleza y el clima
[COM(2021) 699 final]
Ponente: Arnaud SCHWARTZ
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Consulta
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Comisión Europea, 20/12/2021
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Base jurídica
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Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
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Decisión del Pleno
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DD/MM/AAAA
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Sección competente
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Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
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Aprobado en sección
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08/03/2022
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Aprobado en el pleno
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DD/MM/AAAA
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Pleno n.º
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568
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Resultado de la votación
(a favor/en contra/abstenciones)
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…/…/…
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1.Conclusiones y recomendaciones
1.1El Comité acoge favorablemente la Comunicación de la Comisión Europea sobre la Estrategia de la UE para la Protección del Suelo para 2030 y desea ser informado con regularidad sobre la elaboración de la legislación sobre protección del suelo de 2023 y contribuir activamente a dicha elaboración.
1.2El suelo es un activo económico y medioambiental estratégico y en peligro, y merece un marco de objetivos, programas y reglamentaciones. El Comité insta a la Comisión a que promueva un marco jurídico europeo eficaz para prevenir la degradación del suelo, apoyar programas de restauración y fijar la hoja de ruta hacia unos suelos en buen estado de salud. El Comité también pide que se asignen los recursos necesarios del presupuesto europeo a la aplicación de la Estrategia para la Protección del Suelo.
1.3El Comité recomienda mantener un debate lo más amplio posible sobre el contenido de la iniciativa legislativa, tanto con los agentes económicos y sociales como con las organizaciones de la sociedad civil. Por este motivo, pide a la Comisión que presente lo antes posible una propuesta relativa a la Ley sobre la salud del suelo, a fin de disponer de tiempo para el debate antes de la votación del texto durante la presente legislatura.
1.4El Comité destaca la necesidad de abordar todos los aspectos de la degradación del suelo, prestando especial atención a las cuestiones relativas a la contaminación del suelo, a la ocupación del suelo causada por el desarrollo urbano y las infraestructuras, y al agotamiento de la materia orgánica en los suelos agrícolas, ya que estos fenómenos tienen un impacto especialmente profundo y potencialmente irreversible en la salud del suelo y en su capacidad para prestar servicios ecosistémicos.
1.5En Europa hay una gran diversidad de suelos, lo cual es reflejo de las diferencias climáticas, geológicas y de uso de la tierra; las amenazas a las que están expuestos los suelos también difieren en tipo e intensidad, y por ello las políticas desarrolladas para prevenir la degradación del suelo requieren una adaptación a los diferentes contextos geográficos y culturales. La legislación para la protección del suelo en los Estados miembros es heterogénea y fragmentaria, y los marcos políticos y legislativos de algunos Estados miembros no abordan muchas amenazas para el suelo.
1.6El Comité expresa una gran preocupación por la ocupación del suelo causada por procesos urbanísticos que, en la gran mayoría de los casos, afectan a suelos fértiles de llanuras y zonas costeras. El objetivo de reducir a cero de aquí a 2050 el incremento neto de la ocupación de suelo debe ir acompañado de incentivos para fomentar la reutilización de los terrenos abandonados y la restauración de superficies impermeables no utilizadas.
1.7El Comité considera prioritario, por coherencia con el reto de una economía circular y eficiente en el uso de los recursos, salvaguardar la productividad ecológica de los suelos europeos, reduciendo así la huella de la demanda de la UE dirigida a terceros países. Considera una prioridad absoluta la conclusión de las iniciativas destinadas a introducir garantías de ausencia de deforestación en el comercio con terceros países, así como la aplicación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono.
2.Contexto general
2.1El 20 de mayo de 2020, la Comisión publicó su propuesta de Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030. Esta Comunicación hace hincapié en que «el suelo es un recurso no renovable de enorme importancia, vital para la salud humana y económica y para la producción de alimentos y nuevos medicamentos», y subraya la necesidad de hacer frente a la ocupación del suelo y recuperar ecosistemas edáficos. Anuncia el compromiso de la Comisión de actualizar en 2021 la Estrategia temática para la protección del suelo y de llevar a cabo una misión sobre «salud del suelo y alimentos» en el marco de Horizonte Europa, con el fin de desarrollar soluciones para recuperar la salud y las funciones del suelo.
2.2El 28 de abril de 2021 el Parlamento Europeo aprobó una Resolución sobre la protección del suelo, en la que se subraya la necesidad de proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar los suelos de Europa, preservar su papel multifuncional y su capacidad para apoyar la producción de alimentos saludables y materias primas, y proporcionar a la sociedad una multitud de servicios ecosistémicos. La Resolución destaca que unos suelos sanos son esenciales para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo, como la neutralidad climática y la restauración de la biodiversidad. También lamenta la falta de condiciones equitativas entre los Estados miembros en relación con sus diferentes regímenes de protección del suelo, y pide a la Comisión que «diseñe un marco jurídico común a escala de la Unión, dentro del pleno respeto del principio de subsidiariedad, para la protección y el uso sostenible del suelo».
2.3El 9 de junio de 2021 el Parlamento Europeo acogió con satisfacción la propuesta de Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030 y aprobó una Resolución en la que, a lo largo de casi doscientas recomendaciones, se insiste en el papel central de la biodiversidad del suelo. El Parlamento Europeo insta de nuevo a la Comisión a que presente una propuesta para el establecimiento de un marco jurídico común para la protección del suelo y «para la integración efectiva de la protección del suelo en todas las políticas pertinentes de la Unión». En su Resolución, el Parlamento Europeo también señala que «la Unión se ha comprometido a lograr la neutralidad de la degradación de las tierras de aquí a 2030, [...] pero que es poco probable que se alcance este objetivo», tal como concluye un Informe Especial del Tribunal de Cuentas Europeo.
2.4El 17 de noviembre de 2021 la Comisión publicó, como parte de la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad, su propuesta de Estrategia de la UE para la Protección del Suelo, con el subtítulo «Aprovechar los beneficios de unos suelos sanos para las personas, los alimentos, la naturaleza y el clima».
2.5La propuesta de la Comisión actualiza la estrategia en la materia, en consonancia con la misión estratégica del Pacto Verde Europeo, para hacer frente a las crisis climática y de biodiversidad y sustentar la ambición de la UE de una actuación mundial en relación con los suelos.
2.6La Estrategia tiene por objeto contribuir de manera decisiva a la consecución de muchos de los objetivos del Pacto Verde, entre ellos: luchar contra la desertificación y rehabilitar las tierras y los suelos degradados, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo de aquí a 2030 (Objetivo de Desarrollo Sostenible 15, meta 3); contribuir a la absorción neta de gases de efecto invernadero (GEI); lograr un buen estado ecológico y químico en las aguas superficiales y subterráneas de aquí a 2027; reducir las pérdidas de nutrientes en un 50 % y el uso y el riesgo globales de plaguicidas en un 50 % de aquí a 2030; reducir la contaminación del suelo a unos niveles que ya no se consideren perjudiciales para la salud y para los ecosistemas naturales, generando de este modo un entorno sin sustancias tóxicas para 2050; y alcanzar la ocupación neta cero de suelo de aquí a 2050.
2.7La Estrategia define «suelo sano» como un suelo que se encuentra en buenas condiciones químicas, biológicas y físicas y, por lo tanto, es capaz de prestar de forma continua tantos de los servicios ecosistémicos esperados como sea posible, entre ellos el suministro de alimentos y biomasa, el almacenamiento y filtrado de agua, el ciclo de los nutrientes minerales, servir de sustento a la vida y la biodiversidad, el almacenamiento de carbono y el apoyo a las actividades humanas, los paisajes y el patrimonio cultural. Esta definición es coherente con la facilitada por las organizaciones de las Naciones Unidas
. En la visión que presenta la Estrategia, la buena salud del suelo debe lograrse de aquí a 2050 mediante compromisos en favor del uso sostenible de la tierra y de los esfuerzos de restauración: la CE ha calculado que, actualmente, entre el 60 % y el 70 % de los suelos de la UE son poco sanos como consecuencia directa de las prácticas de gestión actuales
, con fuertes diferencias entre los distintos países; sin embargo, considera que un objetivo del 75 % de suelo sano para 2030 a través de un cambio radical en las prácticas actuales de gestión de la tierra es factible y necesario.
2.8La Estrategia tiene por objeto garantizar para el suelo el mismo nivel de protección que existe para el agua y el aire, remediando la falta de legislación en materia de suelo a escala de la UE. Por consiguiente, anuncia la elaboración de una Ley sobre la salud del suelo a más tardar en 2023, tras una evaluación de impacto, un control de la subsidiariedad y una consulta a las partes interesadas y a los Estados miembros. La nueva Ley sobre la salud del suelo debe abordar los efectos transfronterizos de la degradación del suelo y garantizar la coherencia de las políticas a escala nacional y de la UE con el fin de servir a los objetivos de la Estrategia.
2.9La Estrategia abarca una combinación de nuevas medidas, tanto voluntarias como jurídicamente vinculantes, que deben desarrollarse respetando plenamente la subsidiariedad sobre la base de las políticas nacionales ya existentes en materia de suelos y diseñadas para:
·mejorar la protección de los suelos orgánicos y las turberas;
·apoyar la iniciativa de la Comisión sobre ciclos del carbono sostenibles, en particular recompensando las prácticas de captura de carbono en los suelos agrícolas;
·apoyar la reutilización de los suelos excavados, incluida la introducción de un «pasaporte» para garantizar que se transportan, tratan y reutilizan de manera segura;
·exigir a los Estados miembros que establezcan, de aquí a 2023, objetivos nacionales para la reducción de las tierras ocupadas por nuevos asentamientos e infraestructuras, en consonancia con el objetivo de «ocupación cero de suelo» de aquí a 2050, y que introduzcan una jerarquía para un mejor uso de los suelos urbanos, dando prioridad a la reutilización del entorno construido y eliminando progresivamente los beneficios fiscales locales para la transformación urbana de las tierras agrícolas;
·promover el reciclado de materias orgánicas como compost, digestato, lodos de depuradora, estiércol transformado y otros residuos agrícolas, de forma segura y sostenible;
·evaluar, proteger y restaurar la biodiversidad del suelo;
·integrar y coordinar la gestión del suelo y del agua y promover la adopción de soluciones basadas en la naturaleza para la gestión de las aguas superficiales y pluviales;
·apoyar la gestión sostenible del suelo en la agricultura;
·supervisar las tendencias de desertificación y adoptar medidas para mitigar y prevenir la degradación del suelo;
·prevenir la contaminación del suelo regulando y restringiendo el uso y la liberación al suelo de microplásticos, sustancias polifluoroalquiladas (PFAS) y otras sustancias químicas tóxicas;
·cooperar con los Estados miembros para detectar los terrenos contaminados y rehabilitarlos;
·evaluar la viabilidad de introducir un certificado de la salud del suelo para las operaciones de transferencia de propiedad;
·mejorar las actividades de vigilancia del suelo y la adopción de herramientas digitales para la gestión de nutrientes;
·financiar sustancialmente las actividades de investigación sobre la biodiversidad del suelo y las soluciones a su degradación y contaminación;
·utilizar la comunicación, la educación y el compromiso de los ciudadanos para promover la salud del suelo.
2.10En su Dictamen NAT/713, de 2017, titulado «Uso del suelo agrícola para la producción sostenible de alimentos y servicios ecosistémicos», el CESE convino en el significado decisivo que tendría un marco político actualizado de la UE para el uso sostenible y la protección del suelo, en particular en lo que se refiere al suelo agrícola, incluida una definición de buen estado del suelo y una terminología uniforme y criterios armonizados para la supervisión, y pidió que los principios de gestión sostenible del suelo se incorporaran a las medidas políticas de la UE.
3.Observaciones generales
3.1El Comité acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de una Estrategia de la UE para la Protección del Suelo para 2030, firmemente enraizada en el marco del Pacto Verde y su visión de convertir las amenazas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente en una oportunidad para transformar la UE en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
3.2El Comité reconoce la función estratégica que desempeñan los suelos sanos que, en su conjunto y en su diversidad, constituyen uno de los activos naturales más importantes en los que la ciudadanía puede confiar para su bienestar y seguridad.
3.3El Comité es consciente de que el suelo es un recurso único y limitado, amenazado por una multiplicidad de presiones. La degradación del suelo y la consiguiente pérdida de fertilidad pueden contribuir a la huella europea en los suelos mundiales y dar así lugar a una mayor dependencia de las importaciones de materias primas alimentarias y no alimentarias procedentes de terceros países en los que la producción de cultivos inadecuados activa procesos de degradación del suelo, asociados a deforestación y emisiones de gases de efecto invernadero.
3.4El Comité hace hincapié en la exigencia y necesidad absolutas de que se finalicen las iniciativas destinadas a introducir garantías de ausencia de deforestación en el comercio con terceros países, así como de aplicar el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono, y considera prioritario, de acuerdo con el reto de crear una economía circular y eficiente en el uso de los recursos, reducir el impacto de la demanda interna salvaguardando y restableciendo la productividad ecológica duradera de los suelos europeos. Un uso más sostenible del suelo, basado en los principios de la agroecología, puede marcar una gran diferencia, tanto a escala europea como mundial, en la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo y los ODS de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
3.5Es necesario superar un concepto reduccionista del suelo como mera plataforma para asentamientos y actividades: dado que el suelo es un sistema biótico complejo del que dependen servicios ecosistémicos y bienes esenciales, su gestión requiere una gobernanza adecuada, lo que incluye la gestión de los propietarios y usuarios de tierras, la responsabilidad de los administradores locales y el papel de los gobiernos nacionales. Es necesario un liderazgo europeo en esta materia, ya que los retos de la seguridad alimentaria, el almacenamiento del agua, la conservación de la biodiversidad y la respuesta al cambio climático están estrechamente relacionados con la buena gestión del suelo.
3.6El Comité considera que el enfoque esbozado en la Estrategia para la Protección del Suelo es adecuado desde el punto de vista de la subsidiariedad, que consiste en reconocer a cada nivel de gestión del suelo las tareas, responsabilidades y recursos adecuados, incluida la asignación de fondos; sin embargo, pide una mayor integración de la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos y las empresas en este diseño, compartiendo responsabilidades y recursos para alcanzar el objetivo de luchar contra la degradación del suelo.
3.7El Comité está de acuerdo en que, para conseguir una aplicación eficaz y eficiente de la Estrategia, es urgente adoptar una Ley sobre la salud del suelo que garantice un nivel adecuado de protección del medio ambiente, basada en normas comunes y en la fijación de objetivos, a fin de garantizar la igualdad de condiciones para todas las partes interesadas que operan en los sectores económicos vinculados al suelo y su uso. La nueva propuesta legislativa para la protección del suelo debe crear sinergias con la legislación sobre el agua, el aire y la biodiversidad, así como con la política agrícola común. El Comité pide a la Comisión que anticipe la presentación de la legislación sobre la protección del suelo para permitir un debate más amplio de su contenido con las distintas partes interesadas, antes de su presentación para su aprobación final en la presente legislatura.
4.Observaciones específicas
4.1Entre las formas de degradación del suelo, una de las más graves y difíciles de revertir es sin lugar a dudas la ocupación del suelo asociada a los procesos de urbanización: en el período 2012-2018 la ocupación del suelo en la Europa de los Veintiocho se produjo a un ritmo de 440 km2/año, siendo un 80 % a expensas de zonas agrícolas mientras que solo un 13 % de la urbanización tuvo lugar en suelos reciclados. El Comité considera que el objetivo de «ocupación neta cero de suelo» de aquí a 2050 debe ir acompañado de objetivos intermedios y realistas a más corto plazo, apoyados por incentivos para fomentar la reutilización de los asentamientos abandonados y la restauración de la superficie sellada no utilizada. Los objetivos de reducción de la ocupación del suelo para el desarrollo urbano y las infraestructuras pueden y deben tener en cuenta la diferente evolución demográfica en los Estados miembros y las regiones. Debe prestarse especial atención a la protección y restauración del territorio costero, en particular de la costa mediterránea, que ha sido objeto de extensos procesos de urbanización que han causado importantes daños a la biodiversidad costera y al turismo.
4.2Los suelos inalterados de los ecosistemas naturales son una fuente esencial de sustento para la biodiversidad y un depósito natural de carbono, cuyo estado debe preservarse. Por este motivo, el Comité considera que la Estrategia debe dar prioridad a la protección de estos suelos, así como a la vegetación que llevan asociada, evitando su cambio de uso y apoyando su gestión a través de una ganadería adecuada.
4.3Debe prestarse un apoyo específico al mantenimiento de pastos y pastizales permanentes, ya que su correcta gestión mediante una ganadería sostenible puede ayudar a preservar sus suelos ricos en carbono. Dentro de cada Estado miembro debe perseguirse un equilibrio neutro o positivo en la proporción de pastizales en comparación con las tierras de cultivo, sin perjuicio de la autonomía de cada explotación a la hora de establecer su propio proyecto de cultivo.
4.4La materia orgánica del suelo es el elemento clave en la regulación de la capacidad del suelo para albergar un alto nivel de biodiversidad y prestar servicios ecosistémicos relacionados con su fertilidad y también constituye una reserva de carbono extraído de la atmósfera. La disminución de la materia orgánica en los suelos europeos es motivo de gran preocupación, principalmente por la pérdida de fertilidad y los riesgos de desertificación que ello conlleva, pero también por las emisiones de GEI resultantes: se ha calculado que estas superan los 170 millones de toneladas de CO2 anuales
, lo que supone más del 4 % de las emisiones de GEI totales de la Europa de los Veintisiete y está relacionado sobre todo con el cambio de uso de suelos orgánicos y turbosos. La nueva Estrategia para la Protección del Suelo debería garantizar la protección de las turberas y los humedales y apoyar debidamente a los agricultores con nuevas formas de ingresos que les permitan adoptar prácticas basadas en conceptos agroecológicos que favorezcan el mantenimiento y el aumento de la materia orgánica en los suelos empobrecidos. Debe darse prioridad a la difusión de conocimientos relacionados con las buenas prácticas y la gestión sostenible de los suelos agrícolas, centrándose especialmente en los pequeños agricultores.
4.5Además de la importancia de la materia orgánica en el suelo, el CESE subraya la necesidad de evitar el agotamiento o la pérdida de nutrientes minerales del suelo. El uso de fertilizantes debe dosificarse en función de las necesidades de los cultivos, evitando la utilización excesiva y tratando de reducir en un 50 % las filtraciones de nitrógeno y fósforo de los suelos de aquí a 2030, en consonancia con los objetivos de la Estrategia «De la Granja a la Mesa».
4.6Los suelos que han sufrido contaminaciones industriales en el pasado o recientemente siguen constituyendo una amenaza para la salud pública y el estado químico de los recursos hídricos; 2,8 millones de terrenos de la UE tienen suelo potencialmente contaminado, de los cuales alrededor de 390 000 requieren rehabilitación. Las decisiones sobre cómo restaurarlos deben tomarse con arreglo a criterios de rehabilitación sostenible y basándose en análisis de riesgos específicos del terreno. El Comité espera que la Estrategia prevea, sobre la base de las experiencias nacionales más avanzadas, métodos y criterios homogéneos para el desarrollo de estos procedimientos, a fin de evitar las importantes incoherencias que se observan entre las distintas normativas nacionales.
4.7El Comité, consciente de que la Estrategia se centra en el concepto clave de «suelo sano», subraya la necesidad de desarrollar un sistema de indicadores eficaces para definir de forma inequívoca el estado de salud de los suelos mediante un índice de salud del suelo, así como los objetivos generales que deben alcanzarse y su articulación en la diversidad de las condiciones edafológicas y climáticas de Europa. Con el fin de supervisar la consecución de estos objetivos, es preciso disponer de herramientas fiables y rentables para realizar in situ, en cada parcela de terreno, las mediciones que sean necesarias para determinar inequívocamente su índice de salud del suelo.
4.8El Comité subraya la necesidad de aumentar el nivel de sensibilización y conocimientos sobre el suelo, su ecología y sus funciones. A tal fin, es necesario apoyar programas de información ciudadana y educación escolar, así como la formación de los agricultores y, en general, de los profesionales que trabajan con la tierra y el suelo en áreas tradicionales o emergentes de la bioeconomía y la economía circular, así como para los responsables políticos locales y regionales de los que dependen las decisiones que determinan los cambios en el uso de la tierra.
4.9Tener acceso a un suelo sano es vital para diversos sectores económicos; el empleo y la competitividad no deberían verse afectados por las repercusiones económicas y sociales de la Estrategia. En particular, es necesario salvaguardar los ingresos de las comunidades rurales y las familias que dependen del suelo para vivir. La Estrategia debe garantizar una distribución equitativa de los costes y beneficios entre las partes interesadas: es preciso proteger a los colectivos y regiones vulnerables, apoyar a quienes practican la agricultura de subsistencia y asignar fondos a las comunidades necesitadas.
Bruselas, 8 de marzo de 2022
Peter Schmidt
Presidente de la Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
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