PREGUNTA ESCRITA P-2110/01

de Olivier Dupuis (TDI) al Consejo

(12 de julio de 2001)

Asunto: Georgia/Chechenia Casos Russo y Robrillard

El 16 de octubre de 2000 Antonio Russo, corresponsal de Radio Radicale (Italia) que cubría desde Tbilisi la guerra en Chechenia, fue encontrado asesinado a algunos kilómetros de la capital de Georgia. Desde entonces, y a pesar de múltiples intentos, no ha surgido ningún elemento que pudiera aclarar las circunstancias de su muerte y conducir al descubrimiento de sus asesinos. Recientemente se ha sabido que unas semanas después del asesinato de Antonio Russo, el 28 de noviembre de 2000, se encontró muerto en su apartamento a Jan Robrillard, de nacionalidad francesa, consejero jurídico de derechos humanos de la Misión de la OSCE en Tbilisi. De acuerdo con los resultados de la investigación, murió presuntamente por asfixia como consecuencia de una fuga de gas. Por otra parte, según personas bien informadas, al parecer Antonio Russo y Jan Robrillard se conocían y se trataban.

Sobre la base de estas coincidencias, cuando menos inquietantes, se puede suponer con todo derecho que Jan Robrillard era la persona a la que Antonio Russo había entregado las cintas de vídeo y los documentos que poseía para que se encargara de custodiarlos, traducirlos y copiarlos. Algunos

días antes de su asesinato en Tbilisi, Antonio Russo había confiado a su madre en conversación telefónica que obraban en su poder pruebas terribles e irrefutables de las violencias y matanzas perpetradas en Chechenia por las fuerzas armadas de la Federación de Rusia y de la utilización por estas mismas fuerzas de armamento prohibido por los Convenios de Ginebra. Sin embargo, en el domicilio de Antonio Russo en Tbilisi no se encontraron estas supuestas pruebas.

¿Esta al corriente el Consejo de estos hechos? ¿Dispone el Consejo de informaciones concretas sobre las investigaciones llevadas a cabo en relación con la muerte de Jan Robrillard y sobre las conclusiones a que han llegado? En caso afirmativo, ¿qué iniciativas ha adoptado, incluso en colaboración con las autoridades georgianas, francesas e italianas, para determinar las conexiones que pudieran existir entre ambos casos y, por consiguiente, para elucidarlos?

Respuesta

(27 de noviembre de 2001)

Al tener conocimiento de las muertes de Antonio Russo y Jan Robrillard, el Consejo las ha lamentado profundamente. Ambos habían optado por trabajar en áreas importantes y difíciles y habían demostrado la firmeza de sus compromisos. Ambos merecen, sin lugar a dudas, el respeto de sus colegas.

En los meses transcurridos desde que se hicieron públicas las noticias de estas muertes, el Consejo ha puesto su confianza en las policías italiana, francesa y georgiana para esclarecer las circunstancias en que se produjeron. Los representantes de los Estados miembros de la UE en Tbilisi, así como la Delegación local de la Comisión, mantienen una constante vigilancia sobre los acontecimientos pero el Consejo no ha recibido ninguna información detallada sobre la realización ni los resultados de las investigaciones.

Por supuesto, no corresponde al Consejo comentar los rumores ni las conjeturas.

Lo cierto es la firmeza de la postura pública del Consejo ante la violencia contra los periodistas y a favor de la libertad de los medios de comunicación. En los últimos meses, por desgracia, no han faltado ocasiones de que el Consejo reafirme sus compromisos sobre estas cuestiones.

En la medida en que sigan ejerciéndose la violencia contra los periodistas y las restricciones a la libertad de los medios de comunicación en los distintos países, el Consejo continuará utilizando todas las vías de diálogo político que tenga en su mano para llamar la atención sobre estos abusos y presionar para que cesen.