14.8.2010 |
ES |
Diario Oficial de la Unión Europea |
C 220/14 |
Publicación de una solicitud con arreglo al artículo 6, apartado 2, del Reglamento (CE) no 510/2006 del Consejo sobre la protección de las indicaciones geográficas y de las denominaciones de origen de los productos agrícolas y alimenticios
2010/C 220/09
La presente publicación otorga un derecho de oposición, de conformidad con el artículo 7 del Reglamento (CE) no 510/2006 del Consejo (1). Las declaraciones de oposición deben llegar a la Comisión en un plazo de seis meses a partir de la presente publicación.
RESUMEN
REGLAMENTO (CE) No 510/2006 DEL CONSEJO
«FARINA DI CASTAGNE DELLA LUNIGIANA»
No CE: IT-PDO-0005-0525-22.02.2006
DOP ( X ) IGP ( )
En el presente resumen figuran los principales datos del pliego de condiciones a efectos informativos.
1. Servicio competente del estado miembro:
Nombre: |
Ministero delle politiche agricole e forestali |
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Dirección: |
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Tel. |
+39 0646655106 |
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Fax |
+39 0646655306 |
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E-mail: |
saco7@politicheagricole.it |
2. Agrupación:
Nombre: |
Comitato Promotore D.O.P. «Farina di castagne della Lunigiana» |
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Dirección: |
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Tel. |
+39 0521484329 |
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Fax |
+39 0521494652 |
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E-mail: |
farinalunigiana@libero.it |
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Composición: |
Productores/transformadores ( X ) otros ( ) |
3. Tipo de producto:
Clase 1.6: |
Frutas, hortalizas y cereales frescos o transformados |
4. Especificación:
[Resumen de los requisitos de conformidad con el artículo 4, apartado 2, del Reglamento (CE) no 510/2006]
4.1. Denominación del producto:
«Farina di castagne della Lunigiana»
4.2. Descripción:
La D.O.P. «Farina di Castagne della Lunigiana» (harina de castaña de Lunigiana) corresponde a la harina dulce obtenida mediante transformación de castañas procedentes de castaños de la especie Castanea sativa (Mill.), de la que consta la presencia histórica de diversas variedades en el territorio considerado: Bresciana, Carpanese, Fosetta, Marzolina, Moretta, Primaticcia, Rigola, Rossella, Rossola. Como mínimo el 70 % de las variedades de castaño que entran en la producción de la «Farina di Castagne della Lunigiana» deben proceder de las variedades de Bresciana, Carpanese y Rossola.
En el momento de su comercialización, la «Farina di Castagne della Lunigiana» aparece aterciopelada al tacto y fina al paladar con granulometría inferior o igual a 0,8 mm, siendo en un 1,80 % inferior o igual a 0,3 mm, de sabor dulce con contenido total en azúcares de al menos un 20 % y perfume característico de castaña sin olor a enmohecido o a rancio. El color oscila entre el blanco y el marfil y la humedad máxima es del 8 %.
4.3. Zona geográfica:
La zona de producción de la D.O.P. «Farina di Castagne della Lunigiana» se halla en la provincia de Massa Carrara y comprende todo el término de los municipios de: Aulla, Bagnone, Casola in Lunigiana, Comano, Filattiera, Fivizzano, Fosdinovo, Licciana Nardi, Mulazzo, Podenzana, Pontremoli, Tresana, Villafranca in Lunigiana y Zeri.
4.4. Prueba del origen:
Todas las fases del proceso productivo son objeto de control, documentándose para cada una de ellas el producto de entrada y el de salida. De este modo, y gracias a la inscripción en los correspondientes registros, gestionados por la estructura de control, de las parcelas catastrales en que tiene lugar el cultivo, los productores de castañas, los secadores, los molturadores y los envasadores, así como a la oportuna declaración de las cantidades producidas a la estructura de control, se garantiza la trazabilidad del producto. Asimismo, se inscriben en los correspondientes registros, tanto los «gradili» (secaderos) destinados al secado de las castañas, como los molinos y locales de envasado. Todas las personas, físicas o jurídicas, inscritas en los registros están sujetas a inspección del organismo de control, conforme a lo establecido en el pliego de condiciones y en el correspondiente plan de inspección.
4.5. Método de obtención:
La densidad de los plantones de frutal debe ser, como máximo, de 160 unidades por hectárea. El rendimiento productivo máximo no puede sobrepasar los 3 500 kg por hectárea. Como mínimo el 70 % de las variedades de castaño que entran en la producción de la «Farina di Castagne della Lunigiana» debe proceder de las variedades Bresciana, Carpanese y Rossola. La recogida de las castañas debe efectuarse entre el 29 de septiembre y el 15 de diciembre.
Las castañas se secan en estructuras denominadas «gradili». El secado de la castaña para la produccion de la «Farina di Castagne della Lunigiana» D.O.P. debe realizarse a fuego lento, utilizando exclusivamente leña de castaño, durante un período mínimo de 25 días. Tras el proceso de secado, debe eliminarse la cáscara que recubre las castañas con las tradicionales máquinas descascarilladoras, a continuación se ventilan por medios mecánicos o con técnicas tradicionales y se revisan a mano para eliminar las impurezas. El rendimiento máximo de las castañas secas peladas, respecto de las castañas crudas, no puede superar el 32 % en peso.
Los molinos destinados a la moltura de las castañas secas para su transformación en «Farina di Castagne della Lunigiana» D.O.P. deben ser de tipo tradicional, con muelas de piedra. La energía para el funcionamiento de las muelas podrá ser eléctrica o hidráulica. La moltura ha de realizarse antes del 30 de enero del año siguiente al de la cosecha. El molino no debe molturar más de cinco quintales de castañas secas al día por muela, a fin de evitar que una moltura rápida empaste la piedra y la recaliente, de tal modo que el producto acabado pierda su preciada característica de textura de polvo de talco.
4.6. Vínculo:
La denominación de origen protegida «Farina di Castagne della Lunigiana» se caracteriza por un marcado sabor dulce, que la distingue nítidamente de productos similares presentes en el mercado y que se debe principalmente al castaño cultivado y a las características edafoclimáticas de la zona de producción, así como al trabajo del hombre que, durante siglos, ha mantenido la producción de esta harina. Ciertamente, el fruto debe su dulzor a la configuración del terreno y, en particular, a la altitud y las condiciones climáticas. Las especiales características orográficas y morfológicas, hidrográficas y climáticas de Lunigiana dotan a este territorio de condiciones particularmente adecuadas para la obtención del fruto dulce del castaño, que prospera en todos sus puntos, desde el fondo del valle y hasta unos mil metros de altitud. La especial configuración orográfica del territorio de producción, situado en una depresión, junto con la exposición este-oeste de las laderas sobre las que crecen los castaños, las temperaturas, moderadas durante todo el año y, en particular, durante los meses de actividad biológica de la planta (junio a septiembre), las corrientes frescas estivales procedentes del vecino mar mitigan las altas temperaturas del verano, evitando que la planta sufra estrés y permitiendo una acumulación constante e importante de azúcares en las castañas con las que se elabora la harina. La Lunigiana, desde el punto de vista morfológico, se caracteriza por angostos y profundos valles surcados por cursos de agua de carácter torrencial, colinas, montañas y fosas tectónicas. Esta particular morfología da lugar a una red hidrográfica abundante y rica, de naturaleza típicamente torrencial, que la población ha sabido utilizar sabiamente como fuente de energía con numerosos molinos de agua. Todavía actualmente los molinos son característicos de la arquitectura rural de la zona y se utilizan aún para el molturado de las castañas secas. Por otra parte, las muelas de piedra de estos molinos, que antígüamente eran movidas por las corrientes de los torrentes y, posteriormente, por la corriente eléctrica, permiten que el molturado de las castañas sea lento y constante, sin recalentamiento excesivo, de modo que se obtenga una harina aterciopelada al tacto y fina al paladar. Cabe señalar, además, que en el territorio existen instalaciones de secado («gradili») que, distribuidas por todos los castañares, además de dar, junto con los molinos, una imagen característica al territorio de la Lunigiana, dan testimonio de la larga tradición de transformación de las castañas en esta zona geográfica. Baste pensar en las crónicas de Giovanni Antonio da Faie, en el siglo XV, en las que se resalta la importancia del castaño en la economía local y la necesidad de que no se perdiera la producción de castañas, que representaban «dos tercios del pan de Lunigiana». Este mismo autor menciona también la poca diferencia de precio entre la harina de trigo y la de castañas. A la especificidad de la zona geográfica y la técnica de molturado tradicional, se suma el factor humano. Ciertamente, el hombre vigila y controla todas las fases de transformación de la harina, desde la recogida de las castañas hasta las operaciones de secado y de molturado, respetando siempre la tradición local. La fecha de inicio de la recogida, que coincide con el periodo de inicio de la caída espontánea de los frutos, tiene lugar, incluso hoy en día, el día de San Miguel, el 29 de septiembre, época históricamente establecida, en que las condiciones climáticas favorecen la apertura del erizo de la castaña en las variedades más precoces. Cabe señalar también que, entre los proverbios de la zona, es conocido el dicho «por San Miguel, la castaña en el cesto». En el momento de la recogida, se hace una primera selección sobre el terreno de los frutos sanos y, a continuación, se preparan y acondicionan los «gradili»l (secaderos) en los que se colocan las castañas y, durante al menos 25 días, se mantiene encendido el fuego, siempre vigilado por el hombre y alimentado, como es tradicional, exclusivamente con leña de castaño. Tras el secado, es aún el hombre el que controla manualmente las castañas secas, eliminando las impurezas, antes de destinarlas a la moltura. No cabe duda de que la producción y la transformación de las castañas en Lunigiana fue adquiriendo en el transcurso del tiempo una relevancia económica muy importante; así, entre el siglo XV y el siglo XVIII, en todos los estatutos de los diversos municipios de Linigiana, desde Rocca Sigillina a Tresana, a Equi y a Mocigoli, y desde Gragnola a Pontremoli, se establecieron normas precisas y sanciones para proteger los castañares que desde hacía siglos existían en la zona. Hallazgos arqueológicos demuestran la presencia del castaño en Lunigiana desde el siglo I d.C., y su consolidación entre el siglo V y el VI. Los restos descubiertos en los alrededores de Pieve di Sorano (Filattiera), donde existió un asentamiento bizantino, encima de una factoría romana preexistente, figuran entre los más antiguos conocidos en Italia y, sobre todo, atestiguan una rápida «revolución» en la agricultura, con la sustitución del roble por el castaño, que, habiendo hallado sus condiciones ideales, ha mantenido su presencia a través de los siglos y contribuido a garantizar a la población una fuente segura e importante de alimentación. Tierra de orígenes remotos, Lunigiana ha conservado usos y costumbres que la caracterizan dentro del folclore italiano. En la «fiesta de la Rica», la señora más «rica» del lugar ofrecía la merienda y en Filetto se pedía harina dulce de castañas. También la «baladura» o «ballatura», operación que consistía en pisar en la era las castañas parcialmente peladas, a fin de llegar a mondarlas por completo, constituía una auténtica fiesta, la más gozosa y alegre de todo el ciclo de producción de la castaña, y se acompañaba de canciones populares. En esta tierra abundan los proverbios dialectales y las costumbres sociales ligadas a la castañicultura. Asimismo, el arte culinario linigianese incluye una notable gama de platos a base de harina de castaña, tales como la polenta de harina de castaña («pattona»), las hogazas («cian»), los buñuelos en sartén («fritei» y «padléti»), tipos especiales de lasaña («lasagna bastarda») y pan («pane marocca»). Estos productos gastronómicos se acompañaban, a menudo, de productos lácteos o embutidos. Por último, para comprender hasta qué punto el castaño ha impregnado la tierra de Lunigiana, basta con observar que aquí los niños no nacían bajo una col, ni los traía la cigüeña, sino que aparecían en el tronco hueco de un viejo castaño.
4.7. Estructura de control:
Nombre: |
Camera di Commercio Industria Artigianato e Agricoltura di Massa Carrara |
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Dirección: |
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Tel. |
+39 05857641 |
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Fax |
+39 0585776515 |
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E-mail: |
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4.8. Etiquetado:
La «Farina di Castagne della Lunigiana» D.O.P. se comercializa a partir del 15 de noviembre del año de producción, envasada en bolsas de plástico transparentes de un peso de 500 g, 1 kg o 5 kg. Las bolsas de plástico pueden introducirse en envases de papel o de tela. Los envases deben cerrarse con un sello inamovible, de tal modo que el contenido no pueda extraerse sin romper dicho sello. El sello, de tipo monouso, colocado como cierre de cada envase, debe contener la mención estampillada «Farina di Castagne della Lunigiana» D.O.P. y el año de producción. El color del sello, que varía en función del peso, es el siguiente: blanco para el envase de 500 g, marrón para el de 1 Kg y rojo para el de 5 kg. Además, cada bolsa lleva una etiqueta en la que, además de las indicaciones que prevé la ley, figura el logo de la «Farina di Castagne della Lunigiana» D.O.P, la fecha de envasado y la fecha de caducidad, que no puede ser superior a un año.
El logo de la denominación consiste en la imagen de dos castañas superpuestas, con la castaña que está en primer plano inclinada hacia la izquierda y la otra representada en sentido vertical. Ambas castañas son de color marrón, con un reflejo de color marrón claro en la parte redondeada, y la superficie de la castaña es color avellana. En el fondo figuran tres bandas de igual dimensión con los colores de la bandera italiana: verde, blanco y rojo. A la derecha de la banda verde figura la indicación «Denominazione di origine protetta».
La mención «Farina di Castagne della Lunigiana» debe hacerse en italiano.
(1) DO L 93 de 31.3.2006, p. 12.