Bruselas, 2.6.2021

COM(2021) 529 final

INFORME DE LA COMISIÓN

Bélgica, Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia

Informe elaborado de conformidad con el artículo 126, apartado 3, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea


INFORME DE LA COMISIÓN

Bélgica, Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia

Informe elaborado de conformidad con el artículo 126, apartado 3, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

1.Introducción

En el artículo 126 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (en lo sucesivo, «el Tratado») se establece el procedimiento de déficit excesivo. Dicho procedimiento se desarrolla en el Reglamento (CE) n.º 1467/97, relativo a la aceleración y clarificación del procedimiento de déficit excesivo, que forma parte del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

1 2 El 20 de marzo de 2020, la Comisión adoptó una Comunicación relativa a la activación de la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La cláusula, dispuesta en el artículo 5, apartado 1, el artículo 6, apartado 3, el artículo 9, apartado 1, y el artículo 10, apartado 3, del Reglamento (CE) n.º 1466/97, y en el artículo 3, apartado 5, y el artículo 5, apartado 2, del Reglamento (CE) n.º 1467/97, facilita la coordinación de las políticas presupuestarias en tiempos de grave recesión económica en la zona del euro o en la Unión en su conjunto. En la Comunicación, la Comisión expuso su opinión de que, habida cuenta de la grave recesión económica provocada por la pandemia de COVID-19, se cumplían las condiciones para activar la cláusula general de salvaguardia. El 23 de marzo de 2020, los ministros de Hacienda de los Estados miembros manifestaron su acuerdo con la valoración de la Comisión.

La cláusula general de salvaguardia no suspende los procedimientos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. No obstante, su activación ha ofrecido a los Estados miembros flexibilidad presupuestaria para afrontar la crisis actual, al permitir a cada uno de ellos desviarse temporalmente de la trayectoria de ajuste hacia su objetivo presupuestario a medio plazo, siempre que tal desviación no ponga en peligro la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo. En cuanto al componente corrector del Pacto, el Consejo puede decidir, previa recomendación de la Comisión, la adopción de trayectorias presupuestarias revisadas. La cláusula general de salvaguardia permite a los Estados miembros desviarse de las obligaciones presupuestarias que se aplicarían en condiciones normales, y a la Comisión y al Consejo tomar las medidas necesarias de coordinación de políticas en el marco del Pacto.

3 4 El 20 de julio de 2020, en las Recomendaciones específicas por país formuladas en el marco del Semestre Europeo, el Consejo recomendó a los Estados miembros que adoptaran todas las medidas necesarias para combatir la pandemia de COVID-19, sostener la economía y respaldar la posterior recuperación de forma eficaz. Asimismo, se recomendó a los Estados miembros que aplicasen, tan pronto como las condiciones económicas lo permitieran, políticas presupuestarias destinadas a lograr unas situaciones presupuestarias prudentes a medio plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda, fomentando al mismo tiempo la inversión. En la misma línea, en la Recomendación del Consejo sobre la política económica de la zona del euro se señala que las políticas presupuestarias deben seguir siendo expansionistas en todos los Estados miembros de la zona del euro a lo largo de 2021.

5 En la Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible de la Comisión, de 17 de septiembre de 2020, se pedía a los Estados miembros que, habida cuenta de la activación de la cláusula general de salvaguardia, siguieran proporcionando apoyo presupuestario específico y temporal en 2021, garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo.

6 7 El 19 de febrero de 2021 entró en vigor el Reglamento (UE) 2021/241, por el que se establece el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Las reformas e inversiones en el marco del Mecanismo favorecerán la recuperación económica y permitirán prestar apoyo financiero con el fin de reforzar tanto la resiliencia económica como el potencial de crecimiento de la economía. Asimismo, el Mecanismo contribuirá no solo a que las finanzas públicas de los Estados miembros recuperen unas posiciones más favorables en el futuro próximo, sino también a consolidar su sostenibilidad a medio y largo plazo. El 3 de marzo de 2021, la Comisión adoptó una Comunicación en la que se ofrecían nuevas orientaciones destinadas a facilitar la coordinación de las políticas presupuestarias y la preparación de los programas de estabilidad y convergencia de los Estados miembros.

8 Como se señala en la Comunicación de la Comisión, de 2 de junio de 2021, sobre la coordinación de las políticas económicas, la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento seguirá aplicándose en 2022 y, previsiblemente, se desactivará en 2023. Cabe esperar que las políticas presupuestarias de los Estados miembros adquieran un mayor grado de diferenciación en 2022, al ir normalizándose progresivamente la actividad económica a lo largo del segundo semestre de 2021. Dichas políticas deben tener en cuenta el estado de la recuperación, la sostenibilidad presupuestaria y la necesidad de reducir las divergencias económicas, sociales y territoriales. Además, a medida que se afiance la recuperación, es preciso dar prioridad a una mayor inversión pública y privada destinada a favorecer la transición hacia una economía ecológica y digital.

De acuerdo con los datos validados por Eurostat el 22 de abril de 2021 9 , el déficit de las administraciones públicas en 2020 superó el valor de referencia del 3 % del PIB establecido en el Tratado en veinticinco Estados miembros: Bélgica, Bulgaria, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia 10 . Además, las previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión 11 (en lo sucesivo, «las previsiones de la Comisión») apuntan a que, en 2021, los déficits de las administraciones públicas seguirán rebasando el valor de referencia en todos los Estados miembros mencionados, salvo en Luxemburgo. El déficit observado en 2020 proporciona indicios razonables de la existencia de un déficit excesivo, de conformidad con la definición del artículo 126 del Tratado, en los Estados miembros señalados. La Comisión tendrá en cuenta todos los factores pertinentes según corresponda.

Los datos validados por Eurostat señalan que el déficit de las administraciones públicas en Dinamarca fue inferior al 3 % del PIB en 2020, y, con arreglo a las previsiones de la Comisión, debería mantenerse por debajo de ese valor de referencia. Sin embargo, de acuerdo con el Programa de Convergencia para 2021, Dinamarca pronostica que, en 2021, el déficit de sus administraciones públicas será del 3,3 % del PIB, cifra superior al valor de referencia del déficit establecido en el Tratado. El déficit pronosticado para 2021 proporciona indicios razonables de la existencia de un déficit excesivo, de conformidad con la definición del artículo 126 del Tratado, en Dinamarca. La Comisión tendrá en cuenta todos los factores pertinentes según corresponda.

En el caso de Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia, la deuda bruta de las administraciones públicas superaba el valor de referencia del 60 % del PIB al final de 2020. Por otra parte, los datos de 2020 indican que Bélgica, Grecia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal y Eslovenia no respetaron el valor de referencia para la reducción de la deuda, y, en el caso de España y Francia, que ninguno de ellos respetó la norma transitoria en materia de deuda 12 . Alemania, Eslovaquia y Finlandia incumplieron en 2020 el valor de referencia del 60 % del PIB establecido en el Tratado, tras haber registrado una ratio de deuda inferior al 60 % del PIB en 2019. La deuda de las administraciones públicas observada en 2020 proporciona indicios razonables de la existencia de un déficit excesivo, de conformidad con la definición del artículo 126 del Tratado, en los catorce Estados miembros señalados. La Comisión tendrá en cuenta todos los factores pertinentes.

Con ese telón de fondo, la Comisión, de conformidad con el artículo 126, apartado 3, del Tratado, ha elaborado el presente informe, en el que se analiza el cumplimiento de los criterios de déficit y de deuda establecidos en el Tratado por parte de los Estados miembros. Se han tenido en cuenta todos los factores pertinentes, además de prestarse la debida consideración a la grave recesión económica provocada por la pandemia de COVID-19 y a las Recomendaciones del Consejo de 20 de julio de 2020.

Cuadro 1: Situación de los Estados miembros respecto de los valores de referencia del déficit y de la deuda establecidos en el Tratado

 

Déficit real no superior al 3 % del PIB en 2020

Déficits previstos y pronosticados no superiores al 3 % del PIB en 2021

Ratio de deuda no superior al 60 % del PIB en 2020

Bélgica

Bulgaria

Chequia

Dinamarca

Alemania

Estonia

Irlanda

Grecia

España

Francia

Croacia

Italia

Chipre

Letonia

Lituania

Luxemburgo

Hungría

Malta

Países Bajos

Austria

Polonia

Portugal

Eslovenia

Eslovaquia

Finlandia

Suecia

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión y programas de estabilidad y convergencia para 2021.

2.Criterio de déficit

El rebasamiento en 2020 del valor de referencia del déficit establecido en el Tratado fue, en todos los Estados miembros, una situación excepcional, dado que se debió a una grave recesión económica que afectó al conjunto de la UE. El PIB real en 2020 se contrajo en todos los Estados miembros a excepción de Irlanda. En el conjunto de la UE, la contracción de la actividad económica fue del 6,1 % (6,6 % en la zona del euro). El incremento de los déficits se explica por el coste presupuestario de las medidas adoptadas por los Estados miembros para combatir la pandemia de COVID-19 y por el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Los datos más recientes validados por Eurostat muestran que, en 2020, el apoyo presupuestario en el conjunto de la UE (incluidas las medidas presupuestarias discrecionales y los estabilizadores automáticos), medido por la variación del saldo primario, habría ascendido al 6,6 % del PIB (6,8 % en la zona del euro).

De acuerdo con los datos validados por Eurostat, el déficit de las administraciones públicas en 2020 excedió el valor de referencia del 3 % del PIB establecido en el Tratado, y no se mantuvo próximo a ese valor, en veintitrés Estados miembros (cuadro 2), a saber, Bélgica, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia. En el caso de Bulgaria y Suecia, a pesar de que el déficit de las administraciones públicas sobrepasó el 3 % del PIB, se mantuvo próximo a ese valor.

Las previsiones de la Comisión indican que el déficit de las administraciones públicas de Dinamarca en 2021 se situaría en el 2,1 % del PIB. Ahora bien, según el Programa de Convergencia para 2021, Dinamarca pronostica que, en 2021, el déficit de sus administraciones públicas será del 3,3 % del PIB, cifra superior, aunque próxima, al valor del 3 % del PIB 13 . 

El rebasamiento del valor de referencia del déficit establecido en el Tratado sería temporal en el caso de Bulgaria, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Chipre, Letonia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Polonia, Finlandia y Suecia, pues, con arreglo a las previsiones de la Comisión, el déficit de las administraciones públicas de esos Estados miembros caería por debajo del 3 % del PIB en 2022 (en el caso de Luxemburgo, ya en 2021). Sin embargo, cabe resaltar el grado de incertidumbre excepcionalmente alto que rodea a estas proyecciones.

En resumen, de acuerdo con el análisis, Bulgaria, Dinamarca y Suecia cumplirían el criterio de déficit establecido en el Tratado y en el Reglamento (CE) n.º 1467/97, mientras que, sin tomar en consideración los factores pertinentes según corresponda, no respetarían dicho criterio veintitrés Estados miembros: Bélgica, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia.

Cuadro 2: Saldo de las administraciones públicas
Porcentaje del PIB

 

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Bélgica

-0,7

-0,8

-1,9

-9,4

-7,6

-4,9

Bulgaria

1,2

2,0

2,1

-3,4

-3,2

-1,9

Chequia

1,5

0,9

0,3

-6,2

-8,5

-5,4

Dinamarca

1,8

0,7

3,8

-1,1

-2,1

-1,4

Alemania

1,4

1,8

1,5

-4,2

-7,5

-2,5

Estonia

-0,7

-0,6

0,1

-4,9

-5,6

-3,3

Irlanda

-0,3

0,1

0,5

-5,0

-5,0

-2,9

Grecia

0,6

0,9

1,1

-9,7

-10,0

-3,2

España

-3,0

-2,5

-2,9

-11,0

-7,6

-5,2

Francia

-3,0

-2,3

-3,1

-9,2

-8,5

-4,7

Croacia

0,8

0,2

0,3

-7,4

-4,6

-3,2

Italia

-2,4

-2,2

-1,6

-9,5

-11,7

-5,8

Chipre

1,9

-3,5

1,5

-5,7

-5,1

-2,0

Letonia

-0,8

-0,8

-0,6

-4,5

-7,3

-2,0

Lituania

0,5

0,6

0,5

-7,4

-8,2

-6,0

Luxemburgo

1,3

3,0

2,4

-4,1

-0,3

-0,1

Hungría

-2,4

-2,1

-2,1

-8,1

-6,8

-4,5

Malta

3,2

1,9

0,4

-10,1

-11,8

-5,5

Países Bajos

1,3

1,4

1,8

-4,3

-5,0

-1,8

Austria

-0,8

0,2

0,6

-8,9

-7,6

-3,0

Polonia

-1,5

-0,2

-0,7

-7,0

-4,3

-2,3

Portugal

-3,0

-0,3

0,1

-5,7

-4,7

-3,4

Eslovenia

-0,1

0,7

0,4

-8,4

-8,5

-4,7

Eslovaquia

-1,0

-1,0

-1,3

-6,2

-6,5

-4,1

Finlandia

-0,7

-0,9

-0,9

-5,4

-4,6

-2,1

Suecia

1,4

0,8

0,6

-3,1

-3,3

-0,5

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.

3.Criterio de deuda

En 2020, la ratio de deuda bruta de las administraciones públicas aumentó en todos los Estados miembros y superó el valor de referencia del 60 % del PIB establecido en el Tratado en catorce de ellos: Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia (cuadro 3). Tal aumento se debe a la considerable contracción del PIB nominal y al gran volumen de deuda emitida para financiar unos déficits excepcionalmente elevados. En 2019, Bélgica, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal y Eslovenia ya presentaban una deuda bruta de las administraciones públicas superior al 60 % del PIB. 

Los datos revelan que, en 2020, Bélgica, Grecia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal y Eslovenia incumplieron el valor de referencia para la reducción de la deuda (cuadro 4). Dicho valor se calcula a lo largo de un período de tres años, que puede ser prospectivo (t-1 a t+1), retrospectivo (t-3 a t-1) o ajustado en función del ciclo. Si, en cualquiera de los años, la ratio de deuda es inferior al 60 % del PIB, no es posible realizar un cálculo significativo del valor de referencia. Así ocurre cuando un Estado miembro rebasa el valor de referencia pasando de una ratio de deuda inferior al 60 % del PIB a una ratio superior a ese porcentaje, como es el caso, en concreto, de Alemania, Eslovaquia y Finlandia. En lo tocante a Eslovaquia, dado que la previsión es que la ratio deuda/PIB caiga por debajo del valor de referencia del Tratado en 2021, se considera que el país sí cumple el criterio de deuda. En cuanto a Alemania y Finlandia, la previsión es que la ratio de deuda se mantenga por encima del 60 % del PIB durante el período de previsión, por lo que se considera que ninguno de ellos cumple el criterio de deuda. Por su parte, España y Francia, que están sujetas a la norma transitoria en materia de deuda, no lograron hacer suficientes avances para ajustarse al valor de referencia relativo a la reducción de la deuda en 2020, pues la variación de su saldo estructural fue inferior al ajuste estructural lineal mínimo requerido (cuadro 5).

Por consiguiente, del análisis se desprende que, de entre los Estados miembros cuya deuda de las administraciones públicas superaba el 60 % del PIB al final de 2020, Eslovaquia sí cumpliría el criterio de deuda, mientras que, sin tomar en consideración los factores pertinentes, Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia y Finlandia incumplirían dicho criterio.

Cuadro 3: Deuda de las administraciones públicas 
Porcentaje del PIB

 

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Bélgica

102,0

99,8

98,1

114,1

115,3

115,5

Bulgaria

25,3

22,3

20,2

25,0

24,5

24,0

Chequia

34,2

32,1

30,3

38,1

44,3

47,1

Dinamarca

35,9

34,0

33,3

42,2

40,2

38,8

Alemania

65,1

61,8

59,7

69,8

73,1

72,2

Estonia

9,1

8,2

8,4

18,2

21,3

24,0

Irlanda

67,0

63,0

57,4

59,5

61,4

59,7

Grecia

179,2

186,2

180,5

205,6

208,8

201,5

España

98,6

97,4

95,5

120,0

119,6

116,9

Francia

98,3

98,0

97,6

115,7

117,4

116,4

Croacia

77,6

74,3

72,8

88,7

85,6

82,9

Italia

134,1

134,4

134,6

155,8

159,8

156,6

Chipre

93,5

99,2

94,0

118,2

112,2

106,6

Letonia

39,0

37,1

37,0

43,5

47,3

46,4

Lituania

39,1

33,7

35,9

47,3

51,9

54,1

Luxemburgo

22,3

21,0

22,0

24,9

27,0

26,8

Hungría

72,2

69,1

65,5

80,4

78,6

77,1

Malta

48,5

44,8

42,0

54,3

64,7

65,5

Países Bajos

56,9

52,4

48,7

54,5

58,0

56,8

Austria

78,5

74,0

70,5

83,9

87,2

85,0

Polonia

50,6

48,8

45,6

57,5

57,1

55,1

Portugal

126,1

121,5

116,8

133,6

127,2

122,3

Eslovenia

74,1

70,3

65,6

80,8

79,0

76,7

Eslovaquia

51,5

49,6

48,2

60,6

59,5

59,0

Finlandia

61,2

59,7

59,5

69,2

71,0

70,1

Suecia

40,7

38,9

35,0

39,9

40,8

39,4

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.

 

Cuadro 4: Diferencia con respecto al valor de referencia para la reducción de la deuda1

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Bélgica

0,0

0,0

0,0

8,0

6,2

2,9

Alemania

-6,0

-6,1

Deuda < 60 %

No procede2

2,0

1,5

Grecia

Norma transitoria en materia de deuda

16,1

7,4

5,6

Croacia

-3,4

-4,5

-3,0

2,5

0,2

-3,7

Italia

6,3

6,9

7,3

12,2

9,6

4,3

Chipre

Norma transitoria en materia de deuda

-0,8

2,8

-1,6

-2,1

Hungría

-5,3

-3,7

-5,3

3,6

-0,1

-2,5

Austria

-6,0

-5,8

-6,0

5,4

2,6

-0,2

Portugal

Norma transitoria en materia de deuda

2,6

-0,6

-6,1

Eslovenia

Norma transitoria en materia de deuda

-7,2

2,8

0,9

-2,6

Eslovaquia

Deuda < 60 %

No procede2

Deuda < 60 %

Finlandia

-0,9

Deuda < 60 %

No procede2

0,6

-0,1

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.

1 El valor de referencia para la reducción de la deuda, en el caso de los Estados miembros cuya deuda supera el 60 % del PIB, se calcula a lo largo de un período de tres años, que puede ser prospectivo (t-1 a t+1), retrospectivo (t-3 a t-1) o ajustado en función del ciclo. El cuadro muestra la diferencia entre la ratio deuda pública/PIB y el valor de referencia para la reducción de la deuda. Si el valor es negativo, la ratio deuda pública/PIB prevista se ajusta al valor de referencia para la reducción de la deuda. En tal caso, la diferencia con respecto al valor de referencia del Tratado disminuye a lo largo de un período de tres años (prospectivo o retrospectivo) como mínimo a un ritmo medio de una veinteava parte.

2 El valor de referencia para la reducción de la deuda no es pertinente cuando la deuda de un Estado miembro se situaba por debajo del 60 % del PIB en 2019 y superó ese valor de referencia en 2020, ya que no es posible realizar un cálculo significativo de dicho valor de referencia de forma retrospectiva ni prospectiva.

Cuadro 5: Cumplimiento de la norma transitoria en materia de deuda

 

Ajuste estructural lineal mínimo requerido
(AELM)3

Variación del saldo estructural

Diferencia con respecto al valor de referencia para la reducción de la deuda4

 

2017

2018

2019

2020

2021

2018

2019

2020

2021

2021

2022

España

PDE1

PDE1

0,1

0,7

1,8

PDE1

-0,9

-0,5

-0,7

No procede 2

0,3

Francia

PDE1

1,0

1,6

3,6

No procede2

-0,1

-0,3

-1,3

No procede2

7,3

3,4

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.

1 Sometido al procedimiento de déficit excesivo.

2 España corrigió su déficit excesivo en 2018 y, por consiguiente, se encuentra aún en el período de transición hasta 2021, esto es, su evaluación no se basa en el valor de referencia para la reducción de la deuda, sino en el ajuste estructural lineal mínimo. En cambio, Francia corrigió su déficit excesivo en 2017 y, por tanto, se le aplica el valor de referencia para la reducción de la deuda a partir de 2021.

3 Aplicable durante el período transitorio de tres años tras la corrección del déficit excesivo, respecto de los procedimientos de déficit excesivo que estaban en curso en noviembre de 2011. El AELM determina el ajuste estructural anual restante, dentro del período transitorio, que haría que al final de los tres años el Estado miembro cumpliera el valor de referencia para la reducción de la deuda. Si la variación del saldo estructural es superior al AELM requerido, el Estado miembro cumple la norma transitoria en materia de deuda.

4 El valor de referencia para la reducción de la deuda, en el caso de los Estados miembros cuya deuda supera el 60 % del PIB, se calcula a lo largo de un período de tres años, que puede ser prospectivo (t-1 a t+1), retrospectivo (t-3 a t-1) o ajustado en función del ciclo. El cuadro muestra la diferencia entre la ratio deuda pública/PIB y el valor de referencia para la reducción de la deuda. Si el valor es negativo, la ratio deuda pública/PIB prevista se ajusta al valor de referencia para la reducción de la deuda. En tal caso, la diferencia con respecto al valor de referencia del Tratado disminuye a lo largo de un período de tres años (prospectivo o retrospectivo) como mínimo a un ritmo medio de una veinteava parte.

4.Factores pertinentes

El artículo 126, apartado 3, del Tratado establece que en el informe de la Comisión también debe tenerse en cuenta «si el déficit público supera los gastos públicos de inversión, así como todos los demás factores pertinentes, incluida la situación económica y presupuestaria a medio plazo del Estado miembro».

Esos factores se especifican con más detalle en el artículo 2, apartado 3, del Reglamento (CE) n.º 1467/97, según el cual se ha de prestar la debida consideración a «cualquier otro factor que, en opinión del Estado miembro de que se trate, sea pertinente para evaluar globalmente la observancia de los criterios en materia de déficit y deuda y que el Estado miembro haya puesto en conocimiento del Consejo y de la Comisión». En particular, el artículo 2, apartado 3, del Reglamento (CE) n.º 1467/97 indica que la situación de la deuda a medio plazo también puede considerarse un factor pertinente.

Por tanto, además de la repercusión de la pandemia de COVID-19 en los presupuestos, se han tomado en consideración los factores pertinentes específicos de cada país, que comprenden la situación económica a medio plazo, la situación presupuestaria a medio plazo (con inclusión de la inversión pública), la situación de la deuda a medio plazo y cualquier otro factor pertinente aducido por los Estados miembros.

Como se especifica en el artículo 2, apartado 4, del Reglamento (CE) n.º 1467/97, en lo que respecta al cumplimiento del criterio de déficit, si la ratio deuda pública/PIB no rebasa el valor de referencia del 60 %, o si lo rebasa, pero se cumple una doble condición (a saber, que el déficit se mantenga próximo al valor de referencia y que solo lo supere de forma temporal), los factores pertinentes pueden tenerse en cuenta en el proceso que lleva a decidir si existe un déficit excesivo sobre la base del criterio de déficit.

De los veintiséis Estados miembros contemplados en el presente informe y que superaron en 2020, o pronostican superar en 2021, el valor de referencia del déficit del 3 % del PIB establecido en el Tratado, doce de ellos no presentaban, al final de 2020, una ratio de deuda superior al valor de referencia del 60 %. Se trata de Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, los Países Bajos, Polonia y Suecia. 

En los catorce Estados miembros restantes que superaron el valor de referencia del déficit del 3 % del PIB establecido en el Tratado (a saber, Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia), la ratio de deuda excedió el valor de referencia del 60 % establecido en el Tratado sin que se cumpliera la doble condición necesaria para tener en cuenta los factores pertinentes. El déficit no se mantuvo próximo al valor de referencia en ninguno de esos Estados miembros, que rebasaron el 3 % del PIB en un porcentaje comprendido entre el 1,2 y el 8 % del PIB. Salvo en Alemania, Chipre, Austria y Finlandia, tampoco se espera que el rebasamiento del valor de referencia sea temporal. Así pues, por lo que se refiere a los catorce Estados miembros señalados, no pueden tenerse en cuenta los factores pertinentes en las etapas conducentes a la decisión relativa a la existencia de un déficit excesivo sobre la base del criterio de déficit.

En cuanto al incumplimiento manifiesto del criterio de deuda en los mismos catorce Estados miembros, el artículo 2, apartado 4, del Reglamento (CE) n.º 1467/97 dispone que los factores pertinentes siempre han de tenerse en cuenta a la hora de evaluar el cumplimiento sobre la base del criterio de deuda, con independencia de la magnitud del incumplimiento.

Además, el artículo 2, apartado 6, del Reglamento (CE) n.º 1467/97 establece que, si el Consejo decide que existe un déficit excesivo en un Estado miembro, deben tenerse en cuenta los factores pertinentes a que se refiere el artículo 126, apartado 3, del Tratado en las siguientes etapas del procedimiento de déficit excesivo.

El presente informe expone todos los factores pertinentes, aun cuando no puedan tenerse en cuenta en las etapas conducentes a la decisión relativa a la existencia de un déficit excesivo sobre la base del criterio de déficit.

4.1.Repercusión presupuestaria de la pandemia de COVID-19

En la situación actual, debe tomarse en consideración un factor clave que afecta a todos los Estados miembros contemplados en el presente informe: la repercusión económica y presupuestaria de la pandemia de COVID-19, que ha generado un extraordinario grado de incertidumbre de cara a las perspectivas macroeconómicas y presupuestarias. A raíz de la pandemia y de la grave recesión económica que acarreó, fue preciso activar la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y que el Consejo, en sus Recomendaciones de 20 de julio de 2020, invitara a todos los Estados miembros a tomar cuantas medidas fueran necesarias para combatir la pandemia de COVID-19, sostener la economía y respaldar la posterior recuperación de forma eficaz.

En particular, la pandemia de COVID-19 desató una crisis mundial de salud pública sin precedentes que provocó un acusado descenso de la actividad económica, apenas parcialmente amortiguado por el efecto de los estabilizadores automáticos. Los Estados miembros se han visto en el deber de afrontar la emergencia sanitaria, ayudar a los hogares y las empresas, y prestar un apoyo más general a sus economías. Asimismo, han tenido que adoptar importantes medidas de apoyo a la liquidez y garantías estatales. Tales medidas de apoyo a la liquidez, y en particular las garantías públicas en apoyo de los flujos de crédito, no repercuten directamente en el presupuesto en tanto no se ejecuten.

La enérgica respuesta de los poderes públicos a nivel nacional y de la UE ha amortiguado la incidencia de la crisis en el tejido económico y social de Europa. En 2020, los Estados miembros adoptaron medidas presupuestarias discrecionales relacionadas con la crisis por un importe estimado en torno al 4 % del PIB, a lo que se suman los estabilizadores automáticos ya de por sí considerables, estimados en torno al 3 % del PIB. De acuerdo con los datos más recientes, el apoyo presupuestario en la Unión en 2020 (medido por la variación anual del saldo primario) habría sido del 6,6 % del PIB (el 6,8 % del PIB en la zona del euro). Ese apoyo presupuestario, unido a las medidas de liquidez aplicadas por los Estados miembros, habría ayudado a amortiguar la contracción de la actividad económica en 2020 14 .

El marcado aumento de los déficits de las administraciones públicas y de la deuda pública que se describe en las secciones 2 y 3 es el reflejo de la necesidad de sostener la economía ante unas circunstancias excepcionalmente difíciles, en consonancia con la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. La Comisión así lo ha tenido en cuenta en su evaluación.

4.2Factores pertinentes específicos de cada país

En la presente sección se analizan los factores pertinentes específicos de cada país, que engloban las perspectivas macroeconómicas a medio plazo, la situación presupuestaria a medio plazo (con inclusión de la inversión pública; cuadro 6), la situación de la deuda a medio plazo y cualquier otro factor pertinente aducido por los Estados miembros de conformidad con el artículo 2, apartado 3, del Reglamento (CE) n.º 1467/97.

En las secciones específicas por país se ofrece información clave sobre la situación macroeconómica a medio plazo, por ejemplo, acerca de las contribuciones al crecimiento (consumo privado, consumo público, inversión y exportaciones netas) en 2021; para obtener información más detallada sobre la evolución macroeconómica cabe remitirse a las previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión. Las recomendaciones de la Comisión relativas a las Recomendaciones del Consejo sobre los programas de estabilidad o convergencia para 2021 y el anexo estadístico adjunto contienen información adicional sobre las medidas presupuestarias y el análisis de la sostenibilidad de la deuda de cada uno de los Estados miembros contemplados a continuación. Se ha actualizado el análisis de la sostenibilidad de la deuda 15 , frente al contenido en el Debt Sustainability Monitor 2020 16 (publicado en febrero de 2021), a fin de reflejar tanto las previsiones de la Comisión como las estimaciones más recientes sobre los costes del envejecimiento de la población recogidas en el Ageing Report 2021 17 .

En 2021, se prevé que el déficit de las administraciones públicas de la UE y del conjunto de la zona del euro siga aumentando hasta el 7,5 % del PIB y el 8 % del PIB respectivamente (un incremento aproximado de 0,5 y 0,75 puntos porcentuales del PIB, respectivamente). Ese incremento del déficit vendría motivado principalmente por la adopción de nuevas medidas urgentes o por la prórroga de las ya vigentes en apoyo de la actividad económica, dada la necesidad de aplicar nuevas restricciones en el primer semestre del año.

De acuerdo con las previsiones de la Comisión, la ratio de déficit de las administraciones públicas en 2021 disminuiría (apenas marginalmente en algunos casos) en la mitad de los veintiséis Estados miembros considerados en el presente informe (a saber, Bélgica, Bulgaria, Irlanda, España, Francia, Croacia, Chipre, Luxemburgo, Hungría, Austria, Polonia, Portugal y Finlandia) debido al repunte de la actividad económica y a la supresión gradual de las medidas de emergencia temporales. No obstante, el déficit sería inferior al 3 % del PIB únicamente en Dinamarca y Luxemburgo.

Las previsiones apuntan a que, en 2022, los déficits presupuestarios medios disminuirán hasta el 3,75 % del PIB, aproximadamente, tanto en la UE como en la zona del euro. La recuperación económica y la supresión gradual de gran parte de las medidas discrecionales de apoyo destinadas a combatir los efectos de la crisis deberían impulsar la reducción del déficit presupuestario en 2022.

Si bien cabe esperar que en 2021 la ratio de deuda disminuya en Bulgaria, Dinamarca, España, Croacia, Chipre, Hungría, Polonia, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia, la ratio deuda pública/PIB agregada aumentaría hasta alcanzar un nuevo pico de aproximadamente el 95 % en la UE y el 103 % en la zona del euro, a lo que seguiría un ligero descenso en 2022. La mayoría de los Estados miembros seguiría registrando en 2021 una ratio de deuda superior al 60 % del PIB.

A raíz de la entrada en vigor del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia el 19 de febrero de 2021, los Estados miembros ya han presentado o se están preparando para presentar a la Comisión sus planes de recuperación y resiliencia. Por consiguiente, la Comisión ha tenido en cuenta en sus previsiones presupuestarias y macroeconómicas la incidencia de dichos planes. No obstante, en la fecha de cierre de las previsiones (30 de abril de 2021), varios Estados miembros seguían debatiendo los pormenores de algunos planes. A efectos de las previsiones de la Comisión, se han utilizado las siguientes hipótesis de trabajo:

̶Perfil temporal del gasto: por defecto, las previsiones parten del supuesto de una absorción lineal de la totalidad de las subvenciones asignadas a lo largo del período de vigencia del instrumento, que se extiende desde el segundo semestre de 2021 hasta 2026; así pues, la absorción sería de un onceavo de la totalidad de las subvenciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en 2021, y de dos onceavos en 2022.

̶Composición del gasto: por defecto, las previsiones parten del supuesto de que el gasto financiado por el instrumento se distribuye en formación bruta de capital fijo (es decir, inversión pública) y transferencias de capital (fundamentalmente en apoyo de la inversión privada).

̶Las hipótesis mencionadas únicamente se refieren a la absorción de las subvenciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Las previsiones se apartan de las hipótesis por defecto en el caso de los países para los cuales, en la fecha de cierre de las previsiones, se disponía de información suficientemente detallada y fiable sobre los (proyectos de) planes de recuperación y resiliencia 18 .

Cuadro 6: Inversión pública 
Porcentaje del PIB

 

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Bélgica

2,4

2,6

2,7

2,8

3,0

2,9

Bulgaria

2,3

3,1

3,4

4,5

4,2

4,2

Chequia

3,3

4,1

4,4

4,9

5,2

5,3

Dinamarca

3,4

3,4

3,2

3,6

3,7

3,7

Alemania

2,2

2,4

2,5

2,7

2,8

2,8

Estonia

5,7

5,3

5,0

5,7

6,3

6,2

Irlanda

1,8

2,1

2,4

2,7

2,9

3,0

Grecia

4,5

3,2

2,5

3,0

4,9

5,8

España

2,0

2,2

2,1

2,5

2,5

2,4

Francia

3,3

3,4

3,7

3,8

3,9

3,9

Croacia

2,8

3,5

4,3

5,6

6,3

7,4

Italia

2,2

2,1

2,3

2,7

2,9

3,2

Chipre

2,7

4,9

2,6

2,9

3,5

3,5

Letonia

4,6

5,6

5,0

5,7

6,2

6,1

Lituania

3,2

3,2

3,1

4,1

3,9

3,9

Luxemburgo

4,1

3,9

4,0

5,0

4,3

4,2

Hungría

4,5

5,8

6,2

6,4

6,4

6,6

Malta

2,4

3,3

3,9

4,5

5,6

5,3

Países Bajos

3,4

3,4

3,4

3,4

3,9

3,7

Austria

3,1

3,1

3,1

3,4

3,6

3,5

Polonia

3,8

4,7

4,3

4,4

4,7

4,9

Portugal

1,8

1,8

1,9

2,2

2,5

3,2

Eslovenia

3,1

3,7

3,8

4,2

5,8

5,8

Eslovaquia

3,4

3,7

3,6

3,5

3,8

3,7

Finlandia

4,1

4,3

4,4

4,6

4,6

4,3

Suecia

4,6

4,9

4,9

5,1

5,0

5,0

Fuente: Previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.

 

4.2.1Bélgica

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 6,3 % en 2020, la economía crecería un 4,5 % en 2021 y un 3,7 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 9,4 % del PIB en 2020 al 7,6 % del PIB en 2021, y posteriormente al 4,9 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,8 % del PIB en 2020 al 3 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 7,5 % y el 6 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 99,8 % al final de 2018 y en el 98,1 % al final de 2019, ascendió al 114,1 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que aumentará del 115,3 % del PIB al final de 2021 hasta el 115,5 % del PIB al final de 2022. El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas se estabilizaría y empezaría a disminuir en la segunda mitad del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. La trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. En lo que respecta a los demás factores pertinentes para una valoración global de la sostenibilidad de la deuda, la ampliación del plazo de vencimiento de la deuda en los últimos años, la relativa estabilidad de las fuentes de financiación (gracias a una base de inversores amplia y diversificada) y el nivel históricamente bajo de los costes de endeudamiento, respaldado por las intervenciones del Eurosistema, contribuyen a mitigar los riesgos. Además, es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda. Por otra parte, se prevé que disminuyan las necesidades brutas de financiación. Los factores de incremento del riesgo radican en los riesgos vinculados a los pasivos contingentes frente al sector privado, en particular por la posible materialización de las garantías estatales concedidas a empresas y trabajadores por cuenta propia durante la crisis de la COVID-19, si bien se trata por ahora de un riesgo limitado, dada la utilización relativamente escasa de las garantías hasta la fecha.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Bélgica adujo una serie de factores pertinentes adicionales, a saber, el hecho de que, desde el 21 de diciembre de 2018 hasta el 1 de octubre de 2020, el país tuvo varios Gobiernos en funciones a nivel federal, y el compromiso del Gobierno entrante de emprender importantes reformas estructurales con el fin de mejorar la composición del gasto público y la sostenibilidad de las finanzas públicas. Los planes de reforma citados en la carta se refieren a los sistemas tributario y de pensiones, la realización de revisiones del gasto y una mayor inversión pública.

4.2.2Bulgaria

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 4,2 % en 2020, la economía crecería un 3,5 % en 2021 y un 4,7 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y el consumo privado. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 3,4 % del PIB en 2020 al 3,2 % del PIB en 2021, y posteriormente al 1,9 % del PIB en 2022. La inversión pública disminuiría del 4,5 % del PIB en 2020 al 4,2 % en 2021, ambas cifras superiores a las del déficit público en los mismos años. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5,6 % y el 5,1 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 22,3 % al final de 2018 y en el 20,2 % al final de 2019, ascendió al 25 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 24,5 % del PIB al final de 2021 hasta el 24 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Bulgaria el 29 de abril de 2021.

4.2.3Chequia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 5,6 % en 2020, la economía crecería un 3,4 % en 2021 y un 4,4 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 6,2 % del PIB en 2020 al 8,5 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 5,4 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 4,9 % del PIB en 2020 al 5,2 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6,4 % y el 8,7 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 2 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 32,1 % al final de 2018 y en el 30,3 % al final de 2019, ascendió al 38,1 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que aumentará del 44,3 % del PIB al final de 2021 hasta el 47,1 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Chequia adujo una serie de factores pertinentes adicionales. Las autoridades consideran que la situación de las finanzas públicas del país antes de la pandemia, en particular por lo que respecta a las reservas presupuestarias y la baja deuda pública, es un factor atenuante pertinente. De conformidad con las modificaciones de la Ley de Reglas de Responsabilidad Presupuestaria, la consolidación de las finanzas públicas se iniciará en 2022, con un esfuerzo presupuestario mínimo de 0,5 puntos porcentuales al año.

4.2.4Dinamarca

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 2,7 % en 2020, la economía crecería un 2,9 % en 2021 y un 3,5 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2021 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 1,1 % del PIB en 2020 al 2,1 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 1,4 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3,6 % del PIB en 2020 al 3,7 % en 2021, ambas cifras superiores a las del déficit público en los mismos años. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5,2 % y el 5,8 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 34 % al final de 2018 y en el 33,3 % al final de 2019, ascendió al 42,2 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 40,2 % del PIB al final de 2021 hasta el 38,8 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Dinamarca el 12 de mayo de 2021.

4.2.5Alemania

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 4,9 % en 2020, la economía crecería un 3,4 % en 2021 y un 4,1 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían las exportaciones netas y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 4,2 % del PIB en 2020 al 7,5 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 2,5 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,7 % del PIB en 2020 al 2,8 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5,9 % y el 9,2 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Alemania está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Persiste un elevado superávit por cuenta corriente que refleja la atonía de la inversión en relación con el ahorro y tiene incidencia transfronteriza. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 61,8 % al final de 2018 y en el 59,7 % al final de 2019, ascendió al 69,8 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 73,1 % del PIB al final de 2021 hasta el 72,2 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 3 de mayo de 2021, Alemania adujo factores pertinentes adicionales, a saber, que los pronósticos presupuestarios se basan en la completa ejecución de todas las medidas de apoyo. 

4.2.6Estonia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 2,9 % en 2020, la economía crecería un 2,8 % en 2021 y un 5 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 4,9 % del PIB en 2020 al 5,6 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 3,3 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 5,7 % del PIB en 2020 al 6,3 % en 2021, ambas cifras superiores a las del déficit público en los mismos años. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5 % y el 5,6 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 8,2 % al final de 2018 y en el 8,4 % al final de 2019, ascendió al 18,2 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que aumentará del 21,3 % del PIB al final de 2021 hasta el 24 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Estonia el 29 de abril de 2021.

4.2.7Irlanda

Situación macroeconómica a medio plazo: Es el único Estado miembro de la UE en el que la economía no se contrajo en 2020: tan solo experimentó una desaceleración de la tasa de crecimiento del PIB, que pasó a ser del 3,4 %. La economía debería seguir creciendo, un 4,6 % en 2021 y un 5 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y el consumo privado. No obstante, la «demanda interna modificada» anual 19 , un parámetro de medición que refleja mejor la economía interna subyacente, apunta a una contracción del 5,4 % en 2020. Según esta medición, la economía crecería en un 4,3 % en 2021 y en un 7 % en 2022, y la actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas se mantenga estable en el 5 % del PIB en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 2,9 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,7 % del PIB en 2020 al 2,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5,7 % del PIB en ambos años, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Irlanda está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Persisten las vulnerabilidades vinculadas al gran volumen de deuda, tanto pública como del sector privado, y de pasivos exteriores netos. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 63 % al final de 2018 y en el 57,4 % al final de 2019, ascendió al 59,5 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 61,4 % del PIB al final de 2021 hasta el 59,7 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Irlanda el 30 de abril de 2021.

4.2.8Grecia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 8,2 % en 2020, la economía crecería un 4,1 % en 2021 y un 6 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 9,7 % del PIB en 2020 al 10 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 3,2 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3 % del PIB en 2020 al 4,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 11,3 % y el 11,7 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021, y las anunciadas para 2022, son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Grecia está experimentando unos desequilibrios excesivos en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Las vulnerabilidades están vinculadas a la elevada deuda pública, un reequilibrio exterior incompleto y la existencia de un importante volumen de préstamos dudosos, en un contexto de fuerte desempleo y bajo potencial de crecimiento. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 186,2 % al final de 2018 y en el 180,5 % al final de 2019, ascendió al 205,6 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 208,8 % del PIB al final de 2021 hasta el 201,5 % del PIB al final de 2022. Grecia está sometida a una supervisión reforzada 20 . El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas disminuiría a lo largo del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. En particular, la trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas a medio plazo. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. Además, el análisis de la sostenibilidad de la deuda que se presenta en el décimo informe de supervisión reforzada revela mayores riesgos relacionados con la sostenibilidad en escenarios alternativos 21 . En cuanto a los demás factores pertinentes para una evaluación global de la sostenibilidad de la deuda, si bien la composición y el perfil de vencimiento de la deuda pública atenúan las vulnerabilidades, los pasivos contingentes podrían generar riesgos adicionales. Gran parte de la deuda se financia a bajos tipos de interés y con largos plazos de amortización, lo que, unido a las elevadas reservas de efectivo de las administraciones públicas griegas, amortigua de manera efectiva la incidencia de las fluctuaciones a corto plazo de los costes de financiación. El análisis de la sostenibilidad de la deuda que se expone en el décimo informe de supervisión reforzada no toma en consideración la incidencia en el crecimiento a largo plazo de las reformas e inversiones presentadas en el Plan de Recuperación y Resiliencia, que podrían moderar en mayor medida los riesgos relativos a la sostenibilidad. Por el contrario, existen riesgos relacionados con la incertidumbre en torno a los pasivos contingentes frente al sector privado, en particular las garantías estatales concedidas a empresas y trabajadores por cuenta propia durante la pandemia o en el marco del programa Hércules.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Grecia el 29 de abril de 2021.

4.2.9España

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 10,8 % en 2020, la economía crecería un 5,9 % en 2021 y un 6,8 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 11 % del PIB en 2020 al 7,6 % del PIB en 2021, y posteriormente al 5,2 % del PIB en 2022. La inversión pública debería mantenerse estable en el 2,5 % del PIB en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 8,1 % y el 4,8 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

España está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Persisten las vulnerabilidades vinculadas a los considerables volúmenes de deuda externa e interna, tanto pública como del sector privado, en un contexto de fuerte desempleo; además, estas vulnerabilidades tienen incidencia transfronteriza. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 97,4 % al final de 2018 y en el 95,5 % al final de 2019, ascendió al 120 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 119,6 % del PIB al final de 2021 hasta el 116,9 % del PIB al final de 2022. El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas se estabilizaría y disminuiría ligeramente en la segunda mitad del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. La trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. En lo que respecta a los demás factores pertinentes para una valoración global de la sostenibilidad de la deuda, la ampliación del plazo de vencimiento de la deuda en los últimos años, la relativa estabilidad de las fuentes de financiación (gracias a una base de inversores amplia y diversificada) y el nivel históricamente bajo de los costes de endeudamiento, respaldado por las intervenciones del Eurosistema, contribuyen a mitigar los riesgos. Además, es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda. Por otra parte, se prevé que disminuyan las necesidades brutas de financiación. Los factores de incremento del riesgo radican en los riesgos vinculados a los pasivos contingentes frente al sector privado, en particular por la posible materialización de las garantías estatales concedidas a empresas y trabajadores por cuenta propia durante la crisis de la COVID-19.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, España adujo factores pertinentes adicionales, a saber, i) que, desde el ejercicio estadístico de 2020, la Sareb (sociedad de gestión de activos) se clasifica en las administraciones públicas, lo que añade en torno a un punto porcentual a la ratio de déficit y tres puntos porcentuales a la ratio de deuda en 2020, y ii) que el país también ha puesto en marcha medidas en materia de ingresos, en particular nuevos impuestos sobre las transacciones financieras, sobre determinados servicios digitales y sobre los plásticos de un solo uso, que deberían reforzar las finanzas públicas a medio plazo.

4.2.10Francia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 8,1 % en 2020, la economía crecería un 5,7 % en 2021 y un 4,2 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y el consumo privado. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 9,2 % del PIB en 2020 al 8,5 % del PIB en 2021, y posteriormente al 4,7 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3,8 % del PIB en 2020 al 3,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6,2 % y el 5,7 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021, y de las anunciadas para 2022, no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Francia está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Las vulnerabilidades están vinculadas a la elevada deuda pública, la escasa competitividad y el bajo crecimiento de la productividad, y tienen incidencia transfronteriza. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 98 % al final de 2018 y en el 97,6 % al final de 2019, ascendió al 115,7 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 117,4 % del PIB al final de 2021 hasta el 116,4 % del PIB al final de 2022. El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas se estabilizaría y disminuiría ligeramente en la segunda mitad del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. La trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. En lo que respecta a los demás factores pertinentes para una valoración global de la sostenibilidad de la deuda, la ampliación del plazo de vencimiento de la deuda en los últimos años, la relativa estabilidad de las fuentes de financiación (gracias a una base de inversores amplia y diversificada) y el nivel históricamente bajo de los costes de endeudamiento, respaldado por las intervenciones del Eurosistema, contribuyen a mitigar los riesgos. Además, es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda. Por otra parte, se prevé que disminuyan las necesidades brutas de financiación. Los factores de incremento del riesgo radican en los riesgos vinculados a los pasivos contingentes frente al sector privado, en particular por la posible materialización de las garantías estatales concedidas a empresas y trabajadores por cuenta propia durante la crisis de la COVID-19.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Francia adujo factores pertinentes adicionales, a saber, la contención del incremento del gasto de las administraciones públicas en los últimos años, que habría sido del 0,7 % (incremento medio en términos reales) entre 2017 y 2019.

4.2.11Croacia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 8 % en 2020, la economía crecería un 5 % en 2021 y un 6,1 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 7,4 % del PIB en 2020 al 4,6 % del PIB en 2021, y posteriormente al 3,2 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 5,6 % del PIB en 2020 al 6,3 % en 2021, año en que sería superior al déficit público. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 8,1 % y el 5,3 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Croacia está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Las vulnerabilidades están vinculadas a la deuda pública, la deuda privada y la deuda externa, en un contexto de bajo potencial de crecimiento. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 74,3 % al final de 2018 y en el 72,8 % al final de 2019, ascendió al 88,7 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 85,6 % del PIB al final de 2021 hasta el 82,9 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Croacia el 30 de abril de 2021.

4.2.12Italia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 8,9 % en 2020, la economía crecería un 4,2 % en 2021 y un 4,4 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica no recuperaría en 2022 su nivel anual anterior a la crisis, puesto que, de acuerdo con las previsiones, el PIB en 2022 seguiría estando un 0,9 % por debajo del nivel de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 9,5 % del PIB en 2020 al 11,7 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 5,8 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,7 % del PIB en 2020 al 2,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 8 % y el 10,2 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Italia está experimentando unos desequilibrios excesivos en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Las vulnerabilidades están vinculadas a la elevada deuda pública y la prolongada falta de dinamismo de la productividad, en un contexto de fragilidad del mercado de trabajo y del sector bancario, y tienen incidencia transfronteriza. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 134,4 % al final de 2018 y en el 134,6 % al final de 2019, ascendió al 155,8 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 159,8 % del PIB al final de 2021 hasta el 156,6 % del PIB al final de 2022. El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas se estabilizaría en los próximos cinco años y disminuiría en la segunda mitad del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. La trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. En lo que respecta a los demás factores pertinentes para una valoración global de la sostenibilidad de la deuda, la ampliación del plazo de vencimiento de la deuda en los últimos años, la relativa estabilidad de las fuentes de financiación (gracias a una base de inversores amplia y diversificada) y el nivel históricamente bajo de los costes de endeudamiento, respaldado por las intervenciones del Eurosistema, contribuyen a mitigar los riesgos. Además, es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda. Por otra parte, se prevé que disminuyan las necesidades brutas de financiación. Los factores de incremento del riesgo radican en los riesgos vinculados a los pasivos contingentes frente al sector privado, en particular por la posible materialización de las garantías estatales concedidas a empresas durante la crisis de la COVID-19.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Italia adujo una serie de factores pertinentes adicionales, a saber, que las administraciones públicas poseen unos activos considerables y estos influyen en su solvencia general; que el volumen de pasivos contingentes es comparativamente bajo, aun a pesar de haber aumentado debido a la crisis de la COVID-19, y que cabe esperar que el volumen de deuda en el mercado sea sustancialmente inferior al nivel global de la deuda en los próximos años.

4.2.13Chipre

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 5,1 % en 2020, la economía crecería un 3,1 % en 2021 y un 3,8 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 5,7 % del PIB en 2020 al 5,1 % del PIB en 2021, y posteriormente al 2 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,9 % del PIB en 2020 al 3,5 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 7,6 % y el 6,8 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Chipre está experimentando unos desequilibrios excesivos en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Las vulnerabilidades están vinculadas al elevado volumen de deuda externa, pública y privada, y a la persistencia de un volumen considerable de préstamos dudosos, a lo que se suma un importante déficit por cuenta corriente. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 99,2 % al final de 2018 y en el 94 % al final de 2019, ascendió al 118,2 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 112,2 % del PIB al final de 2021 hasta el 106,6 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Chipre el 29 de abril de 2021.

4.2.14Letonia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 3,6 % en 2020, la economía crecería un 3,5 % en 2021 y un 6 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 4,5 % del PIB en 2020 al 7,3 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 2 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 5,7 % del PIB en 2020, año en que fue superior al déficit público, al 6,2 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 4 % y el 6,8 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 37,1 % al final de 2018 y en el 37 % al final de 2019, ascendió al 43,5 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 47,3 % del PIB al final de 2021 hasta el 46,4 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Letonia el 30 de abril de 2021.

4.2.15Lituania

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 0,9 % en 2020, la economía crecería un 2,9 % en 2021 y un 3,9 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2021 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 7,4 % del PIB en 2020 al 8,2 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 6 % del PIB en 2022. La inversión pública debería disminuir del 4,1 % del PIB en 2020 al 3,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 8 % y el 9 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 33,7 % al final de 2018 y en el 35,9 % al final de 2019, ascendió al 47,3 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que aumentará del 51,9 % del PIB al final de 2021 hasta el 54,1 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Lituania el 30 de abril de 2021.

4.2.16Luxemburgo

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 1,3 % en 2020, la economía crecería un 4,5 % en 2021 y un 3,3 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2021 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 4,1 % del PIB en 2020 al 0,3 % del PIB en 2021, y posteriormente al 0,1 % del PIB en 2022. La inversión pública disminuiría del 5 % del PIB en 2020 al 4,3 % en 2021, ambas cifras superiores a las del déficit público en los mismos años. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6,5 % y el 2,7 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 21 % al final de 2018 y en el 22 % al final de 2019, ascendió al 24,9 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 27 % del PIB al final de 2021 hasta el 26,8 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Luxemburgo el 30 de abril de 2021.

4.2.17Hungría

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 5 % en 2020, la economía crecería un 5 % en 2021 y un 5,5 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y el consumo privado. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 8,1 % del PIB en 2020 al 6,8 % del PIB en 2021, y posteriormente al 4,5 % del PIB en 2022. La inversión pública debería mantenerse estable en el 6,4 % del PIB en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 5,9 % y el 4,5 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 2 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 69,1 % al final de 2018 y en el 65,5 % al final de 2019, ascendió al 80,4 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 78,6 % del PIB al final de 2021 hasta el 77,1 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Hungría el 30 de abril de 2021.

4.2.18Malta

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 7 % en 2020, la economía crecería un 4,6 % en 2021 y un 6,1 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 10,1 % del PIB en 2020 al 11,8 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 5,5 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 4,5 % del PIB en 2020 al 5,6 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 10,6 % y el 12,1 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 44,8 % al final de 2018 y en el 42 % al final de 2019, ascendió al 54,3 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que aumentará del 64,7 % del PIB al final de 2021 hasta el 65,5 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Malta el 10 de mayo de 2021.

4.2.19Países Bajos

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 3,7 % en 2020, la economía crecería un 2,3 % en 2021 y un 3,6 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo público y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 4,3 % del PIB en 2020 al 5 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 1,8 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3,4 % del PIB en 2020 al 3,9 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6,1 % y el 6,9 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Los Países Bajos están experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. La deuda privada y el superávit por cuenta corriente siguen siendo elevados y tienen incidencia transfronteriza. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 52,4 % al final de 2018 y en el 48,7 % al final de 2019, ascendió al 54,5 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 58 % del PIB al final de 2021 hasta el 56,8 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por los Países Bajos el 4 de mayo de 2021.

4.2.20Austria

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 6,6 % en 2020, la economía crecería un 3,4 % en 2021 y un 4,3 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 8,9 % del PIB en 2020 al 7,6 % del PIB en 2021, y posteriormente al 3 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3,4 % del PIB en 2020 al 3,6 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 9,6 % y el 8,4 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 74 % al final de 2018 y en el 70,5 % al final de 2019, ascendió al 83,9 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 87,2 % del PIB al final de 2021 hasta el 85 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Austria el 28 de abril de 2021.

4.2.21Polonia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 2,7 % en 2020, la economía crecería un 4 % en 2021 y un 5,4 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2021 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 7 % del PIB en 2020 al 4,3 % del PIB en 2021, y posteriormente al 2,3 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 4,4 % del PIB en 2020 al 4,7 % en 2021, año en que sería superior al déficit público. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6,4 % y el 3,7 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 48,8 % al final de 2018 y en el 45,6 % al final de 2019, ascendió al 57,5 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 57,1 % del PIB al final de 2021 hasta el 55,1 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Polonia adujo factores pertinentes adicionales, a saber, que el incremento de la ratio deuda pública/PIB se debió no solo al déficit, sino también a la emisión de bonos por parte del Fondo Polaco de Desarrollo en el marco de las medidas de respuesta.

4.2.22Portugal

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 7,6 % en 2020, la economía crecería un 3,9 % en 2021 y un 5,1 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 5,7 % del PIB en 2020 al 4,7 % del PIB en 2021, y posteriormente al 3,4 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 2,2 % del PIB en 2020 al 2,5 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 6 % y el 5,1 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Portugal está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Persisten importantes vulnerabilidades vinculadas al gran volumen de pasivos exteriores netos, de deuda pública y del sector privado, y de préstamos dudosos, en un contexto de bajo crecimiento de la productividad. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 121,5 % al final de 2018 y en el 116,8 % al final de 2019, ascendió al 133,6 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 127,2 % del PIB al final de 2021 hasta el 122,3 % del PIB al final de 2022. El análisis de la sostenibilidad de la deuda confirma que los riesgos a medio plazo son elevados. De acuerdo con la previsión de referencia a diez años, la ratio de deuda de las administraciones públicas disminuiría a lo largo del período, aunque se mantendría en un nivel elevado. La trayectoria de la deuda es sensible a las perturbaciones macroeconómicas. Así pues, si se toma en consideración una amplia gama de posibles perturbaciones temporales de las variables macroeconómicas (mediante proyecciones estocásticas), cabe la probabilidad de que la ratio de deuda en 2025 sea superior a la de 2020. En lo que respecta a los demás factores pertinentes para una valoración global de la sostenibilidad de la deuda, la ampliación del plazo de vencimiento de la deuda en los últimos años, la relativa estabilidad de las fuentes de financiación (gracias a una base de inversores amplia y diversificada), la suavización gradual del perfil de amortización de la deuda pública y el nivel históricamente bajo de los costes de endeudamiento, respaldado por las intervenciones del Eurosistema, contribuyen a mitigar los riesgos. Además, es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda. Por otra parte, el tesoro público informó de una acumulación de efectivo y depósitos equivalente al 4,7 % del PIB en 2020, mientras que las necesidades brutas de financiación deberían disminuir. Los factores de incremento del riesgo radican en los riesgos vinculados a los pasivos contingentes frente a algunas empresas públicas y al sector privado, en particular por la posible materialización de las garantías estatales concedidas a empresas durante la crisis de la COVID-19.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Portugal adujo una serie de factores pertinentes adicionales. En su carta, las autoridades portuguesas subrayaban la evolución positiva de la situación presupuestaria de Portugal en los años previos a la pandemia de COVID-19, en concreto por lo que respecta al saldo de las administraciones públicas, que había sido excedentario en 2019, y a la ratio deuda pública/PIB, que había seguido una trayectoria descendente continua en el período comprendido entre 2016 y 2019. Entre otras consideraciones, las autoridades portuguesas aludían también a la naturaleza asimétrica de las repercusiones de la crisis, dependiendo de las características específicas de cada país. En el caso de Portugal, una de las principales características es la gran envergadura de su sector de la hostelería, que se ha visto gravemente afectado por la perturbación del turismo extranjero.

4.2.23Eslovenia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 5,5 % en 2020, la economía crecería un 4,9 % en 2021 y un 5,1 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían el consumo privado y la inversión. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 8,4 % del PIB en 2020 al 8,5 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 4,7 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 4,2 % del PIB en 2020 al 5,8 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 9 % y el 9,1 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. En su mayoría, las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 70,3 % al final de 2018 y en el 65,6 % al final de 2019, ascendió al 80,8 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 79 % del PIB al final de 2021 hasta el 76,7 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Eslovenia el 30 de abril de 2021.

4.2.24Eslovaquia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 4,8 % en 2020, la economía crecería un 4,8 % en 2021 y un 5,2 % en 2022. Los principales motores de crecimiento en 2021 serían la inversión y las exportaciones netas. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 6,2 % del PIB en 2020 al 6,5 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 4,1 % del PIB en 2022. La inversión pública aumentaría del 3,5 % del PIB en 2020 al 3,8 % en 2021. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 4,8 % y el 5,2 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 49,6 % al final de 2018 y en el 48,2 % al final de 2019, ascendió al 60,6 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 59,5 % del PIB al final de 2021 hasta el 59 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son de nivel medio. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El análisis presentado en los apartados precedentes cubre ya los factores clave aducidos por Eslovaquia el 28 de abril de 2021.

4.2.25Finlandia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 2,8 % en 2020, la economía crecería un 2,7 % en 2021 y un 2,8 % en 2022. El principal motor de crecimiento en 2021 es la demanda interna, en particular el consumo tanto público como privado. La actividad económica recuperaría en 2022 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): El déficit de las administraciones públicas caería del 5,4 % del PIB en 2020 al 4,6 % del PIB en 2021, y posteriormente al 2,1 % del PIB en 2022. La inversión pública se mantendría estable en el 4,6 % del PIB en 2021, cifra prácticamente equivalente al déficit público en el mismo año. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 4,6 % y el 4 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Las medidas presupuestarias discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021 son temporales o llevan aparejadas medidas compensatorias.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 59,7 % al final de 2018 y en el 59,5 % al final de 2019, ascendió al 69,2 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 71 % del PIB al final de 2021 hasta el 70,1 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 30 de abril de 2021, Finlandia adujo factores pertinentes adicionales, a saber, su compromiso con la adopción de las medidas estructurales necesarias para afrontar los retos ligados a la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, descritas, en particular, en el plan de actuación para la sostenibilidad de aquí a 2030 recientemente adoptado. Asimismo, el Gobierno recordó que puede valerse de su sólida situación patrimonial neta para promover el crecimiento y, por ende, la sostenibilidad a largo plazo de la economía.

4.2.26Suecia

Situación macroeconómica a medio plazo: Tras experimentar una contracción del 2,8 % en 2020, la economía crecería un 4,4 % en 2021 y un 3,3 % en 2022. El principal motor de crecimiento en 2021 es la demanda interna, en particular el consumo tanto público como privado. La actividad económica recuperaría en 2021 su nivel anual de 2019.

Situación presupuestaria a medio plazo (incluida la inversión): Se prevé que el déficit de las administraciones públicas aumente del 3,1 % del PIB en 2020 al 3,3 % en 2021 y registre posteriormente una caída hasta el 0,5 % del PIB en 2022. La inversión pública disminuiría del 5,1 % del PIB en 2020 al 5,0 % en 2021, ambas cifras superiores a las del déficit público en los mismos años. El apoyo presupuestario financiado a nivel nacional en 2020 y 2021, medido por la variación del saldo primario en comparación con el nivel anterior a la crisis (2019), se estima en el 3,8 % y el 4 % del PIB respectivamente, con inclusión de las medidas presupuestarias discrecionales y el funcionamiento de los estabilizadores automáticos. Las medidas adoptadas en 2020 y 2021 se ajustan a la Recomendación del Consejo de 20 de julio de 2020. Algunas de las medidas discrecionales adoptadas por el Gobierno en 2020 y 2021, y de las anunciadas para 2022, no parecen ser temporales o llevar aparejadas medidas compensatorias. Más allá del período de las previsiones de la Comisión, en 2023, la incidencia residual de esas medidas no temporales sería de aproximadamente el 1 % del PIB, según estimaciones preliminares.

Suecia está experimentando desequilibrios en el sentido del procedimiento de desequilibrio macroeconómico. Persisten las vulnerabilidades vinculadas a la elevada deuda de los hogares, que va en aumento, y a los riesgos de sobrevaloración en el mercado de la vivienda. De cara al futuro, el Plan de Recuperación y Resiliencia brinda una oportunidad para corregir los desequilibrios y responder a las necesidades de inversión y de reforma.

Situación de la deuda a medio plazo: La deuda de las administraciones públicas, que se situaba en el 38,9 % al final de 2018 y en el 35 % al final de 2019, ascendió al 39,9 % del PIB al final de 2020. Las previsiones apuntan a que disminuirá del 40,8 % del PIB al final de 2021 hasta el 39,4 % del PIB al final de 2022. Globalmente, el análisis de la sostenibilidad de la deuda indica que los riesgos a medio plazo son bajos. Es de esperar que las reformas e inversiones que se realicen en el marco de Next Generation EU, en particular a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, tengan una notable incidencia positiva y duradera en el crecimiento del PIB a lo largo de los próximos años, lo que, siempre que las demás condiciones no varíen, debería contribuir a reforzar la sostenibilidad de la deuda.

Otros factores alegados por el Estado miembro: El 29 de abril de 2021, Suecia informó a la Comisión de que no aduciría factores pertinentes adicionales.

5.Conclusiones

A consecuencia de la grave recesión económica provocada por la pandemia de COVID-19, todos los Estados miembros experimentaron en 2020 un fuerte incremento de la deuda y del déficit de las administraciones públicas. En vista de la situación, se activó la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y se animó a los Estados miembros a seguir una orientación presupuestaria expansionista para combatir la pandemia, preservando al mismo tiempo la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo.

El déficit de las administraciones públicas en 2020 excedió el valor de referencia del 3 % del PIB establecido en el Tratado, y no se mantuvo próximo a ese valor, en veintitrés de los veintiséis Estados miembros, a saber, Bélgica, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia.

En el caso de Bulgaria y Suecia, el déficit de las administraciones públicas sobrepasó el 3 % del PIB, pero se mantuvo próximo a ese valor.

De acuerdo con el Programa de Convergencia para 2021, Dinamarca pronostica que el déficit de sus administraciones públicas será del 3,3 % del PIB en 2021, cifra por tanto superior, pero próxima, al 3 % del PIB.

El rebasamiento del valor de referencia establecido en el Tratado en los veintiséis Estados miembros se considera excepcional en el sentido del Tratado. No obstante, salvo en el caso de Bulgaria, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Chipre, Letonia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Polonia, Finlandia y Suecia, no se espera que ese rebasamiento del valor de referencia del Tratado sea temporal.

En conjunto, teniendo en cuenta todos los factores pertinentes según corresponda 22 , el análisis indica que Bulgaria, Dinamarca y Suecia sí cumplen el criterio de déficit definido en el Tratado y en el Reglamento (CE) n.º 1467/1997. Por el contrario, incumplen dicho criterio de déficit veintitrés Estados miembros: Bélgica, Chequia, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia 23 .

Al final de 2020, la deuda bruta de las administraciones públicas era superior al valor de referencia del 60 % del PIB en Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia. Los datos revelan que, en 2020, Bélgica, Grecia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal y Eslovenia incumplieron el valor de referencia para la reducción de la deuda. No es posible realizar un cálculo significativo del valor de referencia para la reducción de la deuda en el caso de Alemania, Eslovaquia y Finlandia. Sin embargo, en lo tocante a Eslovaquia, dado que su ratio deuda/PIB descenderá previsiblemente por debajo del valor de referencia del Tratado en 2021, se considera que el país sí cumple el criterio de deuda. Por otra parte, España y Francia, ambas sujetas a la norma transitoria en materia de deuda, no lograron en 2020 hacer suficientes avances para ajustarse al valor de referencia para la reducción de la deuda.

De forma global, teniendo en cuenta todos los factores pertinentes, el análisis indica que Eslovaquia sí cumple el criterio de deuda definido en el Tratado y en el Reglamento (CE) n.º 1467/97. En cambio, incumplen dicho criterio de deuda los siguientes Estados miembros: Bélgica, Alemania, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Hungría, Austria, Portugal, Eslovenia y Finlandia.

(1)    La cláusula, dispuesta en el artículo 5, apartado 1, el artículo 6, apartado 3, el artículo 9, apartado 1, y el artículo 10, apartado 3, del Reglamento (CE) n.º 1466/97, y en el artículo 3, apartado 5, y el artículo 5, apartado 2, del Reglamento (CE) n.º 1467/97, facilita la coordinación de las políticas presupuestarias en tiempos de grave recesión económica.
(2)    Comunicación de la Comisión al Consejo relativa a la activación de la cláusula general de salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, Bruselas, 20 de marzo de 2020, COM(2020) 123 final.
(3)    Recomendaciones del Consejo de 20 de julio de 2020 (2020/C 282/01 a 2020/C 282/27), DO C 282 de 26.8.2020, p. 1.
(4)    A la espera de su adopción final por el Consejo, tras su aprobación por el Consejo Europeo. El texto acordado por el Eurogrupo el 16 de diciembre de 2020 puede consultarse en la dirección siguiente: https://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-14356-2020-INIT/es/pdf  
(5)    Comunicación de la Comisión «Estrategia anual de crecimiento sostenible 2021», Bruselas, 17 de septiembre de 2020, COM(2020) 575 final.
(6)    DO L 57 de 18.2.2021, p. 17.
(7)    Comunicación de la Comisión al Consejo titulada «Un año después de la pandemia de COVID-19: respuesta en materia de política presupuestaria», Bruselas, 3 de marzo de 2021, COM(2021) 105 final.
(8)    Comunicación de la Comisión «Coordinación de las políticas económicas en 2021: superar la COVID-19, apoyar la recuperación y modernizar nuestra economía», Bruselas, 2 de junio de 2021, COM(2021) 500 final.
(9)    Eurostat: Euroindicadores 48/2021 de 22 de abril de 2021.
(10)    El déficit de las administraciones públicas en Rumanía también superó el 3 % del PIB en 2020, pero el país se encuentra sometido al procedimiento de déficit excesivo. Por tanto, no se incluye en el presente informe. El 26 de mayo de 2021, la Comisión recomendó al Consejo que adoptara una Recomendación dirigida a Rumanía en virtud del artículo 126, apartado 7, del Tratado con miras a poner fin a la situación de déficit excesivo.
(11)    Salvo que se indique otra cosa, las cifras del presente informe se extraen de las previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión.
(12)    Aplicable durante el período transitorio de tres años desde la corrección del déficit excesivo, respecto de los procedimientos de déficit excesivo que estaban en curso en noviembre de 2011.
(13)    La diferencia entre el déficit de las administraciones públicas que figura en el Programa de Convergencia de Dinamarca (-3,3 % del PIB) y el que figura en las previsiones de la primavera de 2021 de la Comisión (-2,1 % del PIB) radica fundamentalmente en que la Comisión, por una parte, se basa en unas perspectivas macroeconómicas más halagüeñas, fruto de una mayor demanda interna, que contribuiría a mayores ingresos tributarios, y, por otra, se apoya en unas hipótesis más optimistas en relación con el impuesto sobre el rendimiento de los fondos de pensiones (esto es, unos rendimientos más próximos a los observados en 2019 y 2020).
(14)    Las estimaciones actualizadas de la Comisión indican 4,5 puntos porcentuales, sobre la base del análisis de simulación presentado en Pfeiffer, P., Roeger, W. e In’ t Veld, J.: «The COVID-19 pandemic in the EU: Macroeconomic transmission and economic policy response», European Economy-Discussion Paper 127, julio de 2020.
(15)    El análisis de la sostenibilidad de la deuda no toma en consideración la incidencia en el crecimiento a más largo plazo de las reformas e inversiones financiadas por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que podrían mitigar los riesgos relacionados con la sostenibilidad.
(16)    «Debt Sustainability Monitor 2020», European Economy-Institutional Papers 143, febrero de 2021.
(17)    «The 2021 Ageing Report: Economic and budgetary projections for the EU Member States (2019-2070)», European Economy-Institutional Papers 148, mayo de 2021.
(18)    Más información en las previsiones económicas de la primavera de 2021: https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/economy-finance/ip149_en.pdf  
(19)    La demanda interna modificada, un parámetro de medición de la actividad interna que excluye efectos de la mundialización como el comercio de la propiedad intelectual y el comercio de aeronaves por parte de sociedades de arrendamiento financiero, constituye un importante indicador de la demanda subyacente.
(20)    Decisión de Ejecución (UE) 2021/271 de la Comisión, de 17 de febrero de 2021, relativa a la prolongación de la supervisión reforzada para Grecia ( DO L 61 de 22.2.2021, p. 3 ).
(21)    Comunicación de la Comisión relativa al informe actualizado sobre la supervisión reforzada de Grecia, Bruselas, 2 de junio de 2021, COM(2021) 528 final.
(22)    En la sección 4 se explican las condiciones que deben reunirse para poder tener en cuenta los factores pertinentes en el proceso que lleva a decidir si existe un déficit excesivo sobre la base del criterio de déficit. En cambio, a la hora de evaluar el cumplimiento sobre la base del criterio de deuda, siempre se toman en consideración dichos factores.
(23)    Rumanía está sometida a un procedimiento de déficit excesivo y, por tanto, no se ha incluido en el presente informe.