NAT/821
Alinear las estrategias y operaciones de las empresas alimentarias con los ODS
para impulsar una recuperación sostenible tras la COVID-19
DICTAMEN
Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
Alinear las estrategias y operaciones de las empresas alimentarias con los ODS para impulsar una recuperación sostenible tras la COVID-19
[Dictamen de iniciativa]
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Contacto
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nat@eesc.europa.eu
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Administradora
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Monica GUARINONI
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Fecha del documento
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30/11/2021
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Ponente: Andreas THURNER
Coponente: Peter SCHMIDT
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Decisión del Pleno
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25/03/2021
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Fundamento jurídico
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Artículo 32, apartado 2, del Reglamento interno
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Dictamen de iniciativa
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Sección competente
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Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
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Aprobado en la sección
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25/11/2021
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Aprobado en el pleno
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DD/MM/AAAA
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Pleno n.º
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…
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Resultado de la votación
(a favor/en contra/abstenciones)
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68/0/2
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1.Conclusiones y recomendaciones
El Comité Económico y Social Europeo (CESE):
1.1reconoce que las empresas alimentarias de toda la cadena de suministro (incluidos los agricultores y pescadores europeos, las cooperativas, las empresas agroalimentarias, los minoristas y los mayoristas, y otros tipos de empresas) ya trabajan para avanzar en materia de sostenibilidad y ofrecer a los consumidores productos saludables y sostenibles en consonancia con el Pacto Verde Europeo. No obstante, para encaminarse hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es necesario hacer más;
1.2destaca la necesidad de un marco propicio para la innovación que apoye a los operadores económicos con herramientas y soluciones adecuadas en su transición hacia prácticas empresariales más sostenibles. Deben eliminarse los obstáculos a la innovación;
1.3señala que, en la actualidad, los operadores económicos suelen percibir los requisitos de sostenibilidad como algo complejo y oneroso en lugar de como una oportunidad, por lo que recomienda desarrollar un lenguaje más fácilmente comprensible (una «gramática para la sostenibilidad») para cambiar esta situación;
1.4señala que la reducción de la pérdida y del desperdicio de alimentos, el abastecimiento sostenible, la mejora de los sistemas de envasado y logística, las cadenas alimentarias circulares y eficientes en el uso de los recursos y las soluciones basadas en la bioeconomía son puntos de entrada eficaces hacia una mayor sostenibilidad;
1.5hace hincapié en el importante papel del consumidor en este contexto. Las medidas de información y educación, combinadas con prácticas transparentes de etiquetado de los alimentos, permitirán al consumidor elegir la opción más sostenible. La Comisión Europea también debería introducir medidas que propicien la asequibilidad de alimentos sanos y producidos, procesados y distribuidos de forma sostenible;
1.6acoge con satisfacción el código de conducta de la Unión sobre prácticas empresariales y comerciales responsables. En general, la mayoría de las partes interesadas considera que el desarrollo del código voluntario es un proceso valioso que ha acercado a los socios de la cadena de suministro alimentario. La iniciativa marca un punto de partida y debería seguir sirviendo de plataforma colaborativa para unas prácticas empresariales responsables y sostenibles. Concretamente, el CESE:
·destaca las limitaciones de un enfoque voluntario y pide que se adopte una normativa que garantice una rápida transición a la sostenibilidad;
·recomienda reforzar el código de conducta en lo que refiere a la dimensión social, la negociación colectiva y la protección social, para lo que es preciso impulsar la participación de los interlocutores sociales;
·subraya la necesidad de un proceso sólido de revisión para la aplicación del código de conducta sobre el terreno y de comprobar si se cumplen o no los distintos compromisos y promesas en relación con las aspiraciones expresadas, ya que la experiencia demuestra que solo se lleva a cabo lo que se mide y se supervisa. En general, una mayor participación de la sociedad civil y el diálogo social también será crucial para el éxito;
·toma nota de que, hasta la fecha, son principalmente las empresas más grandes y las multinacionales las que se han adherido al código de conducta y hace hincapié en la necesidad de un entorno propicio, en particular para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que propicie y facilite un mayor compromiso con la agenda de los ODS. Mientras las empresas de mayor tamaño suelen disponer de sus propios departamentos de sostenibilidad, se observa que las pymes a menudo solo disponen de recursos y capacidades limitados para integrar la sostenibilidad en sus actividades.
1.7destaca la importancia de una rápida aplicación de la Directiva de la UE relativa a las prácticas comerciales desleales y de otras políticas de apoyo por parte de los Estados miembros para fomentar unos sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes;
1.8acoge con satisfacción la iniciativa de la Comisión Europea de elaborar una legislación marco para un sistema alimentario sostenible de la UE y para integrar la sostenibilidad en todas las políticas relacionadas con los alimentos. Es evidente la necesidad de regulación y de un cierto nivel de normalización y armonización para garantizar la credibilidad y la igualdad de condiciones;
1.9reitera la petición a la Comisión Europea de que garantice la coherencia política entre las distintas políticas sectoriales (entre otras, las relativas al clima, al medio ambiente, al comercio y a la competencia), lo que facilitaría a los explotadores de empresas alimentarias tomar decisiones empresariales sostenibles. El marco legislativo debería proporcionar unas condiciones de competencia verdaderamente equitativas;
1.10reitera su recomendación de estudiar la opción de un Consejo Europeo de Política Alimentaria que abarque múltiples niveles y partes interesadas, y que podría facilitar, entre otras cosas, la participación de la sociedad civil en el seguimiento del código de conducta;
1.11señala que la sostenibilidad se basa en tres pilares principales: el económico, el medioambiental y el social. Dadas las desiguales condiciones marco, hay que reconocer que un enfoque «de talla única» no funcionará. Por tanto, una legislación marco debería permitir y facilitar soluciones a medida, por ejemplo a través de mecanismos de autoevaluación y evaluación comparativa;
1.12recomienda un marco fácilmente comprensible basado en normas, orientaciones e incentivos. La legislación sobre finanzas sostenibles (taxonomía), actualmente en proceso de elaboración, no debe ser excesivamente compleja.
2.Introducción
2.1La Estrategia «De la Granja a la Mesa» ocupa un lugar central en el Pacto Verde Europeo. En ella se tratan ampliamente los retos de los sistemas alimentarios sostenibles y se reconocen los vínculos inextricables entre personas sanas, sociedades sanas y un planeta sano. La Estrategia también es un componente fundamental de la agenda de la Comisión Europea para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Durante años, el CESE ha estado a la vanguardia de la promoción de una política alimentaria integral de la UE. Fue la primera institución europea en defender un enfoque integral, allanando así el camino para la Estrategia «De la Granja a la Mesa».
2.2La Estrategia «De la Granja a la Mesa» reconoce que los procesadores de alimentos, los operadores de servicios alimentarios y los minoristas influyen en la configuración del mercado y en las decisiones dietéticas de los consumidores a través de los tipos de alimentos que producen, su elección de proveedores, los métodos de producción y las prácticas de envasado, transporte y comercialización. Para promover esto, la Comisión Europea ha elaborado un código de conducta de la UE para una práctica empresarial y de comercialización responsable, acompañado de un marco de seguimiento, que se presentó el 5 de julio de 2021.
2.3En el ámbito internacional, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas en septiembre de 2021, ha marcado la pauta en lo que atañe a la importancia de unos sistemas alimentarios sostenibles en los próximos años. Se propone poner en marcha acciones nuevas y audaces encaminadas a transformar el modo en que el mundo produce y consume alimentos.
2.4Las empresas alimentarias pueden contribuir en gran medida a crear unos sistemas alimentarios más sostenibles, equitativos y seguros si operan en consonancia con los ODS y el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Muchos directivos de empresas alimentarias ya han dado pasos significativos en esta dirección, pero se necesita mucho más. Los cambios necesarios son complejos y exigirán estrategias compartidas, holísticas, colaborativas y cooperativas a largo plazo en las que participen todos los agentes de la cadena alimentaria, así como los sectores auxiliares.
2.5Las empresas pesqueras, agrícolas y agroalimentarias europeas ya trabajan para avanzar en materia de sostenibilidad y ofrecer a los consumidores productos que contribuyan a una alimentación sana y sostenible, en consonancia con el Pacto Verde Europeo. Esta transición requiere inversión y, en algunos casos, tiempo para obtener resultados. Una vez establecidos los objetivos, a las empresas se les debe otorgar flexibilidad para desarrollar su contribución a la consecución de estos objetivos, sin cuestionarlos. Por otra parte, la necesaria transición ecológica debe ser compatible con la situación económica de la ciudadanía europea, especialmente tras la crisis de la COVID-19.
2.6Un informe publicado hace poco por el Centro Común de Investigación, que se suma a otros estudios recientes, llega a la conclusión de que la aplicación de los objetivos establecidos en la Estrategia «De la Granja a la Mesa» tendría importantes repercusiones en la producción agrícola de la UE. Estos resultados subrayan la necesidad de realizar evaluaciones previas de impacto que tengan una base sólida y científica y abarquen la sostenibilidad desde la triple dimensión económica, social y medioambiental como parte de cualquier propuesta legislativa en el marco de la Estrategia «De la Granja a la Mesa». Un marco propicio adecuado (que incluya, entre otros aspectos, el acceso a la financiación, la innovación y la digitalización) será fundamental para apoyar a los agricultores a fin de alcanzar los objetivos de la Estrategia.
3.Principales ámbitos de actuación
3.1Promover la innovación y facilitar el acceso a la innovación a las pymes
3.1.1La investigación y la innovación puede resultar útil para propiciar un uso más sostenible de los insumos y las materias primas (por ejemplo, mediante la agricultura de precisión y las nuevas técnicas de cría y un mejor uso de las prácticas agroecológicas), para lograr procesos internos más sostenibles (por ejemplo, la adopción de energías renovables en la producción, la transformación o la provisión de alimentos), y para reducir las externalidades (por ejemplo, mediante el envasado sostenible). La innovación es necesaria no solo en el ámbito de las cuestiones medioambientales, sino también en lo que respecta a los aspectos sociales (salud, género, trabajo infantil y forzoso, salud y seguridad en el trabajo, libertad de asociación y negociación colectiva, y salarios e ingresos dignos). También se requiere para poder obtener una tasa de rentabilidad justa en un plazo razonable.
3.1.2Además de la innovación tecnológica, la innovación organizativa y social también es clave para que las empresas sean más sostenibles (reconfigurando las estructuras organizativas y los procesos internos, por ejemplo, prestando más atención a las políticas contra la discriminación y de equidad), y para crear nuevas relaciones con las partes interesadas (por ejemplo, aprovechando la comercialización digital). Para promover tal innovación, la digitalización y el crecimiento de la cultura organizativa interna resultan cruciales. La sostenibilidad también debe integrarse en los procesos organizativos y de gobernanza.
3.1.3A menudo, las empresas alimentarias están fragmentadas, son pequeñas y carecen de integración horizontal y vertical. Por tanto, les resulta difícil acceder al ecosistema de la innovación. Se requiere inversión pública en infraestructuras hídricas, digitales y logísticas, así como más recursos para la I+D, para hacer posible tal acceso y permitir a las empresas —también las pequeñas y medianas— aprovechar plenamente sus vías de innovación.
3.1.4Además, es fundamental disponer de nuevos mecanismos para facilitar la relación entre las empresas y los centros de innovación y promover la creación conjunta (p. ej., laboratorios vivientes y proyectos insignia), junto con nuevas figuras profesionales capaces de actuar como enlace entre las empresas y dichos centros (como los intermediarios en el ámbito de la innovación). Una estrecha vinculación entre los planes nacionales de recuperación y resiliencia, los indicadores de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y los indicadores de los ODS es fundamental para fomentar estas inversiones y también debería ser una prioridad en el futuro.
3.1.5Las asociaciones entre el sector privado, las instituciones, el ámbito académico y los centros de innovación, una creación conjunta más generalizada y una mayor atención por parte de las entidades financieras pueden dar lugar a ecosistemas de innovación fructíferos. Estas asociaciones también pueden resultar útiles para promover la innovación de base local, que es especialmente prometedora en los sistemas alimentarios, dada la atención prestada por los consumidores a la producción y transformación de alimentos vinculada a los contextos y la cultura locales. Las empresas innovadoras y de éxito pueden ser valiosas como ejemplos de nuevas soluciones sostenibles y para fomentar la difusión de buenas prácticas entre los operadores.
3.2Fomentar cadenas alimentarias circulares y eficientes en el uso de los recursos y reforzar la bioeconomía
3.2.1Las cadenas alimentarias optimizadas circulares y eficientes en el uso de los recursos desempeñarán un papel fundamental en la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles. Existen muchos puntos de entrada, como el uso eficiente de los recursos naturales, la limitación de los residuos, el uso de envases reciclables, reutilizables y compostables o la supresión de los artículos de plástico de un solo uso, por destacar únicamente algunos. La Plataforma Europea de Partes Interesadas de la Economía Circular ofrece una buena red de inspiración, ideas innovadoras y soluciones en este campo.
3.2.2Una bioeconomía circular representa un planteamiento en el que todos ganan. La valorización y la reutilización de la biomasa hace que las producciones sean más sostenibles y puede crear nuevas oportunidades de negocio y de ingreso para los agricultores, el sector pesquero y el sistema alimentario en su conjunto. Por este motivo, debe prestarse mucha atención al ciclo de gestión de la biomasa en su totalidad (producción, transformación, valorización y reutilización, creación de cadenas de producción de múltiples bienes vinculadas al ámbito médico, de los materiales, las biorrefinerías y la energía, y creación de un mercado para los productos obtenidos). Esto implica a numerosos agentes, incluidos no solo los agricultores, los pescadores, los transformadores de alimentos y los minoristas, sino también la ciudadanía, las autoridades locales, los silvicultores, las empresas de gestión de residuos, los productores de compost, los tecnólogos, los innovadores y las empresas energéticas.
3.3Abastecimiento sostenible
3.3.1Las principales cadenas alimentarias deben seguir promoviendo la adopción de prácticas sostenibles desde el punto de vista medioambiental, social y económico por parte de los proveedores. A tal efecto, puede resultar útil adoptar un enfoque de diligencia debida. Las empresas líderes deben ser pioneras y adoptar un compromiso político respecto al abastecimiento sostenible e integrarlo en su sistema de gestión. También deben evaluar el impacto real y potencial de su cadena de abastecimiento y establecer los objetivos relacionados con la misma. A tal efecto, deben adoptar una metodología (que comprenda indicadores, medidas y metas) para medir el rendimiento de la cadena de valor y garantizar su coherencia con las normas al respecto reconocidas internacionalmente. También deben revelar adecuadamente los objetivos planificados y los resultados obtenidos.
3.3.2La Comisión Europea se ha comprometido a promover sistemas alimentarios sostenibles en Europa y a escala internacional. Esto solo puede lograrse si el marco legislativo proporciona unas condiciones de competencia verdaderamente equitativas entre las empresas de la UE que producen alimentos sostenibles y las de terceros países, a fin de permitir una producción fuerte, resiliente y sostenible. La política comercial de la UE debe garantizar que las importaciones se ajusten a las estrictas normas europeas en materia de sostenibilidad social y medioambiental. Los acuerdos comerciales europeos son fundamentales para velar por la igualdad de condiciones entre el mercado interior y las importaciones, salvaguardar la competitividad de los productores europeos de alimentos sostenibles y garantizar una remuneración justa.
3.4El papel de unas cadenas de suministro bien diseñadas: mejorar los sistemas de envasado y logística para lograr los objetivos de neutralidad climática
3.4.1En el contexto de unas cadenas de suministro en gran medida mundiales, el abastecimiento local, en particular a través de proveedores diversificados, es importante para reducir el impacto medioambiental de las cadenas de valor alimentarias, sobre todo en lo que se refiere a la logística, y promueve las economías locales. Como consecuencia de la pandemia de COVID‑19, los alimentos locales se perciben cada vez más como sinónimo de calidad, y los consumidores se centran más en este aspecto. Además, parece que un buen equilibrio entre los alimentos importados y los producidos localmente es una estrategia adecuada para lograr sistemas alimentarios más sólidos y resilientes.
3.4.2El envasado sostenible consiste en el uso de materiales biodegradables y reutilizables, promoviendo el reciclaje entre los consumidores. Los nuevos hallazgos de la industria química y su integración en las prácticas comerciales generan soluciones innovadoras a los problemas medioambientales. Ya existen familias de bioplásticos completamente biodegradables y compostables, generados a partir de biomasa agrícola, que crean un flujo completamente circular. En ocasiones, los materiales biodegradables también contribuyen a una vida útil más larga, lo que genera un valor añadido aún mayor.
3.4.3La reducción de las emisiones indirectas derivadas de la cadena alimentaria también puede lograrse mediante el cambio a vehículos logísticos de bajo impacto, el desarrollo de cadenas de suministro más eficientes, mejor organizadas y, cuando proceda, más cortas, el refuerzo de las tiendas locales de alimentación, una digitalización más generalizada y la mejora de la infraestructura logística.
3.5Promoción de la educación y el etiquetado transparente
3.5.1Un consumo más responsable y una mayor atención por parte de los organismos del sector público, las empresas y los consumidores a las dietas sostenibles y saludables, como la mediterránea, son claves para lograr sistemas alimentarios más sostenibles. También se trata de comprender mejor las relaciones ecológicas y el «valor de los alimentos»: el impacto de la pérdida y del desperdicio de alimentos, el papel de los círculos económicos regionales, la logística del transporte, la importancia para la autosuficiencia alimentaria estratégica, etc.
3.5.2Los sistemas educativos son fundamentales en la promoción de este cambio. Las empresas alimentarias también pueden desempeñar un papel significativo si se comprometen a educar a los consumidores, y a los niños en particular, con respecto a la importancia de la producción y el consumo sostenibles de alimentos. Deben proseguir sus esfuerzos en pos de unos productos más sostenibles y saludables. También deben adoptar códigos de conducta responsables en lo que atañe a las prácticas de comercialización. Las empresas alimentarias también pueden promover estilos de vida saludables y sostenibles a través de sus etiquetas, las campañas de comercialización, las redes sociales, los comedores de las empresas y las políticas de comunicación corporativa. Las prácticas de etiquetado deberían destacar la contribución de cada producto a una dieta saludable y sostenible. En este contexto, un marco transparente del etiquetado de los productos alimentarios ayudaría al consumidor a tomar decisiones de compra fundamentadas y más sostenibles.
3.6Replanteamiento de las finanzas
3.6.1Los sistemas alimentarios deben ser analizados por las entidades financieras con perspectivas acordes a las características específicas del sector. A las empresas alimentarias no se las puede tratar con los mismos criterios que se utilizan para otros sectores, como ha sucedido durante mucho tiempo, ya que el acceso al crédito y el rendimiento de una inversión no reflejan criterios de sostenibilidad a largo plazo. Esto es aún más importante si consideramos el tamaño medio de las empresas alimentarias y la creciente relevancia de la sostenibilidad. Para las pymes, resulta más difícil acceder a la financiación y dar difusión a sus logros en materia de sostenibilidad.
3.6.2Por lo que se refiere a la financiación sostenible para las pymes, cabe destacar que unos criterios técnicos de selección burocráticos y complejos para la taxonomía podrían suponer un obstáculo para que las empresas —en particular las pymes— entren o continúen en la vía de la sostenibilidad.
3.7Focalización en las pequeñas empresas
3.7.1Los marcos de rendición de cuentas y los mecanismos de supervisión suelen ser adecuados para las grandes empresas. Lo mismo ocurre en el ámbito de la sostenibilidad.
3.7.2Los sistemas alimentarios europeos están constituidos principalmente por pymes. Esto significa que se requiere un apoyo ad hoc para asistir a las empresas alimentarias a lo largo de la fase de transición. Tal apoyo comprende la introducción de herramientas de autoevaluación, el fomento de la creación de redes entre las empresas, los programas educativos sobre iniciativa empresarial y sostenibilidad, la creación de comunidades de práctica, la promoción de las buenas prácticas, un acceso más sencillo a los ecosistemas de innovación, los incentivos fiscales y financieros para transformarse en entidades de mayor tamaño, y la facilitación del acceso a los mercados y a la información sobre estos.
3.7.3Proporcionar apoyo y orientación, también en materia de tecnología de equipos y programas informáticos, puede fomentar el desarrollo y la consolidación de las pymes en la cadena de suministro e impulsar una mejor integración de los ODS en sus estrategias.
3.8Análisis comparativo: autoevaluación, seguimiento, participación y diálogo
3.8.1Para cualquier empresa, las herramientas de autoevaluación son cruciales para actuar en consonancia con la Agenda 2030. Estas herramientas deben apoyar a empresas de cualquier tamaño, sin penalizar a las más pequeñas.
3.8.2En el caso de las grandes empresas, se requieren enfoques más completos y normalizados, que permitan efectuar comparaciones. En el caso de las pequeñas empresas, debe garantizar el apoyo ad hoc. Dadas las peculiaridades del sector, es fundamental que los diferentes agentes del sistema alimentario (empresas, instituciones, inversores, consumidores, innovadores, inversores) entablen un diálogo estrecho.
3.9Participación ciudadana
3.9.1Dada la función social de los alimentos y su impacto en la sostenibilidad medioambiental y social, se debe consultar a la ciudadanía a la hora de definir las políticas europeas, nacionales y regionales, así como las estrategias de las empresas. La participación ciudadana es esencial a escala local para conectar estrechamente los alimentos con la vida de las ciudades y las regiones. Las políticas alimentarias locales también contribuyen a alcanzar este objetivo, ya que pueden adoptar un enfoque global respecto a los alimentos, aprovechar las características locales y estimular las iniciativas de creación conjunta.
3.9.2El ejemplo de LEADER muestra que los grupos de acción local pueden contribuir eficazmente en este sentido. La creación de Consejos de Política Alimentaria es otro ejemplo que demuestra que la participación ciudadana conduce a soluciones más sostenibles.
4.Una «gramática para la sostenibilidad»: encontrar el lenguaje adecuado para hablar de sostenibilidad al incorporar los ODS en la industria alimentaria
4.1Los consumidores, la opinión pública, los reguladores, los inversores, los responsables políticos y la sociedad civil piden a las empresas alimentarias que mejoren su rendimiento en materia de sostenibilidad. La sostenibilidad también representa una buena oportunidad de mercado para las empresas. Por lo tanto, la cuestión no es si la industria alimentaria debe o no debe adaptarse a la Agenda 2030 y al Acuerdo de París sobre el clima, sino cómo.
4.2Sin embargo, aún no resulta fácil evaluar el rendimiento en ese terreno, ya que en el sector alimentario no existe un único indicador global de sostenibilidad. Por otra parte, tampoco se cuenta con una solución universal, ya que existen diferencias entre subsectores y el tamaño de las empresas es importante a la hora de adoptar un enfoque formal respecto a la sostenibilidad. Como consecuencia, las empresas más pequeñas perciben a menudo la sostenibilidad como una posible fuente de nuevas cargas administrativas, más que como una oportunidad.
4.3Dadas las dificultades para encontrar medidas precisas de la adecuación a los ODS, en la fase actual las evaluaciones tienden a centrarse en la exhaustividad de los procesos que se ejecutan y en el grado de divulgación, más que en los resultados concretos obtenidos. En cualquier caso, la autoevaluación ayuda a las empresas a encontrar áreas para mejorar tanto su adaptación a los ODS como sus sistemas de planificación. También contribuye a difundir la cultura de la sostenibilidad en el seno de las empresas.
4.4Una vez planificados los objetivos, las empresas alimentarias deben definir indicadores coherentes, parámetros y metas concretas en el ámbito de la sostenibilidad que deben lograrse a corto y largo plazo, además de procedimientos para divulgar los resultados. No obstante, a causa de las diferencias entre los marcos de rendición de cuentas, la fijación de objetivos y los procesos de medición asociados aún no son fáciles de comparar.
4.5En lo que respecta a las pymes en particular, las autoevaluaciones deben efectuarse de manera constructiva, con el fin de familiarizar al personal con la «gramática de la sostenibilidad», más que de establecer criterios de referencia.
4.6Las empresas también deben integrar parámetros y objetivos de sostenibilidad flexibles en sus sistemas de gobernanza y gestión. Si en los ciclos presupuestarios, los indicadores clave de rendimiento (ICR), los mecanismos de seguimiento y las trayectorias profesionales no se hace referencia a objetivos de sostenibilidad, resulta muy difícil mejorar el desempeño en ese ámbito. Este tipo de integración no es una tarea fácil, especialmente para las pymes. Al mismo tiempo, representa una buena oportunidad para revisar y reforzar estos sistemas.
4.7Las empresas que se desempeñan con éxito en el terreno de la sostenibilidad deben promover sus buenas prácticas. De este modo, contribuyen a demostrar que para una empresa alimentaria, y para una pyme en particular, resulta posible y rentable ser sostenible, y su experiencia puede animar a otras empresas a seguir su ejemplo. Además, este tipo de actuaciones pueden proporcionar a una empresa una gran visibilidad y oportunidades de mercado de notable valor.
4.8La iniciativa «Fixing the Business of Food» (Soluciones para el sector alimentario) de la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés), tras un análisis preciso de los estándares, marcos e iniciativas de sostenibilidad globales más generalizados, ha definido un marco para el análisis basado en cuatro pilares de adecuación de las empresas a los ODS. Los pilares son:
·productos y estrategias que promuevan dietas saludables y sostenibles;
·operaciones comerciales y procesos internos sostenibles;
·cadenas de suministro y de valor sostenibles; y
·buena ciudadanía corporativa.
4.9Cada pilar se divide a su vez en diversos temas que se han derivado de un proceso iterativo que comprende el estudio de los informes de sostenibilidad de las principales empresas alimentarias mundiales, múltiples interacciones con grandes, medianas y pequeñas empresas y asociaciones (en forma de entrevistas, seminarios y encuestas) y el análisis de las buenas prácticas en materia de sostenibilidad.
4.10El marco ha dado lugar al diseño de una herramienta de autoevaluación que las empresas pueden utilizar para identificar áreas susceptibles de mejora.
4.11La iniciativa «Fixing the Business of Food» constituye asimismo la base de una plataforma digital en la que se hace hincapié en las buenas prácticas. El marco de los cuatro pilares presenta ejemplos concretos de objetivos, metas, indicadores y parámetros seleccionados específicamente para las empresas alimentarias, en consonancia con la Agenda 2030. Además, puede ayudar a las empresas a identificar sus ICR, a los inversores a supervisar las acciones y los avances realizados por las empresas alimentarias, y a los encargados de elaborar informes de sostenibilidad, a conformar estos. Dadas las peculiaridades de determinados subsectores, el marco se ha adaptado en el caso de las pequeñas empresas agrícolas, las empresas de acuicultura y los productores de vino.
5.Marco político para la alineación de las empresas alimentarias con los ODS
5.1El CESE acoge favorablemente el código de conducta de la Unión sobre prácticas empresariales y comerciales responsables, como elemento importante para la aplicación de la Estrategia «De la Granja a la Mesa». La mayoría de las partes implicadas consideran el desarrollo del código voluntario en su conjunto como un proceso valioso que ha acercado a los socios de la cadena de suministro alimentario. La iniciativa marca un punto de partida y debería seguir sirviendo de plataforma colaborativa para unas prácticas empresariales responsables y sostenibles.
5.2No obstante, el CESE, basándose también en las observaciones de las empresas y las partes interesadas, destaca las limitaciones de un enfoque voluntario y subraya la necesidad de adoptar una normativa que garantice una rápida transición a la sostenibilidad. Esto incluye también una revisión de las normas de competencia para seguir promoviendo la cooperación y la sostenibilidad en toda la cadena de suministro.
5.3Además, el CESE subraya que el código de conducta presenta deficiencias en lo que se refiere a la dimensión social y lamenta que no se mencione la negociación colectiva. El diálogo social reviste gran importancia y los interlocutores sociales deberían participar en toda la cadena. La senda hacia la sostenibilidad también debería tener un impacto positivo en los salarios y las condiciones de trabajo.
5.4El código también carece de medidas para aumentar la asequibilidad de los alimentos sanos y sostenibles. La asequibilidad de los alimentos saludables y sostenibles ayudaría a los consumidores a adoptar una dieta saludable y sostenible.
5.5El código de conducta carece de un mecanismo de seguimiento sólido para evaluar la pertinencia, la aplicación y el impacto de los compromisos. Debe establecerse un proceso sólido de revisión para la aplicación del código de conducta sobre el terreno, a fin de comprobar si se cumplen o no los distintos compromisos y promesas en relación con las aspiraciones expresadas. La experiencia muestra que solo se lleva a cabo lo que se mide y se supervisa. En general, una mayor participación de la sociedad civil (diálogo social) también será crucial para el éxito. Un Consejo Europeo de Política Alimentaria que abarque múltiples niveles y partes interesadas, tal como propuso el CESE en Dictámenes anteriores
, podría, entre otras cosas, facilitar la participación de la sociedad civil en el seguimiento del código de conducta.
5.6Hasta la fecha, son principalmente las empresas más grandes y las multinacionales las que se han adherido al código de conducta. Debe crearse un entorno propicio que respalde y facilite un mayor compromiso con la agenda de los ODS para que las pymes se conviertan en una prioridad de las políticas alimentarias de la UE. Mientras las empresas de mayor tamaño suelen disponer de sus propios departamentos de sostenibilidad, se observa que las pymes a menudo solo disponen de recursos y capacidades limitados para integrar la sostenibilidad en sus actividades.
5.7El CESE se remite a las conclusiones de sus dictámenes anteriores, en los que aboga por una cadena alimentaria más justa y se reconoce el excepcional funcionamiento de la cadena alimentaria en toda Europa, que garantiza el acceso diario de todos los ciudadanos a alimentos de alta calidad. Es necesaria una rápida aplicación de la Directiva de la UE relativa a las prácticas comerciales desleales y de otras políticas de apoyo por parte de los Estados miembros si se quieren fomentar sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes
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5.8La Comisión Europea ha adoptado recientemente su hoja de ruta hacia una legislación marco para lograr un sistema alimentario sostenible de la UE e integrar la sostenibilidad en todas las políticas relacionadas con los alimentos
, tal como se prevé en la Estrategia «De la Granja a la Mesa». El CESE acoge favorablemente esta iniciativa como un paso adelante, ya que es evidente la necesidad de regulación y de un cierto nivel de normalización y armonización para garantizar la credibilidad y la igualdad de condiciones, y remite a su recomendación de fomentar una política alimentaria integral de la UE.
Bruselas, 25 de noviembre de 2021
Peter Schmidt
Presidente de la Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente
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