SOC/630
Los efectos de las campañas sobre la participación en la toma de decisiones políticas
DICTAMEN
Comité Económico y Social Europeo
Los efectos de las campañas sobre la participación en la toma de decisiones políticas [Dictamen exploratorio solicitado por la Presidencia croata]
Ponente: Marina ŠKRABALO
Coponente: Cinzia DEL RIO
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Consulta
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Carta, 10.9.2019
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Fundamento jurídico
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Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
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Sección competente
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Empleo, Asuntos Sociales y Ciudadanía
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Aprobado en sección
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03/03/2020
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Aprobado en el pleno
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10/06/2020
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Pleno n.º
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552
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Resultado de la votación
(a favor/en contra/abstenciones)
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209/2/3
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1.Conclusiones y recomendaciones
1.1El CESE celebra la iniciativa de la Presidencia croata de solicitar un Dictamen sobre los efectos de las campañas sobre la participación en la toma de decisiones políticas, que, con suerte, contribuirá al oportuno debate político en los órganos preparatorios y las formaciones del Consejo pertinentes sobre los principales aspectos susceptibles de mejora del proceso electoral de la UE, basándose en el próximo informe poselectoral de la Comisión. El debate político permitirá que los Estados miembros contribuyan de manera oportuna a la agenda del Plan de Acción para la Democracia de la Comisión y la Conferencia sobre el futuro de Europa, que se pondrá en marcha durante la Presidencia croata. Es el momento adecuado de emprender nuevos esfuerzos coordinados para proteger y fortalecer la democracia europea a lo largo del nuevo ciclo político de las instituciones de la UE. En este sentido, el CESE animaría a la Presidencia croata a catalizar el impulso para estrechar la cooperación entre todas las instituciones de la UE, incluidas, en primera instancia, el Parlamento Europeo y la Comisión, pero también el CESE, el Comité de las Regiones, el Defensor del Pueblo Europeo y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
1.2Es de vital importancia que la ciudadanía de la UE se involucre en la toma de decisiones políticas de la Unión, principalmente participando en las elecciones, pero también mediante debates políticos y consultas políticas, para revitalizar la democracia europea y garantizar la legitimidad de las instituciones y los instrumentos de la UE. El CESE insta a las instituciones de la UE a que, partiendo de las lecciones extraídas de las elecciones de 2019, emprendan las acciones políticas oportunas y desplieguen un esfuerzo institucional coordinado para mejorar la situación actual del proceso electoral de la UE y maximizar una participación electoral satisfactoria en las elecciones europeas de 2024 y en las posteriores.
1.3Si bien la tendencia histórica de una participación electoral a la baja en las elecciones europeas se mantiene, puesto que la participación de 2019, relativamente elevada, sigue estando por debajo de la participación registrada entre 1979 y 1994, las elecciones más recientes deben servir para extraer conclusiones a fin de reforzar la participación de una ciudadanía informada en el próximo ciclo electoral europeo y a largo plazo. Es importante reconocer la tendencia histórica de que la participación en las elecciones europeas es significativamente inferior a la participación en las elecciones nacionales y considerar que la mayor participación de los votantes jóvenes y los votantes con formación en las elecciones europeas de 2019 podría marcar una nueva tendencia positiva.
1.4El CESE considera que, para que las instituciones de la UE adopten un enfoque más eficaz en relación con la ciudadanía europea, es necesario que cambien de mentalidad y que se comprometan con los ciudadanos, la sociedad civil y los interlocutores sociales en todas las comunicaciones, especialmente en las campañas, y busquen su participación mediante un llamamiento tanto emocional como racional. En este sentido, el CESE acoge con satisfacción la nueva orientación del Parlamento Europeo respecto a las campañas de información pública, centradas en los votantes, y apoya sin reservas su plan integral para aprovechar los éxitos cosechados en su campaña electoral más reciente. El CESE solicita que se destinen recursos presupuestarios y de personal adecuados a las labores de campaña del Parlamento para profundizar y ampliar su diversa red de afiliados de la sociedad civil, voluntarios y líderes de opinión, llevar a cabo una serie de campañas temáticas durante los próximos cinco años y preparar una campaña ágil para las elecciones de 2024.
1.5El CESE aboga por estrechar aún más la cooperación entre el Parlamento, la Comisión y los Estados miembros, así como con el CESE y el Comité de las Regiones y todas las partes interesadas pertinentes, en un diseño bien planificado y el desarrollo tanto descentralizado como centralizado de las futuras campañas de información sobre los asuntos de la UE y las próximas elecciones europeas, haciéndolas más eficaces para llegar, informar e implicar a una gran mayoría de europeos.
1.6A juicio del CESE, la desinformación plantea una amenaza directa no solo para la capacidad de las personas de adoptar decisiones políticas con conocimiento de causa, sino también para el proyecto de integración europea y, por ende, para la unidad, la prosperidad y la influencia mundial de la Unión Europea. Debilitar las capacidades de la UE de tomar decisiones democráticas es el objetivo que persiguen varias potencias extranjeras, además de grupos extremistas que se oponen a la cooperación europea y a una mayor cohesión. El CESE expresa su firme apoyo a los actuales esfuerzos de la UE para contrarrestar la desinformación —exterior e interior— e insta a la Comisión a que garantice el pleno cumplimiento y medidas normativas de seguimiento con respecto al Código de buenas prácticas sobre desinformación, el ulterior desarrollo del «sistema de alerta rápida» de reciente creación y de las unidades de inteligencia de StratCom, y la ampliación de la acción del Servicio Europeo de Acción Exterior contra la desinformación, de forma paralela a la ampliación considerable de la acción de la UE contra la desinformación interna.
1.7El CESE pide a la Comisión Europea y al Parlamento que tomen medidas adicionales para habilitar unos recursos presupuestarios adecuados para las medidas destinadas a aumentar la resiliencia de la sociedad a la desinformación, ampliar las actividades de supervisión a un abanico más amplio de agentes externos e internos que suponen una amenaza, e intensificar el intercambio de información, tanto entre las instituciones y los Estados miembros como a nivel internacional.
1.8El CESE respalda con firmeza la propuesta de la Comisión Europea encaminada a desarrollar un «Plan de Acción Europeo para la Democracia» que sea integral y continuo, con la capacidad para producir cambios, sostenido mediante apoyo financiero y coordinación interinstitucional. El Plan de Acción Europeo para la Democracia y las futuras iniciativas asociadas deberían aspirar a hacer mucho más para conseguir unos medios de comunicación libres y plurales y un periodismo independiente de calidad, la regulación efectiva de las redes sociales, en particular para combatir la desinformación, incluyendo la regulación de la publicidad política en línea y la responsabilidad por los contenidos, un proceso electoral modernizado, la inclusión de colectivos privados del derecho a voto, principalmente las personas con discapacidad, así como una educación cívica generalizada sobre la Unión Europea y su proceso democrático en todos los Estados miembros. El CESE recuerda su propuesta de una estrategia ambiciosa de la UE en materia de comunicación, enseñanza y concienciación ciudadana sobre los derechos fundamentales y el Estado de Derecho y la democracia.
1.9El CESE pide a las instituciones de la UE y a la Presidencia croata que presten atención constante a las negociaciones referentes al presupuesto de la Unión sobre las partidas destinadas a la educación en el ámbito de los valores de la UE, asuntos institucionales y ciudadanía, en cuanto vehículo fundamental para la democracia europea. Debería asignarse financiación adecuada a todo el abanico de esfuerzos en materia de educación de la UE, así como a las medidas propuestas por el Plan de Acción Europeo para la Democracia, y garantizarse que se mejora la coherencia entre los distintos componentes presupuestarios. Conviene mantener el incremento porcentual de la financiación destinada al programa Erasmus, que tantos éxitos ha cosechado, aumentando la proporción de otros programas de la UE y del Fondo Social Europeo dedicada a este fin.
1.10Para impulsar un mayor apoyo político al refuerzo de la educación cívica de la UE, el CESE pide a las instituciones de la UE (y a la Presidencia croata) que se sumen a la propuesta del CESE de establecer un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre «Enseñar Europa» a nivel europeo, formado por representantes de los Estados miembros y expertos destacados en educación. Este grupo aportaría propuestas y recomendaciones políticas para que las debatieran los ministros de Educación y que podrían dar lugar a Conclusiones del Consejo. Asimismo, el grupo podría poner en marcha mejoras operativas, como por ejemplo una plataforma central en línea con un inventario de los materiales didácticos existentes generados a través de los proyectos financiados por la UE y los planes de estudios nacionales, como sugirió el CESE.
1.11El CESE pide al Consejo y a la Comisión que presten especial atención a una cuestión candente como es la inclusión de las personas con discapacidad, las minorías étnicas, los migrantes, los pobres de las zonas rurales y otros grupos sociales desfavorecidos que han estado sistemáticamente infrarrepresentados en las elecciones europeas en todos los Estados miembros de la UE. El CESE propone que, en el marco del Plan de Acción Europeo para la Democracia, la Comisión desarrolle 1) una propuesta jurídica sobre niveles mínimos de accesibilidad del proceso electoral de la UE para las personas con discapacidad; y 2) una «Hoja de ruta de la UE hacia un proceso electoral más inclusivo», acompañada de una propuesta de financiación para prestar apoyo a los Estados miembros en sus esfuerzos de modernización electoral e inclusión social.
1.12La nueva Comisión debería emprender lo antes posible una modernización más profunda de las normas aplicables a las campañas y el proceso electoral de la UE, partiendo de las medidas adoptadas por la Comisión anterior. A este respecto, el CESE apoya firmemente: 1) el trabajo activo continuado por parte de las redes de coordinación electoral con los puntos de contacto nacionales, que deberían catalizar las mejoras rápidas; 2) una supervisión regulatoria reforzada de los partidos políticos europeos respecto a la transparencia de las campañas y las finanzas de los partidos, el cumplimiento de las normas de protección de datos y el respeto de los valores de la UE; 3) incentivos adicionales para que los partidos políticos europeos redoblen su coherencia política y la participación pública en todos los partidos nacionales miembros y más allá; y 4) medidas para permitir la plena participación en el proceso democrático de todos los grupos sociales marginados y privados del derecho al voto. Asimismo, la Comisión debería reforzar la aplicación de las normas que exigen la responsabilidad compartida de desarrollar la alfabetización mediática no solo entre la UE y las instituciones nacionales y la sociedad civil, sino también entre las empresas de redes sociales y plataformas digitales, así como los agentes políticos.
2.Oportunidades para mejorar la participación informada de los europeos en las elecciones
2.1Campañas de información pública más eficaces
2.1.1El acercamiento de la UE a los ciudadanos mediante campañas de información y comunicación ha mejorado considerablemente en los últimos años, destacando los esfuerzos por vincular las políticas de la UE a los ámbitos específicos de repercusión en el día a día, por utilizar las opiniones de personas «corrientes» para mostrar el impacto de las iniciativas de la UE y por movilizar nuevas tecnologías para divulgar información. Las instituciones de la UE disponen de amplios medios para proporcionar información pública, a través de sus oficinas de enlace en los Estados miembros, de sus sitios web y redes sociales, de su trabajo con la prensa y los medios de comunicación, de las agencias de la UE y las numerosas redes de expertos y partes interesadas, así como de sus servicios para visitantes.
2.1.2Las instituciones de la UE y los gobiernos nacionales deberían trabajar más y con mayor ahínco, coordinarse mejor y cooperar más con la sociedad civil, los interlocutores sociales y las oficinas de las instituciones de la UE en los Estados miembros para difundir información precisa sobre la legislación, las políticas y las iniciativas de la UE y permitir que las personas y organizaciones se informen, se interesen y participen en los asuntos de la UE. Las instituciones de la UE y los Estados miembros deberían invertir más en el desarrollo de capacidades y el empoderamiento de aquellas organizaciones representativas de la sociedad civil y los interlocutores sociales que promuevan el ideario europeo en sus propias campañas ascendentes en favor de los valores europeos, y deberían utilizarlos como socios y catalizadores en el diálogo con la ciudadanía.
2.1.3Las instituciones de la UE disponen de presupuestos generosos para información pública, incluidas las campañas, a pesar de que estos presupuestos sean indudablemente exiguos si se comparan con los presupuestos de los gobiernos de los Estados miembros para información y campañas públicas (además de los presupuestos de los entes locales y regionales de que disponen los Estados miembros para dichas actividades). Por otro lado, varias direcciones generales de la Comisión apoyan las actividades de la sociedad civil y los interlocutores sociales para informar e involucrar a los europeos en los debates sobre ámbitos específicos de la política de la UE a través de diversos medios. El papel positivo que han de desempeñar las instituciones de la UE, así como la sociedad civil europea y nacional, los interlocutores sociales y los medios de comunicación independientes, debe ampliarse y reflejarse como corresponde en el nuevo presupuesto de la UE.
2.1.4El Parlamento Europeo ha estado particularmente activo en la promoción del interés y la participación en las elecciones europeas. Para su campaña electoral de 2019, trató de captar la atención de los votantes mediante mensajes con un gran componente emocional adaptados a sus preocupaciones concretas, involucrar de forma mucho más activa a la sociedad civil y los sindicatos, y desarrollar una campaña descentralizada, mucho menos institucional y con efectos multiplicadores mucho mayores. La campaña «Esta vez voto» brindó a las organizaciones de la sociedad civil la oportunidad (y la financiación) de llevar a cabo sus propias medidas y comunicación para involucrar al ciudadano en las elecciones y de plasmar sus propias ideas y su visión para el futuro de Europa. También ha inspirado a una amplia gama de actores sociales, incluida la comunidad empresarial, a participar en la campaña para conseguir el voto. Según los resultados de la encuesta poselectoral del Parlamento Europeo, esta campaña amplia e interactiva puede haber contribuido al aumento de la participación de los votantes.
2.1.5De cara a las futuras acciones destinadas a aumentar la participación política de los europeos, conviene no olvidar la existencia de una tendencia al alza de identificación positiva con la UE, como demuestra el incremento del 11 % de los votantes que afirmaron haber votado en las elecciones europeas porque lo consideraban un deber cívico, el aumento del 11 % de los votantes que lo hicieron por estar a favor de la UE, y el aumento del 6 % de las personas que creían que votando podían cambiar las cosas. Según se indicó, los factores clave con mayor probabilidad de aumentar la predisposición de los encuestados a votar en las próximas elecciones al Parlamento Europeo son contar con más información sobre la UE y su impacto en el día a día (43 %), que se presenten más jóvenes como candidatos (31 %) y que haya un mayor número de mujeres entre los candidatos (20 %). Por otro lado, los europeos expresaron claramente la necesidad de una participación política más informada, procesos electorales más inclusivos, un liderazgo político que muestre mayor rendición de cuentas y una protección institucional más eficaz contra el abuso del proceso electoral a través de la corrupción política, la desinformación y los ciberataques.
2.1.6En las futuras campañas de información pública, las instituciones de la UE deberían dar prioridad a los temas que preocupan especialmente a los votantes y estas campañas deberían llevarse a cabo a lo largo de todo el ciclo político, a fin de construir una base compartida de conocimientos y afinidad con los asuntos de la UE antes de las próximas elecciones europeas. Debe prestarse especial atención a que las campañas de información calen en todas las zonas geográficas y en todos los estratos de la sociedad, especialmente en los que se encuentran al margen de la participación política y el desarrollo socioeconómico, que pueden ser particularmente vulnerables a las campañas de desinformación malintencionadas debido a su exclusión social general. La divulgación proactiva de información por parte de las instituciones de la UE exige un diálogo más profundo con las comunidades locales de toda la UE mediante una colaboración más estrecha con los medios locales, los grupos de la sociedad civil local, las autoridades locales y los programas de educación cívica.
2.2Invertir en la libertad y pluralidad de los medios de comunicación y en el periodismo
2.2.1Contar con unos medios de comunicación libres y plurales que proporcionen a los europeos información veraz e imparcial resulta fundamental para un debate informado sobre las elecciones y la toma de decisiones políticas, y constituye un arma esencial contra la desinformación. Unos medios de comunicación libres y plurales deben rendir cuentas de su contenido y ser transparentes en cuanto a su propiedad y sus intereses económicos.
2.2.2A pesar del declive de los medios «tradicionales» (impresos y de radiodifusión) como consecuencia del acceso masivo a los medios digitales y las redes sociales, la gente utiliza, comparte y comenta en línea con gran intensidad los sitios web y los perfiles en las redes sociales de los organismos de radiodifusión, los periódicos y los periodistas.
2.2.3Aunque los países europeos copan los puestos principales en cuanto a la buena situación de la libertad de prensa en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 (entre los quince países en que la libertad de prensa goza de una «buena situación» figuran nueve Estados miembros) y ninguno de ellos aparece en la peor categoría de «situación muy grave», en el caso de doce Estados miembros de la UE se considera únicamente que la situación es «más bien buena», mientras que en el de otros seis se considera que «existen problemas significativos» y en el de uno que la situación es «difícil». El aumento de la violencia y la intimidación contra los periodistas en los Estados miembros de la UE es una tendencia preocupante para la democracia europea, al igual que lo es toda interferencia política en los medios de comunicación.
2.2.4De acuerdo con los resultados de 2017 del Media Pluralism Monitor, «la concentración del mercado es una fuente de riesgo medio o elevado para el pluralismo de los medios de comunicación en todos los países de la UE sin excepción. Las dificultades económicas de los distintos medios de comunicación tradicionales [...] sugieren que la concentración de los medios es un fenómeno que probablemente no desaparezca en el futuro [...] y la posible disminución de la pluralidad del mercado sigue siendo un elemento omnipresente de riesgo». La UE debe adoptar medidas antimonopolio para diversificar la propiedad de los medios de comunicación y combatir la concentración y los monopolios de la propiedad de los medios de comunicación.
2.2.5El periodismo independiente es un bien público y el fracaso a la hora de contar con unos medios de comunicación diversos y plurales equivale a un claro fracaso del mercado. Para que el periodismo goce de calidad y diversidad es preciso fortalecer la independencia política y económica y la calidad de los medios de comunicación públicos, así como su financiación independiente a largo plazo, lo que pasa por nuevos modelos económicos o de negocio. La UE debería hacer más para apoyar a los medios de comunicación públicos, también con iniciativas para encontrar modelos de financiación nuevos y sostenibles. En este sentido, el CESE respalda las propuestas para el período presupuestario 2021-2027 de introducir un subcapítulo de 61 millones EUR para Europa Creativa dedicado al periodismo de calidad, incluido el pluralismo de los medios y la alfabetización mediática. Con todo, ello requiere una inversión pública mucho mayor y más estratégica en medios de comunicación y periodismo profesionales.
2.2.6Asimismo, la UE debería prestar más apoyo a los medios de comunicación independientes y el periodismo de investigación, incluidas las plataformas colaborativas transnacionales. También debería respaldar iniciativas para encontrar nuevas vías para financiar el periodismo de calidad, incluidos modelos sin ánimo de lucro y nuevos modelos económicos inclusivos y sostenibles desde el punto de vista social.
2.2.7Por otro lado, debería fortalecerse, supervisarse y aplicarse sistemáticamente la legislación nacional y de la UE para luchar contra los monopolios y las posiciones dominantes en el mercado de los medios de comunicación. Las iniciativas de la UE para realizar un seguimiento de la independencia y la titularidad de los medios de comunicación en Europa, como por ejemplo el Media Pluralism Monitor, deberían recibir apoyo adicional.
2.2.8La UE ha de seguir promoviendo medidas de autorregulación y organismos como los códigos deontológicos y los consejos de prensa para reforzar los altos estándares del periodismo, también en los medios digitales y las redes sociales. La UE debe promover la igualdad de acceso a la información para todos los medios de comunicación y oponerse a la exclusión arbitraria de los periodistas de las conferencias de prensa y otras publicaciones gubernamentales por motivos políticos.
3.Respuesta a las oportunidades y los desafíos planteados por los medios digitales y las redes sociales
3.1Los medios digitales y las redes sociales ofrecen a la mayor parte de las personas acceso a un abanico mayor de información y puntos de vista, que también están disponibles más rápidamente, a la vez que les permiten participar con una facilidad mucho mayor en el debate democrático propiciado por las redes sociales. También deberían permitir que las personas tomen sus propias decisiones en cuanto a los filtros que aplican a la información a que desean acceder. Hasta el 86 % de los ciudadanos de la Europa de los Veintisiete utilizó internet en 2019 y el 90 % de los hogares de la EU27 tiene acceso a internet, a pesar de la existencia de desigualdades, ya que el acceso de los hogares a nivel nacional oscilaba entre el 98 % de los Países Bajos y el 75 % de Bulgaria, lo que con todo permite un trabajo de acercamiento considerable.
3.2Sin embargo, aunque los medios digitales y las redes sociales ofrecen a más personas más oportunidades de participar, existe una concentración incluso mayor de la titularidad entre las plataformas de redes sociales en comparación con los medios de comunicación impresos y de radiodifusión tradicionales, y una serie de complicados algoritmos secretos impulsados por el comercio permite filtrar significativamente la información disponible en las cuentas de las personas. La consecuencia de ello es que la amplitud de la información a la que están expuestas las personas puede ser en verdad más reducida que a través de los medios impresos y de radiodifusión tradicionales. La llegada de las redes sociales ha provocado la proliferación de desinformación: historias ficticias publicadas por diversas razones, incluso para influir en el debate político y los resultados electorales. Detrás de gran parte de esta desinformación se encuentran cuentas falsas. Algunos investigadores sostienen que en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2016, la desinformación tuvo una influencia considerable en el comportamiento de los votantes.
3.3Como parte de las iniciativas de la Comisión para poner coto a la desinformación y garantizar la transparencia, justicia y fiabilidad de las actividades de campaña en línea antes de las elecciones europeas recientes, las plataformas en línea, las redes sociales y la industria publicitaria (incluidos Facebook y Twitter) se adhirieron en septiembre de 2018 a un Código de buenas prácticas de autorregulación para hacer frente a la divulgación de desinformación y bulos en línea. Establece una amplia gama de compromisos, desde la transparencia en la publicidad política hasta el cierre de cuentas falsas y la desmonetización de los proveedores de desinformación. El Código se considera un pilar importante del Plan de Acción contra la desinformación de la Comisión e incluye un anexo en el que figuran las mejores prácticas de los signatarios.
3.4Todas las plataformas adoptaron medidas antes de las elecciones europeas etiquetando los anuncios políticos y poniéndolos a disposición del público a través de bibliotecas de anuncios indexadas. De acuerdo con la política de autorregulación introducida por Facebook, los anuncios políticos solo se podían publicar en un país para el que las partes interesadas dispusieran de autorización. Puesto que se observó claramente que esa norma perjudicaba a las capacidades de los partidos europeos de hacer campaña en toda la UE, se tomó la decisión ad hoc de que los partidos europeos estuviesen exentos de cumplirla.
3.5No obstante, los primeros informes anuales de autoevaluación elaborados por los signatarios del Código correspondientes a octubre de 2019 y el informe de junio de 2019 elaborado por el Grupo de Entidades Reguladoras Europeas para los Servicios de Comunicación Audiovisual (ERGA) indican que no todos los anuncios políticos que integraban los archivos de publicidad política de las plataformas estaban correctamente etiquetados como publicidad política y que los archivos seguían sin divulgar datos suficientes sobre la microsegmentación de la audiencia para evitar la manipulación de votantes y garantizar una transparencia mayor de la publicidad y las campañas políticas, incluidas sus fuentes de financiación y vínculos con grupos de interés especial. Además, los signatarios del Código no han adoptado normas comunes que permitan a los investigadores y periodistas acceder a los datos personales sin perjuicio del consentimiento y el derecho de los usuarios a la intimidad.
3.6A la luz de las deficiencias detectadas en la autorregulación y la evaluación actual del Código de buenas prácticas emprendida por la Comisión, el CESE pide a la Comisión que adopte medidas legislativas en caso de que el código voluntario demuestre ser insuficiente por sí solo para realizar avances sustanciales en los objetivos de la Comisión. Debe mejorarse en gran medida la autorregulación en el ámbito de la desinformación en línea. En paralelo, debe adoptarse un enfoque integral respecto a su regulación. Es el momento oportuno para desarrollar y proponer la regulación de las redes sociales y las plataformas digitales, haciendo hincapié en la transparencia de todos los aspectos de la publicidad política (normas de financiación, etiquetado y divulgación) y la desinformación, en el paquete electoral y en el Plan de Acción Europeo para la Democracia de la nueva Comisión.
3.7El fomento de la responsabilidad en línea no solo debe centrarse en las medidas de transparencia, exponiendo las fuentes de información, sino que también debe tener en cuenta la responsabilidad de los agentes del ecosistema que se benefician de la difusión de contenidos engañosos y sensacionalistas. La desinformación es un síntoma de mercados digitales concentrados e irresponsables, del seguimiento constante y del manejo ilícito de datos personales. Las empresas dominantes de medios sociales obtienen beneficios generando datos de perfiles mediante la difusión de contenidos que atraen la atención, independientemente de su veracidad. Este tipo de manipulación de datos exige la aplicación plena y adecuada del Reglamento General de Protección de Datos como medio para cambiar el equilibrio de los incentivos para las empresas y alejarse de un modelo que se basa en el sensacionalismo y el escándalo. Si el modelo de negocio fundamental de las plataformas en sí mismo facilita o propaga el problema, no basta con alentar a las plataformas a que adopten mecanismos de eliminación o verificación. Es necesario además que la legislación nacional y de la UE aborde las posiciones dominantes en el mercado de las empresas de medios digitales y redes sociales y considere la interoperabilidad obligatoria, estableciendo protocolos comunes para permitir que la comunicación fluya entre las plataformas.
3.8Es necesario garantizar una participación mayor y más amplia de las instituciones de la UE, la sociedad civil, los interlocutores sociales, los medios de comunicación independientes, las redes sociales y las plataformas en línea, así como de la ciudadanía, para neutralizar la desinformación. El Comité celebra la iniciativa emprendida por la Comisión Europea, a través de la DG Redes de Comunicación, Contenido y Tecnologías, de crear el Observatorio Europeo de Medios Digitales, un centro en el que verificadores de datos, académicos e investigadores colaboren entre sí y se asocien activamente a organizaciones de medios y expertos en alfabetización mediática, y presten apoyo a los responsables políticos, a la vez que defiende la necesidad de invertir más fondos en su fortalecimiento y desarrollo.
4.Prevención de interferencias malintencionadas impulsadas por internet en las elecciones europeas
4.1Otra amenaza surgida con internet es que resulta más sencillo interferir en las elecciones a través de cuentas falsas, troles en redes sociales y medios controlados por el estado. Aunque se ha prestado gran atención a las interferencias extranjeras, la realidad es mucho más compleja: la desinformación interna es un problema como mínimo igual de grande, y los intermediarios locales, las nuevas tecnologías y otros avances (como el uso de grupos cerrados) desdibujan la distinción entre la desinformación extranjera y la interna. Rusia, por ejemplo, ha sido acusada de influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, en el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE y en varias elecciones celebradas recientemente en la UE, así como en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2019, pero la interferencia de otros agentes internos y externos plantea un riesgo igualmente preocupante.
4.2El Plan de Acción contra la desinformación de la Comisión Europea afirma que, según determinados informes, más de treinta países utilizan desinformación e influyen en actividades. El Servicio Europeo de Acción Exterior ha instaurado un servicio —el Grupo de Trabajo East StratCom— para rastrear y exponer la desinformación «afín al Kremlin» a través de su sitio web específico, además de grupos de trabajo sobre comunicación estratégica para los Balcanes occidentales y los países meridionales.
4.3Cabe celebrar la iniciativa del SEAE de crear un «sistema de alerta rápida» —en la práctica, una red de funcionarios gubernamentales de los Estados miembros que combate la desinformación—, iniciativa que merece ser reforzada y ampliada, y se anima a los Estados miembros a garantizar un sólido intercambio de información entre el sistema de alerta rápida y las redes electorales nacionales de reciente creación, en las que, en principio, también deberían participar organizaciones de la sociedad civil especializadas y verificadores de datos. En el futuro, debería preverse también el intercambio periódico de información entre el sistema de alerta rápida y las estructuras del Observatorio de Medios Digitales en cada país y en toda la UE.
4.4Atendiendo a la importancia de los mecanismos para evitar interferencias en la democracia europea, debe ampliarse y reforzarse la labor de las iniciativas del Servicio Europeo de Acción Exterior contra la desinformación, también rastreando y neutralizando la desinformación de otros países y regiones e intensificando el intercambio de información con otros mecanismos de prevención similares, como los instaurados por Canadá y Australia. Al mismo tiempo, es necesario intensificar considerablemente la acción de la UE contra la desinformación interna de una manera integral que permita una supervisión oportuna, mejore el periodismo profesional y fomente la alfabetización mediática.
4.5El CESE señala que, habida cuenta de la crisis de la COVID-19 que se inició tras la elaboración del presente dictamen, es aún más urgente que la Comisión adopte nuevas medidas para luchar contra la desinformación sobre las causas, la propagación y el tratamiento de la infección, puesto que esta puede tener efectos perjudiciales para la salud pública. El contenido de la información de las redes sociales relacionada con la pandemia, si no se supervisa y canaliza debidamente, puede dar lugar a formas nocivas de comportamiento y sembrar el pánico, poniendo en peligro la salud de la comunidad. El CESE pide a la Comisión Europea que mantenga una actitud vigilante y colabore con los Estados miembros y los interlocutores sociales para abordar el grave impacto de esta desinformación, que procede de fuentes tanto nacionales como extranjeras.
5.Mejorar la alfabetización mediática y la educación cívica de los europeos
5.1La promoción sistemática de la alfabetización mediática y la ciudadanía activa entre los europeos resulta fundamental para que la Unión aumente su resiliencia contra amenazas y tendencias antidemocráticas. Como ya manifestó en dictámenes recientes, el CESE aboga por dar un nuevo impulso a las actividades para educar a la gente sobre la UE en el nuevo ciclo político de las instituciones de la UE. El CESE interpreta la Declaración de París de 2015 y la Recomendación del Consejo de 2018 como un mandato claro de los Estados miembros avalado por la Resolución del Parlamento Europeo de 2016 para incluir plenamente la enseñanza y el aprendizaje sobre la Unión Europea en la agenda política.
5.2El CESE subraya la necesidad de aplicar el primer principio del pilar europeo de derechos sociales para hacer de la educación, la formación y el aprendizaje permanente de calidad e integradores un derecho para todos en Europa, y recomienda incorporar la educación sobre la UE y la construcción de la identidad de la UE en la Estrategia Europa 2030 y en el marco estratégico ET 2030, así como en el proceso del Semestre Europeo (entre las recomendaciones específicas por país correspondientes), siempre y cuando se disponga de datos precisos y sistemáticos.
5.3Para impulsar un mayor apoyo político al refuerzo de la educación sobre la UE, el CESE aboga por el establecimiento de un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre «Enseñar Europa» a nivel europeo, formado por representantes de los Estados miembros y expertos destacados en educación. Este grupo aportaría propuestas y recomendaciones políticas para que las debatieran los ministros de Educación y que podrían dar lugar a Conclusiones del Consejo. Asimismo, el grupo podría poner en marcha mejoras operativas, como por ejemplo una plataforma central en línea con un inventario de los materiales didácticos existentes generados a través de los proyectos financiados por la UE y los planes de estudios nacionales, como sugirió el CESE.
5.4Como punto de partida para una acción política más amplia, el CESE considera necesario emprender una nueva investigación crítica, partiendo del estudio sobre la adquisición de conocimientos acerca de Europa en la escuela de 2013, sobre la situación actual en los Estados miembros de la educación sobre la UE en los centros escolares y la formación y el desarrollo profesional continuo del profesorado, así como los programas educativos sobre la UE desarrollados por la sociedad civil y los interlocutores sociales. Por otro lado, es preciso revisar exhaustivamente las capacidades educativas y las fuentes de financiación para potenciar las capacidades de ciudadanía activa entre los adultos de la UE, en consonancia con la revisión del marco de referencia europeo de competencias clave para el aprendizaje permanente.
5.5La sociedad civil y los interlocutores sociales europeos han pedido enérgicamente que se destine financiación adecuada a educación cívica sobre asuntos, cultura y ciudadanía de la UE, como complemento de los recursos nacionales. La UE debería apoyar a los Estados miembros en sus esfuerzos por garantizar que los directores de los centros de enseñanza, el profesorado y el resto del personal docente estén mejor preparados para promover el pensamiento crítico, los valores democráticos y los derechos humanos, el compromiso cívico y el uso responsable de las nuevas tecnologías. Deberían reforzarse y ampliarse los programas que ofrecen apoyo a la movilidad en los intercambios de profesores, académicos y estudiantes, para ayudarles a experimentar valores de la UE como la democracia, la libertad y la tolerancia en otros entornos de aprendizaje y en otros Estados miembros de la UE.
5.6La UE debería promover con intensidad y apoyar económicamente en todos los Estados miembros de la UE la alfabetización mediática para todas las generaciones de la sociedad, así como la formación por y para periodistas, de manera sistemática y en estrecha cooperación con las instituciones educativas nacionales y las agencias nacionales independientes encargadas de la regulación de los medios de comunicación. El objetivo es dar un gran y veloz salto hacia niveles más elevados de alfabetización mediática entre los europeos, visto el auge de las amenazas planteadas por la desinformación generalizada y, en ocasiones, malintencionada.
5.7La UE debería prestar oportunamente su apoyo a los Estados miembros en sus esfuerzos por dar cumplimiento a su nueva obligación referente a los medios de comunicación de promover y adoptar medidas para el desarrollo de las capacidades de alfabetización mediática, con nuevos programas educativos y una supervisión eficaz de las plataformas de intercambio de vídeos, tal como se definen en la
Directiva de servicios de comunicación audiovisual
revisada recientemente. En este sentido, el CESE espera obtener directrices claras del Grupo de Expertos en Alfabetización Mediática, que se reunirá en Zagreb, Croacia, el 30 de marzo de 2020 durante la segunda Semana de la Alfabetización Mediática, una nueva iniciativa de sensibilización a escala de la UE que se puso en marcha el año pasado.
6.Imprimir un carácter más inclusivo a las elecciones europeas
6.1Diferentes grupos sociales pueden estar en riesgo de exclusión electoral en toda la UE: las personas con discapacidad, las minorías étnicas (especialmente los gitanos), los trabajadores migrantes transeuropeos y los inmigrantes, así como los segmentos de la sociedad más pobres, sin empleo, sin formación y de zonas rurales. Teniendo en cuenta el hecho de que la mitad de los europeos sigue todavía sin participar en las elecciones europeas, las desigualdades estructurales que influyen en el comportamiento electoral deberán abordarse en las próximas iniciativas políticas para fortalecer la democracia europea y garantizar la igualdad de trato de todos los europeos en las próximas elecciones europeas.
6.2Como ya se analizó en el documento informativo detallado del CESE, publicado en marzo de 2019, son numerosas las personas de los veintisiete países de la UE que no pueden participar en las elecciones europeas como consecuencia de obstáculos jurídicos y organizativos que privan a las personas con discapacidad de sus derechos políticos. En virtud de las leyes nacionales, aproximadamente 800 000 europeos de dieciséis Estados miembros se ven privados de su derecho a participar en las elecciones al Parlamento Europeo en razón de su discapacidad o problemas de salud mental, al tiempo que otros tantos millones de europeos no tienen la posibilidad de votar por las disposiciones organizativas (obstáculos técnicos) que no tienen en cuenta las necesidades derivadas de su discapacidad.
6.3El CESE propone que el nuevo paquete de reforma electoral y el Plan de Acción Europeo para la Democracia prevean una «Hoja de ruta de la UE hacia un proceso electoral inclusivo» con una propuesta de financiación que la acompañe para apoyar a los Estados miembros en la modernización necesaria de la administración electoral, lo que conlleva realizar ajustes técnicos y servicios de apoyo para los grupos sociales desfavorecidos que tienden a quedar excluidos del proceso electoral y manifiestan niveles más bajos de participación política en determinados contextos nacionales. La Hoja de ruta debería basarse en un estudio en profundidad de los obstáculos a los que se enfrentan los diferentes grupos sociales en riesgo de exclusión electoral, realizado en colaboración con las autoridades electorales nacionales, las instituciones del Defensor del Pueblo y las respectivas organizaciones nacionales de la sociedad civil y sus redes europeas.
6.4La actual legislación de la UE aborda ya una serie de cuestiones relativas a las elecciones al PE. Así pues, no hay obstáculos formales a esta legislación, que también incluye garantías sobre las opciones de voto para las personas con discapacidad. Según el CESE, si se aplicaran las mejores prácticas de todos los países se obtendría un sistema ideal en el que todo europeo con discapacidad no solo tendría plenas posibilidades de votar, sino que también podría elegir por sí mismo el modo más conveniente de hacerlo.
6.5Por consiguiente, en el contexto del próximo debate político sobre la reforma electoral europea y el nuevo Plan de Acción Europeo para la Democracia, el CESE propone que, además de las medidas más amplias establecidas en la «Hoja de ruta de la UE hacia un proceso electoral inclusivo» propuesta, se estudie una iniciativa legal en la que se fijen normas mínimas de votación para las personas con discapacidad. La propuesta debería desarrollarse a través de un diálogo político con las autoridades electorales nacionales, expertos en inclusión social y elecciones y las organizaciones de la sociedad civil que representan a las personas con discapacidad.
7.Alentar a los partidos políticos europeos a orientarse hacia los ciudadanos y a rendir cuentas
7.1Como recoge el Tratado de Maastricht de 1992, «los partidos políticos a escala europea constituyen un importante factor para la integración en la Unión. Dichos partidos contribuyen a la formación de la conciencia europea y a expresar la voluntad política de los ciudadanos de la Unión». El desarrollo relativamente reciente y gradual de los partidos políticos europeos en cuanto agentes políticos supranacionales con estructuras de gobernanza integradas que pueden sacar adelante agendas políticas coherentes y movilizar a los votantes de toda la UE representa un desafío estructural para la participación política de los europeos. Concretamente, el marco reglamentario para la gobernanza y la financiación de los partidos europeos solo ha evolucionado desde el Tratado de Niza en 2003 y sigue siendo bastante limitado en términos de coherencia organizativa y programática, lo que debería propiciar que los partidos europeos pudieran dar forma y potenciar la integración política de la UE sobre la base de unos valores comunes y la participación pública.
7.2Cualquier reglamentación adicional debería aspirar a estimular la promoción activa por parte de los partidos políticos europeos de los valores de la UE, su coherencia política transnacional y las capacidades organizativas para llegar a las personas más allá de los miembros de sus partidos nacionales, cuya diversidad es abundante, en muchas partes distintas de la UE.
7.3En este sentido, el CESE acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión para mejorar la aplicación de la obligación legal de los partidos europeos de respetar los valores fundacionales de la UE consagrados en el artículo 2 del TUE, aplicable también a sus miembros nacionales. Esto hace referencia a los valores propugnados en sus programas y campañas políticas, y a sus prácticas internas de igualdad de género y antidiscriminación, así como su respeto por el Estado de Derecho y la lucha contra la corrupción. Si lo considerara necesario, la Comisión podría pedir a la Autoridad para los partidos políticos europeos y las fundaciones políticas europeas que verificara el cumplimiento de las condiciones establecidas en el Reglamento.
7.4Las futuras acciones de reglamentación deberán tener en cuenta el debate político y las propuestas políticas actuales, incluida una serie de ideas políticas sobre el desarrollo de los partidos europeos de forma que estén más cerca de los europeos y les rindan cuentas en mayor medida, por ejemplo, a través de declaraciones por parte de los partidos nacionales de la afiliación al partido europeo que aspiran integrar, listas de partido transnacionales, transparencia en la captación de fondos y las campañas, pertenencia individual, divulgación de base entre la sociedad civil y los interlocutores sociales, y responsabilidad por los contenidos políticos que menoscaben de manera flagrante los valores comunes de la UE. Estas cuestiones también deberían incluirse en el programa de la Conferencia sobre el futuro de Europa, que se espera que ofrezca una oportunidad importante para la participación amplia e informada de la sociedad civil, los interlocutores sociales y la ciudadanía europea en la reforma democrática de la UE.
Bruselas, 10 de junio de 2020
Luca Jahier
Presidente del Comité Económico y Social Europeo
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