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28.1.2016 |
ES |
Diario Oficial de la Unión Europea |
C 32/8 |
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «La energía, factor de desarrollo y consolidación del proceso de adhesión en los Balcanes Occidentales»
(dictamen de iniciativa)
(2016/C 032/02)
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Ponente: |
Pierre-Jean COULON |
El 19 de febrero de 2015, de conformidad con el artículo 29, apartado 2, de su Reglamento interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema:
La energía, factor de desarrollo y consolidación del proceso de adhesión en los Balcanes Occidentales
(dictamen de iniciativa).
La Sección Especializada de Relaciones Exteriores, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 10 de septiembre de 2015.
En su 511o pleno de los días 6, 7 y 8 de octubre de 2015 (sesión del 8 de octubre de 2015), el Comité Económico y Social Europeo aprobó por 145 votos a favor, 2 en contra y 1 abstenciones el presente dictamen.
1. Conclusiones y recomendaciones
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1.1. |
El CESE, a raíz del Foro de la Sociedad Civil de los Balcanes Occidentales que se celebró en Belgrado los días 2 y 3 de junio de 2015, solicita que la Comunidad de la Energía, cuyo objetivo consiste en extender el acervo energético de la UE a los países candidatos a la adhesión y países de la política de vecindad, se siga reforzando y se integre más estrechamente en el proyecto de Unión de la Energía; la energía debe ser un factor de desarrollo y de interconectividad de la región, y los ciudadanos de los Balcanes Occidentales han de tener una idea clara de las ventajas económicas y medioambientales que aporta la adhesión a la UE. |
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1.2. |
El proyecto de la Unión de la Energía sobre las interconexiones energéticas debe incluir a los Balcanes Occidentales. |
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1.3. |
Las infraestructuras de transporte y de distribución de gas existentes deberán utilizarse de manera óptima; es preciso impulsar la técnica de los «flujos bidireccionales». En cuanto a las nuevas estructuras potenciales, no debe descartarse ningún estudio:
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1.4. |
Deberá estudiarse cómo establecer una reserva solidaria de almacenamiento de gas para la región, independientemente del refuerzo de las capacidades nacionales. |
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1.5. |
El CESE celebra que se reanuden los estudios relativos a la instalación de una terminal de metano (gas natural licuado) en el Adriático y aboga por su construcción. |
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1.6. |
Es necesario realizar inversiones en energías renovables, que deberán basarse en redes e interconexiones reforzadas y encuadrarse en un marco legislativo claro y estable. |
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1.7. |
La sociedad civil de los Balcanes debe ser integrada y asociada sistemáticamente a los encuentros de la Comunidad de la Energía; el CESE y sus puntos de enlace en cada país deben constituir la base para ello. |
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1.8. |
El CESE aboga por una mayor cooperación interregional y por el desarrollo de proyectos en materia de energía, que constituyen factores de una estabilidad regional reforzada y de creación de empleo. |
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1.9. |
Entre los elementos del acervo de la UE, la Directiva sobre eficiencia energética reviste una importancia especial y debe ser objeto de programas específicos en los países afectados. Es preciso impulsar la cooperación entre las distintas partes que están interesadas en el ámbito de los contadores inteligentes y en las soluciones globales. La eficiencia energética y el ahorro de energía son factores que generan actividad para las empresas y crean empleo ecológico pero también tradicional. |
2. Por un refuerzo del proceso de adhesión a través de la energía
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2.1. |
Entre los 35 capítulos del acervo de la UE necesarios para la adhesión de un nuevo Estado a la Unión figura el capítulo 15, «Energía», que refleja la importancia de esta cuestión. Este tema ya se abordó en el marco del proceso de adhesión con Montenegro, y también se tratará próximamente durante el proceso de adhesión de Serbia. Sin embargo, conviene señalar que en muchos otros capítulos, las cuestiones energéticas resultan necesarias o muy útiles: ya sea en materia de agricultura, transporte, empresas, cuestiones sociales, medio ambiente, etc., la energía debe tenerse en cuenta. |
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2.2. |
La región del sudeste de Europa abarca Estados que ya son miembros de la UE, países que son candidatos formales y se encuentran en diferentes fases del proceso de preadhesión y países candidatos potenciales. |
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2.3. |
En el contexto de las negociaciones de adhesión, debe alentarse a los países candidatos a aplicar cuanto antes el acervo de la UE, a fin de facilitar su integración en el mercado interior de la energía de la Unión Europea en aras del bienestar de los ciudadanos. |
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2.4. |
La nueva Comisión ha incluido entre sus prioridades primordiales la construcción de una Unión de la Energía: uno de sus vicepresidentes tiene en cartera únicamente esta cuestión, que concierne, además, a no menos de una docena del resto de comisarios. Esta Unión de la Energía, que el CESE pide desde hace varios años (véase, en particular, el Dictamen TEN/493), por fin figura ya en el orden del día, y no puede excluir desde el comienzo de la fase de reflexión a los países destinados a adherirse a la UE a corto o medio plazo; el referido dictamen evoca expresamente la necesidad de tener en cuenta a estos países. |
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2.5. |
La «Estrategia Marco para una Unión de la Energía», que fue publicada por la Comisión Europea el 25 de febrero de 2015 y fue objeto del Dictamen TEN/570, propone reforzar la Comunidad de la Energía. La Estrategia subraya la necesidad de una integración más estrecha de los mercados de la energía de la UE y de los países de la Comunidad de la Energía. Menciona también explícitamente a las partes contratantes de esta Comunidad en el marco de la gestión de las crisis de suministro. Por último, anuncia la actualización periódica de los proyectos de infraestructuras energéticas de interés común (PIC), que podrá ampliarse ahora a los proyectos de interés para la Comunidad de la Energía (PICE). |
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2.6. |
Es preciso encontrar un equilibrio entre energías tradicionales y renovables: para ello, las redes eléctricas tienen que contemplar la posibilidad de crear interconexiones o de reforzar las interconexiones existentes con las redes de la UE. En cuanto a la importante cuestión del gas, el suministro deberá asegurarse mediante interconexiones solidarias con la Unión, así como con la creación de una terminal metanera. Por último, el proyecto de gasoducto Turkish Stream, en sustitución del abortado South Stream, constituye una oportunidad, al igual que los proyectos Trans Adriatic Pipeline (TAP) o Ionian Adriatic Gas Pipeline (IPA). Recordemos que esta región es prácticamente un paso obligado entre las regiones de producción (petróleo, gas) y de gran consumo en la Unión. Pero debe darse prioridad al aprovechamiento de las infraestructuras existentes, a menudo infrautilizadas; hay que fomentar el funcionamiento de los «flujos en sentido inverso»: en el marco de un enfoque energético de seguridad del suministro, no deben considerarse prioritarios los grandes gasoductos, más vulnerables. |
3. El actual potencial de gobernanza ha de mejorarse gracias a la sociedad civil
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3.1. |
En el ámbito de la energía, como se ha visto recientemente en el Comité Económico y Social Europeo (TEN/562, TEN/570, etc.), la gobernanza es esencial para las decisiones energéticas, la coordinación de las inversiones, en particular en infraestructuras, la creación de vínculos de solidaridad entre Estados o la definición del papel y la participación de las distintas partes interesadas, incluida la sociedad civil (interlocutores sociales, consumidores, organizaciones medioambientales, etc.). |
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3.2. |
En muchos aspectos, los fundamentos de esta gobernanza existen desde la creación en julio de 2006 de la «Comunidad de la Energía», que engloba a todos los países de los Balcanes Occidentales (Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Kosovo, antigua República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Serbia). En 2010, Moldavia se adhirió a la Comunidad de la Energía, seguida de Ucrania en 2011. Georgia es candidata a la adhesión. Por último, cabe señalar en calidad de observadores a Noruega y Armenia, pero también y, sobre todo, a Turquía. |
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3.3. |
El Tratado aspira a ampliar el mercado interior de la UE a Europa Sudoriental y más allá. Sus objetivos son los siguientes:
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3.4. |
Nótese que, aunque las intenciones son encomiables, los progresos realizados durante los últimos años han sido bastante limitados. |
Además, la toma en consideración de los aspectos sociales del acervo en materia de energía, que figuran en el Tratado, es realmente muy reducida. No se aborda una dimensión social (en sentido amplio) más vasta, lo cual impide la adhesión de la sociedad civil a las reflexiones y acciones de la Comunidad de la Energía. La ausencia de redes de organizaciones estructuradas en este ámbito empobrece el diálogo y el debate.
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3.4.1. |
Hay que rebasar las relaciones institucionales entre la UE y los Estados miembros de la Comunidad de la Energía, como prevé el proceso de Unión de la Energía propuesto por la Comisión Europea. A tal efecto, el CESE debe ser un elemento constitutivo de esta ampliación de los procedimientos a través de la integración, en el diálogo europeo sobre la energía, de la situación energética en sentido amplio de esta región. |
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3.4.2. |
La adopción del acervo de la UE en materia de energía y la integración en el mercado interior implican una evolución significativa de las prácticas de la región en materia de precios de la energía, las cuales deben tener en cuenta los costes reales y no basarse en una política de precios «subvencionados». |
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3.4.3. |
A tal fin debe recurrirse a las estructuras establecidas para la sociedad civil en el marco del proceso de ampliación, por ejemplo, los comités consultivos mixtos (antigua República Yugoslava de Macedonia —por el momento no operativo—, Montenegro y Serbia —países candidatos que han iniciados las negociaciones y cuyos comités están en funcionamiento—) y el Comité de Seguimiento para los Balcanes Occidentales. |
4. Un potencial físico para una nueva combinación energética
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4.1. |
Hemos evocado la necesidad de reforzar las interconexiones eléctricas en el interior de la región, pero también aquellas que tienen su destino o su origen en el exterior, así como las rutas de suministro, especialmente de gas natural, y, quizás, de crear una terminal metanera. Esta terminal, que evidentemente se construiría en la parte adriática, sería común a los Estados de la región, o al menos a la mayoría de ellos, y permitiría suministrar gas natural licuado procedente de proveedores más alejados y, posteriormente, de los lugares de producción del Mediterráneo oriental (placa chipriota). |
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4.1.1. |
La reciente firma (10 de julio de 2015), en el marco de la conexión de gas para Europa Central y Suroriental (CESEC), de un memorando de entendimiento entre la Comisión Europea y Austria, Bulgaria, Croacia, Grecia, Hungría, Italia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, la antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia y Ucrania debería contribuir a aumentar la diversificación del suministro de gas natural, así como la integración de los mercados de la región. El CESE aboga por la participación de Montenegro en este acuerdo. |
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4.2. |
La combinación energética regional está desequilibrada; no existe un verdadero mercado, la estructura de la combinación energética varía de un país a otro y los precios están casi siempre regulados y, con frecuencia, se mantienen en un nivel artificialmente bajo que no incita a la eficiencia energética ni a la inversión en fuentes diversificadas. |
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4.3. |
De hecho, el carbón representa globalmente cerca del 50 % de la energía consumida, el petróleo y los productos petrolíferos más del 30 %, mientras que el gas «solo» aproximadamente el 10 %. La producción a partir de desechos y biocarburantes está ganando terreno, pero carece de un plan verdaderamente concertado. |
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4.4. |
Según numerosas fuentes (Agencia Internacional de la Energía, redes energéticas nacionales) y estudios de evaluación, los países de los Balcanes Occidentales disponen de un elevado potencial de energías renovables que debe movilizarse y beneficiarse de inversiones para permitir que estos participen en el marco de actuación de la Unión Europea en materia de clima y energía hasta el año 2030:
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4.4.1. |
Estas perspectivas deben evaluarse en términos de inversiones coordinadas, pero sobre todo de posibilidades de desarrollar actividades y crear empleo, especialmente en las nuevas tecnologías energéticas (empleo ecológico), así como de resolver la pobreza energética. La Comunidad de la Energía debe servir para desarrollar estas actividades, en particular a través del BEI. |
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4.4.2. |
Los «instrumentos para la sociedad civil» previstos en los procesos de adhesión deben utilizarse para impulsar los proyectos propuestos en materia de energía participativa (proyectos asociativos, cooperativas, ONG, etc.). |
Bruselas, 8 de octubre de 2015.
El Presidente del Comité Económico y Social Europeo
Georges DASSIS