4.4.2006   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 81/26

1.

la necesidad de establecer estrategias a medio y largo plazo para ganar la batalla contra el cambio climático en el territorio de la UE, en colaboración con la comunidad internacional;

2.

que el Consejo de Ministros de la UE declaró en 1996 «que las temperaturas medias mundiales no deberían sobrepasar en más de 2 °C las temperaturas preindustriales»;

3.

que las ventajas de limitar el aumento de la temperatura media global al citado nivel de 2 °C superan los costes de las políticas de reducción de las emisiones;

4.

que es imprescindible recurrir, durante un periodo de tiempo, a una combinación de medidas de adaptación y mitigación más eficiente y menos onerosa para satisfacer nuestros objetivos medioambientales, manteniendo a la vez nuestra competitividad económica;

5.

que el cambio climático es un problema mundial que entra también en la esfera de competencias de los entes locales y regionales. El Protocolo de Kioto firmado por la UE y sus Estados miembros constituye un acuerdo internacional que obliga a los Estados miembros –y, por tanto, también a los entes regionales y locales– a la acción;

1.1

acoge con agrado la Comunicación, que hace un balance adecuado de la situación y que analiza las amenazas relacionadas con el cambio climático y los instrumentos para combatirlo de manera eficaz;

1.2

se congratula por la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, primera etapa de una estrategia global de combate contra el cambio climático;

1.3

reitera su apoyo a una política ambiciosa de la Unión Europea en esta materia;

1.4

destaca la necesidad de incrementar decisivamente el número de países participantes en la lucha contra el cambio climático, en la que deben participar todos los principales sectores responsables de las emisiones de gases de invernadero, en particular el sector de producción de energía y los del transporte aéreo y marítimo;

1.5

manifiesta su inquietud ante las consecuencias de la falta de actuaciones a escala global;

1.6

lamenta que determinados Estados miembros estén lejos de alcanzar sus objetivos en el marco del objetivo comunitario de «-8 %» establecido en Kioto, pero considera que es importante animarlos para que también puedan acercarse a los objetivos fijados;

1.7

refuerza la recomendación de la Comisión de promover campañas de sensibilización, con objeto de contribuir a aumentar la preocupación y el interés del público por este asunto, instando a que se desarrollen modos de vida más sostenibles. Asimismo, alerta de la importancia de la aplicación y desarrollo en las escuelas de proyectos relativos a este ámbito, por cuanto éstas se consideran el espejo de las sociedades;

1.8

considera que la política de ordenación del territorio debe tener en cuenta objetivos de eficiencia energética y promover la combinación de actividades compatibles y complementarias, con el fin de reducir las distancias de viaje y con ello el consumo de combustible;

1.9

destaca la importancia de la preservación y creación de espacios verdes integrados en la planificación estratégica de los núcleos urbanos. El incremento de las dimensiones de las zonas arbóreas es importante para aumentar la eficiencia del proceso de absorción del carbono atmosférico;

1.10

apoya la creación de patrones de movilidad más sostenibles, en los que la creación de zonas peatonales y la prohibición o moderación de la circulación automóvil en el centro de las ciudades tengan un lugar fundamental; entiende también que debe crearse un sistema de transporte público, de condiciones atractivas, que complemente en gran medida el transporte individual y que, en muchos casos, lo sustituya;

1.11

destaca la importancia de la utilización de combustibles menos contaminantes en todos los vehículos, entre otros las flotas de las empresas y de los poderes administrativos; insta a los poderes administrativos a que lideren activamente la preparación de flotas que contaminen menos;

1.12

entiende que la instalación de equipamientos de recogida selectiva y la adhesión del público en este ámbito, son elementos que contribuyen a alcanzar los objetivos;

1.13

entiende que la construcción de edificios y la restauración de los ya existentes deberá tener en cuenta la eficiencia energética;

1.14

destaca la responsabilidad que, aparte de los gobiernos nacionales, incumbe al conjunto de los entes locales y regionales en el combate contra el cambio climático, por medio de las medidas arriba mencionadas.

2.1

señala la necesidad de que la Comisión promueva la lucha contra el cambio climático a todos los niveles, incluido el local y regional;

2.2

solicita que se refuercen las medidas preventivas y de lucha contra los incendios forestales, como medida determinante en la contabilización de las emisiones de gases de invernadero;

2.3

pide que se fomenten las medidas destinadas al estudio y control permanente de los glaciares europeos en su calidad de ecosistemas frágiles y altamente sensibles a las variaciones climáticas;

2.4

insta a que en la motivación para la aplicación por parte de las empresas de «tecnologías limpias» o para la reconversión de las tecnologías existentes se utilicen incentivos financieros importantes;

2.5

aconseja que se establezca una política eficaz de fiscalización en el control de las actividades industriales, de modo que se garantice la legitimidad en el combate contra el cambio climático;

2.6

apoya la utilización de energías alternativas (como la biomasa) en la calefacción de los edificios, cubriendo todos los sectores (incluidos los entes administrativos); se remite también en este contexto a una utilización más eficiente de las fuentes de energía disponibles, por ejemplo mediante la intensificación de la producción combinada de calor y electricidad, con la que se consigue reducir las emisiones por cada unidad de producción;

2.7

urge a que se promueva el consumo preferencial de productos de gran eficiencia energética o elaborados por medio de energías renovables;

2.8

recomienda que se supriman las subvenciones a las actividades que contribuyan al cambio climático;

2.9

apoya y refuerza la propuesta del Consejo de establecer objetivos para el periodo posterior a 2012. Al igual que el Consejo, el CDR considera oportuno prever para los países desarrollados objetivos de reducción de 15 al 30 % hasta 2020, en relación con los valores de referencia previstos en el Protocolo de Kioto. Más allá de esta fecha, recomienda que se prevean valores que estén en el espíritu de las conclusiones aprobadas por el Consejo de Medio Ambiente (60 a 80 % hasta 2050);

2.10

propone que la estrategia temática relativa al medio ambiente urbano cree incentivos para el combate contra el cambio climático;

2.11

recomienda que se estudie e investigue con más detalle el análisis de costes y beneficios de la limitación del incremento de temperatura al nivel de 2 °C. Es importante establecer con exactitud la concentración de gases de invernadero necesaria para alcanzar el objetivo del 2 °C y los costes ligados a esta reducción;

2.12

sugiere que las ciudades continúen integrándose en el proceso Agenda local 21 (LA21) y den un énfasis mayor a la ejecución de las estrategias citadas.