COMISIÓN EUROPEA
Bruselas, 16.9.2022
COM(2022) 463 final
INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES
sobre la aplicación del Reglamento (CE) n.º 850/2004 relativo a los contaminantes orgánicos persistentes
{SWD(2022) 291 final}
Índice
Índice
1.
Introducción
2.
Medidas de gestión y control
2.1
Descripción general
2.2
Producción, comercialización, uso y ejecución
2.3
Existencias
2.4
Gestión y almacenamiento de residuos
3.
Liberaciones en el medio ambiente y concentraciones ambientales
4.
Actividades para promover el intercambio de conocimientos
5.
Conclusiones
Cuadros
Cuadro 1: Reducción de las emisiones de policlorobifenilos (PCB) sobre la base de los datos notificados con arreglo al Protocolo COP de la CEPE (un porcentaje negativo indica un aumento)
Gráficos
Gráfico 1.: Resumen de las principales fuentes de las sustancias sujetas a las disposiciones sobre reducción de las emisiones (anexo III), sobre la base de los datos de la CEPE 2013-2015 (emisiones a la atmósfera)
Gráfico 2.: Mapas de vigilancia del EMEP para Europa. El diagrama «a» presenta las concentraciones atmosféricas de 1990 y el diagrama «b» presenta las de 2014.
Gráfico 3.: Mapas de vigilancia del EMEP para Europa. El diagrama «a» presenta las concentraciones atmosféricas de 1990 y el diagrama «b» presenta las de 2014.
1.1.
Introducción
Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son sustancias químicas que suscitan preocupación a escala mundial debido a sus propiedades persistentes, bioacumulables y tóxicas (PBT) y a su capacidad para ser transportadas a lo largo de grandes distancias, lo cual da lugar a su descarga y acumulación lejos del lugar de producción y uso. Dos tratados internacionales abordan la cuestión de los COP, con el objeto de proteger la salud humana y el medio ambiente de sus efectos adversos eliminando o reduciendo su producción, uso y liberación en el medio ambiente. El Protocolo de Aarhus sobre contaminantes orgánicos persistentes se adoptó en 1998 en el marco del Convenio de la CEPE sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia (CLRTAP) y el Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes (el «Convenio») se adoptó en 2001 y entró en vigor en 2004.
La Unión Europea (la «Unión») es Parte en el Protocolo de Aarhus y en el Convenio, y adoptó el Reglamento (CE) n.º 850/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, sobre contaminantes orgánicos persistentes y por el que se modifica la Directiva 79/117/CEE (Reglamento sobre COP) con el fin de aplicar el Convenio. El Reglamento (CE) n.º 850/2004 ha sido derogado y sustituido por el Reglamento (UE) 2019/1021 sobre contaminantes orgánicos persistentes a partir del 15 de julio de 2019 [entrada en vigor del Reglamento (UE) 2019/1021].
Cabe señalar que el Reglamento (CE) n.º 850/2004 contenía una obligación específica de información de la Comisión en virtud del artículo 12, apartado 6, que ya no existe, ya que no existe ninguna disposición correspondiente en el Reglamento (UE) 2019/1021. No obstante, la Comisión considera adecuado adoptar un informe para el período 2013-2015 basado en los informes de los Estados miembros de conformidad con el Reglamento (CE) n.º 850/2004, ya que dicho informe sirve a los objetivos del Reglamento (UE) 2019/1021 en lo que respecta al seguimiento de los progresos realizados en la eliminación del uso y la liberación de COP.
El Reglamento sobre COP se actualizó de forma regular para incorporar las enmiendas al Convenio y al Protocolo (que consisten principalmente en la adición de nuevas sustancias a los anexos correspondientes) a la legislación de la Unión e impone obligaciones específicas a los operadores en todos los Estados miembros de la UE. Estas obligaciones incluyen detalles relativos a la producción, la comercialización y el uso de los COP contenidos en tres anexos (anexo I: prohibidos, anexo II: restringidos, anexo III: liberados de forma no intencional). Asimismo, el Reglamento abarca la gestión de las existencias de dichas sustancias, las liberaciones en el medio ambiente y el control de las concentraciones ambientales, y contiene disposiciones para la gestión de residuos. Como parte del Reglamento sobre COP, también se exige que los Estados miembros elaboren planes de aplicación y de acción nacionales para determinar y gestionar las fuentes de COP en sus territorios.
Las obligaciones de presentación de informes para los Estados miembros y la Comisión Europea en virtud del Reglamento (CE) n.º 850/2004 se describían en el artículo 12. Se exigía que los Estados miembros notificaran anualmente los datos estadísticos relativos a la producción y comercialización de las sustancias incluidas en los anexos I y II. Asimismo, se les exigía que informaran a la Comisión cada tres años acerca de la aplicación de las disposiciones del Reglamento sobre COP. La Comisión tenía la obligación de elaborar cada tres años un informe de síntesis que condensara la información proporcionada por los Estados miembros, así como la información justificativa facilitada a través del registro europeo de emisiones y transferencias de contaminantes (PRTR europeo) y los inventarios de emisiones CORINAIR del Programa concertado de seguimiento continuo y evaluación del transporte a gran distancia de los contaminantes atmosféricos en Europa (EMEP). También se exigía a la Comisión que remitiera un resumen de dicho informe de síntesis al Parlamento Europeo y al Consejo.
Hasta la fecha se habían publicado tres informes de síntesis que abarcaban las actividades de la Unión y sus Estados miembros en virtud del Reglamento (CE) n.º 850/2004. El primer informe de síntesis abarca el período comprendido entre la entrada en vigor del Reglamento sobre COP, en 2004, y 2006, y se publicó en 2009. El segundo informe de síntesis, publicado en 2011, abarca el período 2007-2009. El tercer informe de síntesis, publicado en 2021, abarca el período 2010-2013. El cuarto informe de síntesis de la Unión abarca el período comprendido entre 2013 y 2015 y el presente resumen tiene por objeto proporcionar una versión abreviada del informe principal con las principales conclusiones. Para un análisis más detallado de las conclusiones presentadas, debe consultarse el informe completo.
2.2.
Medidas de gestión y control
2.12.1
Descripción general
La gestión de los COP abarca múltiples elementos del ciclo de vida de una sustancia. Esto comprende la producción, la comercialización y el uso de sustancias químicas, así como las existencias de bienes obsoletos, las cuestiones relativas a la gestión de los residuos y la ejecución del Reglamento en cuestión.
2.22.2
Producción, comercialización, uso y ejecución
Sobre la base de la información facilitada por los Estados miembros sobre la producción y comercialización de las sustancias enumeradas en los anexos I y II, solo se produjo una sustancia COP en el período 2013-2015, a saber, ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS), teniendo en cuenta que existían exenciones en vigor para el PFOS (el uso principal era como tratamiento antivaho en el cromado de metales). Además, se importaron dos sustancias de los anexos I y II (en consonancia con las exenciones), a saber, hexabromociclododecano (HBCDD) y parafinas cloradas de cadena corta (PCCC).
Sobre la base de la información facilitada, pueden recogerse los siguientes datos:
·Dos Estados miembros (DK y FI) notificaron la importación de HBCDD. Dinamarca solo notificó importaciones para el año 2014, por una cantidad de 1,4 toneladas; mientras que Finlandia señaló que se habían producido importaciones, pero estaban disminuyendo.
·Dinamarca (15 toneladas en 2013 y 5 toneladas en 2014) y Suecia (2,8 toneladas anuales) notificaron la importación de PCCC.
·La producción de PFOS en la UE solo tuvo lugar en un Estado miembro, Alemania. La producción disminuyó de 9 toneladas anuales en 2013 a 2,4 toneladas en 2015. Aproximadamente el 50 % del PFOS producido se exportó o envió a Estados miembros de la UE (principalmente BE, DK, NL, AT, FI y SE). La cantidad restante de PFOS producido se utilizó en Alemania, principalmente como tratamiento antivaho en el cromado de metales.
Un reducido número de Estados miembros se acogió también a las disposiciones recogidas en el artículo 4 para el uso de COP en actividades de investigación o análisis. Cinco Estados miembros (BE, ES, FR, AT y PL) declararon que se exportaban pequeñas cantidades de COP con fines de investigación o análisis. Estas exportaciones se destinaban principalmente a países africanos y asiáticos y abarcaban los plaguicidas con COP y los policlorobifenilos (PCB).
Cuatro Estados miembros (BE, BG, NL y SE) han incoado procedimientos de ejecución relativos a la venta ilegal de COP en la UE. Además, España informó de una larga serie de procedimientos judiciales (iniciados en 1989) en relación con la contaminación de tierras por lindano.
Los detalles de los procedimientos de ejecución incluyen:
·Bélgica informó de procedimientos de ejecución incoados en 2013 por la detección de hexaclorobenceno (HCB) en artificios de pirotecnia. Además, se detectaron PCCC en muestras puntuales de luces de Navidad, pero no se produjo ningún procedimiento de ejecución en este caso.
·Bulgaria comentó que se habían incoado procedimientos de ejecución, pero sin aportar más detalles.
·Los Países Bajos comentaron que en 2012 se habían incoado procedimientos de ejecución contra dos empresas en relación con PFOS en espumas antiincendios que superaban los límites de concentración establecidos en el Reglamento para sustancias o mezclas. También se iniciaron actividades de ejecución en relación con la detección de HCB en artificios de pirotecnia.
·Suecia indicó que en 2013 se habían incoado procedimientos de ejecución en relación con la presencia de PCCC en juguetes. Además, en 2014 y 2015 se detectaron HCB y PCCC en una serie de artículos domésticos importados en la Unión Europea.
2.32.3
Existencias
Las existencias de sustancias COP notificadas para el período 2013-2015 se referían normalmente a tres tipos de productos, a saber, PCB o equipos dieléctricos contaminados por PCB, plaguicidas obsoletos y existencias restantes de sustancias, mezclas o artículos que contenían COP recientemente añadidos al Convenio y al Reglamento. Varios Estados miembros ya habían tomado medidas importantes para identificar y retirar del servicio los equipos que contenían PCB.
En una encuesta realizada en 2017, los Estados miembros facilitaron estimaciones de la escala de las existencias restantes de PCB en uso para 2015 con respecto a una base de referencia de 1990. Trece Estados miembros respondieron, con estimaciones que oscilaban entre el 0,3 % y el 49 %. Las estimaciones de las existencias restantes en 2015 de once Estados miembros (BE, CZ, DK, DE, IE, LT, NL, PT, FI, SE y UK) se situaban por debajo del 10 % en comparación con 1990, con esfuerzos significativos encaminados a la eliminación y destrucción definitivas. Los otros dos Estados miembros (HR y RO) citaron reservas restantes del orden del 30 % y el 49 % de la base de referencia de 1990, respectivamente.
Con respecto a los COP en plaguicidas, varios Estados miembros señalaron que nunca habían producido ni utilizado estas sustancias o que habían comenzado a eliminarlas gradualmente en una fase temprana, lo que significaba que en 2013 ya no había existencias en el país.
Por lo que se refiere a las sustancias, mezclas o artículos que contienen COP añadidos al Reglamento después de 2009, las existencias primarias se refieren al PFOS. Cuatro Estados miembros (DE, ES, LU y UK) notificaron que disponían de existencias de PFOS, principalmente en relación con espumas antiincendios, que estaban sujetas a una gestión adicional.
2.42.4
Gestión y almacenamiento de residuos
Si bien buena parte de los Estados miembros ha aprobado programas para recoger y destruir los plaguicidas obsoletos, también han destacado el problema de la tierra contaminada, especialmente aquella que está próxima a los antiguos lugares de fabricación de dichas sustancias. Los datos de los Países Bajos y Finlandia pusieron de relieve el número potencialmente elevado de emplazamientos que pueden estar contaminados, mientras que España también reflexionó sobre las tierras contaminadas relacionadas con la antigua fabricación de lindano y los residuos de subproductos de hexaclorociclohexano. Entre las medidas de rehabilitación habituales se encuentra la excavación, la cual, a su vez, genera grandes cantidades de suelo contaminado que ha de tratarse como residuo peligroso.
3.3.
Liberaciones en el medio ambiente y concentraciones ambientales
El artículo 6, apartado 1, del Reglamento (CE) n.º 850/2004 obligaba a los Estados miembros a elaborar inventarios de emisiones a la atmósfera, a las aguas y a los suelos respecto a las sustancias incluidas en el anexo III, en el plazo de los dos años siguientes a su entrada en vigor. Los inventarios de emisiones constituyen un recurso esencial para los responsables políticos durante el desarrollo de los planes nacionales de aplicación. Concretamente, ayudan a determinar fuentes clave para la reducción de las emisiones o ámbitos que plantean dudas en los que se necesita investigar más para contribuir a la caracterización de las fuentes.
Veintiún Estados miembros (de un total de veintiocho) facilitaron datos estimados de emisiones en sus informes. Los datos diferían en cuanto a su exhaustividad, ya que incluían estimaciones de emisiones solamente a la atmósfera (catorce Estados miembros), estimaciones de emisiones a la atmósfera y las aguas (tres Estados miembros) y estimaciones de emisiones a la atmósfera, las aguas y los suelos (cuatro Estados miembros). Estas variaciones ponen de manifiesto las principales lagunas existentes en el conjunto de datos disponibles. También se utilizaron los datos de la base de datos de emisiones del EMEP (WebDab) para obtener una imagen más completa. Esta base de datos proporciona las emisiones notificadas para el período 2013-2015, en particular información sobre los datos presentados a la CEPE como parte del Protocolo de Aarhus (emisiones a la atmósfera). Se compararon con los datos del sitio web del PRTR europeo y con los datos de vigilancia ambiental del Centro de sintetización meteorológica-Este (CSM-E) del EMEP y el Programa de vigilancia y evaluación del Ártico (AMAP) para corroborar las tendencias de emisiones.
Veintisiete de los veintiocho Estados miembros han elaborado y proporcionado estimaciones de emisiones relativas a dioxinas y furanos, PCB y HCB, mientras que los veintiocho Estados miembros han proporcionado estimaciones de emisiones para hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Es importante señalar que los datos de la CEPE solo cubren las emisiones atmosféricas y que los informes del artículo 12 estaban dominados en gran medida por las emisiones a la atmósfera. Muchos menos Estados miembros (siete de veintiocho) facilitaron estimaciones de las emisiones al agua y al suelo.
Con los datos de la CEPE relativos a las sustancias del anexo III se elaboró un resumen de las principales fuentes de emisión de cada sustancia COP para las emisiones atmosféricas, ilustrado en el gráfico 1.
Dioxinas y furanos
Las dioxinas y los furanos no se producen comercialmente y suelen estar relacionados con procesos de combustión incompleta, como la combustión al aire libre, o con la metalurgia. La principal fuente identificada para la Unión Europea en el gráfico 1 fue el sector de la generación de energía (en particular las operaciones de refinería de petróleo), que representaba el 27 % de todas las emisiones. Esta cifra fue solo ligeramente superior (en proporción) al uso residencial de combustibles sólidos, que representaba el 23 % de todas las emisiones. Si bien el sector de la generación de energía consume grandes cantidades de combustibles fósiles sólidos, la elevada temperatura de funcionamiento y los avanzados niveles de reducción que exige la política de la Unión en materia de emisiones industriales hacen que la emisión por tonelada de carbón sea muy inferior a la generada por las fuentes residenciales. Aparte del uso residencial de combustibles, las otras fuentes principales de emisiones fueron la incineración de residuos (energía procedente de residuos) (19 %), la combustión de otros combustibles fósiles en la industria (10 %) y la fabricación de metales (9 %). La comparación con los datos del PRTR europeo corrobora la conclusión, con un 82 % de emisiones de fuentes puntuales relacionadas con centrales eléctricas y otro 10 % con instalaciones de fabricación de metales.
Cuando los Estados miembros han facilitado estimaciones para vectores distintos a la atmósfera, ha habido un acuerdo generalizado en cuanto a que las emisiones a la atmósfera eran en gran medida equivalentes a las emisiones a los residuos
. El diseño del proceso y la reducción de las emisiones atmosféricas ha mejorado desde la aparición de la Directiva 2000/76/CE
relativa a la incineración de residuos, y las emisiones a la atmósfera de dioxinas y furanos de la industria se redujeron considerablemente entre 1990 y 2015.
Gráfico 1.: Resumen de las principales fuentes de las sustancias sujetas a las disposiciones sobre reducción de las emisiones (anexo III), sobre la base de los datos de la CEPE 2013-2015 (emisiones a la atmósfera)
Dioxinas y furanos
Policlorobifenilos
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
Hexaclorobenceno (HCB)
No obstante, esto da lugar a la generación de residuos derivados del control de la contaminación atmosférica, denominados en ocasiones cenizas volantes, que pueden estar muy contaminados con contaminantes como dioxinas y furanos. Es necesario interpretar los datos con prudencia, ya que las emisiones a la atmósfera, la tierra y el agua son liberaciones directas que se pierden en el medio ambiente de manera incontrolada, mientras que el término «residuos» hace referencia a los residuos sólidos contaminados generados, que suelen eliminarse de forma controlada y no constituyen necesariamente una pérdida total en el medio ambiente.
Policlorobifenilos (PCB)
Los PCB tenían un uso comercial dentro de una variedad de aplicaciones, pero en particular en equipos dieléctricos. Su elevado nivel de estabilidad química y persistencia los convertía en fluidos portadores de calor ideales para esta aplicación. Los PCB también se pueden producir de forma no intencional, especialmente a través de la combustión. El gráfico 1 indica que la principal fuente de emisiones fueron los equipos dieléctricos, que aportaron el 52 % del total de las emisiones a la atmósfera. Esto representa una contribución mucho mayor que la comunicada (32 %) en el período de referencia anterior (2010-2012).
Un examen más detallado de las tendencias temporales y sectoriales en las emisiones de PCB, notificadas en el conjunto de datos WebDab del EMEP, sugiere que una de las fuentes de emisión de PCB más importantes en Europa en 2000 fue la producción de hierro y acero (2 285 kg: 33 % del total). Desde entonces, la contribución total y porcentual de esta fuente ha disminuido sustancialmente, hasta aportar 428 kg (12 %) en 2015. Esto sugiere que, en los últimos veinte años, las emisiones de PCB procedentes de fuentes industriales han disminuido con la introducción de procesos más eficientes de combustión y reducción de emisiones, mientras que las emisiones procedentes de equipos eléctricos y residuos han disminuido mucho más lentamente, lo que ha dado lugar a una contribución relativa cada vez mayor de esta fuente al total de la Unión.
Otras fuentes importantes de emisiones atmosféricas de PCB en el período de referencia actual son la combustión residencial de combustibles (especialmente los combustibles sólidos como el carbón y la madera residual) (15 %), así como la fabricación de metales (13 %). El cuadro 1 ofrece un resumen de las emisiones notificadas en 2015.
El gráfico 2 muestra mapas de los datos de vigilancia ambiental disponibles del CSM-E del programa EMEP en 1990 y en 2014, a efectos de comparación con las estimaciones de los inventarios. Tanto los datos del EMEP para Europa recogidos en el gráfico 2 como los de vigilancia del Ártico del AMAP indican una clara disminución de las emisiones y las concentraciones atmosféricas ambiente desde 1990.
Los datos disponibles sobre la emisión de PCB a vectores distintos a la atmósfera son limitados. De acuerdo con los informes presentados por ocho Estados miembros (BE, CZ, IE, ES, FR, NL, SE y UK) en virtud del artículo 12, no había ningún patrón claro manifiesto. Los distintos Estados miembros subrayaron la importancia del agua, la tierra y los residuos en distinta medida.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
Los HAP son una familia de sustancias químicas que pueden formarse de manera natural en el medio ambiente a partir de la combustión de vegetación, por ejemplo, en incendios forestales, pero también proceden de fuentes antropogénicas, especialmente vinculadas a la combustión de combustibles fósiles. Los datos presentados en el gráfico 1 muestran como fuente dominante de emisiones de HAP el uso de combustibles domésticos, especialmente el carbón, que representaba el 77 % del total de las emisiones en el período comprendido entre 2013 y 2015.
Otras fuentes importantes de emisiones de HAP a la atmósfera fueron la producción de hierro y acero (en particular el uso de combustibles fósiles) (7 %), los incendios naturales (3 %) y otras formas de combustión de combustibles fósiles, en especial el transporte por carretera, que representa el 1 % de las emisiones atmosféricas totales. Se estimó que las emisiones anuales medias disminuyeron más de un 90 % entre 1990 y 2015 (sobre la base de los datos comunicados por el EMEP). Esta reducción es similar a la observada para las dioxinas y furanos y los PCB, aunque un pequeño número de Estados miembros ha experimentado un aumento de las emisiones desde 1990. Los datos de vigilancia del EMEP indican en 2015 una reducción del 40 % de las concentraciones de HAP aerotransportados desde 1990, en comparación con las reducciones del 60 % para los PCB y del 85 % para las dioxinas y furanos.
Cuadro 1: Reducción de las emisiones de policlorobifenilos (PCB) sobre la base de los datos notificados con arreglo al Protocolo COP de la CEPE (un porcentaje negativo indica un aumento)
|
Estado miembro
|
Emisiones a la atmósfera en 1990
kg
|
Emisiones a la atmósfera en 2015
kg
|
Reducción de las emisiones anuales entre 1990 y 2015 en porcentaje
|
|
Bélgica
|
107,1
|
3,1
|
97 %
|
|
Bulgaria
|
13,8
|
3,0
|
78 %
|
|
Chequia
|
3,7
|
1,8
|
52 %
|
|
Dinamarca
|
110,5
|
41,5
|
62 %
|
|
Alemania
|
1 735,6
|
229,0
|
87 %
|
|
Estonia
|
8,4
|
4,2
|
49 %
|
|
Irlanda
|
40,5
|
14,5
|
64 %
|
|
Grecia
|
9,2
|
29,1
|
– 216 %
|
|
España
|
25,8
|
26,9
|
-4 %
|
|
Francia
|
176,8
|
41,6
|
76 %
|
|
Croacia
|
483,1
|
425,1
|
12 %
|
|
Italia
|
288,8
|
194,8
|
33 %
|
|
Chipre
|
0,0
|
0,0
|
-9 %
|
|
Letonia
|
4,3
|
0,2
|
94 %
|
|
Lituania
|
6,2
|
1,3
|
79 %
|
|
Luxemburgo
|
39,9
|
3,1
|
92 %
|
|
Hungría
|
25,9
|
10,8
|
59 %
|
|
Malta
|
|
0,0
|
|
|
Países Bajos
|
0,09 g
|
0,09 g
|
0 %
|
|
Austria
|
47,2
|
35,7
|
24 %
|
|
Polonia
|
760,6
|
627,3
|
18 %
|
|
Portugal
|
2 305,7
|
85,9
|
96 %
|
|
Rumanía
|
134,7
|
20,2
|
85 %
|
|
Eslovenia
|
416,9
|
38,9
|
91 %
|
|
Eslovaquia
|
66,2
|
18,4
|
72 %
|
|
Finlandia
|
33,4
|
35,7
|
-7 %
|
|
Suecia
|
9,0
|
9,1
|
-2 %
|
|
Reino Unido
|
6 744,5
|
608,5
|
91 %
|
Los datos disponibles sobre HAP para otros vectores distintos a la atmósfera son limitados. No obstante, de acuerdo con los cuatro Estados miembros (CZ, ES, NL y UK) que facilitaron datos, el agua y los residuos también son vectores de emisiones clave para los HAP. La comparación con el PRTR europeo señaló que la principal fuente de emisiones de HAP al agua eran los procesos de refinado de petróleo, mientras que los residuos de la combustión, los residuos metalúrgicos y los residuos de la reparación de automóviles eran importantes fuentes de residuos.
Clorobencenos (hexaclorobenceno y pentaclorobenceno)
El hexaclorobenceno (HCB) se identificó como sustancia del anexo III en 2004 y el pentaclorobenceno (PeCB) se añadió a los anexos I y III del Reglamento en 2010, tras su adición al Convenio de Estocolmo. Tanto el HCB como el PeCB tenían un uso comercial previo como plaguicidas, pero también se creaban como un subproducto de otros procesos industriales, especialmente la fabricación de disolventes organoclorados. El PeCB también se empleaba para reducir la viscosidad de los PCB en los equipos dieléctricos. El HCB y el PeCB se pueden producir asimismo como un producto de la combustión de combustibles fósiles sólidos, aceites usados y materiales de desecho.
Las estimaciones relativas al PeCB son muy limitadas, ya que solo cinco Estados miembros proporcionan estimaciones (CZ, ES, NL, AT y UK). Las estimaciones comunicadas oscilan entre menos de 0,01 kg y 50 kg, lo que muestra de nuevo grandes variaciones entre los Estados miembros.
Los datos presentados sobre el HCB correspondientes a la atmósfera en el gráfico 1 revelan que el 33 % del total de las emisiones a la atmósfera procede de la metalurgia como fuente principal. Sin embargo, más allá de la fabricación de metales, la combustión de combustibles fósiles (en particular el carbón) domina en gran medida, ya que la combustión industrial de combustibles fósiles (25 %), la combustión doméstica (18 %), las centrales eléctricas (12 %) y la combustión agrícola de combustibles (1 %) juntas representan más de la mitad de todas las emisiones a la atmósfera (56 % de todas las emisiones).
Gráfico 2.: Mapas de vigilancia del EMEP para Europa. El diagrama «a» presenta las concentraciones atmosféricas de 1990 y el diagrama «b» presenta las de 2014.
Dioxinas y furanos
Policlorobifenilos
Gráfico 3.: Mapas de vigilancia del EMEP para Europa. El diagrama «a» presenta las concentraciones atmosféricas de 1990 y el diagrama «b» presenta las de 2014.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos
Hexaclorobenceno
La vigilancia del EMEP indicó disminuciones significativas de las concentraciones aerotransportadas de HCB, que se habían reducido un 85 % desde 1990 hasta 2015. Sin embargo, la vigilancia atmosférica del Ártico del AMAP presentó una imagen diferente, con tan solo una disminución muy leve de las concentraciones aerotransportadas de HCB en la zona del Ártico.
Los datos disponibles sobre las estimaciones de las emisiones a vectores distintos a la atmósfera son muy limitados, ya que únicamente ocho Estados miembros (BE, CZ, IE, ES, FR, NL, SE y UK) han incluido dicha información en los informes presentados con respecto al HCB en virtud del artículo 12. Asimismo, Chequia, España, Austria y el Reino Unido facilitaron estimaciones de las emisiones de PeCB a otros vectores. De acuerdo con estos datos, después de la atmósfera, el agua y los residuos son los segundos vectores de emisiones más importantes para el HCB, mientras que para el PeCB son de gran importancia el agua y el suelo.
4.4.
Actividades para promover el intercambio de conocimientos
Dieciocho Estados miembros (BE, BG, CY, CZ, DK, DE, EE, IE, LV, LU, NL, AT, PL, PT, RO, SI, SE y UK) han presentado informes trienales completos como parte de los informes del artículo 12. Cuatro Estados miembros (EL, IT, HU y MT) no presentaron ningún informe anual o trienal. Esto ha dificultado las observaciones sobre las actividades de determinados Estados miembros con respecto al intercambio de conocimientos, la participación pública y la sensibilización.
Los informes disponibles indicaron que se han implantado sistemas para permitir el intercambio de conocimientos y la divulgación de información. Nueve Estados miembros (BG, CZ, DE, FR, NL, PL, SI, RO y UK) observaron que se servían de sus redes de intercambio de conocimientos para cooperar plenamente con las partes interesadas en el desarrollo de planes nacionales de aplicación con el fin de garantizar que la industria, el mundo académico, las organizaciones no gubernamentales y el público en general participaran y tuvieran la oportunidad de expresar su opinión en las labores realizadas.
Quince Estados miembros (BE, CZ, DK, DE, IE, ES, FR, LV, LU, NL, PL, SI, SK, FI y SE) también han proporcionado apoyo financiero o técnico durante el período 2013-2015. Esto se ha llevado a cabo en gran medida a través de sistemas organizados como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) o el Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos a Nivel Internacional (SAICM).
De forma paralela al apoyo a los sistemas mundiales, muchos Estados miembros también comunicaron iniciativas nacionales que se habían llevado a cabo, entre ellas:
§celebración de talleres y conferencias para expertos internacionales;
§financiación de programas de investigación para la labor relativa a los COP en residuos en África;
§financiación de programas de investigación de la vigilancia en el Ártico;
§comunicación bilateral y desarrollo de conocimientos con países no pertenecientes a la UE; así como
§programas de investigación sobre la presencia de COP en Estados de la antigua Unión Soviética.
Los Estados miembros también realizaron observaciones sobre el trabajo de sensibilización del público general y cooperación con el público en general. Se habían puesto en marcha actividades para dar a conocer las cuestiones relativas a los COP utilizando una serie de iniciativas tales como:
§elaboración de información para su divulgación entre el público en general;
§talleres y seminarios para organizaciones de partes interesadas;
§campañas de sensibilización pública y cuestionarios para recabar la opinión del público en general.
5.5.
Conclusiones
El cuarto informe de síntesis abarca todos los aspectos exigidos por el Reglamento sobre COP y su aplicación en la Unión y en cada Estado miembro. En la presente sección se extraen algunas conclusiones sobre la labor realizada y los progresos logrados para eliminar los COP en la Unión.
Producción, comercialización y uso de sustancias químicas
La producción de COP se limitó únicamente al PFOS, y el volumen de producción de PFOS en el período 2013-2015 disminuyó drásticamente (de 9 toneladas al año a 2,4 toneladas). Además, un pequeño número de Estados miembros seguía importando HBCDD y PCCC. Algunos Estados miembros hicieron uso de la excepción para la importación/exportación de COP con fines de investigación o análisis.
Las actividades de ejecución detectaron posibles problemas debidos a la presencia de HCB en artificios de pirotecnia en tres Estados miembros, relacionados con la importación de artificios de pirotecnia. Esta situación se refería principalmente a artificios de pirotecnia fabricados en Asia, en particular en China. En otros casos de ejecución se detectaron posibles problemas con las PCCC en juguetes y otros artículos (en particular, las luces de Navidad). También se detectó PFOS en las existencias restantes de espumas antiincendios «en uso».
Gestión de residuos y zonas contaminadas
La mayoría de los Estados miembros ha avanzado considerablemente en la retirada y eliminación definitivas de los PCB de los equipos dieléctricos. Once de los trece Estados miembros estimaron que las existencias restantes eran inferiores al 10 % con respecto a la base de referencia de 1990. Otros dos Estados miembros señalaron que pueden existir reservas más significativas (30 % y 49 % respecto a los niveles de 1990, respectivamente).
La mayoría de los Estados miembros contaban con mecanismos para identificar, recoger y destruir plaguicidas obsoletos que pudieran contener COP. No se han notificado existencias de plaguicidas obsoletos. Sin embargo, cuatro Estados miembros identificaron reservas de PFOS (en gran parte relacionadas con espumas antiincendios), que se gestionaron adecuadamente para su destrucción definitiva.
Algunos Estados miembros también han destacado los retos con las tierras contaminadas y los COP que requieren una gestión activa durante muchos años después de que se haya producido la contaminación inicial.
Liberaciones en el medio ambiente y concentraciones ambientales
Los datos sobre la emisión de sustancias del anexo III muestran una fuerte disminución desde 1990, y los datos de vigilancia de las concentraciones atmosféricas ambiente (véase el gráfico 3) muestran una clara mejora.
Las principales fuentes de emisiones de COP varían según las sustancias, pero como tema común la combustión de combustibles sólidos y residuos (tanto en entornos industriales como domésticos) es importante, al igual que la fabricación de metales. Para determinados COP es importante un conjunto más selecto de fuentes, por ejemplo, la fuga de equipos dieléctricos es clave para los PCB.
Se dispone de datos sobre las emisiones a la atmósfera, mientras que los datos sobre otros vectores son mucho más limitados. En particular, en el caso del agua y del suelo, solo siete y cuatro Estados miembros, respectivamente, notificaron datos de estimaciones de emisiones, sin tendencias claras que permitan un análisis comparativo. Además, los datos subyacentes utilizados en dichos informes deben elaborarse en un formato armonizado para que puedan incorporarse fácilmente a IPCheM.
Intercambio de conocimientos y asistencia financiera y técnica
Tan solo dieciocho de los veintiocho Estados miembros presentaron informes completos necesarios para evaluar plenamente este tema específico. Sin embargo, todos los que facilitaron información han establecido redes de comunicación con respecto a los COP con el fin de facilitar el debate entre los responsables políticos, la industria, el mundo académico y el público en general. La mayoría ha establecido sistemas para buscar la participación pública como parte del desarrollo continuo de los planes nacionales de aplicación.
La Unión y los Estados miembros apoyaron sustancialmente el trabajo realizado en el marco del Convenio mediante el pago de su contribución obligatoria como Parte signataria y mediante contribuciones al Fondo Fiduciario voluntario especial. Quince Estados miembros declararon haber apoyado el trabajo internacional sobre los COP, ya sea financiera o técnicamente, con financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial como vía principal para prestar su apoyo.