4.9.2009   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 211/47


Dictamen del Comité de las Regiones «un nuevo impulso para detener la pérdida de biodiversidad»

(2009/C 211/06)

EL COMITÉ DE LAS REGIONES

constata formalmente el fracaso de las políticas para detener en 2010 la pérdida de biodiversidad en Europa, lo cual exige una estrategia voluntarista que debe reflejarse en un enfoque sistémico y mantenerse a muy largo plazo, mucho más allá de 2010. En esta estrategia deberán participar plenamente los entes locales y regionales, y los Estados miembros deben facilitarles los medios jurídicos y financieros necesarios;

invita a la Unión Europea, a los Estados miembros y a los entes locales y regionales a crear un sistema riguroso de ecocondicionalidad de las subvenciones y ayudas. Invita a la Comisión a alentar a los Estados miembros a que revisen su fiscalidad y a favorecer la biodiversidad con sus fondos nacionales;

considera necesario consolidar en muchos países las zonas incluidas en la red Natura 2000 y pide a los Estados miembros que asuman su responsabilidad sobre sus espacios marinos y sus aguas subterráneas. Es preciso elaborar y aplicar planes de gestión adaptados a los espacios Natura 2000 en los que participen los entes locales y regionales y los propietarios de tierras y recursos;

considera urgente la realización de una trama ecológica, una verdadera infraestructura natural, y pide acciones para garantizar que ninguna de las medidas contra las emisiones de gases de efecto invernadero tenga efectos negativos sobre la diversidad biológica. Además, cree que la estrategia de lucha contra las especies invasivas sólo puede ser eficaz en el ámbito europeo;

cree que el éxito de una estrategia de conservación de la diversidad biológica sólo puede garantizarse con la participación de la población en general, y anima a los entes locales y regionales a participar y a buscar apoyos para elaborar programas de calidad para la sensibilización y la formación.

Ponente

:

René SOUCHON (FR/PSE), Presidente del Consejo Regional de Auvernia

Textos de referencia:

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Evaluación intermedia de la aplicación del Plan de Acción comunitario para la biodiversidad

COM(2008) 864 final

y

Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Hacia una estrategia de la UE sobre especies invasoras

COM(2008) 789 final

I.   RECOMENDACIONES POLÍTICAS

EL COMITÉ DE LAS REGIONES,

1.

constata –basándose en la opinión de científicos e investigadores– que la desaparición de especies vivas, tanto animales como vegetales, es mucho más rápida que en ningún otro momento desde que existe la vida;

2.

constata la absoluta importancia de la biodiversidad para la supervivencia de la humanidad, sobre todo por los servicios de los ecosistemas, para las generaciones futuras, pero ya también para la generación actual;

3.

señala la influencia del clima en la dinámica y la distribución de las especies vivas;

4.

observa que el ser humano es incapaz de vivir en un entorno únicamente mineral, y de ello deduce que las modificaciones o el deterioro de la biodiversidad tendrán para la humanidad consecuencias dramáticas;

5.

observa los efectos sociales y económicos negativos de la pérdida de biodiversidad y de la merma de los servicios ecosistémicos;

6.

recuerda que se han definido como graves causas del deterioro de la biodiversidad la alteración artificial de los suelos, la fragmentación de los espacios naturales y el desarrollo de poblaciones de especies vegetales y animales exóticos, la intensificación agrícola, el cambio climático y los distintos tipos de contaminación;

7.

constata que la diversidad biológica debe gestionarse y preservarse a escala regional y local para salvaguardarla globalmente, y reconoce que para ello es necesario aglutinar a todos los intervinientes locales dedicados a proteger la biodiversidad: en especial empresas, asociaciones, propietarios y gestores del espacio rural, científicos y responsables políticos así como entes locales y regionales.

Aspectos generales y papel de los entes locales y regionales

8.

cree que las consecuencias de la pérdida de biodiversidad pueden ser extremadamente graves para la humanidad, al igual que las provocadas por el cambio del clima;

9.

constata formalmente el fracaso de las políticas para detener en 2010 la pérdida de biodiversidad en Europa, imputable a la gran distancia entre las ambiciones declaradas, las acciones realizadas y los medios empleados;

10.

observa, no obstante, el éxito de algunas acciones aisladas, como los planes para la conservación de ciertas especiales vegetales o animales (alimoche, nutria, ganso (Branta bernicla), etc.) y hábitats (bosques aluviales de Renania, Támesis, etc.), así como planes de gestión aplicados en algunos espacios determinados;

11.

considera imperiosa la necesidad de dar un nuevo impulso –por ejemplo, en el marco de la aplicación del Convenio europeo para la protección del paisaje en todos los Estados miembros– a las estrategias y programas que se orientan o contribuyen a la preservación duradera de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, a fin de que los medios empleados se traduzcan en resultados tangibles;

12.

para ello, cree necesaria la estrecha colaboración de los entes locales y regionales, tanto en la definición como en la aplicación de los programas y, por tanto, deben facilitárseles unos medios jurídicos y financieros a la altura de las responsabilidades correspondientes en el marco de la sostenibilidad;

13.

observa que los comportamientos de las sociedades ante los recursos y medios naturales (utilización o explotación de los recursos, ocupación del suelo, empleo de los espacios, etc.) vienen señalados, ante todo, por el valor de la naturaleza en las tradiciones culturales, e invita a la UE a trabajar por el desarrollo de una nueva visión cultural de la diversidad biológica que aúne plenamente, en un enfoque global, un planteamiento ético ligado particularmente al valor intrínseco de la naturaleza, patrimonio de la humanidad, y un enfoque más utilitarista que sea el que permiten los servicios que ofrecen los ecosistemas;

14.

señala que la salvaguarda de diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos (protección contra la erosión del suelo, depuración de las aguas, etc.) impone una estrategia voluntarista que debe reflejarse en un enfoque sistémico (es decir, en la lógica coherente de un conjunto de elementos diferentes con interrelaciones dinámicas) y mantenerse a muy largo plazo, mucho más allá de 2010. En esta estrategia deberán participar formalmente los entes locales y regionales;

15.

desea que la conservación de la diversidad biológica se convierta, mucho más allá de 2010, en un elemento aglutinador de la gestión y la ordenación de los territorios, tanto rurales como urbanos;

16.

desea que la conservación de la diversidad biológica se convierta, mucho más allá de 2010, en un elemento clave de las políticas, estrategias y programas europeos. Como tema transversal integrado en los otros, debe convertirse en el hilo conductor que garantice la indispensable coherencia concreta de las diversas políticas de gestión y utilización de los territorios y exija una estrecha cooperación entre las distintas direcciones de la Comisión, así como una clara movilización de los entes locales y regionales;

17.

se felicita por el rigor del método elaborado por los Estados miembros y la Comisión, que ha dado lugar a una evaluación intermedia que sintetiza la situación de la biodiversidad y de la aplicación de los programas de acción. Este método se basa en una autoevaluación de los proyectos realizados por los Estados miembros que la Comisión sintetiza en una visión de conjunto coherente;

18.

se felicita por la Resolución del Parlamento Europeo, aprobada por unanimidad el 3 de febrero de 2009, que reconoce la necesidad de una red europea de lo que se denomina «espacios naturales» («wilderness» en inglés), es decir, muy poco modificadas por la actividad humana (2008/2210 (INI)), y celebra que la Presidencia checa del Consejo organizara, los días 27 y 28 de mayo de 2009, una conferencia sobre el tema «Tierras Silvestres y Grandes Áreas de Hábitats Naturales en Europa» («Conference on Wilderness and Large Natural Habitat Areas in Europe»);

19.

observa que, de conformidad con el principio de subsidiariedad, la preservación duradera de la diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos requiere tanto medidas a escala local como una consideración global impuesta por el funcionamiento de los ecosistemas, que supera las fronteras administrativas y de las que dependen, en particular, los servicios prestados a la población;

20.

invita a los Estados miembros a aplicar rigurosamente las disposiciones de la evaluación estratégica medioambiental (Directiva 2001/42/CE) y de la evaluación de las repercusiones sobre el medio ambiente (Directiva 85/337/EC), así como el procedimiento Natura 2000 para reducir al mínimo la presión sobre el medio natural y la diversidad biológica;

21.

cree que una estrategia de conservación de la diversidad biológica ha de ser ambiciosa para alcanzar el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad. Además, debe incluir un capítulo económico y financiero y atraer a los entes locales y regionales, así como a los propietarios. Las estrategias que se utilicen deben diseñarse y ejecutarse en las distintas esferas del funcionamiento de los sistemas naturales a fin de garantizar su indispensable coherencia y la participación de todos;

22.

invita a la Unión Europea, a los Estados miembros y a los entes locales y regionales a crear un sistema riguroso de ecocondicionalidad de las subvenciones y ayudas basado en indicadores claros, como los que están perfeccionándose en el marco del proyecto SEBI-2010, que integra la diversidad biológica y sus interrelaciones;

23.

invita a la Comisión a alentar, en lo que la concierne, tanto la revisión de la fiscalidad de los Estados miembros como una adaptación de los fondos nacionales de ayuda a las empresas y entes territoriales, de forma que se defienda mejor la biodiversidad, por ejemplo reduciendo el IVA de los productos de la agricultura biológica o los procedentes de espacios incluidos en Natura 2000. Ciertamente es deseable:

23.1

por una parte, reducir e incluso suprimir las tasas e impuestos y las subvenciones que dan lugar a conductas negativas para la biodiversidad, a fin de lograr una coherencia interna en las leyes y códigos nacionales sobre protección de la biodiversidad;

23.2

por otra parte, aumentar las subvenciones y ampliar el ámbito de aplicación de las exenciones de impuestos que dan lugar a conductas positivas para la biodiversidad;

24.

invita a la Comisión a integrar los requisitos de conservación de la diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos derivados, además de criterios de salud y bienestar de las poblaciones, en las reflexiones que se llevan a cabo en Europa con vistas a la revisión de los criterios utilizados para calcular le PIB (que sólo mide flujos financieros y no la importancia del capital conservado); por ejemplo, los gastos que corresponden a trabajos necesarios por contaminación, accidental o no, deberían deducirse en vez de sumarse como se hace ahora;

25.

pide encarecidamente que se mantengan las acciones iniciadas para detener la pérdida de biodiversidad mucho más allá de 2010;

26.

considera que la respuesta a la crisis económica, frente a la cual se deben adoptar amplias medidas de reestructuración, exige la plena integración de los parámetros de la diversidad biológica. La importancia de esta cuestión medioambiental debe reflejarse mejor en todos los ámbitos de la organización territorial y, sobre todo, en las actividades económicas.

La biodiversidad en la Unión Europea

27.

subraya la necesidad de acciones decididas, voluntarias y coherentes a escala europea, unas acciones que se desarrollen en todos los ámbitos locales y regionales, particularmente las regiones, para lograr un mayor acercamiento a los ciudadanos;

28.

subraya la originalidad y la fuerza de la iniciativa Natura 2000, en la que científicos y políticos participan estrechamente en pro de una utilización sostenible de los recursos naturales. Se felicita por las designaciones realizadas, que abarcan aproximadamente el 20 % del territorio europeo;

29.

no obstante, considera que es preciso consolidar la red de Zonas Especiales de Conservación (Directiva sobre los hábitats, 92/43/CEE) y de Zonas de Especial Protección (Directiva sobre las aves silvestres, 79/409/CEE) en la mayoría de los países, pues la poca solidez de los datos científicos de referencia hace que no se aprecie claramente la adecuación de los espacios Natura 2000 terrestres a los criterios de estas dos Directivas. Además, pide a los Estados miembros que asuman su responsabilidad tanto sobre sus espacios marinos como sobre sus reservas de aguas subterráneas;

30.

subraya la especial importancia de los ecosistemas de los estuarios, hábitats clave para la diversidad biológica de los ecosistemas tanto marinos como de agua dulce, y pide que se les preste la máxima atención por medio de un plan de gestión obligatorio e integrado, al menos para las zonas de Natura 2000;

31.

insiste en la necesidad de atender a la calidad del suelo y a su biodiversidad; los suelos son, efectivamente, el único componente ecológico del planeta por el que pasan todos los flujos de materia y de energía propios de la dinámica de los ecosistemas y, por tanto, de la dinámica de las especies. Es preciso reforzar sustancialmente el apartado sobre diversidad biológica de la Directiva que está elaborándose al respecto;

32.

pide que se dé una atención especial a la preservación del nivel y la calidad de las capas freáticas, de especial importancia tanto para la calidad y la diversidad biológica de los suelos (en particular para la agricultura) como para abastecer de agua potable a los ciudadanos;

33.

desea que se refuercen las relaciones operativas entre los expertos, procedentes de organismos científicos o de asociaciones naturalistas y los responsables políticos: para lograr la eficacia en el objetivo de la preservación duradera de la diversidad biológica, las decisiones y la aplicación de los programas dependen tanto de la competencia de los expertos científicos como de la de los responsables de la gestión de los territorios;

34.

cree que los espacios Natura 2000 sólo podrán realizar una contribución completa a la preservación duradera de la diversidad biológica si se cuenta con una gestión del patrimonio adaptada, en la que estén presentes particularmente los entes locales y regionales y los titulares de aprovechamientos y terrenos particulares; la constatación de que probablemente el estado de conservación de la mitad de las especies y más de tres cuartas partes de los hábitats de interés europeo es desfavorable demuestra la necesidad urgente de organizar la gestión ad hoc de estos espacios;

35.

considera que la red Natura 2000 y todas las zonas de naturaleza virgen deben estar plenamente integradas en las estrategias de conservación de la biodiversidad que pongan en marcha los Estados miembros y los entes locales y regionales;

36.

invita a realizar con urgencia una trama ecológica, una verdadera infraestructura natural que garantice las conexiones funcionales entre los espacios Natura 2000 y las zonas de naturaleza virgen prioritariamente, pero también en las zonas urbanas y periurbanas agrícolas, movilizando a todos los entes locales y regionales, entre ellos las regiones. Esta infraestructura ecológica deberá ser respetada por los trazados de vías (autopistas, ferrocarril, etc.) actuales y futuros a fin de no fragmentar los espacios, así como ser integrada en la nueva política agrícola común;

37.

constata que, debido a sus características funcionales, la diversidad biológica de los espacios Natura 2000 soporta las grandes presiones producidas por los espacios próximos, y cree que la gestión y explotación de éstos deberían contribuir de forma duradera a la preservación de la diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos dentro de los espacios Natura 2000;

38.

insiste en la necesidad de revisar en profundidad y reforzar las políticas de pesca (PPC) y de agricultura (PAC), además de crear una política de bosques en la que deberán integrarse plenamente los requisitos de la diversidad biológica y los principios de la ecocondicionalidad de las ayudas;

39.

hace un llamamiento para que las prácticas de la acuicultura, tanto en agua dulce como en agua salada, se incorporen al Anexo I de la Directiva 2008/1/CE, que se ocupa de la prevención y la reducción de la contaminación;

40.

sugiere que se revisen los criterios que definen las indicaciones geográficas: las prácticas culturales relacionadas han de integrar los imperativos de la diversidad biológica y de la dinámica de sus interacciones;

41.

se felicita por la decisión (2 de marzo de 2009) del Consejo de Ministros europeos sobre la aplicación del principio de precaución para los cultivos de plantas modificadas genéticamente (Carta de Florencia, firmada el 4 de febrero de 2005). Confía en que este principio se aplique de la forma más estricta y con total transparencia, de acuerdo con el Convenio de Aarhus (firmado el 25 de junio de 1998);

42.

señala su inquietud por las probables consecuencias de los cultivos destinados a la producción de energía, como los agrocarburantes, que necesitan grandes superficies, lo cual aumenta en especial los incentivos para cultivar las tierras en barbecho y las zonas de naturaleza virgen, por ejemplo suprimiendo la obligación de la retirada de tierras de otoño de 2008, lo que contribuye además a la deforestación de los países meridionales. El CDR sugiere a la Comisión que emprenda la evaluación de las consecuencias de los agrocarburantes sobre la biodiversidad, los medios naturales y los ecosistemas;

43.

observa que las especies, los ecosistemas y los flujos de materias derivadas atraviesan las fronteras administrativas, sobre todo nacionales y, por tanto, constata la existencia de espacios Natura 2000 divididos por una frontera nacional; sugiere, pues, crear unos estatutos o etiquetas espaciales transfronterizas a escala europea (Natura 2000, reserva natural o parque regional transfronterizo) a fin de garantizar una gestión coherente con la diversidad biológica y de los ecosistemas en cuestión;

44.

cree que el éxito de una estrategia de conservación de la diversidad biológica sólo puede garantizarse con la participación de la población en general, desde los ciudadanos hasta los dirigentes económicos y los responsables de la gestión de los territorios. Ello implica un programa de calidad para la sensibilización y la formación, aprovechando particularmente las técnicas de comunicación más modernas (Internet), aunque también a través de programas escolares; es preciso alentar y ayudar a los entes locales y regionales, en especial las regiones, que están más próximas a los ciudadanos;

45.

sugiere recompensar los ejemplos de acciones a favor de la diversidad biológica y sus interacciones dinámicas difundiéndolos.

El caso particular de las especies invasoras

46.

se congratula de que la Comisión preste tanta atención al problema de las especies exóticas invasivas, que constituyen un grave peligro para la diversidad biológica local;

47.

reitera su recomendación sobre la urgencia de afrontar la cuestión de las especies invasivas (CDR 159/2006 fin) con una estrategia decidida y clara en la que tomen parte los entes locales y regionales; considera indispensable preparar una Directiva ad hoc;

48.

cree que la estrategia de lucha contra las especies invasivas sólo puede ser eficaz en el ámbito europeo; ello supone la participación coherente y resuelta de todos los Estados miembros, sobre todo en las disposiciones reglamentarias, y de sus entes locales y regionales, sobre todo en las medidas de lucha; en efecto, cree que el nivel regional será el más eficaz en cuanto a las acciones de vigilancia, prevención y eliminación de especies invasivas;

49.

constata la falta de disposiciones reglamentarias adaptadas, pese a la existencia de textos específicos en otros ámbitos a escala europea, que es la adecuada para controlar la introducción de especies vegetales y animales exóticas;

50.

lamenta la heterogeneidad de las disposiciones y medidas nacionales, pues estorba enormemente la eficacia de las estrategias de lucha contra las especies exóticas invasivas, y pide a los Estados miembros que apliquen unas disposiciones reglamentarias que permitan una coherencia global;

51.

considera urgente la aplicación de medidas para un control estricto de las importaciones, al menos las voluntarias, de especies no autóctonas en el territorio europeo, si bien llama la atención hacia las consideraciones que presiden o sustentan las decisiones correspondientes, y recomienda la máxima vigilancia ética.

La UE y la biodiversidad en el mundo

52.

reconoce la responsabilidad especial de la Unión Europea respecto de la diversidad biológica mundial, tanto por su historia como por sus intercambios económicos, de lo cual se deriva el deber de ser ejemplar;

53.

insiste en los graves riesgos inherentes a la apertura de los mercados por la difusión de especies, naturales o genéticamente modificadas, que pueden llegar a ser invasivas; por tanto, apela con insistencia a integrar los imperativos de conservación de la biodiversidad en todos los acuerdos comerciales internacionales;

54.

invita a los Estados miembros a asumir plenamente su responsabilidad sobre sus espacios terrestres y marinos situados fuera de las fronteras europeas, especialmente en sectores con abundantes especies vivas y ecosistemas originales, también los lejanos;

55.

invita a respaldar la puesta en marcha de cooperaciones internacionales entre regiones con vistas a apoyar acciones, sobre todo económicas y educativas, a favor de la conservación duradera de la biodiversidad a una escala en la que las regiones serían, a un tiempo, promotoras y bases de su ejecución.

56.

insiste en la importancia de crear un comité internacional de expertos en materia de biodiversidad que esté claramente inspirado en otros existentes, como el Centro Temático Europeo de la Naturaleza, la UICN o la IPBES (en fase de puesta en marcha).

Biodiversidad y cambio climático

57.

comprueba la determinante influencia de las condiciones climáticas en las especies y los ecosistemas y, por tanto, en la diversidad biológica, razón por la cual es preciso adoptar –por ejemplo en el caso de los sistemas ecológicamente inestables– un planteamiento por sistemas en vez de un planteamiento por especies. Invertir en un entorno natural podría conducir a la emergencia, por ejemplo, de nuevos ecosistemas;

58.

invita a actuar de tal forma que ninguna de las medidas contra las emisiones de gases de efecto invernadero tenga efectos negativos sobre la diversidad biológica;

59.

considera necesario acercar los centros de producción, sobre todo de alimentos, a los centros de consumo, para limitar el gasto energético provocado por el transporte de larga distancia, por una parte, y aumentar la soberanía y la autosuficiencia alimentaria de los Estados, por otra;

60.

puesto que observa, además, la contribución de las especies al movimiento planetario de los gases de efecto invernadero, en especial el CO2, invita a tener en cuenta el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los programas de conservación de la biodiversidad, por ejemplo preservando los tipos de hábitats que captan CO2 y producen O2, como los bosques y las zonas húmedas (marismas, turberas, etc.);

61.

constata que se ha recuperado el interés por los bosques, que vuelven a verse como recurso energético renovable, e insiste en la necesidad de que ello no dé lugar a una nueva gestión (monocultivo, ciclos de explotación reducidos, etc.) contraria a la diversidad biológica;

62.

insiste en que las inversiones y actividades vigentes productoras de energías renovables que provoquen una alteración del hábitat o consecuencias negativas para la biodiversidad (en especial las minicentrales y las centrales hidroeléctricas) han de utilizar el recurso natural respetando unas condiciones básicas que garanticen la subsistencia y continuidad de la biodiversidad potencial del entorno fluvial. En caso de que se produzca un descenso del rendimiento de la actividad por el hecho de respetar la biodiversidad, en ningún caso ello puede constituir un derecho a percibir ayudas públicas como compensación, ya que se trata de una obligación de obligado cumplimiento. También ha de garantizarse absolutamente el corredor ecológico que representa el curso de agua y el entorno del llano fluvial, a fin de no aislar las poblaciones.

La base de conocimientos

63.

insiste en la necesidad de disponer de conocimientos fiables sobre la diversidad biológica, su estado y la funcionalidad de los ecosistemas, y en que tales conocimientos estén el alcance del mayor número posible de personas;

64.

recalca la importancia de la investigación en el ámbito de las ciencias de la naturaleza y la ecología. Por ello debe crearse una red de espacios con protección integral o de zonas de «espacios naturales» que constituya un observatorio de las dinámicas naturales, especialmente bajo la influencia del cambio climático;

65.

sugiere desarrollar la investigación para medir y analizar más precisamente el valor real (tanto cultural como económico) de la diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos que aporta; tal investigación deberá recurrir a equipos de las distintas disciplinas a fin de desarrollar un trabajo sistémico y alcanzar una visión global que abarque elementos tanto naturalistas como culturales;

66.

insiste en la necesidad de conocer y determinar debidamente, tanto a escala nacional como regional, las principales causas de la pérdida de diversidad biológica y de la consecuente reducción de los servicios ecosistémicos para poder elaborar y aplicar estrategias de conservación eficaces;

67.

subraya la absoluta necesidad de elaborar o perfeccionar un conjunto de indicadores pertinentes (por ejemplo los del proyecto SEBI-2010), iguales en toda Europa, para la supervisión operativa de la evolución de la diversidad biológica, su estado y la funcionalidad de los ecosistemas;

68.

invita a los Estados miembros a recuperar y renovar la enseñanza, en especial la superior, de las ciencias de la naturaleza, particularmente sobre el terreno, y del conocimiento de las especies y los ecosistemas;

69.

invita a los Estados miembros a integrar asignaturas sobre biodiversidad en la enseñanza técnica superior y la formación profesional (ordenación del territorio, agricultura, construcción de infraestructuras, economía, urbanismo, etc.).

Las grandes medidas de apoyo

70.

insiste en la imperiosa necesidad de dotar a los entes nacionales, locales y regionales de los medios humanos, técnicos y financieros necesarios para apoyar programas duraderos, es decir, mucho más allá de 2010, a fin de garantizar la conservación a largo plazo de la biodiversidad;

71.

pide que se aumenten las dotaciones presupuestarias y se simplifiquen los procedimientos de autorización correspondientes sin reducir los beneficios para la diversidad biológica, en especial en lo relativo a LIFE+, aunque también que se mejore la utilización de los fondos de FEDER, FEADER y FEP en favor de la conservación de la biodiversidad;

72.

desea que se aplique de forma estricta una ecocondicionalidad rigurosa en la atribución de las ayudas financieras correspondientes, empleando unos criterios que incluyan indicadores claros y fiables, como los del proyecto SEBI-2010;

73.

insiste enérgicamente en la necesidad de que los equipos administrativos y logísticos trabajen en estrecha cooperación desde la concepción de los proyectos, a fin de garantizar un enfoque sistémico (es decir, en la lógica coherente de un conjunto de elementos diferentes con interrelaciones dinámicas), ya sean de la Comisión, de los Estados miembros o de los entes locales y regionales;

74.

insiste enérgicamente en la necesidad de llevar a cabo programas de investigación científica, muy especialmente en el ámbito de las ciencias de la naturaleza y la ecología, a fin de disponer de los conocimientos indispensables para alcanzar el objetivo de detener la pérdida de diversidad biológica, y hace hincapié en la importancia de centrar los programas de adquisición de competencias y desarrollo de carreras científicas (por ejemplo, mediante becas europeas) en cuestiones relacionadas con la biodiversidad, tanto en el ámbito de las ciencias de la vida como en el de las ciencias sociales;

75.

subraya la importancia de acciones educativas, en particular, las dirigidas a escolares, estudiantes y jóvenes en general, orientadas a lograr el respaldo popular, es decir, dirigidas a todas las clases sociales, para afrontar los problemas y proteger la biodiversidad. Tales acciones deberían apoyarse en la cercanía de los entes locales y regionales a los ciudadanos.

Vigilancia

76.

recuerda que los resultados concretos de una política de conservación de la biodiversidad son a largo plazo: más allá de 2010 e incluso de 2020; por ello, la evaluación de los logros al cabo de dos años sólo puede referirse a la efectividad de la ejecución de las acciones;

77.

recuerda insistentemente que la evaluación de la diversidad biológica no debe enfocarse sólo al número de especies vivas, sino que ha de integrar plenamente sus interrelaciones, la complejidad de los ecosistemas y su funcionalidad;

78.

invita a las asociaciones naturalistas a valorizar sus conocimientos en el marco del seguimiento y la alerta sobre los cambios que se producen en materia de biodiversidad y a comunicarlos a los entes locales y regionales;

79.

invita a crear un «Observatorio de la biodiversidad» estable (que podría formar parte de un Centro Temático Europeo de la Naturaleza reforzado) como seguimiento de la actuación para la evaluación intermedia actual. Es deseable que este observatorio reciba información de otros nacionales, regionales y de otros ámbitos infranacionales.

Bruselas, 18 de junio de 2009

El Presidente

del Comité de las Regiones

Luc VAN DEN BRANDE