52002AR1999

Dictamen del Comité de las Regiones sobre:la Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones — Un marco de cooperación para el futuro del turismo europeo, yel Informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones — Curso dado al Consejo europeo del 21 de septiembre: situación del sector turístico europeo

Diario Oficial n° C 066 de 19/03/2003 p. 0014 - 0020


Dictamen del Comité de las Regiones sobre:

- la "Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones - Un marco de cooperación para el futuro del turismo europeo", y

- el "Informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones - Curso dado al Consejo europeo del 21 de septiembre: situación del sector turístico europeo"

(2003/C 66/04)

EL COMITÉ DE LAS REGIONES,

vista la comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones - "Un marco de cooperación para el futuro del turismo europeo" (COM(2001) 665 final);

visto el informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones - "Curso dado al Consejo europeo del 21 de septiembre: situación del sector turístico europeo" (COM(2001) 668 final);

vista la decisión de la Comisión, de 15 de noviembre de 2001, de consultarle sobre este asunto, de conformidad con el primer párrafo del artículo 265 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea;

vista la decisión de su Mesa, de 6 de febrero de 2002, de encargar a la Comisión de Política de Cohesión Territorial la elaboración del dictamen sobre este asunto;

visto su dictamen precedente sobre la comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones - "Incrementar el potencial del turismo como generador de empleo" (COM(1999) 205 final) (CDR 291/1999 fin)(1);

visto el proyecto de dictamen aprobado por su Comisión de Política de Cohesión Territorial el 24 de junio de 2002 (CDR 1999/2002 rev.) (ponente: Sr. Andria, Presidente de la provincia de Salerno; I-PPE);

considerando que en la Conferencia Europea de noviembre de 1997 organizada en Luxemburgo sobre turismo y empleo (4-5.11.1997), el Consejo Europeo de Luxemburgo sobre el empleo (21-22.11.1997) y las conclusiones del Consejo de Ministros de Turismo del 26 de noviembre de 1997, se ha expuesto una amplia y articulada plataforma de orientaciones político-programáticas que ponen en primer plano los beneficios que reporta el desarrollo equilibrado y sostenible del turismo europeo;

considerando que en 1998 la Comisión constituyó un Grupo de alto nivel encargado de analizar las correlaciones entre el sector turístico y los flujos de empleo y que, tomando como base las conclusiones de este Grupo de trabajo ("Turismo europeo - Nuevas formas de cooperación para el empleo: Conclusiones y recomendaciones del Grupo de alto nivel sobre turismo y empleo", Comisión Europea), la comisión presentó la comunicación "Incrementar el potencial del turismo como generador de empleo" (COM(1999) 205 final);

considerando que dicha Comunicación dio lugar a las conclusiones del Consejo de 21 de junio de 1999, en las que se instaba a la Comisión y a los Estados miembros a cooperar estrechamente con el fin de maximizar la contribución que puede aportar el turismo al crecimiento y el empleo, especialmente por lo que respecta a cuatro temas:

1. información;

2. formación;

3. calidad;

4. sostenibilidad;

considerando que a partir del Consejo de 21 de junio de 1999 sobre el tema "Turismo y empleo", y sobre la base de las reacciones de las otras instituciones europeas(2), se ha consolidado la conciencia sobre la importancia de un diálogo más eficaz entre las partes interesadas en las dinámicas de crecimiento del sector turístico (Estados miembros, profesionales, sociedad civil e instituciones europeas);

considerando que con la comunicación "Un marco de cooperación para el futuro del turismo europeo" se refuerza la voluntad de hacer operativo el método abierto de coordinación entre todos los operadores interesados (Consejo Europeo de Lisboa), de conformidad con las orientaciones del Libro Blanco sobre la gobernanza, y se pone especialmente de relieve la urgencia de cuatro cuestiones fundamentales:

1. aumentar la base de conocimientos sobre el turismo;

2. reforzar la competitividad de las empresas que operan en este sector;

3. mejorar las perspectivas de crecimiento vinculadas al desarrollo sostenible;

4. contribuir a la creación de nuevos puestos de trabajo;

considerando que en la comunicación sometida a examen se subraya en reiteradas ocasiones la necesidad de implicar en los procesos de elaboración de la política turística comunitaria a la sociedad civil, a la industria del sector al que se hace referencia y a los sujetos que actúan en el territorio de las diversas regiones europeas, con el fin de establecer un canal interactivo por medio del cual se realice un intercambio recíproco de información en tiempo real sobre la evolución de la demanda y la oferta turística, así como sobre las transformaciones que tienen lugar en la actualidad, también desde el punto de vista de las problemáticas compartidas;

considerando que el mismo documento subraya la necesidad urgente de aplicar la colaboración interinstitucional entre los diversos niveles administrativos locales y regionales y entre éstos y los órganos e instituciones de la Unión Europea;

considerando impostergable la implicación de los actores institucionales y sociales mencionados supra para abordar los ineludibles problemas señalados, entre otros, por la Sra. Helena Torres Marques (P), diputada al Parlamento Europeo, en el curso de la reunión de la Comisión de Política Regional, Turismo y Transportes del Parlamento Europeo del pasado 19 de marzo;

considerando que la situación del turismo en Europa -de acuerdo con el informe de la Comisión Europea "Curso dado al Consejo europeo del 21 de septiembre: situación del sector turístico europeo"- se ha revelado menos grave de lo que se esperaba en las previsiones elaboradas inmediatamente después del 11 de septiembre de 2001, si bien se han puesto da manifiesto unas nuevas tendencias que perfilan una geografía de los usuarios más variada y compleja;

considerando que -también de acuerdo con los análisis contenidos en el primer informe intermedio de la Comisión Europea sobre la Cohesión Económica y Social de 30 de enero de 2002- en el ámbito de las políticas de desarrollo vinculadas a los Fondos Estructurales, a partir del año 2006 será necesario tener presentes sus efectos en las regiones que basan su economía principalmente en el turismo, así como proceder a una evaluación en profundidad del impacto de iniciativas comunitarias como Leader, Interreg, Urban y Equal y concebir otras estrategias de intervención en los sistemas de desarrollo local, con especial atención a las regiones del Objetivo 1;

considerando que en la Agenda 21 se plantea el objetivo de fomentar -con la participación plena de los entes locales y regionales- las dinámicas de desarrollo sostenible y, por consiguiente, el despegue definitivo del ecoturismo;

considerando que en septiembre de 2002, proclamado Año Internacional del Ecoturismo, se celebrará en Johannesburgo la cumbre mundial del desarrollo sostenible;

considerando las cinco prioridades señaladas por la Comisión Europea en su Comunicación para la futura construcción de un turismo europeo:

- Información: facilitar el intercambio y la difusión de las informaciones, especialmente mediante las nuevas tecnologías;

- Formación: mejorar la formación para lograr una mayor profesionalización del sector turístico;

- Calidad: mejorar la calidad de los productos turísticos;

- Sostenibilidad: fomentar la protección del medio ambiente (estableciendo tipologías innovadoras en aplicación de la Agenda 21);

- Nuevas tecnologías: gestionar el impacto y la utilización de los servicios basados en las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en el sector del turismo,

ha aprobado por unanimidad, en su 46o Pleno, celebrado el 10 de octubre de 2002, el presente Dictamen.

OBSERVACIONES GENERALES

1. "Es mucho más lo que tenemos en común que lo que nos separa".

La referencia al principio que aparece en el comienzo del "Executive summary" del informe elaborado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) con ocasión de la segunda reunión del Comité "Travel and Tourism Recovery" (15 de marzo de 2002, ITB Berlín), titulada "The impact of the September 11 attacks on tourism: The light at the end of the tunnel" (El impacto de los atentados del 11 de septiembre en el turismo: la luz al final del túnel), permite resumir brevemente la filosofía de fondo del presente documento. Es necesario ser conscientes de que el turismo en Europa puede contar con el valor añadido que supone el hilo conductor de una identidad cultural mucho más profunda de lo que se tiende a creer. Por este motivo es necesario trabajar a corto y medio plazo moviéndose en torno a dos ejes fundamentales:

a) La valorización de itinerarios destinados a una homogeneización continua de los niveles de la oferta, sobre la base de un humus extendido y común en muchos ámbitos de referencia (a partir de la moneda única);

b) La necesidad de uniformar ulteriormente las políticas locales, regionales, nacionales y comunitarias relativas a las cinco prioridades fundamentales arriba señaladas en materia de turismo: información, formación, calidad, sostenibilidad y nuevas tecnologías.

2. Tras un primer análisis en el que se auguraron unas consecuencias mucho más graves para la economía turística europea, el impacto del 11 de septiembre de 2001 se ha revelado en línea con las previsiones que habían entrevisto una primera respuesta positiva seis meses después del atentado. Actualmente -como afirma la OMT- el turismo atraviesa una recuperación neta, a pesar de que está teniendo lugar una redistribución clara de los flujos de visitantes. El tráfico aéreo internacional ha acusado un descenso muy grave, mientras que el llamado turismo doméstico ha permitido, en cierta forma, atajar una caída que para muchos ha sido ruinosa.

3. En línea con esta redistribución de los flujos, algunos segmentos de la industria turística han sufrido más que otros. Los pequeños operadores turísticos, los organizadores de acontecimientos deportivos y culturales de importancia media, los vendedores de paquetes de vacaciones domésticas, las pequeñas compañías aéreas y otros pequeños operadores, por lo general, han manejado mejor la crisis que otros.

4. Esto constituye una señal de que tras el 11 de septiembre la llamada economía global ha sufrido una brusca ralentización, lo que ha favorecido la reconsideración de las estrategias locales de crecimiento económico. En este contexto, los sistemas de desarrollo regional han experimentado -aunque no siempre aprovechado- situaciones de ventaja. De lo global se ha pasado a lo local.

5. Como subraya el citado informe de la Organización Mundial del Turismo, a corto plazo se entrevén nuevas perspectivas de recuperación. Pero, ¿qué lecciones se pueden sacar de la crisis? ¿Qué método orgánico de reacción para momentos tan difíciles es necesario organizar para el desafortunado caso de que nos hallaramos de nuevo ante una situación así? Es necesario tomar nota de que, en general, ha resultado clara la ausencia de una respuesta coordinada de forma estratégica a nivel europeo: no se ha percibido la existencia de un plan común de reacción ante la crisis inmediata y compleja que sobrevino tras los atentados.

6. La industria turística europea -tal como se afirma en el informe de la Comisión- ha formulado varias peticiones de acción política. Por encima de todo, la industria turística europea hace hincapié en la necesidad de coordinar, más que nunca, la promoción de Europa en sus mercados de ultramar y ha solicitado a la Comisión que desempeñe un papel activo en el fomento de Europa como destino seguro.

7. Se pueden compartir plenamente las conclusiones del informe cuando señala que el frente en el que se deben concentrar los esfuerzos radica esencialmente en el método de concertación, con medidas que tengan como finalidad "mejorar la integración de los temas que preocupan al conjunto de la industria turística en las políticas e iniciativas comunitarias de este ámbito, y fomentar una mejor interrelación con la industria turística y las demás partes implicadas".

RECOMENDACIONES

1. El Comité de las Regiones es favorable al método abierto de concertación y coordinación, pero insiste en la importancia de la transparencia y del examen parlamentario democrático

Se confirma una vez más que el papel determinante de los entes locales y regionales constituye el único aglutinante disponible para ensalzar la misión de las políticas de cohesión territorial activadas por la Unión Europea: no puede haber reparto sin participación. La gobernanza del territorio resulta efectiva sólo si parte de abajo. Bajar desde arriba instrumentos, aunque sean innovadores, no significa encaminarlos para que tengan un impacto positivo. Al contrario: la recepción desde abajo de "input" y estímulos en forma de propuestas es lo que hace posible la cultura del diálogo y de la escucha recíproca. El federalismo político se transforma, así, en federalismo administrativo y en asociación institucional, económica y social.

Cualquier política de desarrollo turístico debe ser concebida desde esta perspectiva: sólo tras un atento seguimiento y reconocimiento de la realidad actual podrá nacer una auténtica y verdadera red turística europea. El análisis de necesidades, la realización de un mapa de las estructuras receptivas y extrarreceptivas, y la evaluación de las líneas de transporte se encuentran en la base de un proyecto global que antepone la difundida exigencia de seguridad del viajero.

El CDR hace notar que en la Comunicación(3), la Comisión manifiesta su preocupación por la falta de progresos logrados con los entes locales y regionales en los debates mantenidos en los grupos de trabajo sobre los cinco ámbitos prioritarios (destacados en las páginas 4/5 del presente dictamen). El CDR alienta a la Comisión Europea y a los Estados miembros, en un espíritu de gobernanza, a desarrollar prácticas de trabajo eficaces que comprometan a los gobiernos locales y regionales a garantizar que en el futuro se desarrollen políticas que complementen y aporten un valor añadido al de la actividad turística.

2. El Comité de las Regiones recomienda la promoción de la responsabilidad de los sujetos públicos y privados

Partir desde abajo significa pedir un movimiento radical de renovación de la mentalidad: público y privado transforman los términos de su relación histórica. Ya no son sujetos ligados entre sí por una forma de subordinación; al contrario, son socios en el diseño de un desarrollo que se organiza de forma paritaria desde la óptica de una concepción amplia de la ciudadanía. Ya no estamos ante ciudadanos que sufren la acción de gobierno del territorio, sino ante ciudadanos que son candidatos a gobernar el territorio en el marco de una acción institucional promovida por las autoridades regionales y locales.

De este modo nace una sinergia que también coloca a la industria del turismo en una situación de fuerte competitividad: ya no corresponde sólo a la empresa (o sólo al cártel de empresas) buscar la forma más eficaz de lograr beneficios, sino que corresponde al sistema territorial al cual pertenece la empresa buscar la forma más adecuada de afrontar el mercado. Por medio de este tipo de enfoque -que algunos estudiosos definen como la construcción de geo-communities- es como se gobierna la transición de la globalización salvaje e incontrolada a la "globalización reglamentada y sostenible".

El desarrollo sostenible es hijo del conocimiento del territorio y de sus potencialidades: la valorización de las vocaciones locales constituye el requisito básico para construir y salvaguardar el ecoturismo.

3. El Comité de las Regiones da prioridad al desarrollo y difusión del turismo europeo en el mercado mundial

Antes de lanzar cualquier producto al mercado conviene concentrarse en la percepción que el consumidor tiene de la identidad del producto que se pretende comercializar. En el ámbito turístico, la percepción que se tiene de un producto turístico debería primar sobre el deseo de promover la oferta turística sobre la base de un sector administrativo o regional determinado.

Es esencial volver a colocar en el centro de la elaboración de cualquier proyecto normativo al viajero, el turista. Incluso las teorías de marketing más avanzadas señalan la necesidad de "perfilar" la oferta sobre la base de los requisitos del consumidor potencial, hasta crear auténticas y verdaderas comunidades de usuarios que interactúan con el producto destinado a ellos mismos. En vez de centrarse en un producto comunitario único cualquiera, el CDR considera que se configura en la actualidad una oportunidad de gran importancia: utilizar lo mejor posible las ventajas que ofrecen los sistemas informáticos. Mediante el desarrollo de una red armonizada única de TI en Internet, se facilitaría a los proveedores y turistas la tarea de proyección y orientación a través de la enorme masa de datos actualmente disponible. La Comisión, sin intentar desarrollar un producto comunitario, podría contribuir al desarrollo de un sistema que ayudaría a poner en contacto a proveedores y turistas de forma más eficaz.

La Comisión Europea, con la cooperación de las autoridades locales y regionales y del sector turístico, debe instrumentar, en el marco del VI programa marco de I+D, medidas que aceleren la introducción de nuevas tecnologías en los sistemas de gestión e información de las empresas y destinos turísticos.

Estas medidas son especialmente importantes en el contexto actual, caracterizado por una cierta ralentización del sector turístico, para conseguir un desarrollo más competitivo del mismo.

Para contribuir a la determinación de un itinerario orgánico de desarrollo del turismo europeo que dé preferencia a la participación de las comunidades locales, el Comité de las Regiones sugiere que se delineen algunos itinerarios que caractericen a las políticas comunitarias de intervención en este ámbito de referencia:

A. Adecuar el nivel de seguridad y calidad en los países de la UE de las redes de transportes (carretera-ferrocarril-mar-aire) para garantizar mejor unos flujos de movilidad conectados con el tiempo libre de las personas

El Comité de las Regiones comparte la idea de la Comisión Europea de que la liberalización de los transportes y el desarrollo de sus redes, así como el mejor funcionamiento del mercado único y la creciente disponibilidad de los instrumentos de la sociedad de la información, facilitarán la movilidad de los ciudadanos y contribuirán a una mayor internacionalización de los flujos turísticos.

El Comité de las Regiones apoya el punto de vista de la Comisión Europea en el sentido de que la política comunitaria del transporte debe formar parte de las cuestiones fundamentales del sector turístico: movilidad sostenible, derecho a la seguridad de los pasajeros y calidad de los transportes. En esta fase, la mejora del nivel de los transportes significa, ciertamente, dar prioridad a la seguridad, pero también tener en cuenta otras problemáticas complementarias. Por otra parte, en el Libro Blanco sobre los transportes ya se establecen las orientaciones que cabe seguir para lograr un transporte turístico más eficiente, sostenible y de mayor calidad.

Además, el turismo es el principal factor de desarrollo para territorios con problemas de accesibilidad como las zonas de montaña, las regiones insulares y las regiones ultraperiféricas.

En las regiones insulares es necesario reforzar los sistemas de transporte aéreo, mejorar sus frecuencias, garantizar suficientes plazas disponibles y reforzar la interconexión de los aeropuertos de referencia para las regiones insulares con las redes transeuropeas de carretera y ferrocarril, especialmente con trenes de alta velocidad.

B. Sintonizar la oferta de perfiles profesionales que salgan del circuito formativo preuniversitario y universitario con la demanda del mercado laboral ligada al turismo

El Comité de las Regiones comparte el análisis de la Comisión sobre las principales necesidades en materia de formación. En la actualidad, el turismo se caracteriza por un nivel de cualificación relativamente bajo en la mayor parte de los subsectores fundamentales y, especialmente, en las PYME. Si bien existe una demanda de nuevas competencias, como las relacionadas con las tecnologías de la información y de la comunicación, el CDR es consciente de que los entes locales y regionales afrontan un desafío importante a la hora de estimular el crecimiento en el sector, en particular de las pequeñas empresas y microempresas que constituyen una parte significativa del sector. Debido a la presión a la baja sobre los precios ejercida por los operadores de viajes más importantes, las pequeñas empresas familiares del sector turístico carecen de perspectivas profesionales claras y se ven obligadas a reducir las posibilidades de formación, con el consiguiente aumento de las dificultades para contratar personal que ello implica.

Se han realizado progresos significativos a nivel de la Unión Europea en el ámbito del "turismo para todos". El CDR acoge con satisfacción las propuestas de la Comisión Europea de tener más en cuenta el acceso para las personas con discapacidad física. Sin embargo, el CDR subraya la amplitud de la definición dada a dicha cuestión por la Conferencia sobre Turismo celebrada durante la Presidencia belga en julio de 2001 y celebraría que la Comisión presentara otras propuestas en el campo del turismo social.

A partir de esta situación, es posible actuar para hacer más eficaces y concretas algunas acciones que ya han sido señaladas en otros lugares (como, por ejemplo, en "Europass para la formación en el turismo"): "pasar de la formación a la innovación, teniendo en cuenta la realidad 'frágil' de los recursos humanos ... para conseguir un proceso de formación, más complejo que la formación clásica utilizando un enfoque ascendente/descendente, de acuerdos de colaboración y cooperaciones entre todas las partes interesadas".

Parece de importancia fundamental considerar la hipótesis de crear una red formativa específica para las competencias turísticas, aunque sea dentro de programas comunitarios ya activos (Leonardo da Vinci, Socrates, Tempus, Erasmus) capaces de interactuar con medidas para el empleo (Equal) y para la conexión de los organismos de formación (Alfa).

El Comité de las Regiones sugiere que, desde esta perspectiva, se reserven mayores recursos financieros (en el ámbito de los Fondos Estructurales) para los itinerarios de aprendizaje preuniversitarios, precisamente porque es necesario crear un "núcleo duro" de competencias mínimas de calidad medio-alta que permitan después un acceso más provechoso a los estudios enfocados a la obtención de un título académico.

La dimensión del "e-learning" en el contexto de la valorización de la "cultura del conocimiento" puede ser señalada como valor añadido que se ha de tener presente en la elaboración de toda iniciativa en este sector, precisamente para dar una mayor homogeneidad a las prácticas de formación sectorial.

Si bien, por una parte, hay que reforzar la introducción de mecanismos didácticos destinados a la transferencia de competencias técnicas y tecnológicas, por otro, se pone de manifiesto la conveniencia de comunicar entre sí las diversas experiencias formativas que se están poniendo en práctica en los Estados miembros, con el fin de facilitar la difusión de una cultura común en materia de didáctica del turismo y de identificación de las competencias profesionales destinadas a las personas que trabajan en este ámbito.

Por último, no es posible subestimar el papel y la importancia de la formación de alto nivel (como, por ejemplo, la emprendida recientemente en Italia por el "Centro Universitario Europeo per i Beni Culturali di Ravello" con la creación del "FOR.Med Master en nuevas tecnologías para la valorización y gestión del patrimonio cultural mediterráneo").

C. Elaborar un proyecto normativo para crear un sistema de evaluación de la receptividad y de la acogida capaz de garantizar el respeto de unos parámetros medios para la atribución de los reconocimientos cualitativos a las estructuras y a los servicios ofrecidos

Mejorar la calidad del turismo: éste es uno de los postulados fundamentales que se encuentran en el centro de diversas elaboraciones programáticas europeas. La Organización Mundial del Turismo subraya que la calidad está relacionada con la percepción del turista y con un grado de satisfacción respecto a su experiencia del producto. Los métodos de control de la calidad pueden ser sintetizados en las series ISO 9000 y 14000, en el EFMQ y en la clasificación de las estrellas (además de en los sistemas de evaluación nacionales).

El desarrollo de la calidad pasa por las políticas estructurales, la protección de los consumidores, la política medioambiental, la gestión en materia de transportes y el espíritu emprendedor.

El Comité de las Regiones opina que, en cualquier caso, una política real de la calidad sitúa en el centro a la figura del turista: en torno a la percepción de sus necesidades y a la capacidad real de satisfacerlas se debe confeccionar una propuesta única que establezca con certeza el nivel cualitativo de los diversos componentes del sistema-turismo.

Las prácticas de customer satisfaction y customer retention ofrecen puntos de referencia interesantes de los que se pueden derivar metodologías de evaluación eficaces.

El asesoramiento organizativo y comercial, la organización de campañas de sensibilización y la incentivación financiera se configuran como piezas de un programa de reconocimiento de las estructuras de calidad dedicadas al consumidor turista con el objetivo de realizar intervenciones destinadas a la homogeneización del sistema de evaluación de los niveles de calidad de las estructuras de recepción y acogida.

Es obvio que actualmente no existe ningún sistema comunitario que permita establecer normas de calidad para la prestación de servicios a los turistas, ya se trate del alojamiento en hoteles, de los restaurantes, del transporte, de las opciones de tiempo libre, etc. Para conseguir el objetivo de unos criterios y tipologías uniformes en el territorio europeo, el Comité recomienda a la Comisión que realice regularmente una evaluación de los regímenes nacionales existentes.

D. Fomentar el reconocimiento oficial por parte de las estructuras de recepción y acogida de una Carta de los deberes respecto al turista

La lógica de la determinación del consumidor de la consumer satisfaction representa el principio propedéutico de la propuesta de adopción de una Carta Europea de los deberes respecto al turista. La exigencia de velar por los derechos del turista se conjuga con la posibilidad de facilitar que se alcancen niveles comunes de calidad y de emprender una amplia acción de seguimiento sobre la base de las adhesiones a la iniciativa.

La Carta Ética del Turismo Cultural, presentada por el Observatorio Europeo del Turismo Cultural (Centro Universitario Europeo per i Beni Culturali di Ravello), en Paestum, el 5 de noviembre de 1999, con ocasión de la segunda edición de la Bolsa Mediterránea del Turismo Arqueológico -ideada y organizada por la Provincia de Salerno- constituye una referencia interesante para la elaboración de la Carta Europea de los deberes.

Especialmente relevante parece el punto de la Carta dedicado a los deberes de la hospitalidad. Si bien el documento tiene en cuenta la relación entre consumo turístico y bienes culturales, el espíritu de fondo subraya la exigencia de situar en el centro de toda actuación al turista, imponiendo una acogida coherente con las promesas y respetuosa de la personalidad de los huéspedes. Se deben garantizar unos servicios y una hospitalidad idóneos y una información suficiente, así como la ausencia de toda discriminación. Por su parte, los visitantes deben tener en cuenta la especificidad de los usos y costumbres de la cultura del lugar. Hay que reconocer, en particular, las tradiciones y las convicciones religiosas y morales de los habitantes. La Carta, al proponer estos criterios, no pretende dictar un reglamento a instituciones o personas, sino que desea ser una indicación de principios universales idóneos para fomentar una auténtica cultura de este tipo de turismo. Se dirige, por consiguiente, al sentido de responsabilidad de las personas implicadas. Hace suyas las convenciones, recomendaciones y directivas formuladas en las diversas instancias y desea ser tenida en cuenta por los organismos internacionales, territoriales y sectoriales interesados.

El principio inspirador que más se acerca a la exigencia de elaborar una Carta de los deberes de quien acoge al turista puede resumirse en una consideración de fondo válida para el turismo en general y no sólo para el cultural. "El turismo cultural -se afirma en la Carta Ética del Turismo Cultural- realiza un encuentro con nuevas realidades humanas, a menudo de civilizaciones distintas. Favorece, por ello, la amistad entre personas de distinta procedencia y el desarrollo de mejores relaciones, condiciones esenciales para el crecimiento de la comunidad local e internacional. Es un auténtico factor de solidaridad y paz."

Partiendo de este tipo de enfoque, el CDR reitera que entre los deberes de la hospitalidad figura con pleno derecho el respeto a la dignidad de la persona y, por tanto, del turista, antes que cualquier oferta de carácter comercial. Sancionar este principio en una Carta comunitaria de los deberes parece un paso de extrema importancia política y cultural.

E. Buscar y establecer -por medio de un sondeo territorial de conocimientos en los países miembros- los nuevos perfiles del consumo turístico tras el 11 de septiembre de 2001, dando un mayor valor al turismo cultural y el ecoturismo, particularmente adecuados para el fomento de campañas de "desestacionalización" de los flujos

En el escenario sobre la evolución de la estructura demográfica de la población europea trazado por la Comisión Europea se sitúa uno de los principales problemas de la actividad turística inherente al gobierno de los flujos: "... su concentración en períodos concretos y limitados del año".

Cultura y medio ambiente se convierten, así, en ejes privilegiados para afrontar algunas cuestiones de importancia fundamental para el desarrollo del turismo. Ya hace mucho tiempo que el turismo cultural constituye un importante recurso para Europa: ésta es la dirección en la que hay que profundizar más y realizar importantes esfuerzos para interconectar una oferta lo más coordinada posible, capaz de activar sinergias entre las diversas regiones que comparten tradiciones históricas, artísticas y enogastronómicas, explotando de manera estructurada y estratégica el importante recurso que es el turismo rural, y provocando igualmente repercusiones positivas en el sector agrario.

Desde este punto de vista, el proyecto del "Centro Universitario Europeo per i Beni Culturali" denominado "Programa mediterráneo para los bienes culturales" puede proporcionar algunos puntos de arranque de notable interés. El Centro ha hecho operativo un auténtico y verdadero "puente" cultural con los países del Norte del Mediterráneo mediante la creación de un observatorio-laboratorio mediterráneo que reúne periódicamente a exponentes de las tradiciones culturales de Europa, del Norte de África y de Oriente Medio, con el objetivo de estimular actividades de investigación y formación para salvaguardar y valorizar los bienes culturales de las regiones participantes. Se trata, por tanto, de una experiencia que permite evaluar concretamente el alcance de los intercambios interculturales orientados de forma lógica a favorecer la aplicación de flujos turísticos cualificados.

El Comité de las Regiones apoya la actuación de una Agenda 21 en Europa vinculada al turismo, presente ya en el centro de las reflexiones de un Grupo de dirección presidido por la Comisión, que presentó un documento en la cumbre mundial sobre desarrollo sostenible celebrada en el mes de septiembre en Johannesburgo. Para fomentar esta estrategia ya se han establecido las agendas 21 del Mediterráneo y del Mar Báltico, Destino 21 en Dinamarca y la Agenda 21 local de Calvià (Baleares, España). En Suecia, además de la activa labor que han llevado a cabo numerosos municipios en relación con la Agenda 21, se vienen aplicando desde fecha reciente unos criterios de calidad para distinguir mediante un símbolo las actividades de ecoturismo centradas en la naturaleza y la cultura.

El Comité de las Regiones comparte los objetivos señalados por la Comisión en su Comunicación: "prevenir y minimizar el impacto del turismo en el medio ambiente y el territorio de los destinos; administrar el crecimiento del transporte; promover una industria vigilante en el ámbito local y un turismo responsable como factor de desarrollo sociocultural".

En esta dirección podrá ser oportuno concebir intervenciones para la difusión de una cultura del medio ambiente que se mezcle con la del redescubrimiento y valorización de un patrimonio histórico, artístico y cultural difundido.

A la luz de estas evaluaciones, parece necesario llevar a cabo un sondeo sobre conocimientos en los Estados miembros con el fin de establecer las nuevas tipologías de consumidores y predisponer instrumentos adecuados de apoyo y acompañamiento de la demanda.

Bruselas, 10 de octubre de 2002.

El Presidente

del Comité de las Regiones

Albert Bore

(1) DO C 317 de 6.11.2000, p. 40.

(2) Véanse la resolución del Parlamento Europeo de 18.2.2000, el dictamen del CDR de 15.6.2000 (CDR 291/1999 fin - DO C 317 de 6.11.2000, p. 40) y el Dictamen del CES de 26.1.2000 (CES 93/2000).

(3) COM(2001) 665 (anexo 1, p. 21).