Informe de la Comisión - Reforma económica: Informe sobre el funcionamiento de los mercados comunitarios de productos y capitales {SEC(2001)1993} {SEC(2001)1998} /* COM/2001/0736 final */
INFORME DE LA COMISIÓN - Reforma económica: Informe sobre el funcionamiento de los mercados comunitarios de productos y capitales {SEC(2001)1993} {SEC(2001)1998} Índice 1. Introducción 2. Mejora de la calidad de vida de los ciudadanos: consumidores y medio ambiente 2.1. Hay indicios que sugieren que la convergencia de precios se ralentiza... 2.2. Mercado interior y protección medioambiental: una fórmula para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo sostenible 2.3. Integración de los mercados financieros al por menor 3. Aumento de la eficacia de los mercados de productos y capitales 3.1. Tendencias en los mercados de bienes y servicios: la integración comercial de productos industriales en el mercado interior progresa adecuadamente, con una influencia positiva en las economías nacionales de los Estados miembros... 3.2. Los mercados de capitales y de servicios financieros reflejan el deterioro de las condiciones empresariales generales... 3.3. Contratación pública: la transparencia de los mercados ha aumentado en 2000... 4. Mejora del entorno empresarial: fomento del espíritu empresarial 4.1. Ayudas públicas: avances positivos 4.2. La fiscalidad podría distorsionar las decisiones empresariales y la competencia... 4.3. Simplificación de la carga reglamentaria 4.4. La mejora del entorno financiero de los últimos años debe protegerse del deterioro de la situación económica... 4.5. Innovación: esencial para la competitividad y objetivo fundamental de la reforma económica 5. Conclusiones 1. Introducción Este cuarto informe anual de la Comisión sobre el funcionamiento de los mercados de productos y capitales se ha elaborado teniendo en cuenta los objetivos a largo plazo definidos en el Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000 y las conclusiones del Consejo Europeo de Estocolmo. También integra las conclusiones del Consejo de Mercado Interior de 12 de marzo de 2001 y las Orientaciones Generales de Política Económica. Se basa en las prioridades de la Comisión definidas en el Informe de síntesis que presentó al Consejo Europeo de Estocolmo y en la Comunicación de la Comisión a la reunión informal de Jefes de Estado o de Gobierno de octubre de 2001 en Gante [COM(2001) 611] sobre el posible impacto económico de los acontecimientos del 11 de septiembre. Las conclusiones y los resultados de este informe se utilizarán en la actualización de la Estrategia para el mercado interior, las futuras Orientaciones Generales de Política Económica y la preparación del Consejo Europeo de Barcelona de marzo de 2002 a través del próximo Informe de síntesis de la Comisión (que ésta presentará a principios del próximo año). Además, tres circunstancias nuevas e importantes han influido en el presente informe: 1. Hay nuevas razones convincentes para consolidar el proceso de reforma económica. La reforma económica y la estrategia de Lisboa se iniciaron en una época de expansión económica, pero ahora la perspectiva económica favorable se está difuminando. Mantener la determinación política de ejecutar las medidas de reforma ayudaría a reafirmar la confianza en los mercados europeos y mundiales, sentimiento del que actualmente carecen. Las reformas pueden ser fundamentales para la capacidad de la economía europea de superar nuevas crisis, pero para saber hacia dónde deben apuntar y hasta qué punto deberían llegar se requiere un buen sistema de supervisión de la flexibilidad del mercado, especialmente en lo relativo a los precios como mecanismos de ajuste del mercado. Teniendo presentes estas circunstancias y tras las conclusiones del Consejo de Mercado Interior, en el presente informe se presenta un análisis más detallado de los precios minoristas en el mercado interior. 2. El Consejo Europeo de Gotemburgo completó la gama de objetivos a largo plazo definidos en Lisboa en marzo de 2000 sumando el desarrollo sostenible a la innovación, el empleo, el espíritu empresarial y la cohesión social. En el informe de Cardiff del año pasado ya se prestó cierta atención a las dimensiones medioambientales del funcionamiento del mercado. Después, en mayo de 2001, el Consejo de Mercado Interior adoptó conclusiones en las que integraba los objetivos medioambientales en las políticas sobre mercado interior, tal como solicitó el Consejo Europeo en la primavera de 1998. En las conclusiones de Gotemburgo se recoge la necesidad de realizar esfuerzos adicionales para que el mercado interior contribuya activamente al desarrollo sostenible. El informe sugiere tres nuevas líneas de acción y presenta indicadores de acuerdo con las conclusiones del Consejo de Mercado Interior. 3. En una declaración adjunta a sus conclusiones, el Consejo Europeo de Niza propuso que, en el contexto del proceso de Cardiff para supervisar los mercados de productos y capitales, la Comisión llevara a cabo una evaluación horizontal de los servicios de interés económico general. En informes previos ya se han abordado estos servicios, pero no de la manera detallada en que se tratan este año. Esta evaluación se incluye en un anexo específico. Los cimientos de la economía europea siguen siendo fuertes, pero la menor confianza en la economía mundial se deja notar en las perspectivas económicas internacionales. Dadas las circunstancias, la tentación es suspender la reforma económica. Después de todo, es cierto, como mostró el Informe de síntesis de la Comisión, que la reforma económica de la UE ya ha obtenido progresos. En los últimos meses se lograron algunos objetivos más (por ejemplo, el acuerdo político alcanzado para una mayor liberalización de los servicios postales). Sin embargo, todavía son necesarios muchos más cambios estructurales para que los beneficios de una elevada flexibilidad de los mercados de productos y capitales nos alcancen a todos. Si ahora vacila la determinación política de llevar a cabo la reforma, los objetivos de competitividad establecidos en Lisboa quedarán fuera de nuestro alcance. El presente informe sigue la estructura de los objetivos definidos para la estrategia del mercado interior. La siguiente sección examina el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios desde la perspectiva de los ciudadanos. A continuación, presenta los progresos pertinentes en los mercados de bienes, servicios, capitales y contratación pública. Por último, considera el impacto del funcionamiento del mercado sobre la actividad empresarial y el espíritu empresarial. 2. Mejora de la calidad de vida de los ciudadanos: consumidores y medio ambiente Los ciudadanos son los beneficiarios más importantes del mercado interior. Esta es la opinión de la Comisión y el hilo conductor seguido en la preparación del presente informe: desde el análisis detallado de los precios al por menor, pasando por secciones sobre servicios financieros minoristas y desarrollo sostenible, hasta el anexo sobre servicios de interés económico general. 2.1. Hay indicios que sugieren que la convergencia de precios se ralentiza... La integración de los mercados de productos (condición esencial para lograr mercados competitivos) no sólo es indispensable para que los ciudadanos europeos se beneficien del mercado interior sino que, además, aumenta la resistencia de la economía europea frente a crisis procedentes del exterior. La convergencia de precios es un buen indicador de la integración del mercado. Por tanto, preocupa ver que, después de algunos años de clara convergencia de precios, en 1999 se registraran relativamente pocos cambios. Este proceso parece haberse frenado en la segunda mitad de los 90 [1] (véase el gráfico 1). Desde 1998, la dispersión de precios ha permanecido estable, registrando solamente pequeños cambios, pero hay que tener en cuenta que la metodología del indicador se modificó en 1999, lo que dificulta la comparación entre las cifras de 1998 y 1999. Por tanto, se necesita estudiar los precios durante más tiempo para decir si se está produciendo un cambio significativo. Además, como sucede con todo indicador estructural, lo que importa es la tendencia a largo plazo de la variación de precios a fin de llegar a conclusiones definitivas (no los resultados de un solo año). [1] Como en años previos, la dispersión de precios se mide por el coeficiente de variación, que mide la desviación respecto al precio europeo medio. Fue del 14,55 % en 1999 y del 14,40 % en 1998. No obstante, las cifras de 1999 y la previsión para 2000 parecen confirmar la ralentización de la convergencia de precios observada estos últimos años. Tras la adhesión de Suecia, Austria y Finlandia, países con elevados precios al por menor, se produjo un proceso de convergencia de estos precios en la EU15 que empezó a perder fuerza hacia finales de la década. Un análisis más detallado muestra que la evolución de la variación de precios en los años 90 ha experimentado notables diferencias en diversos sectores. Por ejemplo, de 1990 a 1998, los precios de los productos alimenticios («aceites y grasas», carne, pan y cereales) convergieron de forma notable en toda la Comunidad. Mientras tanto, otros sectores tales como el tabaco o los combustibles y algunos sectores de servicios, como los servicios del transporte y la construcción, registraron una escasa convergencia de precios, a veces incluso divergencias (véanse el cuadro 1 y el recuadro 1). Los precios al por menor de productos de venta en supermercados varían mucho... Los precios de productos de venta en supermercados (es decir, alimentación, productos de higiene personal y productos de limpieza) convergieron en los años 90. Ésta es una conclusión de un estudio destinado a supervisar y analizar los precios de productos de venta en supermercado llevado a cabo por la Comisión (véase el recuadro 2) [2], que complementa el estudio sobre los precios al por menor de alimentos frescos y productos electrónicos de consumo, cuyos resultados se presentaron en el Cuadro de Indicadores del Mercado Interior de mayo de 2001. No obstante, persisten diferencias de precios significativas para los productos de venta en supermercado y que se examinan detalladamente en este presente informe con el fin de establecer una evaluación comparativa de las diferencias de precios a través de la UE. Así se podrá descomponer en concreto permitirá desglosar la variación de precios minoristas en los distintos países de manera que se puedan identificar los factores responsables de esas variaciones [3]. Eso, a su vez, ayudará a definir las medidas de reforma económica necesarias para aumentar la integración y mejorar el funcionamiento de los mercados de productos minoristas, todo ello en beneficio de los consumidores. [2] Este estudio forma parte de un proyecto a largo plazo de varios servicios de la Comisión (DG Mercado Interior, Sanidad y Protección de los Consumidores y Oficina Estadística) con objetivos adicionales distintos además de la medición de la convergencia de precios. [3] Véase en European Economy Supplement A, nº 7, julio de 2001, un análisis de los factores que podrían explicar la variación de precios. La dispersión de precios de los productos de venta en supermercado «paneuropeos» (productos de venta en supermercado vendidos en toda Europa) sigue siendo relativamente amplia en el mercado interior. Los precios minoristas en la UE pueden oscilar hasta un 40 % por encima o por debajo de la media europea (véase el cuadro 2). La diferencia media de precios es de alrededor del 30 %. Quizá con ejemplos concretos se vea más claro: un refresco de cola comprado en un supermercado danés puede costar casi el doble que en un supermercado alemán. El agua mineral envasada puede ser más del 300 % más cara en Suecia que en Francia (véanse los cuadros 2 y 3). Los productos «paneuropeos» son generalmente más caros pero su precio varía menos que el de productos nacionales similares o el de marcas nacionales o multinacionales similares que no están presentes en una mayoría de Estados miembros, denominados «productos genéricos» en la base de datos (véanse los cuadros 3 y 4). Siempre que los «productos genéricos» son más caros, la diferencia de precios es relativamente pequeña. El precio de los productos diferenciados suele variar más que el de los productos homogéneos, pero no siempre... Como se esperaba, el precio de los productos de marca similares realmente diferenciados genuinamente para responder a segmentos de mercado diferentes, o diferenciados por grandes campañas de publicidad (como el champú), varía mucho más que el de bienes homogéneos como el azúcar o la mantequilla (véase el cuadro 5). Más sorprendente es el grado de variación de precios a través de la UE para algunos bienes muy homogéneos tales como la harina y algunas verduras congeladas. Evaluación comparativa de la dispersión de precios: la dispersión de precios entre países de la UE supera las diferencias de precios interregionales... La dispersión de precios dentro de cada Estado miembro siempre es menor que las diferencias de precios entre distintos países para los mismos productos. Generalmente, los precios dentro de los Estados miembros varían un 5 % respecto a la media nacional; a escala comunitaria, los precios varían el 20 % o más. No obstante, hay algunos productos cuya máxima variación nacional de precios dentro de un Estado miembro es similar a la variación en toda la UE (véase el cuadro 2). Sin embargo, incluso para estos productos, la dispersión de precios en el Estado miembro que ocupa el segundo puesto en cuanto a dispersión nacional siempre es mucho más baja que la dispersión comunitaria. Es decir, para los productos incluidos en la presente muestra, el mercado comunitario está claramente menos integrado que los mercados nacionales. ¿Hay países que sean siempre más caros que los demás- Ninguno de los 14 Estados miembros incluidos en el presente estudio está siempre por encima o por debajo del precio medio europeo. Sin embargo, el cuadro 3 y el gráfico 2 muestran que algunos países (por ejemplo, España y Alemania) son relativamente baratos, mientras que Suecia, Finlandia y Dinamarca son relativamente caros. Un análisis más preciso (véase el recuadro 3) confirma que estos últimos países tienden a registrar precios superiores a la media comunitaria, mientras que España y Alemania, entre otros, tienen unos precios de productos de venta en supermercado inferiores al promedio de la UE. Pero esto no sucede sistemáticamente para todos los productos. Esta situación coincide con los resultados del Cuadro de Indicadores de mayo de 2001 para electrónica de consumo y alimentos frescos. Si se incluyen los impuestos indirectos, el orden de los países por nivel de precios varía ligeramente, pero no mucho. Los factores «geográficos» o específicos de cada país no explican gran parte de la variación de precios restante El hecho de que no existan desviaciones sistemáticas de precios para todos los productos en todos los países sugiere que, a la hora de explicar las diferencias de precios, predominan factores «económicos» y no variables «geográficas o específicas de cada país». Los factores «económicos» incluirían diferencias sectoriales o, incluso, de productos en cuanto al fabricante o a la concentración de distribución, el comportamiento de las empresas o diferencias normativas con una influencia especial en determinadas categorías de productos. Los factores específicos de cada país, como el coste del transporte, las diferencias de renta, de patrones de consumo o de salarios o precios locales de consumos intermedios no dan lugar a gran parte de la dispersión de precios. Incluso combinados, no originan más de en torno al 21 % de la variación total de precios entre países. Los valores de diferencial de renta por sí solos no son una explicación satisfactoria de la diferencia de precios. Países con un nivel elevado de renta, como Alemania, tienen algunos precios al por menor reducidos mientras que países con un nivel bajo de renta, como Grecia o Portugal, no tienen un nivel especialmente bajo de precios minoristas. Aunque los factores nacionales específicos no afectan a los precios de manera sistemática, sí pueden influir en el nivel de precios de productos concretos [4]. Por ejemplo, la legislación nacional sobre la composición de los alimentos transformados influye solamente en productos muy específicos. Dado que no todos los productos de la muestra están sometidos a la misma intensidad publicitaria, la normativa nacional sobre publicidad no influye de la misma forma en todos ellos. Además, también podrían ser distintos los efectos de la normativa sobre franquicias, horarios de atención al público, requisitos de reciclado, etc. [4] El conjunto de datos no es lo bastante detallado para verificar esta hipótesis. Es decir, los «factores geográficos» no sirven para explicar la dispersión de precios en productos de venta en supermercado. Por lo tanto, los «factores económicos» son probablemente las variables que explican la dispersión intracomunitaria de los precios minoristas para productos de venta en supermercado. Esto también sucede en la dispersión de precios a nivel nacional. La dispersión de precios puede ser más alta entre los países comunitarios que entre las regiones de cada Estado miembro, pero son factores económicos, no «geográficos», los que explican la dispersión de precios tanto interregional como entre países (véase el recuadro 3). La concentración del mercado varía mucho entre distintos países... Los coeficientes de concentración del mercado para las tres marcas principales de productos para el hogar varían mucho de un país a otro. Se presupone una mayor concentración en los mercados nacionales más pequeños (como muestra el gráfico 3), pero no siempre se cumple. Las tres marcas principales de limpiadores de superficies acaparan un 87 % del mercado danés y un 86 % del mercado francés, pero sólo el 33 % del mercado español. Estas diferencias varían perceptiblemente de un sector a otro en cada país. Por ejemplo, Alemania tiene un coeficiente de concentración relativamente alto en las patatas fritas y relativamente bajo en el caso de la pasta. Las condiciones locales de competencia pueden explicar gran parte de estas diferencias. No obstante, la relación entre el poder de mercado de los productores y el nivel de precios de venta en supermercado no es directa. La sencilla correlación entre ambas variables no parece seguir patrones claros. La concentración minorista, los canales de distribución, el entorno normativo, la distribución de la capacidad de negociación entre distribuidores y fabricantes, y la rivalidad entre fabricantes y distribuidores son factores que influyen en los precios al por menor, por lo que no es posible establecer una sencilla relación directa entre precios de los productos de venta en supermercado y concentración de los fabricantes [5]. [5] Los efectos del poder de mercado en distintas partes de la cadena minorista sobre los precios al por menor se analizan en un documento elaborado por dos economistas suecos, véase Food prices and market structure in Sweden de M. Asplund y R. Friberg, SSEE/EFI, Documento de trabajo 318. Los Estados miembros tienen estructuras de distribución minorista diferentes, lo que ayudaría a explicar diferencias de precios entre países... Cada Estado miembro tiene distintos niveles de competencia en el sector de distribución, así como un entorno normativo diferente que afecta a la estructura de la distribución; ambas condiciones locales ejercen una influencia importante sobre los precios. Existen considerables variaciones en los precios según los tipos de establecimientos, que difieren según los productos y países, aunque los hipermercados y establecimientos de descuento ofrecen, como promedio, precios un 5 % inferiores a los supermercados. Los países cuyo sistema de distribución cuenta con una elevada proporción de supermercados tienden a tener precios más elevados (véase el gráfico 4). Para reducir la dispersión de precios al por menor se necesita un sistema de distribución minorista más competitivo y eficiente. La competencia en este sector de distribución minorista ejerza una presión sobre los márgenes de distribución, de manera que los precios y su dispersión tienden a reducirse. Por tanto, un sistema de distribución minorista más eficiente y competitivo conllevaría precios más bajos en los mercados europeos. Como muestra el gráfico 5, las significativas diferencias de precios entre distintos tipos de establecimientos de venta sugieren la posibilidad de obtener importantes mejoras incrementando la eficacia de la distribución en los países con elevados niveles de precios. En resumen... Los datos agregados de precios parecen indicar una tendencia reciente a la desaceleración de la convergencia de precios para el consumo privado. Los mercados de bienes de consumo vendidos en supermercados se han integrado cada vez más desde 1990, limitando la dispersión de precios a escala comunitaria; no obstante, persiste cierta dispersión de precios residual en el mercado interior, que se explicaría por factores económicos y sectoriales, más que por factores nacionales. Por lo tanto, la reforma económica y las medidas sobre la competencia serían lo más adecuado para eliminar la dispersión de precios residual en estos mercados [6]. [6] El reciente Libro Verde sobre la Protección de los consumidores [COM(2001) 531] presenta algunas opciones para incrementar la competencia en los mercados de empresa a consumidor y de venta al por menor. 2.2. Mercado interior y protección medioambiental: una fórmula para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y el desarrollo sostenible En Lisboa, la UE llegó a un compromiso político respecto a la renovación económica y social. El Consejo Europeo de Gotemburgo le añadió una dimensión ambiental con la estrategia para el desarrollo sostenible. La aportación del Consejo de Mercado Interior, Consumidores y Turismo al Consejo Europeo de Gotemburgo fue su estrategia para la integración de la protección del medio ambiente y del desarrollo sostenible en la política del mercado interior. La estrategia, elaborada en respuesta a una petición del Consejo Europeo de Helsinki, aspira a integrar objetivos medioambientales con el libre comercio de bienes y servicios en el mercado interior. Su objetivo es desarrollar un mercado interior con altos niveles de protección del medio ambiente, así como un alto grado de cohesión social y crecimiento económico. El Consejo de Mercado Interior definió varios indicadores que pueden ayudar a supervisar la puesta en práctica de su estrategia. Como la estrategia se acaba de definir, es útil informar sobre la evolución reciente y la situación actual de los indicadores, lo que puede servir de base para supervisarlos en el futuro. Los indicadores pueden agruparse en dos categorías. En primer lugar, algunos muestran hasta qué punto los resultados del mercado, la autorregulación y los mecanismos de mercado tienen en cuenta las consideraciones medioambientales. Son importantes porque cuando las empresas y los mercados mejoran su rendimiento medioambiental, se precisa una menor intervención política pública y menos normativas con objetivos ambientales. En segundo lugar, los indicadores de políticas miden la participación pública en actividades económicas para lograr objetivos medioambientales y prevenir posibles conflictos entre los objetivos de las distintas políticas. Los mercados y las empresas mejoran rápidamente sus resultados medioambientales, pero todavía se necesita la intervención pública para garantizar objetivos de desarrollo sostenible... Los resultados del mercado reflejan una preocupación cada vez mayor de la industria por las cuestiones medioambientales. Por diversas razones, las empresas europeas están tomando medidas propicias para el rendimiento del mercado y cada vez más coherentes con el desarrollo sostenible. El número de certificados ISO 14000 (certificados privados de gestión medioambiental y rendimientos empresariales sólidos) otorgados a empresas europeas en el año 2000 fue cuatro veces mayor que el promedio del período 1996 a 1998 (véase el cuadro 6A). Los resultados de empresas británicas, suecas y danesas a este respecto son notables. Sin embargo, la cantidad de nuevos certificados de etiqueta ecológica otorgados es muy reducida. El número de certificados expedidos para sistemas de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) muestra un crecimiento prometedor pero sigue siendo muy bajo, especialmente en algunos países (véase el cuadro 6A). La intervención pública es imprescindible para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Los indicadores de políticas muestran que los Estados miembros son cada vez más activos a la hora de alcanzar objetivos ambientales. Los instrumentos políticos más frecuentes son la normativa y las ayudas públicas. En general, el gasto en ayudas públicas para ahorro de energía y objetivos medioambientales ha aumentado en la UE, aunque el presupuesto total de estas ayudas ha disminuido. Este tipo de ayuda es considerable en Alemania, pero aún más en los Países Bajos y Dinamarca. El número de directivas comunitarias con un componente medioambiental ha crecido continuamente en los últimos diez años. Otros instrumentos políticos más compatibles con los mecanismos de mercado se utilizan con menos frecuencia. Por ejemplo, los impuestos medioambientales desempeñan un papel relativamente secundario, representando solamente un 5,2 % de la recaudación tributaria total en 1999, inferior al nivel medio durante el período 1995-98 (véase el cuadro 6B). Al creciente número de directivas medioambientales se suman muchas más demandas por infracción de directivas medioambientales en el año 2000 en comparación con años previos, aunque el déficit general de transposición de los Estados miembros permanece relativamente estable (véase de nuevo el cuadro 6B). La creciente sensibilización respecto a objetivos medioambientales no ha dificultado especialmente el funcionamiento del mercado interior. El número de normas nacionales notificadas de conformidad con la Directiva 98/34/CE, por la que se establece un procedimiento de información en materia de las normas y reglamentaciones técnicas, ha aumentado considerablemente en los últimos años, pero la cantidad de normas medioambientales notificadas continúa relativamente estable. El número de infracciones de directivas del mercado interior registradas por motivos medioambientales, de seguridad o embalaje permaneció bajo y estable durante los últimos cinco años (véase el cuadro 6B). Un mercado interior en pro del desarrollo sostenible... Garantizar la compatibilidad de los objetivos medioambientales no basta. El mercado interior puede contribuir activamente al desarrollo sostenible. Entre las acciones que podrán mejorar la aportación del mercado interior con vistas al desarrollo sostenible se incluyen las siguientes: - Instrumentos de mercado para la compraventa de derechos de emisión, que todavía no se han introducido a nivel comunitario. Pese a sus ventajas en términos de eficiencia económica y medioambiental, el intercambio de derechos de emisión no se utiliza a escala de la UE. El marco comunitario ofrece ventajas claras para minimizar los posibles problemas de coordinación en el intercambio internacional de derechos de emisión. La introducción de tales instrumentos ayudaría a la Unión a cumplir sus compromisos medioambientales, además de reducir el coste general del recorte de los niveles de emisión. La Comisión presentó hace poco una propuesta de directiva sobre el intercambio de derechos de emisión [COM(2001) 581]. - Instrumentos privados de mercado, desarrollados para eliminar fallos del mercado relacionados con la responsabilidad medioambiental. La Comisión ha publicado un Libro Blanco sobre responsabilidad ambiental [COM(2000) 66] con propuestas para estimular la aplicación del principio de quien contamina, paga. El desarrollo de instrumentos financieros tales como un seguro sobre responsabilidad ambiental, voluntario, ayudaría a eliminar algunos fallos del mercado sin intervención pública. El actual mercado de seguros de responsabilidad por daños al medio ambiente es bastante limitado y tiende a estar en manos de aseguradoras especializadas. Una ampliación progresiva de este segmento guiada por el mercado beneficiaría al medio ambiente y al mercado interior. La Comisión está trabajando en una propuesta sobre responsabilidad medioambiental que despejaría el camino para desarrollar estos instrumentos. - Evaluación integrada de las consecuencias. En el contexto de la mejora de la calidad y simplificación de la normativa, la Comisión ha presentado propuestas al Consejo Europeo de Laeken para «garantizar que todas las propuestas políticas principales incluyan una evaluación de sostenibilidad que cubra sus posibles consecuencias económicas, sociales y medioambientales». Ampliar tales prácticas garantizaría la máxima coordinación en el desarrollo y la aplicación de las políticas de mercado interior y desarrollo sostenible. 2.3. Integración de los mercados financieros al por menor El informe del año pasado destacó las transferencias transfronterizas como un aspecto del mercado interior sobre el cual los ciudadanos estaban muy sensibilizados. La Comisión sigue supervisando estrechamente las comisiones por transferencias transfronterizas de saldos. El coste medio de una transferencia de saldos intracomunitaria por valor de 100 EUR todavía es elevado (véase el gráfico 6). Estas comisiones son simplemente incompatibles con una Unión monetaria completamente integrada que funcione sin sobresaltos. Pero lo más sorprendente es su evolución. Aunque el coste medio en Europa ha caído un 5,8 %, se produjeron incrementos significativos en algunos Estados miembros y la reducción durante un período de 7 años es relativamente pequeña (véase el gráfico 7). Otros tipos de pagos transfronterizos también parecen sujetos a comisiones que, aunque varían ampliamente, son relativamente elevadas (véase el cuadro 7). A muy poco tiempo de la introducción de los billetes y las monedas en euros, la Comisión ha propuesto un reglamento [COM(2001) 439] por el que se establece el principio de la igualdad de comisiones para pagos nacionales y transfronterizos en euros. A pesar de llamamientos repetidos para la reducción de las comisiones bancarias en pagos transfronterizos, el mercado no ha avanzado lo suficiente ni lo bastante rápido como para garantizar un espacio único de pago que funcione bien en el mercado interior. Este proyecto de reglamento [7] es sólo una parte del Plan de Acción sobre Servicios Financieros, un completo programa destinado a crear un mercado interior de Servicios financieros al por menor completamente integrado antes de 2005. El propio plan se basa en la creación de un marco jurídico adecuado, el refuerzo de la confianza de los consumidores y la garantía de la estabilidad financiera, pilares esenciales para que los consumidores puedan cosechar todas las ventajas del mercado interior. Sin embargo, la importancia y los beneficios de estos objetivos van más allá de los límites de los mercados de servicios financieros. Los servicios financieros también pueden allanar el camino para el comercio de productos y servicios reduciendo el coste al por menor de las operaciones comerciales transfronterizas. Es decir, crear un mercado interior de servicios financieros al por menor producirá un doble dividendo: los consumidores y las pequeñas empresas se beneficiarán de un sistema de pago más fiable y eficiente, además de obtener mayores oportunidades comerciales y un aumento de la competencia gracias al menor coste financiero de los intercambios. [7] Los recientes avances en la Directiva para la venta a distancia de servicios financieros son otro paso hacia adelante muy significativo para la creación de este mercado interior integrado de servicios financieros minoristas. 3. Aumento de la eficacia de los mercados de productos y capitales El Consejo de Mercado Interior ha concluido que los «mercados de productos y capitales sólo podrán ofrecer la plenitud de sus potenciales ventajas cuando se haya conseguido su plena integración y su funcionamiento eficiente...» Y, a fin de asegurar dicha integración, también llegó a la conclusión de que «para que los ciudadanos puedan beneficiarse de la reforma económica, es importante el análisis regular y sistemático [...] de las progresos estructurales que afectan a la competitividad de los mercados». La presente sección destaca algunas de las novedades más recientes e importantes en la integración de los mercados de productos puestas de manifiesto mediante la supervisión de los flujos comerciales, así como los avances de los mercados de capitales y los mercados de servicios financieros. La ralentización del crecimiento económico aumenta la importancia de la reforma estructural, porque ayudará a minimizar los efectos nocivos de la desaceleración y adelantará el momento del repunte económico. 3.1. Tendencias en los mercados de bienes y servicios: la integración comercial de productos industriales en el mercado interior progresa adecuadamente, con una influencia positiva en las economías nacionales de los Estados miembros... Casi diez años después de la creación del mercado interior, los intercambios continúan integrando constantemente los mercados de los Estados miembros. El intercambio transfronterizo industrial dentro de la EU15 está creciendo más rápidamente que el PIB (véase el gráfico 8), lo que somete a los mercados de los Estados miembros a presiones competitivas y ofrece a los consumidores mayor variedad y precios más bajos. La evolución de las importaciones reviste especial importancia, pues aumentan la competencia en los mercados nacionales. Además, las importaciones permiten a los Estados miembros adquirir mejor tecnología disponible en otros lugares, lo que aumenta la productividad nacional. En el Reino Unido, se calcula que una subida del 1 % en el volumen de importación intrasectorial incrementa el nivel de progreso técnico en un 0,31 % [8]. Entonces, ¿cuál es el nivel de importaciones de los Estados miembros- El gráfico 9 muestra la importancia de las importaciones para los Estados miembros en relación con el tamaño de su economía nacional: en un extremo se sitúan Bélgica-Luxemburgo, cuyas importaciones equivalen a un 50 % del PIB, aproximadamente; en el otro extremo está Italia, con importaciones que suponen en torno a un 15 % del PIB. Desde 1995, las importaciones en los Estados miembros, tanto de otros Estados miembros como del resto del mundo, han ido ganando importancia: un aumento de 4 puntos porcentuales en relación con el PIB (véase el gráfico 10). Sin embargo, mientras que el aumento de las importaciones ha superado los 12 puntos porcentuales en Bélgica-Luxemburgo y poco menos de 11 puntos porcentuales en los Países Bajos, en el Reino Unido, Dinamarca e Italia apenas se ha registrado cambio alguno. En realidad, la importancia de las importaciones comunitarias para el Reino Unido y Dinamarca se ha reducido ligeramente. [8] Hubert, F. y Pain, N. (2000) Inward investment and technical progress in the United Kingdom manufacturing sector, NIESR, Londres. Esta publicación define el progreso técnico como incrementos en la productividad laboral no debidos a efectos de escala ni a efectos de la estructura del sector. El estudio no tiene en cuenta una fuente importante de mejoras de productividad que con frecuencia, aunque no necesariamente, están asociadas con la IED: la transmisión de conocimientos técnicos debida a la movilidad de la mano de obra cualificada. La importancia de este canal adicional de mejoras en la productividad incrementa la urgencia de las reformas políticas en marcha para facilitar la libre circulación de esta mano de obra cualificada. Todos los Estados miembros, excepto Grecia, han aumentado el valor de sus exportaciones intracomunitarias desde 1995. En parte, esto se debe a que Grecia ha reorientado sus exportaciones desde los mercados de Estados miembros hacia los mercados de los países candidatos (véase el gráfico 11), sobre todo Bulgaria. Ello se debe a motivos geográficos y demuestra que Grecia se ha beneficiado perceptiblemente de los Acuerdos Europeos firmados entre la UE y los países candidatos. La ampliación, cuando se produzca, intensificará este proceso. La inversión extranjera directa tiene un impacto muy positivo en los resultados económicos... Los flujos de inversión extranjera directa (IED) también integran los mercados, contribuyendo a los objetivos de Lisboa de mejorar los resultados económicos en la industria y los servicios. Por ejemplo, en el Reino Unido se calcula que las empresas manufactureras de propiedad extranjera producen alrededor de un 10-40 % más por trabajador que las empresas de propiedad nacional, y disfrutan de una ventaja en términos productividad total de los factores del 5¼ %. Suponen alrededor de un tercio del valor total de la I+D empresarial en el Reino Unido, aumentando desde un sexto hace diez años. Una subida del 1 % en la inversión extranjera intrasectorial aumenta los avances técnicos en un 0,82 % [9] (es decir, el aumento de la IED tiene un mayor impacto tecnológico que el aumento de las importaciones). No obstante, la influencia económica positiva del flujo de IED variaría según el origen de dicha inversión: las entidades norteamericanas en el Reino Unido tienen una productividad laboral alrededor de un 36 % más elevada que las de propiedad británica, mientras que las de propiedad comunitaria alcanzan una productividad laboral en torno a un 22 % superior. [9] op. cit. Los flujos de IED intracomunitarios experimentan una progresión geométrica, pero se concentran en unos pocos Estados miembros... Los flujos de IED dentro de la UE han aumentado rápidamente, especialmente los intracomunitarios (véase el gráfico 12). Efectivamente, la IED intracomunitaria ha crecido con muchísima más rapidez que los intercambios industriales, el PIB comunitario y la IED procedente del resto del mundo. Dada la eficacia de la afluencia de IED, esto permite mirar con optimismo las perspectivas de crecimiento de la economía comunitaria. Sin embargo, los posibles efectos positivos estarán muy concentrados: la afluencia de la inversión extranjera total representa alrededor del 8 % o más del PIB en Bélgica-Luxemburgo, Irlanda y Suecia (véase el gráfico 13), pero menos del 2 % del PIB en ocho Estados miembros. Cabe preguntarse: ¿por qué consideran los inversores extranjeros (tanto comunitarios como extracomunitarios) que algunos Estados miembros son mucho más atractivos que otros- Las ayudas públicas, los incentivos fiscales, el entorno empresarial y la amplitud de la reforma estructural son posibles explicaciones, pero es preciso profundizar más. Obstáculos técnicos al comercio: las normas europeas y una mejor aplicación del principio de reconocimiento mutuo son la clave de la mayor integración del mercado mediante el comercio ... Una de las conclusiones del Consejo de Mercado Interior de 12 de marzo de 2001, destinado a velar por que la reforma económica beneficie al ciudadano y al consumidor, es que «debe perseguirse con mayor empeño la eliminación de las restantes barreras técnicas al comercio, recurriendo de manera más eficaz a la normalización europea y aplicando de manera más conveniente el principio de reconocimiento mutuo... Es necesario realizar avances más significativos en la actuación consecutiva a la Resolución del Consejo sobre 'La función de la Normalización en Europa', en especial mediante medidas concretas que completen el marco jurídico de un mercado interior que funcione adecuadamente en el sector de productos de la construcción». Las tres subsecciones siguientes informan sobre la actividad reciente de la Comisión al respecto y ofrecen cálculos sobre los posibles beneficios económicos resultantes. Garantizar que las organizaciones europeas de normalización sean plenamente abiertas, transparentes y respondan a las fuerzas del mercado... La Comisión considera [10] que los acuerdos de normalización adoptados por organizaciones independientes de normalización reconocidas garantizan la correcta elaboración de normas. Esta opinión se justifica por dos principios particulares subyacentes a la manera en que dichas organizaciones elaboran las normas. Por una parte, las necesidades del mercado orientan sobre la selección y el desarrollo de la mayoría del creciente número de normas. ¿Por qué otro motivo aportarían los agentes del mercado el 90 % de los costes de normalización- Por otra parte, las normas se elaboran abierta y voluntariamente, a partir del consenso de todas las partes interesadas que, en la medida de lo posible, incluyen a todos los grupos (productores, usuarios, consumidores, etc.). [10] Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre acciones emprendidas con arreglo a las resoluciones sobre normalización Europea adoptadas por el Consejo y el Parlamento Europeo en 1999, COM(2001) 527. La Comisión se limita a mantener una infraestructura abierta e imparcial de normalización. Proporciona ayuda financiera a las partes interesadas cuyos recursos son tan limitados (por ejemplo, consumidores, expertos en sanidad y seguridad, PYME) que probablemente en circunstancias normales no participarían en las actividades de normalización. Las acciones destinadas a promover la introducción de consideraciones medioambientales en el proceso de normalización podrán contar con ayuda similar. Las organizaciones de normalización se enfrentan a grandes desafíos... Las normas deben cubrir las necesidades del mercado y elaborarse con agilidad. La rapidez plantea un gran desafío a las organizaciones de normalización con su abierta actitud respecto a todas las partes interesadas (lo que, naturalmente, dificulta el consenso). En las áreas donde las organizaciones de normalización no han sido suficientemente ágiles han surgido consorcios y foros privados. Según el Cuadro de Indicadores de noviembre de 2001, CEN, una de las organizaciones europeas de normalización (OEN), ahora necesita 8 años para redactar y obtener un consenso sobre una norma europea, en comparación con los 4,5 años que necesitaba en 1995. Las OEN han intentado hacer frente a este desafío mediante dos vías principales. Primero, mejorando su rendimiento (utilizando más tecnología de la información y mediante la evaluación comparativa de las mejores prácticas). Las organizaciones nacionales de normalización (ONN) las imitan, a veces con ayuda financiera de la Comisión. En segundo lugar, desarrollando una gama más amplia de productos, por ejemplo, Acuerdos sectoriales. Sin embargo, estos nuevos productos no siempre reciben pleno apoyo a nivel nacional. La situación debería mejorar mediante el intercambio regular de información. La competitividad del entorno empresarial de las ONN está aumentando, dado que sus colecciones de normas son cada vez más semejantes y la tecnología de la información y la comunicación facilita la distribución, incluso transfronteriza, de dichas normas. Esto pesa sobre su situación financiera lo que, a su vez, pone en apuros la situación financiera de las OEN, que dependen en gran medida de la capacidad de las ONN para organizar la participación en sus tareas de los expertos sectoriales (el 93 % de los aproximadamente 700 millones de euros de coste de las OEN en el año 2000 se financió con aportaciones de la industria). La situación es cada vez más grave. Un logro conseguido por las OEN es que, en la actualidad, más del 80 % de la normalización tiene lugar a escala europea o internacional, mientras que, hace sólo 15 años, el 80 % se elaboraba a escala nacional. Aun así, el tiempo que se necesita para que una norma europea vea la luz perjudica las labores de eliminación de los obstáculos técnicos al comercio entre Estados miembros, asunto que debería causar preocupación y al que se le presta ahora una atención especial. ...pero se sigue progresando en la normalización... Pese a los desafíos, la normalización está acercándose a su fin en diversos sectores, como instrumentos de pesaje, aparatos de gas y recipientes a presión simple. Mientras tanto, tras años de estancamiento, se ha llegado por fin a un acuerdo sobre las primeras normas armonizadas para productos de construcción, entre las que se incluyen normas para el cemento, apoyos estructurales y plantas de elevación. En los próximos años deberán aprobarse nuevas normas. Esto debería empezar a abrir nuevos mercados más amplios y a aumentar la competencia en el sector. Allí donde no se logren avances, la Comisión retirará la ayuda financiera. Dados los crecientes problemas financieros de las ONN, esta amenaza sería un arma muy potente para la Comisión. Una mejor aplicación del principio de reconocimiento mutuo todavía puede cosechar beneficios... El reconocimiento mutuo debería aplicarse a los productos que no están plenamente armonizados en la UE o en caso de que los Estados miembros coincidan en general en que las normativas nacionales presuponen un nivel equivalente de protección. Aunque solamente el 21 % de la producción industrial o el 7 % del PIB intracomunitario están cubiertos por el reconocimiento mutuo [11], los problemas que surgen en la aplicación del principio ejercen un efecto económico significativo. [11] The single market review, subserie III, volumen 1: Technical barriers to trade. A efectos de elaboración de políticas, es interesante hacerse una idea de la amplitud de los máximos beneficios comerciales potenciales que se podrían esperar de la aplicación óptima del principio de reconocimiento mutuo en un mercado interior perfectamente integrado. Se calcula que el valor de los intercambios comerciales dentro de la UE de productos cubiertos por el reconocimiento mutuo podría ser, a lo sumo, hasta un 45 % inferior a lo ideal (véase el recuadro 5), lo que supone aproximadamente el 1,8 % del PIB de la UE, poco menos que el PIB de toda Dinamarca y algo más que el de Finlandia. Por supuesto, las diferencias entre los intercambios en un mercado interior perfecto y el mercado interior real actual no se deben solamente a fallos en el reconocimiento mutuo. Hay numerosos factores adicionales que el comercio transfronterizo debe superar (por ejemplo, beneficios de ser el primero, base industrial, distribución de cualificaciones, lengua, factores geográficos, etc.). Según estos cálculos, garantizar el funcionamiento perfecto del reconocimiento mutuo de los productos dentro de la UE no incrementará los intercambios comunitarios en más del 1,8 % del PIB. No obstante, esta cifra debería considerarse como una estimación máxima. Los problemas del principio de reconocimiento mutuo suelen surgir en un número limitado de mercados, y resultan principalmente de la incertidumbre sobre el alcance y el potencial del principio... Los problemas de reconocimiento mutuo se producen principalmente en ciertos tipos de productos alimenticios, productos de construcción, vehículos excluidos de la homologación comunitaria, servicios financieros y cualificaciones profesionales. La Comisión intenta identificar con más precisión los principales problemas a fin de tomar medidas para mejorar la situación. Con este fin celebró varias mesas redondas en noviembre de 2000 y septiembre de 2001 para debatir el problema con agentes económicos y funcionarios de los Estados miembros. Una conclusión clara de los debates fue el alto grado de incertidumbre para ambos grupos sobre el alcance y el potencial del reconocimiento mutuo. Muchos agentes económicos expresaron la opinión de que, si deben elegir entre adaptar sus productos para ajustarse a especificaciones técnicas nacionales o defender la aplicación del reconocimiento mutuo, tienden a preferir la primera opción. Puede ser costoso, pero es menos arriesgado si el Estado miembro de destino se aferra a sus normas técnicas nacionales sin tener en cuenta el nivel de protección ofrecido por el producto. Además, algunos agentes económicos consideran que la adaptación de productos ahorra tiempo en comparación con el laborioso proceso de convencer a una administración nacional reacia o, excepcionalmente, con los procedimientos judiciales y que el ahorro de tiempo es una virtud al comercializar un producto. En todo caso, la adaptación a las especificaciones técnicas nacionales es menos significativa para los productos elaborados de forma masiva, y no es significativa para los productos a medida. El problema surge principalmente para las PYME, cuya producción puede no ser suficientemente grande para absorber el coste de adaptación a las especificaciones técnicas nacionales, o para productos cuyo período de validez es muy limitado (especialmente los productos tecnológicos). Por su parte, la incertidumbre de los administradores nacionales a menudo los hace demasiado prudentes, por lo que son reacios a aplicar el reconocimiento mutuo excepto cuando no cabe la menor duda. En los productos de construcción acaban de adoptarse las primeras normas, que podrían finalmente desbloquear los intercambios transfronterizos... La Directiva sobre los productos de construcción (Directiva 89/106/CEE del Consejo) se adoptó en 1989, pero la primera norma armonizada sobre productos de construcción, dedicada al cemento, no entró en vigor hasta el 1 de abril de 2001. Desde esa fecha, el cemento común puede llevar el marcado CE y, en teoría, comercializarse libremente entre las fronteras sin ensayos de conformidad. Tras el cemento se han adoptado numerosas normas relativas a geotextiles, equipos contraincendios y productos de aislamiento. Al facilitar los intercambios transfronterizos, la introducción de normas sobre productos de construcción daría lugar a una gran expansión de su comercio en la UE. Ciertamente, hay pruebas de que el intercambio de productos de construcción ha estado limitado en el pasado. El gráfico 14 muestra que el intercambio de estos productos en la Comunidad ha crecido más lentamente que el de productos manufacturados. Esto es cierto, en general, pero también sucede en caso del cemento y los productos de aislamiento, grupos de productos cuyas normas se acaban de introducir. Además, el intercambio intracomunitario de cemento Portland es notablemente reducido. Por término medio, un sector de la UE con el tamaño del sector del cemento debería registrar flujos comerciales entre Estados miembros cuatro veces mayores que los flujos actuales. Es decir, el comercio transfronterizo de cemento es muy escaso, ya que la producción en la mayoría de los Estados miembros se destina a consumo nacional. Los costes del transporte contribuyen probablemente a esta situación, pero se continuará trabajando para examinar en qué medida. Si los problemas iniciales con el nuevo entorno normativo pueden resolverse... Por desgracia, los datos sobre los intercambios comerciales no están lo bastante actualizados para observar posibles efectos sobre el comercio de la introducción de la norma sobre cemento. Sin embargo, hay motivos para preocuparse: la Federación de la Industria Europea de la Construcción afirma que la reacción de diversos Estados miembros a las modificaciones en el entorno normativo está dificultando los intercambios transfronterizos, al menos para productos que ahora están sujetos a normas armonizadas. Puesto que los Estados miembros continúan teniendo el derecho a establecer sus propios niveles normativos de protección para las obras (servicios de ingeniería y construcción), no están obligados a aceptar los productos con el marcado CE: las obras que incorporan productos, incluso los cubiertos por normas, deben ajustarse también a la normativa nacional de los Estados miembros sobre obras. Así pues, los avances en las normas sobre productos de construcción quizá no desbloqueen los intercambios transfronterizos. De ello se extraen conclusiones claras. En primer lugar, la Comisión tendrá que supervisar de cerca la situación en caso de que sean necesarias nuevas medidas. En segundo lugar, la oposición a las restricciones de productos debe ir acompañada del rechazo a las restricciones de servicios relacionados. En el sector servicios, se preparan acciones destinadas a eliminar los obstáculos al mercado transfronterizo... El Consejo de Mercado Interior concluyó en marzo de 2001 que «la mejora del mercado interior de servicios constituye un reto estratégico crucial para la Comunidad. Debe intensificarse la competencia en los sectores de servicios, secundándola mediante la supresión de los obstáculos al comercio transfronterizo y acceso al mercado...». La Comisión lanzó la Estrategia de servicios en enero de 2001 [12], con la cual la Comisión ha agilizado en 2001 sus actividades destinadas a resolver problemas en áreas específicas (por ejemplo, reconocimiento de títulos y promociones de ventas); también ha llevado a cabo una encuesta para identificar los obstáculos que aún existen para la prestación transfronteriza de servicios. Los resultados de esa encuesta, junto con respuestas escritas de partes interesadas así como de Estados miembros, están en fase de análisis y se presentarán el año próximo. En 2002, la Comisión elaborará un calendario concreto para que los Estados miembros eliminen barreras específicas detectadas, presenten medidas no legislativas favorables (como códigos de conducta) y propongan normas armonizadas para la prestación de servicios cuando sea estrictamente necesario. El Libro Verde sobre la protección de los consumidores antes citado propone opciones para la armonización en algunas de estas áreas. [12] Definida en una Comunicación de la Comisión titulada «Una estrategia para el mercado interior de servicios», COM(2000) 888. Distintos servicios de mercado, resultados de mercado diferentes... Por supuesto, los resultados de todos los sectores de servicios de la UE no son igualmente malos. Según una encuesta reciente [13] llevada a cabo para la Comisión sobre ocho subsectores de servicios empresariales, tanto los proveedores como los consumidores consideran que el subsector de contabilidad y auditoría, junto con el subsector de ensayos técnicos, no es competitivo. Por el contrario, tanto los consumidores como los proveedores consideran competitivos a los prestadores de servicios fiscales, contratación de personal y consultoría relacionada con la ingeniería. [13] CSES, «Estudio sobre los obstáculos al comercio en los servicios empresariales» elaborado para la Comisión Europea (2001). Los resultados sobre la contabilidad y la auditoría pueden deberse a que la competencia en los mercados nacionales es escasa y con pocos intercambios transfronterizos. Es cierto que los servicios contables están sujetos a multitud de normas y reglamentos nacionales divergentes, por lo que se prestan a una fragmentación de mercado. Como el sector es bastante amplio, con más de 260 000 empleados solamente en Italia y Francia, algunas medidas acertadas destinadas a reducir la fragmentación del mercado pueden producir efectos significativos. Es más, la eliminación de tales barreras al mercado interior beneficiaría enormemente al propio sector, pero también a todas las empresas obligadas a consumir servicios como factores de producción, gracias a la reducción resultante de los costes. Los ensayos técnicos, al igual que la contabilidad y la auditoría, también experimentan un nivel reducido de intercambios transfronterizos, lo que quizá sugiera la existencia de obstáculos significativos al mercado interior que, de nuevo, resultan en bajos niveles de competencia. Por el contrario, la opinión relativamente positiva expresada por los encuestados sobre la contratación de personal laboral reflejaría que es un subsector sumamente grande y concentrado, con 1 millón de empleados, aproximadamente la mitad de ellos en el Reino Unido. Esta concentración implica que el intercambio transfronterizo puede ser muy importante. El sector ha crecido rápidamente los últimos veinte años, gracias a progresos tales como la liberalización del mercado laboral, la externalización de la selección y contratación de personal, y una tendencia general hacia la mayor flexibilidad del mercado laboral. Se calcula que 1,8 millones de personas trabajan de forma temporal en toda la UE, lo que supone en torno al 1,5 % del empleo total. Los precios de los servicios dentro de la UE han permanecido más estables que los precios globales, pero han seguido la misma tendencia. El incremento fue de solamente un punto porcentual, del 1,9 % en junio de 1999 al 2,9 % en mayo de 2001, en comparación con un incremento de 2,1 puntos porcentuales en el índice general durante el mismo período. Sin embargo, la tendencia general enmascara tendencias bastante divergentes en dos sectores de servicios: los servicios de comunicación, cuyos precios siguen disminuyendo a una velocidad razonable, y el sector de vacaciones organizadas y alojamiento, que ha experimentado el aumento de precios más rápido y con la mayor desviación. La eliminación de obstáculos transfronterizos a los intercambios de servicios podría tener efectos significativos... Existen motivos para que Consejo resaltara el desafío estratégico crucial planteado por los sectores de servicios de la UE. La Comisión ha presentado pruebas [14] de la importancia de los servicios para la creación de empleo en la UE. Los datos regionales muestran que los servicios han sido, con diferencia, el motor más importante para el crecimiento del empleo en toda la Comunidad a finales de los 90 (véase el recuadro 6). [14] El empleo en Europa - 2001, tendencias y perspectivas recientes, Dirección General de Empleo (julio de 2001). A través de una encuesta sobre servicios empresariales llevada a cabo para la Comisión (véase el recuadro 6) se puede calcular que la eliminación de barreras al comercio transfronterizo de servicios empresariales aumentaría el PIB comunitario actual entre el 1,1 % y el 4,2 %. No obstante, dado que los servicios empresariales representan solamente un tercio del total de servicios, los efectos de la integración de todos los mercados de servicios comunitarios podrían ser incluso más amplios. Por otra parte, este no sería más que el impacto inicial de la eliminación de barreras comerciales. Si los servicios pudieran intercambiarse libremente entre las fronteras, se obtendría un segundo efecto económico importante: el libre comercio abriría a los prestadores de servicios la posibilidad de reorganizar y reestructurar su capacidad de producción de manera más racional, ya no limitada por las fronteras nacionales, con las ventajas que esto conllevaría para su eficiencia y competitividad. Por tanto, no cabe duda de que la creación de un mercado interior para los servicios aportará importantes beneficios económicos. 3.2. Los mercados de capitales y de servicios financieros reflejan el deterioro de las condiciones empresariales generales... Los mercados financieros han sido los primeros indicadores de la variación de las condiciones del ciclo empresarial. Por ejemplo, la capitalización en el mercado de valores de empresas nacionales cayó el 3,8 % en 2000 respecto al año anterior. Antes incluso de los trágicos acontecimientos de septiembre, la capitalización del mercado de valores de la zona euro había caído un 19 % entre enero y agosto de 2001 (17,6 % en la EU15). ...pero hay señales claras y prometedoras de cambios estructurales en los mercados financieros... En esta situación de mercado cada vez más difícil, las empresas europeas continuaron acudiendo con más frecuencia a los mercados de valores para obtener financiación. El nuevo capital que las empresas nacionales obtuvieron de los mercados de valores aumentó un 48,6 % en 2000 en la zona euro; en los EE.UU., el aumento respecto a 1999 fue mucho más reducido (27 %). Como dato más significativo, las empresas nacionales que salieron a las bolsas europeas duplicaron el capital conseguido en 2000 respecto al año anterior. En los EE.UU., tales empresas solamente incrementaron la nueva financiación en un 10 %. Está claro que los mercados de capitales europeos también están ganando en eficiencia. La liquidez del mercado de valores aumentó un 86 % entre 1998 y 2000. El coeficiente entre volumen de negocios y capitalización del mercado aumentó de 1,1 en 1999 a 2,1 en 2000. ... y hay signos alentadores de integración en el mercado de capitales... Los diferenciales de tipos de interés muestran que el mercado interbancario de la zona euro se integró plenamente en 1999, proceso que se inició a mediados de los 90. El mercado de bonos del Estado también se ha integrado mucho más, aunque el diferencial entre sus rendimientos, reducido pero permanente, sugiere la posibilidad de una mayor integración [15]. [15] «Estudio para analizar, comparar y aplicar indicadores y metodologías de supervisión alternativos para medir la evolución de la integración del mercado de capitales en la UE» elaborado por CSEF para la Dirección General de Mercado Interior (en preparación). La composición de las carteras de los inversores institucionales (fondos de pensiones, fondos de inversión y compañías de seguros) muestran avances en la integración de los mercados de capitales. En el pasado, las normativas nacionales limitaban la capacidad de los inversores institucionales para diversificar sus carteras. Como consecuencia, éstas experimentaban un sesgo nacional elevado, tenían mayor riesgo y sus resultados no alcanzaban el nivel óptimo (véase el gráfico 15). Ahora, gracias a los cambios normativos impulsados por la Comunidad y a la moneda única, esto ha cambiado. Esta diversificación puede estar motivada por una diversidad sectorial, más que nacional, pero el resultado es que las carteras de fondos de pensiones y de inversión tienen ahora una orientación mucho menos nacional. En marzo de 2001, solamente el 22 % del total de activos en fondos de renta variable, dinero y bonos correspondía a inversiones en fondos totalmente nacionales (excepto en Irlanda). La composición de los fondos de inversión aún varía ampliamente de un Estado miembro a otro. Por ejemplo, los fondos de renta variable predominan en el Reino Unido, los fondos de bonos son los preferidos en España y los fondos de dinero, en Grecia y Suecia. No obstante, como muestra el gráfico 15, se ha producido una reducción inequívoca en el sesgo nacional de los fondos de inversión de renta variable. Los fondos de pensiones basados en los países que muestran una mayor integración del mercado de capitales, reflejada en el sesgo nacional de las carteras de los inversores institucionales, también son los que más han diversificado sus carteras. La renta variable nacional ascendió al 67,6 % de los activos de renta variable de los fondos de pensiones comunitarios en 1995. En 1999, este porcentaje bajó hasta apenas un 60 % (véase el gráfico 16). No obstante, esta evolución general oculta diferencias muy alarmantes entre Estados miembros. Por ejemplo, en 1995, el 100 % de los activos de renta variable españoles eran nacionales y la renta variable suponía una cuota muy pequeña de los activos totales. Hoy, sin embargo, las inversiones en renta variable han ganado en importancia para los fondos de pensiones en España (como en otros Estados miembros), alcanzando un 12 % de los activos totales, pero solamente el 53 % de la renta variable recogida en los fondos de pensiones es español. Se han observado tendencias similares en Portugal, Finlandia y Suecia. Estos cambios estructurales de los mercados financieros ya han contribuido de manera importante a la reforma económica... El aumento de la eficacia y la mayor integración de los mercados financieros ya han obtenido dividendos en forma de menores costes de capital. También han contribuido a los cambios estructurales de la economía europea facilitando la reestructuración corporativa, las fusiones y adquisiciones, la expansión internacional de empresas europeas y la transformación radical de algunas industrias de red y de servicios públicos. ...pero aún se pueden obtener más beneficios gracias a una mayor integración en otros segmentos del mercado. Hasta ahora, la integración financiera del sector bancario al nivel minorista no es tan evidente. Puede que los depósitos bancarios realizados por no nacionales hayan aumentado ligeramente entre 1997 y 1999, pero los préstamos bancarios a no nacionales cayeron durante el mismo período (véase el gráfico 17). La puesta en circulación de billetes y monedas de euros y la introducción de las medidas previstas en el Plan de Acción sobre Servicios Financieros podrían cambiar la situación. Los sistemas de compensación y liquidación actuales siguen muy fragmentados. La integración de los sistemas de compensación permitiría obtener economías de escala potencialmente grandes. Esto, junto con la necesidad de normas para la gestión de riesgo, exige cambios en la situación actual. Se precisan medidas políticas rápidas para integrar rápidamente los servicios financieros. El fuerte incremento en el uso de garantías colaterales para pagos transfronterizos entre 1998 y finales de 1999 muestra la creciente importancia de proporcionar una infraestructura de compensación y liquidación diseñada para los mercados financieros europeos cada vez más integrados. Ya se han puesto en marcha varias iniciativas orientadas hacia el mercado para racionalizar el sector de liquidación en mercados de valores [16]. [16] Un grupo de expertos del mercado financiero que, bajo la presidencia de Alberto Giovannini, asesora a la Comisión Europea sobre cuestiones del mercado financiero ha elaborado un informe sobre acuerdos transfronterizos de compensación y liquidación en la UE. Dicho informe examina acuerdos de compensación y liquidación para títulos de renta variable, títulos de renta fija e instrumentos derivados. 3.3. Contratación pública: la transparencia de los mercados ha aumentado en 2000... La Comisión ha presentado la propuesta de paquete legislativo solicitada por el Consejo Europeo de Lisboa y actualmente el Consejo la está debatiendo. Entre tanto, los mercados de contratación pública han ganado en transparencia. El porcentaje de contratación pública publicado en el Diario Oficial respecto al valor total de la contratación pública aumentó un 36 % en 2000 tras un relativo estancamiento en los tres años anteriores (véase el cuadro 9). Este incremento fue especialmente significativo en España, Suecia, los Países Bajos, Italia, Austria, Dinamarca y el Reino Unido. No obstante, las mejoras no se han producido de manera equilibrada en todos los países y, como consecuencia, se han incrementado las diferencias en la transparencia del mercado de contratación pública entre los Estados miembros. La adjudicación de contratos registrada resultante de convocatorias transfronterizas ha aumentado (véase el gráfico 18), lo que podría indicar que los mercados de contratación pública se están abriendo a la competencia internacional; sin embargo, estas cifras no recogen la adquisición indirecta a través de filiales en otros países, o a través de mayoristas, agentes u otros intermediarios, por lo que no se pueden extraer conclusiones claras. Más adelante, la Comisión recopilará información más fiable sobre las cifras transfronterizas. Dos comunicaciones recientes, una sobre la contratación pública y los aspectos medioambientales [COM(2001) 274] y otra sobre cuestiones sociales y la contratación pública [COM(2001) 566], están destinadas a mejorar los resultados medioambientales y sociales de los mercados de adquisición. Mientras tanto, se están logrando avances rápidos con la introducción de nuevas tecnologías, lo que debería contribuir a la mayor apertura de los mercados de contratación pública. 4. Mejora del entorno empresarial: fomento del espíritu empresarial La competencia efectiva y el espíritu empresarial son claves para alcanzar los ambiciosos objetivos de competitividad establecidos en el Consejo Europeo de Lisboa. Este es un mensaje claro del Consejo Europeo de Estocolmo. El progreso hacia los objetivos de Lisboa en los ámbitos del espíritu empresarial y la innovación se ha analizado en una comunicación reciente [COM(2001) 641 final] [17], en la que se llega a la conclusión de que el ritmo del progreso ha sido más lento de lo que se podía esperar en marzo de 2000 y se advierte de que las consideraciones a corto plazo de los Estados miembros originadas por la coyuntura económica negativa no deben debilitar más el compromiso de aplicar reformas sustanciales. [17] El análisis de dicha comunicación se basó en una serie de documentos presentados por la Comisión, incluido el Informe de competitividad 2001 [SEC(2001) 1705], el Cuadro de Indicadores de la innovación 2001 [SEC(2001) 1414], el Cuadro de Indicadores de la empresa (en preparación) y el Informe 2001 sobre el procedimiento BEST [SEC(2001) 1704]. Esta sección presenta algunos avances importantes tanto en las políticas como en el mercado que influyen en el entorno empresarial al que se enfrentan las empresas en el mercado interior. Se centra principalmente en políticas públicas relativas al entorno competitivo de las empresas, es decir, ayudas públicas, fiscalidad y el marco normativo y concluye con un resumen de avances recientes en el entorno de financiación de las empresas y en innovación. 4.1. Ayudas públicas: avances positivos En las conclusiones del Consejo de Mercado Interior de 12 de marzo de 2001 se invitaba a la Comisión a desarrollar y poner en práctica nuevos instrumentos analíticos destinados a controlar las ayudas públicas. Por ello, el mes de abril se publicó en Internet el Registro de ayudas públicas. Más tarde, en julio, la Comisión publicó su primer Cuadro de Indicadores de ayudas públicas, que ofrece una descripción detallada de la evolución de diversos tipos de ayudas públicas. Las cifras más recientes disponibles confirman las tendencias de evolución de la ayuda pública observadas durante los últimos cuatro años. Las ayudas a la industria se redujeron del 2,6 % del valor añadido del sector manufacturero en el período 1995-1997 al 1,9 % en 1997-1999, mientras que la ayuda general disminuyó del 1,43 % al 1,187 % del PIB total. Menor gasto en ayudas públicas, pero que no necesariamente distorsiona menos... En las conclusiones del Consejo Europeo de Lisboa no sólo se solicitaba una reducción de las ayudas públicas, sino también cambios en su composición, en especial, aumentos en la importancia relativa de las ayudas horizontales y regionales respecto a la ayuda sectorial, al considerarse que las primeras falsean la competencia en menor medida que las últimas (véase el recuadro 8). En 1999, cuando el Consejo planteó esas recomendaciones, la mayoría de los Estados miembros ya estaban siguiendo en la práctica una u otra de estas recomendaciones, pero muy pocos seguían ambas simultáneamente. Como muestra el gráfico 19, estos países eran Francia, Austria, Bélgica y, especialmente, Portugal y España. De hecho, todos los Estados miembros con un gasto en ayudas públicas superior al promedio comunitario, incluidos estos cinco, estaban reduciendo sus niveles de ayuda pública. Por tanto, el objetivo comunitario de reducir las ayudas públicas, establecido por las Orientaciones Generales de Política Económica de 2000 después de Lisboa, se estaba alcanzando ya en esas fechas. Sin embargo, contrariamente al objetivo de modificar su composición para reducir la distorsión, la importancia de las ayudas sectoriales iba en aumento (véanse el gráfico 19 y el cuadro 10). Es de observar que esta tendencia es evitable: Dinamarca y, en menor grado, Austria tenían ya niveles de ayudas públicas inferiores al promedio comunitario y, además, con una estructura que provocaba en general muchas menos distorsiones que en la UE. ...porque determinadas ayudas sectoriales se resisten a recortes del gasto... La rigidez a la baja de las ayudas sectoriales se debe a sectores concretos. Algunos sectores que tradicionalmente perciben ayudas públicas se han enfrentado a reducciones, pero otros (especialmente el carbón y el transporte) han mantenido o incluso aumentado ligeramente sus niveles de ayudas, de modo que las ayudas públicas sectoriales se están concentrando cada vez más. Con excepción de esos sectores, el ritmo al que se reducen las ayudas sectoriales en la economía comunitaria en conjunto es mucho más positivo. Deben intensificarse los esfuerzos para disminuir las ayudas en los sectores del carbón y, en la medida de lo posible, del transporte. La mayor parte de los recortes en el gasto de ayuda pública entre 1995 y 1999 se produjeron a expensas de las ayudas regionales (gráfico 20). Lo más positivo es la reducción de la ayuda ad hoc... La ayuda ad hoc, que con frecuencia es uno de los tipos de ayuda pública que más distorsiones causa, se ha reducido radicalmente. El total de ayudas ad hoc en 1999 fue un 10 % de los niveles de 1994. En comparación con 1993, la ayuda pública a la industria se redujo drásticamente en un 93 % en 1999. La disminución de las ayudas a los nuevos Estados federados alemanes ha contribuido perceptiblemente a esta reducción, pero también han colaborado los importantes recortes en las ayudas a la reestructuración durante los últimos cinco años. Sin embargo, en épocas de buena coyuntura económica, reducir las ayudas públicas a la reestructuración resulta relativamente fácil; el compromiso con la reducción de las ayudas se pondrá a prueba pronto, con el empeoramiento del ciclo económico. 4.2. La fiscalidad podría distorsionar las decisiones empresariales y la competencia... En la actualidad, las empresas de la UE se encuentran con un espacio económico único en el que se aplican 15 sistemas distintos de impuestos sobre sociedades. Esto genera costes específicos para cumplir con sus obligaciones fiscales, contribuye a la falta de transparencia y provoca pérdidas de eficiencia económica. Además, las empresas comunitarias cada vez más han dejado de definir «su mercado» como de un Estado miembro, pasando a considerar a toda la UE como su mercado propio. Los cambios estructurales resultantes pueden generar reorganizaciones a escala comunitaria, que se verían limitadas por la necesidad de adecuarse a 15 sistemas impositivos diferentes. Un estudio detallado de los servicios de la Comisión [SEC(2001)1681] relativo a los Impuestos sobre Sociedades en el mercado interior ha analizado cómo el funcionamiento de 15 sistemas impositivos nacionales diferentes puede estar provocando distorsiones de las decisiones empresariales e ineficiencias. El estudio ha identificado grandes diferencias en los tipos efectivos del impuesto sobre sociedades dentro de la UE (véase el cuadro 11). Estas diferencias podrían afectar a las decisiones económicas tanto al discriminar entre inversión nacional, desde el extranjero y hacia el extranjero, como al influir en cómo se selecciona la composición de la inversión en términos de activos y de fuentes de financiación. Además, el estudio ha identificado varios ámbitos en los cuales los sistemas de fiscalidad sobre las empresas pueden obstaculizar la actividad económica transfronteriza en el mercado interior, minando así la competitividad internacional de las empresas comunitarias. A fin de abordar los obstáculos fiscales existentes para el mercado interior, la Comisión ha propuesto una estrategia de doble vía [COM(2001) 582] que incluye tanto medidas específicas para resolver los problemas como una solución general a más largo plazo, que consiste en proporcionar a las empresas una base imponible consolidada común para sus actividades a escala comunitaria. 4.3. Simplificación de la carga reglamentaria Un estudio reciente de la OCDE ha mostrado que la carga administrativa para poner en marcha una empresa es mayor para las empresas más pequeñas. El Consejo de Mercado Interior ha puesto de relieve que «deben seguir reduciéndose, a escalas nacional y comunitaria, las cargas administrativas y reglamentarias que pesan sobre las empresas, en especial las pequeñas y medianas (PYME)». Parece que las condiciones relativas al inicio de las actividades de una empresa influyen enormemente en sus resultados en cuanto al empleo. Por tanto, la capacidad de Europa de mejorar la calidad de la normativa y la legislación es un elemento vital para alcanzar los objetivos de Lisboa. A escala comunitaria, se han tomado varias medidas políticas. Por ejemplo, la quinta fase de SLIM se puso en marcha en abril [SEC(2001) 575] y se están elaborando soluciones más completas. El Libro Blanco sobre la gobernanza [COM(2001) 428] reconoce la necesidad de simplificar la legislación comunitaria. La Comisión presentará al Consejo Europeo de Laeken una Comunicación para una Mejor Regulación comunitaria, a la que seguirá un Plan de Acción antes de junio de 2002. La Comunicación subraya que la mejora del entorno normativo debe ser una de las primeras prioridades políticas de la Unión Europea. El objetivo final es aumentar la competitividad de las empresas europeas, pero el objetivo inmediato y más urgente es facilitar la comprensión de las intervenciones comunitarias por parte de los ciudadanos europeos. Sólo si las propuestas son sencillas y fáciles de comprender serán aceptas por los ciudadanos. Esto es esencial para garantizar la capacidad de actuación que la Unión necesita para enfrentarse a los desafíos políticos futuros, empezando por la ampliación. Con este fin, el Plan de Acción identificará acciones concretas que deberán aplicarse ya en 2002 y que se dirigen a la propia Comisión, al Parlamento Europeo, al Consejo y a los Estados miembros. El Plan de Acción se centrará probablemente en tres aspectos. En primer lugar, la simplificación y consolidación del «acervo comunitario» mediante consolidación, codificación, refundición y simplificación. En segundo lugar, la mejora del ciclo legislativo de las leyes que surgen del Tratado mediante la mejor preparación y evaluación de las propuestas legislativas, la simplificación y aceleración del procedimiento de adopción, la mejora de su transposición y aplicación por los Estados miembros, y su puesta en práctica y seguimiento por parte de la Comisión. Por último, el desarrollo de una nueva cultura política y administrativa creando una red interna en la Comisión destinada al seguimiento, el control de la aplicación de este programa operativo y de la calidad de la legislación y el fomento de las prácticas más efectivas con los recursos humanos y financieros. Para aumentar su eficacia, esta red debería ampliarse hasta el Consejo y el Parlamento Europeo y colaborar con las estructuras correspondientes de los Estados miembros [18]. [18] También se necesitan acciones destinadas a mejorar el entorno normativo de los mercados de trabajo, como señala el Informe conjunto sobre empleo 2001, especialmente en lo relativo a la lucha contra el trabajo negro. Sin embargo, las empresas perciben en primer lugar los cambios normativos a escala nacional y los nuevos datos sugieren que en muchos Estados miembros hay un margen para la mejora. Estudios recientes llevados a cabo por las autoridades austríacas y por la Comisión muestran diferencias significativas entre Estados miembros en términos del tiempo y el dinero necesarios para establecer una empresa. Ciertas diferencias metodológicas pueden hacer que oscilen los resultados de algunos Estados miembros, pero hay una conclusión incuestionable: establecer una empresa en la UE es mucho más difícil que en los EE.UU. El estudio austríaco estima que los costes de establecimiento para una misma empresa ascienden solamente a 171 EUR en los EE.UU., en comparación con el promedio en la UE de 1 625 EUR (véase el recuadro 10). Por otra parte, parece que las medidas de los Estados miembros para reducir la carga reglamentaria que pesa sobre las empresas y promover el espíritu empresarial están teniendo un impacto real: se requiere menos tiempo y dinero para iniciar una nueva empresa. El Informe 2001 sobre el Procedimiento BEST [SEC(2001) 1704] presenta las experiencias recientes más acertadas en este ámbito. Cuando se presenten sus resultados en marzo de 2002, el ejercicio de evaluación comparativa llevado a cabo por la Comisión sobre la administración de los procedimientos de puesta en marcha indicará claramente en qué elementos de este ámbito se pueden esperar avances adicionales, en tanto que proyectos similares llevados a cabo dentro del Procedimiento BEST abordan otros aspectos del ciclo de creación, crecimiento y desaparición de empresas. 4.4. La mejora del entorno financiero de los últimos años debe protegerse del deterioro de la situación económica... El mercado del capital-riesgo en Europa creció rápidamente en 2000. Los datos muestran que los fondos de capital-riesgo obtenidos superaron ampliamente a las inversiones en Europa (véase el gráfico 21). Una parte cada vez mayor de inversiones privadas en renta variable se dedica al lanzamiento y la puesta en marcha de empresas, es decir, a las empresas jóvenes. Estos dos tipos de inversiones absorbieron el 19 % de la inversión privada en renta variable en 2000, en comparación con el 6,5 % en 1996 (véase el cuadro 12). El crecimiento de la inversión total en lanzamiento y puesta en marcha de nuevas empresas fue sorprendente, casi un 115 %, llegando a 6 400 millones de euros en 2000. En lo que respecta a la financiación, los gestores de fondos esperaban que casi 9 000 millones de euros del capital-riesgo obtenido se destinara en 2000 a inversiones en las fases iniciales. Todos los Estados miembros han compartido este crecimiento, aunque persisten diferencias importantes, lo que refleja la existencia de un mercado paneuropeo bastante fragmentado. Sin embargo, pese a este crecimiento, el mercado europeo sigue siendo pequeño en comparación con el estadounidense. Las inversiones destinadas en los EE.UU. a las fases iniciales superaron el total de las inversiones europeas en capital-riesgo, alcanzando una cifra cuatro veces superior a las inversiones comunitarias en las fases iniciales. Las cifras globales correspondientes a 2000 enmascaran la ralentización experimentada en la última parte del año, que puede afectar de manera desproporcionada a las inversiones en los segmentos de lanzamiento y puesta en marcha. El nuevo ambiente de incertidumbre, de persistir, podría provocar la consolidación del sector. En todo caso, las actuales dificultades y la gran distancia que nos separa de los EE.UU. podrían actuar de estímulo adicional para acelerar el cumplimiento del Plan de Acción sobre Capital-Riesgo. El análisis sectorial de inversiones revela que la parte del total de inversiones correspondiente al sector de alta tecnología aumentó más del 50 % en el período quinquenal 1996-2000. El importe invertido en alta tecnología se incrementó en alrededor de un 70 % de 1999 a 2000. Sin embargo, la parte correspondiente a biotecnología apenas varió, pues aumentó un 2,9 % en 2000, creciendo al mismo ritmo que la inversión total. Los fondos se están movilizando debido en parte al Plan de Acción sobre Capital-Riesgo, pero ahora es preciso reflexionar sobre los siguientes pasos... Desarrollar intermediarios financieros capaces de responder a los desafíos planteados por la nueva economía puede ser crucial para garantizar los mejores resultados posibles en los mercados de capital-riesgo. Las redes locales de inversores privados (los llamados «ángeles empresariales») pueden ser factores esenciales para el apoyo financiero a las nuevas empresas. Dado que financian proyectos que, en general, son demasiado pequeños para las instituciones de capital-riesgo, estos ángeles empresariales serían el eslabón crucial entre el capital líquido y los empresarios. Con frecuencia no se limitan a proporcionar dinero, sino que también aportan valiosos conocimientos técnicos empresariales. Sin embargo, las redes de ángeles empresariales están aún relativamente poco desarrolladas en la mayor parte de los Estados miembros de la UE, en comparación con los EE.UU. Por tanto, la ayuda financiera pública al establecimiento de empresas y en inversiones para sus fases iniciales, como las que facilita el BEI, ocupan el segundo puesto en importancia, al proporcionar la inversión inicial a través de fondos de capital-riesgo. Las medidas de apoyo público deberían centrarse en los casos en que surjan fallos del mercado, especialmente para evitar que las pequeñas empresas sufran sus efectos. Dichas medidas ejercerán un impacto más eficiente y crearán menos distorsiones en la competencia si se comparten los riesgos de inversión con inversores privados y autoridades públicas. El reciente informe de la Comisión sobre el Plan de Acción sobre Capital-Riesgo subrayó la importancia del espíritu empresarial y de la innovación. La principal contribución del Plan al desarrollo de mercados de capital-riesgo y del espíritu empresarial es, en general, la movilización de fondos para capital-riesgo y la estimulación de la demanda de dichos fondos. Se necesitan mercados más dinámicos e innovadores como complemento para estimular el desarrollo de mercados de capital-riesgo. 4.5. Innovación: esencial para la competitividad y objetivo fundamental de la reforma económica La innovación, uno de los pilares de la estrategia de Lisboa, es un ámbito que presenta un creciente interés en las políticas comunitarias. El reciente Cuadro de indicadores de la innovación [SEC(2001) 1414] ofrece pruebas interesantes sobre los avances registrados y sobre los puntos débiles del sistema europeo de innovación. El mercado interior ejerce dos efectos principales en la innovación. En primer lugar, al facilitar la importación de bienes de equipo que conllevan cambios tecnológicos, el mercado interior estimula la innovación en Europa, especialmente en los Estados miembros menos avanzados en cuanto a tecnología. Según una reciente encuesta Innobarómetro (Eurobarómetro 100, que recoge las opiniones de un grupo de directivos europeos de empresas sobre sus experiencias y prioridades en materia de innovación) la gran mayoría de las empresas europeas (61 %) consideran que la adquisición de equipos de alta tecnología es la principal fuente de innovación tecnológica (obsérvese que la segunda fuente de innovación tecnológica citada es la cooperación con proveedores y/o clientes; a medida que el mercado interior vaya ampliando la red de posibles contactos con clientes y proveedores, contribuirá también a la innovación mediante esta vía) (véase el gráfico 22). En segundo lugar, el mercado interior contribuye a la innovación y a la creatividad proporcionando el entorno reglamentario necesario para ello, en especial, un mercado interior que funcione eficazmente para la tecnología y los derechos de propiedad industrial e intelectual. En los Estados miembros con los mejores resultados tecnológicos, la adquisición tecnológica es directa o se realiza mediante I+D interna o externa. El gráfico 23 muestra la importancia relativa del mercado para la tecnología (por ejemplo, la I+D contractual junto con la adquisición de licencias por Estados miembros de la UE). La importancia de la protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial para la innovación es de sobra conocida. En un mundo competitivo donde la tecnología determina el éxito en el mercado, es preciso adaptar la legislación para proteger estos derechos de propiedad en el nuevo entorno. El cuadro 13 muestra que la estrategia de protección del conocimiento tecnológico preferida por las empresas europeas es la «ventaja temporal», es decir, no patentar y mantener el secreto de la innovación para beneficiarse de la ventaja temporal de ser el primer innovador. El porcentaje relativamente reducido de empresas que hacen uso de la protección de patente refleja la actual falta de idoneidad y las limitaciones de las patentes en Europa. La propuesta de directiva sobre la patente comunitaria debería adoptarse cuanto antes. Permitirá facilitar y abaratar el uso de los derechos de propiedad intelectual e industrial, mejorando así los incentivos para la innovación y facilitando su difusión, en lugar de mantenerla en secreto, reducirá los costes de patentes y difundirá los avances tecnológicos en Europa, especialmente para las PYME. En el ámbito de los derechos de autor, la Directiva relativa a los derechos de autor y derechos afines en la sociedad de la información (Directiva 2001/29/CE), recién adoptada, ejercerá un impacto positivo en la innovación y el entorno empresarial, pues actualiza el marco jurídico de los derechos de autor y derechos afines para hacer frente a los nuevos desafíos de la tecnología, con un énfasis particular en los productos y los servicios (tanto en línea como tradicionales). Los nuevos métodos de violación de los derechos de propiedad intelectual e industrial y la reducción del ciclo vital de los productos exigen procedimientos de registro más rápidos y eficaces para proteger estos derechos. La Comisión está decidida a garantizar el mejor marco posible de la manera más adecuada para la UE y para la protección global de los derechos de propiedad intelectual e industrial. 5. Conclusiones El riesgo de recesión pone a prueba por primera vez el proceso de reforma económica. La Comisión ha presentado, o está preparando, propuestas de medidas políticas solicitadas por los Consejos Europeos de Lisboa y Estocolmo. En cualquier caso, la puesta en marcha de estas medidas necesitará tiempo, especialmente si se encuentra resistencia a la reforma en algunas áreas, pero es más importante que nunca ajustarse al calendario previsto. Ahora, cuando 2001 se acerca a su fin, los principales activos de la UE para hacer frente a posibles impactos exteriores son la moneda única y el mercado interior. Es preciso tomar medidas para garantizar el mejor funcionamiento posible de nuestra unión económica y monetaria; esta es la clave para minimizar los efectos de "shocks" externos. El presente informe sugiere las medidas que deberían considerarse prioritarias. * El presente informe y el Cuadro de Indicadores del Mercado Interior de mayo de 2001 demuestran que la integración y la competitividad de los mercados de productos siguen siendo insuficientes; no obstante, la integración ha avanzado significativamente durante los últimos diez años en numerosos sectores. Aunque los intercambios industriales intracomunitarios continúan creciendo, está claro que sectores tales como los productos de construcción no alcanzan unos resultados óptimos de mercado. La inversión extranjera directa ha crecido rápidamente pero se distribuye de manera muy irregular entre los países. Deberían analizarse las causas de esta situación. Se necesitan acciones sectoriales específicas a escala comunitaria para eliminar efectivamente los obstáculos al comercio. En el futuro, la mejora de la normalización debería ejercer una función más importante para aumentar la eficacia del mercado interior, al igual que la aplicación de medidas para mejorar la competencia a escala nacional. Es evidente la necesidad de prestar más atención a la distribución. * Los mercados de servicios ofrecen los mayores beneficios potenciales de la mayor integración del mercado interior. Los cálculos muestran la posibilidad de obtener un rendimiento considerable de la aplicación y puesta en marcha de las medidas políticas que la Comisión deberá presentar el año próximo. * La integración de los servicios financieros y los mercados de capitales está progresando, al igual que la aplicación del Plan de Acción sobre Servicios Financieros y del Plan de Acción sobre Capital-Riesgo. No obstante, los avances del mercado exigen mayor velocidad en la adopción y aplicación de las medidas. La introducción rápida de reformas será vital, especialmente en el ámbito de la supervisión prudencial. Las propuestas de la Comisión para integrar los mercados financieros al por menor contribuirán a la correcta introducción del euro y mejorarán los resultados de algunos segmentos de dichos mercados. En los mercados financieros al por mayor, los sistemas de compensación y liquidación requieren cambios que permitan incrementar su eficacia, especialmente en las operaciones transfronterizas. El entorno financiero de las empresas, especialmente las recién establecidas, ha mejorado sustancialmente estos últimos años. Es preciso consolidar estas mejoras. A fin de alcanzar estos objetivos, es indispensable agilizar los progresos en el frente legislativo y normativo, tal como afirman el Quinto informe sobre la aplicación del Plan de Acción sobre Servicios Financieros y las iniciativas de aplicación elaboradas por el Grupo Lamfalussy. * Se deben emprender medidas estructurales destinadas a mejorar el espíritu empresarial para cumplir los objetivos de competitividad establecidos el año pasado en Lisboa. Esto es esencial para garantizar la viabilidad del modelo económico y social europeo en la nueva sociedad del conocimiento. Se trata de objetivos a largo plazo, pero se debe comenzar a actuar ahora para garantizar un entorno normativo y legislativo eficiente según las pautas planteadas en el Libro Blanco sobre la gobernanza. Por ejemplo, se podría empezar por la legislación y los mecanismos para proteger y hacer respetar los derechos de propiedad industrial e intelectual. La propuesta de la Comisión de eliminar las barreras fiscales en el mercado interior y preparar el terreno para una base impositiva consolidada en la UE contribuirán a la competitividad internacional de las empresas comunitarias, de acuerdo con el objetivo establecido en el Consejo Europeo de Lisboa. * Los objetivos de desarrollo sostenible se están integrando en las políticas del mercado interior. La evaluación de los efectos normativos y de la sostenibilidad, junto con el desarrollo de una gama diversificada de instrumentos de mercado para alcanzar los objetivos de política medioambiental, son la clave para garantizar la sostenibilidad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.