23.12.2009   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 318/43


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Las repercusiones de la crisis mundial en los principales sectores industriales y de servicios en Europa» (Dictamen de iniciativa)

2009/C 318/09

Ponente: Antonello PEZZINI

Coponente: Enrico GIBELLIERI

El 26 de febrero de 2009, de conformidad con el artículo 29, apartado 2, de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema:

«Las repercusiones de la crisis mundial en los principales sectores industriales y de servicios en Europa».

La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI), encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 10 de septiembre de 2009 (ponente: Antonello PEZZINI; coponente: Enrico GIBELLIERI).

En su 456o Pleno de los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 2009 (sesión del 1 de octubre), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 156 votos a favor y 2 abstenciones el presente Dictamen.

1.   Conclusiones

1.1   El CESE está convencido de que las repercusiones de la actual crisis financiera en los principales sectores industriales y de servicios de la UE obligan a las instituciones comunitarias y a los Estados miembros a una profunda reconsideración y una mayor coordinación de las políticas e instrumentos comunitarios para reconstruir una escala de valores, reservando el primer puesto de la misma a la economía real, así como a las necesidades de las empresas, trabajadores y ciudadanos.

1.2   El CESE solicita encarecidamente la ratificación del Tratado de Lisboa, para asegurar una estructura de la UE capaz de satisfacer la necesidad de rediseñar el desarrollo de nuestro continente de modo competitivo, sostenible y abierto con:

medidas para aumentar la cooperación entre empresas y trabajadores,

políticas comunes y más coordinadas,

sistemas decisorios más rápidos, y

legislaciones más simples y transparentes.

1.3   El CESE tiene la convicción de que, si se renueva el proyecto europeo, en el espíritu de Jean Monnet cuando se publicó y se puso en marcha el Tratado de París, que supuso la constitución de la CECA, será posible sentar de nuevo las bases de la recuperación económica europea. De hecho, los tratados vigentes han mostrado límites preocupantes a la hora de afrontar la crisis y sus consecuencias económicas y sociales.

1.4   El principio de subsidiariedad debe ser definido de nuevo con arreglo a su valor original. Deben adoptarse decisiones y hay que asumir la responsabilidad al nivel más eficaz para el ciudadano europeo. Frente a los problemas globales, se imponen políticas e instrumentos a nivel europeo y mundial.

1.5   El CESE cree que los Gobiernos de los Estados miembros y el Consejo de la UE deben hacer todo lo posible para recuperar la confianza de los ciudadanos en el proyecto de una Europa más fuerte y capaz de poder dotarse de instrumentos compartidos y reconocidos, a fin de hacer frente a la actual crisis y a las posibles crisis futuras de dimensiones globales.

1.5.1

El CESE es consciente de que diversos países que formaron parte del primer núcleo que dio lugar a la Comunidad Europea están dando muestras, sobre todo en este momento de crisis, de una gran intolerancia respecto de las normas del mercado único: competencia y ayudas estatales. Se trata de un craso error (1).

1.5.2

En una situación como la actual, el Consejo, ayudado por el PE y la Comisión, debería dar vida a un «Pacto estratégico» que prevea:

un fuerte compromiso con el mercado único, con mecanismos reforzados, sobre todo en algunos sectores en los que aún se observan defectos (2);

compromiso de introducir una coordinación en la fiscalidad que respete la soberanía fiscal de los Estados, pero que refuerce la cooperación en algunos puntos;

posibilidad concertada de acceder a la zona del euro, lo antes posible y respetando determinadas condiciones, para los Estados en «dificultades»;

aplicación de medidas públicas coordinadas, proporcionadas, transparentes y gradualmente reducidas para disminuir los riesgos sistémicos y volver rápidamente a un nivel sostenible de actividad en el mercado libre.

1.6   El mensaje del CESE es que los ciudadanos, las fuerzas sociales y la sociedad civil en su conjunto están convencidos de que la crisis actual obliga a buscar una Europa más fuerte, que sepa superar el papel limitado de los diferentes Estados.

1.7   Los Estados miembros deberán hacer sacrificios concretos, en términos de representación y visibilidad, para potenciar el papel global de Europa en sus expresiones democráticas: PE, Consejo y Comisión.

1.8   El CESE considera que el primer instrumento que cabrá aplicar es una verdadera política industrial sustancial que no se vea influida por las decisiones de los especuladores financieros y que tenga como objetivo el desarrollo sostenible. La experiencia concreta de política industrial, seguida durante cincuenta años con arreglo al Tratado CECA, en dos importantes sectores productivos europeos, debe recuperarse y, tras una oportuna actualización, debe modificarse para fomentar un desarrollo sostenible y tomarse como referencia para las acciones futuras (3).

1.9   A través del desarrollo de las empresas y de la economía social y gracias a su capacidad para dar respuestas innovadoras, Europa podrá superar la crisis y reactivar la economía.

1.10   Para llevar a buen término una estrategia de desarrollo, los interlocutores sociales y la sociedad civil organizada en su conjunto deberían tender a configurar un territorio socialmente responsable (TSR), en el que se puedan seguir estrategias coordinadas como las siguientes:

una estrategia de resistencia y supervivencia, que pueda brindar la posibilidad de operar en mercados maduros, gracias a una mejor especialización en el propio mercado, con reducción de los costes y con una gran diversificación en sectores contiguos o con nuevas fórmulas;

una estrategia de innovación de procesos, productos y servicios, con cambio de mercado y de tecnología, con nuevos materiales, que lleven a nuevos productos;

nuevas iniciativas, con el lanzamiento de nuevas formas de empresa, o de nuevos sectores, o de nuevas iniciativas, es necesario concebir, mediante un ejercicio de previsión, nuevos productos en expansión (como los lead markets o mercados líderes) hacia los que confluyan nuevas inversiones;

mercadotecnia territorial, que apunte hacia la excelencia, a través de convenios con centros de investigación, a fin de aumentar la difusión de las nuevas tecnologías;

apoyo financiero, a través de instituciones financieras de desarrollo y la utilización de la garantía fiduciaria del FEI (4);

capitalización del fondo de riesgo de los consorcios de garantía, mediante un acuerdo entre administraciones y sistema bancario, para que permitan retrasar los pagos de las microempresas y pequeñas empresas, sobre todo para salvaguardar el empleo;

consolidación de las deudas a corto plazo, para permitir que las microempresas y pequeñas empresas puedan centrarse en la producción, comercialización y servicios postventa de sus propios productos;

apoyo a un sector terciario innovador (economía verde) , recurriendo a la posibilidad de formación innovadora brindada por el Fondo Social Europeo;

desarrollo de un servicio de alto nivel a las personas, a través de la valorización y el desarrollo del sistema de atención social y sanitaria (5);

aplicación de políticas en materia de infraestructuras, contribuyendo a la aparición de opciones más innovadoras para una economía de baja emisión de carbono y creando las condiciones para que residir en el territorio resulte ventajoso;

potenciación de los criterios medioambientales y de eficiencia energética en los contratos públicos;

fomento, mediante la financiación, de nuevos productos más eficientes en sustitución de los viejos;

mejora del acceso a la información;

más facilidades para el uso de las materias primas.

1.11   Una comparación de los paquetes nacionales de estímulo, en las economías industrializadas, demuestra la necesidad de una mayor visión prospectiva común por parte de los Gobiernos europeos, especialmente por lo que respecta al fomento del desarrollo sostenible y a la responsabilidad social de las empresas, así como una mejor coordinación con la Comisión Europea. Por otra parte, la retórica no es suficiente. Los Estados miembros deben poner en práctica urgentemente sus planes, ya que la crisis está teniendo grandes repercusiones para las empresas y los trabajadores.

1.12   El CESE acoge favorablemente los esfuerzos efectuados en Praga, el 7 de mayo de 2009, con motivo de la Cumbre sobre el Empleo, para identificar pistas de acción que deberán seguirse a nivel nacional y europeo, junto con los interlocutores sociales, sobre la base de un diálogo social reforzado (6), a fin de garantizar que se presta una mayor atención a la creación de empleo y a las medidas necesarias para estimular la demanda.

1.13   La Estrategia de Lisboa debe preservar su credibilidad y dar pruebas de su capacidad de adaptación a este nuevo contexto, acelerando el proceso de reformas y determinando prioridades claras y nuevos métodos, así como manteniendo la coherencia entre los objetivos de la Estrategia del Desarrollo Sostenible de la UE y los de la Estrategia post-Lisboa que deberá definirse en los próximos meses.

1.14   Los gobiernos europeos deberán esforzarse por respetar íntegramente y en los plazos impuestos los compromisos asumidos en la UE.

1.15   Las ayudas de Estado previstas para sostener el empleo en las empresas afectadas por problemas relacionados con la globalización y el crédito deben basarse en condiciones que garanticen:

que tales ayudas no reforzarán el proteccionismo y no interpondrán obstáculos a la libre competencia;

que las empresas que reciben fondos se comprometan, sobre todo, a mantener el nivel de empleo;

que se respeten los convenios colectivos y se mantenga el poder adquisitivo de los trabajadores;

que durante los períodos de producción reducida, los trabajadores puedan seguir una formación para conseguir nuevas cualificaciones con el consiguiente apoyo en este sentido;

que el apoyo financiero público no constituya una forma de renta para los accionistas, mediante dividendos u otras formas de recompra de acciones;

que, en la medida de lo posible, el apoyo promueva el desarrollo de nuevos productos y nuevos servicios, de conformidad con criterios de protección medioambiental;

que las ayudas no falseen la competencia y sean temporales y degresivas;

que haya mecanismos adecuados de control para la protección de los contribuyentes.

1.16   En términos de respuesta social a la crisis, las propuestas adoptadas hasta el momento no han sido adecuadas. No se ha considerado suficientemente la creación de puestos de trabajo o la adopción de las medidas necesarias para estimular la demanda (como paquetes de incentivo fiscal más coordinados, a nivel comunitario, así como cuestiones de política salarial) (7).

1.17   Por lo que respecta a las normas y las medidas temporales del mercado laboral, es necesario asegurarse de que el trabajo de breve duración vaya acompañado de una formación apropiada, especialmente por lo que respecta a la higiene y la seguridad en el puesto de trabajo y con garantías en materia de nivel salarial.

1.18   El Comité considera urgente y fundamental, para el propio futuro de la estructura productiva de la UE, la aplicación de políticas dirigidas a reorientar a los jóvenes hacia las disciplinas técnicas y científicas en todos los niveles del sistema educativo y formativo, a fin de contrarrestar la destrucción de los valores ligados a las actividades productivas en beneficio de los valores financieros y especulativos (8).

1.19   Para favorecer la recuperación productiva y la viabilidad de los sectores industriales y de servicios europeos, el CESE considera necesario potenciar el papel de las actividades de investigación, innovación y desarrollo, utilizando los instrumentos ya disponibles, como el Séptimo Programa Marco de I+DT y el Instituto Europeo de Tecnología (EIT), pero introduciendo una clara orientación sectorial, sobre la base de las prioridades establecidas por las plataformas tecnológicas europeas.

1.20   El CESE aboga por una acción comunitaria en apoyo del sector de los servicios a las empresas, desarrollando servicios y contenidos innovadores en beneficio de los ciudadanos, consumidores, trabajadores y empresas, en particular para la internacionalización y las actividades de exportación de las PYME.

1.21   El Comité estima necesario, tal como ha manifestado la Presidencia del CESE (9), que se reconsideren los criterios de aplicación de los Fondos Estructurales, y especialmente del FSE, para permitir el acceso directo al mismo a nivel europeo también sobre una base sectorial, siguiendo así la experiencia de la CECA, que ha demostrado ser muy eficaz y de rápida aplicación.

1.22   En el plano del comercio internacional, el CESE considera prioritaria la rápida conclusión de las negociaciones multilaterales sobre el comercio (Ronda de Doha), que constituiría una señal positiva para los mercados internacionales, lo que tendría importantes repercusiones sobre la actual crisis (10): la UE puede y debe asumir un liderazgo más fuerte en las negociaciones, garantizando una sola voz para obtener resultados ambiciosos que garanticen el respeto de las normas fundamentales laborales de la OIT en materia de condiciones de trabajo y trabajo decente, que son esenciales para garantizar el futuro crecimiento de los sectores industriales y de servicios europeos.

1.23   La perspectiva de una espiral de proteccionismo en el actual contexto es real y muy peligrosa. Por ello, se impone que la Comisión haga cumplir con firmeza las leyes comunitarias en defensa del comercio, actuando firmemente contra el dumping y los productos subvencionados, así como que reaccione y actúe contra las medidas injustificadas de proteccionismo e intensifique el diálogo con los principales socios comerciales de la UE para resolver las disputas comerciales.

2.   Introducción

2.1

Los sectores industriales y de servicios constituyen la columna vertebral de la economía de nuestro continente. La realización del mercado único ha permitido su fuerte desarrollo, de conformidad con normas y estándares comunes.

2.2

Los sectores industriales y de servicios deben hacer frente a desafíos excepcionales como:

el colapso financiero que ha afectado, con una violencia y sincronía inauditas, a toda la economía mundial y ha minado la credibilidad y fiabilidad de los mercados;

la nueva división internacional del trabajo, con las necesarias racionalizaciones y reestructuraciones industriales, impuestas por el nuevo mercado global, en el que han entrado plenamente, pero con menos obligaciones, los continentes recientemente industrializados;

los cambios climáticos y el medio ambiente, con el objetivo imprescindible, en aras de la salud de los ciudadanos, de la protección del ecosistema y del desarrollo sostenible, que impone la mejora de la eficiencia energética y la modernización de los ciclos productivos, con nuevos productos y procesos, basados en tecnologías limpias;

el capital de recursos humanos, con el envejecimiento de la población, y los importantes flujos migratorios, que requieren una mayor flexibilidad y movilidad profesional y procesos de formación permanente, con perfiles de cualificación más elevados, para asegurar una mejor calidad de vida y de trabajo;

las carencias en materia de gobernanza, a nivel mundial y europeo, con instituciones, capacidades decisorias y normas inapropiadas, como demuestra el actual sistema monetario internacional y la crisis de la construcción europea;

las disparidades regionales, que se están acentuando en la UE;

la contracción de los recursos disponibles, tanto a nivel de presupuestos públicos como a nivel de los presupuestos de las empresas, que corren el peligro de no poder financiar adecuadamente las reformas necesarias para la recuperación de la economía y del empleo.

2.3

La actual recesión mundial podría dificultar los esfuerzos que están desplegando los sectores para:

su adecuación a la nueva división internacional del trabajo;

la protección del ecosistema y el desarrollo sostenible;

su reconversión hacia nuevas tecnologías de productos y procesos;

un mayor y mejor nivel de empleo, con unos perfiles y una profesionalidad cada vez más elevados.

2.4

Las crisis actuales no sólo representan un desafío para la supervivencia de las empresas, sino que también brindan grandes oportunidades de desarrollo e innovación. Sin embargo, no hay que abandonar a las empresas, sino que se debe fomentar el espíritu emprendedor y la creación de puestos de trabajo, emprendiendo reformas lo más rápidamente posible, para mejorar el entorno en el que operan las empresas, reduciendo las cargas administrativas inútiles, preservando y mejorando el mercado interior, fomentando el capital riesgo, estimulando la innovación y las medidas de «flexiguridad», legislando menos y mejor e invirtiendo en las relaciones entre el mundo académico y científico y el empresarial, así como en la educación y formación de los recursos humanos, sobre todo en las disciplinas técnicas y científicas y en el desarrollo de los lead markets.

2.5

El CESE quiere subrayar la importancia de poner de manifiesto la situación actual y las posibles perspectivas futuras de los principales sectores industriales, de servicios y del turismo, en particular, teniendo en cuenta varios aspectos fundamentales estrechamente correlacionados:

Dimensión internacional: la crisis se ha desarrollado en circuitos internacionales integrados, que han podido servirse de instrumentos innovadores al margen de los poderes de reglamentación y control de los diferentes mercados y del mercado internacional en su conjunto, y se ha superpuesto al proceso de adaptación de Europa a un escenario de referencia mundial según el cual, en 2020, los países BRIC (11) alcanzarán, y quizá superarán, la cuota del 30 % del PIB mundial.

Dimensión institucional: los mecanismos institucionales nacionales, regionales e internacionales de gobernanza se han revelado totalmente insuficientes para identificar, de modo preventivo, las patologías; para definir por anticipado los medios e instrumentos adecuados para impedir el contagio en cadena de las diferentes economías regionales y nacionales, y para desarrollar anticuerpos capaces de limitar los daños.

Dimensión social: en marzo de 2009, la tasa de desempleo en la zona del euro alcanzó el 8,9 % (7,2 % en marzo de 2008) y el 8,3 % en la UE-27 (6,7 % en marzo de 2008), mientras que la tasa de desempleo juvenil (menores de 25 años) fue del 18,1 % en la zona del euro y del 18,3 % en la UE-27 (12).

Dimensión «economía real»: en la UE-27, la producción industrial en diciembre de 2008 se redujo un 12,8 % respecto al mismo mes de 2007, mientras que la construcción disminuyó un 6,7 %; los intercambios intracomunitarios disminuyeron un 13,7 % y las exportaciones comunitarias de los sectores industriales se redujeron un 5,8 % (13). Las caídas en la producción han afectado, en particular, a los sectores de la química y el textil, los vehículos de motor y el metal, con fuertes contracciones de la exportación en sectores como el del automóvil, los productos químicos, las telecomunicaciones, el segmento de los equipos de radio y televisión y, por lo que respecta a los servicios, del turismo (14).

Dimensión medioambiental: la eficiencia energética, la lucha contra el cambio climático y el uso sostenible de los recursos representan desafíos ante los que se impone actuar urgentemente en aras de la protección y el desarrollo del planeta y, en particular, de Europa, la salud de los ciudadanos, la protección del ecosistema y la economía en su conjunto, con repercusiones importantes en su competitividad, especialmente en un marco normativo claro, estable y armonizado.

3.   Dimensión internacional

3.1

En Estados Unidos el PIB disminuyó un 1 % en el cuarto trimestre de 2008, tras una disminución del 0,1 % en el trimestre anterior. El PIB de Japón se redujo un 3,3 % tras una disminución del 0,6 % en el trimestre anterior. Y el PIB de la zona del euro se redujo un 1,5 % tras una disminución del 0,2 % en el trimestre anterior (15).

3.2

La tasa de desempleo está aumentando rápidamente y, según la OCDE, tiende a situarse en un valor próximo al 12 % a finales de 2010. Al mismo tiempo, los salarios están aumentando más lentamente o se mantienen sin variación.

3.3

Como subraya la Comisión (16), «mientras la actividad crediticia siga siendo débil, los esfuerzos para impulsar la demanda y la confianza de los consumidores se verán frenados. Nos hallamos ante una crisis global y la recuperación no concluirá hasta que los principales protagonistas de la economía mundial vuelvan a crecer y a comerciar entre sí».

3.4

De la misma opinión es la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que afirma que la situación económica probablemente se deteriore y sólo mejore si cambia radicalmente la manera de pensar, pues lejos de la noción reconfortante pero irrealista del retorno al «business as usual», necesitamos una nueva realidad económica basada en las personas, la innovación y el desarrollo sostenible, así como una revalorización del papel de los gobiernos:

en la regulación de los mercados,

en el servicio público, y

en la lucha contra las desigualdades salariales (17).

3.5

Con motivo de la reunión del G-20 celebrada en Londres el 18 de marzo de 2009, la Federación Europea de Empresarios (BUSINESSEUROPE) subrayó que la crisis financiera está teniendo un impacto devastador en las empresas, ya que los principales motores del crecimiento se han visto afectados por restricciones en el acceso a la financiación, por lo que es necesario un estímulo económico para evitar el colapso económico global (18).

4.   Dimensión institucional

4.1

Se está desarrollando un consenso cada vez más amplio y una convergencia de fuerzas cada vez mayor para adoptar medidas excepcionales y dar respuestas políticas de emergencia, más allá de las normas vigentes en la actualidad, a fin de preservar, a toda costa, empresas, sectores industriales, actividades productivas y de servicios, el empleo, la renta y el consumo de las familias.

4.2

La política consistente en limitar las consecuencias económicas, laborales y sociales de la crisis, descargando sobre sus propios vecinos las tensiones acumuladas a nivel interno, no sólo representa una falsa solución del problema, sino que también corre el riesgo de precipitar la economía en nacionalismos y proteccionismos que destruirían los marcos de cooperación internacional e integración regional tan laboriosamente establecidos en los últimos años en Europa y en todo el mundo.

4.3

En cualquier intervención para hacer frente a la crisis, el CESE considera que es fundamental e irrenunciable:

establecer un nuevo marco de cooperación internacional y mundial, basado en normas transparentes, capaz de eliminar preventivamente patologías, incluso latentes, del sistema económico, monetario y financiero internacional, preservando la plena libertad de intercambio en el comercio internacional;

estudiar inmediatamente la posibilidad de un nuevo contrato social con el sector financiero y una nueva regulación más estricta y una mejor supervisión del mercado financiero internacional, así como un mejor control público de los programas de reactivación, para asegurar que la ayuda financiera llegue a los trabajadores, consumidores y empresas, al tiempo que se preserva el libre comercio internacional;

preservar los fundamentos de la UE, en términos de:

unicidad del mercado europeo,

libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios,

desarrollo y plena aplicación de las políticas comunes y, en particular, de una política de la competencia,

libertad de empresa y salvaguardia del modelo social europeo;

llevar a cabo intervenciones públicas coordinadas, proporcionadas, transparentes y degresivas en el tiempo, para reducir los riesgos sistémicos;

salvaguardar y mejorar la competitividad y consistencia de los sectores industriales y de servicios europeos;

potenciar la economía del conocimiento;

mejorar las competencias de los recursos humanos y de gestión;

cualificar productos y procesos dirigidos a la protección del medio ambiente, la eficiencia energética y el uso de materiales, así como facilitar condiciones marco para su difusión en el mercado;

sostener el desarrollo de un territorio socialmente responsable (TSR);

no aumentar la carga administrativa y reguladora para las empresas europeas;

desarrollar un planteamiento coordinado en materia de IPR (19);

mejorar el acceso al crédito, especialmente para las PYME.

4.4

El CESE está convencido de que la crisis actual debe conducir a un salto institucional de mayor integración económica, centrada en el desarrollo de la economía de calidad, así como en un mayor y mejor nivel de empleo.

4.5

Sin embargo, el CESE considera más necesario un salto cualitativo hacia una mayor integración política del continente, por considerar que ésta es la única forma de llegar a un compromiso entre la renuncia a los egoísmos y a las prioridades nacionales, por un lado, y un futuro común, por otro.

4.6

El CESE cree que, sobre la base de la reactivación de la construcción europea -en el espíritu que guió a Jean Monnet en el momento del lanzamiento y puesta en práctica del Tratado de París, que dio origen a la CECA-, será posible volver a sentar las bases para la recuperación de la economía europea.

4.7

Hay que concluir rápidamente el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa, para asegurar una arquitectura de la construcción europea que pueda responder con políticas más coordinadas.

5.   Dimensión social de la crisis: impacto en los trabajadores, las empresas y las familias

5.1

En los últimos meses se ha asistido a un drástico aumento de las reestructuraciones de empresas. Muchas empresas han presentado expedientes de regulación de empleo, con considerables consecuencias sociales, incluso para el futuro de los jóvenes (20). Otras se han declarado en quiebra.

5.2

El CESE considera que los recursos humanos serán la clave de la recuperación competitiva de la UE, tanto por lo que respecta a la capacidad y las cualificaciones de la mano de obra, como en lo que concierne al nuevo modelo de gobernanza empresarial.

5.3

Para el CESE, la inversión en mano de obra y el mantenimiento del empleo son necesarios para promover la competitividad industrial europea, en términos tanto de cualificaciones y nuevas competencias de la mano de obra, como de nuevo modelo de responsabilidad social de las empresas (21).

5.4

Habida cuenta la gravedad de la crisis, los planes de formación y empleo para los sectores en crecimiento, como las energías renovables, deberían ponerse rápidamente a disposición de los trabajadores afectados por la recesión.

5.5

Habría que considerar la adopción de medidas de apoyo al consumo familiar, también con objeto de imprimir un nuevo impulso a la demanda (22).

6.   Dimensión de la economía real: reactivación de los sectores industriales y de servicios

6.1

La desindustrialización. Quizá, en los últimos años, sobre todo al cambiar de siglo, la Comisión y muchos Estados miembros han concedido menos importancia a la política industrial y manufacturera y han privilegiado la riqueza ofrecida por el desarrollo de complejos sistemas financieros, apoyados en modelos sobre todo norteamericanos.

6.2

En 2005, la UE adoptó diversos elementos de una política industrial integrada europea basada en una combinación de iniciativas sectoriales y horizontales, con una revisión intermedia en 2007, como contribución a la Estrategia de la UE para el Crecimiento y el Empleo (23). En 2008, la UE adoptó un plan de acción sobre la política industrial sostenible (24), sobre el que el CESE ya se ha pronunciado (25).

6.3

El papel fundamental de las empresas socialmente responsables y competitivas, de las empresas de la economía social y del trabajo cada vez más cualificado y participativo debe constituir el punto de referencia para las políticas de recuperación de los sectores industriales y de servicios.

6.4

La Estrategia de Lisboa debe mantener su credibilidad. Los Estados miembros y las instituciones comunitarias deben demostrar su capacidad para adaptar las políticas al nuevo contexto, identificando prioridades claras y nuevos métodos a fin de definir en los próximos meses la estrategia que cabrá seguir después de Lisboa. Hay que acelerar las reformas, identificando prioridades claras y concretas con hojas de ruta viables y verificables.

6.5

A juicio del CESE, el desarrollo de los sectores industriales y de servicios europeos debería producirse mediante una mejora de los procesos y productos. El CESE pide a la UE que actúe vigorosamente en este ámbito.

6.6

Para el CESE, tal estrategia industrial debería incluir:

grandes inversiones en edificios nuevos y edificios reconvertidos para ser sostenibles, especialmente en las infraestructuras de edificios públicos y en los edificios industriales (26), utilizando materiales de baja transmisión como los sistemas de compuesto de vidrio y la cerámica, para reducir el consumo de energía;

grandes inversiones en apoyo a la eficiencia energética, aumento de la capacidad para generar energía a partir de fuentes renovables y desarrollo de tecnologías para la captura y almacenamiento de CO2;

inversiones en planes de transporte con escaso impacto, con producciones más localizadas y una mejor gestión de los residuos, como la «Iniciativa europea por unos coches verdes», propuesta por la Comisión (27);

mayor acceso del sector industrial a los fondos de inversión sostenidos por el gobierno, para asistir a la innovación y concepción de tecnologías y procesos limpios en el sector del automóvil y del metal, que recoja y desarrolle la iniciativa «Iniciativa para las fábricas del futuro» propuesta por la Comisión (28);

mayor impulso a las infraestructuras materiales e inmateriales de redes a nivel europeo y, en particular, a la difusión de las tecnologías de la información de banda ancha, con un refuerzo de la Estrategia i2010 de la UE; se trata de una infraestructura e inversión inteligente para fomentar la integración de una UE ampliada.

6.7

Hay que afrontar la situación específica de las PYME, especialmente por lo que respecta a la falta de acceso al crédito y a los préstamos. Actualmente, los fondos dedicados a las PYME no son suficientes para conseguir los objetivos.

6.8

La «Small Business Act», sobre la que el Comité ya ha tenido la oportunidad de pronunciarse (29), «no está a la altura del desafío, especialmente en el contexto de las dificultades económicas y financieras actuales», ya que no está dotada de los medios financieros adecuados. No obstante, es importante asegurar una aplicación plena, puntual y sistemática de la estrategia de la SBA en los Estados miembros.

6.9

De capital importancia, y todavía más en la situación actual, además del acceso al crédito, como ya ha afirmado el Comité en reiteradas ocasiones, es:

la adopción del Estatuto de la Sociedad Europea, urgente para las PYME (30), en el respeto de los derechos de los trabajadores;

la revisión de la Directiva comunitaria sobre la morosidad;

el fomento del papel de las zonas industriales como motores del desarrollo en el territorio, con la creación de «zonas de actividades productivas funcionales» a nivel europeo, particularmente útiles para los sectores industriales y de servicios;

el lanzamiento de iniciativas comunitarias de «mentoring» (tutelaje) de las nuevas PYME y de las start-up, para aumentar su índice de éxito y su acceso a los mercados internacionales;

un examen constante de los niveles de vulnerabilidad de los sectores para prevenir las quiebras y desarrollar visiones anticipatorias positivas de desarrollo.

6.10

En cuanto a los sectores específicos, la Comisión ya había identificado, tras una amplia consulta pública, una serie de sectores industriales en los que concentrar una intervención de estímulo y revitalización. Para la fase inicial de «Iniciativa en favor de los mercados líderes de Europa» (31) se identificaron seis mercados:

sanidad electrónica,

textiles protectores,

construcción sostenible,

reciclado,

bioproductos,

energías renovables.

6.11

El método usado por la Comisión debería hacerse extensivo a otros sectores. Por consiguiente, habría que identificar los sectores en los que una acción concertada, mediante instrumentos políticos fundamentales y condiciones marco, así como una mayor cooperación entre las principales partes interesadas, puede acelerar el desarrollo de los mercados sin interferir con la dinámica de la competencia (32). Y lo mismo puede decirse respecto al desarrollo de la industria europea de la defensa, que debería ser objeto de una política europea más coordinada, tras la creación de la Agencia Europea de Defensa (AED) y los avances registrados en materia de seguridad común (33).

6.12

Para que la política industrial europea sea eficaz, hay que tener en cuenta el contexto específico de los diferentes sectores: desde el sector de los vehículos de motor (automóviles, camiones y motos (34) al sector químico, el sector naval, el del carbón y la siderurgia, la construcción, vidrio y cerámica, cemento, textil y confección, agroalimentario, metalurgia y electromecánica, sector aeroespacial, sector informático y de las telecomunicaciones, sector energético, servicios sanitarios, etc.

6.13

También para apoyar la introducción de innovaciones, el CESE considera esencial el ulterior desarrollo de los nuevos instrumentos de política industrial, como las iniciativas tecnológicas conjuntas, los contratos públicos innovadores y el plan de acción para la producción y el consumo sostenibles.

6.14

El CESE considera que también en el sector de los servicios se debe acelerar la liberalización, sobre todo por lo que respecta a las prestaciones de los profesionales liberales a las restricciones aún existentes en términos de tarifas y numerus clausus.

6.15

El CESE aboga por una acción comunitaria en apoyo al sector de los servicios a las empresas, desarrollando servicios y contenidos innovadores en beneficio de los ciudadanos, consumidores y empresas, acelerando la transición a los servicios digitales y la difusión de la banda ancha, y eliminando las barreras a la administración electrónica y a la interoperatividad de los sistemas.

6.16

A juicio del CESE, habría que reforzar y hacer más firme la política exterior común en las relaciones con el resto del mundo.

7.   Dimensión de la sostenibilidad del desarrollo

7.1

El CESE siempre ha apoyado (35) y sigue apoyando las iniciativas para el desarrollo de políticas de extracción, producción y consumo sostenibles, plenamente integradas con las otras políticas comunitarias, a fin de transformar los potenciales desafíos en oportunidades competitivas.

7.2

El CESE está convencido de que la acción de la UE debe seguir orientándose hacia objetivos ambiciosos, pero apoyados por instrumentos legislativos y financieros que no penalicen la competitividad de Europa con mayores gastos para empresas y ciudadanos, sino que, por el contrario, apoyen las buenas prácticas, así como los procesos de innovación y de mejora tecnológica.

7.3

El CESE insiste en la importancia de emprender las oportunas iniciativas para asumir el liderazgo internacional a favor de la eficiencia energética, el aumento de la capacidad de generar energía a partir de fuentes renovables y el desarrollo de tecnologías de captura del CO2.

Bruselas, 1 de octubre de 2009.

El Presidente del Comité Económico y Social Europeo

Mario SEPI


(1)  A este respecto Mario Monti, Comisario responsable de competencia, ha manifestado su preocupación por la supervivencia del modelo europeo, basado en el mercado interior (artículo de fondo del «Corriere della sera» de 10.5.2009).

(2)  Reconocimiento de las cualificaciones; imposición de las rentas del capital; adición, para la jubilación, de las prestaciones laborales llevadas a cabo en varios países, etc.

(3)  Véase la plataforma europea Manufuture /(www.manufuture.org). . Véase también la entrevista con Étienne Davignon sobre la aplicación del Plan Davignon (Bruselas, 4.1.2008; www.ena.lu).

(4)  Fondo Europeo de Inversiones (FEI), financiado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Véase la primera parte del Competitiveness and Innovation Framework Programme (CIP) (Programa marco para la innovación y la competitividad).

(5)  Véase «Los mercados líderes: Sanidad en línea» (COM(2007) 860) – punto 6.10.

(6)  Véase el Dictamen del Comité acerca del tema «Resultados de la Cumbre sobre el Empleo» (CESE 1037/2009), aún no publicado en el DO.

(7)  Véanse las propuestas aprobadas en el Consejo Europeo de Luxemburgo, en noviembre de 1997, sobre la reducción del IVA para las prestaciones profesionales definidas por los Estados miembros en un marco europeo.

(8)  Se pretende conseguir que todos los países de la UE envíen, al menos, el 50 % de sus estudiantes a la educación superior y atraer, al menos, al 25 % de los estudiantes de educación superior a la educación en los sectores técnicos, científicos y de ingeniería (informe ELECTRA).

(9)  Carta del Presidente SEPI al Presidente BARROSO para la Cumbre Social Europea de Praga.

(10)  Véase el Dictamen del CESE sobre el tema «Nuevas negociaciones en material de acuerdos comerciales: posición del CESE», DO C 211 de 19.8.2009, pp. 82-89 y Dictamen sobre La dimensión exterior de la Estrategia de Lisboa renovada (aún no publicado en el DO).

(11)  BRIC: Brasil, Rusia, India y China.

(12)  Eurostat STAT, 30.4.2009.

(13)  SEC(2009) 353.

(14)  Barómetro de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de las Naciones Unidas, vol. 7, no 2 – junio de 2009.

(15)  En el primer trimestre de 2009, el PIB se redujo un 2,5 % respecto al precedente. En mayo de 2009, la producción industrial de la UE se redujo el 15,9 % respecto a un año antes (16,8 % en el sector manufacturero) - Véase SEC 2009/1088 - 20.7.2009.

(16)  COM(2009) 114.

(17)  Véase la síntesis de la Resolución de la CES relativa al Plan europeo de recuperación económica (5.12.2008; http://www.etuc.org/).

(18)  Véase nota de BUSINESSEUROPE del 17.3.2009 de cara al G-20 Business Event (18.3.2009; http://www.businesseurope.eu/).

(19)  IPR = Internacional Product Regulations.

(20)  En la UE-27, la tasa de desempleo juvenil alcanzó el 18,3 % en el primer trimestre de 2009, con cinco millones de jóvenes desempleados – EUROSTAT 23.7.2009.

(21)  Esto será más difícil como consecuencia del efecto de la relación entre los riesgos y los préstamos, tal como está prevista en el acuerdo de Basilea II para las PYME. Habría que adoptar medidas a nivel comunitario para ver cómo podrían mitigarse estos efectos.

(22)  Véase el indicador «confianza de los consumidores» (gráfico 6), «Businness & Consumer Survey Results», DG ECFIN, junio de 2009.

(23)  COM(2007) 374 final.

(24)  COM(2008) 397 final.

(25)  Véase el Dictamen sobre el tema «Consumo y Producción Sostenibles», DO C 218 de 11.9.2009, pp. 46-49.

(26)  Informe sobre el empleo 2008-2009, Consejo EPSO, 9 de marzo de 2009.

(27)  Véase COM(2008) 800 («Un Plan Europeo de Recuperación Económica»).

(28)  Ibídem.

(29)  Dictamen CESE, DO C 182 de 4.8.2009, p. 30.

(30)  Véase Dictamen del Comité sobre el tema «El acceso de las PYME a un estatuto de Derecho europeo» (DO C 125 de 27.5.2002, p. 100).

(31)  COM(2007) 860.

(32)  Consejo de Competitividad, 4.12.2006: Conclusiones sobre la política de innovación y competitividad.

(33)  Véanse los dictámenes del CESE sobre el tema «Transferencias de productos relacionados con la defensa» y «Defensa europea» (publicados en el DO C 100 de 30.4.2009, p. 109, y DO C 10 de 14.1.2004, p. 1 respectivamente).

(34)  Especialmente el sector comunitario de las motos debería poder beneficiarse de un sistema de apoyo e incentivos de los Estados miembros, similar al concedido al sector del automóvil, dado que se ha visto afectado del mismo modo por la actual crisis económica.

(35)  Dictamen del Comité sobre el tema «La producción ecológica» (DO C 224 de 30.8.2008, p. 1).