92002E0317

PREGUNTA ESCRITA E-0317/02 de Philip Bushill-Matthews (PPE-DE) a la Comisión. Preparativos para la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar en Barcelona.

Diario Oficial n° 229 E de 26/09/2002 p. 0073 - 0074


PREGUNTA ESCRITA E-0317/02

de Philip Bushill-Matthews (PPE-DE) a la Comisión

(12 de febrero de 2002)

Asunto: Preparativos para la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar en Barcelona

El Consejo Europeo de Lisboa de 2000 solicitó que se alcance un acuerdo sobre un programa social europeo en el Consejo Europeo de Niza en diciembre. Ahora que ya se ha aprobado el Programa Social Europeo ¿cómo cree la Comisión que se podrá hacer frente a la tendencia alcista del desempleo? ¿Está o no de acuerdo la Comisión en que, en este momento, la estructura de los mercados de trabajo de la Unión Europea es todavía demasiado rígida?

Respuesta de la Sra. Diamantopoulou en nombre de la Comisión

(2 de abril de 2002)

La agenda de política social (APS), que el Consejo Europeo de Lisboa de los días 23 y 24 de marzo de 2000 pidió a la Comisión que preparara, fue adoptada por el Consejo Europeo de Niza de 7 y 9 de diciembre de 2000. El informe más reciente sobre los progresos alcanzados hasta la fecha en el marco de la aplicación de la APS fue adoptado por la Comisión el 19 de febrero de 2002(1). En dicho informe se llega a la conclusión de que los trabajos están en curso y que los compromisos se van materializando progresivamente en acciones concretas. Además, se asumen nuevos retos y se establecen nuevas iniciativas, por ejemplo en lo que se refiere a la propuesta de planes de acción en materia de competencia y de movilidad, o a la evaluación de la repercusión de la estrategia europea de empleo.

El cuadro de indicadores sobre la aplicación de la agenda de política social debe situarse en el contexto más amplio de la estrategia de Lisboa y del informe de primavera de la Comisión al Consejo de Barcelona. En dicho informe, que constituye la principal contribución de la Comisión al Consejo Europeo de Barcelona (La estrategia de Barcelona Hacer realidad el cambio(2)), se establecen las bases para evaluar los progresos alcanzados en lo que rspecta al cumplimiento de los objetivos de Lisboa, incluido el del pleno empleo. Si bien se reconoce que el descenso del desempleo observado en los últimos cuatro años se ha interrumpido y que la creación de empleo se ha ralentizado considerablemente, en la Comunicación se señala que hay razones para ser moderadamente optimistas y creer que la actual recesión durará poco; asimismo, se indica que las condiciones actuales no ponen en tela de juicio unos principios económicos en esencia válidos, ni la necesidad de proseguir con la estrategia de Lisboa.

La estrategia de Lisboa está dirigida a incrementar la coherencia y el carácter sinérgico de las políticas económica, social y de empleo.

Las reformas estructurales llevadas a cabo en el marco de la estrategia europea de empleo desde 1997 ya han dado lugar a unos mejores resultados a largo plazo en los mercados de trabajo europeos, como se desprende de los siguientes hechos, que se ponen de manifiesto en el informe conjunto sobre el empleo de 2001:

- si bien el crecimiento económico ha sido más bajo que en el decenio de los ochenta, ha habido una clara aceleración de la creación de puestos de trabajo;

- la Unión ha registrado una reducción más rápida y fuerte de las tasas de desempleo;

- la Unión también está mejor equipada que en el pasado en términos de cualificaciones. Un mayor nivel de formación facilita la adaptación a los cambios en la actividad económica;

- por último, gracias a las políticas de los últimos años, orientadas hacia la estabilidad, este proceso se ha desarrollado sin grandes presiones inflacionistas, y la situación presupuestaria en los Estados miembros es actualmente mucho más fuerte que antes del inicio de la estrategia europea de empleo.

Si se mantienen estos esfuerzos, cabe esperar que la Unión será capaz de absorber con mayor rapidez la desaceleración económica y, de este modo, el actual estancamiento no influirá en absoluto en el ritmo de la reforma.

La Comisión considera que la continuación de las reformas estructurales en curso permitirá reducir posteriormente la persistente rigidez de los mercados de trabajo europeos.

Los elementos prioritarios de una reforma de esas características son:

- los desincentivos que disuaden a las personas de incorporarse a un puesto de trabajo y permanecer en él;

- las barreras que se oponen a una mayor movilidad profesional y geográfica;

- la capacidad limitada para prever y gestionar el cambio, que debería mejorarse, en particular mediante el diálogo social frente a la reestructuración empresarial.

(1) COM(2002) 89 final.

(2) COM(2002) 14 final.