COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL COMITÉ DE LAS REGIONES La energía azul Medidas necesarias para aprovechar el potencial de la energía oceánica de los mares y océanos europeos hasta 2020 y en adelante /* COM/2014/08 final */
COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL
PARLAMENTO EUROPEO, AL CONSEJO, AL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y AL
COMITÉ DE LAS REGIONES La energía azul Medidas necesarias para aprovechar
el potencial de la energía oceánica de los mares y océanos europeos hasta 2020
y en adelante 1. Contribución a los
objetivos de empleo, innovación, clima y energía Nuestros mares y océanos tienen el
potencial de convertirse en importantes fuentes de energía limpia. La energía
renovable marina, que comprende tanto la energía eólica marina como la energía
oceánica[1],
ofrece a la UE la oportunidad de generar crecimiento económico y empleo,
mejorar la seguridad de su suministro energético e impulsar la competitividad
mediante la innovación tecnológica. De acuerdo con la Comunicación sobre la
energía eólica marítima de 2008[2],
en la presente Comunicación se considera que el potencial del sector de la
energía oceánica puede contribuir a alcanzar los objetivos de la Estrategia
Europa 2020[3],
así como los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
a largo plazo de la UE. También se contempla el futuro de esta prometedora
nueva tecnología y se define un plan de acción para ayudar a liberar su
potencial. El aprovechamiento del potencial
económico de nuestros mares y océanos de manera sostenible es un elemento
fundamental de la política marítima de la UE[4].
El sector de la energía oceánica ha sido destacado recientemente en la
estrategia de Crecimiento azul[5]
de la Comisión como uno de los cinco ámbitos de desarrollo de la «economía
azul» que podría ayudar a la creación de empleo en las zonas costeras. Otras
iniciativas de la Comisión, como la Comunicación sobre tecnologías e innovación
energéticas[6]
y el Plan de acción en la región atlántica[7],
han reconocido la importancia de la energía oceánica y tienen como objetivo
fomentar la colaboración en materia de investigación y desarrollo y la
cooperación transfronteriza para impulsar su desarrollo. Los trabajos de investigación y consulta
llevados a cabo en el marco de la evaluación de impacto que acompaña a esta
Comunicación ponen de manifiesto que un apoyo adicional a este sector emergente
podría permitir a la UE obtener importantes beneficios económicos y
medioambientales. La evaluación de impacto destaca especialmente las siguientes
cuestiones: ·
Los recursos de la energía oceánica
disponibles en todo el mundo exceden nuestras necesidades energéticas actuales
y previstas para el futuro. En la UE el mayor potencial para el desarrollo de
la energía oceánica se encuentra en el litoral atlántico, pero también en las
cuencas del Mediterráneo y el Báltico y en las regiones ultraperiféricas. La
explotación de estos recursos autóctonos ayudaría a mitigar la
dependencia de la UE de los combustibles fósiles para la generación de
electricidad y aumentaría la seguridad energética. Esto puede ser
especialmente importante para naciones y regiones insulares, donde la energía
oceánica puede contribuir a la autosuficiencia energética y sustituir la
costosa electricidad generada con diésel. ·
El sector de la energía oceánica puede
convertirse en parte importante de la economía azul, estimulando el
crecimiento económico en las regiones costeras, así como en las interiores.
Podrían desarrollarse cadenas de suministro paneuropeas conforme se
expanda la industria, implicando tanto a PYME innovadoras como a grandes
empresas manufactureras con una capacidad determinada, por ejemplo, en la
construcción naval, la ingeniería mecánica, eléctrica y marítima, pero también
en la evaluación de impacto ambiental o en la gestión de la salud y la
seguridad. Se prevé también un aumento de la demanda de barcos especializados,
por ejemplo, y es probable que se construyan en astilleros europeos. ·
La posición de la industria europea en el mercado
de la energía oceánica mundial es actualmente sólida, y así lo demuestra el
hecho de que la mayor parte del desarrollo tecnológico tiene lugar en Europa.
Sin embargo, se prevé un aumento de la competencia por parte de China, Canadá y
otras naciones industrializadas. La organización británica Carbon Trust ha
estimado que el mercado de la energía de las olas y mareomotriz mundial podría
ascender a 535 000 millones de euros entre 2010 y 2050[8]. Crear las
condiciones en las que el sector prospere en la actualidad permitiría a la UE
acaparar una considerable parte del mercado en el futuro. La innovación
mediante la investigación y el desarrollo permitirá que la UE desarrolle oportunidades
de exportación tanto de la tecnología como del conocimiento. Resulta
esencial, por tanto, garantizar el mantenimiento del liderazgo industrial
mundial de la UE. ·
La energía oceánica tiene el potencial de
crear puestos de trabajo nuevos y de alta calidad en el desarrollo de
proyectos, la fabricación de componentes y el funcionamiento de las
instalaciones. Las estimaciones de creación de empleo que se desprenden de la
evaluación de impacto ponen de manifiesto que se podrían crear entre
10 500 y 26 500 puestos de trabajo permanentes y hasta 14 000
puestos de trabajo temporales hasta 2035. Por otro lado, fuentes más optimistas
sitúan esta cifra en unos 20 000 puestos de trabajo hasta 2035 solo en el
Reino Unido[9]
y 18 000 en Francia de aquí a 2020[10].
Una parte importante de estas oportunidades de empleo surgirá en las zonas
costeras atlánticas, que actualmente soportan una alta tasa de desempleo. ·
La expansión de la energía oceánica podría
contribuir a alcanzar los objetivos de descarbonización de Europa. El
desarrollo rentable de todas las fuentes de energía de baja emisión de carbono
será fundamental para cumplir el compromiso de la UE de reducir sus emisiones
de gases de efecto invernadero entre un 80 % y un 95 % de aquí a
2050. ·
La producción de electricidad de la energía
oceánica es diferente de la que se deriva de otras fuentes de energía
renovables. Esto significa que la energía oceánica podría ayudar a compensar
la producción de otras fuentes de energía renovables, como la energía
eólica y la energía solar, para garantizar un suministro eléctrico total
estable de energía renovable a la red. La energía oceánica sería, por tanto, un
activo valioso en la cartera energética de la UE. ·
Los dispositivos de la energía oceánica
tienden a estar sumergidos parcialmente o en su totalidad y, por tanto, tienen
un escaso impacto visual. Habida cuenta de que el ámbito de expansión de la
generación de energía renovable en tierra es limitado, el espacio marino ofrece
una solución potencial a cuestiones de aceptación pública relacionadas
con el impacto visual, que pueden obstaculizar el desarrollo de la energía
renovable en tierra. 2. Las energías renovables
marinas en la actualidad En ocasiones se
establecen paralelismos entre el sector de la energía oceánica hoy en día y el
desarrollo inicial de la energía eólica marina que se produjo en las décadas de
los ochenta y los noventa. Desde entonces, el sector eólico, incluida la
energía eólica marina, ha crecido exponencialmente habiéndose beneficiado de
una política de apoyo específica tanto a escala nacional como de la UE. La capacidad de la energía eólica marina aumentó en un 33 % en
2012, un ritmo de crecimiento más rápido que el del sector eólico terrestre[11]. A finales
de 2012, el sector de la energía eólica marina consistía en casi 5 GW de
capacidad instalada en 55 parques eólicos marinos repartidos por 10 países
europeos, con una producción de electricidad suficiente para cubrir el
0,5 % del consumo eléctrico total de la UE. En los primeros seis meses de
2013 se conectaron 277 nuevas turbinas eólicas marinas a la red, que suman un
total de 1 GW adicional. En 2020 se prevé que la capacidad instalada total
alcance los 43 GW, con una producción aproximada de un 3 % del
consumo de eléctrico total de la UE. Con mejoras tecnológicas y un apoyo
público adicional en las etapas tempranas de su desarrollo, el sector de la
energía oceánica puede, con el tiempo, desarrollarse en la misma medida que la
energía eólica marina. En la actualidad, la energía oceánica es una industria
incipiente, en la cual las tecnologías de la energía de las olas y de las
corrientes de marea están relativamente más desarrolladas que otras
tecnologías. Existen en la actualidad 10 MW[12] de
capacidad instalada de energía de las olas y de las corrientes de marea en la
UE, lo que significa que esta capacidad casi se ha triplicado desde hace cuatro
años, cuando era de 3,5 MW. Ubicados en el Reino Unido, España, Suecia y
Dinamarca, estos proyectos tienen un carácter predominantemente precomercial,
ya que su objetivo es demostrar la fiabilidad y la supervivencia de los
dispositivos ensayados. Sin embargo, ya se prevé un enorme crecimiento, con
proyectos en trámite por una capacidad total de unos 2 GW
(predominantemente en el Reino Unido, Francia e Irlanda). Si todos estos
proyectos se ejecutan, podrían suministrar electricidad a más de un millón y
medio de hogares. Otra tecnología igualmente prometedora es
la energía eólica marina flotante. La profundidad de las zonas costeras
marítimas de la cuenca atlántica hace que las turbinas marinas de cimentación
fija resulten demasiado caras. Una plataforma flotante que se ancla al fondo
marino podría ser una solución más rentable en este tipo de aguas. Existen en
la actualidad dos proyectos de demostración de energía eólica marina flotante
en funcionamiento en Portugal y Noruega. La tecnología de conversión de la
energía térmica del océano (OTEC, en sus siglas en inglés) tiene un gran
potencial en las regiones ultraperiféricas debido a su ubicación en los
trópicos, donde se registra la mayor diferencia de temperatura entre las aguas
superficiales y profundas. Su implantación local puede satisfacer las
necesidades de agua potable, refrigeración y electricidad de las islas. En la
actualidad están en marcha estudios de viabilidad en Martinica y Reunión. Aun cuando las cifras de implantación de
la energía oceánica son modestas comparadas con las del sector eólico marino,
el interés comercial que despierta el sector va en aumento, como lo demuestra
la participación cada vez mayor de los grandes fabricantes y de las grandes
empresas eléctricas. El reciente informe sobre las perspectivas de la industria
oceánica proporciona una señal adicional de que el sector está más capacitado
para identificar sus necesidades y limitaciones, así como para encontrar
soluciones que las aborden. El sector privado ha invertido más de 600 millones
de euros en los últimos siete años, y esta cantidad seguirá aumentando con toda
probabilidad, siempre que existan condiciones favorables para el desarrollo de
estos dispositivos. 3. Mecanismos de apoyo
existentes El crecimiento de los sectores de la
energía eólica y solar en los últimos años demuestra claramente que los
esfuerzos concertados con el fin de establecer unos marcos adecuados de
políticas y financiación pueden proporcionar los incentivos necesarios para que
la industria genere resultados. En el ámbito nacional, los Estados miembros han
tenido como objetivo promover las inversiones en tecnologías de energía
renovable mediante sistemas de apoyo a los ingresos, subvenciones de capital y
financiación de la investigación, pero solo unos pocos han dedicado los
recursos existentes a la energía oceánica. En el ámbito de la UE existen una serie
de disposiciones destinadas a facilitar el desarrollo de las energías
renovables. La Directiva sobre energías renovables y el régimen de comercio de
derechos de emisión han proporcionado el marco normativo necesario. Desde 2008,
el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (Plan EETE)[13] ha sido
fundamental para acelerar el desarrollo y la expansión de las tecnologías energéticas
de baja emisión de carbono. El Reglamento relativo a las orientaciones sobre
las infraestructuras energéticas transeuropeas[14]
pretende abordar el reto de las infraestructuras definiendo el desarrollo de
una red eléctrica marítima integrada como una prioridad. También establece un
proceso de identificación y supervisión de proyectos de infraestructura
seleccionados que, a continuación, podrán beneficiarse de un tratamiento
normativo preferencial, como procedimientos acelerados de concesión de permisos
y apoyo financiero. No obstante, en la actualidad son pocos los proyectos que
prevén soluciones de red marítima integrada. La UE también ha facilitado fondos para
la ejecución de medidas que beneficien a las tecnologías de energía oceánica.
Por ejemplo, se ha creado un programa conjunto para la energía oceánica en el marco
de la Alianza Europea para la Investigación en el Sector Energético (EERA, en
sus siglas en inglés). Se está promoviendo la participación de los Estados
miembros mediante una nueva red del Espacio Europeo de Investigación (ERA-Net)
de programas de investigación nacionales y regionales específicamente creada
para la energía oceánica. Esta red apoyará la coordinación de las actividades
de investigación, promoverá una participación transfonteriza más amplia en
investigación, identificará prioridades y expandirá el sector dentro de la UE.
Se han adjudicado tres proyectos de energía oceánica por un valor aproximado de
60 millones de euros en total en la primera ronda del programa NER300, que
permitirán la demostración de conjuntos de dispositivos a partir de 2016.
También se han financiado algunos proyectos a través de los Fondos
Estructurales. El desarrollo de la energía oceánica ha sido destacado en la
reciente Comunicación de la Comisión titulada «Plan de acción para una
estrategia marítima en la región atlántica»[15],
que anima a los Gobiernos nacionales y regionales a considerar la manera en que
podrían utilizar los Fondos Estructurales y de inversión de la UE, así como los
fondos para la investigación o los fondos del Banco Europeo de Inversiones, con
el fin de apoyar el desarrollo del sector. La UE también ha financiado varios
proyectos al amparo de los Programas Marco de Investigación y del programa
Energía Inteligente para Europa por un importe de hasta 90 millones de
euros desde la década de los ochenta. La iniciativa Horizonte 2020, el nuevo
programa de investigación e innovación de la UE, tendrá como objetivo abordar
importantes cambios sociales, incluidas la energía limpia y la investigación
marina. Por tanto, constituye una poderosa nueva herramienta que puede
aprovecharse para impulsar el sector de la energía oceánica hacia la
industrialización, la creación de nuevos puestos de trabajo y el crecimiento
económico. 4. Retos pendientes Algunos de los retos
a los que se enfrenta el sector de la energía oceánica son similares a los de
la energía eólica marina. Se trata fundamentalmente de cuestiones relativas a
la conexión a la red eléctrica, el desarrollo de cadena de suministro, y el
funcionamiento y mantenimiento en condiciones climáticas adversas. Pero además, la energía oceánica se encuentra en la actualidad en
un momento crítico. Siempre ha sido difícil para las tecnologías emergentes
pasar de la demostración de prototipos a la comercialización, y en la situación
económica actual esto supone un gran desafío. Como otras energías renovables,
la energía oceánica se beneficiará de un marco político claro, estable y
favorable para atraer la inversión y desarrollar su potencial. Basándose en la
consulta a las partes interesadas y en la evaluación de impacto, la Comisión ha
identificado las siguientes cuestiones que requieren atención en el corto y
medio plazo para ayudar al sector a expandirse y a competir en costes con otras
formas de generación de electricidad. ·
Los costes tecnológicos son actualmente
elevados y el acceso a la financiación resulta difícil. La mayoría de las
tecnologías existentes deben todavía demostrar su fiabilidad y supervivencia en
el medio marino. Por tanto, hoy en día el coste de la electricidad generada es
alto, aunque se prevé que disminuya conforme las tecnologías avancen en la
curva de aprendizaje. La demostración de dispositivos en el mar es costosa y
arriesgada, y las PYME carecen con frecuencia de los recursos necesarios para
desarrollar sus prototipos. La diversidad de las tecnologías que están
siendo probadas actualmente significa que el progreso hacia una reducción de
los costes de capital llevará tiempo. ·
La expansión y reforzamiento de la infraestructura
de redes de transporte de la UE, tanto marítima como terrestre y transfronteriza
resultan necesarios para acomodar los futuros volúmenes de energía oceánica y
transportarla a los centros de demanda. Aun cuando las recientes orientaciones
sobre las redes transeuropeas en el sector de la energía RTE-E[16] pueden dar
lugar a mejoras en el futuro, subsiste la inquietud sobre una conexión adecuada
a la red eléctrica. Será necesario abordar otras cuestiones relativas a la
infraestructura, incluido el acceso insuficiente a instalaciones portuarias
adecuadas y la carencia de buques especializados para la instalación y
el mantenimiento. ·
Los procedimientos de autorización y
licencia complejos pueden retrasar los proyectos y elevar los costes. La
incertidumbre sobre la correcta aplicación de la legislación medioambiental
puede prolongar aún más los procesos de autorización. Por tanto, resulta
fundamental integrar la energía oceánica en los planes de ordenación del
espacio marítimo nacionales. ·
Algunos de los efectos medioambientales de las
instalaciones de energía oceánica no se comprenden completamente en la fase
actual. Se necesitará más investigación y un mayor intercambio de información
sobre las repercusiones ambientales para comprender y mitigar los
efectos adversos que las instalaciones de energía oceánica puedan tener en los
ecosistemas marinos. Los efectos acumulativos con otras actividades humanas
también deberán evaluarse de cara a lograr el buen estado medioambiental
amparado por la Directiva marco sobre la estrategia marina y el buen estado
ecológico con arreglo a la Directiva marco sobre aguas. La integración de la
energía oceánica en los planes de ordenación del espacio marítimo nacionales
también es importante para abordar las inquietudes sobre la seguridad marítima. ·
Debido al clima económico actual, algunos
gobiernos han reducido sustancialmente el apoyo a los ingresos y las
subvenciones para las energías renovables, en algunos casos introduciendo
incluso cambios retroactivos. Esta evolución puede erosionar la confianza de
los inversores y poner en riesgo el desarrollo ulterior del sector. La ausencia
de apoyo financiero estable, que refleje la posición de las tecnologías en el
ciclo de desarrollo, puede alargar el tiempo necesario para que los proyectos
avancen hacia la rentabilidad. 5. Plan de acción de la
energía oceánica La superación de estos desafíos será
crucial para el desarrollo futuro del sector de la energía oceánica y su
capacidad para proporcionar a Europa grandes volúmenes de electricidad generada
con baja emisión de carbono. El programa conjunto EERA, la red ERA-Net de
energía oceánica y la iniciativa Horizonte 2020 serán fundamentales para
recoger los frutos de la cooperación paneuropea en investigación y desarrollo,
ayudando en especial a abordar las cuestiones técnicas pendientes. Con todo, un
marco de apoyo estable y de bajo riesgo es esencial para las tecnologías de energía
oceánica precomerciales, ya que garantiza la financiabilidad de los proyectos y
permite, por tanto, el crecimiento de la potencia instalada. La Comisión ha
publicado recientemente orientaciones sobre buenas prácticas para los programas
de apoyo a las energías renovables[17].
Al mismo tiempo que aboga por hacer mayor hincapié en el principio
coste-eficacia, las orientaciones también enfatizan el hecho de que el diseño
del plan de apoyo debería fomentar la innovación tecnológica. Las orientaciones
contemplan, por tanto, la implantación de proyectos de primera escala comercial
y reconocen de este modo la necesidad de un marco de apoyo específico a
tecnologías como la energía oceánica. Sin embargo, son necesarias medidas
específicas adicionales a escala de la UE para complementar estas iniciativas y
otras emprendidas en el ámbito nacional con el fin de superar los obstáculos al
desarrollo del sector de la energía oceánica definidos anteriormente. La presente
Comunicación establece, por tanto, un plan de acción en dos fases que ayudará a
este prometedor sector industrial a desarrollar su potencial, aprovechando en
la mayor medida posible el trabajo existente y proyectos como ORECCA, SI OCEAN
o SOWFIA. Sobre la base de las conclusiones de la evaluación de impacto, se han
definido varias medidas económicamente rentables. Algunas se han descrito como
un «llamamiento a la acción» inicial que podría complementarse con medidas
adicionales en una fase posterior, si estas fueran necesarias. La ventaja de
este enfoque en dos fases es que permitirá la acumulación de una masa crítica
de agentes y el desarrollo de una respuesta común a los desafíos de manera
ascendente, de forma que las partes interesadas implicadas se sientan
identificadas con las iniciativas. 5.1. Primera fase del plan de
acción (2014 – 2016) i. Foro de la Energía Oceánica Se creará un Foro de la Energía Oceánica
que reúna a las partes interesadas en una serie de talleres con el fin de hacer
un diagnóstico común de los problemas planteados y encontrar soluciones
viables. Resultará fundamental para generar capacidad y masa crítica, así como
para fomentar la cooperación mediante la participación de un amplio abanico de
partes interesadas. El Foro también explorará las sinergias con otras
industrias marinas, especialmente la eólica marina, en asuntos relacionados con
las cadenas de suministro, la conexión a la red eléctrica, el funcionamiento y
el mantenimiento, la logística y la ordenación del espacio. Se podría invitar a
participar a representantes de las industrias pertinentes, en su caso,
dependiendo de las cuestiones planteadas. La Comisión desempeñará un papel de
coordinación y estímulo en el Foro, que se organizará en torno a tres líneas de
trabajo: a) Línea de trabajo sobre tecnología y
recursos La comercialización del sector de la energía
oceánica exigirá avances tecnológicos adicionales, así como nuevas mejoras en
las conexiones a la red eléctrica y otras infraestructuras de la cadena de
suministro marítima. La mejora de la asequibilidad, la fiabilidad,
la capacidad de supervivencia, la operabilidad y la estabilidad de los
dispositivos de la energía oceánica[18]
es esencial. Ya existe cierto consenso sobre los ámbitos prioritarios de la
investigación tecnológica, incluida, por ejemplo, la necesidad de mejores
sistemas de amarre o nuevos materiales. Podrían también definirse las
posibilidades de colaboración con el fin de utilizar los recursos de manera más
eficaz y de facilitar la convergencia tecnológica. Se establecerá un plazo
claro, incluidas las etapas tecnológicas clave. Esta línea de trabajo comprenderá una
evaluación detallada de los recursos de la energía oceánica y de las
infraestructuras marítimas, como puertos y buques, ya que las mejoras en estas
áreas ayudarían a optimizar la gestión de los dispositivos de la energía
oceánica y, por tanto, a propiciar las correspondientes reducciones de costes. Asimismo, esta línea de trabajo también
procuraría propiciar mejoras ulteriores en la integración de la energía
renovable marina en el sistema energético. La industria tendría la oportunidad
de hacer oír lo que requiere en cuestiones como las necesidades de investigación
y desarrollo relacionadas con la tecnología de la red eléctrica, la previsión
del volumen energético y las tecnologías de almacenamiento, que también podrían
estudiarse. Los resultados serán posteriormente comunicados a los agentes
correspondientes, como las autoridades reguladoras, los operadores del sistema
de transporte y los foros pertinentes, como la North Seas Countries’ Offshore
Grid Initiative (Iniciativa de red eléctrica marítima de los países del Mar del
Norte). b) Línea de trabajo sobre cuestiones
administrativas y de financiación Los largos plazos causados por los lentos procedimientos
de autorización y licencia junto con la dificultad de acceso a la financiación
han sido identificados como cuestiones que requieren una solución urgente. El objetivo de esta línea de trabajo será
examinar los procedimientos administrativos pertinentes para las instalaciones
de energía oceánica en los Estados miembros y los efectos que estas
instalaciones puedan tener en el transporte marítimo. Es necesario revisar
estas cuestiones administrativas y de seguridad en colaboración con las autoridades
de los Estados miembros y la industria en este grupo de trabajo, con el fin de
hacer un diagnóstico común de los desafíos a los que se enfrentan todas las
partes y de la manera de abordarlos. La información recopilada en los debates
se utilizará para compilar un catálogo de buenas prácticas, complementado con
estudios de casos. También se estudiarán las cuestiones
relativas a la financiación. Habida cuenta de la novedad y la complejidad de
estas tecnologías, los inversores pueden no estar al corriente de las
oportunidades que esta industria ofrece. Esta línea de trabajo deberá implicar
a las autoridades nacionales, los bancos de desarrollo, los financieros
privados y los promotores de proyectos para debatir la mejor manera de
propiciar la inversión necesaria. También se evaluará la idoneidad de los diferentes
mecanismos de distribución del riesgo, tales como los préstamos bonificados, la
coinversión y las garantías públicas. Se hará especial hincapié en las
oportunidades de financiación disponibles en el marco de los programas de
investigación e innovación de la UE, como la iniciativa Horizonte 2020, el
programa NER300 y el programa de financiación de energías renovables del Banco
Europeo de Inversiones. c) Línea de trabajo sobre el medio
ambiente Las evaluaciones de impacto ambiental son
clave para garantizar el desarrollo sostenible de esta industria emergente. No
obstante, la recopilación de datos medioambientales de referencia supone una
carga enorme para los promotores de proyectos individuales en relación con el
tamaño de este tipo de proyectos. Esta línea de trabajo promoverá la
colaboración para supervisar las repercusiones ambientales de las instalaciones
presentes y futuras, y para mitigar de manera innovadora el impacto de la
energía oceánica en el medio marino. Los datos sobre las repercusiones
ambientales y su supervisión deberán transmitirse a las autoridades nacionales
de forma rutinaria, de conformidad con los objetivos de la Directiva marco
sobre aguas y la Directiva marco sobre la estrategia marina. En la actualidad ya existe un marco integral
de legislación de la UE que comprende la conservación de la naturaleza, la
evaluación de impacto medioambiental y las energías renovables, complementado
con la propuesta de la Comisión de una Directiva sobre la ordenación del
espacio marítimo (OEM). Sin embargo, esta línea de trabajo deberá evaluar la
necesidad de establecer unas directrices de aplicación sectoriales específicas,
similares a las que ya se han definido para la energía eólica, con el fin de
complementar las Directivas sobre hábitats y aves, el artículo 13 de la
Directiva sobre energías renovables y una posible futura Directiva sobre OEM. ii. Hoja de ruta
estratégica de la energía oceánica Sobre la base de los resultados obtenidos
en el Foro de la Energía Oceánica, se elaborará una hoja de ruta estratégica
que establezca objetivos claros para el desarrollo industrial del sector, así
como un calendario para su consecución. A la hora de establecer las prioridades
tecnológicas, dicha hoja de ruta deberá tener en cuenta los principios y
avances clave anunciados en la Comunicación sobre tecnologías e innovación
energéticas[19],
aportará asimismo su propia contribución y formará parte de la «hoja de ruta
integrada»[20].
Esta hoja de ruta será elaborada conjuntamente por la industria, los Estados
miembros, las autoridades regionales interesadas, las ONG y otras partes
interesadas pertinentes mediante un proceso estructurado y participativo, tal
como se define anteriormente. Dicha hoja de ruta reunirá las conclusiones de
todas las áreas relevantes para el desarrollo de la industria, y proporcionará
un modelo de acción consensuado con el fin de ayudar a que el sector de la
energía oceánica progrese hacia la industrialización. 5.2. Segunda fase del plan de
acción (2017 – 2020) iii. Iniciativa industrial europea Se podría desarrollar una iniciativa
industrial europea basada en los resultados obtenidos en el Foro de la Energía
Oceánica. Ya se han creado varias iniciativas industriales europeas (IIE) en el
marco del Plan EETE. Las IIE son asociaciones entre los sectores público y
privado que agrupan a la industria, los investigadores, los Estados miembros y
la Comisión para fijar y conseguir objetivos claros y consensuados en un plazo
de tiempo específico. Pueden mejorar la eficacia de la investigación y el
desarrollo innovadores y proporcionar una plataforma para compartir el riesgo
de la inversión. La iniciativa eólica europea, por ejemplo, ya ha realizado
aportaciones a los esfuerzos de investigación y desarrollo de la UE en materia
de energía eólica, y ha promovido una mejor adecuación de los fondos públicos
pertinentes, nacionales y europeos, a las prioridades identificadas. Con el fin de definir una iniciativa
industrial europea viable, sin embargo, las partes interesadas de la industria
deben tener, en primer lugar, una clara estrategia para el desarrollo del
sector y deben estar bien organizadas para lograr sus objetivos. La iniciativa
sería el resultado de un proyecto común, con la participación de la Comisión,
los Estados miembros y las organizaciones de la industria y la investigación.
No obstante, la forma precisa de esta cooperación deberá definirse en una fase
posterior, ya que el acuerdo vigente con arreglo al Plan EETE puede estar
supeditado a cambios, tal como se anunció en la Comunicación sobre tecnologías
e innovación energéticas[21]. Habida cuenta del estadio temprano de
desarrollo de las tecnologías de la energía oceánica, la formación de
asociaciones entre los sectores público y privado a gran escala podría ser un
medio eficaz de compartir el riesgo y de captar la inversión privada. Tal como
se debatió en la evaluación de impacto, es probable que la creación de una
iniciativa industrial europea u otra forma apropiada de asociación entre los
sectores público y privado constituya un importante trampolín en el camino
hacia una completa implantación industrial, puesto que ayudaría a formalizar la
cooperación entre las partes interesadas, a facilitar el acceso a la
financiación y a aplicar la hoja de ruta estratégica anunciada en esta
Comunicación. iv. Directrices sectoriales
específicas para la aplicación de la legislación pertinente Sobre la base de la experiencia acumulada
en la línea de trabajo sobre cuestiones administrativas y financiación y en la
línea de trabajo sobre el medio ambiente, se podrían elaborar unas directrices
con el fin de agilizar y facilitar la aplicación de las Directivas sobre hábitats
y aves y del artículo 13 de la Directiva sobre energías renovables, así como
ayudar en los procesos de ordenación del espacio marítimo. El objetivo de estas
directrices será reducir la incertidumbre mediante orientaciones más claras y
específicas para la obtención de licencias de los proyectos pertinentes, y
aligerar así la carga que supone para las autoridades públicas y los promotores
de proyectos. 6. Balance de los
progresos realizados Una vez que las medidas anteriores se
hayan iniciado y estén sólidamente establecidas, será importante supervisar el
progreso realizado por el sector de la energía oceánica en cuanto al
aprovechamiento de su potencial como tecnología energética estratégica. Esto
podría hacerse, por ejemplo, midiendo el nivel de potencia instalada y la
generación de electricidad, el número de proyectos implantados y previstos, la
escala de la inversión, el grado de reducción de los costes de capital o el
número de iniciativas empresariales de colaboración. También será fundamental
evaluar en qué medida el sector está contribuyendo a lograr los objetivos más
amplios de creación de empleo, crecimiento y sostenibilidad de la UE. La Comisión llevará a cabo una evaluación
inicial del progreso realizado en 2017 y una evaluación más exhaustiva del
estadio de desarrollo de la energía oceánica en 2020 a más tardar. El proceso
de revisión tendrá en consideración la evaluación y el desarrollo ulterior de
la política general de la UE respecto al desarrollo de las energías renovables
y la política tecnológica energética. 7. Conclusión En un momento en que la UE analiza su
política en materia de energía y cambio climático con posterioridad a 2020, es
oportuno explorar todas las opciones posibles en un esfuerzo sostenido y
colectivo con el fin de mitigar los efectos del cambio climático y diversificar
la cartera de las fuentes de energía renovable de Europa. El apoyo a la
innovación en las tecnologías energéticas con baja emisión de carbono puede
ayudar a abordar estos desafíos. No debe escatimarse ningún esfuerzo. Con el
fin de que la energía oceánica haga realidad su potencial, ha llegado el
momento de unir a los Estados miembros, la industria y la Comisión para que
trabajen en colaboración con el objetivo de acelerar su desarrollo. Esta
Comunicación, por tanto, establece un plan de acción para orientar sobre el
desarrollo ulterior del sector de la energía oceánica. La realización de este
plan de acción en el período comprendido entre 2014 y 2017 debería ayudar a la
industrialización del sector, de manera que pueda suministrar electricidad con
baja emisión de carbono y rentable, así como promover la creación de empleo y
el crecimiento económico en la UE. Los objetivos
comunes se defienden mejor con un enfoque coordinado e integrador. Si bien hoy
en día el sector de la energía oceánica es relativamente pequeño, podría
ampliarse hasta estar en situación de contribuir al crecimiento económico y a
la creación de empleo en la UE. El sector también podría contribuir a lograr
los ambiciosos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero para 2050
de la UE si se establecen ahora las condiciones adecuadas. Si este sector
emergente recibe el impulso político necesario, mediante las medidas descritas
anteriormente, la energía oceánica debería estar en condiciones de lograr, a
medio y largo plazo, la masa crítica necesaria para su comercialización, y de
convertirse así en otra historia de éxito industrial europea. 8. Anexo 1: Resumen de la
acción propuesta Resultados || Calendario Fase 1 Creación de un Foro de la Energía Oceánica, que agrupe a la industria y otras partes interesadas · Línea de trabajo sobre tecnología y recursos · Línea de trabajo sobre cuestiones administrativas y de financiación · Línea de trabajo sobre el medio ambiente || 2014 - 2016 2014 - 2016 2014 - 2016 Elaboración de una hoja de ruta estratégica || 2016 Fase 2 Posible creación de una iniciativa industrial europea || 2017 - 2020 Posible elaboración de directrices para facilitar la aplicación de la legislación pertinente y para ayudar en la ordenación del espacio marítimo || 2017 - 2020 [1] La energía oceánica puede aprovecharse de muchas
formas. La energía de las olas depende de la altura, la velocidad y la longitud
de las olas, así como de la densidad del agua. La energía de las corrientes de
marea se genera a partir del flujo del agua en canales estrechos, mientras que
las tecnologías de amplitud de marea (o «presas de marea») explotan la
diferencia de altura de la superficie del agua en una bahía o estuario
embalsado. La energía oceánica también puede generarse a partir de las
diferencias de temperatura entre las aguas superficiales y las aguas más
profundas, mientras que la energía procedente del gradiente de salinidad se
obtiene de la diferencia de salinidad entre el agua dulce y el agua salada. [2] COM(2008) 768 de 13.11.2008. [3] COM(2010) 2020 de 3.3.2010. [4] COM(2007) 575 de 10.10.2007. [5] COM(2012) 494 de 13.9.2012. [6] COM(2013) 253 de 2.5.2013. [7] COM(2013) 279 de 13.5.2013. [8] Carbon Trust (2011), Marine Renewables Green
Growth Paper («Un análisis del crecimiento verde de las energías renovables
marinas»). [9] Renewable UK (2013), Wave and Tidal
Energy in the UK («La energía de las olas y mareomotriz en el Reino Unido»)
en:
http://www.renewableuk.com/en/publications/reports.cfm/wave-and-tidal-energy-in-the-uk-2013 [10] Senado francés (2012), Informe sobre asuntos
marítimos en: http://www.senat.fr/rap/r11-674/r11-6741.pdf [11] European Wind Energy Association (Asociación europea
de energía eólica) (2013), Wind in power: 2012 European statistics
(estadísticas europeas de 2012). [12] La capacidad instalada actual aumenta a 250 MW
si se incluye el sistema de amplitud de marea de La Rance, en funcionamiento
desde 1966. Los sistemas de amplitud de marea son una tecnología consolidada,
pero el margen para su expansión es limitado debido a la carencia de
emplazamientos apropiados y a su gran impacto medioambiental. [13] COM(2009) 519 de 7.10.2009. [14] Reglamento (UE) nº 347/2013 de 25.4.2013. [15] COM(2013) 279 de 13.5.2013. [16] Reglamento (UE) nº 347/2013 de 25.4.2013. [17] Doc. de trabajo de los servicios de la Comisión
(2013) 439 final, 5.11.2013. [18] Selección de la Hoja de ruta de ORECCA (2012). [19] COM(2013) 253. [20] Medida de aplicación propuesta en COM(2013) 253. [21] COM(2013) 253 de 2.5.2013.