25.4.2008   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 105/34


Dictamen del Comité de las Regiones sobre «Libro Blanco — Estrategia europea sobre problemas de salud relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad»

(2008/C 105/08)

EL COMITÉ DE LAS REGIONES

considera que para abordar las cuestiones relativas a la salud pública y, en particular, los aspectos relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad, es preciso integrar estrategias en diversos campos, de la alimentación al deporte, de la educación a los transportes, la producción y los consumidores, prestando especial atención al aspecto social del problema;

considera que la divulgación del conocimiento de las experiencias nacionales debería tenerse en cuenta y fomentarse en mayor medida a nivel comunitario para limitar la heterogeneidad de las intervenciones y crear instrumentos posteriores para una lucha eficaz contra los estilos de vida perjudiciales;

está convencido de que el fomento de las asociaciones constituye la respuesta más eficaz para resolver los problemas que generan la alimentación, el sobrepeso y la obesidad, y considera absolutamente insuficiente un planteamiento único. El único planteamiento posible para prevenir los problemas de salud causados principalmente por una alimentación inadecuada consiste en conseguir la intervención de todas las partes interesadas a nivel internacional, nacional, regional y estrictamente local;

pide a la Comisión Europea que en el próximo periodo de programación financiera prevea recursos específicos, que se puedan utilizar en el marco de los Fondos Estructurales, con el fin de alcanzar los objetivos que se exponen en el presente dictamen;

recomienda que los Estados miembros y las regiones se esfuercen por proteger a sus ciudadanos de los mensajes difundidos por los medios de comunicación que, sobre todo a través de los canales de radio y televisión, promocionan alimentos con alto contenido en grasas o azúcares. Los Estados y las regiones podrían imponer «costes de publicidad» elevados e incluso exigir que en la etiqueta de determinados productos se recoja información adicional relativa a sus posibles efectos nocivos;

propugna que se refuercen las alianzas entre entes públicos y entes externos no sanitarios que desarrollan actividades en el ámbito de la producción (por ejemplo, en el sector agrario) y la distribución de alimentos, valorizando a los agentes que operan a nivel local.

Ponente

:

Sr. MAGNANI, Vicepresidente del Consejo Regional de Trentino-Alto Adigio (IT/ALDE)

Texto de referencia

«Libro Blanco — Estrategia europea sobre problemas de salud relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad»

COM(2007) 279 final

Recomendaciones políticas

EL COMITÉ DE LAS REGIONES

1.

considera que la salud constituye una prioridad en todas las políticas y actividades comunitarias, que, por lo tanto, deberían garantizar un alto nivel de protección. De hecho, en virtud del artículo 152 del Tratado CE, la Comunidad debe desempeñar un papel activo para garantizar la protección de la salud humana adoptando, de conformidad con el principio de subsidiariedad, las medidas que no puedan adoptarse a nivel nacional;

2.

hace hincapié en que en la definición y aplicación de otras políticas o actividades comunitarias se deberían tener en cuenta las exigencias inherentes a la protección de los consumidores, dado que la Unión debe promover su derecho a la información, a la educación y a la organización en aras de la salvaguardia de sus propios intereses, por lo que puede fomentar una alimentación sana y unos estilos de vida saludables;

3.

recuerda que la acción comunitaria tiene por objeto mejorar la salud pública, prevenir las enfermedades y afecciones y eliminar las fuentes de peligro para la salud humana, complementando así las políticas nacionales;

4.

insta, por tanto, a la Comisión a respetar las competencias de los Estados miembros en materia de organización y prestación de servicios sanitarios y de asistencia médica, aunque le reconoce la posibilidad —para aumentar la eficacia de las intervenciones— de proponer modelos operativos aplicados por las regiones que hayan alcanzado los mejores resultados; recuerda, asimismo, que en lo que se refiere a la promoción de la actividad física y el deporte, las acciones de la Unión Europea deben basarse necesariamente en las de los Estados miembros, así como en las de sus entes regionales y locales, con la posible participación de otras instituciones como los centros educativos universitarios y no universitarios;

5.

toma nota de que el Consejo ha instado reiteradamente a la Comisión a llevar a cabo acciones en el sector de la alimentación y de la actividad física. La consulta relativa al Libro Verde ha demostrado, además, que la contribución que se espera de la Unión implica la colaboración con diversos actores a nivel nacional, regional y local, y ha puesto de manifiesto la necesidad de garantizar la coherencia de las políticas comunitarias, por una parte, y la importancia de un planteamiento multisectorial, por otra;

6.

considera que el objetivo del Libro Blanco debe consistir en establecer un planteamiento integrado europeo para contribuir a la reducción de los problemas de salud debidos a la mala alimentación, la escasa actividad física, el sobrepeso y la obesidad. Considera asimismo que un instrumento indispensable a tal fin es establecer directrices metodológicas para favorecer a nivel regional y local la creación de redes entre los servicios verdaderamente operativos y eficientes;

7.

considera que para dar una respuesta idónea a los problemas relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad se debe fomentar tanto la complementariedad como la integración de los diversos sectores estratégicos pertinentes (enfoque horizontal) y de los diversos niveles de acción (enfoque vertical);

8.

comparte los objetivos del Libro Blanco y considera fundamental el papel de las regiones y de los entes locales en la elaboración de proyectos factibles capaces de reducir a todos los niveles los daños derivados de una alimentación y unos estilos de vida inapropiados;

9.

valora positivamente la posición de la Comisión según la cual, en diversos sectores, los principales niveles de acción no sólo son los nacionales y los locales, sino también los transnacionales caracterizados por la cooperación entre comunidades de distintos países que presentan elementos de homogeneidad cultural, territorial y social;

10.

recomienda, por tanto, que la acción de la Unión Europea se destine a complementar, mejorar, coordinar y difundir las acciones emprendidas a nivel nacional o regional, o a tratar asuntos que, de por sí, forman parte de las estrategias comunitarias;

11.

estima, en efecto, que una estrategia sólo puede ser eficaz si viene respaldada por actividades sobre el terreno e iniciativas concretas de los entes locales, y por eso considera deseable la intervención de las instituciones regionales y locales en las actividades comunitarias basadas en el artículo 152 del Tratado CE;

12.

subraya que la existencia de problemas relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad en los diversos Estados miembros no requiere necesariamente una solución única a nivel europeo;

13.

valora positivamente el hecho de que la Comisión reconozca la importancia de la diversidad de los regímenes alimentarios en los Estados miembros y de la diferencia en el enfoque estratégico aplicado en Europa, y que considere imprescindible seguir desarrollando acciones a escala regional y local, por ser éstos los niveles de gobierno más cercanos a los ciudadanos, respecto a lo que afirma explícitamente: «Las intervenciones a estos niveles son vitales para adaptar a contextos locales específicos los planteamientos generales ya definidos y validados»;

14.

considera que la tarea de paliar los problemas de salud es un trabajo a largo plazo. Por este motivo, las inversiones económicas en medidas destinadas a combatir el sobrepeso y la obesidad deben plantearse en una perspectiva de varios años;

Sobre los principios de la acción

15.

considera que para abordar las cuestiones relativas a la salud pública y, en particular, los aspectos relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad, es preciso integrar estrategias en diversos campos, de la alimentación al deporte, de la educación a los transportes, la producción y los consumidores, prestando especial atención al aspecto social del problema. Subraya, no obstante, que el aspecto sanitario es el que incide en mayor medida en los presupuestos y en la calidad de vida;

16.

reconoce como importante punto crítico el insuficiente registro de los actores que pueden intervenir, especialmente los públicos. Para realizar proyectos con una disponibilidad objetiva de recursos técnicos y económicos, comprobando la existencia de protocolos de integración y colaboración bien definidos, es necesario respetar dos prioridades: por una parte, inventariar regularmente los recursos existentes, sobre todo en el sector sanitario público; y por otra parte, preparar protocolos de colaboración antes de planificar cualquier intervención;

17.

considera que la prevención primaria, es decir, aquella que tiene lugar para evitar la aparición de enfermedades, es el planteamiento más eficaz para los problemas sanitarios vinculados al sobrepeso, la obesidad, las patologías cardiovasculares, la diabetes, los derrames cerebrales, etc. De hecho, se ha demostrado científicamente que la alimentación y el estilo de vida desempeñan un papel fundamental a la hora de prevenir la aparición de dichas enfermedades. A las personas con sobrepeso u obesas también se les deben aplicar proyectos de prevención secundaria, es decir, de control de las complicaciones, que no son sino intervenciones de tratamiento de la obesidad;

18.

considera indispensable actuar directamente en los determinantes de una alimentación sana y adecuada, al igual que en todos los demás factores que contribuyen al mantenimiento de un peso corporal adecuado, como la actividad física, la cultura, las costumbres y tradiciones, la información, el contexto socioeconómico, la producción agrícola, la industria alimentaria, las infraestructuras y los transportes;

19.

considera que las medidas deben dirigirse a atajar las causas originales de los riesgos para la salud, y que deben aplicarse a varios sectores estratégicos gubernamentales y a distintos niveles de gobierno, poniendo de relieve que los niveles regional y local son fundamentales para el éxito de los proyectos;

20.

considera fundamental que la estrategia propuesta por la Comisión implique la intervención de actores privados, como la industria alimentaria y la sociedad civil, y de actores locales, como los colegios, otros centros educativos y las organizaciones sanitarias, en los que se deberían establecer y potenciar servicios específicos;

21.

considera que la divulgación del conocimiento de las experiencias nacionales como, por ejemplo, la existencia de escuelas especializadas en ciencias de la alimentación para licenciados, debería tenerse en cuenta y fomentarse en mayor medida a nivel comunitario para limitar la heterogeneidad de las intervenciones y crear instrumentos posteriores para una lucha eficaz contra los estilos de vida perjudiciales;

22.

subraya la importancia de llevar a cabo una amplia actividad de seguimiento durante los próximos años. Considera, sin embargo, que es necesario un esfuerzo particular para intentar establecer en seguida qué actores técnicos y públicos tendrán la responsabilidad de esta función. Asimismo, es urgentemente necesario modificar los parámetros utilizados por los institutos de estadística para registrar los hábitos alimentarios de la población. Para establecer este registro se necesitan datos cuantitativos, aunque sean aproximativos. En este contexto, el Comité considera que también es importante hacer un seguimiento de las medidas aplicadas y medir sus efectos;

Sobre el planteamiento asociativo

23.

está convencido de que el fomento de las asociaciones constituye la respuesta más eficaz para resolver los problemas que generan la alimentación, el sobrepeso y la obesidad, y considera absolutamente insuficiente un planteamiento único. El único planteamiento posible para prevenir los problemas de salud causados principalmente por una alimentación inadecuada consiste en conseguir la intervención de todas las partes interesadas a nivel internacional, nacional, regional y estrictamente local;

24.

considera que sólo con un planteamiento que prevea la colaboración entre agentes públicos y entre éstos y agentes privados, incluidas las asociaciones de consumidores, se podrán producir cambios culturales, medioambientales y económicos que repercutirán en los comportamientos y las costumbres «nocivas» para la salud. Sin embargo, la coordinación y la supervisión deberán confiarse a actores institucionales públicos;

25.

subraya que en el ámbito social, también para superar las diferencias socioeconómicas en la población, las medidas dirigidas a promover unas pautas de consumo alimentario saludables deberían dirigirse a cada ciudadano y completarse al mismo tiempo con intervenciones «estructurales» en las que participen todos los interesados sucesivos: las iniciativas sobre conocimientos deberían integrarse en las políticas destinadas a garantizar un mejor acceso a los alimentos saludables;

26.

considera indispensable crear alianzas entre los responsables políticos en los ámbitos de la sanidad, la economía, la agricultura, el deporte y las políticas sociales, así como los productores, distribuidores, vendedores y consumidores;

27.

considera, por tanto, necesario establecer asociaciones para actuar a nivel europeo y reforzar las redes locales conforme a las medidas que se pongan en marcha, divulgando directrices metodológicas y científicas específicas. Considera, además, que es necesario fomentar la inclusión de las ciencias de la alimentación como materia recomendada en los planes de estudio universitarios del ámbito de la salud;

El refuerzo de las redes locales y el papel de las políticas comunitarias

28.

aprueba y defiende el hecho de que la UE tenga la responsabilidad posterior de coordinar los esfuerzos de los Estados miembros, estableciendo a tal fin directrices relativas a los conceptos de «consumidor informado», «propuestas para una dieta sana y equilibrada» y «actividad física», además de servir de apoyo científico con sus comités y con la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria);

29.

considera conveniente tener en cuenta la experiencia adquirida y las buenas prácticas desarrolladas dentro del Programa de la Red Europea de Escuelas Promotoras de Salud (REEPS);

30.

en ese sentido considera que la UE debe movilizarse —realizando un seguimiento de los esfuerzos de los Estados miembros— con el fin de favorecer la difusión y la comparación de experiencias, creando un círculo virtuoso que permita difundir y aplicar los modelos que hayan resultado más eficaces;

31.

subraya la importancia de proceder anualmente a una comparación entre las regiones europeas que hayan elaborado y aplicado el modelo de prevención con los mejores resultados; por este motivo, la Comisión debería examinar la posibilidad de crear una base de datos que permita a los Estados miembros compartir fácilmente sus diferentes experiencias en este terreno;

32.

pide a la Comisión Europea que en el próximo periodo de programación financiera prevea recursos específicos, que se puedan utilizar en el marco de los Fondos Estructurales, con el fin de alcanzar los objetivos que se exponen en el presente dictamen;

Medidas de los Estados miembros

33.

acoge favorablemente el hecho de que la Comisión reconozca que las medidas que se deben aplicar en sus propios ámbitos de competencia tienen por objetivo respaldar o complementar las medidas de los Estados miembros. Recuerda que el apartado 2 del artículo 152 del Tratado CE estipula que la UE tiene el deber de fomentar la cooperación entre los Estados miembros en este ámbito y, cuando resulte necesario, respaldar su acción; sostiene la posibilidad de que la Comisión, en estrecho contacto con los Estados miembros, emprenda cualquier iniciativa útil para promover la coordinación de las políticas y programas respectivos, y subraya la necesidad de que los Estados miembros centren sus medidas especialmente en los problemas relacionados con la alimentación, el sobrepeso y la obesidad;

34.

en este sentido recomienda que los Estados miembros y las regiones se esfuercen por proteger a sus ciudadanos de los mensajes difundidos por los medios de comunicación que, sobre todo a través de los canales de radio y televisión, promocionan alimentos con alto contenido en grasas o azúcares. Por otro lado, los Estados y las regiones podrían imponer «costes de publicidad» elevados e incluso exigir que en la etiqueta de determinados productos se recoja información adicional relativa a sus posibles efectos nocivos (por ejemplo, se podría requerir la indicación de la presencia de grasas trans y del porcentaje de grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas). Considera, asimismo, que otra medida aplicable podría consistir en incentivar económicamente la utilización de ingredientes «saludables» y penalizar severamente, en sentido económico, la utilización de alimentos desequilibrados o inadecuados desde el punto de vista nutricional;

35.

considera que para potenciar la información sobre unos hábitos de vida sanos, en especial por lo que se refiere a los niños y los jóvenes, resulta especialmente útil la divulgación de la información a través de Internet. Los proyectos ya realizados representan una experiencia positiva que, entre otras cosas, ha revelado una eficacia sorprendente con relación a los costes;

Medidas de las regiones y de los entes locales

36.

insta a los entes regionales y locales a proponer «alternativas saludables» a los comportamientos incorrectos, utilizando el planteamiento de los «ciclos de vida» e informando a los ciudadanos sobre las buenas prácticas que hay que seguir en el ámbito de la alimentación durante todo el ciclo vital;

37.

recuerda que en el ámbito de cada región se deben poner en marcha programas de formación y de información con el fin de prevenir, ya durante el periodo de gestación, aumentos rápidos y excesivos de peso, los cuales se reflejarán de forma precisa en el feto y en su futuro peso. Subraya, asimismo, la necesidad de evitar los aumentos excesivos de peso durante los primeros cinco meses de vida y la primera edad escolar, ya que condicionan una futura disposición al sobrepeso;

38.

en el ámbito del deporte juvenil recomienda fomentar tanto la práctica general del deporte entre los jóvenes come el deporte juvenil de élite, y que en ambos casos la práctica deportiva se caracterice por valores basados en el entusiasmo, el juego limpio y el derecho de todos a participar en función de sus posibilidades; al mismo tiempo se debería estimular la actividad física no sólo de cada persona, sino de toda la familia: una familia que «se mueve» produce hijos que se mueven;

39.

considera necesario luchar contra la cultura de la comodidad: la cultura de la producción industrial alimentaria es una trampa que ha transformado el placer de comer en una elección entre alimentos grasos y dulces, por un lado, y dietas restrictivas, por otro;

40.

lamenta que el placer del movimiento se reduzca a menudo a la realización de un «ejercicio», forma de actividad obligada a la que muchos se resisten;

41.

reitera su apoyo a los juegos infantiles y juveniles: evidentemente, es fundamental —como se subraya en el Libro Blanco— profundizar en los conocimientos sobre los determinantes de las elecciones alimentarias y comportamentales, pero al mismo tiempo debe favorecerse, de una forma moderna, una nueva cultura social similar a la que fundamentaba las sociedades tradicionales, donde la obesidad y las enfermedades debidas a unos estilos de vida no saludables eran prácticamente inexistentes;

42.

insta a devolver el espacio físico al hombre y al ser humano: deben fomentarse los juegos infantiles y juveniles libres, ya sea en el contexto escolar como en la elección de los espacios de nuestros hogares y ciudades. Quitar espacio a los aparcamientos para dedicarlo a los juegos de patio significa prevenir no sólo el sobrepeso y la obesidad, sino también la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la primera causa de muerte en Europa;

43.

en el ámbito de la planificación urbana recomienda establecer recorridos peatonales de acercamiento «seguro» a los centros escolares para los estudiantes de todo tipo y grado, así como instalaciones deportivas, áreas de juego para niños y centros de recreo seguros;

Promover una alimentación sana

44.

apela a participar activamente en el proyecto Ciudades Saludables promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no se limita exclusivamente a una alimentación sana para las personas, sino que también abarca la conservación de un medio ambiente sano, una vida socialmente activa y una actividad física completa como fuente de salud;

45.

considera necesario planificar campañas periódicas de educación alimentaria (basadas en el principio de comer menos grasas animales y más fruta y verdura) y promover la elaboración de «directrices regionales» acordadas con la Comisión Europea;

46.

considera fundamental que los ciudadanos estén mejor informados sobre la importancia que tiene para su salud lo que comen y el estilo de vida que llevan, y subraya que hay que defenderlos de los mensajes publicitarios engañosos o, por lo menos, solapados. Para ello la UE podría aprovechar las competencias científicas de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), por ejemplo respecto a la composición de determinados alimentos, el uso de aditivos y la veracidad de los mensajes publicitarios y de los que se transmiten a través de las etiquetas;

47.

considera conveniente impulsar la realización de programas de educación alimentaria en los centros escolares de todo tipo y grado, con atención especial a la educación preescolar y primaria;

48.

para fomentar una alimentación sana desde la edad escolar insta a la implicación directa de los responsables de los comedores escolares, las familias, los profesores, los pediatras y los servicios médicos de los colegios, actores que pueden desempeñar un papel significativo en la educación alimentaria;

49.

considera necesario garantizar la vigilancia del fenómeno del sobrepeso y la obesidad, especialmente durante la edad escolar, sometiendo a evaluación las eventuales iniciativas de prevención que se emprendan y dedicando una atención especial a las alteraciones del comportamiento alimentario;

Fomento de la actividad física

50.

acoge favorablemente la realización de intensas campañas informativas a gran escala haciendo uso de los principales medios de información, y respalda la producción de guías informativas para toda la población que contribuyan a valorizar también la actividad física cotidiana no vinculada a ambientes cerrados y especializados (gimnasios);

51.

insta a los entes regionales y locales a emprender iniciativas encaminadas a fomentar la actividad física, por ejemplo mediante la colocación en puntos estratégicos de los edificios públicos (como los accesos a los ascensores) de carteles que sugieran la posibilidad de subir a pie por las escaleras;

52.

propugna recalcar en mayor medida la importancia de la actividad física en los programas educativos escolares, comenzando por la educación básica. Para ello se debe informar adecuadamente a los profesores y animarles a valorizar los recursos estructurales presentes en todos los colegios, resaltando la dignidad y el valor de la actividad física;

53.

acoge favorablemente que se potencien las posibilidades de actividad física estructurada para adultos basadas en la colaboración entre los organismos públicos y los entes o asociaciones operativos en el territorio. Subraya la necesidad de favorecer el acceso a estas actividades (cuotas de inscripción y horarios adaptados a la población de referencia) y de controlar la calidad de las iniciativas propuestas (tipos de actividad, duración, espacios adecuados, sistema de transporte que facilite el acceso, formación y cualificación de los profesores);

54.

considera que los entes regionales y locales también pueden promover la actividad física de la población mediante la valorización de los recursos medioambientales del territorio, ya sea potenciando los recorridos urbanos (carriles para bicicletas, espacios para pasear y transportes sin motor que ofrezcan garantías de seguridad) o propiciando actividades de ocio en el territorio (paseos en bicicleta y a pie) en las que se tenga en cuenta el derecho a la movilidad de las personas con diferentes capacidades mediante la accesibilidad completa de los recorridos;

55.

considera necesario impartir formación a los profesionales de la sanidad sobre la importancia de fomentar la actividad física entre los ciudadanos. Los médicos generalistas deben conocer las recomendaciones internacionales basadas en pruebas de eficacia y poder disponer de toda la información relativa a los tipos de actividades que han de aconsejar y a las ofertas disponibles en el territorio de su competencia para poder desempeñar correctamente su función de asesoramiento ocasional. En la formación básica y continua del personal sanitario, y en especial de los médicos, debería incluirse el fomento de la salud;

El papel de los agentes privados

56.

considera que los agentes privados desempeñan un papel determinante a la hora de orientar las elecciones de los consumidores y darles los medios para tomar decisiones que se orienten hacia un estilo de vida saludable: sus intervenciones en este ámbito pueden complementar las políticas gubernamentales y las iniciativas legislativas a nivel europeo y nacional;

57.

asimismo, con el fin de valorizar el planteamiento asociativo propuesto por la Comisión, acoge favorablemente la participación de los gestores de los grandes espacios multitudinarios (centros comerciales, outlet), los hosteleros y los distribuidores para la elaboración de platos saludables y su pertinente promoción mediante indicaciones precisas en los menús;

58.

insta a la industria alimentaria a que, de forma voluntaria o en colaboración con las asociaciones de consumidores, desarrolle «códigos de buen comportamiento» y «reformule» el aporte calórico y nutricional de los alimentos que produce, proponiendo incentivos incluso económicos para las empresas que decidan actuar en este sentido;

59.

está convencido de que el mundo de los medios de comunicación (televisión, radio, Internet y prensa) podría asociarse de diversas formas para intervenir en campañas de educación alimentaria y en la suscripción de códigos de autorregulación sobre la publicidad «perjudicial»;

60.

propugna que se refuercen las alianzas entre entes públicos y entes externos no sanitarios que desarrollan actividades en el ámbito de la producción (por ejemplo, en el sector agrario) y la distribución de alimentos, valorizando a los agentes que operan a nivel local;

Cooperación internacional

61.

recuerda que, de conformidad con el apartado 3 del artículo 152 del Tratado CE, la Comunidad y los Estados miembros favorecerán la cooperación con terceros países y las organizaciones internacionales competentes en materia de salud pública;

62.

reconoce la conveniencia de que las regiones actúen en acuerdo y colaboración con los respectivos ministerios nacionales (de sanidad, políticas sociales, educación, etc.). A tal fin recomienda una colaboración con la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya se ha ofrecido para coordinar la labor de otros organismos internacionales (FAO, UNICEF, OIT, OCDE) en apoyo a la aplicación de iniciativas dirigidas a determinar las necesidades de cada región, describir la situación, las tendencias y las estrategias aplicadas, y recopilar, analizar y difundir las pruebas científicas relativas a la eficacia de las acciones realizadas;

63.

considera necesario colaborar con la OMS para crear un sistema de seguimiento en temas de alimentación y actividad física, en particular en vista de la aprobación del segundo Plan de Acción de Alimentación y Nutrición;

64.

subraya, en particular, la importancia de colaborar con los países que ya hayan desarrollado su propia estrategia sobre la obesidad al objeto de intercambiar experiencias y conocimientos;

65.

propugna valorizar los conocimientos sobre las costumbres y los estilos de vida locales que puedan contribuir a establecer comparaciones sobre el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades metabólicas (diabetes y enfermedades degenerativas). En este sentido, recuerda que la OMS ha promovido experiencias dirigidas a recuperar tratamientos tradicionales y estilos de vida saludables en diversas poblaciones y grupos étnicos;

66.

propugna la realización de estudios de tipo epidemiológico sobre el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, como afecciones que deben considerarse actualmente una verdadera emergencia.

Bruselas, el 6 de febrero de 2008.

El Presidente

del Comité de las Regiones

Luc VAN DEN BRANDE