La educación y formación profesionales (EFP) pueden dotar a los estudiantes de las capacidades prácticas para realizar determinados trabajos y de las competencias transversales necesarias tanto para el desarrollo personal como el mercado laboral.
El artículo 14 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE otorga a toda persona el derecho a la educación y el acceso a la formación profesional y continua.
El artículo 166 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea reconoce que los países de la Unión Europea (UE) son responsables del contenido y la organización de la EFP nacional y que el cometido de la UE es complementar sus acciones. Por tanto, la política de la UE trata de hacer frente a retos comunes como el envejecimiento, el déficit de capacidades y la competencia mundial, con el objetivo de mejorar la empleabilidad y las capacidades.
Tal y como se destaca en la Recomendación del Consejo de 24 de noviembre de 2020, la EFP juega un papel fundamental en la contribución a la competitividad sostenible, la equidad social y la resiliencia para la preparación de los jóvenes a fin de que se incorporen con éxito a la vida laboral y para las necesidades de mejora de las capacidades y de reciclaje profesional de la población en edad de trabajar, para dotar a todos de los conocimientos, las capacidades y las actitudes necesarias para prosperar en su desarrollo profesional, social y personal.
El programa Erasmus para 2021-2027, gestionado por la Comisión Europea, la Agencia Ejecutiva Europea de Educación y Cultura y las agencias nacionales de Erasmus+, tiene como objetivo mejorar la calidad de la EFP en toda la UE a través de la oferta de oportunidades de prácticas y desarrollo profesional en el extranjero. También fomenta las asociaciones entre las organizaciones de EFP y las empresas y otras partes interesadas.
Otros organismos de la UE activos en el ámbito de la formación son:
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